martes, 3 de mayo de 2016

Corazón - V

Hola a todos *-*~ luego de años actualizo este fic. Conste que es solo imaginación, cualquier parecido con la "realidad" es coincidencia ;) Gracias por leer.
No puedo creer que hayamos logrado tener el disco. En gran parte se debe a mí y mis largas sesiones en el estudio componiendo cada pieza y socializándola con Georg. 

Georg es como un hermano para mí, es decir… Bill es mi hermano, pero hemos tenido algo mucho más que eso, así que creo que necesito a alguien a quien considerar verdaderamente hermano, y ese es Georg.

Georg tiene una bella novia, es creo que perfecta, no solo físicamente sino su forma de ser. No se estresa cuando Georg viaja, no reclama, no hace líos, es totalmente comprensible y ama a Tokio Hotel, así que siempre está dispuesta a colaborar.

Sinceramente envidio a mi amigo/hermano.

Ría es tan diferente, aunque he tratado de que se lleve bien con la novia de Georg esto ha sido un poco complicado. Ría siempre quiere relucir y cuando eso no es posible, entonces vienen los problemas… ella casi no tiene amigas, solo amigos a montón y aunque sabe que la puedo dejar en cualquier momento, ella está aquí a mi lado, desde años.

Es casi una rutina, ella llama, viene a acompañarme, se preocupa por si he comido o no, por si estoy bien y esas cosas, está para alcanzarme las cosas y animarme a dar la cara al mundo, es como si me hubiera acostumbrado a ella… a falta de Bill.

Bill es un tema sensible, aún lo es, pero lo hemos podido manejar un poco mejor.

Aun vivimos juntos y ahora él tiene a alguien gracias a Alex. 

Es un hombre, uno que extrañamente se parece a mí, pero físicamente. Disque es modelo, neoyorquino, habla más de un idioma y pues, ha congeniado con Bill porque ama la moda y los hombres bellos, mi hermano es un hombre bello y ama la moda. Así que los dos se han hecho inseparables. 

Alfred no sabe nada de nosotros y creo que es mejor así. Siempre cuido que no hable demás con Ría, tengo ese temor de que le cuenten.

A Bill lo veo más estable y sobretodo, más entusiasmado por la nueva gira.

Nos sentamos a la mesa los cuatro, Georg, Gustav mi hermano y yo. Como en los viejos tiempos, debemos definir el bendito nombre del álbum.

—¡Tengo tantas ideas! —grita mi hermano emocionado, los ojos le brillan de la emoción.

En realidad luce enamorado y eso entre que me pone feliz y triste a la vez, pero trato de concentrarme en el momento, es importante un nombre.

—“Tom y su banda”, qué tal —digo con una sonrisa—. Total, yo hice todo.

—Hicimos —corrige Georg.

—Tú y yo, bebé —bromeo guiñándole un ojo y él me patea por debajo de la mesa, reímos todos y mi hermano se pone serio.

—¡Ya! Esto es importante, basta de mariconadas, pónganse serios.

—¡Los putos amos! —grita Gustav inesperadamente y todos lo miramos—. Algo que tenga que ver con nosotros, es decir, siempre ha sido algo abstracto como “habitación 843” o “Ciudad humanoide”, pero qué hay de nosotros.

—Por eso “Tom y su banda”, suena a nosotros.

Mi hermano se queda estático, mirando a Gustav y sonríe. —Los reyes… —dice emocionado—. Algo más personal… ¡Los reyes!

—¡Los reyes del suburbio! —grito emocionado.

—¡Sí! —exclama Gustav—. ¡Los putos amos del suburbio!

Y es así como nace nuestro disco. 

Luego de firmar con la disquera y los encargados de los diseños y esas cosas, Bill y yo salimos últimos del estudio.

Caminamos con nuestros cigarros en la mano hacia el estacionamiento. Ya nuestros mejores amigos se han ido, es tan tarde, va casi amanecer y lucimos cansados. Bill me mira y me sonríe, sé que desea decirme algo y puedo sentir que es algo que le emociona entonces le palmeo el hombro, animándolo.

—¿Qué es? Habla ya, desde que estamos en el estudio te veo así. —Mi hermano ríe y no sabe cómo explicarlo, se siente avergonzado entonces me pongo serio, no es nada de la música por lo visto.

—No sé, Tom… es difícil de explicar.

—No creo que sea difícil, ya lo he estado viendo. —Ver cómo se manda mensajes, cómo regresa de noche y cómo Ría me manda indirectas de que tengo un cuñado que se parece a mí… todo me pone un poco de mal humor, pero, ¿acaso no debería contentarme con la felicidad de mi hermano? 

—Me siento… —calla al momento de subir al auto y se queda mirando hacia el estacionamiento, evita verme—. Me siento un adolescente… es primera vez que me enamoro, ¿sabes? Me refiero a otro hombre que no seas tú, es extraño.

—Te felicito, Bill, en verdad que sí. —Él sabe que miento y ríe bajito, luego me mira y se pone serio.

—Tengo mucho miedo. —Aprieta los labios y baja la cabeza, puedo ver sinceridad en su semblante. 

—¿Por qué ser fatalista si eres correspondido, Billy?

—Es complicado, es difícil llegar a conocer a alguien y conectar… con él las cosas no fueron tan complicadas, sin embargo, aún no sabe de Tokio Hotel y… me siento ya en el hoyo.

—¿Qué? —pregunto indignado. ¿Cuánto ha pasado que Bill y yo no tenemos confianza entre nosotros? Ah, claro, desde que pusimos una brecha entre nosotros y nuestras “vidas privadas”. Bill suspira y me mira.

—¿Tienes tiempo? Es tan tarde.

—Tengo tiempo y… quiero saber.

—Alfred aún no sabe quién soy, cuando Alex me lo presentó yo quise guardarme el hecho de ser famoso y todo esto, él cree que hago arte y en parte es cierto, pero no sabe mi vida. No quiero que me quiera solo por ser Bill Kaulitz, ha sido difícil darme cuenta que la gente solo se acerca a mí por esto… 

—Y ahora amas a alguien que no sabe ni la mitad de ti. 

—Sinceramente no sé cómo pasó, por eso me siento perdido, como un adolescente. Es que él me trata de manera especial aun sin saber de Tokio Hotel y quiero que siga así.

—Pero sabes que en algún momento se va a enterar, no es tan fácil ocultar algo así de evidente, ¿no tiene internet? Es fácil darse cuenta. 

—Lo sé. —Se reclina sobre mi hombro y suspira—. Llévame a casa… tengo tanto sueño. 

*

Soy yo el que no puede dormir. 

He visto a Alfred algunas veces, viene a casa a recoger a Bill, lo llama constantemente y sí, es un romántico empedernido como mi hermano porque le manda flores y cartas de amor. Pero no pensé que Bill le correspondería así. 

No pensé que eso pasaría tan pronto y me asusta. 

Pero soy el que menos puede reclamarle. Tengo a Ría y aunque más parecemos amigos, ella ya es parte de mi vida, no quiero dejarla porque me acostumbré a ella. 

¿Será posible que podamos vivir nuestras vidas de manera normal? Me pongo a pensar en eso y no sé qué responderme. Al parecer todo va mucho mejor. Tenemos el disco y nos llevamos mejor que nunca y la angustia de un inicio ya ni se siente. Es como que me resigné y creo que él también. 

*

Me acompaña Ría, me habla de muchos temas y le sonrío hasta que le miro curioso cuando ella menciona a Alfred.

—¿Qué?

—Oh, creí que Bill te había dicho.

—Habla de una vez.

—Bueno, lo vi con Bill muy junto, son pareja ahora, ¿no lo sabías?

—Sí lo sé, solo que… —No sé si valía la pena hablar de eso con ella.

—¿Todo bien? —pregunta comprensiva y yo asiento—. Bueno, Bill quiere que salgamos en la noche a distraernos, ¿qué dices? —Quería decirle que por qué Bill había hablado con ella antes que conmigo, ¿qué pasa con mi hermano?

—¿Hoy? —pregunto fastidiado y ella se percata. 

—Si quieres, si no, entonces le diré.

—Ría, es mi hermano, yo puedo decirle. Gracias.

—Ya, no te pongas así —me sonríe y se me acerca para darme un beso, pero me siento sensible, no quiero besos, no quiero nada, solo ver a Bill y que me dé una explicación de lo que está pasando.

Ría se ofende, pero me deja ir. Le dije que la recogería en la noche y regreso a casa donde se supone encontraría a Bill.

Mi hermano me mira y me sonríe emocionado, los ojos le brillan y sé a qué se debe… hay un hermoso jarrón de rosas rojas en la mesa, todo huele a eso y él es el más emocionado.

—¿Verdad que son hermosas? ¡Son tan bellas! —exclama.

—Sí. Oye, por qué no me dijiste directamente que hoy querías salir los cuatro. —Me mira y se pone serio.

—Ella metió la pata, ¿no? Lo siento, le comenté que te lo dijera de forma sutil, pero por lo visto ella…

—Cómo sea, por qué no me lo dijiste en la mañana que nos vimos.

—No lo sé… —baja la cabeza y se pone a mirar sus rosas—. No sé cómo te sentirás al respecto. Alfred quiere conocer un poco más de mí y le dije para salir los cuatro y pues hablar un poco de la música para que así se pueda dar cuenta en qué trabajo y este mundo.

—¿Estás seguro?

—Hemos avanzado muy rápido estos meses, Tom, debería decirle la verdad, pero quiero ir de a pocos… tengo cierto temor.

—Billy, si no te quiere completo entonces no vale la pena.

—Lo sé, tengo claro eso, pero realmente quiero que funcione. No sé si estoy preparado para otro fracaso… —eso me duele, sé que se refiere a lo que pasó entre nosotros y no sé qué decirle, él me mira en busca de respuesta.

—No creo que algo así tenga que pasar, es decir, las relaciones… normales, no son tan complejas, ¿no crees? 

—¿Aún me amas? —lanza la pregunta así sin más y yo me pongo nervioso, evito verlo y me alejo un poco—. Tomi… —dice esperando que le responda.

—Sí. —Le soy sincero después de tanto tiempo—. Pero…

—No quiero escuchar peros. Está bien, Tom, creo que siento lo mismo, solo que ya no me domina. Creo que al fin puedo controlar esto, me siento capaz. 

Quería decirle que también me siento capaz de controlarlo, pero no lo pude hacer, mejor y guardarse los sentimientos que mover todo.

Ya se ha cimentado, dejemos que el corazón deje de mandar. Bill merece ser feliz. 

—Iré en la noche —le comento—. Iré con Ría.

—Gracias, es importante —me mira y luego sonríe.

*

Las noches en Los Ángeles son magníficas. Música, cervezas, cigarros y amigos, nada mejor para pasarla bien. 

Lucimos tan simples que no llamamos la atención de nadie, además la gente está acostumbrada a ver gente famosa todo el tiempo y veo a Alfred inquieto por eso.

Alfred luce bien, no deja de quitar los ojos de sobre Bill y eso me fastidia, pero a la vez me agrada que solo tenga ojos para él. Yo no he llamado en nada su atención, no sé, creo que se percata de mis sutiles celos, me es difícil disimular mis emociones, pero justo para este tipo de momentos Ría se presta. 

Con sus bromas, sus besos y sus bailes, me llama la atención y me distraigo en ella, hasta que se va al baño y Alfred se me acerca con una cerveza en su mano. Bill se ha entretenido con un hombre, amigo nuestro, que lo ha reconocido y se le ha acercado.

Me siento un poco incómodo.

—Bueno, casi no hemos coincidido, Billy estaba ansioso porque salgamos los cuatro —me dice con una sonrisa.

—¿Billy? —pregunto molesto.

—Oh, perdón, así le llamo —me sonríe y él no ha entendido mi indignación.

Solo los más cercanos le llamamos así. Me duele.

—¿Verdad que tienen una banda? —pregunta como si nada—. Bill me comentó que quieren grabar un disco, él cantará.

—Ah, bueno sí, en eso estamos. —Me siento raro disimulando algo tan evidente, Bill aún no le ha dicho.

—Billy es tan talentoso, lo miro y pienso que podría ser modelo como yo, pero veo que quizá podría ser mi jefe si estudia diseño; definitivamente algo de arte, está en sus venas. ¿Y tú a qué te dedicas?

—Soy músico.

—¡Wow! Billy nunca me habló de eso, ahora entiendo lo de la banda —dice emocionado y Bill se nos acerca un poco tímido.

—¿Todo bien? —pregunta con una sonrisa y Alfred pone una mano en su cintura.

—No me dijiste que tu hermano era músico —mi hermano me mira angustiado y yo solo trato de cambiar de tema.

—Bueno, mejor ni hablemos de mí. Háblame de ti.

Y así empiezo a conocerlo. 

Ama la moda, ama modelar, ama a mi hermano y el arte. Ahora sé por qué Bill lo ha llegado a querer, es artista como nosotros. 

Ría regresa algo cansada, los tacones que usa la ponen así, ha estado bailando mucho y me pide con la mirada regresar. Miro a Bill y le digo mentalmente lo mismo, él asiente y decide regresar con nosotros.

Me sorprende que aún no le haya dicho nada a su novio sobre Tokio Hotel.

Nos acercamos a la puerta, sin percatarnos de nada.

—¡Por la mierda! —dice mi hermano mirándome angustiado ya que al momento de salir encuentra paparazis y se cubre la cabeza con su capucha.

—¿Qué pasa? —pregunta Alfred mirando a todos lados en busca de alguien famoso. Él no cree que están ahí por nosotros.

Salgo adelante, prefiero que me tomen las fotos, siento a Bill tan angustiado, él va a mi tras queriendo alcanzarme, pero yo me adelanto con la finalidad de que los paparazis me sigan.

Ni me percato de mi novia, ella camina junto a Alfred, lo acompaña porque Bill se ha adelantado.

Alfred luce natural, no está nervioso como Bill. Mi hermano es un manojo de nervios, lo puedo sentir.

Llegamos al auto, subimos todos como podemos y Bill no deja de maldecir.

—Ya, tranquilo, no pasa nada —digo desde adelante.

—No entiendo —dice Alfred—. ¿Nos confundieron con gente famosa o qué? Nos estaban siguiendo, ¿verdad? —dice con una sonrisa y Bill está pálido, no lo mira.

Bill me mira por el espejo retrovisor, luce perplejo, no sabe qué decir.

—Es hora que le cuentes, Billy —digo desde mi asiento y Bill baja la cabeza.

—¿Qué? —Alfred luce muy confundido—. Contarme qué, no entiendo. ¿Billy?

Siento que he metido a mi hermano en un aprieto, pero andar con secretos a estas alturas… es tiempo de afrontar la verdad.



Desde el punto de vista de Tom, en el próximo capítulo veremos lo que Bill piensa y cómo llegó a "eso"... o_o espero les haya gustado y comenten *-*!

10 comentarios:

  1. Me encanto! Sabes que amo como escribís y todas tus cosas me llegan��. Me encanta como hiciste los personajes. La visión de tom todo!. ���������� _ivi_

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    1. Muchas gracias Ivi!!! Tú sabes mucho de lo que escribo ;) gracias por los detalles!

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  2. Esta genial, por favor sigue la pronto.

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  3. Esta genial, por favor sigue la pronto.

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  4. Recién estoy leyendo este fanfic y me encanta todo es tan realista sigueloo

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  5. en quién te inspiraste para Alfred?? Yo siempre he creído que no existe ningún ex, la historia de B es siempre con Tom, con sus peleas y reconciliaciones

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    1. En uno que tiene un nombre parecido, el cual conoció a Bill. Parte de lo que muestra es con Tom, parte.

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  6. Releí los capítulos y apenas leo este, la verdad que me resulta triste el cómo ahora se tratan y siguen con sus vidas, pero al final siempre es así, nadie muere de amor si no se deja morír.

    Yo quiero creer que es posible que el tiempo lo cure todo :(

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