martes, 11 de febrero de 2014

Adultez - 20

Hola *-*~ lamento demorar un poco pero al fin otro capítulo de este fic que ya va llegando a su fin. No sé qué pensarán de este capítulo, pero quiero saberlo... ¡Gracias por leer!
Tom trataba de dialogar con él mismo y calmar sus estúpidos nervios, no por el anillo que tenía en el bolsillo, sino más bien por la especie de remordimiento, por sentir sus labios hormigueando o con una sensación parecida a eso que le recordaba al beso que Georg le había dado. “Ya basta, ¿acaso antes no ha pasado? Siempre te salías con la tuya, ahora, ¿cuál es el maldito problema?”, pensaba echándose la culpa. 

Llegó al departamento y no encontró a Bill en la sala. Ya era de noche y supuso que estaba en la cama a punto de dormir.

Fue a la pequeña cocina a tomar un vaso con agua y pensó que lo mejor era una ducha de agua fría y a dormir. El día había sido bastante movido para él.

—Tom… —escuchó la voz sensual de Bill desde la habitación y sonrió ante ese tono, supuso que Bill tenía ganas de él. Últimamente era así, era como que Tom hubiera despertado algo nuevo en Bill y eso le llenó de un orgullo nunca antes sentido, él era su hombre, su mentor, su maestro de perversiones, ¿qué más podía pedir? No debía quejarse o estar pensando otras cosas, pero de todas formas no calmaba esa estúpida curiosidad…

Caminó hacia el pasillo rumbo a la habitación de ambos y se quedó parado en el lumbral de la puerta, viendo a Bill sentado en la cama sin nada de ropa y con una toalla en las manos, secando su cabello largo y negro hasta sus hombros.

—Tom… —volvió a decir, esperando se descontrolara, fuera a la cama y lo tomara de todas las formas posibles, pero Tom solo rió ante esa insistencia y evitó verlo, quedándose en el lumbral—. ¿Mi Tom quiere sexo? —preguntó con una sonrisita y la mirada oscura, jamás Tom lo había notado así y volvió a reír—. ¿Qué pasa?

—No pasa nada… —dijo sin verlo, mirando el techo de la habitación y suspirando de forma pesada. Escuchó a Bill moverse en la cama y enfocó su vista en la cama. Así fue como lo vio darse la vuelta y arrodillarse en la cama con cuidado de su pierna, gateó hasta el cabecero y se sujetó ahí con ambas manos.

—Tom… —insistía ya excitado, lo estaba esperando. 

Tom se acercó de forma lenta y sin prisa para luego sentarse en la cama, al lado de Bill y tomarle de la cintura con cuidado para sentarlo, así desnudo, sobre sus muslos y luego abrazarlo con culpa… con un sentimiento extraño que le impedía tener una erección en ese momento y disfrutar de una noche de sexo, no podía.

—Pasa algo, ahora sí dime qué es —dijo Bill, serio y tratando de calmar su calentura, no más rodeos, quería descubrir todo de Tom—. Será mejor que me lo digas.

—Espera, espera… —acarició su rostro—. No sé ni cómo. —Fue sincero, no sabía ni qué palabras utilizar. 

Bill lo miró a los ojos buscando respuesta y sus manos se pusieron frías del miedo, de solo pensar que Tom ya no lo quería, que había hecho algo malo o… o que se había fijado en otra persona. Tom supo darse cuenta de esa mirada de inseguridad y temor, y solo abrazó más fuerte a Bill.

—No te pongas así.

—¿Cómo quieres que me ponga? Ya sé lo que pasa contigo… hay otra persona. —Tom frunció el ceño, su Bill se había vuelto astuto.

—No hay. —Casi mintió, pero quería explicarle a Bill o buscar la forma de hacerlo porque en ese momento no tenía idea de cómo. 

—Tom… —ese tono de reclamo lograba molestarlo fácilmente y dejó de verlo a los ojos—. ¡Tom!

—¿Discutiremos otra vez?

—No me dices nada —dijo indignado—. No me explicas qué demonios te pasa…

—Estoy confundido, ni yo mismo sé —dijo evitando verlo—. Hasta me da vergüenza decirlo, no quiero hablar de esto.

Bill se bajó de sus piernas y se sentó en la cama buscando su ropa interior para vestirse, ya no tenía ganas de nada y Tom se sintió incómodo con eso, pero no se lo impidió.

Metió una mano en uno de sus anchos bolsillos y sacó la pequeña cajita de terciopelo negro y la puso sobre el delgado muslo de Bill quien se quedó paralizado por el detalle, él sabía lo que podía estar en una cajita como esa, pero se sintió confundido, perdido… extrañado y solo pestañeó varias veces temiendo tomarla.

—¿Y esto?

—Para ti… —dijo sin verlo.

—¿Por qué? O sea, no te entiendo, Tom, ¿por qué?

—No lo sé… —Se angustió un poco y se puso en pie para ir hacia la puerta, quería salir de esa situación y Bill quiso detenerlo, pero no pudo ponerse en pie con facilidad.

—Tom, no te vayas. —Pero Tom no le hizo caso, salió de la habitación sintiéndose un poco estúpido y Bill enfocó su vista en la pequeña cajita.

La tomó y abrió con temor, el brillo del anillo hizo que su corazón latiera más acelerado y se percató del símbolo infinito del anillo plateado con incrustaciones de piedras preciosas. —Wow… —dijo emocionado, pero a la vez algo desilusionado porque su príncipe cerdito había salido así de la habitación y ningún beso le había dado, mucho menos una explicación de su extraño comportamiento. 

Se puso el anillo y también el pijama, esa noche no pasaría nada y luego de casi una hora Tom regresó a la oscura habitación y se recostó detrás de Bill quien aún no podía dormir.

—Es precioso —dijo refiriéndose al anillo—. Es perfecto, gracias —apenas susurró dejándose abrazar por Tom quien no le decía nada—. Mañana será difícil… mañana conoceré a mis compañeros de estudio, estoy tan nervioso y además algo asustado Tom… tengo miedo que me olvides si voy a la universidad, ya sabes, no podremos vernos mucho, ¿cómo confiaré en ti? Dime. —Pero Tom solo suspiraba, excitándose con el aroma agradable de Bill recién bañado. Y Bill se dio cuenta de lo caliente que Tom se ponía—. Ahora quieres y antes no, aishh Tom, ahora solo quiero dormir y tú otra cosa. —Tom rió un poco.

—No te lo haré, déjame solo moverme contra tu cuerpo. —Bill sonrió y le dejó.

—¿Me dirás qué te pasa?

—No.

—Vamos Tom, no puede ser tan malo…

—Lo es, pero se me pasará…

—Es otra persona, lo sé, lo puedo intuir. 

—No quiero a otro que no seas tú, entiende eso.

—Nicole me ha dicho algunas cosas… la gente sabe cómo eres, ¿por qué creerte? —Tom se molestó un poco pero no dijo nada por un buen tiempo en donde Bill no quiso insistir, solo cerró los ojos sintiendo a Tom masturbarse detrás suyo.

—No quiero irme de tu lado —confesó Tom—. Quiero tenerte conmigo por mucho tiempo.

—También quiero —dijo buscando relajarse—. Pero no puedo negar que todo esto me da temor… estoy enamorado Tom, te amo y tengo miedo que no sientas lo mismo que yo, que llegue el momento en que me cambies por otra u otro… —Tom no supo qué decir, no podía mentirle, ilusionarlo, ni el mismo sabía si estaría por siempre con Bill, solo era consiente que en ese momento lo prefería a él sobre todos.

—Siempre con lo mismo —dijo respirando agitado, restregándose contra Bill quien solo suspiró acomodándose, mirando el brillo del anillo en su dedo, quería creer en Tom, creer en lo que no le había prometido, sentirse seguro en sus brazos y que solo lo hacía con él, que era el único…

Bill llevó una mano hacia atrás para bajarse el pijama que tenía puesto. —Puedes… —dijo excitándose y Tom rió cerca de su oído abrazándolo más—. Entra en mí si deseas… —Se mordió el labio esperando.

Tom solo rió mordiendo el lóbulo de una de sus orejas, jugando, escuchando a Bill respirar agitado. —¿Tan rápido? —preguntó moviéndose detrás suyo. 

—Así me pones…

—Voy a ponerte otra cosa.

—Cerdo.

—Tu cerdo, no lo olvides.

Bill sonrió cerrando los ojos y dejándose hacer todo por Tom. Esa noche la sintió como especial, no sabía cómo así, pero a pesar de la inseguridad que no cesó, le quedó claro que para Tom era especial, quizá no el único, quizá no de una forma exclusiva, pero especial y que sería difícil que lo olvidara.

Casi en la madrugada lograron dormir, desnudos, sudados, muy cansados, incluso la pierna de Bill estaba adolorida, pero no se quejaría, debía tomar sus calmantes. 

*

Al día siguiente, Bill se molestó porque se percató que Tom no había traído su libro.

—¿Entonces a qué fuiste?

—Yo… yo… —Tom se ofuscó porque recordó lo que aconteció por querer obtener su libro—. Conseguiré tu puto libro, dame días —dijo eso porque sabía que no tenía ni céntimos en su tarjeta.

—¿Pero qué hiciste? Era solo cuestión de regresar a la tienda y pedirlo, si no tuviera la pierna malograda lo hubiera hecho yo, ¡aish! —reclamó dándole la espalda. Estaba alistando sus cosas para su primer día de clases—. Ese libro es importante, es uno de los principales… debí comprarlo en segunda mano. —Tom se ofuscó, todos los demás libros eran nuevos gracias a él y Bill no lo valoraba—. Ahora ¿deberé esperar? Dime.

—Jódete Bill, te dije que te lo conseguiré en unos días. —Bill frunció el ceño y cuando quiso reclamar Tom estaba saliendo de la habitación.

—¡No me insultes! —gritó sintiendo su sangre acumularse en sus mejillas—. ¡Tom! —se molestó mucho, ahora ¿cómo iría a la universidad con su pierna en ese estado?

Caminar con muletas era muy incómodo y además le avergonzaba, qué impresión daría en su primer día, qué explicación daría.

Su estómago estaba contraído, casi ni podía tomar desayuno, el estrés lo agobiaba, pero debía apurarse, ya la hora le ganaba y pensó que no necesitaba de Tom, no, todo menor necesitarlo.

Terminó de alistar todo y cuando salió de la habitación, encontró a Tom sentado en la mesita de la cocina comedor, le había preparado un pequeño desayuno. Bill se sintió culpable por pensar mal de él.

Caminando con una muleta, se quedó parado al lado de la silla y Tom se paró para jalarla y así Bill se sentó.

—No debo acostumbrarme a tanta atención —dijo a Tom y éste sonrió—. De verdad, nadie hará esto por mí allá, es más, tengo temor de lo que puedan pensar por ser… por ser gay. —Tom lo observó, no se había puesto a pensar en eso.

—Alguien te hace algo me lo dices y ya, no tienes que soportar mierdas, Bill.

—Sabes cómo es la sociedad.

—A la mierda con la sociedad, nadie tiene por qué hacerte menos.

—Un abogado gay…

—Un abogado simplemente. —Bill lo miró a los ojos y le sonrió.

—Gracias.

—Ahora termina el desayuno, no querrás desmayarte allá.

*

El vientre de Bill dolía mucho, sentía inseguridad por su relación y también por la universidad. Todo era tan nuevo, pero debía afrontarlo, ya no era un niño, era un adulto.

Tom parecía un poco incómodo mientras manejaba, como estaban a solo cuadras del campo universitario, podía sentir el tráfico juvenil de un montón de universitarios, todos locos por llegar temprano, la mayoría ostentado sus riquezas.

—Joder, debo traer mi Cadillac uno de estos días, ningún niño me va a venir a presumir sus autos de segunda.

—Tooom.

—De verdad, estoy harto de ver tanto jovenzuelo creyéndose lo mejor.

—No me importa, yo ingresé gracias al examen, no necesité dinero para lograr lo que quise. —Tom frunció el ceño, para él era importante el dinero, símbolo de poder y ahora que no tenía ni un céntimo debía pensar en regresar a su casa y pedirle a su abuela.

—Hum… no hay para la cena.

—¿Qué? Pero la refrigeradora está llena.

—Estaba, no hay.

—Pues compra —dijo Bill con una sonrisita.

—No tengo.

—¿Cómo que no?

—Iré a mi casa, si no regreso, te llamaré, ¿de acuerdo?

—¿Qué? Pero vendrás a recogerme…

—Lo intentaré. —Otra vez el sentimiento extraño de inseguridad se apoderó de Bill, pero no discutiría, las enormes puertas de su nueva universidad lo esperaban abiertas como la inmensa boca de un monstruo que lo torturaría por casi cinco años—. Bendito sistema… estudiar para trabajar.

—Sí, pero es algo que debes pensar, ¿no crees?

—Nací con dinero, Bill, el sistema no es lo mío. —Bill se entristeció un poco, pero Tom tenía esa actitud rebelde, lo había conocido así, no podía quejarse.

Bajaron del auto y el corazón de Bill se aceleró, ya estaba ahí, debía registrarse y buscar su pabellón de clases para empezar.

—Dios… —dijo de nervios y Tom lo besó, ganándose las miradas de desprecio de la gente.

—Vamos, no te pongas así —susurró Tom cerca de sus labios—. Ya estás dentro, ¿quieres que te acompañe? —Bill quería pero sabía que eso sería muy infantil, así que negó con la cabeza.

Un nuevo beso en sus labios y luego una palmada en el trasero que lo impulsaba a seguir hacia el frente sin detenerse… así empezaba su primer día de clases.

Tom se quedó parado cerca del auto y torció la boca, había perdido dos años de su vida donde habría podido estudiar algo, pero no lo hizo por simple rebeldía. Ahora debía pensar en cómo suplicar a sus familiares para que le adelantaran su mesada.

Bill sufría caminando entre los estudiantes con mochila en la espalda y apoyándose en una muleta, pero no hacía ninguna mueca de cansancio.

—¡Bill! ¿Cómo puedes haber venido solo? —Era el profesor Jared quien al verlo corrió hacia él, Bill se ruborizó un poquito y sonrió amable ante su profesor.

—¡Profesor Jared! ¿Estudia aquí? —Jared rió…

El profesor Jared supo que Bill había ingresado a Derecho en una de las mejores universidades, no aprovechó la oportunidad para inscribirse en un diplomado en Educación y sabía que sus aulas de clases estaban cerca.

—Sí, estudio al frente de tu facultad, solo dos veces a la semana, uno tiene que estar actualizándose…

—Ya veo. —La sonrisa de Bill alentó al profesor, pero era una sonrisa de alivio por encontrar a alguien conocido más que otra cosa.

El profesor Jared lo terminó por ayudar y entraron a su salón de clase. Lo raro para Bill fue ver a dos compañeros con cabezas rapadas y de mirada extraña. Tragó saliva porque había escuchado de esos grupos urbanos de neonazis que odiaban a los homosexuales y temió. Se miró de pies a cabeza, vestía de negro y tenía las uñas pintadas de gris, eso lo angustió un poco, pero tampoco podía estar fingiendo, ya estaba dentro y todo eso representaría un reto muy grande.

*

Tom manejaba de regreso al departamento, debía dejar el auto de Bill para sacar su moto y manejar a su casa… debía inventar un discurso, quizá lo mejor sería hacerse la víctima, algo.

Su celular vibró y sonrió, quizá Bill le mandaba un mensaje de texto contándole lo muy nervioso que se sentía, pero al ver la pantalla solo pudo ver un número extraño: “Hola bebé” decía y eso le hizo sentirse incómodo pero curioso.

Estacionó el auto en una esquina y tecleó “¿Quién eres?”, esperó por la respuesta y en segundos entró otro mensaje: “El que te besó… ¿me recuerdas? Tengo tu libro”. El corazón de Tom dio todo un brinco y alejó su celular por un momento… 

Manejaba apurado hacia el departamento, pero por otro lado, esa prisa era para responder ese mensaje, ¿qué le diría? No lo sabía, pero moría por responderle.

x_x sé que pensarán mal de Tom, pero como dije antes, este personaje no es un pan de Dios, quizá Bill debería pensar en dejarlo, pero eso también es complicado pues dudo que Bill quiera... pero veremos. Ya pronto el final. ¿Comentarios? *-* no sean fantasmas. 

11 comentarios:

  1. Soy fantasmaaaa ~(*-*)~ JAJAJAJA okno xd

    Ah, te había escrito tanto, pero odio la cosa esta :( siempre me borra los comentarios ;-; en fin.

    Creo que me estoy resignando a que no haya un final feliz de Adultez ;-; No sé, estoy enamorada de esta historia, pero no puedo evitar ponerme cada vez más triste cuando leo los capítulos. Son muchos conflictos y problemas ;-; Definitivamente no me gustaría ser alguno de ellos :| También espero que Tom no caíga ante Georg ni Bill ante el profesor Jared. Es que, me encantaría que tuviera un final feliz, pero no pueden estar juntos por las peleas y discusiones feas que tienen ;-; y yo creo que no hay suficiente comunicación. Tom es infiel aunque intente no serlo, pero siempre pone en duda ;-; y es que tampoco pueden estar separados porque por ejemplo; Tom no pudo nada con Andrej y Bill casi llora cuando estuvo con Jared.
    Yo creo que quizás funcionarían si probaran cosas nuevas en el sexo y en lo cotidiano. Si Tom dejara de pensar en saciarse casi siempre y si Bill dejara de ser tan aniñado, ese es el problema creo yo(?)

    Ojalá termine bien porque le tengo tanto amor, aprecio, cariño y demás a este fic, que si me rompe más el corazón voy a llorar mucho(?) Ah.

    Espero que actualices pronto y también pronto el final feliz que al menos yo más espero*-* (Sí no es feliz igual le amaré). Larga vida a ti y a tus preciados y hermosos fics *-*/

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  2. Yo digo que Tom debe de declararse homosexual de una vez y vivir su vida loca aosifhasofhas al estilo cerdo-gay. Y Bill, ya quédate con Jared, o hagan un trío 8-----------------)
    OOOOOOOOOOH, mentiras,


    TEAM CERDO FOREVER! oaishdaioshdpasdhpas, no ya en serio. Actualiza pronto.

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  3. Pues que puedo opinar cuando el panorama que tu misma nos lo dices es tan malo. Tom no estará tranquilo hasta saciar su curiosidad con Geo. Insisto hazlo uke con Bill y asunto arreglado.
    El problema básicamente es de comunicación entre ellos, al menos por Tom.
    Puedo comentar varias cosas, pero parece como bien dices que ellos llevan el curso y no hay nada más que hacer o decir.
    Así, diré algo más: ¡estúpido Jared y estúpido Georg!
    Saludos.

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  4. asdaf me encnata esta historia porque me siento identificada con Tom ,no por lo cerdo sino por la dificultad que tiene por expresar sus sentimientos ,soy algo asi y por eso no lo odio tanto como muchas lectoras aqui,y en cuanto a Bill pobre también lo entiendo en eso de su inseguridad de los sentimientos de Tom ,todo un drama que pasa todos los días nos sólo en tu historia y por eso la amo

    GRACIAS POR ACTUALIZAR!!

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  5. Estoy comenzando a odiar la historia, por Tom -.-' Síguela

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  6. Oh shit, que Jared esté con Bill en el mismo lugar estudiando, sólo me da malos presentimientos... Y Tom :O espero que no cometa nada estúpido con George... Por otro lado, ash odio cuando Tom se pone todo cerrado con Bill... Bueno, a ver qué pasa xD

    siento no haber comentado antes... :/ he tenido cierto problemita con mi cuenta de blogger xD espero no vuelva a pasarme...

    Cuídate! Besos!

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  7. pues q sí tom folla con Georg q Bill lo haga cobra Jared xd es mi humilde opinión
    cris

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  8. Creo por la salud metal de Bill y Tom (Y la de las lectoras también vaya) es mejor que terminen su relación, es demasiado cíclica, no creo que estén lleno a ningún lado, no avanzan, hace mucho están estancados. Ya no se ni cual de los dos me desespera más XD

    Gracias por actualizar Pink, tus historias siempre traen emociones, sean las que sean. Hasta el proximo capitulo ;D

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  9. Jebus, Jebus, Jebus!!! Bueno YA SÈ que Thomas es un cerdo pervertido, amante de los lujos del dinero, de relaciones spress pero QUIERE A Bill ( si, lo admito) a su MODO, le gusta gozar con èl y que èl goce tmb y quiere EXPERIMENTAR que siente Billito cuando es "sometido" sexualmente (? y se siente culpable del accidente de su nene D: (ES OFICIAL!!! creo que estoy enloqueciendo) Y Geo quedo con la calentura a tope y ahora lo busca!!! y que COINCIDENCIA taaan linda, otra vez el profe Jared en escena!!! Ay! Billy, Billy!!! ESTÀS APRENDIENDO, claro, tanto estar con el MAESTRO(? TU HISTORIA ATENTA CONTRA MI SALUD MENTAL, lo sabìas??? okno, ya estaba malograda de antes!!! ;) Sorry por el atraso y blah, bla, blah( mi discurso ya lo conoces) CUIDATE I will return!!! :) ♥

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  10. Hola!!

    A petición de no ser fantasma aquí estoy :D jajaja

    Bueno debo decir que entiendo a Bill demaciado, a veces pasan cosas que hace que nos demos cuenta que la persona con la que se esta no es perfecta y aunque permanezcan juntos, pues queda la incertidumbre y aunque todos pensemos que lo mejor es alejarse de alguien cuando pasa eso, lo cierto es que no es fácil y no lo haces muchas veces porque no puedes, Bill permanecerá con el mientras no tenga la certeza de que lo engaña o hasta que no lo vea con sus propios ojos, así que no lo juzgo y por Tom, espero que no caiga y pierda a la mejor persona que pudo haber tenido para el :D

    Saludos

    Atte. Lily

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