viernes, 10 de abril de 2015

Adultez - 22

Hola a todos *-* después de tanto tiempo, al fin un capítulo de este fic, segunda parte de Niñerías, uno de las historias que más me ha gustado crear~ Lamento la demora u_u los bloqueos y la falta de tiempo son ahora mi problema, pero siempre está en mí el deseo de culminar un fic, éste estará llegando a su final pronto, estamos en el desenlace, la vida adulta~ no siempre es tan fácil. Gracias por quienes leen hasta ahora y sobretodo, mil gracias a quienes comentan y piden el fic en comentarios, en Facebook, en Ask y en el Chat de este Blog. A ellos, este capítulo.
Sentado en el pequeño comedor, probaba la sopa que Bill había hecho mientras éste seguía hablándole de su primer día de clases.

—… Gustav será mi compañero, pero no me juntaré con él, me saca en cara que está con Nicole gracias a mí… —hizo un puchero—. Sé que no me debe de importar, pero aun así me incomoda. —Bajó la cabeza mirando su plato y luego alzó la vista mirando a Tom serio y perdido en sus pensamientos—. Creo que estoy hablando como una cotorra y tú no me haces caso.

—Sí te escucho… —dijo desganado. 

—No es así, algo te pasa Tom, ¿recuerdas lo de la confianza? ¿Recuerdas lo último que pasó porque no confiabas en mí? —Tom frunció el ceño.

—Lo sé. Estoy en problemas. —Bill se angustió—. Fui a hablar con mi abuela y no me dará nada…

—Deberé buscar un trabajo cuanto antes —dijo apenado—. Mañana mismo buscaré en el periódico.

—Espera… —dijo ya bastante avergonzado—. Bill, quisiera apoyarte en esto, pero si mis padres no me dan el dinero, yo… quizá deba en regresar con ellos, aunque no lo deseo y les haya dicho que ya no regresaré, quizá deba pensar en sí hacerlo.

—¿Qué? —Bill se indignó—. ¿Sabes Tom? Desde que saliste de esa empresa de medicamentos, desde que pasó lo de Vicky tú no has pensado en otra cosa… me preocupas, no puede ser que quieras regresar a casa de tus padres a ser el mantenido de siempre, ¿cuándo vas a madurar? —Tom se ofuscó, Bill nunca antes le había hablado así, eran como las recriminaciones que sus padres le hacían una y otra vez.

—¿Tú también? Te pondrás de su lado a querer manejar mi vida como mejor te parece.

—No Tom, nada de eso, yo solo quiero lo mejor para ti. Yo trabajaré, pagaré la parte del departamento y me mataré por conservar la beca, pero tú también debes pensar en trabajar y dejar de pedir a tus padres. 

—No soy como tú, Bill, vengo de una familia diferente, gustos diferentes y aspiraciones diferentes. —Bill resopló y se puso en pie.

—No sé por qué me dices eso, Tom, no quiero pelear contigo esta noche, solo quiero que pienses en soluciones, no te dejaré, pero tampoco puedo permitir que estés a la deriva, sin rumbo ni metas; mi novio tendrá que tener aspiraciones como yo, no basta con que seas de buena familia, necesitas soñar y realizarte. 

Levantó los platos y los puso en el fregadero, limpiaría un poco la casa antes de dormir. Tom se quedó incómodo pensando, Bill sabía que no movería ni un dedo en la limpieza y se angustió cuando se percató que Tom no lo ayudaría a pesar de que Bill estaba con muletas. 

Definitivamente la convivencia no era como lo imaginaba. 

Tom se adentró en el cuarto y se dio una ducha antes de dormir. Debía pensar, sabía que lo que le decía Bill tenía razón, debía pensar en qué hacer con su vida y no depender de sus padres y mucho menos de Bill. Pero ¿qué haría? Se resistía a estudiar a pesar de que lo había hablado con su abuela, no quería aceptarlo, tampoco quería volver a trabajar en alguna empresa de medicamentos, aunque en el fondo deseaba ayudar a Simone con los planes de ayuda social. Así que estaba perdido.

Luego, recuerdos de Georg invadieron su mente provocándole desprecio hacia sí mismo. La idea de distraerse, de tener una relación secreta le fue tentadora, pero luchaba consigo mismo para no caer. Debía renunciar.

Pronto, Bill entró bastante ofuscado, fue al baño y se alistó para dormir.

—¿Sabes Tom? Poco a poco también deberás poder arreglar la casa, no querrás que todo esto se convierta en una pocilga.

—Podríamos contratar un personal de limpieza, tampoco tienes que limpiar, Bill.

—Tom —reclamó con tono cansino—. No te pases, no tenemos ni para llenar el refrigerador y vamos a contratar una empleada.

—Podría decirle a Arthur que se pase una vez a la semana.

—No, definitivamente no, no dependeremos de tu familia.

—Te doy soluciones que no quieres tomar, sabes que yo no limpio más que a mí mismo, simplemente nunca necesité limpiar la casa.

—Aprenderás —dijo Bill dándole la espalda y escuchó a Tom suspirar reclamándole.

—No deseo aprender esas cosas.

—Tom… —reclamó molesto, pero luego suspiró—. Descansemos, no quiero pelear…

—Yo quiero otra cosa… —dijo acercándose y tomando su pequeño trasero, Bill se sobresaltó.

—No, no, Tom no —lo encaró y tomó su rostro en sus manos—. Estoy tan cansado, mañana tengo clases a primera hora, solo quiero dormir… mañana saliendo de la universidad deberé ir al médico, ¿me llevarás, verdad? Mañana será un día muy largo… —pidió suplicante y Tom resopló.

—Está bien—dijo resignado y Bill le dio un beso en sus labios.

—Hasta mañana mi Tom… 

Bill fue el primero en dormir y un leve ronquido había en la habitación, pero Tom no podía conciliar el sueño, estaba ansioso y frustrado, no podía ser todo peor.

Vivía como pobre, tenía que limpiar y aportar a los gastos del pequeño departamento, no tenía obligaciones como estudiar o trabajar, no tenía la mesada de su abuela, tampoco el auto que le ofreció su papá, no tenía un buen celular, solo uno básico que Bill le había regalado, no tenía sexo en las noches pues su pareja estaba cansado por las muchas obligaciones que tenía, no tenía a Georg y sus proposiciones atrevidas, y la semana recién empezaba… nada podía ser peor.

Bill tenía energía propia, esas ganas naturales de anteponerse a la adversidad. 

Al día siguiente fue a la universidad, un muy molesto Tom lo llevó por obligación. Estudió y almorzó algo pequeño junto al profesor Jared mientras que buscaba trabajo por internet.

—… necesito algo fácil, algo que me permita tener tiempo para estudiar —le decía al profesor Jared.

—¿Sabes? Cuando era estudiante trabajé en una tienda de comida rápida, son empresas serias, te pagan bien y te aseguran, puedes trabajar medio tiempo, incluso acomodar tu horario de acuerdo a tus clases.

—¿De verdad? ¿Cómo haría para postular? Oh, maldición, primero debo sanar de la pierna, así no podré trabajar…

—Bill, si tanto te urge el dinero podría apoyarte, es verdad que necesitas sanar o empeorarás.

—No se preocupe, encontraré un trabajo que pueda hacerlo con muletas. —Jared lo notaba estresado, no entendía por qué lo estaba si vivía con Tom, un chico de buena familia.

—¿Tom no te apoya? —Bill negó con la cabeza y lo miró angustiado.

—No quiero pensar que tendremos problemas por eso… estoy cansado de la montaña rusa de sentimientos que me ha hecho vivir en estos últimos días, estoy tratando de evitar pelear por cada cosa elemental que veo… —bajó la cabeza—. Hoy en la mañana me trajo por obligación, no dejaba de repetirme y reclamarme que lo había levantado muy temprano.

—Lo lamento, en verdad no sé cómo lo soportas.

—Lo amo, Jared, esto escapa de mí, amo estar con él, pero también me angustia cada pequeña cosa… ayer lavé los platos y las ollas yo solo, limpié la cocina, también el baño, él no es capaz ni de levantar el plato de la mesa y llevarlo al fregadero, son cosas elementales, pero él no las sabe. 

—Santo cielo, no sé qué decirte, pero si no hablas con él al respecto, todo empeorará. Bill, debo irme, tengo que preparar mi clase para mañana. Sabes que puedes contar conmigo, sea lo que sea, hablaré con un amigo que trabaja en la biblioteca de esta universidad, si todo sale bien te llamaré, es un trabajo pequeño que no requiere mucho movimiento. —Bill lo miró esperanzado.

—Gracias Jared, gracias, cualquier cosa será bienvenida, necesito el trabajo…

El profesor Jared se fue un poco indignado y Bill llamó a Tom.

—¿Dónde estás? 

—En la casa… —respondió con voz pastosa y luego bostezó.

—Tom, acordamos que me recogerías para ir al médico, ¿lo olvidaste? Son más de las dos de la tarde…—escuchó un gruñido de parte de Tom.

—Ya voy… —dijo con pesadez y Bill se puso triste.

Pensaba en que si el médico le sacaba el yeso y podría caminar, entonces manejaría él mismo hacia la universidad y no dependería de Tom, entonces ¿qué haría Tom? Se horrorizó de la idea de Tom durmiendo toda la mañana hasta esa hora… ¿no había hecho nada? Y cuando llegó, salió a su encuentro, se subió al auto y la curiosidad lo embargó.

—¿Todo bien? —preguntó Bill mirándolo de reojo.

—Sí.

—¿Qué hiciste toda la mañana? —vio cómo Tom se molestaba.

—¿Ya empezarás con tus reclamos?

—Tom, no quiero sonar pesado, pero…

—Pero suenas pesado. Estuve durmiendo, ¿contento?

—Claro que no. —Miró hacia la carretera, no quería discutir, pero tampoco sabía qué hacer—. Saliendo del médico tendré libre, ¿quieres comer algo especial?

—Sabes que no tengo dinero para algo especial.

—Tom… —reclamó—, con algo especial no me refiero a algo caro, solo algo que nos guste, total, el que cocinará seré yo. —Tom lo miró algo molesto, comenzaba a sentirse inferior.

—Quisiera algo de camarones en salsa —Bill bajó la cabeza.

—Mi Tom desea algo que cuesta tan caro… ¿no puede ser pollo frito con ensalada? Hay pollo en la nevera y algo de verduras…

—Entonces no debiste preguntar, Bill, si eso es lo que deseas, ¿para qué preguntas? 

—¡Ahhh! —gritó Bill y Tom frenó—. ¡Tom, me estoy cansando, pongo de mi parte para no discutir y tú…!

—¡Ya! ¡Deja de reclamarme! ¡Sabes que no soy como tú!

—No te entiendo…

—¡No soy como tú! No quiero estudiar, no quiero trabajar, no quiero limpiar la casa, no quiero comer comida de pobres todo el tiempo, no quiero esta miseria… —Bill no podía creer lo que le decía—. Tú siempre cansado para mí cuando quiero acostarme contigo, no recibo más que recriminaciones y mandados, no recibo nada de ti a cambio, estoy cansándome.

—No puedo creerlo —dijo tapándose el rostro—. No sé por qué me tratas así.

—¿Y tú cómo me tratas? Siento que renuncio a muchas cosas por ti, mis ingresos, mis diversiones.

—Hagamos algo, esto no puede seguir, Tom —lo miró con angustia—. No quiero causar en ti todo ese malestar.

—¿Quieres dejarme? —Bill se sentía tan culpable, a pesar de que no había hecho nada malo. 

—No quiero, pero no encuentro otra solución… Dime, Tom, ¿para ti cuál sería la mejor solución?

Tom se calmó y luego apoyó la cabeza en el timón del auto de Bill. —Pediré mi herencia… lo he pensado y pediré lo que me corresponde, compraré un departamento grande y viviremos ahí, no necesitarás trabajar, solo estudiar, me compraré un auto, volveré a las carreras…

—Tom, lo que dices es tan… no lo sé, en primer lugar, ¿te darán la herencia? La vida perfecta no tiene que estar relacionada al dinero, no quisiera que dependas del dinero Tom, el dinero arruina a las personas…

—Es por eso que pienso que no me entiendes, no soy como tú.

Bill bajó la cabeza, nunca pensó que cosas tan simples como sus condiciones sociales al final se convierta en serios problemas de compatibilidad. —Quisiera que estudies algo que te guste, que trabajes y juntos construyamos algo hermoso para los dos…

—Si consigo la herencia, podremos vivir muy bien por mucho tiempo, los dos.

—No deseo lujo, Tom, no me gusta esa vida, quiero ganarme todo a base de esfuerzo…

Tom suspiró, estaba ofuscado, pero a la vez sabía que era injusto con Bill. 

Aceleró el auto, debían ir al médico y ninguno quiso hablar. Las cosas quedaban inconclusas y en cierta forma había un temor en la atmósfera, Bill no quería hablar porque sabía que molestaba a Tom si lo hacía y no podían llegar a un acuerdo; Tom tampoco quería decir algo porque sabía que Bill no lo entendería. 

La idea de pedir su herencia le gustaba, pero lo que no sabía era que había dos cláusulas muy importantes, dos formas de obtener la herencia, la primera era si se casaba con alguien en la cual sus padres estuvieran de acuerdo y la segunda, cuando ambos padres fallecieran. Claro que Tom sabía muy bien esas cláusulas, sin embargo, creyó posible negociarlo con su abuela. 

No soportaría más la idea de vivir como Bill quería, pero tampoco quería separarse de Bill, sentía muchos sentimientos por él, no sería fácil solo decirle adiós.

El médico revisó a Bill y vio mejoría, así que cambió sus vendajes por unos más livianos donde podría ponerse el zapato cómodo y caminar sin muletas. 

—¿Usted es su familia? —preguntó a Tom y éste asintió—. Necesito explicarle que Bill necesita reposo, su pierna ha mejorado, pero he encontrado los vendajes muy sucios y movidos, era como para que se lesionara, necesita reposo…

—Bill es terco —dijo en su defensa—. Está estudiando y aun así quiere hacer otras actividades como trabajar.

—No, no —dijo el médico y miró a Bill—. Si no sigues mis órdenes tendrás una cojera permanente, necesitas reposo. La otra semana irás a rehabilitación para ver el movimiento de tu tobillo. Recuerda, necesitas reposo, nada de cargar peso ni moverse mucho, si vas a estudiar, que sea en auto, regresas a casa y descansas, no actividades, ¿queda claro?

—Sí doctor —dijo Bill resignado imaginando que si estaría en casa de su madre o en la de Jared, estaría muy bien cuidado recibiendo la comida en la cama y viendo películas mientras reposaba, pero sabía que con Tom no podría ser así.

Ambos salieron y Tom estaba ofuscado. —¿Sabes Bill? Creo que necesitas una enfermera.

—Tom… —reclamó molesto.

—Oíste al médico, necesitas descansar y alguien debe ver por ti.

—No puedo creerlo —bajó la cabeza—. De ser al revés, estaría yo contigo, para apoyarte en todo lo que necesites… creí haberlo hecho antes.

Tom se sintió muy mal y prefirió no hablar para no discutir, las cosas estaban muy sensibles.

En el camino de regreso a casa, Tom estacionó el auto en un restaurant y miró a Bill. —Necesitaremos comprar comida, no permitiré que prepares ese pollo que dijiste.

—¿Tienes dinero? —preguntó apenado y Tom negó con la cabeza.

—Aun no. —Bill abrió su bolso y sacó algunos euros, Tom lo recibió avergonzado y luego miró a Bill.

—Esto no alcanzará.

—¿Cómo que no? Alcanza para dos platos de arroz frito.

—¿Arroz frito? —Tom puso una mueca de asco y Bill se sintió humillado, sacó más billetes y se los pasó.

—Te los devolveré —explicó Tom y luego bajó, compró dos porciones de lomo asado con papas y ensalada, algo que Bill no solía comer porque costaba mucho.

—No debiste… —se quejó en el auto cuando le pasó su enorme plato.

—Quise comprar lo mejor para los dos, ayer solo comiste una sopa simple, eso no es alimento. —Eso dolió a Bill, él la había preparado con tanto cariño y esmero pero para Tom no había significado así—. Y quiero pedirte un préstamo solo hasta mañana, no tengo para la gasolina de la moto y mañana iré donde mi abuela.

—Tom, hace dos noches me regalaste este anillo, ¿cómo lo compraste? —Tom lo miró molesto.

—Con mi dinero.

—¿Y ya no tienes nada?

—Efectivamente, comprar tus libros y el anillo me dejó sin dinero, pero lo conseguiré mañana. No te pediría nada si no lo necesitara con urgencia.

—¡Ay, Tom! —volvía a reclamar, pero calló, Tom dio una brusca frenada y Bill estaba cansado de discutir. Tom frenó su lengua al verlo decaído y sin decirle nada, volvió a acelerar.

Ambos estaban cansados de discutir. 

Esa noche fue la primera en la que no durmieron abrazados, cada quien en su lado de la cama, al borde, buscaban dormir para no entrar en discusiones. 

Mañana Bill debía ir a la universidad, luego encontrarse con el profesor Jared quien, ojalá, le presentara a su amigo en la biblioteca y le diera un trabajo mientras recuperaba el normal movimiento de su tobillo, luego debía regresar a casa y ver por la cena para ambos, ese era su día… En cambio Tom, sabía que sería muy complicado lograr que su familia acepte darle su herencia, sabía que sería hasta imposible, pero no tenía otra opción más que suplicar a su abuela algo de dinero para evitar que Bill siga así de molesto.

Amaba a Bill, pero su orgullo era tan enorme que sabía que no podría doblegarse a estudiar menor trabajar… estaba sin rumbo.

Al parecer, solo Bill se sentía y demostraba ser un adulto.
Solo Bill u_u ¿qué pasará con Tom? Poco a poco será llevado al abismo... se viene el desenlace~ espero les guste, no siempre es fácil decidirse qué hacer en la vida...¿Comentarios? ¿Sugerencias? <3 gracias por leer. 

16 comentarios:

  1. Me puse sensible con tantas discusiones, Tom es un inmaduro todavia, debe dar un poco de su brazo a torcer y dejar los lujos de lado, amé el capi - Shibe

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  2. Me puse sensible con tantas discusiones, Tom es un inmaduro todavia, debe dar un poco de su brazo a torcer y dejar los lujos de lado, amé el capi - Shibe

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  3. Wiiiii <3
    Gracias por actualizar adultez.

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  4. JODEEER contigo Tom!!! Hay veces que me agradaria DARTE TANTOS COSCORRONES EN ESA ESTÚPIDA CABEZA QUE TIENES!!! -_- Que Bill haya perdido su trabajo, que Bill tenga un yeso en la pierna, que lo hayas seducido Y HAYA CAIDO EN TUS REDES, TODO ES TU CULPA NIÑATO MALCRIADO Y MANTENIDO!!! NO LO MRERECES!!! Lo agobias y angustias con tus irresponsables y desconsideradas actitudes para con él!!! Y él te tiene una paciencia QUE YO NO TE TENDRIA!!! Sufro y me enojo tanto que hasta me emociono :'( Gracias por actualizar DamitaRosa Cuidate mucho :) ♥

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  5. Tom, parece estar determinado a no cambiar, el pobre de Bill, esta haciendo todo por ambos. Hasta dan ganas de agarrar a Tom y darle un buen par de cachetadas haber si asi espabila.
    Espero el proximo, saludos c:

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  6. Wow te esmeraste mira que de mes en.mes reviso ti blog wou gracias pink pobre bill y tom pos que aprenda que nada es gratis y se venda de puto jajaja ok no xontinua please

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  7. Puto Tom Madura imbecil!!!!!! Asi nunca vas a estar a gusto con Bill me decepcionas mad y mas y cuando te vas a dar cuenta va a ser muy pero muy tarde para que te arepientas 😞😞😞 Año esta fic espero no te olvides de ella quiero saber que pasa

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  8. E visto que ya no has actualizado, me encanta la historia y espero no te olvides del finc.
    De verdad me encanta

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  9. Porfavor por lo que más quieras podrías terminarlo?? Sino voy a llorar😢😦 amo este fichero porfas

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  10. Porfavor podrías terminar este fic? Sino voy a llorar 😢 😦 lo amo😢😢😢😢

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  11. Dios, que terco es Tom, ni yo que me considero alguien con muchísima pasiencia lo soportaría u.u Me encantaría poder leer pronto del desenlace de esta preciosa historia Pink. Eres excelente escribiendo, no me canso de decirlo ;;

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  12. OMG!!! ¿Es enserio? Me lo eh leído mas dé cinco veces y ¡me encanta! ��
    Se que ya lo has olvidado ¿de verdad no piensas ponerle un desenlace? ����

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  13. O por dios adoro este fic, tiene un lugar especial en mi corazon. Me gusto mucho como has podido desenrollar problemas autenticos. Eh podido ver a Tom en muchas personas, y a veces personas con habitos asi aveces no tienen remedio, o se dan cuenta cuando ya el daño esta hecho. Siempre regreso a esta serie para leerla... Espero poder llenar mis dudas con el final pronto.������

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  14. Pink!! Soy yo de nuevo,cuando actualizarás?! Ya pasaron dos años!!

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  15. Pink!! Soy yo de nuevo,cuando actualizarás?! Ya pasaron dos años!!

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  16. Me pase dos días seguidos sin parar leyendo esta historia. Es EXCELENTE! Solamente me gustaría que actualizaras una vez más al menos... No te olvides de nosotras jajaja.

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