domingo, 15 de diciembre de 2013

Artificial - 8

Hola a todos *-* lamento demorar tanto, ese el problema de tener varios fics~ que demoro luego en subir actualizaciones u_u pero bueno, hoy les traigo este capítulo, espero se entienda... y debo decirles que se acerca el desenlace final, espero sea pronto. Los quiero y sus comentarios son importantes *-*~
La fábrica dejó de molestarlos por unas semanas en donde ambos pensaron que habían sido olvidados, pero no podían confiarse, ni estar tranquilos.

Justamente esa aparente libertad hizo que Tom dejara de ir a la botánica y se centrara en Bill, en vivir el amor que sentía.

—Parece como una… una energía, como un motor que me hace cometer cada cosa —dijo a Bill mientras paseaban lejos de todos, en un bosque, en el bosque que antes pertenecía a su abuelo. Recordaba su niñez caminando por esos lugares libres de máquinas, donde a veces podía ver animales que no eran híbridos. 

Bill le sonrió.

—¿Sabes, Bill? Me asusta todo esto.

—¿El amor?

—Sí, el amor, me asusta, puedo comprender por qué nadie quiere enamorarse en este tiempo. Renuncié a la Botánica, pronto me quitarán el departamento, no quiero separarme de ti, la idea me asusta, me da miedo vivir lejos sin verte, siento que eres mi mundo, te amo tanto… —Esas eran palabras que Bill había escuchado muchas veces y siempre respondía con una sonrisa.

—Siento lo mismo, siento que te amo tanto…

—Pero Bill, tú no ves las cosas como yo las veo, no sientes ese miedo, ese temor. —Bill tragó saliva.

—Son probabilidades… los miedos no son reales hasta cuando aparecen en el tiempo, lo que tú sientes solo está en tu mente. —Tom no entendía eso, muchas veces Bill era tan mecánico, pero tampoco podía culparlo por pensar así, él era un robot. Vio cómo Bill fruncía el ceño—. Me preocupa pensar en eso, cuando pienso así tengo miedo porque lo imagino y... supongo que eso pasa contigo. Pero no es real Tom, aun no pasa.

—Pero pasará… nos separarán y quién sabe qué harán contigo, ni me dices qué hicieron contigo en la Fábrica esos días. —Bill apretó sus labios, él sabía que si lo decía ocasionaría daño en Tom, y como lo quería tanto, lo que menos quería era justamente hacerle un mal.

—Mi silencio te beneficia.

—No lo hace, me crea miedos.

—Tom, mejor dejamos de hablar y nos damos caricias, ¿te parece? Sabes que no diré nada de lo que pasó ese día.

—¡Te das cuenta! —Tom no sabía cómo lidiar con esas emociones nuevas, quería calmar esa inseguridad.

Dejó a Bill parado en el camino y se alejó de él con lágrimas en los ojos… el amor lo volvía tan débil que se lamentaba.

Bill no sabía qué hacer, si ir tras él o regresarse a la casa. Entonces comprendió que esa tristeza sería más o menos lo que viviría cuando lo separaran de Tom y así fue cómo pudo entenderlo, aun no era real pero podía percibir lo que sentiría.

Pero no quería decirle que había visto muchos robots como él, con su rostro, con sus medidas y todos queriendo aprender a ser un “humano”, copiar sus gestos, hablar como él… Tom enloquecería si supiera semejante cosa, que Bill no era único en el mundo, no, solo era parte de un montón de máquinas, parte de un proyecto grande de repoblación de la tierra, parte del reemplazo de la vida.

Tom corrió hacia un pequeño lago, quería llorar lejos de Bill, lejos de ese asfixiante sentimiento.

—Abuelo, si me escucharas… si me escucharas entenderías todo esto que siento, ¿por qué tiene que pasarme esto ahora? ¡Por qué él no es humano! Sería todo más fácil… —Arrodillado en la orilla, lloraba su desgracia, lo peor era que sabía que si lo quería más, su sufrimiento aumentaría. Y no encontraba solución.

Bill siguió su rastro y lo encontró llorando, eso alteró su sistema, su dueño lloraba, ¿qué debía hacer?

—Aun existo en tu realidad —le dijo detrás de él—. ¿Qué vale llorar por el futuro?

—No quiero resignarme, Bill, resignarme a solo perderte…

—No me han buscado en la Fábrica…

—Eso no garantiza nada.

—Pero al menos por hoy seré todo tuyo. —Tom se levantó y se dio la vuelta para tomar sus manos.

Se miraron a los ojos lagrimosos y luego se dieron un abrazo al mismo tiempo y fue así como Bill descubrió lo que era llorar. Las emociones se rebalsaban en su ser, todas querían salir en lágrimas y caricias desesperadas. Era una catarsis necesaria, después de tantas semanas con el temor de ver un holograma de la fábrica o que se llevaran a Bill de improviso los tenían a ambos con mucha incertidumbre. Ese abrazo les sirvió de cura por ese momento.

El cielo rosado y lila, el agua entre azul y verde, las aves híbridas con cantos musicales en muchos tonos y de colores anormales sobrevolaban el pequeño lago. El día moría y debía regresar a casa.

—Quédate conmigo en el bosque —propuso Tom en su desesperación.

—Pero Tom… —Bill sabía que eso significaba peligro, como ser desterrados.

—Nadie ronda por aquí, no necesitamos del Sistema para vivir.

—Yo sí… yo soy parte de él. —Tom se angustió con eso—. ¿De dónde sacaré energía, repuestos, habilidades? —Tom bajó la cabeza.

—Solo decía, solo es mi desesperación de tenerte conmigo. —Bill tomó sus mejillas con ambas manos y lo besó en los labios.

—Me tienes Tom, entiende eso, me tienes en el presente, ahora, justo ahora, soy todo tuyo. —Bonitas palabras que Tom deseaba creer.

*

En la congestionada ciudad se tramaban muchas cosas. Las personas se habían enterado de un robot compañía que podía interactuar con los humanos como si fuera uno, no sería un sirviente o una máquina que desempeñaría un papel específico, era como comprar un humano y esa sensación revolucionó la nueva forma de ver a los robots.

El científico Gordon había sido invitado por el Sistema a comunicarse a todos los habitantes mediante de hologramas enormes puestos en diferentes lugares de la ciudad.

—… muy pronto ustedes podrán adquirirlo —finalizó diciendo eso al entrevistador.

—Pero usted dice que no será como un sirviente, entonces ¿qué será?

—Uno más de nosotros…

—¿Pero qué utilidad tendrá? —El científico rió.

—¿Acaso nosotros la tenemos? El androide 483 se ha ganado su propia existencia. Es todo lo que tengo que decir hasta el momento y ya hay una persona conviviendo con él, y es un puro, imagínense eso, un puro aceptando al androide, ¿qué más nosotros? Yo no he venido a defraudarles, muy pronto saldrá para la adquisición de cada quien lo desee.

Fin del comunicado, todas las personas se quedaron con la curiosidad de saber cuál sería la nueva adquisición de la humanidad, qué tramaban los grandes magnates de las industrias robóticas, qué tramaba el Sistema. 

Y así fue como se inició la búsqueda de aquel “puro” con el robot. La gente estaba curiosa y comenzaron a buscar, total, eran pocas personas, y eran pocos los puros que vivían lejos de la ciudad, pronto darían con el atrevido que convivía con una máquina.

*

Tom había hecho fuego con unas maderas y piedras, lo había leído en algunos libros de prehistoria y se había quedado impresionado, pero más aún cuando su propio experimento funcionó.

—¡Sí! —gritó y Bill a su lado aplaudió frenéticamente, también le asombraba el fuego, ese elemento tan poderoso capaz de destruir su cuerpo pero esta vez alumbraba la oscuridad y cocinaba algunas cosas que Tom había llevado, solo se necesitaba comida para una persona, aun así Bill tenía su palito con algún aperitivo para quemarlo en la fogata.

—Es increíble todo lo que el ser humano puede hacer, pero nunca podrá inventar algo como el fuego —dijo Bill.

—Sí, tienes razón, hasta se ha llegado a otros planetas e interactuado con vida extraterrestre, pero jamás crear algo como el fuego…

—O el amor. —dijo Bill y Tom lo miró con una sonrisa.

—O el amor… es cierto, es como el fuego de potente. —Un nuevo beso se formó entre los dos y Tom se posicionó sobre él haciéndose el beso muy húmedo.

Desde días atrás a ambos les gustaba besarse recostados en algún sitio, esta vez fue sobre el verde pasto cerca de la fogata. El calorcito que emitía hizo que Tom no quisiera separarse para comer los bocaditos, todo lo contrario, estaba tan curioso de probar a Bill y a diferencia de la ciudad, ese bosque solo le llenaba de una sensación de intimidad, de privacidad única… nada se compararía a estar los dos solos lejos de lo artificial.

—Hazme tuyo —pidió Bill.

—¿Sabes lo que pides? —se separó un poco de él totalmente sorprendido de su propuesta—. ¿De verdad lo sabes? —dijo excitado.

—Sí. —Acarició con una mano la mejilla de Tom—. Quiero hacer el amor contigo. —Tom tragó saliva.

Hace días que lo habían intentado pero Tom sentía que eso era lo más especial que existía, la muestra de amor física y sentía mucho temor de tomar a Bill siendo él un robot, no quería “utilizar” a Bill, pero no sabía cómo explicar ese punto.

—Hacer el amor… —repitió cerca de sus labios—. No quiero dañarte, usarte…

—Tom, no será así. —Lamió su mejilla respirando agitado—. Tengo la necesidad, ¿entiendes eso? Te necesito en mí. —Estaba tanto tiempo aguantándose, esperaba que Tom accediera—. Apaga mi fuego, ¿quieres? —pidió en un susurro.

Tom quería decirle o pedirle tantas explicaciones, ¿cómo así un robot podía pedir eso? Él no entendía ese detalle, pero Bill estaba lleno de misterios y justamente eso era una de las cosas que Tom amaba de él.

Quitarse la ropa no fue nada complicado, la vergüenza en ambos era mínima, solo había el deseo como el fuego abrazador queriendo consumirse el uno al otro.

—¿Cómo es que sabes esto? —preguntó Tom un poco sorprendido por sentir a Bill abrir sus piernas desnudas y ponerlas a ambos lados de sus caderas.

—¿Cómo lo sabes tú? 

—No lo sé… solo sé que debe ser así, nunca tuve nada así con nadie, nunca Bill.

—Tampoco yo y también sé que debe ser así… —Se mordió el labio presionando sus piernas en Tom, instándole proseguir, quería ser penetrado, sentía que si eso pasaba estaría más unido a Tom.

Tom se sintió flotar en miles de sensaciones tan desbordantes, la excitación sobrepasaba sus límites, sus manos podían tocar a su paso todo lo que quisiera, podía sentir todo de Bill en esos pequeños instantes y deseaba que eso nunca se rompiera, quería permanecer junto a Bill así por siempre.

Bill abrió la boca todo lo que pudo cuando Tom activó todo su sistema al momento de entrar en él. Gimió moviéndose debajo de su cuerpo, arañando la espalda de Tom, sintiéndose lleno de él. —Sigue así —gimió en su oído y Tom comenzó a moverse.

—Eso es… —calló por no encontrar las palabras adecuadas, nunca pensó que eso era hacer el amor, no como una forma de eyacular dentro de un objeto placentero como eran los robots sexuales, sino más bien era complementarse con otra persona, aunque en este casi no era tan así, Bill no era una persona humana, pero no se podía dudar de lo real que todo eso se sentía. Bill gemía, sudaba, respiraba agitado, se movía al compás de las embestidas de Tom quien se sentía al borde del orgasmo por lo extasiado que se sentía al sentir cómo Bill le apretaba, la fricción era lo que lo desequilibraba. 

Pronto, todo era gemidos y Tom vio conveniente girar con Bill para él quedar sobre el césped y vio a Bill acomodarse el cabello de manera lenta y sensual, comenzando a subir a bajar sobre su cuerpo. Tom tomó sus caderas y con una última estocada, pegó a Bill a su cuerpo y se vino en él. 

El orgasmo había sido fantástico que se quedó recostado con la respiración aun agitada y sintiendo cómo Bill seguía moviéndose buscando el suyo que llegó segundos después que el de Tom. Gritó tan alto y luego cayó sobre el pecho sudado de Tom.

—Mi Tom, prométeme que haremos esto otra vez —pidió cansado. Tom sonrió también agitado y besó su frente.

—Te juro que se repetirá. 

Así fue como Tom pensó que estando en el bosque todo sería mejor. Pensaría la forma de quedarse ahí y vivir con Bill.

*

—Búscalo —ordenó Gordon a uno de su personal—. No sé, manda a robots cazadores pero él debe estar aquí en la tarde, lo necesito.

—No necesitamos cazadores, él tiene un rastreador incorporado. 

—Cierto… un rastreador y una bomba. Pues qué esperas, tráelo y le pondremos una sanción, él es parte del Sistema, no puede darle la espalda a su propia naturaleza, debe saber que las malas acciones se pagan con malas consecuencias. 

—Sí, señor.

Activaron su radar y Bill, recostado desnudo en el bosque vio la luz azul de su tobillo activarse.

Su corazón artificial se aceleró rápido mientras se levantaba ya de mañana y miraba a Tom dormir a su lado, también desnudo con muchas hojas de árboles sobre su cuerpo. Habían hecho el amor cerca de tres veces y era obvio que Tom estuviera tan cansado a diferencia de Bill que podía retomar sus energías de manera rápida.

La pequeña luz azul en su tobillo derecho significaba que lo estaban rastreando y esperaba que sea él quien se acercara más al radar, de lo contrario esa luz cambiaría a rojo lo que le daría un poco de tiempo para regresar antes de que la luz se volviera intermitente y se activara el conteo regresivo para activar la bomba que llevaba en el centro del pecho.

—Tom, Tom —lo despertó con sus manos—.Tom, debo regresar…

—¿Qué? —respondió sobándose los ojos para luego abrirlos y repasar a la luz del día el cuerpo desnudo de Bill obteniendo rápidamente una erección. Bill se dio cuenta, pero tuvo que pedir la concentración de Tom tomando su rostro con ambas manos.

—Escúchame… debemos regresar.

—No, no lo haremos, buscaré la forma de mantenerme contigo aquí y buscaré también la forma de conseguir tu energía, todo lo que necesites…

—Necesito regresar. —Le mostró su tobillo, había una luz azul que parecía un lunar. Tom había olvidado por un momento que Bill era una máquina y podía tener luz en algunas partes de su cuerpo.

—¿Y si no lo hacemos? No entiendo, qué significa esa luz.

—Que me están buscando, rastreando… y si no regreso, se activará mi sistema de autodestrucción…

—¡No! —Bill miró con angustia a Tom, por algo evitaba contarle algunas cosas, porque sabía que actuaría así, se asustaría—. ¡Maldita, sea! ¡Por qué no nos dejan en paz! ¡Por qué eres una máquina, por qué no eres humano! —Golpe bajo, aquellas palabras que despreciaban su existencia lograron trastocarlo.

Sentía que Tom lo odiaba, por no ser un humano…

Bill bajó la cabeza y Tom se mordió la lengua, los humanos dicen las cosas sin pensar, existe lo que es el impulso, sus palabras lo habían puesto triste y solo buscó su ropa para vestirse e irse.

—No seré un humano Tom, estás en tu derecho de devolverme a la Fábrica. —Tom se percató de sus palabras y se sintió tan mal por decir o reclamar algo que no podía cambiar, Bill no sería nunca un humano, debía creérselo antes de ponerlo en peligro.

Regresar a la ciudad sería tan peligroso ahora como también no regresar… y creo que lo último no era una opción, el Sistema podía acabar con su existencia y así fue cuando Bill se dio cuenta de que aunque Tom le haya dado autoridad y voluntad, él seguía perteneciendo a la Fábrica por lo tanto, al Sistema.

u_u triste, ¿no? Veremos lo que pasará... espero les esté gustando el fic XD aunque no sé, es medio dramático... Los quiero *u*

5 comentarios:

  1. Casi lloro, lo juro, es tan feo ver todo esto, Tom ama a Bill y Bill ama a Tom, a su manera claro, pero se aman, ojalá no los separen Y_Y

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  2. NO ES JUSTO! NO ES JUSTO! NO ES JUSTO!!! -_- Thomas ya sabe toda la vdd sobre su Bill ( creado a su imagen y con sentimientos y formas de proceder de un humano a pedido de su fallecido padre) y que por diversas circunstancias ambos TIENIAN QUE ESTAR JUNTOS QUERIENDOSE Y PROTEGIENDOSE como lo hicieron, física y mentalmente :) pero ese tipejo quiere SEPARARLOS solo por beneficio económico y demostración de poder, sin importarle nada ni nadie!!! -_- Y así de repente se ve malogrado el deseperado anhelo de Thomas de PERMANECER en el bosque con su amado al activarse el rastreador incorporado en Bill que lo obliga a VOLVER a esa maldita fábrica para evitar SU destrucción total D: :'C Y encima Thomas tenia que hacer sentir MAL a su Bill con su GRAN BOCOTA !!! IDIOTA!!! -_-
    Espero pronta actualización nena! besitos ♥

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  3. ¿que esperas para seguirlo? Un año y medio sin actualizar este fic, ¡SIGUELO YA! Muero de curiosidad ;(

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