jueves, 26 de diciembre de 2013

Minino~ 35

Hola a todos *-*~ espero les guste este capítulo, explica algunos misterios del fic. Gracias por comentar y por seguir leyendo a pesar de que ha dormido por muchos meses, pero tengo las ganas e inspiración necesaria para seguir con el fic hasta darle un buen final. Besos *-*
Estaban desesperados. Casimir maullaba desesperado pues podía sentir el temor de los demás. Misha le gruñó y el gatito erizado se fue a su casita de peluche que Peter había traído horas antes.

—Debemos despertarlo, Jared, debemos hacerlo porque si Furst se entera lo castigará —habló asustada y Jared solo pudo presionar su pecho varias veces y darle palmadas en sus mejillas.

No despertaba y se asustaron mucho. Ya casi era de noche y la fiesta comenzaría en unas horas. La comida era servida en bandejas y Furst se alistaba en la habitación principal mirándose en un enorme espejo, sonriendo de solo verse. Se sentía el amo del mundo, todos los planes habían salido bien hasta el momento, solo faltaba presentarle a todos sus nuevos médicos y científicos que trabajarían en la recuperación de más hombres gatos. Ya tenía tres, pero quería mucho más.

Suspiró recordando que tenía un hermoso y lujoso regalo para Bill, se lo daría en la madrugada, luego de hacerlo suyo, ya sentía que le había dado mucha libertad y privilegios, era hora de mostrarle quién era el amo y cuál era su función.

*

—Debes dormir —mandó Misha.

—No puedo, con este temor, no podré. —Ella cerró los ojos frunciendo el ceño.

—No sé Jared, será mejor que lo hagas y le pidas regresar. 

Misha era como su madre, aunque era joven, ella lo había criado, así que lo que decía era como órdenes para él. Se recostó al lado de Bill y suspiró cerrando sus ojos, buscando dormir.

Misha se sentó a su lado y puso su cabeza sobre sus piernas, lo acariciaría de tal forma que lo haría ronronear para que así pudiera dormir.

Jared extendió una mano y tomó la de Bill y suspiró hondo comenzando a ronronear, Misha sabía muy bien donde acariciarlo para darle esas sensaciones de total relajo. 

Se perdía en los sonidos extraños y poco a poco aparecía el conocido paisaje de ese mundo. Hacía mucho frío, parecía que nevaría y Jared apareció sentado en hojas secas cerca del lago lila con peces de colores y plantas acuáticas de las más raras.

Se levantó comenzando a buscar a Bill. Gritaba su nombre y se había molestado por aparecer lejos de la casas. Saltó en el aire y comenzó a volar sintiendo el frío dar contra su rostro. —Lo que me haces hacer… gr… —gruñó molesto.

Una silueta de un hombre corriendo en el bosque le llamó la atención.

—¡Vampiros! —gritó desde abajo, metiéndose en el hueco de un árbol. 

Jared se asustó mucho, ¿quién era ese tipo? Ese mundo era solo de ellos, de Misha, Bill y él, a veces entraban imágenes de otros seres, o la misma diosa Basted caminaba dejando misterios, pero nunca había un hombre corriendo por el bosque.

Bajó tan rápido y comenzó a olfatear el lugar.

—Quién eres y da la cara —habló con grave voz para producir miedo—. ¿Cómo lograste entrar aquí?

—Yo… —se escuchó una voz donde reveló el lugar donde se había escondido—. Si eres un vampiro tengo una estaca, y ajos, lo juro. —Jared rió ante eso, rió tan fuerte porque nunca había sido confundido con un vampiro. 

—No soy un vampiro, vamos, sal de ahí o voy por ti y la pasarás mal.

El hombre salió de hueco temblando de miedo. Vestía un pantalón jean y tenía una cola esponjosa color negra además de dos hermosas orejas de gato… pero Jared pudo reconocerlo y casi retrocedió del miedo.

—Oye, no soy tan feo —contestó él.

—¡Tom! ¡Santo cielo, eres Tom! ¡Eres un fantasma! —Tom se entristeció, últimamente le pasaba cosas raras, su supuesta novia se había asustado de él recientemente, su mamá le había creído un demonio, tenía temor de salir de casa y ahora había aparecido misteriosamente en un bosque y mientras corría se percató de su cola y orejas. Todo era tan confuso y ahora ese guapo hombre con orejas de gato lo había reconocido, pero a la vez se había asustado.

—No usé drogas, solo dormí. Mi madre se escapó de mí y no quise salir a comprar comida. No sé quién soy ni dónde estoy… ¿quieres dejar de verme así? No soy un demonio, tampoco un fantasma.

Jared comenzó a temblar, no podía encontrar explicación alguna.

—Escucha, debes decirme cómo entraste aquí y por qué rayos te pusiste una cola y orejas como nosotros, tú no eres como nosotros…

—¿Cómo quiénes? No entiendo, creí que era un gato en otra vida, solo así explico esta cola, aparecí con esto aquí, esto es un sueño, vamos, no me grites, despertaré de esta pesadilla y seguiré buscando respuestas…

—¡Cómo sabes que sueñas! ¡Diosa Basted, qué clase de prueba es esta! —Gritó mirando al cielo y luego enfocó su vista en Tom, acercándose para tocarlo. Si lo tocaba era que existía en el mundo, pero sino, era solo una ilusión, solía pasar eso en ese mundo, ver personas o seres como imaginarlos, pero como un holograma.

Cuando pudo tocarlo se asustó erizando más su cola, eso a Tom le pareció muy sexy de su parte y le sonrió.

—Quizá fui un gato gay en otra vida —dijo con una sonrisa inspirando el aire, oliendo el delicioso aroma de Jared quien le frunció el ceño.

—¿Me estás coqueteando? —preguntó asombrado.

—Eres muy lindo…

—¿No recuerdas nada?

—¿Nada de qué? ¿Tú sabes mi vida?

—Tom, ya no tienes una vida… falleciste hace semanas, fuiste asesinado —le informó con las orejas hacia atrás, en señal de pena, Tom también bajó las orejas escuchando eso.

—¿He muerto? Eso no es posible…

—Lo es, te mataron, te… —Miró su pecho y comenzó a abrir su chaqueta botón por botón. Tom suspiró y rió un poco.

—Verás… quisiera tener un sueño húmedo. —Quiso acariciar su rostro pero Jared no se lo permitió.

—Será mejor que te calles, esto no es un sueño, esto está pasando, tonto. —Abrió su chaqueta y vio la cicatriz—. ¡Por la diosa Basted, eres tú! —gritó viendo la herida cerrada.

—¿Sabes quién soy? Dime quien soy, vamos, dímelo que me siento confundido, nadie me da respuestas, hace días un ave me habló, estos sueños son raros, explícame…

—Eres un humano, no sé por qué estás con esa cola y no hay aves que hablan. —Tomó su cola y se la jaló para ver si se la podía quitar, pero Tom gritó de dolor.

—¡Eso me dolió!

—Lo siento, pero no encuentro explicación para esto… eras un humano, novio de Bill, ¿lo recuerdas? Habías muerto… capaz eres un fantasma que la diosa Basted decidió traerte para hacer compañía a Bill…

—¿Bill?

—Tu novio, bueno, ahora no puede ser nada tuyo.

—¿Tengo un novio? ¿Soy gay? —se cuestionó extrañado—. Pero no he muerto, no, salí de un lago, busqué mi casa, vivo en Hamburgo, hace poco vino mi madre y… salió corriendo, soy una especie de monstruo, tengo miedo salir de mi departamento.

—No puede ser… no puede ser…

—¿Qué no puede ser?

—¡Que estés vivo! ¿Cómo entraste aquí?

—Hace días creí soñar con esto, solo duermo y aparezco aquí, este es mi sueño y tú eres mi creación —dijo queriéndose acercar para darle un beso lo cual Jared rechazó dándole una patada en la entrepierna.

—Cuando Bill se entere te castrará, no vuelvas a intentar besarme, no soy tu creación, este no es tu sueño, es un mundo.

—¿Qué?

—Todo esto es tan extraño, pero no puedo seguir hablando mucho contigo, hum… bienvenido a Sueñolandia, donde tus sueños son la realidad. —Sonrió y Tom frunció el ceño confundido—. Debo ir a buscar a Bill, no quiero que me acompañes pues él no querrá regresar a casa y tenemos una fiesta.

Miró al cielo y se impulsó para volar.

—¡Espera! —gritó Tom, pero no supo cómo alzarse en el cielo para poder volar así que solo corrió persiguiéndolo a una gran velocidad.

—¡Será mejor que no me sigas! —gritó yendo aún más alto. Jared se sentía celoso, no podía negarlo, no le diría nada a Bill para no desequilibrar su mundo, pero debía hacer algo al respecto, ¿cómo era posible que el fallecido Tom estuviera en el bosque se sus sueños?

*

Misha se desesperaba aún más porque podía tocar las manos de Bill y su pulso era muy débil.

—Creo que Jared no te ha encontrado. Debo pedir ayuda, lo siento Bill, debo hacerlo o será peor. No debiste hacer esto.

Se levantó dejando a Jared seguir durmiendo y salió de la habitación, no iría donde Furst, iría directo donde Peter.

Éste estaba abajo, terminando de ver cómo instalaban las burbujas de la enorme pecera. 

—Misha… —sonrió mirándola de pies a cabeza, sintiendo su sangre bajar y concentrarse en una zona específica—. Estás hermosa.

—Ahórrate tus palabras y trae un médico. —Peter se puso serio, los médicos especialistas en genética estaban por llegar para ser presentados en la mansión, pero Furst le había pedido total discreción, sería una sorpresa para la noche.

—Los médicos no están.

—Trae alguien, es una emergencia. —Peter se alteró un poco.

—¿Qué pasó?

—Es Bill… tomó fármacos para dormir y… —Peter se puso pálido recordando lo que el pequeño le había pedido, un botiquín y Peter le dio uno completo con lo esencial, medicina para dolores de estómago, algunas para la fiebre, vitaminas y hasta pastillas para dormir… no pensó que se las tomaría todas con otra intención.

Corrió escaleras arriba sintiendo que quizá su vida estaría en peligro si algo pasaba con el pequeño Macky, le harían una fiesta de bienvenida y ahora parecía que se había intentado suicidar. Todo era catastrófico.

Encontró a Jared durmiendo a su lado y sin el consentimiento de Misha lo despertó a manotazos para que se alejara de Bill.

—¡Pero qué tontería hiciste! ¡Jared buscaba a Bill! —gritó Misha entrando a la habitación. Peter no entendía eso de que se buscaban en sueños, ni lo creía, pensaba que eran puros inventos de los hombres gatos para hacerse los interesantes.

—Me estorba —dijo cargando a Bill.

Inmediatamente llamó a un médico a espaldas de Furst y éste llegó en veinte minutos, mientras tanto había mandado a Misha a entretener al jefe de la casa.

—¿A qué hora es la fiesta? —preguntó a Misha en la habitación.

—Falta mucho, mi amo, será cerca de la media noche como debe ser. —Ella fingía una sonrisa, en realidad no sabía por qué había obedecido a Peter, más bien lo hubiera delatado cosa que se ganaba una buena sanción por darle esas pastillas a Bill, hasta podía matarlo si se enfurecía demasiado.

—¿Pasa algo? —preguntó achinando los ojos, que ella estuviera tan cerca y dándole besitos le sorprendió en cierta forma—. ¿Celosa? —eso fue un golpe bajo, aún estaba sensible por saber que compartiría su amor con alguien más, ahora serían tres y no dos.

Ella le dio la espalda, no quería tocar ese tema. Furst se le acercó por detrás y la abrazo. —Mishita… tú siempre serás mi mujer, nunca habrá otra como tú. —Esas palabras hicieron revolotear las mariposas en su estómago, ella quería creerle, ser la única, por algo lo amaba y se lamentaba de ese sentimiento.

—No quiero que toques a Bill —dijo sabiendo que de seguro la mandaría a dormir a su habitación porque decidiría probar a Bill y eso significaba que la descuidaría por mucho, ella sabía muy bien lo mucho que a Furst le gustaban los pequeños, sabía que Bill podía convertirse en algo muy especial para él así como lo fue Jared hasta que creció y volvió a Misha. 

*

Bill caminó por un sendero inhóspito. Había mucha neblina y los sonidos de gigantes aves sobrevolaban esa parte del bosque. Sabía que se sentía cansado y con frío más que todo por las pastillas que había tomado que por el ambiente fantasmal.

Había aparecido en una parte totalmente desconocida del bosque de los sueños y ahora las plantas eran todas amarillezcas, como secas además los árboles estaban sin hojas.

—Vaya, estoy muriendo —dijo sabiendo que quizá no despertaría. 

Llegó a una especie de precipicio, había un mar o algo así y se acercó con temor, el corazón le latía mucho, las manos estaban frías y el viento gélido golpeaba su rostro. Era como llegar al borde de ese mundo, tenía un final. 

A lo lejos pudo ver el resplandor de una ciudad brillante, ¿qué era eso? No lo sabía, pero sentía la gravedad en ese lugar, eso quería decir que si se tiraba por el acantilado podría morir.

La idea de morir le pareció perfecta, una forma de acabar con el dolor que sentía, una salida, un alivio, un descanso a todo.

Su labio tembló y solo pudo arrodillarse a llorar por última vez, a desahogarse para luego tener el valor de morir, eso esperaba.

Se sintió flotar por un momento y luego cómo era arrullado en unos brazos suaves, como el abrazo de una madre sobreprotectora. Así que lloró aún más fuerte. —Por Dios, voy a morir… —se lamentó como un paciente de una enfermedad terminal, como un guerrero que sabe que mejor sería morir porque sus heridas no sanarán, como una forma de rendirse.

Sintió el pecho de una mujer y se sobresaltó por un instante, solo que estaba tan adormecido por la canción extraña que la mujer comenzó a cantar que lo arrulló.

—Pequeño gato, hijo mío, hijo de Basted… —Ese nombre lo había escuchado tanto de parte de Jared que abrió los ojos percatándose que estaba en el regazo de la misma diosa. 

La diosa tenía una cabeza de gato y el cuerpo de mujer bien ataviada en telas hermosas y suaves como la seda. Su pelaje era como el color de un león, sus cabellos eran castaños y sus enormes ojos gatunos eran azules.

—Diosa Basted… oh, diosa, eres tú, existes… oh… —tartamudeó del nerviosismo—. Estoy muriendo, ¿verdad? ¿Usted me llevará al paraíso? Quiero descansar —dijo en débil susurro. La mujer mitad gato, mitad humana le sonrió.

—Mi niño, no mueres, aunque este lugar se llama Muerte. —Bill tragó saliva un poco asustado, aún seguía en los brazos de la misma diosa—. Todos mis hijos fueron muertos por la raza humana, estuve tan tranquila por cientos de años hasta que vi que esta parte del mundo estaba habitada por tres… —Bill la miraba atento.

—¿Qué somos?

—Una raza guerrera, fuimos una raza guerrera. —Bill pestañeó y se sentó en las piernas de la diosa.

—Furst nos domina, ¿sabes de quién hablo? ¿Conoces a Jared y Misha? Nosotros… nosotros no nacimos de forma natural… nos clonaron. —La diosa lucía confundida, ella era considerada una diosa, pero no tenía poderes de ser omnipresente y saber todo lo que Bill le decía.

—No sé de quiénes me hablas… solo sé que existen tres en la tierra que despertaron después de cientos de años. —Se refería a Jared y Misha, también a Bill.

—¿Concedes deseos? —preguntó mirándola a los ojos con súplica—. Todos los dioses conceden deseos… quiero uno antes de morir. —La diosa lo vio con asombro, ella no podía conceder nada, pero quería escucharlo.

—Mande.

—Quiero que me envíes donde Tom… 

—¿Tom?

—Mi único amor.

—Tom… —miró ella con tristeza—. ¿Te enamoraste de un humano?

—Sí —dijo con lágrimas en los ojos—. Quiero morir y estar en sus brazos. —Ella se puso seria, pero recordó algo.

Hace días, mientras supervisaba el bosque, vio a lo lejos un joven con lenguaje como el de Misha y Jared, ella los conocía de vista, sabía dónde estaban sus casas, pero nunca se acercaba a ellos. Vio a un joven alto y apuesto que incluso le recordó a su primer amor hace cientos de años cuando Egipto la acogió luego de que su nave callera en la Tierra.

Mandó a una pequeña ave a sobrevolar cerca de ese joven y el ave le preguntó su nombre y éste le respondió: Tom, luego preguntó de dónde venía y por qué, a quién buscaba, pero Tom solo respondió “ave, este es mi sueño” y no dijo más.

—Tom… —repitió ella—. ¿No lo encuentras?

—Murió, lo mataron…

—Quizá no, pequeño, quizá está vivo y quizá esté buscándote. —El corazón de Bill latió acelerado, para él ella era una diosa, todo lo que Jared le había dicho sobre ella lograba incrementar su fe.

—Diosa mía, si eso es verdad no quiero morir —dijo con esperanza—. Si usted me lo dice… —Ella tomó su rostro y besó su frente con su hocico de gato.

—Mi guerrero, nunca te rindas, nuestra raza es única, nunca dejes que un humano te doblegue, no piensen en morir, ¿entiendes? —Bill asintió en sus brazos—. Soy tu madre, la que te trajo a la Tierra, no hagas quedar mal nuestra raza.

Bill sintió una pequeña descarga eléctrica en su cuerpo lo que le llevó a despertar sobre una cama desconocida.

—Woff, miau… —habló un idioma desconocido para todos los presentes, Jared, el médico y Peter estaban con él y se asombraron de oírlo.

A Jared se le erizó la cola al escuchar esa lengua extinta en Egipto. —¿Qué dijiste? ¿Qué dijiste? —preguntó apretando sus hombros, Bill se sentó en la cama y abrió los ojos viendo los de Jared.

—Basted… —susurró—. Vi a Basted… la diosa, es real —dijo con una sonrisa y Jared sonrió también abrazando a Bill y recordando que cuando era pequeño vio a una enorme diosa con cabeza de gato que le dijo que debía regresar a la tierra y obedecer a su hermana mayor.

Bien, al fin Bill conoció a la "diosa" que en realidad es una alien muerta XD ahí está el misterio, se sabrá más de eso dentro de poco y la razón de por qué Tom está en ese mundo.... veremos qué más pasa en esa mansión del mal.... ¿Comentarios? No olviden dejarme su opinión *-*!

9 comentarios:

  1. ¡Pink! me ha gustado mucho. Tom es un coquetón xd Jared está celoso, no quiere que Bill se entere e.e Me gusta mucho, aprendo muchas cosas, aunque sean ficticias pero muy buenas :3 Si me preguntan en el colegio eso; diré eso xd "ALIEN MUERTA" XDDDDD Espero el capítulo 36. ¡Besos!

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    1. Muchas gracias *-* espero te guste el capítulo 36... ¿aun estás en el colegio? o_O

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    2. Pues sí, tengo 14. Espero no te moleste xd

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  2. Tom coqueteando a Jared xD ni que se llegue a enterar Bill, Furst te odio y te seguire odiando e.e, lo sabia los aliens estaban tras de esto, típico de humanos y hombres gatos confundir dioses con aliens XD
    Felices fiestas!!! Pink :3

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  3. Sigo sin creer que lo estés actualizando! Estoy tan feliz x leer después de tanto tiempo este fic! Gracias Pink! Me has hecho muy feliz!! Quiero más!!

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  4. Amooo este fic!! Fue con el que te conocí como escritora y saber que le daras fin me emociona muchoooo *__*

    Me encantan los capis, que Bill y Tom se encuentren prontooo

    Atte. Lily V.

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  5. OMG Tienes k seguir con esta historia me kede super picada!! >_< Por fa sigue con los capítulos y Felizidadees me encanta tu FIC !!! Y k pronto Bill Y Tom se encuentre y pon un final emocionante Pero bonito jejeje :3 me encanto

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  6. Lei el capi a los dìas que publicaste y CONMOCIONADA POR LA INGESTA EXCESIVA DE PASTILLAS PARA DORMIR POR PARTE DE MININO CON EL FIN DE ALEJARSE DE ESE TIPO DESGRACIADO :´c y AHORA JARED BUSCANDO A BILL ENCUENTRA AL DESMEMORIADO THOMAS VIVO Y CONFUNDIDO POR SU ASPECTO EN EL BOSQUE DE LOS SUEÑOS :O mientras Minino al despertar, ayudado por los mèdicos de la mansiòn, cuenta que estuvo con la diosa Basted y que esta le hablo al igual que a Jared. Interrogantes: Jared le dirà al Minino que vio a Thomas???Podràn impedir que el malnacido se aproveche de Bill??? :/ publicaaa en cuanto puedas nena!!! Y disculpas por el comentario atrasado :c te quiero ♥

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  7. Gracias a todos por comentar *-*~ me animan a seguir y ya tengo capítulo nuevo.
    Los quiero *-*

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