viernes, 7 de noviembre de 2014

Vagabundo - 8

Hola a todos n_n aquí otro capítulo más de este fic~ es medio complicado, pero poco a poco habrán algunas pistas~ Espero les guste y me hagan saber sus opiniones. 
Bill pensaba muchas cosas, una de ellas era en ver la forma de averiguar más de Tom, se sentía enamorado de alguien del cal no sabía casi nada más que su nombre… ni siquiera sabía su apellido; otra de las cosas era en demostrarle a Tom lo mucho que le importaba sin tener que parecer un niño sin experiencia, cosa que en realidad era. 

Por su lado, Tom solo deseaba descansar, no podía recordar cuándo había sido la última vez que reposaba en una cama amplia y cómoda como la de Bill, pero cuando su espalda dio contra ese suave colchón, sus párpados comenzaron a pesarle y comenzó a bostezar. 

—¿Sueño? —preguntó Bill, yendo a su lado, acariciando su pecho.

—No recuerdo la última vez que dormí —dijo con una risita y Bill se le pegó aún más.

—Quisiera saber tantas cosas, Tom… —ocultó su cabeza en el cuello de Tom—. Quisiera…

—Lo sé. —Bill alzó su cabeza y lo miró a los ojos.

—¿Mi Tom perdió la memoria en un accidente? —preguntó con suave voz, no quería cansar o molestar a Tom, pero aun así éste se incomodó y frunció el ceño—. Lo siento…

—Descuida, solo evita preguntar.

—Pero… pero quisiera al menos alguna pista, quisiera saber de ti.

—Ya dije que no hay nada qué saber, no soy nadie, Bill, no vale la pena hablar de mí porque… quizá tú me quieras menos.

—Eso no pasará. —Miró a Tom, acarició su rostro—. Te quiero y querré igual, solo que cada vez que pasa el tiempo me cuestiono más muchas cosas… quiero estar seguro de con quién estoy, eso es todo.

Tom sonrió de lado y suspiró evitando verlo. —Quizá las cosas se vayan descubriendo poco a poco, y créeme que estaré sorprendido. 

—¿Cómo? —Bill tenía cara de confusión y eso en parte le gustó a Tom quien bajó ambas manos hacia las caderas de Bill viendo cómo se sonrojaba de a pocos y sonreía tímido—. Tom… —dijo nervioso y Tom sonrió posicionando ambas manos en su pequeño trasero. Tom haría que se callara de una vez, tantas preguntas lo habían molestado. 

—Basta de eso. —Bill se sujetó en sus hombros y Tom lo jaló hacia él.

—Tomi… —se quejó un poco, comenzando a agitarse, rió nervioso cuando Tom lo puso sobre él y Bill no sabía hacia dónde mirar o qué hacer, ambas manos fueron hacia su pecho y trató de mantenerse quieto, pero se vio obligado a llevar un poco su cuerpo hacia atrás debido a las manos de Tom que tocaban su trasero, además de mirarlo fijamente con una sonrisa pillina en sus labios—. Oh… —dijo con voz aguda, no sabía qué hacer, si detenerlo o dejarse… ni siquiera tenía algún tipo de experiencia.

Las manos de Tom se adentraron por su pantaloncillo, pasando sus calzoncillos, tocaron su trasero directamente y Bill no soportó la vergüenza, terminó con el rostro oculto en el cuello de Tom, dejándose hacer.

Respiraba agitado y había empezado a temblar. Tom trató de calmarlo, se removió ocasionando que Bill se irguiera y fue cuando Tom lo besó en los labios.

—Te deseo, tanto, pequeño —susurró entre besos—. No sé qué haría sin ti. 

—Pienso lo mismo —dijo nervioso y comenzó a mecerse sobre Tom, causando que se excitara más y aunque estaba cansado por todo lo que había pasado, quiso complacer a Bill, al menos esa noche estarían juntos.

Los besos que le daba lograron agitarlo cada vez más, sentía que el aire le faltaba y Tom tuvo que dejarlo respirar bajando sus besos hacia su largo cuello y luego quitándole la camiseta. —Espera… —musitó Bill—. Tengo miedo. —Ambos se miraron a los ojos y Tom besó su frente.

—No haré nada que no quieras, ¿de acuerdo? —Bill asintió más aliviado—. Además estoy tan cansado que creo no podré hacerte mío esta noche. —Bill abrió la boca sorprendido.

—¿Serías capaz? Es decir… —bajó la cabeza—, no sé cómo hacerlo —se mordió el labio inferior y Tom sonrió ante eso, acariciando su mejilla.

—Te enseñaré cuando sea el momento… —bajó ambas manos y acarició su trasero—. Serás mío, Bill, y de nadie más. —Bill se emocionó ante esas palabras, era su sentir, quería ser de Tom pese a las dificultades y lo extraño de su relación.

Se abrazaron y besaron, y así Bill terminó desnudo, temblando en los brazos de Tom, quien con manos expertas, tomaba las caderas de Bill y besaba su plano vientre, disfrutando de todas las reacciones de sorpresa y nerviosismo de Bill. 

Era como sentirse vivo nuevamente, como si al fin, un poco de luz en su vida se hubiera encendido y podía sentir… hacía tanto tiempo que no sentía algo, ni siquiera excitación o su corazón bombear tan rápido, Tom no solo había perdido la orientación en el tiempo sino en muchas otras cosas más… como sentir.

Sus manos callosas se deleitaban en tocar todo a su paso, la suave y blanca piel cálida de Bill quien no dejaba de temblar y pensar muchas veces que Tom lo haría suyo esa noche… No estaba preparado, pero tampoco se sentía capaz de decirle un no a Tom. Amaba ver sus ojos lujuriosos apreciando su belleza desnuda, amaba ese brillo en sus ojos y su sonrisa atrevida.

—Precioso —dijo besando su bajo vientre, sintiendo a Bill arquear la espalda.

—Si sigues así, yo… —se atragantó sintiendo las lamidas que Tom le daba en lo más sensible de su piel—. Oh, Tom… —se sacudió y cerró los ojos, dejándose hacer, entregándose a lo que sea que Tom quisiera hacerle. 

Tom le besó partes que Bill no pensó que era posible. Llevó ambas manos hacia la cama cuando fue alzado en la cama para que Tom pudiera tener más acceso a su trasero y besarlo ahí con ganas.

Bill gritó y se sacudió varias veces, pero Tom lo sostenía muy fuerte. —Ahh… Tom… —sentía cómo su lengua quería hundirse más en él, y eso le gustó mucho. Gimió muchas veces demostrándole que estaba a gusto pese a su insistencia de no dejarse.

Tom estaba a gusto con lo que experimentaba, Bill era delicioso, era especial, tan puro y sensual, no podía recordar haber experimentado eso alguna anterior vez. 

Y mientras más lo pensó, mientras que con su lengua, le daba más placer a Bill, la sensación de sentir su tibia y suave piel le provocó que le viniera a la mente una imagen.

Era la suave y blanca piel de una mujer, se percató de eso porque en su mente vio los senos con los pezones erectos de alguien que disfrutaba de su hábil lengua. 

Se detuvo, aun con ambas manos en el trasero de Bill, alzándolo de la cama para tener más acceso a su entrada ya humedecida. Se quedó quieto pensando en lo que había aparecido en su mente y se asustó un poco.

—¡Tom! —gimió alto, removiéndose, quería más de las lamidas, quería que Tom siguiera—. Tomi… no pares —se atrevió a pedir y Tom lo soltó con cuidado hacia la cama, su espalda dio con el suave material de sus cobertores y Bill se inquietó—. ¿Pasa algo? —Tom permanecía arrodillado frente a Bill, desnudo y excitado, pero perdido en su mente.

—No. 

—Sí pasa, quiero saber… —Llevó una mano hacia su erección, estaba frustrado y Tom se percató de ese hecho.

—Déjame ayudarte. —Se inclinó para besarlo, tomando su erección en sus manos, acarició a Bill de forma rápida. Bill no pudo resistirse más, abrió un poco las piernas y solo pudo concentrarse en el placer que Tom le daba con sus manos. Abrió la boca, cerró los ojos y casi gritó en su liberación. Todo el cuerpo le vibró y se sacudió en el proceso.

—Oh, Tom… —intentaba recuperar la lucidez, se sentía inmerso en el placer, pero recordó el incidente que había pasado hace segundos—. Algo te pasa.

Tom se puso a su costado, cerró los ojos suspirando varias veces, evitando verlo.

—Quisiera dormir —se quejó, pero abrazó a Bill haciendo que se recostara sobre su pecho—. Eres lo mejor que me ha pasado —besó su frente. Bill sonrió ante eso, se emocionó, pero acariciando el rostro de Tom, aún estaba curioso. 

—Eres un experto, Tom, hiciste… hiciste que disfrutara tanto lo que me hiciste… estoy seguro que antes tú ya hiciste esto…

—No lo sé.

—Estoy seguro.

—Prefiero no pensar en eso, ¿de acuerdo? 

—Está bien —dijo resignado—. No me importa si antes ya lo hiciste, guardaré este día conmigo como mi primera vez. —Tom lo miró a los ojos y sonrió.

—Espera a que no esté cansado, ahí será tu primera vez. —Besó sus labios y Bill rió en el proceso.

—Está bien… espero ese día muy pronto, jijiji —rió nervioso y Tom lo abrazó más.

—Duerme, Bill… —dijo cerrando los ojos. Estaba tan cansado que luego de esas palabras, durmió.

Bill se quedó despierto por un rato más. Se quedó pensando en todo lo que había pasado, amaba sentir a Tom, besarlo, dejarse hacer, quería aún más de todo, pero a la vez sentía temor, era como meterse en algo misterioso o peligroso, estar con un desconocido… 

De todas formas terminó durmiendo en los brazos de Tom y cuando despertó vio que era casi el mediodía del domingo.

Se sentó en su cama y se sintió muy meloso, ni se había lavado. Se levantó de la cama y vio a Tom a la luz del día, podía notar las ampollas en sus pies descalzos, lucía muy cansado, ni siquiera se había despertado con sus movimientos, así que lo cobijó para que siga durmiendo y él se fue al baño a darse una ducha rápida.

No sacaba de su mente todo lo que había pasado con Tom, sus besos y lamidas en cierta parte, pero también el momento en que se detuvo, lo confundido y perdido que lucía le hizo pensar muchas cosas.

—Necesito descubrir qué está pasando, antes que sea demasiado tarde… —bajó la cabeza, dejando que el agua cayera por su nuca y espalda y pensó—. No, ya es tarde… —dijo un poco triste. 

Tom parecía no poder despertar, Bill le picó el brazo varias veces pero éste se hacía más bolita en la cama y hasta le dio la espalda. Bill suspiró resignado, se sentiría muy mal si lo despertaría, se veía tan cansado que decidió salir de su habitación a dar la cara al mundo.

Sus padres yacían en su habitación, ambos con resaca después de la fiesta, no había nada por hacer el domingo que descansar, así que decidió preparar algo de comer y hacer los deberes, arreglar un poco la casa hasta que llegó la tarde y su mamá bajó en bata y con el maquillaje corrido.

—Hola cariño, ¿todo bien? —saludó abriendo la refrigeradora.

—Sí —dijo sin poder evitar sonreír.

—Es un milagro que Andreas no esté acá y tú no tengas nada qué hacer.

—Es domingo, mamá, y Andreas también tiene una vida. 

—Me alegra saber eso, sabes lo que pienso de esa amistad… —Bill bajó la cabeza, hasta su mamá se había dado cuenta de las intenciones que Andreas tenía para con él.

Decidió pasar de ella y subir a su habitación con mucha ansiedad, deseaba estar con Tom, pero cuando subió lo halló dormido, eran casi las seis de la tarde y Tom aún no se levantaba.

—Tomi… —susurró yendo a su lado—. Si no despiertas, no sé qué haré. —Lo miró, acarició su rostro áspero por la barba que tenía y le dio un beso en sus labios para ver si así despertaba, pero solo se removió, chasqueando sus labios y frunciendo el ceño—. Tom… —se quejó y le besó la comisura de sus labios.

—Katrina… —soltó en un susurro muy despacio y Bill se puso helado. Se sentó a su lado y comenzó a sacudirlo.

—¡Tom! ¡Tom! —Tom se rehusaba a despertar, pero a tanta insistencia, terminó abriendo los ojos y mirando a todos lados con fastidio hasta que vio a Bill.

—Bill… —se sobó los ojos.

—¿Quién es Katrina?

—¿Qué? —frunció más el ceño.

—Mencionaste Katrina cuando te besé, Tom… —se quejó y Tom pestañeó varias veces seguidas, estaba confundido y molesto.

—¿Qué hora es? Lamento dormir tanto… me siento tan cansado.

—Responde. —Bill estaba inseguro, sabía muy bien lo que había escuchado—. ¿Es tu novia? ¿Tienes otra vida, no es así?

—No sé de qué hablas. —Se sentó en la cama, quejándose, el cuerpo le dolía.

—Mencionaste ese nombre, Tom… —volvió a lamentarse, tomando uno de sus brazos, queriendo que lo vea a los ojos y le responda algo—. Responde. —Tom se ofuscó y tomó su rostro con cierta violencia, lo miró a los ojos, molesto.

—Ya dije que no sé de qué hablas. —Vio como los ojos de Bill se aguaban y lo soltó—. Es tiempo que me vaya.

—No —dijo molesto, tomando otra vez uno de sus brazos—. No dejaré que te vayas sin tener la seguridad de que volverás y que… y que soy el único en tu vida. No sé quién mierda sea Katrina, pero no me dejaré vencer por ella. —Tom lo miró bastante confundido.

—No tienes que pensar así, tampoco sé quién es Katrina y de dónde sacaste ese nombre.

—¡No me mientas!

—No miento, basta Bill, basta de tanto interrogatorio, te dije que no puedo responder algunas preguntas, no sé quién es esa mujer. —Se puso en pie buscando sus zapatos sucios y rotos, estaba por irse, pero Bill fue a su puerta y le echó llave.

—No me dejes —pidió angustiado y Tom lo miró también con cierta angustia.

—Bill… 

—No me dejes, Tom.

—No quiero dejarte, pero necesito regresar a… —Se quedó pensando—. A algún lado.

—Si quieres puedes quedarte, mañana lunes iré a la escuela, pero regresaré y… y podré atenderte, mis padres no se darán cuenta si no haces ruido, no quiero que te vayas.

—No es correcto vivir aquí, iré con Bushido, tengo un lugar.

—¿Volveré a verte? —Tom podía notar su miedo.

—Sí. —Se acercó a él, tomó su rostro, lo acarició y besó—. Claro que sí, estamos los dos en esto, ¿no es así? Por qué no vendría a verte…

—No lo sé. —Estaba tan inseguro, tenía miedo descubrir quién era Tom y toparse con cosas que dañaran su frágil relación que recién empezaba.

Bill se calmó por los besos que Tom le había dado, y cuando anocheció, abrió la puerta de su habitación no viendo a sus padres por ningún lado, y acompañó a Tom a la salida.

—Vendré el sábado —dijo Tom.

—¿Lo juras? 

—Lo juro.

—Te estaré esperando, Tom, no me olvides, por favor, que yo siempre te pienso.

—Esta vez no te olvidaré —dijo con un poco de duda—. Esta vez vendré, te lo prometo. —Le dio un pequeño beso y se alejó rumbo hacia la reja que estaba a algunas cuadras.

Caminó en la noche, aun con el cuerpo adolorido y frunció el ceño al recordar con quién había soñado. —No puede ser —dijo preocupado—. No puedes existir… no puedes estar dentro de mi cabeza… —llevó ambas manos a la cabeza sintiendo ese dolor característico que le indicaba que estaba en peligro.

Miró hacia el frente y casi corrió, Bushido era el único que podía ayudarlo.

u_u sí... Tom tiene algo... aun defino lo que le ha pasado, pero se me ocurren muchas ideas XD Espero me digan qué les pareció :3 y me den sus sugerencias también. Besos<3

7 comentarios:

  1. Quisiera saber que vida tuvo antes Tom!! yo pienso que su vida era muy similar a la de Bill o mejor aún, un rico que fué desterrado por su familia? Ohhh. Me encantó! (Ivi)

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  2. Cada vez me encanta más MI fic.
    Me intriga muchísimo la vida de Tom!

    Pinkushi sigue escribiendo este fanfic!!

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  3. Una pregunta en este fic...Bill podrá quedar embarazado o algo así? ???....pienso que tom tiene algu tipo de enfermedad y que el dueño del club...y es super millonario y que se lo robaron. ...ya quiero leer el proximo capítulo. ..

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  4. La vida de Tom me sigue intrigando, en verdad muero por saber que le ha pasado para que haya olvidado todo. Espero por el bien de Bill que no sea algo malo.

    Espero el proximo, saludos c:

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  5. yo sólo quiero el próximo capitulo :'(((((((

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  6. Interesantes teorías >:D veremos
    Lamento tardar u_u mi vida es intensa a veces y no hay tiempo.
    Subiré prontoooo

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  7. Oh dios mio! *0* Siempre veía como en Facebook te ponían "Vagabundo" y, yo me preguntaba qué tiene de interesante eso. Ya me habían hablado de la historia y me anime a leerla y.. ¡Es perfecta! Definitivamente una de las mejores fics que he leído aunque va en su comienzo. Esta tiene como mucho místerio en él caso de Tom. Piensas Muchas cosas.
    Al principio creí que era de un tipo de mafia pero que para no ser encontrado sé fundía en ese mundo de vagabundo. Luego conforme avanzó, y que Tom fue olvidando cosas y, paro en la casa de Bill y le prestó esa ropa de su padre, creó que Tom en su vida de consciente cuando todavía no perdía la memoria, era alguien importante y.. Pudo a ver tenido un accidente o algo así.. Eso pensé cuando dijo "Katrina" :o Es tan confuso pero interesante. Y cómo aquí todos ponían sus opiniones quise poner la mía. Espero no moleste y actualices pronto! :-)

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