Hola a todos *-*~ este es un capítulo que por alguna rara razón me ha gustado escribir XD espero les guste también y me digan qué les pareció *-*~
Hace un día atrás, estando en la azotea, Georg encontró a Tom llorando. No lo quería mirar a los ojos y le dio la espalda, lo que ocasionó que Georg se le acercara más y se puso a su costado mientras Tom miraba el horizonte, secándose las lágrimas que habían salido por todo lo vivido.
—Nada será lo mismo —dijo Tom en un susurro y sorbiéndose los mocos.
—Lo sabemos, pero no ganamos nada llorando —diciendo eso se rió de él mismo—. Vaya, y yo tengo ataques horribles por esta situación. —Tom terminó por limpiarse las lágrimas y rió junto con él.
—Jaja, te quedas sin aire, ¿qué es eso?
—Ataques de pánico, sientes que mueres en vida.
—¿Siempre los tuviste? —Tom miró a los ojos verdes de su mejor amigo y éste se quedó serio y pensativo por un momento.
—Cuando mi hermano murió —dijo evitando mirar a Tom—. Cuando… cuando lo vi morir, era apenas un niño.
—¿Tuviste un hermano? —preguntó sorprendido.
—Sí, era mi menor por dos años y… un día, un maldito día, estuvimos muchas horas en la piscina —suspiró de incomodidad—. Y puedes imaginarlo.
—No lo imagino. —Tom estaba sorprendido.
—Murió ahogado y yo no sabía nadar, por más que me lancé en el agua, no pude sacarlo, tragué mucha agua y más la desesperación sentía que moría. —Se quedó callado y sintió la mano de Tom en su hombro, así que lo miró.
—Hiciste lo que pudiste.
—No, no hice lo que pude. Lo malo de todo eso aparte de la misma muerte de mi hermano fue que me quedé con esa sensación de falta de aire cada vez que me desespero, así me pasó la vez que estuvimos en el sótano. Quisiera librarme de eso.
—Lo harás, acá debemos aprender a ser fuertes. —Suspiró hondo—. Hum, ¿te toca vigilar?
—Sí. —Mostró su arma—. Pero dentro de media hora, solo quise subir para hacerte compañía. —Tom le sonrió miró hacia el frente por si alguna criatura se acercaba.
Pasaron algunos minutos en completo silencio hasta que Georg llevó una mano hacia la de Tom que reposaba sobre el muro de la azotea y Tom se estremeció un poco.
—Te noto triste, pero por tu hermano. —Tom se mordió el labio no sabiendo qué decir—. Quisiera que me dieras una oportunidad, sabes que él nunca te verá como tú lo ves y…
—Bueno, sé que no, pero… pero quizá…
—¿Crees que funcionará? Yo te amo, Tom, soy capaz de morir por ti.
—No digas eso.
—Quiero que lo sepas, me preocupo por ti. —Tom no quería verlo a los ojos, pero sus palabras lejos de molestarlo o incomodarlo le llenaron de una sensación agradable, hacía mucho no se sentía especial… deseado o querido, más bien todo lo contrario.
—Georg, no va a funcionar, sabes a quien quiero, lamentablemente.
—Y no te reprocho, solo quiero ayudarte. —Tom apretó su mano entrelazada con la de Georg, quería decirle que no pero sintió que eso significaría condenarse a una relación complicada con su propio hermano. Además le gustaba Georg, no lo amaba, pero era agradable estar a su lado.
—No soy bueno como pareja —dijo sabiendo que sonaba estúpido. Pero Georg pudo ver ese brillo en sus ojos, la invitación, el añorado “sí” aunque no fuera en palabras, pero lo quería escuchar.
—Bueno o no, eso se verá… ¿quieres ser mi novio?
—Georg… —se avergonzó bajando la cabeza, pero luego lo miró desde abajo—. Sí —dijo casi en un susurro.
Georg abrazó a Tom susurrándole que no le defraudaría y luego le dio un pequeño beso en sus labios. Tom se sintió incómodo por eso, lo veía como su amigo, lo quería mucho aunque no como pareja, pero ya le había dicho que sí.
*
Bill jugaba con el pequeño Alex dentro de la casa, recientemente su interés por el menor había crecido desde que lo había llamado papá y aunque no volvió a decir alguna otra palabra, sonreía cuando le hacían jugar.
No quería ver a Tom, verlo le ocasionaba vergüenza y tener que recordar el incidente en la habitación. ¿Cómo no pudo evitarlo? Se lamentaba una y otra vez e incluso había perdido todo interés por masturbarse ya que eso le recordaba a lo que había pasado con Tom un día atrás.
Tom vigilaba arriba en la azotea y Georg estaba con él, Bill sabía eso y se sentía incómodo, pero trataba de evitar pensar en ello.
Pamela tomaba una ducha en el segundo piso, aun el pozo de la casa tenía agua.
Jörg revisaba sus mapas y trataba de poner la ubicación de donde estaban en un punto en el papel para así saber a qué distancia se encontraban de la montaña, pero para eso debía salir de casa y buscar algún letrero que le diera el kilometraje exacto, eso lo ponía nervioso, la idea de salir implicaba riesgo de muerte.
Entró al baño para lavarse la cara y escuchó el grito horrendo de Pamela quien había salido de la ducha totalmente desnuda y rápidamente cogió la mampara para cubrirse.
—¡Señor Kaulitz! —Jörg, por el grito que pegó la chica, se tropezó con sus propios pies y cayó al suelo, lamentablemente la miró desnuda y luego cerró sus ojos.
—¡Lo siento! No sabía que estabas aquí.
Los chicos abajo, corrieron hacia el segundo piso con armas en mano por si era una criatura encontrando la vergonzosa escena, Pamela envuelta en la cortina de la ducha y Jörg levantándose y cubriéndose en rostro para no ver más.
—¿Papá? —reclamó Bill con una mueca.
—Lo siento a todos, no era mi intención, no me di cuenta.
Georg y Bill se miraron a los ojos y fruncieron el ceño. El incidente quedó ahí cuando todos salieron del pasillo del baño.
Caminaron cada quien por su lado y Pamela se quedó asustada terminando se secarse el cuerpo.
Apretó los labios recordando los múltiples abusos sufridos de niña por parte de su tío, recordó que entraba a su habitación o al baño cuando menos se lo imaginaba. Su tío era un mediocre, es por ello que decidió que jamás sería una. Desde pequeña se propuso superarse hasta conseguir el éxito y llegar a ser una abogada con la finalidad de meterlo a la cárcel. Era por eso su obsesión con la lectura y buenas notas, era una exigencia de su parte ser la mejor en todo.
Últimamente las cosas con Bill no estaban funcionando porque él no era cariñoso con ella como las veces primeras, los inicios de su relación, cuando Bill le suplicaba salir, la cortejaba de manera insistente y así pudo ganarse su corazón, ahora las cosas eran de sexo y del fuerte, del que le recordaba cuando se sentía un objeto sexual en las manos de su tío.
Estaba pensando hablar seriamente con Bill y encararle algunas cosas, quizá lo mejor era separarse aunque en esas circunstancias sería un poco difícil.
*
Jörg se ponía el traje en la habitación que había tomado como suya, debía salir aunque no quería y sobretodo debía demostrar valentía, no podía estar quejándose o demostrando miedo delante de los demás jóvenes y sus hijos. Debía tener bien el mapa, era como una pequeña obsesión pues en sus sueños veía mapas, ubicaciones de refugios y si no tendrían eso sentiría que perderían el rumbo, la brújula, y eso sería fatal.
—¿Papá? —Tom entraba a su habitación pues le tocaba vigilar en la azotea—. ¿Qué haces? —Jörg se puso serio.
—Hijo, debo salir, quiero que uno de ustedes me acompañe.
—¿Pero por qué? Para qué salir…
—Estamos mal ubicados, mis sueños nunca me mostraron este lugar, debemos buscar seguir hacia la montaña, para eso necesito saber a qué distancia estamos, para así calcular cómo llegar hacia nuestro destino.
—Me parece tonto salir así no más.
—Lo siento, pero debo ir. Esto es importante.
Jörg salió de la habitación con una mochila y su arma en el hombro.
Bill bajaba las escaleras y lo vio, entonces le preguntó a qué iba y Jörg le dijo que se iría a la carretera para obtener la ubicación además de analizar el lugar, debían hacer un plan rápido pues no iban a quedarse en esa pequeña casa.
—Voy contigo —dijo Bill, apurándose en ir a la habitación y buscar sus armas.
—Hey —reclamó Tom—. No me parece salir así no más. —Bill lo miró serio y pasó de él.
Tom lo siguió hasta la habitación en donde se puso nervioso por verlo cambiarse de ropa en su delante. Se quitó la polera sudada para ponerse otra y también el pantalón.
—¿Tan callado? —se burló Bill al saber por qué callaba.
—No quiero que vayas… no sin Georg y yo, debo convencerlo.
—Eso tardará. Iré con papá, quiero salir.
—Podría ser peligroso, Bill, si algo pasara, ¿cómo lo sabremos? No me parece. —Bill le sonrió mientras, sobre la cama, alzaba sus piernas para ponerse en pantalón un poco ajustado.
—Pues te jodes, papá y yo sabremos manejar el problema. —Tom se le acercó, su corazón estaba acelerado por verlo así, provocador ante sus ojos. Bill se dio cuenta de aquello y le dio la espalda ya puesto en pie al lado de la cama, se abrochaba en pantalón.
Sintió el tímido abrazo de su hermano y se removió de manera brusca.
—Tom, sabes que no. ¿Debo estar siempre pendiente de tus movimientos? —Tom no sabía qué decir.
Bill lo vio con cólera y salió rápido de la habitación tomando su arma para guardarla en su pantalón.
Tom estaba un poco asustado, sabía que Bill era el más valiente, contradictoriamente a como era antes, no sabía cómo así había desarrollado esa valentía y él no. Pero la razón era la mordedura que no solo le había hecho confiarse de que nada malo podría pasarle sino le había casi contagiado de una agresividad que necesitaba salir, quería matar a esos seres de formas crueles, reventarles la cabeza, destrozarlos por completo, quemarlos, cosas así y por eso era su emoción por salir.
—Estoy listo —dijo sin mirar a su papá, dirigiéndose a la puerta. Pamela y Georg se le acercaron.
—Hey, pero cómo así saldrán, no han hecho un plan —reclamó Pamela.
—Iremos a la carretera a tomar coordenadas —dijo Bill sin mirarlos, su padre terminaba de ponerse la mochila.
—No pasará nada, hace días no hemos visto ninguna de esas cosas, no están por este lugar.
Eso era cierto, el lugar era medio silencioso, había muy pocas casas y era más bien un refugio de animales sobrevivientes. Los zombis estaban en las ciudades, ya casi todo estaba infestado de esas criaturas.
Bill se adelantó pese a las protestas de los demás, en especial la de Tom quien le había gritado que estaba loco por salir así no más.
—Déjalo ir —dijo Georg—. No es un niño, además está con tu papá. —Pero eso no tranquilizaba a Tom.
—Bien… —suspiró Pamela—. Cosas de hombres. ¿Alguien ha visto a Alex? —Todos se miraron y se preocuparon, ninguno había visto al pequeño.
*
Bill iba delante de su papá, caminado seguro, buscando alguna criatura para atacarla. Jörg, un poco asustado, vigilaba su espalda.
—Bill, no tan rápido, más despacio… —casi susurró. Pero Bill sonrió de lado escuchando a una de las criaturas gruñir, se comía el cuerpo de un conejo y estaba en cuclillas dándoles la espalda.
Jörg vio correr a su hijo y patearle la cabeza al zombi quien no murió, solo gritó y se levantó para gruñirle y correr hacia él. —¡Bill! —Jörg se asustó mucho, pero Bill empujó al otro hasta que su espalda chocara contra un árbol y con su arma le golpeó muy fuerte en el ojo hasta que parte del arma de hundió en la cabeza del otro cayendo muerto al suelo.
Su papá corrió hacia él y tomó su brazo, su hijo estaba agitado, pero tenía una sonrisa sádica en sus labios.
—¿Estás bien? No debiste, Bill.
—Estoy bien —respondió con una sonrisa y continuó su camino.
Hacía mucho calor y estaban sedientos, pero no había ninguna tienda cerca, todo eran granjas y casas desoladas. Al fin llegaron a la carretera y debían caminar un buen tramo hasta llegar a alguna señal que les dijera su ubicación exacta.
Pronto, observaron un tumulto de seres de cabellos blancos y largos, con dientes salidos y sin labios, estaban caminando lento por la carretera, sin rumbo y lucían hambrientos, a algunos se les veía las costillas, eran los zombis tipo A, la primera raza que no evolucionaba por falta de alimento.
—Debemos alejarnos —dijo su papá con la voz temblorosa—. No debemos ir por la carretera. —Pero Bill los contaba, cuatro, diez, quince… quince zombis caminando juntos…
—Debemos matarlos.
—No seas tonto.
—Debemos… —“Mataron a mamá”, ese pensamiento le hizo temblar y llenarse de mucha adrenalina.
Ante la mirada atónita de su papá, corrió con arma en mano hacia el montón de seres. Jörg gritó del susto y no supo qué hacer, no quiso correr hacia Bill y detenerlo, sentía que sería como correr hacia su propia muerte, pero solo pudo observar cómo con el arma, disparaba y pateaba a otros tantos más.
Bill sentía más fuerza que antes, no sabía cómo pero sentía que la cólera alimentaba sus músculos y aunque era un chiquillo, uno a uno rompía las cabezas de esos seres, además estaban un poco débiles.
Pero no todos estaban débiles, de en medio del tumulto apareció uno muy alto, un zombi tipo B, uno del tipo inteligente, el cual esquivaba sus movimientos muy rápido y logró morderle el brazo. Bill tenía el traje que su papá les había dado, era resistente, pero aun así, la mordida fue tan fuerte que pasó el traje y Bill gritó de dolor.
—¡Maldita sea! —Tuvo que correr escapando de algunos. Con una mordida se sentía débil pues el dolor logró desequilibrarlo.
Vio hacia atrás, su padre se había subido a un tractor que encontró mientras corría escapando y regresó a la escena atropellando a los pocos zombis que quedaban, incluido el enorme ser que había mutado, el cual había mordido a su hijo.
—¡Sube! —ordenó y Bill subió al tractor.
Jörg podía ver su sangre salir y lágrimas se formaron en sus ojos. —No puede ser… —dijo agitado, pero Bill lucía tranquilo—. Hijo, no debiste, ahora qué haremos…
—Regresar, debo limpiarme la herida. Maldito zombi, debiste dejar que lo matara a mi manera.
—¿Qué dices? No, no entiendes, estás infectado hijo, te han mordido, esto es el fin…
—No papá —dijo con una sonrisa—. Es el comienzo. —Sacudió su cabellera, suspirando, aguantando el dolor, aplastaba su herida con su otra mano para evitar el sangrado.
—¿Qué dices?
—Ya antes fui mordido —dijo con una pequeña sonrisa, su padre abrió los ojos sorprendido—. En mi tobillo, y nada pasó. —Nada había pasado, aparentemente nada.
—¿Sangró? ¿Estás seguro?
—Sí, aún tengo la herida, ya es costra. —Jörg manejaba el tractor de regreso a casa, justamente había encontrado un mapa dentro de ese vehículo, ya no necesitaba más buscar coordenadas. Estaba pensando en cómo era posible que Bill resistiera a las mordidas y se acordó del antídoto puesto.
—Entonces hay cura… ¡Santo cielo, Bill, hay cura! —Y luego su sonrisa decayó al ser consciente de que no tenía más de ese antídoto, se había quedado en el sótano, debajo de los escombros. Así supo que debía buscar a David y los suyos, buscar la “Tierra prometida” que ellos habían dicho que crearían, el refugio principal, la repoblación de la tierra.
El sonido del tractor atrajo a varios zombis quienes corrieron detrás de éste sin que Jörg o Bill se percataran de ese hecho por el mismo sonido de la maquinaria.
Llegaron a casa y ambos acordaron que no le dirían a los demás que era una mordida, dirían que Bill se había accidentado con unas ramas y se había rapado, nada del otro mundo.
—¡Qué pasó! —gritó Pamela con el niño en sus brazos, lo había encontrado jugando en la azotea… había decidido vigilar puesto que nadie lo estaba haciendo.
—No pasó nada —dijo Jörg conduciendo a Bill al segundo piso—. Bill se accidentó, es todo.
Georg se asustó también, supo que sería el fin para Bill, él no creería que eso era un accidente, tampoco Pamela; era una mordida y todos sabían lo que eso significaba.
Bill se encerró con su papá en la habitación que había tomado como suya.
Tom estaba en la azotea divisando el panorama, había visto venir al tractor que supo que era su padre y Bill, pero su sentido de responsabilidad lo obligaba a continuar vigilando la media hora que le tocaba para luego cederle el pase a Bill quien ya había llegado.
No vio nada sospechoso pues había un pequeño bosque que impedía ver más allá, en la carretera misma, cómo un grupo de zombis se habían aglomerado confundidos por el sonido, trataban de seguir su olfato rumbo hacia la comida… y la sangre de Bill había dejado un exquisito rastro en el aire.
Tom sintió mucha curiosidad por saber cómo estaba Bill y tuvo que dejar los binoculares y bajó las escaleras. Pero la puerta estaba cerrada y el misterio reinaba en la casa.
—Lo mordieron —dijo Pamela también preocupada y eso angustió a Tom en sobremanera.
Mordieron a Bill, ¿qué significaba? Casi golpeó la puerta del cuarto, casi la derribó y su papá tuvo que salir, cerrando la puerta tras sí.
—¡Qué modales son esos! ¡Bill está bien! Solo ha tenido un accidente.
—Lo mordieron —dijo un serio Georg.
—Bueno sí, lamentablemente. —Confesó y todos los presentes, incluido el niño Alex, se sorprendieron y angustiaron. Georg sintió celos de las lágrimas de Tom quien pedía verlo, casi empujaba a su papá—. Hey, nada de llorar, él no se convertirá en esas criaturas, él… él está a salvo, tiene un antídoto, no se preocupen, solo necesita descansar.
Algunos sintieron alivio como Pamela y el niño, pero Georg y Tom no estaban tranquilos, Georg creía que Bill se convertiría en alguna de esas criaturas, pero no podía decir nada y Tom solo quería verlo.
Jörg le permitió entrar porque era su hermano y Tom se arrodilló en la cama mientras Bill descansaba con un vendaje en su brazo.
—Eres un tonto, un tonto —decía con la voz entrecortada—. Dime que no volverás a salir… Bill, puedes convertirte en una de esas cosas. —Bill le sonrió de lado y extendió una de sus manos acariciando su redonda mejilla, secando una lágrima que se había deslizado.
—Tomi, no llores, no seas tan marica.
—¡Cállate! Esto pudo costarte la vida.
—Pero estoy vivo. —Se quedaron mirando a los ojos y Bill continuó acariciando su mejilla y luego parte de sus labios—. Estoy vivo, Tom. —Le sonrió.
Tom se levantó solo para acercarse y besarle la comisura de los labios. —Te amo, mi pequeño —le susurró—. Temo perderte. —Bill rió ante sus palabras, nunca antes había sentido así a Tom.
—¿Pequeño? Ya, oye… —reclamó los pequeños besos—. Basta, Tom. No me perderás, ya, basta de dramas. —Tom se separó y suspiró, debía controlarse, sabía que Bill lo rechazaba—. Déjame descansar… —No se sentía bien del todo, había un extraño malestar, su herida necesitaría puntos, era un poco profunda y pensó que si reposaba podría recuperarse.
Esa noche todos durmieron tranquilos menos Bill quien pidió ser encerrado en esa habitación pues de todas formas debían tomarse medidas de protección, como una especie de cuarentena.
Y siendo la media noche se levantó con una fuerte fiebre que hasta le zumbaban los oídos. —No puede ser… —temblaba de escalofríos, tenía mucha sed y cuando quiso salir de la cama, su cuerpo tembló y cayó al suelo desmayado.
Dentro de su cabeza había mucha presión… quizá y el antídoto no funcionaba del todo, quizá, pero ninguno de los otros lo sabía, ni Tom quien dormía abrazado a Georg en otra habitación, Pamela con el pequeño Alex en otra y Jörg solo en la sala.
De noche nadie vigilaba la azotea, no tenía sentido pues alumbrar con la luz los atraía más… Así que ninguno sabía del grupo de seres que se acercaba poco a poco a la pequeña casa…
x_x ¿se imaginan? ¿Tienen una idea de cómo podrán salir? ¿Tienen alguna idea del porqué Bill está así? ¿Tienen alguna idea de cómo es que Tom está durmiendo con Georg? ¿Tienen alguna idea de qué será del pequeño Alex? XD Espero me digan si tienen alguna idea de cualquier cosa referente al fic, no tardaré con capítulo pues tengo muchas cosas en mente >:D
Yo creo *levanta el dedo indice* que Bill mutará, pero no en zombie ni nada de eso, si no que será como la chica de Resident Evil(?) jajaja bueno, yo creo eso, pues como que ya le perdió el miedo a los bichos esos, ahora le gusta matarlos y bueno, no sé quizás estoy loca xd y me encanto lo de "quizá, pero ninguno de los otros lo sabía, ni Tom quien dormía abrazado a Georg en otra habitación" fue adorable ;w; aunque ya quiero ver la pareja principal junta *~*
ResponderEliminarOOOOOOOOOOOOOOOH! CAPITULOOOO QUE ME TUVO LOS NERVIOS NERVIOSOS!!! Thomas ya le dio el SI a Geo(para ser novios) aunque no puede sacar a su geme de la mente(o sea que esta engañando al castaño con el pensamiento) Billito se siente tan "acelerado" con ansias de SANGRE (la rabia y la angustia por su madre) sumado a lo estresante de la situación que vive y a causa de eso al salir con su padre al exterior sufre la mordida(otra vez) de uno de esos espeluznantes seres y no puede ocultarlo ante los demás y Thomas se siente MORIR y llora al saberlo :c y Geo se pone celosin o: Jörj trata de tranquilizar a todos acerca del hecho de que su hijo NO SE CONVERTIRA EN ZOMBI pero los extraños sintomas entonces A QUÉ SE DEBEN??? D:
ResponderEliminarY ambos "amigos" durmiendo JUNTITOS :3
y sobre la escena del baño ya comente en el ask -_- pronta actualización!! besitos :) ♥
Ya había comentado en el Facebook pero me faltaba aquí. Como te lo dije allá, la personalidad de Bill me fascina, ese hombre fuerte, arriesgado tomando el papel de líder es lo que necesita ese grupo y el cambio en él puede ser por la misma adrenalina de la primer mordida o de la misma inyección q se le administró pero si no fuera por Bill creo que ese grupo ya estaría mal.
ResponderEliminarAsí que Georg ya es novio de Tom...uhuuum no entiende a la gente que le dicen que no los quieren pero ahí siguen mendigando por amor. . Qué también se coman a Georg jajajajajajaja!
El pobre niño...los zombis que se acercan y ahora Bill indispuesto... se viene una tragedia y para mi mal la novia próxima madrastra no desaparecerá :-(
Besitos
Adriana.
Heeeell no, ¡¿cómo te atreves a hacerme sentir lástima por Pamela y su historia de infancia?! XDDDDDDDDD Ay, hermoso capi como siempree... Desde mediados de éste año me desconecté mucho de todo internet y de tu blog rosa, -al cual entraba TODOS LOS DÍAS XD-, y por suerte, pude quedar con éste fic... Pero recuerdo que leía al punto de llorar de emoción "Niñerías", y cuando volví a tu blog había todo un asunto con "Adultez" y me confundí totalmente ;c.... Bueno, sí he podido leer éste fic enterito y realmente me encanta... Sólo me parecen que las emociones son un gran lío yyyyyy sólo quiero que Bill y Tom estén juntos. FIN. XD <3 Eeeeeeeen fin, muchos abrazos y besitos para ti, Pinky y espero que estés muy bien y que tu trabajo te esté dando tanto como tú das por él. :D
ResponderEliminar.-. pink hasta ahora puedo leer ;^; y comentar! aca al fin llego yo ^^
ResponderEliminarbueno que dire... YA MATA A PAMELA! entiendo que la quieras introducir como personaje hasta le inventaste un trauma de "abusaron de ella" y au asi la odio y la quiero muerta por que? por su personalidad del asco... nadie la soporta! ya mátala ahí en esa casita é-é aunque tenga niños ne camino blablabla... mejor que Jorg o Geo tengan algún hijo con una sobreviviente que encuentren por ahí pero a esa ya no la aguanto ><
y ps Bill y su personalidad cada vez me pone mas nerviosa por muchas razones mas que nada pro que el esta comportandose como un tonto seguro cuando no sabe al 100% si este a salvo de todo eso o no! igual pudo haber muerto desangrado ¬¬ lo veo ahora como un tipo egoísta y ahora muy vengativo (creo se esta volviendo algo sádico... aunque bleee son zombis! x'd) pero sin duda lo que me cae mal es que actúa sin pensar el es la fuerza bruta y Tom el cerebro? ojala que si para que puedan sobrevivir juntos, por que con esas cosas arriesgadas que hace Bill por confianzudo terminara mal ;^;
y bueno pobre Tom tan nervioso por Bill y con tantos problemas, ya veo que le dio el "si" a Geo mas por estar confundido que por nada y ps eso creo le llevara problemas pobre Tom u.u teniendo que estar confuso pro eso y nervioso por Bill... :(
y pues Bill debió haber muerto hace tiempo si no fuera por el antídoto así que ojala el mismo reflexione sobre lo que hace por que si no fuera por eso hubiera muerto, lanzandose a los zombies por coraje muerte segura! es solo de milagro (y claro la mano de la gran pink xd) que siga vivo... u.u
bueno aparte de eso en verdad ellos no pensaron "oh vamos sen un tractor y hacemos ruido! D:" o que? es obvio... debieron dejarlo en otro lugar u.u sin dudas esos descuidos son los que mataran a tal vez uno (pamelaaaa matala matala!) é-é deberían estar muuuucho mas atentos a esos detalles pero bueno ya ellos mismos se darán cuenta!
ya todo esta interesante esperare por mas! sin duda el proximo cap estará buenisimo! *-* tu sigue asi pink con calma que aca estamos tus fieles lectoras (como vez tarde pero seguro ;3) kusses~ ♥