Una historia que contar - Final.

Hola a todos n_n~ les traigo el final de este Oneshot dividido en dos partes, es que salió muy largo. Debo confesar que esta historia no me costó en nada escribirla, pienso que debía hacerlo a pesar de tocar uno de los temas más difíciles. Sé que algunos han podido atinar con lo que le pasó a Harry, pues aquí viene el desenlace que por cierto no es quizá el mejor o el más ideal en lo absoluto, pero refleja una dura realidad. Espero sus opiniones. 

Ya casi era media noche y Harry se recostó en mi cama. Creo que no olvidaré esa noche pues lo tuve tan cerca y en mis brazos. Una vez que dejamos de hablar del tema problema y decidí no insistirle más, Harry fue el mismo que conocí en el bosque, el atento chico de besos cariñosos y palabras atrevidas de siempre. “Tu padre te compró un libro para conquistar mujeres y no sabe que te arrimas conmigo en el bosque”, dijo con una risita, yo sonreí ante eso y asentí. Los dos estábamos recostados en mi cama, mirándonos a los ojos, aunque el comentario que hizo logró que bajara la mirada, “¿cómo reaccionarían tus padres si se enteran que estoy en tu cama con ganas de tocarte?”, me susurró y yo solo negué con la cabeza “ellos no tienen por qué saberlo”, dije esperando por lo que me había dicho y él acarició mi rostro, “buen chico, hay cosas que uno no debe de contar”, asentí ante sus palabras y lo miré a los ojos, me mordí el labio y sentí muchas sensaciones agradables… quizá era el momento perfecto para confesarle lo mucho que lo quería, pues nunca antes se lo había podido decir, las cosas habían pasado tan espontáneamente que creí bueno formalizar.

Recuerdo que tomé su rostro, acariciándolo con ternura y lo vi sonreír, entonces le confesé, “Harry, te amo, te amo mucho”, vi que se puso serio y cerró los ojos “nunca nadie me ha amado”, me dijo en un susurro “no sé si deba creerte porque no sé qué es amar, ni menos ser amado”, no entendía cómo es que podía decirme eso, todos hemos sido amados de alguna u otra forma, nadie nace sin ser amado, al menos eso pensaba y no supe qué decirle, estaba un poco asustado con sus palabras, “pero yo te amo, Harry”, él me miró a los ojos y me besó, era como un beso de gratitud, no fue tosco ni brusco, todo lo contrario, ese beso fue hermoso, tan suave que cuando mi lengua sintió la suya, me perdí, me hundí más en la tibia cama y dejé que él tomara el control. 

Nunca antes había pensado en que Harry me hiciera el amor o algo así, era todo lo contrario, fantaseaba con poder tocarlo, con ser yo quien se lo hiciera a él, pero esa noche no tuve la suficiente fuerza, la suficiente insistencia que cuando forcejeamos en el beso, me rendí ante sus encantos… tuve cierto temor, no lo dudo, tenía miedo de defraudarlo o no sé, de que me doliera mucho, no estaba preparado para eso y creo que él lo notó, porque cuando con ambas manos me bajó el pantalón lo miré algo asustado, aun las luces de la habitación estaban encendidas, me moría de vergüenza y él parecía saber lo que hacía… “quiero follarte”, me pidió excitado y yo me ahogué con sus palabras, no creía que me diría eso y creo que mi temor hizo que desistiera, pues me soltó y se puso a mi costado, jaló las mantas hacia arriba, cubriéndome y él también, entonces había algo de oscuridad debajo de las mantas “Harry, no sé qué decirte, te deseo tanto, creo que lo puedes notar…”, dije presionándome, ambos sabíamos que estábamos excitados “… pero sinceramente, no sé cómo complacerte…”, Harry me besó el cuello, suave y acarició mi espalda, “no necesitas complacerme… no seas delicado, solo déjate hacer”, bajó su mano por mi espalda y sentí cierto temor.

Al final, creo que Harry pudo entenderme, al final de todo, él me llenó de besos, bajó por mi vientre y se perdió ahí, le dejé hacer lo que quiso conmigo y experimenté el máximo placer con él, con mi primer amor. Recuerdo que luego de eso, lo llené de besos y quise hacerle lo mismo que me hizo, pero no me dejó, puso resistencia a ser tocado más allá de ser besado y me quedé algo frustrado, quería darle placer, tocarlo como me tocó ahí abajo, pero Harry se negó y hasta molestó cuando insistí. En tanta confianza, le confesé “creí que sería al revés…” dije con algo de vergüenza “creí que sería quien… ya sabes, quien te tocara y te lo hiciera” y Harry sonrió bajando la cabeza, “no te imagino, debe ser como esto, yo domino, Louis, tú siempre estarás abajo, cuando llegue el momento, seré yo quien te lo meta… hasta el fondo”, no sabía qué decirle, él había intentado tantas veces penetrarme, pero yo no podía, no podía calmarme, estaba tan nervioso que temblaba y me ponía tenso, así que solo besos… me hizo el amor con su boca, pero él no dejó que yo se lo hiciera.

Esa noche significó mucho para mí, había conocido a Harry de otra forma y poco me importó que me dijera que él dominaría, si él era feliz con eso, de seguro yo también. Estaba dispuesto a aprender con Harry.

Dormimos cuando el sol comenzó a salir, era la mañana del sábado y no había clases. Harry me abrazó por la cintura, era primera vez que me dejaba hacer, pero estaba tan cansado que dormí así con él… pero creo que ni pudimos dormir varias horas porque un sonido fuerte nos despertó a ambos.

Era mi madre quien golpeaba la puerta y decía que el padre de Harry estaba abajo, buscándolo. 

Harry se sentó en la cama y me miró con angustia, “no quiero ir con él, no quiero”, entonces tomé su rostro con ambas manos y le fui claro, “de acá no te vas, te quedas, haremos todo lo posible para que eso pase”, dije muy seguro, no sé cómo haría eso, pero estaba seguro de que no dejaría que Harry se vaya de mi casa.

Bajé primero y caminé seguro hacia la puerta. Ahí estaba, el mugroso padrastro de Harry, mirándome con odio, “Ahí está señora, el muchacho que corrompe a mi hijo, se lo advertí, le dije que no lo buscara y mire lo que hizo”, dijo molesto y mi madre me miró angustiada, mi padre no estaba así que ella estaba nerviosa, no sabía cómo resolver el problema. “Señor, Harry no se irá de aquí”, dije mirándolo a los ojos “él se queda, él está por mudarse”, su padre se me acercó como queriéndome hace daño, fue cuando mi mamá se asustó más y Harry bajó las escaleras y corrió hacia su padrastro para empujarlo. “Con que aquí estabas, imbécil, uno tiene que venir a llevarte de la casa de tus amantes”, reclamó y Harry optó por empujarlo hacia afuera de mi casa, lo seguí, no permitiría que se lo llevara y ambos discutieron, “¡no voy a regresar, antes prefiero morir!”, y su padrastro gritaba “¡lo que te falta a ti es una buena zurra para que entres en razón!” y ambos comenzaron a pelear. 

Intenté ser racional, entré a mi casa y le dije a mi madre que Harry era maltratado por su padrastro, que él no era su padre y que debíamos hacer algo, entonces mi madre se compadeció, vi que se indignó por lo que le decía y salió para pedirle al señor que se calmara “¡usted no es su padre, si el muchacho es maltratado por usted, no permitiré que se vaya de esta casa!”, gritó mi madre y me sentí orgulloso de ella, pero el padrastro de Harry se indignó aún más y tenía a Harry cogido de un brazo, lo soltó por un momento y fui a su lado. Su padrastro sacó un documento de un bolsillo, era su mugrosa tarjeta de conducir donde revelaba su nombre “Troy Styles”, decía y mi madre calló “¡Soy su padre! ¡Usted no sabe lo rebelde que es, lo insolente que es conmigo y su madre, lo mucho que nos cuesta educarlo para que él se rebele y quiera irse solo porque nosotros le insistimos que estudie!”. Vi que Harry comenzó a temblar y gritó “¡No es verdad!” y comenzó a golpear a su papá, mi madre vio la escena con indignación, pero lejos de compadecerse de Harry, le gritó “¡Jovencito, obedece a tu padre!”, mi madre salió a favor del señor Troy y éste arrastró a Harry hasta su camioneta. 

Yo enloquecí, traté de impedirlo, nunca antes había visto a Harry llorar como ese día y eso para mí significaba que estaba en peligro, que algo podía pasar, pero no pude hacer nada, solo grité su nombre cuando la camioneta arrancó y entré a casa totalmente fuera de mí, grité a mi madre, rompí las cosas que estaban sobre la mesa y me gané uno de los peores castigos de toda mi vida. Mi madre llamó a mi papá y todo estaba perdido, no podría salir en días… 

Ninguno de mis padres podía entender mi angustia… tampoco es que podía explicarla, ellos no entenderían, así que evité darle explicaciones, no podía contar con ellos. Así que cuando llegó el día lunes y vi que Harry no vino a clases, busqué a uno de mis profesores de más confianza y le confesé que sabía que Harry pasaba por serios problemas en casa, que temía que algo pasara con él. Mi profesor sí me escuchó, me hizo caso, incluso tomó nota de la dirección de la casa de Harry y me dijo que haría una visita y se cercioraría de que Harry estuviera bien, eso me dio alivio aunque le advertí que Harry no debía saber que pedí ayuda por él porque él no quería y mi profesor entendió.

Esa misma tarde escapé de casa para guiar al profesor a casa de Harry y sea él quien tocara la puerta y preguntara.

Esa tarde mis manos estaban frías, al llegar a los alrededores de su casa, sentí mucho miedo, presentí que algo muy malo estaba pasando, pero no me detendría, debía ayudar al profesor y con eso a Harry.

El profesor se acercó a la puerta y tocó varias veces hasta que el padre de Harry salió muy molesto y hablaron. Yo estaba escuchando desde la esquina de la casa, oculto con el corazón latiéndome rápido, podía escuchar “no, mi hijo se encuentra bien, solo que es insolente, es desobediente, usted como profesor lo sabe mejor que yo…”, el profesor trataba de ser amable para sacarle información “sé a qué se refiere, señor Styles, sabemos que su hijo es un poco difícil, pero quería ver si su hijo está bien, ha faltado a clases y creemos que quizá esté enfermo, por eso me gustaría hablar con él”, insistió el profesor pero el padre de Harry no quiso, “verá, tengo un hijo bastante mentiroso, ahora mismo está castigado, confieso que su madre y yo lo hemos castigado encerrándolo en su cuarto por insolente, nos ha golpeado a mí y a su madre este fin de semana y nos duele mucho, pero debemos corregirlo, siendo nuestro único hijo, es nuestro deber como padres intentar hacer que regrese por el buen camino”, sus palabras me daban asco, eran todas mentiras, podía intuir que mentía, que no deseaba el bien para Harry y que quizá ni encerrado en su cuarto estaba. 

Entonces decidí rodear la casa, quizá por la parte de atrás pudiera ver su habitación, estaba tan deseoso de lanzar una piedrita y ver si se asomaba, así que intenté con las tres habitaciones que pude divisar, en una de ellas salió su madre y me oculté, pero de las otras dos, nadie se asomó. Aprovechando que su padre estaba conversando con el profesor, corrí hacia el establo donde escuchaba que Charles ladraba y eso me indicó que quizá Harry estaba por ahí.

Me emocioné pensando que estaba oculto en el establo, quería decirle que todo saldría bien, que el profesor nos ayudaría y que podría irse de esa casa; quería abrazarlo y protegerlo, darle un beso y decirle que nada malo pasaría.

Entonces fue que entré al establo y lo vi. 

Caí de rodillas ante lo que vi, me impresionó tanto que mis piernas no soportaron mi peso, era aterrador, era lo que menos imaginaba…

Charles fue el primero que saltó hacia su cuerpo colgado de una viga y lo sacudió, fue cuando reaccioné, en medio del shock y el llanto y abracé sus piernas, grité muchas veces su nombre esperando alguna reacción, pero ya era demasiado tarde.

Harry estaba muerto.

Se había ahorcado.

Harry estaba muerto y aun no entendía por qué.

De esa tarde y noche recuerdo muy poco. Mis gritos llamaron la atención del profesor y del padre de Harry quienes corrieron hacia el establo y al verme abrazado de las piernas de Harry el profesor me quitó de ahí, luego el padre de Harry se descontroló y gritó muchas veces “¡mi niño no, mi niño no!”, la madre de Harry bajó y se desmayó ante la escena, las casas estaban a mucho de distancia así que los vecinos tardaron en llegar; no recuerdo quien llamó a la policía pero llegaron en la noche, aún seguía ahí, llorando, lamentándome, quería tocar el cuerpo, quería sentir a Harry, pero nadie me lo permitía.

Mis padres vinieron a buscarme, ya todo el pueblo sabía lo que había pasado y la gente se aglomeró en la casa de los Styles. Mis padres me convencieron regresar a casa cuando pusieron el cuerpo inerte de Harry en una bolsa negra y se lo llevaron en una camioneta hacia la ciudad para que investiguen lo ocurrido.

Mi Harry se había suicidado y necesitaba respuestas. Casi no dormí, mis padres trataban de consolarme, pero no era suficiente, no había nada que pudiera calmarme excepto Harry, excepto él y me que diera una explicación… 

Y esa explicación no tardó ya que al día siguiente tocaron a la puerta unos investigadores preguntando por mí y salí nervioso, ellos tenían que decirme algo y me senté en el sofá de mi propia sala, y uno de ellos sacó una hoja de papel muy bien doblada, “tu compañero Harry quería que leyeras esto cuando falleció, luego de que la leas tenemos muchas preguntas qué hacerte que nos ayude en nuestra investigación”, me dijo uno de ellos y yo palidecí, tomé el papel con manos temblorosas y la visión se me hizo borrosa por las lágrimas que limpié con el dorso de la mano para poder abrir la carta y leerla… era letra de Harry y era una carta para mí.

“Querido Louis, antes de morir quise darte una explicación de todo pues sentí que eras el único sobre la faz de la tierra que merecía una… Hay historias difíciles de contar, una de ellas es la mía… Tú siempre preguntabas por una explicación y yo siempre callé porque sabía que no estarías preparado, porque temía me aborrecerías porque, ¿quién puede querer a un abusado? Eso estaba siempre en mi mente, pues ahora que no existo quizá deba decírtelo para estar en paz… ahí va, aunque en sí no sé cómo empezar, supongo que por el inicio. 

Nunca tuve un padre, mi madre fue madre soltera hasta que tuve seis años y Troy Styles llegó a su vida con sus promesas de siempre, darnos una vida mejor… pensó que al ponerme su apellido eso me haría feliz, pensó que al ponerme su apellido significaba que le pertenecía. Desde los seis años crecí en un hogar de total confusión, era tanta la confusión que creía que todo eso era normal… creí que los juegos de mi padrastro eran normales, que sus caricias eran de amor de padre y sus besos también, solo hasta los nueve años que me violó supe que algo no andaba bien, pues todo lo que me provocaba era mucho dolor, por más que cooperaba todo era dolor y más sangre en la cama. Llegué a decirle a mi madre lo que estaba pasando, pero ella minimizó todo diciéndome que se le pasaría, que simplemente no debía provocarlo, no sabía a qué se refería con no provocarlo pues siempre que tomaba él me miraba mucho y en las noches subía a mi cuarto a querer castigarme por cualquier cosa y a abusarme. Mi madre fue testigo en varias ocasiones y solo una vez me defendió, interrumpió en el cuarto antes de que me hiciera daño y le premió con un banquete de comida según ella para distraerlo, pero solo fue esa vez porque luego de comer, subió a mi cuarto y terminó de hacer lo que había empezado. Yo luchaba con mi mente de adolescente cuando tuve doce, pensaba en si crecía, él dejaría de gustar de mí pues siempre mencionaba que era mi inocencia lo que le gustaba, mis piernas delgadas, mi cuerpo pequeño, así que pensé que si crecía y me hacía lo contrario a inocente ya no llegaría a gustarle, fue cuando todo el maldito infierno comenzó a arder más… comencé a defenderme como podía y Troy comenzó a pagarse con mi madre, a golpearla diciéndole que debía obligarme a obedecerlo, ella a veces discutía con él diciéndole que debía dejar de tocarme, pero él siempre ganaba y luego mi propia madre me insistía en obedecer a Troy. Recuerdo una vez en la que le dije que en la escuela me dijeron que eso era violación, que debíamos decirle a un adulto si alguna vez nos pasaba, pero mi madre con lágrimas en los ojos me dijo que si decía a alguien, Troy iría a la cárcel y no habría dinero para comer y perderíamos la casa, además me dijo que lo de Troy era temporal, que se cansaría de mí y cuando sea mayor de edad podría irme de la casa… entonces empecé a soñar con la idea de irme de casa, irme muy lejos con mi perro Charles y así intentar buscar lo que todos llaman felicidad. Pero no pude… las ideas de acabar con mi vida eran cada vez más fuerte porque sentía que así escapara, Troy me seguiría, sería su juguete sexual toda la vida, por más que hiciera lo que hiciera… estaba perdido. Estaba condenado.

Tú fuiste la única persona que logró darme esos toques de felicidad, la única persona que me miraba con algo inexplicable, como nunca antes alguien me había mirado. Te agradezco todo lo que hiciste por mí y espero entiendas el por qué no estoy contigo ahora, simplemente el peso fue demasiado, sabía que no podía ser libre al menos que dejara de existir, solo así podría librarme de mi padrastro. No sé exactamente si exista el cielo o el infierno, pienso que vivir lo que viví ya fue demasiado tormento, espero hallar la paz que necesito en otra vida. 

Te amo Louis, te amo demasiado y lo digo con convicción porque aprendí lo que es el amor contigo y recuerdo la vez que me dijiste que me amabas, lamento mucho no haberte dicho que sentía lo mismo por ti, aun no entendía si tenía sentimientos, mi maldito padrastro me ha corroído por dentro. Me ha pagado, me ha quitado el corazón.

Con esta última carta deseo expresar que quiero que Charles viva con Louis, fue mi único fiel amigo y no quiero que siga viviendo en la casa con mi madre o mi padrastro. Ese es mi último deseo y también que tú Louis, seas feliz, te pido eso, sé feliz porque te lo mereces. Adiós a todos, adiós Louis, adiós Charles. 

Atentamente: Harry S.”

Las investigaciones continuaron, me entrevistaron, no es importante todo lo que dije, la carta decía lo suficiente como para inculpar a ambos padres y así fue como fueron sentenciados a pasar muchos años en la cárcel.

Yo luché por ser feliz, aun lucho… pero aun el recuerdo de mi primer amor sigue latente, pese a que han pasado años y ahora tengo casi treinta, soy un exitoso investigador criminalista y todos saben la mucha pasión que le pongo en resolver mis casos. Harry me hizo fuerte, su historia me motivó a luchar contra los crímenes y se lo debo a él, su muerte para mí no fue en vano, ni todo lo que me enseñó en mis escasos dieciséis.

Esta era una historia que sentía debía ser contada, porque estoy seguro de que Harry no es el único en el mundo que vive algo como esto, estoy seguro que muchas personas tienen historias que piensan no deben ser contadas, pero les animo a hacerlo.

Siempre hay historias que contar y seres que nunca merecen ser olvidados…

Harry fue uno de ellos.

Fin.

u_u Lo sé, un final triste. Debo decir que esta historia salió luego de haber atendido varios casos parecidos, aunque no terminaron como Harry, pero sí han tenido ideas de morir. Quiero expresar también, que si alguna persona que lee esto, ha pasado o pasa algo parecido, lo mejor es contarlo a una persona con la que se tenga confianza, una persona que pueda hacer algo, de preferencia mayor de edad que tenga algún cargo como un profesor, un pariente, una amistad, un policía o si estás en Perú puedes llamar gratis y de forma anónima a la Línea 100 o contactarte conmigo vía Facebook de manera confidencial. Si conoces una persona que pasa por lo mismo y no sabes cómo ayudar, lo mejor que puedes hacer es demostrarle que lo que te cuenta es importante y quieres ayudar, deberás ayudarle a entender que ese tipo de cosas uno no puede callar porque son delitos, no secretos, seguido, aconséjale o acompáñale a contárselo a alguien, de preferencia a una autoridad, pero para eso la persona deberá sentirse segura, eso es lo principal, garantizarle que todo saldrá bien, que es la mejor forma cuando acudes a ser ayudado. Paremos esto.