martes, 17 de diciembre de 2013

Minino~ 34

Hola a todos *-*~ como habrán podido ver algunos, he retomado este fic y viene con todo, ya tengo escrito mucho así que creo no dejaré de actualizar seguido, eso espero XD en fin, espero les guste este capítulo aunque no sé, creo que les gustará un poco más el que sigue después de éste :3 Los quiero *.*~
Bill se había dormido con Casimir dentro de su chaqueta. Estaba en los brazos de Jared quien también dormía, la única que aún no lo hacía era Misha, ella solo movía la cola de un lado a otro mirando el paisaje, ya amanecería y luego enfocó la vista en una de sus bolsas, uno de sus peces nadaba con dificultad y frunció el ceño, acto seguido abrió la bolsa, metió una mano y lo sacó para luego comérselo cerrando los ojos, saboreando el sabor ácido del pescado crudo.

—Eso fue muy asqueroso, ¿cuándo serás completamente civilizada? —reclamó Peter ocasionando que Misha perdiera la concentración y el gusto por saborear su manjar. Ese tipo de reclamos era el pan de cada día, ella se sentía hastiada de eso, pero tenía mucho instinto animal, no podía reprimir a cada momento lo que sentía.

—Cállate —reclamó mostrándole los pequeños colmillos. Peter la miraba con deseo, ella era muy hermosa de cuerpo casi perfecto y curvilíneo, eso incrementaba más el sentirse como un objeto sexual nada más—. Deja de verme así, me molesta —reclamó frunciendo el ceño.

—No dejaré de verte —se atrevió a decir aprovechando que los otros dos hombres gatos dormían al lado de Misha. Peter estaba a su frente, sentado. Y Misha sacó otro pez un poco más grande y se lo metió a la boca de una forma grotesca para luego sacar solo el pequeño esqueleto por sus labios y eructó para provocarle asco. Peter solo frunció el entrecejo y dejó de verla. Ella sonrió para sus adentros, detestaba ese tipo de mirada que provocaba en los hombres y en parte deseaba ser libre de todo.

Libre e ir con el hombre que deseara. 

*

Bill estaba dentro de su casita celeste y le había pedido a Jared que no le hablara, que solo lo dejara ahí, sentado en el frío suelo invernando mientras esperaba por despertar en su cruda realidad.

—Hay mucho por hacer o descubrir aquí, Sueñolandia tiene mucho que mostrar.

—¿Sueño qué? —Lo miró confuso.

—No sé, este mundo, este lugar en el que nos lleva dormir, le puse ese nombre temporalmente. —Sonrió esperando que Bill le siga, pero no pasó, el pequeño estaba muy triste. 

Bajó la cabeza y se hizo una bolita. Jared suspiró a su lado, él estaría corriendo o volando o construyendo algo en su casita en forma de pirámide negra, pero había decidido acompañar a Bill.

—¿Y si… y si tomamos algo para nunca despertar? —sugirió Bill—. Si solo nos quedamos aquí y rehusamos despertar…

—No, es imposible, basta que alguien nos despierte allá y desapareceremos de aquí. Me gusta más allá, ¿sabes? Aquí todo es… aquí solo siento el misterio y la nostalgia de lo que antes éramos.

—El mundo de los humanos no es nuestro, date cuenta, Jared, mira lo que somos allá, simples esclavos sexuales, ¿comprendes eso? Solo somos eso, un hueco para la polla de ese hombre. Eso es tan despreciable. —Jared frunció el ceño.

—Oye, no te expreses así de él. Furst puede ser un poco malo pero…

—¿Un poco? ¿Un poco, maldita sea? —habló con la voz entrecortada—. ¡Me esclavizó! Mató a mi novio… —Jared solo quería justificarlo, toda su vida había crecido con Furst, ¿cómo podía despreciarlo? Eso no era posible.

—Él solo hizo lo que debió haber hecho…

—¡No! ¡Date cuenta lo que dices! —Vio la tristeza de Bill, el pequeño había bajado las orejas y comenzó a sollozar, eso incrementó su culpa.

—Lo siento… —susurró.

Bill evitó verlo, solo volvió a llorar como otras tantas veces había hecho sintiéndose preso, desdichado, infeliz. 

Jared miró hacia la ventana de la casita de Bill, el cielo estaba tan celeste y un ave amarilla con cola de fuego pasó llamando solo su atención. Había tantos misterios, Bill tenía razón… él le daba mucha preferencia a Furst quien era solo un humano, ellos eran algo diferente, una raza, pero una raza dominada por Furst.

*

Misha tuvo que despertarlos trayendo a la realidad a un Bill lloroso quien se aferró al cuello de Jared, no quería ver la realidad. Jared decidió cargarlo para así bajarlo de la Van que los había traído.

La mansión… la mansión era una construcción lujosa en medio de un bosque. Había un camino de enormes jardines donde solían jugar los hombres gatos, era una seuda libertad…

Había muchos sirvientes que los recepcionaron formando una fila en la entrada de la casa. Todos, absolutamente todos ellos buscaban con su mirada al nuevo “hombre gato”, al pequeño Macky que estaban buscando desde que fue implantado en el vientre de alguna mujer. 

Los sirvientes eran cerca de veinte personas, todos ellos comprados con mucho dinero y además sabían que si renunciaban o escapaban serían buscados y asesinados, sabían muy bien que sus vidas le pertenecía enteramente a Furst. 

Bill se quedó sorprendido cuando logró darse cuenta que todos lo miraban, hasta podía escuchar sus murmullos.

“Es tan joven, es un niño…” “No, no lo es, aunque en edad sí, como el joven Jared, es de su misma condición” “Pobre niño, es tan bonito y solo servirá para… ya sabes, a Furst le encanta esas perversiones” “Ni lo digas, para eso está Misha, ella no querrá otro gato en sus aposentos, ella es astuta” “Ella es estéril, ella es como ellos, solo que ella se cree la señora de la casa, pero las mascotas sexuales son solo eso, ese es el destino de este nuevo.” 

Su cola se erizó y Jared supo el porqué.

—¡Cállense! —gritó Jared y todos comprendieron que mejor guardaban silencio porque Furst podría enterarse, todos sabían que los hombres gatos tenían un buen oído. 

Furst bajó de su auto y entró escoltado por los hombres de su seguridad, acercándose a la entrada de la mansión donde los demás sirvientes lo esperaban junto a Peter y los tres hombres gatos.

Bill pudo ver cómo todos bajaban la cabeza como si Furst fuese una especie de rey o deidad, eso logró molestarlo mucho, hasta los humanos demostraban esa ridícula sumisión. 

—Buenos días con todos, hoy es un día especial pues he recuperado lo que una vez perdí… todos ustedes saben lo importante y especial que son los hombres gatos, ustedes son tan afortunados por vivir cerca de alguno de ellos… —Furst daba todo un discurso y Bill abrazó a Casimir más fuerte, no quería escuchar su grave voz y ni tener que ser observado por tantos pares de ojos—. Con ustedes, Macky, mi pequeño ha regresado donde corresponde. —Se le acercó provocando temor en Bill y le quitó la capucha para que todos vieran sus peludas orejas negras y también buscó su cola con una de sus manos y la mostró a todos.

Los presentes corearon un “oh” al mismo tiempo y Furst sonrió. —Macky, al igual que Misha y Jared merecen el mismo respeto, el mismo trato, quien se atreva a tocarlos pagará con su vida, lo mismo para cualquiera que los deje escapar, ellos son de aquí, este es su hogar.

Para Jared y Misha era una sensación agradable presumirse ante los demás como las mejores posesiones de Furst, escuchar cómo ese hombre tan poderoso amenazaba a todos por ellos. Estaban acostumbrados a esa sensación, como bien había dicho el científico viejo Lucas, todo gato tenía su orgullo, su ego que inflar, ellos lo inflaban de esa manera y eso les hacía sentirse como “en casa”. Pero eso no era lo mismo para Bill, era como la más vil de las humillaciones ser presentado ante todos como un simple objeto sexual, como un esclavo.

Jared estaba sonriendo con superioridad ante cada uno de los sirvientes, pero al ver el rostro de Bill se puso serio, éste tenía las orejas caídas y los ojos llenos de lágrimas mientras Furst tomaba su rostro con una mano y con la otra su peluda cola, les mostraba a todos su nueva adquisición.

Furst frunció el ceño al ver cómo Bill se aferraba al gatito negro que tenía en brazos y sonrió de forma maléfica, sabía lo mucho que el pequeño Macky quería a ese animalito, no dudaría en sacarle provecho.

—¿Sabías que no se permiten animales en la mansión? —susurró aun tomando su rostro, Bill enfocó su nublada vista en los ojos oscuros del hombre de traje.

—Por favor… —musitó abrazando posesivamente al gato negro. Furst sonrió.

—Haré una excepción solo porque eres Macky, mi pequeño gato extraviado, solo por eso permitiré que ese animal se quede contigo, pero si te atreves a desobedecerme el primero que pagará con su vida será ese gato, ¿te queda claro? —Bill apretó los dientes y cuando Furst tomó parte de sus cabellos esperando una respuesta, Bill solo pudo asentir.

En la mansión se haría una enorme fiesta de recepción de todos los presentes. Misha y Jared sonreían felices, para ellos que no conocían el mundo no había otra cosa más agradable que estar en casa, en la mansión que los vio crecer, con todos los manjares a su disposición.

Misha se alejó con varias sirvientas y las bolsas de sus peces, ella tenía un cuarto enorme y bello donde tenía sus acuarios.

Jared también se fue pero con Bill y parte de la servidumbre hacia el bosque que estaba detrás de la mansión. Cuando el hombre gato cumplió los cinco años Furst le había regalado una casa en forma de pirámide la cual estaba camuflada en medio de arbustos.

—… es hermosa, debes verla —seguía explicando Jared a un Bill totalmente adormecido. Se movía por inercia, quería desaparecer, por más lujo que ahí había, se sentía peor que un preso, se sentía muerto en vida—. Tiene unas pequeñas ventanas y… debes verlo, tiene una… mejor no te digo pero Furst fue tan bueno en recrearlo… —Jared hablaba apresurado pero al no escuchar nada de Bill giró el rostro y sus orejas decayeron de solo verlo—. Bill… oh, vamos…

—Prometiste sacarme de aquí, lo juraste…

—Shhh —le chistó indicándole con la vista los cerca de cinco sirvientes que le acompañaban llevado sus maletas—. Ten presente que acá no puedes hablar nada de esas cosas Bill, nada… déjalo para el mundo de los sueños, acá todo se graba, toda cámara, todo sirviente rinde informes, no seas necio —le susurró—. Ven, entra… —invitó pasar a su pirámide y cerró la puerta para que ningún sirviente entrara.

Bill no hizo ninguna mueca de asombro, era la réplica casi exacta de la pirámide negra que Jared tenía en el mundo de los sueños con la diferencia de que a un lado había un altar de la diosa Basted hecho como de oro.

—Furst me regaló esta estatua y sí, es de oro puro, me lo dio hace algún tiempo como muestra de su amor…

—Jared… —reclamó sintiéndose muy incómodo—. Sabes lo mucho que odio que hables así de ese tipo.

—Acá deberás aprender a obedecerlo, Bill, por tu bien, no quiero que nada malo te pase, no seas necio, te está dando privilegios, mira —señaló a un dormido gatito negro en los brazos de Bill—. Casimir sigue vivo gracias a Furst, acá no se permiten animales…

Bill no entendería eso, cómo Jared podía ver positivo a todo eso que pasaba.

—Lo odio, nunca podré perdonarlo.

—Bill… —se le acercó y lo abrazó por detrás para susurrar en su oreja gatuna—. Lo sé, lamento mucho eso, pero te di mi palabra, te sacaré de aquí, lo juro, pero dame tiempo, trata de poner de tu parte, sé que es difícil pero Bill… si te sigues negando verás los horribles castigos.

—¿Y si intenta abusarme? ¿Sabes lo que es eso? De seguro que no, toda tu vida fue servirle, tú no sabes lo que es tener dignidad, tener un valor, tener una decisión. —Jared se quedó pensando, nunca se sintió abusado, Bill tenía razón, él no sabía a qué se refería, ni recordaba con claridad la primera vez que Furst lo tomó como suyo, todo había sido muy natural para su contexto.

—Bueno… —no sabía qué decirle—. Bueno… ten por seguridad que te gustará.

—¡Cállate! —gritó separándose bruscamente—. ¿Cómo puedes decirme eso? —lo miró con frustración. Jared sonrió tímido, se sentía avergonzado y culpable.

—Lo siento, quizá no sea el momento de hablarlo, pero Furst sabe cómo complacernos.

—Nunca podrás entenderme Jared, no sabes a lo que me refiero. 

Fin del tema, Jared tampoco quería seguir hablando de eso, se mordió el labio cuando quiso decirle que si Furst lo penetraba la pasaría muy bien, él lo sabía por experiencia. Pero también era muy cierto que Bill venía de otro contexto muy diferente.

*

Bill entró a una hermosa habitación un poco vacía. Peter lo había llevado y la indicación era que debía decirle todo lo que quisiera, hacer su pedido de personalización de su propia habitación.

—Verás… el amo es muy bueno, por ejemplo, Misha tiene muchos acuarios, incluso se le ha pintado el techo de su habitación como agua, sus mantas todas son de un mismo tono incluso sus cortinas, todo es muy acuático, hum, Jared tiene una habitación como un Egipto antiguo sin contar la pirámide en el bosque… como verás, son libres de pedir lo que desean.

“Son libres”, pensó Bill con mucha frustración.

—¡Aquí nadie es libre! —gritó con cólera, ofuscando a Peter quien tomó su brazo y lo apretó hasta que Bill se quejó—. Ay…

—Escucha, gato mañoso, a quien quieras puedes gritar, pero a Furst y a mí nunca, ¿entendiste? También tengo mucho poder y si te pones insolente conmigo la pasarás muy mal, no tengo todo el tiempo del mundo, así que será mejor que hables ahora o decoraré a mi antojo tu lugar. 

Bill apretó sus puños y erizó su cola mientras abrazaba a Casimir, debía pensar rápido aunque no tenía ánimos de nada, debía decirle alguna sugerencia o podía predecir que se molestaría. 

—Habla ya.

—Quiero… quiero mucho una casa para Casimir, un sofá suave, hum… eso. —Peter tomó nota y estuvo por irse, fue cuando Bill recordó algo—. Y quiero un botiquín.

—¿Cómo? Tenemos una pequeña farmacia en la mansión.

—Quiero uno. —Peter rodó los ojos y asintió.

*

Misha y Jared caminaban de un lado a otro mandoneando a los sirvientes como mejor les parezca. Estaban muy bien vestidos, Misha tenía una pequeña minifalda de cuero y unas botas que la hacían verse muy alta además de que había acomodado su cabello en un moño para sobresalir aún más. Jared se había vestido de cuero, se había afeitado y además delineado sus ojos con negro resaltando su mirada de ojos azules. 

Los sirvientes los detestaban, ellos podían mandar lo que desearan como los casi amos. Para ellos era como desquitarse un poco, no tenían libertad, así que se aprovechaban de ese derecho que Furst les había dado.

—¡Quiero mi acuario aquí!

—Pero señorita, la bulla de la música podría matar a sus peces, ¿no se da cuenta?

—¿Quién dice que habrá música fuerte? ¡Yo no lo ordené! ¡Quiero el acuario de peces azules! —Los sirvientes retrocedieron y fueron por el acuario.

Misha suspiró algo molesta, la fiesta no iba a salir bien, habían cometido cada cosa, Jared quería dominar y poner decoración egipcia, pero Misha estaba totalmente en desacuerdo. La decoración era una total vulgaridad porque no podían ponerse de acuerdo.

—Estoy cansada de que siempre quieras entrometer tus cosas Jared, esto de Egipto es un secreto de nosotros, ¿por qué ponerlo a la vista de todos? Eres un niño irresponsable.

—Tus peces apestan, no sé por qué quieres llenar el salón de acuarios, ten criterio Misha, no va esa decoración, es tonta y ridícula. —Ella le mostró los dientes y él también lo hizo erizando su cola.

Los dos se detuvieron pensando que quizá lo mejor sería consultar con alguien para que decidiera.

—¿Y Bill? Él también es como nosotros —dijo Jared—. Quizá él tenga un buen gusto en el que podamos equilibrar todo esto. —Misha lo pensó y sonrió.

—Tienes razón, no ganaremos nada peleando, dejemos que el pequeño Bill decida y listo.

Los dos corrieron escaleras arriba a buscarlo en su habitación, sabía que estaría metido ahí. 

Cuando tocaron la puerta, éste no abrió, así que entraron encontrándolo durmiendo en la cama en forma de una bolita con su colita rodeándolo. Ambos hombres gatos bajaron las orejas en señal de pena y se le acercaron de forma lenta.

—Estará solo en el mundo de los sueños… —dijo Misha entristecida. 

Pero algo alteró a los dos hombres gatos que hizo que erizaran su cola de tanto temor, Bill tenía en una mano un frasco de fármacos vacío.

—¡Ahh! —gritaron asustados y Jared recordó lo que Bill le había dicho en sueñolandia, deseaba quedarse ahí sin poder despertar, bien, parecía que lo había logrado, por más que sacudieron su cuerpo no pudieron despertarlo y se asustaron de sentir sus manos frías y su débil respiración.

u_u creo que pensar en morir al sentirse esclavizado es algo un poco esperado... pero veremos cómo sale de eso. En el siguiente capítulo, un poco más de Tom y una sorpresa especial~ No olviden comentar ;_; los leo siempre<3

6 comentarios:

  1. Holy shiiiiiiiiiiiiiiit ;-; holy fucking shit(?) xdd dsuxgdmzhjszhcs yo sé que Bill no morirá... ¿porque no lo hará verdad? e_é oh dios, sube otro que tienes hecho ;w; un regalo por tantos meses sin el fic dsjgnfmas xD quiero saber de Tom, quiero saber que pasaaa D:! debeees subiiiiiiiiiiiir(?) hazlo por mi(?) jhdxzsm

    ResponderEliminar
  2. osidkafj como comente en tu estado de Face, quiero matar a Furst >:c, estoy de acuerdo con Laura, sube el otro como regalo :ccc lsdkjf solo si quieres :c

    ResponderEliminar
  3. PINK
    ................
    ;----;
    extremadamente triste pero Excelente regreso
    ahora tengo ganas de releer todo el fic laksdaksnda ahhhhh Pink genial como siempre Muchas gracias por compartirnos este capitulo esperare ansiosamente por el siguiente ;U;

    ResponderEliminar
  4. Pink me haces muy feliz por continuar esta historia, no sabes las ganas que tenia por saber que pasaria con bill y tom *-*
    Con respecto al capi, al igual que bill me da mucha rabia la falta de conciencia y de incomprencion que tienen todos alli para con él, y odio a furst, maldito desgrasciado ò.ó
    En fin, voy a estar esperando muy atenta el proximo capi ^-^
    Danke ^-^ por continuar la historia <3
    Caro =D

    ResponderEliminar
  5. nooooooooooo Minino quiso suicidarse para "escapar" del futuro que le espera junto a ese despreciable sujeto VIOLADOR DE GATOS!!! D: :'C Y a ese imbecil de Jared no le creo nada de lo que le dice al pequeño gato!!! -_- Y esa gata fácil y engreida QUIERO VERLA luego de comerse UN PEZ GLOBO!!! muahahaha y que a ese HDP de Furst LO ULTRAJEN DE TODAS LAS FORMAS POSIBLES !!! Fuck!!! Thomas tu gatinovio te necesita asi como tú lo necesitas a él!! :'C :'C
    Nuevamente muy agradecida por la ctualización DamitaRosa :) ♥

    ResponderEliminar
  6. siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii volvió gracais gracias gracias pink!!!...... odio a frust con todo mi corazon!!!! :(!!!!!!!!!!!! pero graciaaaaaaaaaaaas por continuarla!!! te amo pink

    ResponderEliminar