miércoles, 7 de octubre de 2015

Cautivo 28

Hola a todos n_n les traigo otro capítulo más de este complejo fic. Espero les guste aunque en realidad tengo mis dudas XD ya verás por qué... Gracias a cada uno que comentó el capítulo anterior, me animan mucho!!! y Gracias a quienes me lo piden por Facebook. Este capítulo se llama: "Punto y coma".

 Georg se encerró en el baño esa mañana, se dio una ducha prolongada y poco a poco, con el baño, los efectos del alcohol se fueron yendo haciéndole recordar lo que había pasado la noche anterior.
Y recordarlo, en cierta forma lo asustó.
Estaban bebiendo y riendo de cualquier cosa sentados en la cama con la música encendida a alto volumen, total, no tenían vecinos cercanos. Estaban celebrando por la reciente paga de Georg en el taller de autos, aun Tom no trabajaba, no hacía nada de nada y Georg vio conveniente comprar alcohol para así animarlo.
Tom lucía un poco diferente a días anteriores… más demacrado, más retraído y cansado, y a Georg no le gustaba verlo así. Por eso, el plan de tomar hasta morir resultó una buena idea.
—¡Abre otra botella más! —reclamó Tom con una sonrisa y Georg se emocionó, le gustaba verlo así, eufórico.
—¡Ya va, ya va! Tampoco es que sea tu empleada.
—¡Lo eres, eres mi perra! —Georg le dio un puñetazo en el hombro y le pasó una botella.
—¡Jamás, jamás me convertiré en algo tuyo, tengo dignidad!
—¡Jaaa! —rió Tom y lo miró con deseo—. ¿Crees que no me he dado cuenta? —Georg frunció el ceño—. No hago nada en esta casa, solo te traigo problemas y tú… tú solo sigues, sigues conmigo.
—Tom, no mal  interpretes, jamás me convertiré en eso que convertirte a ese joven. —Tom frunció el ceño, recordar a Bill lo ponía furioso—. Aunque ¿sabes? Ahora que hablamos de él, ¡no lo soporto! No entiendo cómo así se arrastró por ti sabiendo todo lo que le hacías.
—¡Calla! No quiero hablar de él… —Se tornó serio y fastidiado. Dejó su bebida a un lado y jaló a Georg de un brazo, lo jaló muy cerca como queriendo darle un beso.
—¡Carajo! —gritó removiéndose, pero Tom no lo soltaba—. ¡Ten cuidado con lo que haces! ¡Hey! —gritó cuando Tom insistió. A la fuerza, buscó sus labios y se los besó.
Georg se asustó un poco y trató de defenderse.
—Si te dejo, hablarás de él y él… él es del pasado —dijo Tom tomando ambas de sus manos.
—¡No! ¡Suéltame! ¡No quiero, Tom!
Tom estaba encendido, a pesar de todo, logró sentirse el mismo Tom de antes, el que deseaba alguien a quien dominar, a quien aplastar y hacerle de todo. Aunque no sea Bill, era primera vez que se atrevía a hacerlo con otro que no sea él.
Era como dar un paso más… aunque no era el correcto.
Ningún “No” de Georg fue escuchado, por el contrario, alimentaron los deseos hambrientos de Tom quien dejó de hablar y solo se dedicó a hacer suyo a Georg.
—¡Me duele! —gritó desesperado cuando Tom estaba sobre su cuerpo y con fuerza lo tomaba—. ¡Detente! ¡No! —gritó y luego se rindió.
Con los ojos muy cerrados, dejó de forcejear contra Tom, quien embestía fuerte y rápido en su adolorido cuerpo. Agitado, sudoroso, no le importó el estado de Georg, así estuvo por muchos minutos en los cuales Georg comenzó a gemir lastimero, una mezcla de dolor y placer y una imposibilidad de liberarse.
Cuando todo pasó, ninguno dijo algo, Tom le dio la espalda comenzando a relajarse y Georg solo se recostó en posición fetal comenzando a adormecerse.
Y ahora se encontraba en el baño sin querer salir de ahí recordando lo mucho que luchó contra Tom y que éste ni se inmutó. Lo había abusado, no había otra palabra para eso, lo que menos pensó que podía pasar, pasó y tenía miedo, mucho miedo a convertirse en uno como Bill, destruido y dependiente de Tom.
Tom había salido al bosque a fumar un poco. Se sentía abrumado, también había podido recordar lo que había pasado.
No tenía límites, él solo quiso tener sexo y muy poco le importó si Georg era su amigo, si quería o no, solo se ofuscó por recordar a Bill y quiso desquitarse  de esa manera.
Al regresar a casa pensó que encontraría sus pocas pertenencias en la puerta y una seria advertencia al entrar como un cartel “si entras te disparo” o algo así, pero no halló nada más que un delicioso olor a comida casera.
Tuvo temor de entrar, pero la puerta estaba abierta y su estómago rugió de hambre, así que entró cauteloso y sí, algo avergonzado pues sabía que había hecho mal.
—Siéntate —dijo Georg serio y aun de espaldas a él. Tom le hizo caso, se sentó en silencio viendo como Georg servía dos platos de deliciosa comida, menestra con algo de carne y un caldo de pollo con muchas verduras.
Puso los platos en la mesa y se sentó reprimiendo el dolor que aun sentía atrás, evitando demostrarle eso a Tom.
Tom cogió el tenedor y la cuchara para devorar su platillo y ambos lo hicieron en silencio.
Al terminar, Georg le pasó las pastillas que Tom había ocultado luego de su decisión de no volver a tomarlas por los múltiples efectos extraños, siendo uno de ellos la inhibición sexual.
—Si pretendes quedarte en mi casa, una de las reglas indispensables será que siempre, siempre tomarás esto. —le pasó las pastillas y Tom se quedó muy quiero mirándolas sobre la mesa. Las odiaba—. La segunda condición es que… —bajó la cabeza—. Es que nunca hablaremos de lo que pasó ayer, ¿de acuerdo?
—Yo no recuerdo nada —mintió Tom para así de alguna forma aliviar la tensión.
—Pero yo sí y no quiero que se repita. —Tom asintió y tomó las pastillas, aunque con pesar.
Se quedaría en esa casa, aunque su vida no tenía ningún sentido o rumbo, no tenía a dónde ir… así que se quedó y las pastillas hicieron efecto de nuevo. Adiós erecciones en las mañanas, adiós sueños húmedos y deseos de masturbarse, adiós sexualidad y con eso hubo cambios de humor.  
*
Bill decidió hacer algo poco común en él. Decidió marcar su cuerpo con una señal para así recordar no caer.
Se tatuó un punto y coma en la muñeca de su brazo derecho para poder verlo con mayor facilidad.
Había ido una tarde a esos lugares donde tatúan sin ninguna idea de qué hacerse, solo quería un tatuaje como recordatorio de su experiencia. Un antes y un después.
—…¿podría ser más específico? —preguntó el joven que tatuaba. Bill lucía confundido, nervioso y bastante incómodo—. Perdón, pero me dice que quiere algo sobrio, pequeño, pero con significado profundo; pero si usted no me dice al menos qué tipo de significado desea, no podré ayudarle. —Bill frunció el ceño, era tan difícil de explicar.
—Bueno… yo… he sufrido muchas cosas… hem… ¿depresión? Muchas de esas mierdas, tuve problemas de salud mental —el joven lo miraba inexpresivo y Bill se ponía más nervioso—. Vivir con esto no es algo fácil, pero, ¿sabe? Me siento capaz de seguir, ahora sí lo siento. Intenté matarme varias veces, pero siempre pasaba algo, algo me impedía acabar con mi vida… caí en lo más profundo, sin embargo, ahora siento que… que puedo. No soy una persona sana o libre, solo… solo sé que tengo la voluntad para decirme tú puedes.
—Lo tengo.
Y así fue como le mostró un simple diseño, un punto y coma que significaba esperanza en tiempos difíciles y determinación para seguir adelante.
La sonrisa de Bill fue enorme cuando el tatuador le leyó el significado. —… esto quiere decir que este dibujo representa a quienes decidieron no darle fin a todos sus problemas, sino que quisieron salir de ellos. Cada uno es su propio autor y el punto y coma, representa la vida de cada uno. —Y Bill quedó muy contento.
Regresó a casa con su tatuaje sencillo, pero muy significativo y decidió armar maletas para luego llamar a Jared y aceptar su propuesta.
Simone fue la única que lo despidió con un beso en la frente. Otra vez su hijo se enrumbaba en el camino del éxito y deseaba con todas sus fuerzas, Tom no se le cruzara en el camino nunca más.
*
—…William Leto, mi primo —presentó Jared a Bill ante su equipo de músicos. Era un grupo de veinte personas, una orquesta muy surtida y solo podía reconocer a cinco de ellos para los cuales frunció el ceño para que no lo reconocieran—. Músico exitoso, será el co-productor en esta obra, le doy la palabra. —Bill tragó saliva, siempre se había caracterizado por su trato suave, su persuasión para convencer, su sensualidad y trato amable, pero esta vez era todo diferente.
Bill vestía un traje negro, lentes de marco negro, cabellera rubia y barba, lucía serio y daba la impresión de ser muy estricto.
—Quiero lo mejor de cada uno, no voy a tolerar ningún tipo de mediocridad, quiero el cien por ciento de cada uno y me encargaré de que todo salga perfecto. —Fue todo lo que dijo y para los pocos que lo habían conocido en Hamburgo les quedó claro que ése no pudo haber sido el músico sensible, el que había sido secuestrado, el dulce profesor de violín, Bill Kaulitz.
Por su puesto que Jared intentó conquistarlo en esos dos meses de arduos ensayos, pero Bill no se lo permitió, su relación fue estrictamente laboral.
Bill sentía que el amor ya no era para él. Había podido bloquear sus sentimientos y no iba a permitir retroceder. A Jared le costó entender eso, pero luego de tanta insistencia, se rindió.
Faltando poco para la grandiosa presentación, Bill gritó severamente a una de sus alumnas. Él la conocía anteriormente de su academia, se llamaba Laura, una jovencita de veintitrés años, tímida, castaña, con potencial, pero algo insegura, tocaba el violín.
—¡Cuántas veces tengo que repetir que si no eres capaz de afinarte voy a sacarte! —gritó con la varilla en alto y todos los presentes se horrorizaron—. ¡Desafinas!
—Perdón… —dijo al borde del llanto y Bill no se inmutó—. Es el violín…
—¡Eres tú! ¡Cuántas veces he dicho que quien comete los errores es uno mismo y no el instrumento! —Siguió gritando y Laura se puso en pie y corrió lejos del grupo dejando su violín tirado en la silla.
Jared vio la escena y se acercó al grupo—. Tomaremos un receso —indicó y Bill lo miró serio, molesto. Todos los presentes se levantaron entre murmullos—. ¿Qué te pasa? —susurró Jared.
—Debes cambiarla, segunda vez que desafina, mi oído no la tolera, es débil. —Jared rió.
—Estás tratando con músicos, aquí todos somos débiles, Bill, no se trata de fuerza.
—¡Se trata de dar todo! Ella no lo da.
—Ella te teme, ¿no te das cuenta? Estás siempre gritándola, ella teme eso.
—Ella desafina.
—Ella es una de las mejores, lo sabes.
—Pues tiene mala mano, será buena leyendo música, pero no es rápida…
—Recuerda que tú fuiste su profesor, ella habla muy bien de ti.
—Ella no sabe quién soy ahora.
—No tenemos otro reemplazo, ¿quieres la que la obra se quede con tres violinistas? Tendrás que ser el cuarto si la sacamos. —Esa idea le pareció horrible a Bill, él no quería tocar, así que no tuvo otra opción que ir a camerinos a buscar a la jovencita.
Ella era un mar de lágrimas y cuando lo vio, le dio la espalda, sentada en camerinos, todos los presentes salieron asustados, nadie quería hablar con William.
—No llores, detesto ver a una mujer llorar —dijo con voz grave y luego tuvo un pequeño vacío mental al recordar a su madre en el hospital, casi siempre lloraba y él detestaba mucho eso.
El silencio se prolongó por varios minutos en donde Bill yacía sentado detrás de la silla de ella quien le daba la espalda y se calmó. —Si va a echarme, dígalo ya… —dijo ya calmada.
—No es mi intención echarte, no hay otro reemplazo. —Ella se giró en la silla.
—Mi profesor solía decirme… —bajó la cabeza—. Solía decirme que era una de las mejores, que tocaba con el corazón, que mis manos eran como las cuerdas vocales de las aves y que dentro de mí estaba lleno de música, que solo tenía que sacarla.
—Que dentro de ti existía la música —corrigió Bill—. ¿Cómo se llamaba tu profesor?
—Bill Kaulitz.
—¿Y qué sabes de él? Creo haber escuchado de ese profesor.
—Solo sé que era el mejor, era… él era perfecto.
—¿Perfecto? —Bill estaba sorprendido, miraba serio a la jovencita y enarcó una ceja—. Si no me equivoco hablamos del mismo, del profesor secuestrado.
—Eso dicen —ella lo miró seria y luego suspiró—. Yo nunca creí lo que hablaban de él, simplemente no podía creerlo, ¿cómo mi profesor perfecto habría soportado tanto daño? Si eso hubiera pasado él estaría traumado, ¿no cree? Pero no, él era resplandeciente, irradiaba mucha vida, era mi ejemplo.
—¿Y dónde está él?
—No lo sé… de repente desapareció, nos cambiaron de profesor y la gente comenzó a hacer teorías espantosas… No sé por qué le cuento todo esto.
—Siempre me gusta escuchar de quienes son influenciados los músicos que tengo a cargo. Dime más de él, capaz y lo conozco. —Ella sonrió y pronto estuvo comentándole  su pasado, sin percatarse quién era él.
—… era detallista pero trataba a todos con una delicadeza única, era sensible y muchas veces terminaba derramando lágrimas cuando tocaba con mucho esmero sus obras, “Cautivo”, “En tu corazón” y otras más… —Bill frunció ante la mención de sus obras musicales, no quería ni recordarlas, todas ellas eran reflejo de Tom.
—¿Te gustan esas mierdas de música?
—No las llame así, son perfectas… son profundas, no sé cómo pudo haberlas creado, te hacen estremecer.
—Reflejan el sufrimiento de una persona.
—Nunca lo había visto así, para mí refleja la sensibilidad de una persona, lo mucho que puede llegar a sentir… esa melancolía, esa tristeza pero que no es desagradable, ese conjunto de notas capaces de hacer vibrar el corazón y derramar lágrimas. —Ella cerró los ojos y suspiró y Bill vio bueno cambiar de tema.
—¿Aun quieres pertenecer a la orquesta?
—Con todo mi ser.
—Entonces promete que te esforzarás.
—Lo haré director William, se lo juro. —Bill bajó la vista hacia la mano de su ex alumna, siempre le había parecido fascinante sus manos pequeñas y delgadas y entonces, extendió su mano y tomó la de su alumna, ella se estremeció y se tensó, se puso pálida mirando como ese hombre tocaba su mano y la observaba.
—¿Qué pasó aquí? —dijo al ver las yemas de sus dedos—. Qué…
—Lo siento… —dijo ella bastante avergonzada, quitando su mano—. Intento ser rápida y… las cuerdas están muy delgadas.
—Imposible… —Se puso en pie—. Lamento haber sido duro contigo, el problema no eras tú, sino tu instrumento. Haré que los revisen. —Ella asintió agradecida. Era verdad, la desafinación no era por ella, era por el violín y tenía las manos dañadas.
Así continuaron los ensayos y la obra iba tomando forma cada vez más. Jared no podía creer todo lo que Bill podía hacer en semanas, no solo había compuesto música, sino que había montado toda la obra él solo, Jared se encargaba de mover a la gente, de ejecutar los proyectos de Bill, y así, en pocos días, estaban listos para el gran espectáculo.
*
Tom recibía la visita de los médicos que hacían el estudio. Un laboratorista tomaba pruebas de sangre y se encargaba de tomar otras muestras.
—¿Alguna molestia? —preguntó uno de los médicos.
—Sí… —Tom no sabía cómo explicarlo—. Verá, no me siento bien, creo que son muchas medicinas.
—Apenas cuatro pastillas, Tom, no exageres.
—De acuerdo, pero… me siento diferente.
—Cuéntanos sobre eso. —Los dos médicos prestaron atención.
—Me siento… me siento como un anciano, no tengo ganas de nada y… con respecto a lo sexual, no es normal que a mi edad… ya saben. Además de que me siento confundido, no puedo concentrarme bien en algo, esto es… es una mierda.
Los médicos quedaron satisfechos con su evaluación, los medicamentos daban buenos resultados según ellos y pronto podrían validar su proyecto para depredadores sexuales, una forma de contenerlos.
—Escucha Tom, esa es la medicina que necesitas, si la dejas de tomar, muchas cosas pueden salirse de control, ¿entiendes? Si descubrimos en tu sangre que la dejaste de usar, entonces estarás en serios problemas con la ley. —Tom frunció el ceño y evitó verlos.
El equipo médico se fue y Tom se encerró en su habitación.
Estaba harto de todo, nunca más podría recuperar su vida o buscar a Bill… no lo haría en esas circunstancias, no sin la posibilidad de hacerlo suyo.
Se sentía castrado, pero esa era la condición para que no se levanten cargos contra él y lo dejen vivir libre.
Tom se deprimió y Georg comenzó a sentir mucha pena por él.
Así los días había pasado y una noche Georg entró a su habitación encontrando a Tom recostado en la cama, a punto de dormir. Se dio la vuelta para verlo. —¿Qué pasa? —preguntó con los ojos achinados, casi ni lo distinguía.
—Vine a… a hacerte compañía.
—¿Qué? —estaba confundido y Georg se recostó a su costado, frente a frente—. Georg…
—Shh, no digas nada. —Claro que Tom entendía sus intenciones, podía oír su acelerada respiración y sentir los temblores de su cuerpo, quería intimar.
—Sabes que no puedo.
—Lo sé, pero… pero yo sí puedo. —Tom se sorprendió de eso.
Tantos días en los que Georg se contenía, quería a Tom de vuelta, aunque sabía que estaba mal, lo quería, deseaba volver a probar sus labios aunque no sea como esa noche dolorosa, quería estar a su lado.
Lo besó y Tom no se resistió. No era que lo deseara, pero eso le hacía sentirse un poco dentro de lo normal. Era joven, debía ser capaz de intimar, debía vencer aquella impotencia.
A su mente vino Bill, su mayor fantasía sexual y descubrió que no podría relacionarlo con Georg, éste era lo contrario a Bill, atrevido, demandante, tosco; atrás quedó los besos tímidos y delicados de Bill y su total sumisión y rendición.
La cama comenzó a sonar  y Tom solo se rindió, aunque tenía miedo, lo que Georg le hacía era totalmente nuevo para él, aun así no puso resistencia, todo lo contrario, dejó que Georg tome el control y le correspondió.
Georg no dejaba de besarlo y acariciarlo. Lamentablemente, se había enamorado y esa noche se unió más a él.
Cuando todo finalizó, Tom se quedó pensando… pensando en Bill y en esa pequeña “traición”, pero a la vez sintió alivio de pensar que había podido ligarse emocionalmente a otra persona, aunque en el fondo sabía que aun amaba a Bill.
—No dejas de pensar en él, ¿no? —preguntó Georg encendiendo un cigarrillo, aun en la cama, ambos desnudos y sudorosos.
—¿Por qué tienes que arruinar los momentos?
—Sé en lo que me estoy metiendo, Tom, sé que no lo olvidas… lo sé y sin embargo, desde que pasó lo que pasó, no he dejado de pensar en ti.
—No sé qué decirte… —Tom comenzó a preocuparse—. Sabes que no soy normal, terminaré haciéndote daño, lo presiento. —Georg asintió ante esas palabras.
—Seguirás con las medicinas, todo seguirá igual, descuida, trataré de que todo esté bajo control. No te dejaré caer.
Tom lo miró y ya casi era la mañana. Sintió alivio, aunque en el fondo sabía que desearía amanecer junto a Bill, como en esos escasos tiempos, en el departamento de Bill, cuando despertaba con su cautivo sobre su pecho y le sonreía para darle un suave beso de buenos días.

… Aquellos días iban quedando muy atrás. 
:c lo sé... pero veremos qué más sigue, lo tengo adelantado, así que no tardaré mucho. Gracias por leer *-* ¿Comentarios? Siempre ayudan~  
:c 

9 comentarios:

  1. woow, el alcohol si que hizo grandes daños en Tom y Geo, jamas imagine leerlos en esa situacion, sin duda fue un gran shock, pero lo más impactante fue le permitiera quedarse y peor aun enamorarse de Tom.... Bill realmente esta muy cambiado, tanto que se ha puesto un poco agresivo con los musicos.

    Espero el proximo, saludos c:

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  2. no me gusta el Torg siento que geo lo quiere ayudar pero enverdad siento que lo suyo tambien es enfermizo que quiere a tom para el; Bill tiene una coraza y en vez de aceptar lo que una vez fue lo odia el tampoco esta muy bien que digamos... como me encantaria ver a tom y a bill juntos sin dañarse pero lo veo muy dificil o muy lejano :'(

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  3. Me duele el corazón de una manera fea :c
    Bill y Tom juntos se hacen daño y separados se mueren, un círculo vicioso que lamentablemente no va a terminar nada bien u.u
    Espero la próxima actualización.

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  4. Al fin leiiii el capi!!! Bill a retomado su vida musical gracias a las reiteradas insistencias de Jared no asi su vida amorosa a pesar de los requerimientos amorosos de este, Tiene sentimientos tan contradictorios: nerviosismo, depresión, temor (y todo por culpa de Tom) asi como tmb se ha vuelto rudo, insensible, estricto con los músicos a su cargo, como la chica a la cual hace llorar conociendola aunque ella no lo reconoce -_-
    Y Geo que se ha enamorado ahora tmb del agresivo y posesivo Tom? o_o ACASO SE CAMBIARAN LOS ROLES, EL DOMINADOR SERA AHORA EL DOMINADO? UH! No tardes mucho en actualizar por fis! Saluditos

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  5. Un cap un poco triste :c pero me gusto mucho el significado que le diste al punto y coma =) me encanta tu forma de escribir Pink *-* espero ansioso el próximo cap...Me alegro mucho de que aun te acuerdes de mi =D prometo empezar a comentar mas seguido para animarte!...Bueno Pink saludos espero que estés muy muy bien y que pronto actualices adultez XD
    Besos y abrazos de Nico.

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  6. Basta, lloro :c
    Tom me da pena y Bill igual, aunque quieran hacerse los fuertes estan peor que nada... por favor sigue.

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  7. Buahhh continúa lo please no hay palabras para detallar lo que siento

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  8. oh fdbfdbdfbdf muchas gracias por tantos comentarios *-* me animan mucho<3 gracias!!!

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