miércoles, 6 de mayo de 2015

En el campamento - 13

Hola a todos *-* gracias a la insistencia de alguno de ustedes tengo otro capítulo de este fic que está pronto a llegar a su fin. Espero les guste, me gustó hacerlo. 
Tom estaba un poco asustado por el atrevimiento de Bill. Lo tenía encima, besándole el cuello y susurrándole cosas que no creyó que alguna vez alguien le podría decir.

—¿Te gusta? —susurró besándole más fuerte y Tom cerró los ojos, acariciando la espalda de Bill.

—Espera, yo… —se mordió el labio inferior y quiso detener a Bill, pero casi no pudo.

—¿Lo quieres?

—¿Querer qué? —Bill lo miró a los ojos, totalmente ido.

—Todo. —Tom abrió más los ojos y detuvo a Bill.

—Quiero hacerte feliz, Bill, en verdad quiero… —le dio un pequeño beso en los labios—. Pero también pienso que esto es… es tan rápido.

Bill lucía un poco frustrado, con el ceño fruncido se quitó de sobre él, se puso a su costado mirando el techo de la carpa. Por un momento se puso a pensar en lo que estaba haciendo, en esas oscuras intenciones de querer dañar de alguna manera a Tom… Lo había visto tan puro como él se consideraba en un inicio, hace ya un año y ahora sabía que no lo era. Quería que Tom experimentara lo mismo que él, pero a la vez, sabía que no era justo.

—¿Pasa algo? —preguntó Tom, poniéndose de costado. Estaba excitado, lo que había pasado fue para él algo muy sexual; estaba ido y en cierta forma quería que los besos continuaran, pero también le preocupaba Bill, quería entenderlo.

—Lo siento —dijo Bill llevando su brazo a su cabeza, tapando así sus ojos y luego suspiró hondo. Tom alzó su mano y la guió hacia el brazo de Bill y se lo acarició suave, eso hizo suspirar más a Bill.

—Tranquilo —habló suave.

—Tom, ¿tú piensas que esto funcione? —fue la primera vez que se atrevía a preguntar por lo que tenían.

—Yo quiero, ¿tú quieres?

—Es tan pronto, ¿no crees? Esto no funcionará… Lo que empieza en los campamentos son solo… aventuras, no son para ser tomadas enserio, por eso te decía que no te ilusionaras conmigo.

—¿Quién dice algo semejante? No veo que me esté ilusionando, yo solo quiero estar contigo… —dijo queriendo verlo a los ojos, pero Bill se lo impedía.

—No funcionará —dijo dándole la espalda y Tom lo abrazó por detrás—. Falta apenas dos días para que todo esto acabe, no te veré más…

—Yo quiero verte, ir a visitarte, salir contigo; no me importa ser juzgado… no me importa nadie más que tú… —dijo desesperado.

—No te entiendo, Tom, ¿no te das cuenta que todo es una simple ilusión? No me conoces… no soy un buen tipo.

—Ahora comenzarás a mencionar miles de defectos para evitar que vea lo que veo en ti. Sé que es poco tiempo, no sé cómo pasó esto, siento tantas cosas por ti, todo tú me encanta y… quiero protegerte… —abrazó más a Bill al punto de darle un beso en la nuca. Bill suspiró, se sentía bien de todas formas, pero no podía creerle.

—Quién sabe… —Se dio la vuelta y Tom se agitó, Bill estaba pegado a su cuerpo y acortó más la distancia, besándole los labios.

—Aún me sorprende todo esto… —dijo cuando se separaron—, pero sabes, me fascina… —sonrió y Bill bajó la vista, cerró por un momento los ojos—. Sé que no quieres creerme, no sé lo que haya pasado contigo antes, pero Bill, entiende, no quiero simplemente renunciar a esto.

—Como te dije, no me conoces, Tom, no soy un buen tipo…

—Yo veo lo contrario en ti. —Tom acarició su rostro y Bill abrió los ojos—. Eres tan bello… Quiero que esto dure para siempre, quiero que seas mi… ¿novio? ¿Pareja? Como mejor te parezca llamarlo, no quiero alejarme de ti… —Tom tragó saliva, estaba nervioso por decir tantas cosas relacionadas a lo que sentía, nunca antes se había expresado así y ahora ya lo había dicho más por un motivo de desesperación—. Por favor… —suplicó en un susurro.

—No soy… yo estoy… estoy manchado —dijo triste y en un susurro—. No soy digno de ti, ¿entiendes eso, Tom? No quieras ir más allá que luego te arrepentirás…

Tom se quedó muy quieto, en parte se asustó por esa revelación, trataba de entenderlo y muchas cosas pasaban por su mente, pero no quería hablar de eso.

—No quiero arrepentirme… 

—Yo te entiendo —dijo también en un susurro—. Yo era como tú el año pasado… era tan… tan ingenuo, era un niño.

—No me siento un niño

—Ese no es el punto, quiero evitar que salgas dañado en esto, porque te haré daño, Tom. —Tom quería entenderlo, pero no podía, comenzó a ofuscarse y tomó una mano de Bill.

—Es que no me quieres, ¿es así? —Bill lo miró a los ojos y negó.

—Lo siento, es que ya no puedo querer…

—No lo creo, Bill, ¿sabes lo que creo? Que tienes miedo y te basas en el pasado para decidir sobre tu futuro, es eso, te sientes marcado pero en realidad no te has dado cuenta que uno mismo puede sacudirse de esas cosas y volver a empezar… —Bill comenzó a temblar y apretó la mano de Tom.

—No entiendes… —dijo con la voz rota.

—No, el que se cierra eres tú, te cierras en ese pasado del cual no quieres hablar…

—¡Matt me abusó! —dijo empujando a Tom con todas sus fuerzas y Tom se quedó atónito, se asustó con esa información y aunque ya lo había pensado, no creyó que fuera cierto, jamás había conocido un caso parecido, simplemente le parecía que una persona abusada no sería como Bill, sería alguien traumado y es que su concepto de persona traumada era diferente a lo que veía en Bill.

Bill reaccionó muy mal, comenzó a patear a Tom y a hacer ruido pues comenzó a llorar; fácilmente podría despertar a los guías y se ganaría un castigo. Tom se arrodilló y trató de calmarlo, pero Bill estaba lejos de poder lograrlo.

Se agitó, no entendía lo que le estaba pasando, solo trató de tener un espacio para él, evitar que Tom se le acercara, pero casi era una lucha.

—¡Ya Bill, ya, basta! —le dijo tomando sus brazos.

—¡No!

—Shh… ya… —dijo calmado y tapó su boca pues sabía que hacían mucho ruido—. Tranquilo, ya… —Bill estaba muy agitado, se removía, pero poco a poco perdía fuerza.

Tom estaba sobre Bill, casi aplastándolo, se percató de ese detalle y lo jaló para sentarse a su lado. Bill se sentó y tapó su rostro con sus brazos, estaba abrumado y no quería ni hablar, ni mirar a Tom, no quería hacer nada.

—Lo siento… —dijo Tom—. No quise obligarte a decirme nada, no quiero que estés mal…

Hubo un silencio prolongado donde Bill trataba de relajarse y Tom no diría nada más.

—Yo tuve la culpa —susurró Bill, aun sin mirar a Tom.

—Eso no es posible, no creo que tengas la culpa…

—Te digo que sí, tuve la culpa, también de que mi hermano desconfíe de mí… fui capaz de dejarlo con fiebre para verme con Matt y… y le permití todo… —comenzó a llorar—. Ni siquiera tuve el valor de reclamarle… yo no quería, no así…

Tom palideció, quería conocer a Matt y golpearlo, desaparecerlo; no podía entender cómo así había abusado de Bill y ahora comprendía el daño.

—¿Dónde está? —preguntó con cólera.

—No lo sé… nunca más lo vi. Lo peor es que me di cuenta de todo cuando ya todo había pasado… 

—No puedes tener la culpa, Bill, él es el único culpable aquí. —Alzó sus manos y las puso sobre sus hombros—. Escúchame Bill, necesitas mirar al futuro y no más ese pasado.

—¿No entiendes? No queda nada más en mí, ni sentimientos ni pureza, nada, Tom, en cambio tú tienes ambas cosas, sería injusto manchar todo eso, no me siento digno de ti.

—¿Y qué importa eso en estos momentos? Es solo una horrenda forma de pensar que te pertenece a ti, yo no la comparto. Yo me siento digno de ti y tú digno de mí. No veo una diferencia.

—Pero la hay.

—Solo en tu mente, Bill, no es real, entiende, mis sentimientos no han cambiado.

—Cambiarán, Tom… —Tom suspiró y dejó de contradecirlo, solo extendió su mano y lo abrazó, Bill se dejó apoyando su cabeza en su hombro.

—Ya, ya —susurró abrazándolo más fuerte—. Eso déjamelo a mí, son mis sentimientos y ahora… ahora solo quiero tenerte en mis brazos y que este campamento nunca acabe. 

Bill dejó de contradecirlo y cerró los ojos, nunca antes le habían tratado como Tom lo hacía, caricias sin malas intenciones, un abrazo reconfortante, besos en la cabeza y un arrullo que ni su madre le había dado alguna vez.

Para Tom todo era tan nuevo, él no podía imaginar tan siquiera la idea de ser abusado, lo que implicaba, lo mucho que afectaba; no tenía idea de lo que debía hacer e incluso le pereció difícil ponerse en su lugar, él sabía que si algo así le pasara lo hubiera dicho a medio mundo, su mamá hubiera salido en su defensa hasta meter a la cárcel a la otra persona, hubieran hecho un escándalo y hubiera terminado en terapia, más que seguro eso, pero no podía imaginar lo afectado que estaría, así que solo se aferraba al delgado cuerpo de Bill, lo abrazaba con mucho cariño y besaba sus cabellos comenzando a tararear una canción. Quería animar a Bill, que dejara de sentirse mal, quería absorber toda su tristeza y regalarle una sonrisa.

Bill, poco a poco, se relajó y terminó durmiendo en sus brazos, muy junto, Tom se recostó y Bill se acomodó sobre su vientre suave, Tom se lo permitió y con una mano continuó acariciando su cabeza hasta que se durmió. 

A la mañana siguiente, ambos despertaron muy tarde por la bulla de los demás del campamento. Ambos estaba uno al lado del otro, destapados, se habían movido al estar dormidos y ahora estaban entumecidos. 

Tom se sentó primero y acarició el hombro de Bill, éste abrió los ojos y luego sintió vergüenza. 

—Buenos días —dijo Tom con una sonrisa y Bill le dio la espalda—. Hey, Bill… —acarició su espalda y Bill se removió—. Bill…

—¿Qué? —dijo serio.

—Hum… ¿todo mejor?

—Sí… —susurró—. Pero quiero que olvides lo que pasó ayer.

—Será como tú digas. —Se recostó a su tras y besó su hombro—. Solo quiero que estés bien, ¿estás bien?

—Sí… —dijo volteándose, encarando a Tom. Vio esa mirada sincera y pura del rubio de rastas y por primera vez en tanto tiempo, se sintió afortunado y aliviado—. Bésame… —pidió con pequeña voz y Tom se emocionó, no podía ocultarlo.

Se acercó lento y antes de poder hacerlo, un guía golpeó la carpa.

—¡Jóvenes, es tarde! —gritó y Tom se lamentó.

Ambos tuvieron que levantarse y cambiarse muy rápido antes de ganarse un castigo ridículo.

La mañana volvió a ser la misma de antes, con la diferencia que Tom se sentía más que enamorado, se sentía feliz… no quería que el campamento terminara y cuando pasara buscaría la forma de ver a Bill, estaba decidido. Las muchas excusas de Bill no sirvieron para arruinar su ilusión. Sabía que debía luchar.

—¡… se supone que deben tener sus regalos para la entrega final! ¡Recuerden que debe ser hecho a mano! —gritaba uno de los guías. Era ya la tarde y estaban almorzando. 

El grupo de Andreas comenzó a molestar a Bill y a mandar sus indirectas de siempre.

—Ey, marica, ¿quién te ha tocado del amigo secreto? —Molestaba a Bill y Tom miraba a Andreas con desaprobación—. ¿Es tu novio?

—¿Algún problema? —dijo Tom molesto y Andreas se sorprendió.

Bill tomó su brazo y Tom evitó levantarse e ir a la otra mesa a querer discutir. Bill se sorprendió un poco, comenzó a valorar a Tom por no importarle el resto y querer defenderlo.

A horas de la tarde, los dos, sin decir nada, escaparon lejos de los demás grupos y guías hacia la casita en el árbol, solo que esta vez Bill no quería subir, solo estaba parado bajo la escalera de soga y miraba con angustia a Tom.

—¿Qué pasa? —Tom no entendía.

—No lo sé…

—¿No quieres estar aquí? 

—Creo que… —miró hacia la casita—. Creo que allá arriba está mi pasado.

Lo había estado pensando, Bill aun no renunciaba a Matt y todo el recuerdo, aun no podía deshacerse de todo lo vivido y parte de eso era la casita…

*

—¿Qué lugar es este?

—Es mi casita —dijo Bill con una enorme sonrisa… 

—Oh, vaya… ¿sabes? Si el campamento no estaría por terminar te llevaría ahí y te haría mío —dijo Matt mirándolo con deseo, Bill solo se sonrojó.

—Oh… jeje… sí. —fue todo lo que pudo decir con nerviosismo.

—¿Sí? ¿Es un sí de permiso? —Bill asintió, pero dentro de él se moría de miedo.

—Pero no sé cómo sería… —dijo con débil voz.

—Yo te enseñaré, recuerda siempre Bill, no serás de nadie más que mío. —Bill asintió frenéticamente—. Si me entero que te le regalaste a otro me perderás.

—Eso no pasará —dijo rápido y Matt se le acercó, tomó su cabello e hizo que lo mirara a los ojos.

—Eres todo mío —dijo y Bill asintió comenzando a agitarse—. Y esto es mío. —Tocó su trasero con una mano y lo apretó ocasionando que Bill soltara un pequeño chillido y luego lo besó sintiendo cómo Bill temblaba. Sabía, porque era evidente, que Bill le haría caso.

*

Todo ese lugar secreto le recordaba a Matt, incluido el riachuelo de flores amarillas y el muñeco de trapo, pero en especial la casita en el árbol pues Bill subía y escribía en los libros sus vivencias, guardaba las flores que Matt le daba y alimentaba toda su ilusión.

Esa casita representaba a su pasado, un pasado oscuro y doloroso. 

—Pues necesitamos hacer algo —dijo Tom mirando hacia arriba y luego se animó a subir.

—¿Qué haces? —Bill quiso seguirlo, pero Tom no se lo permitió, casi lo patea al impedirlo y cuando subió, se ocultó dentro por un momento—. ¿Tom?

Tom asomó la cabeza con unas tijeras oxidadas. —Creo que lo mejor es cortar el nexo.

—¿Y cómo bajarás? Estás loco…

—Todo tiene un riesgo, Bill, si es para que nunca más vuelvas a subir aquí y leer tus cosas que te recuerdan a Matt, valdrá la pena lanzarme de regreso.

—Estás loco… —dijo asombrado y luego vio cómo Tom cortó ambas cuerdas que eran la escalera…

La vio caer y luego sus ojos se llenaron de lágrimas, miró hacia arriba, Tom lo miraba decidido y serio. Bill bajó la vista hacia la escalera y la pateó hasta dejar de verla. Miró arriba y Tom le sonreía, entonces, con lágrimas en los ojos, Bill le sonrió.

—Ahora ayúdame a bajar… —Tom se colgó en el borde de la casita y Bill quería sostenerlo, pero apenas y la punta de sus dedos chocaban en sus pies. 

—No alcanzo… —Y Tom saltó, con temor y todo, saltó y cayó sobre Bill.

Inmediatamente trató de levantarse y preocuparse por Bill. —¿Estás bien?

—Sí… —dijo bajo su cuerpo, con hojas de árboles en el cabello, Tom se arrodilló y se quedó viéndolo. No sabía si estaba bien, pues tenía lágrimas en los ojos, pero una sonrisa en los labios.

—No más del pasado, Bill… —Bill se sentó a su lado y solo optó por darle un beso de esos largos y lo abrazó. 

Él también comenzó a desear que el campamento no terminara…

Bill comienza a sentir lo que nunca creyó que volvería a sentir. Veremos cómo termina esta pequeña historia. Gracias por leer, espero comenten, siempre es de apoyo leer los comentarios *-* besos!

8 comentarios:

  1. Muy Bello! Bill se está dejando llevar por sus sentimientos y Tom le corresponde!!. Ahora ¿aparecerá Matt? o.O. ( Ivi )

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    1. Ivi!! *-* no sé si aparecerá Matt, lo más probable es que sí, pero por ahora, en el siguiente capítulo, viene en final del tortuoso campamento xd Gracias por comentar *-*!!!!

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    2. Punk! Yo quiero seguir leyéndolo! Llevo ya dos años esperando! No quiero terminar como Bill xD, cuando lo seguirás? Dijiste que sería un longfic!

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  2. Me encanto, ahora Tom sabe lo que el maldito de Matt le hizo a Bill, en verdad espero que ese idiota no aparezca y que ahora que terminen el campamento espero que sigan viendose >.<

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  3. Que hermoso!! En verdad ya tenia mucho tiempo de que no escribías de este fic, agradezco mucho que aun con todo tu trabajo, sigas escribiendo, muchas gracias pink.

    Atte. Lily V.

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  4. OMG !!!! me encanto !!!! continua porfissss !!!

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  5. OMG !!!! me encanto !!!! continua porfissss !!!

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  6. ¡Bill mas te vale hacer feliz a Tom que ah echo y aguantado de todo por ti!

    Me encanto este capítulo mas que todo porque Bill se comportó muy lindo *-* siguelo pronto~ saludos.

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