domingo, 12 de enero de 2014

Adultez - 19

Hola a todos *-*~ lamento demorar algo xd gracias a todos los que comentan y siguen el fic *-* y no gracias a los que critican sin base XDDD ok no, amo las críticas, pero cuando solo busca manipularme me molestan un poco, es decir, me tomo la paciencia de estructurar personajes y ellos actúan por si mismo, no me pidan un Tom amable o fiel porque saben que éste es un cerdo u_u así lo conocieron... no cambiará :c pero veremos cómo se desenvuelve la historia por si misma. El final se acerca... n_n 
Esa noche no pudo dormir bien, se sentía tan mal y era un nuevo sentimiento que le carcomía por dentro, era lo que todos llamarían culpa, sin embargo eso en Tom era algo nuevo, un sentimiento poco conocido en donde su razón peleaba con sus bajos instintos. 

Debía olvidarse de esos pensamientos, ¿pero cómo lo haría? No lo sabía.

Bill se aferraba a su cuerpo como un gatito somnoliento y suspiraba entre sueños de seguro soñando con él, ¿cómo podía estar tan tranquilo? Tom se peguntaba eso una y otra vez.

Al fin, cerca de la madrugada pudo dormir ya cansado de tanto pensar. Sus sueños lo envolvieron en esos ojos verdes del chico de la librería.

Bill despertaba con una sonrisa en sus ojos y se acomodó un poco lejos de Tom mientras bostezaba y se estresaba por todo lo que ese día debía hacer. Alistarse para la universidad era algo que lo tenía estresado, ¿y si sus compañeros se enteraban que era gay y por eso lo discriminarían? ¿Y si sus profesores se empecinaban con él? Debía ser muy responsable para dar una buena impresión desde el inicio.

Sonrió al escuchar un suspiro de Tom y Bill se lamió los labios percatándose de que se encontraba casi excitado de la nada. Últimamente eso pasaba, era como descubrir todo el mundo de la sexualidad en apenas días junto a Tom.

Con cuidado, se arrodilló observando a Tom dormir y sonrió ante la vista. Para Bill se veía adorable. Su cabello rubio estaba un poco crecido, cuánto tiempo había pasado, se puso a pensar en todo lo que pensaba mucho antes de Tom, que era un cerdo, un mal hombre y ahora parecía cegado por los sentimientos que no podía ver maldad en él.

Pero bajó la vista un poco resignado, Tom seguía siendo el mismo, tampoco podía engañarse diciéndose a sí mismo que era un hombre bueno y fiel… hace poco había pasado lo de Vicky y luego lo del chico rubio; no podía confiarse así no más. 

Vio conveniente despertar a Tom con besos en el cuello, se le acercó cariñoso y así logró despertarlo y luego metió sus manos por debajo de su polera para acariciar su piel.

—Buenos días, mi Tom —saludó repartiendo besos y Tom abrió los ojos un poco ojeroso por la mala noche, vio a Bill sonriente, tan hermoso y creyó que eso bastaba para sentirse bien a su lado.

Los besos comenzaron a hacerse más intensos, más húmedos que Bill terminó sobre Tom en busca de sus caricias que no se hicieron esperar.

Tom lo observaba con detenimiento, gustando de sus facciones, de cómo abría la boca para respirar y jadear. Le gustaba Bill, no podía negar que le gustaba todo lo que podía ver de él. Pero Bill pudo notar su extraña forma de actuar, como buscando más de él. Ya le había quitado la ropa a la fuerza y quería hacerlo suyo, Bill estaba sentado en los muslos de Tom y se dejaba acariciar, pero veía en su mirada algo diferente.

—¿Todo bien? —preguntó tomando su rostro con ambas manos y mirándolo directo a los ojos en busca de respuesta.

“No”, pensó Tom, pero tragó saliva y asintió ante su pregunta viendo a Bill fruncir el ceño. —Me ocultas algo, sé darme cuenta, ¿qué es?

—¿Darte cuenta? ¿De qué? —lo miró sorprendido y con los ojos muy abiertos.

—No te hagas…

—¿Qué? —Tomó sus hombros y lo sacudió un poco. “Dime qué es lo que tengo…” pensó mirándolo a los ojos.

—No lo sé, te noto distinto, estás distinto… ¿pasa algo? —Tomó su rostro para verlo de cerca, alternando su mirada. 

Tom pestañeó muchas veces y solo pudo acercarse al rostro confundido de Bill para darle un beso prolongado. “No sé qué me pasa, pero te necesito” dijo su voz interior y se sintió culpable. Últimamente esa sensación lo ponía de mal humor, el sentir que hacía mal, el saber que Bill no merecía ser engañado, sin embargo, no podía controlar sus pensamientos. Él era un pervertido y eso sería muy difícil de cambiar.

Bill, por su lado, solo abrazó más a Tom, sobando su espalda y luego cayó en la cama iniciando lo que sería sexo en la mañana, algo al cual estaba acostumbrado en esos últimos días. Pero no estaba muy conforme, pudo notar en Tom una energía diferente… estaba demasiado rudo como si quisiera marcarlo. Trababa de entenderlo, pero cuando quiso decir algo, Tom lo había volteado en la cama y lo tenía presionado. Su pierna había comenzado a doler, pero sus quejas excitaban más a Tom y lo obligaban a seguir.

—¿Qué sientes? —preguntó Tom con rudas embestidas, moviéndose tanto que la cama golpeaba la pared y Bill estaba un poco asustado.

—Detente, Tom, para… —Trataba de arrodillarse, pero le era imposible, Tom presionaba su cuerpo de manera posesiva.

—¡No! —cerró los ojos sintiendo esas agradables sensaciones que la estreches de Bill le daban, “¿cómo piensas cambiar esto?” se preguntó el mismo. —¿Te gusta? —preguntó abriendo los ojos y éstos fueron abajo, al pequeño trasero de Bill y se quedó fascinado con la vista erótica de su pene entrando y saliendo.

—Estás extraño —intentó apoyarse en sus codos, abrió la boca para gemir un poco y luego intentó verlo—. No me mires ahí… Tom, ¿pasa algo? —Tom rió acelerando y Bill apretó las manos en la cama, mordiendo una almohada. 

—Quiero que me digas lo mucho que esto te gusta, ¿qué se siente? —Los ojos de Bill se pusieron por un momento en blanco.

Cuando todo subía, la sensación placentera se volvía tan embriagadora que le imposibilitaba de reaccionar, Tom podía ver eso y en cierta forma sintió envidia y se detuvo saliendo de Bill, dejándolo moviéndose en la cama, agitado, queriendo más.

—Tom… —reclamó frunciendo el ceño y Tom no pudo creerle capaz de tomar su miembro y dirigirlo a él mismo para penetrarse. Tom se quedó quieto ante eso y vio cómo Bill, con dificultad, se arrodillaba y se movía desesperado por sentirlo.

—Goloso —rió Tom y le dio una nalgada.

Bill se sentía descontrolado, pero Tom muy curioso.

Simone bajó rápido a la cocina habiendo escuchado cosas terribles en el cuarto de Bill, su hijo ya no era un niño y ella debía respetar eso, así que bajó para hacer el desayuno un poco preocupada… Su instinto de madre no le dejaba en paz con respecto a Tom, ¿cómo así un jovencito rico mayor que su hijo podía convivir con él? ¿Lo amaba? ¿En tan poco tiempo? Solo esperaba que no le hiciera daño, porque ella muy bien sabía que el sexo une más a las personas y si ya habían empezado con eso, para Bill sería más difícil superar la pérdida de Tom si es que éste lo dejaba.

En la habitación, ambos habían terminado y Tom presionaba el rostro de Bill con una mano para ver la expresión en su rostro al momento de correrse.

—Eso te gustó, ¿verdad? —Bill quería negarlo, pero no podía, sexualmente hablando le había encantado, todo fue rápido y fuerte al punto de dolerle todo el cuerpo, había sido fantástico y una sonrisa se formó en su sudoroso cuerpo, pero no podía estar tranquilo, se había sentido bien pero podía darse cuenta que algo extraño pasaba con Tom.

—Ahora dime, ¿qué te pasa? Tú no eres así… de repente te comportaste fuera de control… —Tom se puso serio y evitó verlo. Estaban recostados en la cama sucios de sudor y semen.

—Me vuelves loco, ¿no es así como debe ser? Qué más quieres… —Bill hizo una mueca de disgusto, no estaba conforme con esa respuesta.

—Fuera del sexo, algo raro te pasa, lo presiento, por eso te pregunto, porque quiero saberlo. —Tom hizo un leve contacto con sus ojos y apretó los labios pensando… “Quisiera saber lo que tú sientes”, pensó pero no lo dijo, “me siento un puto curioso… pero tú no me darás lo que quiero”, frunció el ceño.

—Todo está bien —dijo con culpa—. Oye, hoy hay tantas cosas por hacer, ¿nos bañamos? —Bill, un poco desilusionado, asintió.

*

De regreso al pequeño departamento, Bill se lamentaba por no tener la agilidad suficiente para movilizarse mejor, para todo dependía de Tom y eso muchas veces lo ponía de mal humor.

Tom se abstraía en su mente, pensando muchas cosas, sintiéndose incómodo por las llamadas de atención de Bill.

—¡No puede ser, Tom! —gritó Bill bastante fastidiado—. Te dije para comprar los libros en las librerías de segunda mano, me falta uno y es el más importante, ¿ahora cómo lo compraré? Está en la lista de entregados pero no está acá, capaz se cayó de la bolsa, aishhh, qué estrés… —Tom recordó al chico de la tienda inmediatamente.

—Iré por tu libro —dijo rápido sorprendiéndose de él mismo. Bill lo miró con emoción, tanto le había gritado, no se esperaba ese arranque de amabilidad del otro, así que se le acercó con una sonrisa en los labios.

—¿De verdad? —miró a los ojos de Tom y éste evitó su mirada—. Gracias Tom, pensé que te negarías, pensé que sería yo el que tendría que solucionar este problema, pero veo que no y te agradezco. 

Tom se apresuró pues temía que Bill se diera cuenta de sus intenciones y al salir por la puerta se apoyó en ésta deteniéndose un momento a proseguir… no era correcto, había algo en él que le decía que no, que no debía ir a esa librería, pero luego la curiosidad pudo con él y la oportunidad de escapar un momento lejos del malhumorado de Bill.

Pronto, la sensación de culpa fue reemplazada por una motivación que era casi una excusa, “quítate la espina y estarás tranquilo”, se repetía una y otra vez, “si Bill no se entera no es hacerle un daño…”, ese pensamiento lo tranquilizó un poco.

Bill, en su departamento, se detuvo un momento de tanto estrés, de tantos quehaceres y quiso relajarse viendo televisión y llamando a sus amigos. Se había alejado de Nicole, del profesor Jared, de todos y eso le hacía sentirse extraño y aislado.

—¿Aló? A los años, Bill… —contestó su vieja amiga Nicole.

—Lo sé, disculpa por eso, pero tomar distancia nos ayudaría, lo sabes. Te llamo porque quiero saber cómo estás…

—Estoy muy bien. —Bill sonrió—. Tengo una relación bastante buena con Gustav, se ha portado bien conmigo, no me puedo quejar… —rió en el auricular y eso le hizo sentir un poco de envidia a Bill—. ¿Qué es de ti? Lo último que escuché fue que te declaraste gay y que estabas con ese tipo que una vez te vino a buscar en la escuela, todos ya lo saben. —Bill frunció el ceño, sabía que su condición no sería tan bien vista, pero debía sacar cara por su relación.

—Sí, estoy con él.

—¿Pero te va bien? No es por nada, pero me dijeron por ahí…

—Nicole… —Bill la interrumpió porque creía le diría lo mismo, que Tom era un cerdo—. Sé cómo es Tom.

—Comprendo, no quiero comentar mal de él si tú ya sabes cómo es.

—No lo conoces —defendió Bill arrepintiéndose por la llamada.

—Claro que no, pero la gente sabe quién es el hijo de los médicos más reconocidos de la ciudad.

—¿Y qué es lo que han escuchado?, a ver dime. —Se preparó para escuchar lo que ya sabía, sin embargo tuvo cierto temor.

—Bueno… le han visto con chicas, es popular en las fiestas, hum… le han visto hasta con hombres, todos piensan que quizá hasta puede tener una enfermedad… Y a muchos le sorprende que esté contigo, hum, no es por nada, pero ten cuidado… así como ha dejado a tantos, puede dejarte. —Bill tuvo que colgar el teléfono sin avisarle pues le dio un poco de mareo lo que ella le decía, no quería pensar en todo eso, en lo negativo que era estar con Tom y sobretodo en el riesgo que eso implicaba. Entonces por primera vez en tanto tiempo se sintió perdido e inseguro. 

*

Cuando Georg vio entrar a Tom, supo de inmediato a qué venía. No por el libro ni reclamos de ese tipo, claramente en sus ojos había otra cosa que hizo que Georg se le acercara poniendo un mechón de sus castaños cabellos detrás de su oreja y vio cómo Tom tragaba saliva de los nervios.

—Ven conmigo —dijo Georg con grave voz, invitándole a pasar al pequeño almacén de libros que había más al fondo y Tom no pudo creer lo rápido que todo ocurriría.

—Verás, yo… yo… —Tom no sabía cómo decirle todo lo que sentía.

—Sé lo que quieres, me atraes mucho desde el primer día que te vi, ¿por qué complicarlo todo? —Tom pudo ver que Georg era exactamente como él hace meses… el decidido Tom, el que no andaba con rodeos, al que le gustaba tirarse un polvo, follar como forma de diversión, era su vívido reflejo y hasta la forma en cómo lo veía le recordaba a él y sus hazañas de conquista.

—Hum, solo quiero conocerte un poco más, ya sabes, quizá salir un día, yo… —puso excusas pues sintió temor, nunca había estado de lado de Bill, de un pasivo y pensó que lo mejor sería cuidarse un poco y no acceder tan rápido.

—¿Quieres conocerme más? —Tom asintió bastante intimidado.

—Debo irme, hum, el libro… —pidió buscando con manos temblorosas el libro que hacía momentos Georg había sacado en el mostrado y luego su vista se clavó en las manos de Gerog y cómo lo ocultaba debajo de su apretada camiseta—. Georg… —reclamó.

—Ven por él… —rió sugestivo se adentró en el almacén a vista y paciencia de algunos otros en la tienda.

Tom avanzó y se adentró en el cuarto oscuro, comenzó a agitarse cuando sintió a Georg acariciarle y besarle el cuello—. Sólo déjate llevar… —le susurró.

—El libro. No quiero jugar.

—¿Jugar? —le acariciaba el cuerpo a su antojo—. Nadie está jugando, vamos… sé que quieres esto, ¿qué te impide? —Era lo mismo que él solía decirle a Bill cuando lo acosaba en la casa de sus padres y amaba sus reacciones. Suspiró con ese recuerdo.

—Me impide mi novio. —Georg se detuvo por un momento y tomó el rostro de Tom en sus manos, mirándolo en la oscuridad. Podía ver sus pupilas dilatadas en señal de excitación y deseo.

—Bah, mira cómo estás… —posó una mano en su entrepierna notándola dura y sonrió ante eso para luego besarlo y meterle la lengua tan hondo como pudo, pero Tom se separó bruscamente—. Tu novio no te dará esto nunca, tú lo sabes.

—Debo irme. —Sentenció sabiendo que no podría razonar más con tanta provocación y salió nervioso, casi corriendo y sin el libro.

Algunos presentes se dieron cuenta de la huida del joven que lo creyeron ladrón, pero pese a los gritos Tom no se detuvo.

Caminó por las congestionadas calles y tomó su moto para manejar a cualquier lado. “Maldita sea Tom, no puedo creer que hayas huido como una niña virginal, es ese bendito niño que te tiene así, es Bill, date cuenta, te ha arruinado la hombría.” Acusaba la mala voz en su cabeza. “No, no, hiciste bien en escapar, si algo hubiera pasado… sería el fin, no, Bill no me perdonaría otra mamada como esa, no… debo ir por su libro en alguna tienda de segunda mano.” “¡Qué humillante, el gran Tom Trümper dominado por un niño afeminado, no puedo creerlo!”

—¡Ya basta! —se gritó a él mismo acelerando en su moto.

Frenó al ver una tienda de regalos muy vistosa y con la culpa sintió que debía comprar algo, algo muy caro… algo que lo atara a Bill o atara a Bill a él.

Había una muy fina joyería en una sección de la enorme tienda y Tom vio conveniente comprarle un aro a Bill.

—Quiero este —señaló uno plateado en forma de “infinito” que brillaba de manera tentadora. 

—Señor, ¿me permite su tarjeta? —pidió y es que el que quería valía mucho. Tom le pasó una de sus tarjetas y la señorita de la tienda hizo la transacción. Tom se dio cuenta que el anillo costó todo lo que tenía en esa tarjeta dejándole un salgo de solo céntimos. ¿Cómo haría para sobrevivir ese mes? No lo sabía, pero ya lo había comprado.

Se fue con la cajita de la joya en uno de sus bolsillos y luego manejó hacia la sección popular de la ciudad donde vendían libros de segunda mano. Suspiró viendo su billetera, el sencillo que tenía y así, terminó de gastarlo todo completamente en un libro que tomó con cierto asco, pero no había de otra, no podía retroceder a la otra librería… sabía que si lo hacía algo muy malo sería capaz de hacer.

Regresó a casa muy cansado… regresó y acarició la cajita de terciopelo que tenía en el bolsillo, nunca en su vida había hecho tal cosa, pero siempre habría una primera vez para todo, aunque la culpa por haberse dejado besar estaba latente en su mente.

Un anillo, ¿qué significa los anillos en las parejas? ¿Creen que eso sea una solución? Veremos >:D ¿Qué piensan de Tom o de Bill? ¿Tienen futuro u_u? 

9 comentarios:

  1. Mmm no creo que ese anillo tenga un significado especial para Tom, solo significa culpa por casi traicionar a Bill y la unica forma que eso no pase es que Tom este realmente enamorado de El, y por lo que logro percibir si lo quiere pero es obvio que no lo ama. Seria bueno que pruebe con Georg y ahi talvez se decida o se de cuenta que solo quiere a Bill. Aunque en la naturaleza de Tom no esta ser hombre una sola persona, quien sabe, talvez y el amor si le de vuelta a su mundo!

    Animo y a seguir escribiendo Pink!

    Cari Kaulitz (Una de las tantas seguidoras fantasma xd )

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  2. Bueno empezando a comentar, mmm no lo se respecto al anillo, creo que a Tom en particular ese anillo no le significa nada, ni amor ni nada, eso solo es una forma de querer estar limpio con su conciencia despues de haber traicionado a Bill otra vez, por otro lado me alegro mucho que no haya pasado de un simple beso, aunque bueno siedo Tom todo puede pasar porque es un cerdo. Tambien siento que Bill esta empezando a ver las cosas un poco diferentes, es decir osea se que cuand estas enamorado perdonas hasta la peor cosa que te hagan, pero el ya esta recordando que Tom no es un santo. Por otro lado estoy ansiosa para que Bill entre a la Uni, porque ese cambio de aires le ayudara a Bill estoy segura, tal vez y hasta madure mas y sobre todo en cuestiones de amor :3
    Bueno Pink sabes que ame el capitulo como siempre y lo estuve esperando, me encanta como sigue la trama de la historia, odio-amo a Tom haha Espero la sigas muy pronto :) Cuidate mucho x

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  3. Me lá pusiste dificil pink segun yo el anillo por su forma representa eternidad... En las parejas usualmente es una promesa o un compromiso para mantener sus vidas unidas pero en verdad dudo que Tom quiera eso, es decir... Es un cerdo!!! a mi parecer lo hizo simplemente para que no le pese tanto la conciencia por ser tan bastardo... ES usual que las personas infieles traten de aminorar lá culpa con objetos materiales sai que... NO LO SE!!!! En verdad me dejaste con lá duda... Espero capi pronto Y que me saques de lá confusion, me a encantado el capitulo

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  4. Ohh un anillo. ..el significado más tradicional es el compromiso, sí algo que ate a Bill a él, pero también él queda atado. Pero dadas las circunstancias por las que lo compro, sabemos que es mas por culpa que por otra cosa :( y me temo que Bill se va a ilusionar con el anillo y el símbolo de infinito.
    Ahora sobre Tom, él quiere ser pasivoooooooo, anda Pink deja que experimenten un poco, que indirectamente le sugiera a Bill o que Bill vea algo y también le entre las ganas de saber que se siente estando arriba. No sé, no dejes a Tom con esa duda...ya sé ponle "afrodisíacos" a Bill xDDD.
    Quiero creer en Tom, quiero pensar que si no ha llegado a "culminar" parte de sus actos tan anteriormente comunes, es porque está en camino del enamoramiento o ya está pero lo ignora.
    Esa Nicole.... tonta y ese Jared buuuuuuu!.
    Besos.
    Adriana!

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  5. Que no haya dejado que pasara algo mas con Georg ya dice mucho. En fin veremos el desarrollo del fic. Y tambien me gustaria que Bill sea quien mate su curiosidad y pruebe que se siente estar arriba. Uyyyy que emocion!!!

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  6. Bueno creo que el anillo es una compensación de Tom para Bill por haber dejado que lo besara y por tener la intensión en el momento de ir a probar, sin embargo, para Bill significará mucho más, para él será como comprometerse como formalizar su relación aun más, y creo que Tom no tiene eso en mente.

    Por otra parte, creo que Tom si esta enamorado, sólo que no sabe como actuar, no conoce el amor, ni como debería ser, no tiene reglas que seguir ni moral que lo guíe, por lo que todo es más difícil para él y Bill debe aprender a lidiar con eso, creo que está en las manos de Bill el guiarlo y ser paciente para que le muestre como debe ser el amor.

    También debe ser más atento, Tom prácticamente le dijo que era lo que quería con sus preguntas "¿te gusta?¿qué sientes?¿qué se siente?", Billy debes darle eso a Tom o fácil podrá perder el rumbo, sabes que es un cerdo y debes darle a tu cerdo lo que le gusta para mantenerlo contento XD

    Bueno nos vemos en el próximo...

    Atte. Lily V.

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  7. Lo del anillo me entró la duda. Aunque claro me emocioné que le comprara aquello a Bill y así confirmar que realmente está enamorado.

    Mátale esa curiosidad pronto, por dios. Pobre Tom anda sufriendo por querer saber que se siente y si se lo da Bill, yo creo que ahí se sintiría satisfecho con todo. Capaz y Bill sea mejor que él en la cama (?) jajajaja.

    Dices que queda poco y estoy ansiando ese final *w* No sé cuanto capítulos serán, quizás los mismos que de "Niñerías", y si es así, toca esperar mucho ;w;

    En lo que respecta a Jared y Nicole, no interfieran. Menos debería de hacerlo la chica, si ya tiene a Gustav. Debería dejar de fastidiarle la mente a Bill, que sigue pensando en muchas cosas hasta quebrarse la cabeza en ello.

    Espero actualices ^^ Están buenísimos tus fics y desde que los ví en TH Ficción, me vine directo aquí.

    Primer comentario en tu blog y espero seguir haciéndolo xD

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  8. RARO RARO RARO!
    me refiero a que obvio Tom no cambiará quien es de un día para otro, en parte no me molesta que sea un cerdo porque siempre lo fue, así lo conocimos, PERO cuando salía con Andrej y ni lo tocaba por pensar en Bill :3 pensé que iba por un buen camino </3 y ahora de repente quiere ser el uke (?) y pierde su personalidad tan avasalladora :/ mmmm no sé , weird! y en cuanto al anillo, siento que lo compró por culpa, no significa nada

    Esperooo el próx, ojala luegito ! saludos.

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  9. Gracias a todos por comentar *-* lo valoro mucho y sé que tienen muchas dudas, espero pronto poder darle un final digno a este fic.
    Los quiero *-*!!!!

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