jueves, 2 de enero de 2014

Corazón - II

Hola a todos, quería subir esto ayer, pero ni modo, esto es lo que llamo una "secuela" es como una piedra en el zapato que te deja un fic y quieres continuarlo, imaginas muchas cosas hasta que te decides escribirlo y es como tenerlo en la punta de la lengua, no me demoró más que horas en concretarlo. Esta es la parte de Tom en Corazón.
Mi corazón late desbocado, parece como si quiera salirse de mi pecho.

He corrido, he escapado de Bill porque me sentía muy abrumado. Odio ver sus lágrimas, mi hermano no es de llorar, no, y para mí verlo o escucharlo llorar es una tortura y me enferma. 

Mis manos tiemblan, todo yo tiemblo. Haberme dejado tocar por mi hermano es algo que no me quiero perdonar.

No me pregunten si lo quiero, es algo que no sé cómo contestar, son muchos sentimientos que estoy seguro nadie podría sentir ni menos entender. 

Las personas conocen a otras personas y se enamoran, eso es lo normal, pero no para mí, yo vine al mundo junto con mi otro yo, mi complemento, los dos somos uno, pero ahora esa mitad se ha separado de mí, se ha ensuciando, se ha profanado y con eso me ha dañado, algo que considero no tiene remedio, al menos que el tiempo se revierta… cosa que no pasará.

Me siento solo e incompleto y aunque mi consuelo esté solo a metros de distancia, no puedo recurrir a él… el vínculo ya se ha roto, ¿qué se hace en esos casos?

Decido bañarme, lo necesito con urgencia, aun puedo oler su sudor mezclado en mi piel, aun siento su esencia dentro de mi cuerpo y me desespero por limpiarme, por purificarme de alguna forma.

Estoy desnudo en mi cama y oigo unos golpes fuertes en la puerta, es él… toca con insistencia y me grita.

—¡Abre! —demanda, a él le desespera mucho cuando no hacen su voluntad, pero me siento débil, no es buena idea abrir.

—¡Déjame en paz! —grito con rabia, intentando modular mi voz para que suene como la de él cosa que es difícil de conseguir.

—Tom, abre. —Suaviza su tono, pero no conseguirá convencerme.

Los minutos pasan y ya estoy vestido. Puedo percibir que sigue en la puerta, oigo su respiración y hasta los latidos de su corazón, siempre fue así, esos sonidos que me trasmiten paz y seguridad, sin embargo, ahora me atemorizan, me son espeluznantes, metidos en mi mente, lo siento cerca pero a la vez muy lejos, su presencia ya no llena mi vacío interior ni consuela mi tristeza.

Busco mi celular con manos aun temblorosas y llamo a una persona que le es desagradable a él, pero la necesito.

—Tom, ¿pasa algo? —ella ya ha sabido interpretar mis silencios, buen paso.

—Yo… necesito salir de aquí.

—¿Pasa algo con Bill?

—Sí —confieso y oigo una patada en la puerta. 

—¡Tom, abre! ¡Abre! —Se desespera, de seguro sabe a quién llamé—. ¡No saldrás con esa ramera!

Siento la ira recorrerme el cuerpo desde abajo hacia arriba, el calor se apodera de mis mejillas y me siento explotar, ¡me daña, me pone mal!

Abro la puerta y lo empujo con todo ese mal sentimiento recorriéndome el cuerpo, lo miro a los ojos y lo golpeo contra la pared. —¡Deja de atormentarme! —grito con el dolor de mi pecho, con el dolor de la garganta a punto de llorar, no soporto verlo así.

No puedo verle otra vez, mis piernas flaquean, mi fuerza se va en segundos. Me asfixio.

Salgo de la casa como puedo, no miro hacia atrás, no hago caso a sus gritos.

Ría me espera en la esquina del departamento y subo a su auto desesperado. No quiero contarle nada, quiero olvidarlo todo. Ella entiende, ella ha aprendido a entenderme a pesar que sabe lo que hice… lo que hicimos Bill y yo. 

Llegamos a su departamento y ella solo me observa comprensiva. 

—Caí otra vez… —confieso sin mirarla. Se supone que tengo una relación con ella, sin embargo es la relación más extraña, es casi una amistad. Ella sabe que no soy libre.

—Lo mejor sería… lo mejor sería separarse. —Esa palabra me hace fruncir el ceño y apretar los puños.

—No puedo Ría, no puedo separarme de él. —Veo sus molestias, a ella no le ha gustado lo que le he dicho, pero es la verdad, no puedo separarme de él, es imposible, no es una solución.

—Entonces no te quejes. —Ahora soy yo el que se ha molestado y le doy la espalda pensando en que si sigue así terminaré separándome de ella.

Miro por la ventana el amanecer, tengo mucho sueño y decido solo dormir. Mañana quizá vea a Bill o quizá no.

Lo amas demasiado… admite mi corazón en la clandestinidad, no puedo tapar el sol con un dedo, no puedo seguir negándolo pero tampoco admitirlo.

*

Los días han pasado, la rutina ha sido de beneficio para todos. Bill y yo hemos regresado al estudio como de costumbre, hemos gritado a mucha gente y hasta nos hemos reído cómplices de algunas travesuras. Llamamos a Georg y Gustav para ver cómo seguían con las grabaciones allá en Alemania, ellos son mucho más responsables que nosotros, merecen unas muy buenas vacaciones, pero sabemos que Bill es muy tirano y no les dejará.

Me ha intentado abrazar entre risas, pero yo he escapado, siento que eso es lo que le ha puesto de mal humor y ahora discute con algunos productores.

Me doy el tiempo de revisar mi teléfono, veo a las fans pidiendo disco y diciéndome cosas sucias. No extraño los escenarios y así como estamos dudo mucho que el disco esté para el 2013. La producción fue tan insistente en decir que fijáramos una fecha y hasta puso algo en Facebook, pero vaya que no saldrá. No habrá disco así de sencillo, Bill y yo estamos muy atrasados.

Volver a las giras implica dormir en hoteles sin la posibilidad de escapar lejos de Bill, ese es un problema, no sé cómo lo haremos.

Bill regresa respirando hondo muchas veces y tiene ambas manos en su cintura mirando al suelo con el ceño fruncido.

—Despedí a más gente y ahora no sé qué haremos…

—¡Bill! —me levanto del sofá y me le acerco preocupado, él y sus arranques de frustración aleja a la gente de nosotros y eso es un problema.

Tocó su brazo, se lo aprieto un poco y veo su rostro relajarse, sólo yo sé cómo hacer eso, cómo darle masajes a sus tendones que hasta cierra los ojos dejándose hacer. Mi corazón late otra vez sin control y el suyo también.

—Hum… —cómo amo esos sonidos que hace con su garganta y me forma una pequeña sonrisa.

Mi hermano es hermoso, aunque se haya descuidado, dejado crecer la barba, utiliza esas gorras que no le va y se pone más de dos días esas poleras que son mías, aunque deje de maquillarse o perfumarse, sigue siendo él, mi bello hermano.

Aprovecho que tiene los ojos cerrados para robarle un beso. Siento cómo se tensa, cómo se sorprende, no se lo esperaba, bueno, tampoco yo, solo fue un impulso el cual rompo para alejarme de él.

—Tom, no te vayas —me pide con la respiración agitada, apenas un beso lo ha puesto así, desesperado, y bueno, trato de disimular mis nervios.

—Debo —contesto seco y evitando ver sus ojos. Fue un error haberlo besado—. Hum, hablaré con los del Staff, evaluaré a los que has despedido, alguien debe arreglar el desastre. —alzo la vista y le sonrío, él parece emocionarse con eso y asiente, me deja ir.

En sus ojos veo esperanza y me lamento, no debí darle algo que no podrá ser. 

Los días pasan y otra vez la rutina maquilla nuestros malos momentos. Él ha vuelto a ser mi hermano y yo el suyo. Mientras no toquemos el otro tema todo nos irá bien, habrá equilibrio, pero eso no calma mi soledad y la de él.

Veo que sale con amigos, ¿pueden creerlo? Bill tiene amigos y aunque yo los conozco él ha sabido encajar mejor que yo en ese grupo.

Ahora sale de casa, hace citas, lo que cualquier persona haría sin su hermano… 

Sale sin mí, no me consulta nada. Eso me pone mal, pero es lo esperado, ¿no? Está bien, se supone que así debe ser.

Suspiro viéndolo salir de casa, se encontrará con Alex y por la forma en que él me miró la última vez que lo vi, de seguro sabe algo de lo que Bill y yo tuvimos, pero bueno, no puedo reclamar, yo le conté a Ría, Bill puede contárselo a alguien más, creo que era lo que necesitaba. 

Pero algo duele en mi pecho, es mi jodido corazón que duele de una forma distinta… es una incomodidad que me provoca ansiedad, me pone como un león enjaulado, no sé, pero me carcome por dentro y va en aumento cada vez más…

Llamo a Ría pero me es cansino sus reclamos, ella demandando de atención, las mujeres son así, esa es la debilidad de todas, dudo mucho poder casarme con alguna si es que querrán mi atención.

Mi atención la tiene Bill en un cien por ciento, no puedo dejar de pensar en él a pesar que fui yo el primero en renunciar a pensarlo.

Siento algo que me domina y no quiero admitirlo pero que Bill haya tenido libertad de mí y haya salido con otro hombre me asusta, aunque conozca a Alex, sé que él es incapaz de algo con Bill pues es casado, aun así me molesta más porque lo está… lo está prefiriendo, Bill prefiere a ese amigo y eso me da… me da celos.

Respiro agitado, necesito hacer algo, no sé, ¿buscarlo? No, eso es muy obsesivo. ¿Llamarlo? No lo sé… no lo sé, pero mis manos marcaron el celular y esperé a que conteste.

¡Me contestó!

Se ha emocionado, lo percibo en el tono de su voz y me dice un “ya voy” cuando le digo que siento que se ha tardado mucho y me preocupa.

Mi Bill vuelve a la casa, vuelve emocionado y yo sólo me siento necesitado.

—¿Todo bien? —pregunta acercándose a mí y yo sonrío bajando la cabeza—. Tom… —me susurra al oído, parece entenderme, es nuestra conexión, no necesitamos palabras para darnos cuenta. Eso quiere decir que aún hay un vínculo a pesar de lo distante que estamos—. ¿Celoso? —pregunta ante mi silencio y eso me molesta porque lo dice en un tono para fastidiarme, pero me indica que se ha dado cuenta—. Solo le pedí que me acompañara a un lugar especial. —Le miro a los ojos y achino los míos pensando tantas cosas… ¿Por qué mi hermano me oculta cosas? ¿Acaso ya no soy de confianza?

—¿Qué pasa contigo? ¿Por qué tantos misterios? —Le miro molesto y él solo sonríe sin mostrarme los dientes, me mira comprensivo y comienzo a desesperarme—. Últimamente solo sales con él…

—Como tú con Ría. —Eso no es tan cierto.

—No compares.

—No hay forma, ella es tu novia y Alex es solo mi amigo. —Ese era el maldito problema, por lo general siempre compartíamos los amigos, Andreas era un amigo de los dos.

—Sabes que lo de Ría es parte de un plan, no me vengas con escenas.

—Pero no soy yo el que está haciendo una escena, Tom, Alex es solo un amigo…

—Lo sé. —Claro que sabía eso, pero me molesta el tiempo que le da a ese sujeto. ¿Qué le dirá? ¿Qué hablarán? ¿Qué conspirarán? Solo yo entiendo a Bill, solo yo soporto a Bill, no otros.

—Estoy tratando de cambiar —me dice con mirada comprensiva—. Perdón por… por lo de la otra vez —baja la cabeza y sé a qué se refiere—. No te forzaré más, respetaré tu decisión —dice en casi un susurro y mi corazón empieza a latir, ¿no es acaso lo que tanto deseaba? Sin embargo siento una incomodidad, no quiero que se aleje… que me cambien por otro—. Necesitaba pedir ayuda, un consejo y aunque pensé que nadie podría entenderme, no fue así. —Frunzo el ceño, mi hermano confía en ese tal Alex más que en mí—. Entonces él me dijo cosas que decidí tomar en cuenta…

—No quiero saberlas. —Me separo de él y le doy la espalda.

Siento como si lo hubiera perdido, me siento solo y analizo que quizá esta sea la sensación que él sintió cuando yo me alejé, pero es que no podía estar a su lado sintiendo la traición a cada segundo.

Ahora todos mis sentimientos parecen haberse estabilizado un poco, quizá me adapté a vivir este infierno.

Me alejo a mi habitación pero Bill me sigue y toma mi brazo para que lo vea, volteo y me topo con esa mirada tan típica de él que me enamora.

—No quiero que me malinterpretes —me dice y veo una de sus manos temblar—. No pienses que te he cambiado, Tom, yo siempre soy tuyo. —Siento un alivio pero a la vez una necesidad de él y creo que lo nota pues sus ojos se tornan oscuros quizá como los míos.

Nuestras manos se buscan al igual que nuestros ojos y nos conectamos con solo tocarnos.

Me siento bien con él a pesar que sé que me hace daño… los sentimientos no son y creo que no volverán a ser como cuando teníamos dieciocho y queríamos llegar a la cima del mundo a gritarles a todos lo bien que era tenernos el uno al otro. Cundo mi mundo era Bill y yo el suyo. Ahora es como si la independencia os hubiera llegado tarde.

Beso a Bill con esas ansias de siempre, saboreando su saliva, sintiendo su energía, su lengua, todo. Se quita todo y yo también. He caído… aunque sería hemos caído, sé que él no se lo buscó, menos yo. Desde que ocurrió lo acontecido siempre he querido evitar su contacto físico, pero en estos momentos solo me dejo llevar por todo lo que siento y eso me dice unirme a mi hermano para sentirme tranquilo y tranquilizarlo a él.

Está desnudo y cuando se quita la camiseta y se recuesta en la cama, mi vista repasa cada una de esas marcas de tinta negra que tiene en su bello cuerpo ahora esbelto. Solo él y yo sabemos todo lo que significa. 

Veo el reciente corazón que se tatuó hace semanas y lo acaricio con mi lengua sintiendo a Bill jadear emocionado. Pero algo detiene mi seguir… él parece emocionado en mostrármelo, me pone el brazo cerca de los ojos y los abro viendo otro tatuaje nuevo…

—Este es por ti —me dice y sonrió ante la cruz… la cruz de la T de “Tom”. Mi hermano siempre me decía que yo era hasta su religión.

La cruz está semi roja, es un reciente tatuaje y con la mirada me dice que Alex le acompañó a hacérselo.

—¿Significa algo más que yo? —pregunto con mirada curiosa.

—Significas tú, mi vida, mi religión, mi todo. 

—¿A pesar de que yo… que yo… sea tan complicado? Ya sabes, nada es como antes, Bill, ni lo será, hoy te haré el amor pero no sé mañana, quizá mañana huya de ti por esto —me señalo el pecho—. Mi corazón está roto, no sé cuándo sanará… —Me mira comprensivo y lleva ambas manos a mi rostro el cual besa con dulzura.

—Vive el segundo —me susurra—. No me importa mañana, quiero el hoy contigo.

Y sonrió entre beso y beso. Hoy le haré el amor, justo ahora y es todo lo que cuenta… no gano nada pensando en la culpa que luego sentiré.

—Fuerte, Tom, que me duela —me pide más que excitado—. Como los perros que somos… —Ese es mi Bill, solo yo lo entiendo, solo yo sé complacerlo y él me complace a mí también.

No hay delicadeza, no hay palabras cursis y recuerdo aquellos años en donde todo era nosotros y nuestra intimidad, añoro el pasado, pero como Bill dice, solo cuenta este instante, este presente.

Mi hermano termina con la cara apoyada en la almohada, gritando por mis embestidas y cierro los ojos complementándome más con él y cuando todo termina, no huyo de él… la culpa, los sentimientos malos regresan uno a uno golpeándome el corazón, los malos recuerdos asaltan mi mente y me hacen ver mi error… caí otra vez, pero Bill me abraza por la espalda, sabe mi miedo, mi inseguridad.

—Estoy aquí —me susurra. Y suspiro queriendo sentir alivio.

Lo cierto es que los sentimientos son lo más complicado que existe, uno no puede tener las riendas de muchos de ellos o aprender a dominarlos es la tarea más complicada que existe. 

Los días pasan y me vuelvo a alejar de él pero solo un poco, simplemente no quiero caer, no quiero retroceder… la traición no ha desaparecido, la sensación de perder a Bill sigue constante, haciéndome recordar lo imperfecto que él es. También yo.

Bill fue a pasar el Día de Acción de Gracias en la casa de ese sujeto… me invitó pero sabía que estaría incómodo en medio de ellos, no sé, creo que un poco de independencia es buena.

Habrá disco nuevo el 2014, es un juramento que hemos hecho Bill y yo, sobre todo por la gente que nos rodea, el negocio, Georg, Gustav, las fans; hemos decidido echarle ganas y hasta hemos puesto un ridículo letrero en nuestro estudio: “Being Passionate is the Shit!” (¡Ser apasionado es la mierda!) para que todos tomen enserio este trabajo.

Bill entra a mi habitación una vez por semana, no es mucho pero tampoco poco, no es algo que quisiera del todo pero tampoco es algo que pueda evitar… como dije, los sentimientos son tan complejos, pero uno no puede escapar de ellos.

Mi corazón vuelve a la vida cada vez que siento que él me quiere, y muere con cada duda y mal pensamiento.

Bill con su amigo Alex celebrando el Día de Acción de Gracias... con nuevo tatuaje en el brazo y vestido "a lo Tom" XD

El famoso letrero en el estudio ¡Ser apasionado es la mierda!


Ahora puedo estar tranquila con esto. Adjunté fotos las cuales me inspiraron el esta segunda parte. ¿Comentarios? No sean fantasmas u_u 

6 comentarios:

  1. Eh, que bien que lo continuaste justamente la parte de Tom que es la que necesitaba. En verdad, déjame decirte que me ha gustado mucho este OS espero si es que se puede no sé lo continúes ya depende de ti.

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  2. me ha gustado mucho sinceramente
    como has dicho muchas nos hacemos preguntas sobre que es lo que esta pasando con ellos y sobre lo que no tambien.
    aunque para mi eso es algo que llevo preguntandome desde que conoci el twincest, si bien creo en ello, se que nunca sabremos a ciencia cierta que es lo que hubo, hay y habra entre ellos

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  3. Muchas gracias por comentar tan lindo *-* me gustó hacer esta secuela~ espero hacer otros fics más
    <3

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  4. Awww Pink, no me había podido leer la segunda parte, y eso que la estaba esperando tanto haha! Pero ahora que la termine quiero decirte, que me gusto mucho que ellos se dieran una segunda oportunidad, se que cuando alguien te lastima y después vuelves a perdonarlo, jamas sera lo mismo, pero Bill y Tom merecen una segunda oportunidad para ser felices :3 Este comentario One Shot, se me hizo como si en verdad fuera su historia, creo que me metí mucho en ella haha :) En fin me alegro que Corazón tuviera un final bien, no son 100% felices, pero al menos lo están intentando <3

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  5. Lei la secuela y lo comentare asi:
    " Si me preguntan por ti, te juro que a veces miento, para ocultar lo que siento
    ya que bastante sufri.
    Y jamas vas a saber, si aùn me muero de sed, por no estar a tu lado, o si te deje de querer."
    OH! POR JEBUS!!! :´C :´C :´C
    Gracias por la secuela! TQM DamitaRosa ♥

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  6. Ohhh dios!! Es una secuela impresionante! Bueno ni si quiera sabia del tatuaje en forma de cruz u_u jajaja esos chicos creo que cada vez se menos de ellos, pero bueno ha sido estupendo, no dejare de leer tius fics por siempre!

    Atte. Lily V.

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