sábado, 10 de mayo de 2014

En el campamento - 3

Hola n_n a todas y al chico *-*~ aquí les traigo otro capítulo más. Espero terminar con todo mi estrés y no deberles más capítulos, deseo terminarlos. Los quiero *-*
Cuando amaneció, Tom despertó primero y se percató que su mano aún seguía sujeta a la de Bill, sus dedos estaban entrelazados y muy tibios junto a los otros. Entonces fue cuando se enrojeció aunque nadie lo observara, ¿qué estaba pasando? ¿Cómo dos hombres podrían dormir tomados de la mano? Eso estaba muy mal, así que quitó su mano de ahí y volvió su cuerpo boca arriba, descansaría un poco.

—¡Despierten! —gritó uno de los guías tocando un silbato—. A lavarse, tienen cinco minutos, vamos, a lavarse de una vez.

Tom se sentó y buscó su ropa. No podía evitar mirar a su lado de vez en cuanto, Bill despertaba y codeó a Gustav. —Déjame —dijo el rubio—. Dormiré un poco más así se molesten esa bola de guías, estamos de vacaciones, no en un cuartel militar, que no jodan.

—Te castigarán y no podrás hacer nada para evitarlo —advirtió Bill.

—Veremos, de aquí no salgo.

Bill miró a Tom y le sonrió, pero éste se quedó quieto un poco nervioso entonces Bill se puso serio.

Luego de lavarse y tomar el desayuno, Tom se sintió distante de Bill y es que no sabía cómo reaccionar, además tenía una incomodidad después de lo acontecido la noche anterior. 

Para Bill todo era más sencillo, seguía las reglas y dejó de importarle Tom y su extraño comportamiento.

Esa mañana, los guías habían preparado una serie de juegos competitivos, una especie de Ginkana entre varones y mujeres. Para algunos era divertido, pero para otros como Tom y Bill, no, pero Bill disimulaba al menos que le gustaba un poco.

Tom tuvo que hacer el esfuerzo para que le gustase o sabía que podían castigarlo haciendo alguna cosa por eso.

Luego de haber estado en el sol, haber corriendo en las competencias de saltar soga, carrera de costales, saltar obstáculos entre otras tonterías más y en pleno sol, todos estaban sudados así que los guías les indicaron tener que bañarse antes del almuerzo.

Fueron por sus toallas y al momento de hacer la cola se encontraron otra vez. Habían estado separados en el desayuno y en los juegos que volverse a ver no era la gran cosa. Salvo cuando terminaron por entrar a las duchas y vieron que todo era compartido. Los guías dijeron que podían desnudarse y se bañarían todos juntos, claro, debían ahorrar el agua, mejor en grupo que uno por uno.

Tom tuvo dificultades en quitarse la ropa, carecía de hermanos, era hijo único, no solía compartir cosas así con amigos, era tímido y no lo veía bueno tener que mostrarse así estén puros varones. Pero los guías se impacientaron tanto que, obligado, tuvo que quitarse todo y entró juntamente con los demás a las duchas frías. 

No quería ver a nadie a su alrededor, solo concentrarse en el agua que caía, más nada. Pero no pudo con su instinto, prácticamente, el cual le hizo girar el rostro hacia su costado y apreciar en breves segundos en chico de cabellos negros que tenía al lado. Delgado y con el agua cayendo por su espalda… una espalda que deseaba tocar. Pero aquello le duró unos breves segundos pues al sentirse descubierto regresó la vista hacia el agua.

—¡Apúrense o le bajo puntos! —gritó un guía, ahora, hasta bañarse sería una competencia entre los dos grupos.

Terminaron de bañarse y Tom decidió tomar su distancia otra vez, mejor así, pensó, mejor y dejaba de confundirse y buscaba conocer más gente.

En el almuerzo buscó sentarse cerca de una chica muy guapa que se llamaba Naty, cabello rubio y delgada, ella le sonreía y Tom se animó a conversarle de todo.

Hubieron algunos castigados para lavar las ollas, pero como ya sabían, en la tarde iban a tener tiempo libre hasta la noche y la gran mayoría aprovechaba ese tiempo para conocerse un poco más lejos de la presión y actividades estúpidas de los guías.

Tom vio de reojo a Bill a ver dónde ese iba o con quiénes se juntaba, pero lo vio irse solo hacia los árboles por donde la cerca metálica estaba, y luego de eso dejó de prestarle importancia. Total, él tenía sus cosas y Tom iba a conocer más gente para tener sus propias aventuras, eso era lo ideal.

—¡Juguemos retos y verdades! —gritó un adolescente y todos hicieron un círculo sentados casi bajo un árbol cerca del campamento. Tom pensó en si serían capaces de dar retos fuertes aun sabiendo que estaba prohibido por los guías, pero todos eran adolescentes y estaban apartados de las miradas de los adultos, la expectativa comenzó a hacerse emocionante. 

Naty estaba casi a su lado y Tom buscaba socializar con todos ellos. Había un líder, un rubio alto y delgado que se llamaba Andreas, él mandaba y todo lo que decía los demás no cuestionaban. 

Los retos comenzaron, algunos muy simples como gritar una mala palabra, otros eran sobre baile o contar un chiste hasta que entraron a algo más íntimo como darle un abrazo a alguna chica, confesar alguna cosa de tipo sexual hasta llegar a poner retos como besarse detrás de uno de los árboles. 

El vientre de Tom se contrajo de solo imaginar que daría su primer beso esa tarde, en ese campamento, había valido la pena alejarse un poco de Bill así que sonrió comenzando a impacientarse.

—¡Naty, tendrás que escoger a quién besar! —Retó uno de los presentes y Tom se agitó un poco. Habían cerrado el círculo y trataban de hablar bajito para que ningún adulto escuchase.

—Humm… no sé —se quejó la rubia—. ¿Debo escoger yo? —Tom pestañeó seguido cuando ella lo miró y todos los demás chicos se pusieron alerta—. Hum… creo que… —Ella miraba a Tom y a éste le comenzaron a sudar las manos.

—¿Te refieres al niño de las rastas? —se burló Andreas, se suponía que ella debía escogerlo a él, pero ya sabía cómo besaba, así que se animó a probar alguien sin experiencia, algo le decía a ella que Tom no tenía ninguna en su corta vida.

—Sí, a Tom… —Todos los demás chicos le golpearon la cabeza, gritaron y lo felicitaron.

Andreas tomó su brazo para indicarle donde recibiría el beso para que así los guías no los castigaran… Resultaba que desde el día de ayer ellos jugaban así y Tom se había perdido esa diversión.

Lo jaló hacia detrás del tronco del árbol y lo miró retadoramente. —Solo un beso pequeño, ¿de acuerdo? Ella es sagrada. —Tom asintió con los ojos muy abiertos y luego apareció Naty con una sonrisa tímida, mandando a Andreas alejarse de ellos.

—¿Estás bien? —preguntó ella un poco sonrojada y luego se lamió los labios.

—Sí… —Fue todo lo que pudo decir para luego ver cómo ella se acercaba a sus labios y los juntó con los suyos.

Oh, hermosos segundos de éxtasis, Tom recibía su primer beso de los labios de la niña más bonita del campamento. Cerró los ojos y se perdió en ello y cuando llevó sus manos a la cintura de ésta tuvo que separarse pues varios chismosos estaban alrededor mirando la escena.

—¡Lo hizo! —gritaron los testigos y luego lo obligaron a regresar al círculo. Ella dejó de mirarlo y siguieron con el juego.

Más retos atrevidos pero ninguno le tocaba a él, resultaba que a Naty le habían besado más de cinco chicos y a él le había mandado cantar el himno nacional y recitar un poema; comenzaba a aburrirse tremendamente. 

Pronto le mandaron a poner un sapo en el campamento de los guías y solo así sería considerado parte de ese grupo selecto.

—Si no eres capaz de hacerlo, no mereces ser parte de nosotros.

—No puedo —dijo angustiado—. Están locos, me metería en un lío.

—¿No confías en nosotros? No podemos confiar en ti —desafió Andreas. Naty negó con la cabeza, decepcionada y Tom se sintió muy mal.

—No lo haré —retó serio, mirando a los ojos a Andreas—. ¿Por qué no lo haces tú? Pareces más decidido.

—Estás fuera del grupo. —Fue tan rápido, algunos se le acercaron y lo apartaron. Vio a Naty por última vez, ella no lo defendía, pero si hace media hora le había dado un beso, eso no era justo, pero Tom no se sentía capaz de transgredir las normas. 

Humillado, salió del grupo y aun no era la hora de la cena, pero había un bonito atardecer de verano. Suspiró acordándose de su nuevo amigo a quien no había querido acercarse todo ese día por las manos entrelazadas, es que no confundían un poco. «Bah, apuesto que ni él se percató y yo hice todo un drama», pensó y luego recordó que ayer él quería ir a ver si aún existía la casita del bosque. Le entró mucha curiosidad y caminó hacia la cerca de metal.

Debía cruzarla, pero tenía miedo a ser electrocutado y gritar como ayer uno de los chicos lo había hecho. Se subió a un árbol e intentó cruzar en silencio.

Al final lo logró y una de sus piernas tocó el metal, no le provocó nada y cuando lo tocó se percató que, efectivamente como Bill le había dicho, solo estaría encendido en las noches y el primer día.

—Debí suponerlo.

Ahora, ¿hacia dónde debía ir? Comenzó a ponerse nervioso, eso era transgredir las normas, pero no era atentar contra los guías como era la sugerencia de Andreas, así que decidió proseguir.

Temió perderse, pero luego de pasar algunos árboles, vio una casita mal construida en la copa de uno de ellos. Era de madera y estaba casi cubierta por maleza, parecía una casa verde y tenía una ventana la cual estaba abierta.

—¿Bill? —llamó en un susurro, pero no halló respuesta—. Pss, Bill… soy yo, Tom. —Tragó saliva, parecía no estar, entonces tomó una piedrita, la lanzó y cayó dentro de la ventana.

Escuchó un sonido como de alguien ahí y se preocupó, ¿y si no era Bill? ¿Y si era un cazador del bosque? Retrocedió un poco pero luego vio una cabeza conocida asomarse por la ventana, cabellos negros y mirada penetrante, semblante serio, era él, su extraño nuevo amigo Bill.

—¿Qué haces aquí? —preguntó serio y con el ceño fruncido, Tom se sintió rechazado otra vez, ya serían dos veces, pero ¿acaso él no le había hecho a un lado desde la mañana? Era lo que se merecía.

—Vine a verte, humm… allá todo es aburrido —dijo nervioso y sin mirarle. Tenía sus dos manos juntas tocando parte de su larga camiseta.

Bill volvió a entrar y Tom miró hacia atrás, quizá eso indicaba que debía regresar.

—Sube —invitó Bill descendiendo una escalera de soga por la pequeña puerta.

Tom le dio una sonrisa y de inmediato subió. Sabía que Bill no sería capaz de mandarle a hacer cosas tan malas como los otros, estaba deseoso de contarle lo que había visto.

Subió y entró a la pequeña casita. Había un maletín ahí, uno antiguo y lo demás eran malezas, muchas hierbas.

—¿Qué lugar es este? Parece abandonado —preguntó Tom sentándose al lado de Bill quien le daba la espalda, pero luego lo miró.

—Sí, lo está.

—¿Era de cazadores?

—Parece, el año pasado la encontré y sigue abandonada desde ese tiempo. —Tom vio todo con asombro y temió un poco.

—¿Y si vienen animales indeseados? No sé, arañas y esas cosas, podrían picarnos.

—Sí —dijo molesto—. Hay cien pies y algunas ratas. —Tom se sobresaltó, pero luego se calmó, deberían ser ironías. 

—Oye, allá en el campamento están jugando retos y verdades.

—Sí, lo vi.

—¿Viste todo?

—No, solo una parte y me fui. —Tom sonrió para animarlo, al parecer Bill estaba como molesto, casi nunca sonreía. 

—Una chica linda me besó —dijo con una sonrisa y Bill lo miró de reojo—. Era un reto y ella me eligió —suspiró de solo recordarlo—. Se llama Naty y es…

—Es la novia de Andreas.

—No, no es su novia, se ha besado con varios más, por desgracia, pero no es nada de ese tipo.

—Ah, bueno.

Tom vio de soslayo lo que Bill hacía. Había abierto la maleta y buscaba componer un reloj antiguo, era de metal y parecía estar hasta oxidado.

—Deberías tener cuidado, podrían enfermarte si te cortas con eso —dijo Tom, pero al ver que Bill no le prestaba atención decidió buscar en qué entretenerse—. Mi mamá cuando se entere de esto se molestará tanto —Rió un poco—. Pero es su culpa por insistir que venga, pero si sabe que nos ponen un cerco eléctrico y nos sirven comida fea es capaz de quejarse.

—Varios lo han hecho.

—¿Sí? ¿Y qué pasa?

—No consiguen nada porque ellos muestran el permiso y ahí hay varias cláusulas hasta para la comida. Mis padres no harían eso. —Rió Bill causando extrañeza en Tom.

—Vaya, no pensé que serían así. Al menos tus padres te dan libertad, o sea, me refiero que no creo que te hagan problemas al enterarse que has estado en un campamento en estas condiciones tan precarias, pero mi madre sí se molestaría. —Hubo un silencio largo y Tom no lo entendía.

—Te quejas tanto —dijo Bill terminando de arreglar el reloj.

—Bueno, lo sé, es que nunca estuve en un campamento, la verdad no le encuentro sentido, siento que estoy en una escuela militar. 

—Mira, niño, si viniste a quejarte, mejor vete, estarás mejor allá con los demás jugando a los besos. —Tom se sintió ofendido y se levantó de ahí muy rápido.

Él solo buscaba conversar y volver a lo anterior, sentirse casi protegido por ese amigo extraño, pero al parecer tenía pésimo carácter, mejor dejarlo y así lo hizo. Bajó como pudo la escalera de soga y luego corrió hacia la cerca de metal, pasó por entre ella y siguió su camino hacia su carpa, prefería descansar hasta la hora de cenar.

Todos tenían un grupo, ya andaban en pares o sentados en círculos jugaban alguna cosa. Había descubierto que esa era la diversión del campamento, pasarla con alguien, conocer y hacer nuevos amigos, un grupo y luego de pelearse con Andreas y su grupo y luego con Bill se sintió solo y pensó si había otro como él en ese estado, pero no halló respuesta pues todos estaban en grupos incluso los guías, sentados en el comedor conversaban y escuchaban radio lejos de los adolescentes. 

Pronto llegó la noche y todos se lavaron para cenar lo de siempre, el calentado del almuerzo y luego quizá ver una película, aunque los guías tenían un nuevo plan.

Bill llegó y se sentó lejos de Tom, ahora él era el molesto al parecer, pero bueno, Tom no iba a dramatizar, debía adaptarse y buscar hacer nuevos amigos, total, había cerca de cincuenta chicos de su edad en medio del bosque.

Se hizo amigo de un chico de cabello largo y castaño que se había sentado a su lado, felizmente no era amigo de Andreas, era calmado y parecía buena gente, se llamaba Georg y Tom se sintió a gusto, no necesitaría del chico de cabellos negros y más encima huraño.

Al final de cenar y luego de que los castigados ese día limpiaran todo, los guías mandaron a formar un círculo grande para dar instrucciones.

—¡Esta es la parte más divertida y emocionante de este campamento! —Tom puso una mueca de aburrimiento—. ¡Jugaremos el Amigo secreto en ambos grupos, o sea, entre chicos y chicas y deberá ser secreto! —Tom prestó atención, ya antes había jugado eso—. Pasaré a llamar uno por uno y sacarán un nombre, deberá ser secreto, conste, es una advertencia y, durante la semana, deberán hacerle un regalo, ustedes vean, algo artesanal con un significado. —Todos murmuraron comenzaron a ponerse ansiosos y el sorteo comenzó.

Sonrisas iban, sonrisas venían, cada uno sacaba un papel y lo entregaba siendo anotado su nombre con la persona que le había tocado en una lista.

Tom salió muy nervioso y pensó en si el destino le ayudara a tener suerte, que le tocara alguien bonita y así fue, en el papelito que sacó decía “Naty L.”, casi no lo podía creer, regresó a su lugar con una sonrisa en sus labios, debía pensar qué regalarle a esa chica, a la más bonita de todas.

Los mandaron a dormir temprano y Tom se puso serio otra vez por encontrarse con Bill en la carpa. Gustav entró con una sonrisa.

—Me tocó una bonita —dijo entre risas.

—A mí también. —Tom vio buena idea dormir junto a Gustav, parecía más animoso.

Los dos se pusieron a conversar dejando a un lado a Bill. —Oye, ¿y tú? —preguntó Gustav a Bill quien se había recostado dentro de su bolsa de dormir.

—Es secreto, lo oíste.

—Bah, vamos, danos sus características a ver si lo adivinamos.

—Déjalo, Gustav, él es así —dijo Tom molesto—. Mejor lo dejamos en paz, detesta conversar con los demás. —Bill lo miró serio y luego se recostó dándole la espalda.

Los tres se recostaron, esta vez Tom en medio, Bill a su derecha y Gustav a su izquierda.

Las luces se apagaron y esta vez no hubo manos entrelazadas ni miradas que lo pusieran nervioso. Entonces pensó que debía alejarse de Bill.

¿Qué les pareció? pronto subiré más n_n

6 comentarios:

  1. Aww... Pink ame ese: "Hola a todas y al chico"....lol...Estubo genial este capitulo espero mas pronto...n_n

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  2. Oh Dios!..... ME RE ENCANTÓ *.*, pero porque la actitud de Bill? u_u espero leerte prontito!

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    1. Hallo<3 pronto subiré más y bueno, Bill es un poco extraño... es eso...

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  3. Jodidamente buenisimo!.. Me muero de ganas por saber a qien le dará regalito Bill.. Seguramente a TOM!!!! *.*
    Ay porfis continua pronto :3

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    1. El regalo swe lo dará a una chica, es amigo secreto entre hombres y mujeres :3 pero pronto subiré lo demás n_n ya tengo los capítulos~
      besos!!

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