lunes, 25 de noviembre de 2013

Espiral

Hoy aun sigue siendo 25 de noviembre, el tercer año del concierto de Tokio Hotel en el Perú, los vi, grité, vibré con sus canciones, los amé y luego fui asaltada x_x pero no olvidaré todo lo que sentí... 
Hoy también se celebra la lucha contra violencia hacia la mujer y esta mañana mi mamá se me acercó y me mencionó que ahora ya no se llama el ciclo de la violencia, sino el espiral. Aquella palabra quedó en mi cabeza toda la mañana y la tarde también. Y esto es una especie de vómito textual que no va dedicado a nadie, solo necesitaba hacerlo.
Resumen: Porque todo tiene un inicio y un final.
Autora: Pink Girl
Clasificación:  +13
Advertencias: Tragedia.
Género: Romántico, drama, universo alterno.
Pareja principal: Tom - Bill.
Capítulo único.
Disclaimer: 
Ninguno de los personajes me pertenece, solo la trama.



Tom había visto las maletas hechas al lado de la cama y sintió su cuerpo temblar. Eso significaba que Bill se iría. 

Ya antes había pasado, Bill amenazaba con irse cada vez que Tom le reclamaba su actitud. 

La relación se había vuelto un espiral de situaciones que parecía no tener un final y todo iba hacia abajo en discusiones, amenazas y hasta el punto de agredirse. 

Bill estaba cansado y harto porque sabía que hacía mucho debió haberse ido, la relación no daba para más, pero había momentos en los cuales solo compartían como si fueran dos hermanos para hablar de los pormenores, del trabajo, de la vida misma, pero cuando Tom sacaba a la luz el tema de la relación rota las discusiones se volvían un espiral descendente interminable. Bill quería darle ese final de una buena vez, sentía que así debía ser por el bien de los dos. 

Bill llegó a la casa encontrando a Tom nervioso, sabía ya que comenzaría a reclamarle su actitud. 

—Solo me iré por unos días —dijo Bill pero solo lo decía para que no le doliera el hecho de que se iría y tenía intención de irse para siempre. Tom se desesperó, quería decirle que no lo dejara, que lo pensara bien, que podía tener una solución—. Lo hago por tu bien… —Eso lo llegó a alterar, no había bien en eso para Tom. 

—¡Qué sabes tú! —gritó con la voz entrecortada. 

—Solo te pido que dejes de comportarte así, no eres ningún niño, no somos niños… —Las mismas excusas, las mismas palabras de siempre. 

—Tú nunca me has entendido… 

—Tom, por favor… —logró ofuscarse, tomando sus maletas para salir de ahí. 

—Déjame hablar, tú siempre has creído tener la razón, todo el tiempo… 

—¡No es así, piensa en lo que dices! Simplemente esto ya rebalsó lo tolerante. No se puede seguir así. 

—¿Y las promesas? ¿Te irás así no más? ¡Qué mierda pasó con todo lo que me dijiste alguna vez! ¡Dónde quedaron esas palabras! —gritó con las lágrimas, recordando cada una de ellas, las promesas de estar juntos, de ser amigos aunque ya no fueran pareja, el de apoyarse, ese “haría mucho por ti”, ahora ninguna palabra tenía efecto. 

—Las mataste tú, tú y tus reclamos. Perdón, pero no puedo permanecer más aquí. —Tomó su maleta y evito verlo a los ojos. La decisión estaba tomada. 

—No regresarás, ¿verdad? Nunca debí creer en tus palabras… —Bill le dio la espalda, sabía que discutirían y mejor sería irse de una vez. 

—¿Sabes? Búscate amigos, Tom, los necesitas. Esto no está bien. —Caminó hacia la puerta y salió así sin más. 

Tom sintió como si viviera una mismísima pesadilla, como si el cielo dejara de ser azul y se tornara rojo, como si el oxígeno que respiraba fuera tóxico y su cuerpo se debilitaba cada vez más. Odiaba mucho tener corazón en esos momentos porque como decían todos, eso era lo que le dolía más. 

—¡Maldito seas! ¡Espero nunca más regreses! —le gritó antes de que cerrara la puerta, aun sintiendo que gritaba una mentira—. ¡Te odio! —Era su deseo, quería odiarlo, ¿por qué no podía odiarlo si era el causante de su sufrimiento? 

No tenía una respuesta, pero Bill ya se había ido dejándolo en su tormento. 

Se puso a pensar si estaba mal de la cabeza… quizá si lo estaba porque lo que sentía carecía de lógica, quería morir a pesar de que siempre había amado la vida, quería desaparecer o provocarse mucho dolor. Entonces con la respiración agitada fue hacia su cocina en busca de algo filudo y se lo llevó a su cuarto, aquel filudo cuchillo resplandecía ante sus ojos, pero luego recapacitó, cuando estuvo por hacerlo sintió una sensación como de autocompasión, él no merecía padecer así. Vio su brazo, sus venas y las lágrimas salieron de sus ojos nublando su vista por un momento. “Vamos Tom, no más de esto, duele pero pasará”, se decía y aunque él mismo no se lo creía, al menos podía sentir que se entendía. 

Un sonido en la ventana de su habitación se escuchó y su corazón latió esperanzado, “pero qué estúpido eres, Tom, ¿crees que va a regresar?”, se reclamó y corrió hacia la ventana pues creyó escuchar como una piedrecita chocaba contra el cristal, era el llamado de Bill para que le abriera la puerta de abajo, pero lejos de ser eso, era un ave parado en la baranda. 

Se ofuscó y fue hacia ella para abrirla y espantarla, haberlo engañado así lo había puesto de muy mal humor. 

—¡Fuera! —gritó abriendo la ventana y la avecita salió volando. Tom se quedó mirando el cielo y el animal alejándose a mucha velocidad. 

El ave había volado muy lejos, lejos del peligro, del temor, de su ira, ¿por qué él no podía solo volar? Pensó en eso por un instante y las ganas de tirarse de su segundo piso amenazaron su mente, pero luego otra vez estaba esa compasión extraña por él mismo, “no merezco morir así, no así.” 

—Supongo que eso es bueno, que aunque me sienta peor que la mierda, el hecho de no tener el valor de matarme es positivo… —Intentó verle el lado bueno a todo esa situación. 

El ave se alejó hasta hacerse solo un punto en el firmamento y luego vio pasar una bandada de ellas, eran gaviotas de la costa. Se quedó fascinado con la sensación de libertad. 

Se sentía preso en sus sentimientos, no podía negar que estos lo dominaban, que pese a todo no quería renunciar a sentir. 

Cerró la ventana y buscó sus llaves para salir a caminar, necesitaba despejarse, respirar aire puro y sobretodo dejar de pensar en Bill. Pero la vida da giros como un espiral, sin querer estaba a la orilla de la playa y cerca de algunas palmeras estaba Bill, parado, fumando un cigarro con su maleta al lado. 

Bill se percató de su presencia y frunció el ceño. No podía negar que se sentía muy incómodo, otra vez Tom le gritaría, quizá esta vez en público, Tom era capaz, Bill muchas veces le había dicho que la extraña relación que tenían nadie debía saberlo, pero al parecer Tom no quería entender eso, cuando se molestaba solo actuaba, sus sentimientos salían y explotaban. 

Tom lo observó, esa mirada dura que tenía, esa incomodidad, esas ganas de escapar pero no saber cómo. Bajó la cabeza, ¿qué ganaba acercándose? ¿Por qué se acercaría? ¿Acaso le gustaba sufrir? Las palabras ya no tenían valor, todas las promesas hechas ninguna estaba vigente en esos momentos, no había argumento del cual colgarse como excusa y acercarse. 

Tom titubeó por un momento, él no lo había buscado, no pensó verlo, pero ahí estaba. Y fue cuando recordó a la pequeña avecita que huyó de él. Quizá él no se sentía cobarde, pero quizá el hecho de solo escapar no vendría mal en este caso. 

Ya no quería estar más inmerso en ese espiral descendente, ya no más de todo eso. 

Dando media vuelta, solo retrocedió por la playa, alejándose paso a paso. No quería, si analizaba lo que quería, sería acercarse a Bill y pedirle perdón por todo, pedirle regresar a la casa a vivir aunque sea como amigos solo para tenerlo cerca, para cuidar de él, para ayudarlo en lo que le sea posible, para escuchar su voz, para sentirse parte de él; pero sabía que eso sería regresar al espiral y se había dado cuenta que eso no estaba bien. 

No retrocedió, solo avanzó hacia el camino de regreso a casa y pudo sentir la sensación que sienten las aves al volar.

FIN.
... no más palabras.

6 comentarios:

  1. Me gustó mucho, y me dejó pensando. Es lo mismo que pasa con mi pareja actual, siento que ya no llegamos a nada..creo que haré lo que Tom hizo y tan sólo seré libre.
    Muy buen one shot mi Karlita, en serio, genial. :D

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    1. Espero lo consigas, este tipo de cosas son horribles.
      Suerte :*

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  2. Siento que en partes me sentí identificada... me hizo recapacitar en ciertas cosas de mi vida, increíble.

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  3. Esto... no sé, no tengo palabras, cada palabra, cada letrita , en mi cabeza hacía como los royos esos de películas antiguas, pasaba mi vida cada que leía, no sé como, parece que no leí, es sduygfiaudsf nosé como explicar, estoy en un inmenso espiral del cual no puedo salir, no por ahora, Karlita rosadita, me encantó sin palabras, los dos salieron del espiral, Bill dio el primer paso y esta vez Tom ayudó a terminarlo, perfecto.
    P/D: Envidio a los pájaros -.-

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    1. :o!!!!!!!!!!! lo entendiste muy bien, gracias! amo las aves también y las envidio u_u quisiera ser como ellas.
      Espero no más espirales para ti, no se siente nada bien.
      <3

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