miércoles, 20 de noviembre de 2013

Artificial - 7

Hola a todos, espero les guste este capítulo *-*~ creo que llegaré pronto al desenlace. Gracias por comentar *-* y realmente espero que les guste este capítulo.
Tom le había preguntado muchas veces qué tantas cosas había hecho en la fábrica. El temor de perderlo lo obligaba a preguntar con insistencia que lograba desequilibrar al robot, lo molestaba porque sabía que debía callar muchas cosas, pero tener que hacerlo con Tom le costaba. Sin embargo, lo hizo.

—¿No me lo dirás?

—Cosas de robots, fue solo eso. No te disgustes conmigo por no poder explicarte cosas mecánicas. —Pero Tom no le creía.

—Me alejarán de ti, ¿no sientes eso? —Bill lo sentía, pero tampoco quería alarmar a Tom.

—Siento equilibrio en este momento, me siento bien en tu casa.

—Nuestra casa.

—Nuestra casa —respondió con una sonrisa que cautivó a Tom.

Estaban sentados frente a frente mientras comían, bueno, solo Tom lo hacía, pero Bill llevaba cucharadas de nada hacia su boca e imitaba muy bien el hecho de estar comiendo. 

Tom suspiró mirando hacia su plato, nada le quitaría el temor y le traería calma. Sabía muy bien que hacía mal queriendo de forma humana a un… a un objeto. Pero su corazón no le decía eso, sentía que Bill estaba hecho para él, no había nada que le disgustara solo el simple hecho de saber que no era un humano.

Quizá para Bill las cosas eran menos complicadas. Nació un día cuando abrió los ojos, le dieron a Tom y eso fue todo, se sentía parte de su mundo, su existencia era justificada por Tom y quería “vivir” para siempre con él y para él.

Vivir solo el presente.

Extendió uno de sus pies sin calzado y acarició la pierna de Tom viendo cómo se formaba una linda sonrisa y una especie de sonrojo en sus mejillas. Tom rió nervioso ante ese tacto, él una vez lo había iniciado y luego de eso seguían los muchos besos, el tiempo de estar juntos en el sofá, las caricias… las ganas de estar solo los dos. Aunque siempre lo estaban, pero el sentimiento era diferente, estar solos sin preocupaciones, sin pensar en el mañana, en asistir a las tontas citaciones en la fábrica o siquiera al trabajo en la botánica, desconectarse del mundo para vivirse uno al otro.

Bill subió con la punta de su pie hacia el muslo de un nervioso Tom. Había dejado de comer la rica crema de zanahoria pues los ojos penetrantes de Bill lo hipnotizaban, lo llenaban de calor y ganas de solo levantarse de sobre la silla e ir por él para besarle los labios. Pero no podía hacer eso, para Tom estaba mal dejarse llevar por sus impulsos nada racionales, y la idea de que podía tomar a Bill cuando le placía se le hacía repulsiva, no haría lo que el común de la gente solía hacer con lo que le placía, sabía que los robots eran usados para satisfacción humana, pero él no mancharía a Bill con solo el deseo de satisfacerse solo porque así lo deseaba. 

Alejó su pie y bajó la mirada, cosa que hizo suspirar de frustración a Bill, lo cual sonó en medio del silencio y Tom tragó saliva, ¿acaso el robot podía desear? Se cuestionó preocupado… Algo como eso no entraba en su mente, que Bill quisiera algo sexual con él, no podía y tampoco quería pensar en eso, sentía bochorno así que evitó hacerlo levantándose de la silla para tomar su plato y llevarlo a la máquina de lavar. 

Bill lo observó en el proceso, analizando todas sus acciones y buscando señales, ¿algo malo pasaba? Su sistema lo obligaba a vigilar a Tom como si de eso dependiera su vida a tal punto de seguirlo. Tom, ya muy nervioso, carraspeó y se alejó un poco cuando estuvieron en la cocina y luego pensó en que debía de hablar de algo, de lo que sea para que se le pasara esa sensación extraña para con Bill.

—¿Quieres ir a la botánica? —preguntó sin mirarlo, con una sonrisa en sus labios, sacando los platos de la máquina para guardarlos en su sitio. Bill no quería ir.

—No.

—¿Por qué? —Lo miró con esa sonrisa poniendo una extraña sensación en Bill, una como de ganas de besarlo pero conteniéndose debido a que ese comportamiento no venía al caso en una situación como esa.

—Porque solo quiero estar aquí contigo. —Ambos se miraron y las sonrisas se borraron de ambos rostros a la misma vez.

Tom se mordió el labio inferior viendo cómo Bill hacía lo mismo, pero él sabía que a Bill eso le caí muy bien.

—Bien, entonces solo… solo veremos películas. 

—¡Sí! —contestó yendo hacia la máquina de pop corn y comenzó a prepararlo. Tom salió de la cocina para programar el proyector de películas en alguna parte de la blanca pared de su casa minimalista. 

Las películas en ese tiempo estaban cargadas de sensacionalismo, la meta principal era llevar al espectador a las más intensas sensaciones de todo tipo. Carecían de romance y más parecía un video juego surrealista y fantasioso, pero Tom tenía entre manos una película muy antigua de amor… se llamaba Titanic y los efectos especiales que la película ofrecía eran ya en ese tiempo obsoletos, pero Tom quería saber si también podía sentir sensaciones agradables con películas que trataban de amor…

Bill se sentó a su lado en el sofá blanco y le pasó el bold de palomitas de maíz. Él no las podía comer, pero tenía un recipiente vació que trajo para él.

—¿Qué veremos?

—Algo nuevo. —Bill le sonrió y apoyó su cabeza en su hombro, esperando la película.

El corazón de Tom latía muy acelerado concentrándose en esa pareja tan antigua cuyas diferencias eran muy grandes y el mundo entero no vería su relación como algo bueno. Pero se amaban…

Bill saltó del asiento en cuando vio la escena de besos apasionados entre ambos amantes y solo pudo llevar una mano hacia el asiento del sofá y apretarlo, reprimiendo las ganas de besar así a Tom en ese momento.

Por su lado, Tom solo metía más y más palomitas de maíz a su grande boca llena de éstos, pero necesitaba hacerlo para calmar sus nervios.

Y luego vino la escena del Iceberg, para desencadenar el desenlace trágico de la muerte del personaje principal.

—No… no, no —dijo Bill no aceptando ese hecho. Tom lo vio a los ojos sabiendo las emociones que sentía—. ¿Murió?

—Creo que sí. —Sentía una tristeza enorme, algo inexplicable… la pérdida de alguien a quien se ama genera esos sentimientos.

La sociedad era tan egoísta que el defecto más grande era amar. Las parejas no llegaban a amarse debido a que otras cosas como ellos mismos ocupaban ese aspecto. El amor era visto como algo bobo, una razón para sufrir y depender de otros en vez de uno mismo. La gente podía tenerlo todo y eso suplía incluso a la necesidad de querer y ser querido.

La mano de Bill buscó la de Tom cuando el cuerpo de Jack se hundía en las frías aguas. Ese toque solo podía gritar un “no me dejes” “No nos pasará algo semejante…”

Tom giró a verlo y se asustó de sus ojos brillosos de lágrimas. Bill lo miró en silencio, escuchando los sollozos de Rose quien intentaba llamar por ayuda pero la voz no salía de su garganta. Había perdido a su amor.

¿Qué clase de película era? Tom no podía creer que habiendo tantas sobre amor en la época antigua, tuvo que escoger una trágica, pero es que esa había sido representativa en su momento. 

Extendió una mano, sin soltar la otra de la suya y la llevó hacia una de sus mejillas, conteniendo una lágrima que caía por su redondeado rostro.

—Bill… —dijo con grave voz, soplando su rostro—. ¿Lloras? —Bill cerró sus ojos y las lágrimas cayeron, pero no gimió, ni hizo algún sonido. 

—Ella se quedó sola para siempre… ella no podrá estar con otro hombre que no sea Jack. —sacó conclusiones lógicas, viendo el inminente final de la película en su mente por su análisis de probabilidades. 

—Sí, pero… pero quizá haya una solución. —Se acercó a Bill y le dio un beso en la comisura de sus labios para luego verlo a los ojos muy de cerca—. Mi Bill, no te pongas así, es solo una película actuada…

—Lo sé, solo que se parece mucho a lo que tenemos…

—Pero nadie está por morir. —Bill lo vio serio y acunó su mejilla con su mano, para verlo muy de cerca.

—Mi Tom no es eterno… eres orgánico y eso significa que alguna vez ya no habrá vida en ti y cuando eso pase, ¿qué será de mí? Es algo que no puedo quitar de mi mente en estos momentos. —Tom no pensaba en morir, casi nunca se había cuestionado eso.

—Bill, solo debemos pensar en el ahora, porque del mañana no sabemos y aunque no sea eterno, toda mi vida será tuya, hasta que deje de respirar.

Se juntaron más y Tom le besó en sus suaves labios para luego terminar de ver la película. Bill se sobresaltó de la sorpresa de ver que cuando Rose fue anciana y murió, regresó al Titanic por medio de su alma y ahí… arriba de las escaleras, esperaba Jack con una mano extendida. Bill no podía entender aquello, era sorprendente cómo la película lo había trastocado de manera inesperada, no sabía cómo reaccionar… ¿Había un “más allá”? Quizá para él no, eso lo llenó de cierto temor, pero al final el amor había vencido a la muerte y a cualquier presagio del destino, al final, en la película, los dos volvía a estar juntos pese al tiempo, las dificultades y en especial la misma muerte.

—Mi vida es tuya —repitió Tom al notarlo triste y Bill volvió toda su atención a Tom luego de que viera aparecer las letritas de los nombres de los actores ya en el final de la película.

—Y yo soy tuyo —dijo esperando Tom entendiera sus palabras como él las pensaba—. Tuyo. —Tom le sonrió y besó sus labios.

Había extrañado besarlo por mucho, sin prisa, solo besarlo y acariciarlo.

Sus manos se posaron en sus caderas y Bill brinco sobre él, poniendo ambas piernas a cada lado de su cadera y fue cuando Tom abrió los ojos de la sorpresa percatándose de lo dilatado que estaban sus ojos color avellana.

—Bill… —dijo con voz excitada.

—Tuyo. —Volvía a enfatizar esa palabra indicándole algo.

—Pero yo… pero Bill… —se puso nervioso ocasionando que no sea coherente. Su mente voló muy rápido hacia situaciones sexuales, tocar a Bill más allá, desnudarlo, flexionarlo y penetrarlo, todo eso lo asustó por un momento, él no haría semejante daño, así lo veía.

—Como Rose y Jack. —Puso las manos de Tom en sus caderas y lo miró esperando su reacción—. Se pertenecían… Quiero pertenecerte. 

—B-Bill… —su voz salió casi ahogada y suspiró para calmarse—. Quiero que sepas que para mí no significas un objeto de satisfacción como seguro te programaron en la fábrica. —Soltó de una vez su angustiosa preocupación—. No eres ni serás mi esclavo sexual. —Es más, Tom nunca había tenido uno a pesar de que los adolescentes solían comprar o alquilar los servicios de robots para el sexo. Bill sabía eso, tenía habilidades para ello, pero entendió a Tom y estuvo de acuerdo, así que se bajó de su regazo.

—Entendido —dijo como un soldado. Tom se preocupó por eso y enseguida tuvo una curiosidad que lo puso ansioso.

Se mordió el labio reiteradas veces y Bill lo observaba esperando alguna reacción ya que presentía que las suyas serían reprochadas o discutidas. 

—Bill… hum, tengo preguntas —dijo sin verlo a los ojos y Bill se emocionó.

—Dime.

—Verás, yo… yo nunca he tenido sexo. —Bill sabía eso, ya antes Tom le había dado a entender ese detalle—. ¿Tú?

—Tampoco —contestó Bill, pero esa no era la pregunta exacta o la curiosidad en sí. Tom hizo una pausa muy larga para pensar en cómo formular todas sus preguntas y satisfacer su curiosidad sin tener que hablar mucho del tema.

—Bueno, es que… —suspiró—. ¿Tú sabes? Es decir, ¿estás preparado para eso? —Bill sonrió lentamente buscando su mirada.

—Sí. —Y contestó muy calmado—. Sé en mi mente. —Tom tragó saliva comenzando a sudar.

—Vaya… —rió un poco para quitarse los nervios y Bill le siguió—. Y… y… —Se volvió a morder los labios mirando a Bill a los ojos y luego bajó la mirada hacia su cuello, pecho y más abajo, entonces las manos se clavaron al sofá reprimiendo las ganas de tocar, pero la curiosidad reinaba en él—. Y… ¿y tu cuerpo? Es decir, ¿tienes un cuerpo como el mío? ¿Completo?

—Sí, ¿quieres verme? —preguntó y más que todo era pedir permiso para quitarse la ropa.

—No, no… —dijo rápido y pestañeando, Bill no sabía cómo interpretar eso y tomó su mano sintiéndola fría y se sobresaltó.

—¡Mi Tom! Tom, estás helado, ¿estás bien? 

—Sí —dijo en un susurro.

—Sé sincero conmigo, no sé qué te pasa, tu comportamiento es tan confuso… ¿quieres que me aleje? Solo dilo. —Tom se dio cuenta de cómo estaba actuando, los nervios lo traicionaban y confundía a Bill.

—Perdón, no es eso, estoy nervioso.

—¿Nervioso? Eso es entre miedoso y curioso. 

—Sí, o no sé… Quisiera verte —soltó con nerviosismo—. Quisiera conocerte más, es decir… verte sin… —llevó una mano hacia su polera ancha—. Sin todo esto. Hum, pero no soy un pervertido, no…

—Oh… —Bill lucía emocionado—. Pero soy tuyo Tom, tú puedes y yo quiero. —Tom solo se quedó quieto sentado en el sofá mientras Bill se levantaba de él para ponerse a su frente y relamiéndose los labios, comenzó a quitarse la ropa.

Tom sintió mucha culpa de no poder controlar las sensaciones de su cuerpo que cada vez se descontrolaba al ver partes de piel desnuda. A Bill le gustaba mucho ver las expresiones del rostro de Tom, era entre sorpresa y admiración.

Bajando sus holgados pantalones, quedó en ropa interior blanca delante de los ojos abiertos de un sudoroso Tom.

—¿Te gusta lo que ves? —preguntó esperando indicaciones y Tom reaccionó pestañeando y subiendo la vista hacia la suya.

—Absolutamente, eres perfecto. —Bill sonrió.

—¿Quieres? —preguntó con ambas manos en su última prenda, pidiendo permiso para quitársela y vio como Tom tragaba saliva sonoramente y asintió pues decir un simple “Sí” no salía de sus labios.

Bill lo hizo de forma lenta y tortuosa, terminó enseñándole su pene erecto y de medidas perfectas, tan humanas, tan real que hasta tenía en la punta un líquido pre seminal. Bill jadeaba excitado al mostrarse, eso lo había activado y Tom clavó sus manos otra vez en el sofá, reprimiéndose y conteniendo esas ganas de levantarse y tomarlo.

Bill meneó su cabellera negra y tomó su miembro para acariciárselo incrementando su calor, cerró los ojos por un momento soltando un pequeño gemido que alteró a Tom.

—Eres muy bello —dijo Tom con la respiración acelerada.

—Y soy tuyo —dijo contoneando su cuerpo, quería que le viera todo lo que quisiera y se dio la vuelta ocasionando que Tom se estremeciera en el sofá y se moridera el labio tan fuerte.

—Oh… oh, Bill —jadeó al ver sus nalgas, toda su espalda. Bill se inclinó para terminar de enseñarle en detalle que tenía su abertura y se abrió él mismo las nalgas—. ¡Bill! —gimió Tom no pudiendo sacar sus ojos de ahí.

Tuvo que meter una mano rápidamente en sus pantalones y tomar su pene que quería explotar con esa vista.

Bill lo miró por encima de su hombro. —¿Estás bien? —preguntó con voz excitada, quería que Tom se pusiera en pie y lo montara, sentía que así debía ser, pero Tom no hacía nada más que ver su entrada. Así que Bill llevó una mano ahí y se introdujo un dedo para que Tom observara que era fácil entrar—. Ahh… entra Tom, entra aquí —invitó gimiendo de placer y Tom tomó el impulso para levantarse y tomar sus caderas.

Lo enderezó para besarlo, no quería someterlo, no, solo quería abrazarlo fuerte, demostrarle que lo amaba.

Bill avanzó con Tom por detrás hasta que llegó a la pared del frente y alzó su trasero, esperando. Tom solo se restregaba contra él una y otra vez hasta que sus pantalones anchos cayeron. Tomó su miembro y solo pudo rozar unas cuantas veces el trasero de Bill y tantear con la punta su entrada. —Oh… —jadeó en el oído de Bill preso del placer y se vino en su mano y parte del trasero de Bill.

Se quedaron en silencio por un momento y Bill se dio la vuelta para verlo a los ojos. —Mi Tom… —acarició su rostro—. Aprenderemos juntos a amarnos —dijo eso porque había visto la inseguridad y temor en sus ojos mientras habían hecho eso. Tom asintió y puso su frente sobre la suya.

—Eres tan perfecto… quisiera hacerte el amor todas las veces que pueda. —Bill sonrió ampliamente. 

—Ya me has visto. No quiero vestirme. —dijo acariciando su rostro—. Ámame —pidió sabiendo que en ese tiempo eso era lo que menos se pedía—. Ámame como yo te amo aun sabiendo que… que como Rose y Jack nadie quiere que estemos juntos y así se nos venga un Iceberg encima tú y yo prevaleceremos, ¿verdad Tom? ¿Verdad mi humano Tom? —Puso una mano en su pecho, sintiendo el acelerado latir de su corazón.

—Prevaleceremos —contestó con un nudo en la garganta. Eran tantas emociones y ese había sido su primer orgasmo provocado por amor. 

Besó a Bill sintiendo su pene erguirse otra vez, pero una opresión en su pecho de saber que solo en esas cuatro paredes podía amar a su antojo a su propio robot, aunque en sí, por más que Bill enfatizaba en la palabra “pertenecer” los dos sabían que no era así.

Bill pertenecía a la fábrica.

Lamentablemente... Bill pertenece a esa fábrica. Pero veremos, quizá le pertenezca a Tom en otras maneras. ¿Comentarios? Gracias por leer *.*~

7 comentarios:

  1. Mi dios, xDDDDDDDDDDDDD creo que tuve una taquicarda cuando Bill se desnudó completamente y luego hizo eso con sus dedos y djsgnxfjmshfdj xDDDD dios santo, estaba golpeando el escritorio y mordiendome los dedos de las manos jajaja. Y titanic es mi pelicula favorita ;w; no me fue dificil sentir lo que sintieron, es tan trágico :c Bueno, esperaba mucho por este capítulo, gracias por subirlo ya *~*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que morí cuando lo imaginé XD dfbdffdb o sea, espero realmente escribir lo que pasa por mi mente y me emocioné en esa parte también *.*
      Gracias por comentar<3

      Eliminar
  2. Me gustó mucho este capítulo *-* fue lindo. Ellos realmente prometen mucho amor verdadero... :/ pero tengo ese terrible presentimiento en que piensas hacer este fic trágico D: por favor no :'(

    cuídate! Besos!

    ResponderEliminar
  3. OMG, Tom tan mojigato y Bill tan lanzado xD
    Casi me da un colapso cuando Bill le enseño su agujerito jajajajaja
    Me quedé con ganas del lemon, hubiera sido perfecto para terminar el capítulo! Ojala en el próximo si hagan cositas de mayores *-*

    -Moonlight

    ResponderEliminar
  4. Pinky me encanto!! Bill todo lanzado *q* me mento volo mal hahaha
    lo mejor de todo es ver lo nervioso que pone a Tom c: "aprenderán a amar juntos aunque no se pertenezcan" que bonito sonó *w*

    Light n.n

    ResponderEliminar
  5. Ufffff agua por favor! !! Esa visión de Bill, Dios, Bill porque eres tan sexy, tan guapo, tan jodidamente deseable. ..

    En serio que esa escena no la borraré de mi mente en mucho tiempo. Ojalá se amen, se entreguen físicamente en el siguiente capítulo porque también creo que no tendrán más tiempo.
    Titanic.... será posible que después de la muerte, se vuelvan a encontrar?

    Saludos. Adriana♥

    ResponderEliminar
  6. OH! eres una joven muuuy mala!!! Titanic es tmb una de mis pelis románticas y dramáticas preferidas y las escenas que describiste me emocionaron tanto como los diálogos de Thomas y Billito :'C :'C .'C Diferencias impuestas por los hombres separaban a Rose y Jack y diferencias tmb impuestas por hombres interfieren en la relación de Thomas y Billito :'C
    Billito quiere " pertenecer " a Thomas completamente pero este teme malograrlo entonces Billi logra excitarlo al mostrarse desnudo ante él satisfaciendolo aunque sea a medias :3
    Por qué tiene que ser todo TAN INJUSTOOO con dos seres que se aman??? eeeeeh???
    me has dejado con un nudo en el estómago como a Thomas(sensación de
    angustia y miedo) por el futuro incierto de ambos :'C
    Gracias por actualizar Te quiero Cuidate ♥

    ResponderEliminar