jueves, 22 de mayo de 2014

En el campamento - 6

Hola a todos *-* me alegra que haya más personas que comenten, aquí les traigo otro capítulo más, espero les guste n_n
Las aves cantaban en la mañana y ambos adolescentes abrían los ojos percatándose de las manos entrelazadas. Tom fue quien se soltó rápido pues sintió vergüenza. Pudo recordar las extrañas caricias que le propició a Bill en la noche y se cohibió cuando lo vio a plena luz del día.

Bill no se sentía avergonzado, se sentía cómodo con lo que estaba pasando, pero comprendía a Tom.

El rubio Gustav se levantó y comenzó a hablar de cosas superficiales con ellos dos mientras se cambiaban de ropa para salir a desayunar, luego de eso sabían que toda la mañana se la pasarían en competencias aburridas y castigos tontos a quienes no habían cumplido con las cartas a los amigos secretos.

Salieron al desayuno, lo mismo de siempre, pan con mermelada y leche con muy poca azúcar. 

Tom se sentó junto con Bill muy atrás mientras que Gustav se fue a buscar a sus amigos infantiles por otra mesa. 

Bill podía darse cuenta de la pequeña curiosidad que Tom tenía por su amiga secreta pues observaba a las chicas y se preguntaba cuál de todas ellas podía ser. Bill rió ante eso llamando la atención de Tom.

—El penúltimo día lo sabrás, no te desesperes. —Tom lo miró y bajó la cabeza.

—¿Quién podrá ser?

—¿Te interesa mucho saberlo? —enarcó una ceja preguntando y Tom asintió.

—Es solo que… si es linda como Naty sería lindo conocerla… hum… Oye, ¿tuviste alguna novia? —preguntó regresando su vista a la taza de leche, pero Bill no contestaba así que volteó a verlo—. ¿Bill?

—¿Qué?

—Que si tuviste una novia, una amiga especial, no sé.

—Ah, no. —Tom lo miró extrañado y hasta no le creyó—. ¿Tú?

—Pues… —Tom se percató que él tampoco había tenido una en su vida—. No, pero me gusta Naty, oh bueno, me gustaba, ahora sé que tiene novio y ya no me gusta. —Bill rió recordando el encuentro que vieron el día de ayer—. ¿Te gusta alguien, Bill? —Esa pregunta enmudeció a Bill enseguida y lo apenó. Tom pudo darse cuenta y observaba cada gesto de su rostro.

—¿Por qué quieres saberlo? —dijo sin mirarlo.

—Pues porque somos amigos.

—Si lo sabrías dejarías de serlo, será mejor que termines el desayuno, ya casi estoy por terminar y ahora comenzarán a castigar a los tardones. —Eso era verdad, ya todos cumplían las reglas pero los guías se las ingeniaban para buscar víctimas quienes laven los platos. 

Tom se quedó pensando en lo que le dijo, ¿por qué dejaría de ser su amigo si le contaba quien le gustaba? ¿Y si era Naty? Todo eso le llamaba la atención, pero sabía que Bill era muy reservado. 

*

En los juegos, Bill y Tom observaban las ridiculeces que los guían habían obligado a hacer a los que no habían cumplido con la entrega de cartas. Todos reían y Tom aprendió a reírse de Bill, imitaba cada cosa que hacía para evitar más castigos o que lo tomaran de participante. Carreta de costales, reventar globos con el trasero, cantar canciones estúpidas, todo ese tipo de cosas por casi tres horas en donde todos terminaron sudando y muy cansados.

Luego, los guías les hicieron sentarse en un círculo grande para darles nuevas indicaciones.

—¡Acaban de ver lo que les pasó a los que no cumplieron con la consigna, ahora les daremos una nueva! —Todos debían ponerse entusiastas porque el que se quejaba pasaba un momento vergonzoso—. ¡Ahora no sólo darán una carta a su amiga o amigo secreto, no, deberán hacerle un regalo con algo de la zona, del bosque! ¡Usen su imaginación! —Bill y Tom se miraron achinando los ojos en señal de aburrimiento, pero disimularon rápido antes que algún guía se percatara—. ¡Ahora, a las duchas! —tocaba bañarse y además el calor era insoportable, muchos tenían sed, pero los guías le decían que primero se bañarían para luego tomar una cremolada especial del día.

Fueron a las carpas a sacar sus toallas y otros atuendos de ropa, debían hacer una fila para entrar poco a poco a las duchas compartidas.

Andreas empujaba a Tom desde atrás y éste volteaba a verlo amenazante.

—¿La niña de cabello de sogas me hará algo? —provocaba Andreas. Bill lo jaló hacia atrás, a darle el pase, pero Tom lo miró extrañado—. Así me gusta, que tu marido te controle. —Tom frunció el ceño y quiso responder, pero Bill apretó su brazo y lo terminó por llevar más atrás.

—Es un abusivo, debería darle una paliza —decía Tom siendo jalado por Bill.

—No quiero que te metas en problemas, si Andreas se queja los guías te meterán en el cuarto de castigo junto con él, eso sería horrendo, ¿no crees? —Tom recapacitó y suspiró calmando su ira. Bill siempre lo libraba de problemas, sería mejor hacerle caso.

Ya en las duchas, Tom se ruborizó sin querer luego de quitarse toda la ropa, Bill estaba a su lado y se enjabonaba rápido el cuerpo. Los guías molestaban a todos para que se apuraran así que no debían distraerse. 

Uno al lado del otro, se enjabonaban para luego enjuagarse de forma rápida. Pero la vista de Tom chocaba con el pelinegro de rato en rato. Se puso a pensar por un segundo por qué tenía nerviosismo como si se tratara de mirar a una chica, no debía avergonzarlo y lo atribuyó a que no tenía hermanos, de seguro Bill sí y se bañaba con ellos, o en el equipo de fútbol, o estaba acostumbrado. Pero lo extraño fue cuando chocaron miradas Bill le sonrió bajando la mirada y se ruborizó él también, así fue como Tom sintió un agradable revoloteo en su vientre.

—¡Terminen o los castigaremos! —gritó un guía a lo que todos los demás terminaron por quitarse el jabón del cuerpo lo más rápido que podían. 

Ya vestidos, les dieron de beber jugo de frutas para luego juntarlos y llevarlos al comedor para el almuerzo. 

Les sirvieron la misma comida de siempre, desabrida y en forma de masa pegajosa, pero ya poco les importaba, los ejercicios siempre les daba hambre así que solían terminar todo el plato restándole importancia al sabor. 

Otra vez la tarde libre y todos tenían sus grupos de amigos muy definidos, cada quien iba por su lado. 

—Recuerda que debemos inventar algo para nuestras amigas secretas —dijo Bill mientras se alejaban de todo el grupo.

—¿Me dirás quién te tocó? Te dije que me toca Naty.

—No pedí que me lo dijeras —sonrió a Tom y éste se rindió.

—Solo dime si es bonita, no preguntaré más. —Bill rió y miró a Tom.

—Es bonita. —Tom sonrió ante eso aunque se sintió un poco incómodo, dentro de él no quería que Bill mirase a alguna chica como bonita, pero por otra parte era sentirse como cómplice, a ambos le había tocado una chica bonita.

—Pero ¿qué le haremos? No tengo la menor idea pero tampoco quiero ganarme un estúpido castigo. 

Habían llegado a la rivera de árboles donde empezaba el cerco eléctrico, Tom se emocionó sabiendo que Bill lo llevaría a la casita del árbol.

—Debemos construir algo con flores, ¿te parece? A toda chica le gustan las flores.

—No quiero darle flores a Naty, ella está con Andreas —dijo con el ceño fruncido.

—Pero debes hacerle algo, si entregas lo mismo de ayer los guías lo notarán y pueden hacerte problemas. —Tom se molestó un poco, caminaba serio y con aparente fastidio.

—¿Por qué hacen ese tipo de cosas? No le encuentro lo divertido.

—De seguro le hubieras encontrado lo divertido si no hubieras visto a Naty con Andreas, estoy seguro.

—Te equivocas —Bill lo miró a los ojos y Tom quiso decirle que ahora solo podía verlo a él, pero no dijo nada sabiendo que eso sonaría muy mal—. Naty no me importa, ni quisiera que sea mi amiga.

Bill dejó de verlo y continuó avanzando hacia el bosque. Tom se mordió el labio, no quería mezclar las cosas, tener que hablar más.

Llegaron hacia el gran árbol donde la pequeña casita los esperaba, pero Bill se detuvo antes de subir. —Debemos buscar las flores, al menos yo porque solo haré el ramo, nada más. —Tom se quedó pensando, ¿qué podría crear él? 

—Yo no sé, flores me parece romántico… no quiero darle algo así a Naty.

—Entonces busca alguna cosa, pero en la noche debemos poner los regalos en las cajas. 

—Realmente no entiendo la razón por la cual hacer esta estupidez, ¿qué clase de campamento es este? Solo nos hacen jugar cosas ridículas… —empezó a quejarse, pero Bill avanzaba hacia el pequeño río donde sabía que habían flores de muchos colores.

Flores amarillas…

Dejó de escuchar la voz de Tom y poco a poco se adentró en ese ambiente, escuchando el sonido del agua… el sonido que aceleraba su corazón y llevaba a su mente a un año atrás, a los recuerdos confusos de un amor doloroso.

Se sentó en una gran roca y se quedó muy quieto, no pensó que se pondría así de solo ver las flores.

—¿Bill? —Tom se le acercó y se quedó extrañado por verlo así, como ido, quieto mirando un punto fijo en el agua, como soñando despierto—. Hey, ¿pasa algo? ¿Estás bien? —Pero Bill no lo escuchaba, dentro de su mente la risa de Matt sonaba cada vez más fuerte y su vista se movió hacia un punto donde creyó verlo. Se puso frío como quien mira un fantasma y luego de eso la imagen desapareció—. Luces asustado… Bill.

—Matt —dijo y luego se asustó de haberlo mencionado. Volteó la vista hacia su costado donde Tom lo miraba extrañado y luego le fruncía el ceño.

—¿Me llamaste Matt? —Tomó su brazo y Bill se liberó, se puso nervioso y se sacudió.

—Debo tomar las flores. —Se levantó de la roca y quiso ir por ellas.

—No, explícame, ¿qué pasó? ¿Quién es Matt? Hace un momento te quedaste como soñando, eres muy raro Bill…

—Las flores, vinimos por las flores… —Caminó hacia las flores, dándole la espalda a Tom.

—¡Matt! —gritó Tom solo para ver su reacción, pudo notar cómo Bill se tensaba, se había detenido y sus puños apretado comenzando a agitarse—. ¿Quién es Matt? 

—No te importa —dijo airado.

—Me importa porque veo que te pones así cuando lo menciono.

—No tienes que mencionarlo, Tom, solo déjame en paz. —Se alejó un poco y Tom sintió impotencia, pero no diría más, no, porque había visto lo incómodo que Bill se había puesto.

Con manos temblorosas arrancó las flores hasta armar un ramo.

—Ten, te faltan las amarillas —Tom le pasó unas tres de ese color y Bill evitó verlas.

—No. —dijo molesto.

—¡Sólo quise ayudarte! 

—¡No lo necesito!

Se alejó de Tom con su ramo en mano y Tom se quedó en el riachuelo pensando, desilusionado, por más que quería entender a Bill no lo conseguía.

*

Los dos en la pequeña casita del árbol, Tom podía ver cómo Bill amarraba el ramo con un lazo de seda, no sabía cómo había conseguido algo así, pero era un lazo color rosa claro.

—No sé qué regalarle a Naty… un ramo no sería buena idea pues tú ya regalarás uno…

—Hum, puede ser un collar.

—¿Cómo lo haría? No sé hacer nada de esas cosas, no sé ni dibujar, nada, ni escribir poemas.

—Ten. —Le lanzó una tira de tela de seda—. Sólo ve la manera de convertirlo en collar. Ah, y tengo piezas del reloj, son muy bonitas… mira. —Abrió la maleta delante de Tom y sacó el reloj para abrirlo, sacando una pieza en forma de estrella y otra que era como una tuerca—. Podrías ponerlo como un dije y listo.

—Sabes mucho…

—Recuerda que estuve en un campamento, vi de todo, ideas bonitas de regalo, luego de hacer uno a mano debemos elaborar el regalo principal para entregarlo en una cena especial.

—Qué ridiculez.

—Sí, este campamento es así. 

—Y regresaste sabiendo cómo era… ¿por qué lo hiciste? —Bill bajó la cabeza evitando responder—. Vamos, por favor… —suplicó casi en un susurro, acercándose más a Bill quien se incomodó—. Bill, solo pregunto porque quiero conocerte. —Bill lo miró a los ojos, sentado a su lado.

—Te dije que no tenía opción.

—¿Tus padres te obligaron? —Bill asintió.

—Mi mamá lo hizo conmigo… Oye, ¿regresarás el próximo año? —preguntó esperanzado.

—Si me obligan lo haré…

—¿Nos veremos saliendo de aquí? —preguntó un poco preocupado.

—No —dijo serio, regresando su vista hacia la maleta y el semblante de Tom decayó.

—¿Por qué? Creí que éramos amigos, no entiendo, ¿dónde vives? Yo vivo en Altona, Hamburgo.

—Vivo a tres horas de ese lugar, y no podremos vernos Tom, no es correcto.

—¿Por qué? —Tom no lo entendía, la idea de no verlo le incomodaba. Tocó el brazo de Bill y éste lo miró de soslayo.

—No me toques.

—Lo siento… —Bajó su mano por su brazo en una caricia suave y se alejó un poco de Bill. Pero no esperó que éste se le acercara más y lo mirara a los ojos de manera fija—. Bill —susurró por la cercanía y fue Bill quien terminó acercándose, tomando uno de sus brazos para darle un beso en la comisura de sus labios.

Se quedó muy quieto y Tom se sintió flotar, no podía razonar en esos momentos, solo sentir el pequeño extraño beso sobre la mitad de sus labios. Y cuando Bill se separó dejó de verlo, quedándose quieto, pasándose una mano por su revoltoso cabello y suspirando por el atrevimiento.

Tom llevó dos de sus dedos a sus labios y se quedó inmóvil por varios segundos, solo analizando lo que había pasado, Bill le había besado o casi… no fue como el beso de Naty, fue más pequeño pero se sintió bastante extraño, especial, no había descripción.

—Ahora puedes bajar e irte… —dijo Bill.

—No… yo… —Tom calló y miró a Bill, y un agradable dolor en el vientre le sorprendió—. Yo… —no había palabras, solo sabía que no quería irse. Bill lo miraba serio y no se movía—. Yo me quedo —dijo y luego enfocó su vista en las piezas del reloj, debía hacer algo para su amiga secreta.

La repetición del extraño beso siguió como una película en su mente a cada momento y las emociones se hacían confusas… el vientre le dolía y por más que quería hablar del tema, no sabía cómo hacerlo. Ahora Bill le hablaba de otras cosas, cosas sin sentido mientras terminaba de hacer su ramo y Tom su collar.

—¿Debemos envolverlo en papel de regalo? —preguntó Tom con una sonrisa y Bill rió. Su risa le causaba cosquillas agradables, le gustaba verlo así, sonriendo, sus ojos se hacían brillosos cuando reía y todo era mejor a verlo molesto.

—No, no lo creo. —Bill le sonreía de otra manera y es que para el pelinegro era emocionante saber que Tom no había bajado de la casita, no le había golpeado ni mucho menos insultado por el beso, eso lo alentó, pero sabía que no debía repetirse. 

—Dios, no sé hacer nada —exclamó Tom—. Nunca tuve talento para estas cosas… —dijo decepcionado al ver su collar, la tela fina se había deteriorado con tanta manipulación de sus manos y es que hasta medio sudorosas estaban por los nervios.

—Ten. —Bill le pasó un collar hecho de hilos negros y tenía un dije de una concha de caracol que brillaba tornasolado.

—Wow… pero ¿cómo tienes esto aquí? —Bill le sonreía y bajó la cabeza—. Vamos, no más misterios, esto está muy bonito, ¿lo hiciste tú?

—No.

—¿Lo hizo Matt? —preguntó y luego vio cómo Bill de un sobresaltó tomó su brazo y lo apretó tan fuerte—. ¡Ahhh, me duele! —se removió y luego Bill lo soltó de forma brusca—. ¿Qué te pasa? Sólo hice una pregunta.

—Evita mencionar cosas de las cuales no te permití. —Tom se asustó un poco, pero no quiso discutir, solo se encogió en sí mismo y sobó su brazo, estaba incómodo. Bill a su lado, solo evitó verlo—. No lo hice yo, lo hizo mi amiga secreta del año pasado, me lo regaló y lo oculté aquí. Es todo.

—Entonces… pero, es de varón… —lo miró con detenimiento y podía pasar como para un chico o una chica—. Bueno, luce como para una chica.

—Ajá.

—Gracias… —dijo un poco intimidado.

—Perdona —se sinceró Bill pues podía verlo hasta un poco asustado. Le sobó el brazo y Tom dejó de quejarse—. No quise… —Tom se sintió cómodo con las manos de Bill en su brazo, sobándolo. 

Tom no sabía hacer dibujos ni crear poemas de amistad y se percató que tampoco sabía cómo decirle a Bill lo que sentía en esos momentos. Era desesperante saber que los días pasaban y si no le decía que prefería verlo cada vez que pudiera, sabía que simplemente lo perdería.


¿Qué les pareció? *-* espero sus comentarios~

6 comentarios:

  1. Pink que lindo cap... n_n... Realmente me quedo con ganas de mas siempre... ^_^...Ohh... que tierno Tom tan curioso que es >_<...Espero pronto el cap 7...Saludos y abrazos!! ^_^
    Atte: Nico

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  2. Ahhhhhhhhh! Fue hermoso!... Me encantó, me encantó!!. :3
    .

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  3. Gracias a ambos por comentar *-* espero no tardar en el capítulo siete que ya está listoooo :3

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  4. Pink extraño muucho leerte ..ㄒoㄒ...se que estas escribiendo un nuevo fic y me alegro mucho de que te este yendo bien ^_^... pero aun asi extraño leerte >_<
    Saludos!! y Besos * .* de Nico.

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  5. nosé porqué no había leído el fic *w* esta geniaaaaal!!!!
    con decirte que empeze a sentir todo lo que describias que sentia tom xD
    lo ameeee <3 sigue
    pronto pinky te adoroooo

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