Adultez - 10

Hola a todos *-* hubo un día en que tuve mucha inspiración y escribí. El capítulo empieza un poco antes de en lo que se quedó solo para dar un poco de explicación de qué estuvo haciendo Tom antes de la llamada~ Espero se entienda.

Tom tenía ese extraño dolor de cabeza y le fastidiaba mucho tener que pensar en Bill, se suponía que no debía pasar, que estaba con un chico apuesto gastando el dinero como mejor sabía hacer en uno de los mejores hoteles de la ciudad.

Se abrió la puerta del baño y Andrej salió solo con la toalla puesta. Su cabello mojado le hacía verse más vulnerable y su blanca piel relucía más que antes.

Era un chico apuesto con una belleza particular que inconscientemente le hacía pensar en Bill.

Tom se sentó en la cama al verlo salir así, descalzo, con la blanca toalla puesta alrededor de su cuerpo, con ese cabello delicado y rubio, y esos bonitos ojos celestes, parecía un ángel de inocente… pero sabía que no lo era, era un simple prostituto de baja categoría.

—Hum… —murmuró Andrej con dulzura y le lanzó una mirada felina, entonces puso las manos en la toalla, se la quitaría y Tom supo eso.

Y fue cuando recordó aquellos tiempos en donde estaba casi viviendo en la casa de Bill y una noche, luego de bañarse y entrar a la habitación de Bill, éste estaba de pie cerca de la cama, solo con la bata blanca puesta y al entrar solo la dejó caer en una invitación que desequilibró a Tom puesto que no veía a Bill para eso… para solo sexo.

—Espera —dijo nervioso captando la atención de Andrej quien no se quitó la toalla—. Espera no… yo…

—Ya sé, me dejarás como la otra vez, debí imaginarlo.

—No, no —habló nervioso—. Nada de eso, solo que… que, bueno, si tenemos sexo luego dormiremos y así no disfrutaremos de lo que nos da este lugar, ¿comprendes? —Andrej no comprendía mucho y puso una mueca de disgusto, a él no le gustaba ser rechazado—. Por ejemplo ropa… el hotel cuenta con unas tiendas exclusivas donde…

—¡Ropa nueva! —exclamó con una sonrisa y se acercó a Tom, sentándose a su lado—. ¿Hablas de ir de compras? —Tom tragó saliva, quizá no era buena idea, pero… no quería que se desnudara como Bill se desnudó una vez, no, no quería recordar menos comparar.

—Sí.

—¡Wow! Pero no sé cómo lo pagaré… no estoy acostumbrado a comprar en lugares tan finos.

—Deberías, ¿sabes? Eres demasiado lindo como para estar en un simple bar. —Andrej lo miró con esperanza, parecía como si hubiera encontrado en Tom una mina de oro o algo así, un chico excepcional.

—Estoy ahí porque no sería aceptado en algún otro mejor solo por ser hombre.

—¿Quién dice? Con ropa refinada y amistades importantes podrías llegar muy lejos, por ejemplo en el modelaje, tienes el porte. —El rubio le mostró una linda sonrisa y Tom sonrió también, pudo ver dulzura en él y eso le recordaba a Bill, pero cuando Andrej quiso tocarlo, tocarlo directamente en su parte íntima, Tom tomó su mano para mirarle a los ojos—. Y no me tendrás que pagar nada ahora, ¿vamos?

Andrej no insistió en otra cosa, rápidamente se vistió con lo que tenía para salir… 

La noche era un poco fría, pero los dos recorrieron las tiendas exclusivas del gran hotel e hicieron algunas compras. La tarjeta de Tom era pasada por la máquina muchas veces mientras Andrej elegía algunas mudas de jeans ceñidos y camisetas finas. 

—¿Cómo me veo? —preguntó saliendo del vestidor.

—Muy lindo.

—Awww, Tom, quisiera casarme contigo —le dijo atrevido y Tom bajó la vista con una sonrisa en sus labios, no sabía qué decir, solo se sentía bien siendo admirado…

Y es que sentía que había perdido eso, se sentía un cerdo y eso lo atribuía a Bill, así que con Andrej había alzado su ego.

—Es todo —dijo Andrej con varias bolsas en sus manos—. No creo que deba comprar más… es suficiente, gracias —se acercó a Tom y le dio un pequeño beso en sus labios. Lo miró con deseo, como para irse a la habitación.

—No fue nada y… sería ideal si vamos a una discoteca, el hotel tiene una muy buena, ¿no quieres bailar? —Andrej quería ir a la bonita habitación y acostarse con Tom en la enorme cama, tener sexo desenfrenado hasta el amanecer y así sentir que le había pagado toda la aventura, pero Tom no deseaba eso… en el fondo quería cansarse para ir a dormir y olvidarse de todo.

—Sí, quiero ir —dijo con una sonrisa, total, luego de bailar de todas formas irían al cuarto.

Dejaron las cosas en una tienda y Andrej se fue casi corriendo a una discoteca dentro del hotel, igual Tom sacaba la tarjeta para todo.

Adentro el ambiente estaba cargado, baile, luces, DJs, y sobretodo muchos tipos de tragos.

—No querrás tomar eso —dijo Andrej cuando Tom cogió un trago de la barra. Andrej sabía de eso mucho más que Tom.

—Sí quiero.

—Tom, no, no tomes nada de esto… —jaló de su brazo, quería bailar—. Mejor bailemos. 

Pero Tom no le hizo caso, se sentó por un momento en la barra disfrutando de la música, del trago, de ese ardor especial al beber algo fuerte y sentir que se adormecía poco a poco y ese particular hormigueo en sus extremidades. Felizmente el dolor de cabeza pasó y supo que eso era lo que necesitaba.

Andrej se puso a bailar solo como un loco, la gente lo miraba, hombres y mujeres admiraban su rara belleza y además que estaba vestido adecuadamente.

Los minutos pasaban y luego Andrej se cansó de tanto baile, regresó a la barra junto a Tom viendo los vasos vacíos que se llevaban, se había tomado varios tragos fuertes.

—Creo que hiciste mal —le dijo y Tom lo miró con una sonrisita extraña, ya estaba con los efectos del alcohol, Andrej estaba muy acostumbrado a ver ese tipo de cosas pues trabajaba en un bar—. Vaya, creo que te llevaré arrastrando a la cama. —Tom rió sacando su celular, mirando en la pantalla la hora.

—A esta hora mi ex de seguro duerme en los brazos de otro. —Andrej se puso serio y comprendió que sus ganas de no follar se debían seguro a eso, a que Tom seguía enamorado de ese chico que no conocía, el tal Bill.

Se distrajo viendo a un tipo alto mirarle mucho y reconoció que era unos de sus clientes frecuentes, pero fuera del lugar de trabajo era un desconocido, así que no lo saludaría, giró su rostro donde Tom para pedir irse a la habitación y lo vio con el celular en la oreja.

—¿Llamas a tu novio? —cuestionó y Tom le dio la espalda, eso logró molestarlo mucho, era evidente que llamaba a ese chico y se cruzó de brazos.

La música era muy fuerte, sin embargo, Tom siguió hablando y Andrej pudo ver le confesaba cosas sentimentales, entonces supo que estaba ebrio y suspiró al vacío, quizá se iría detrás de ese chico y que él sabía muy bien el comportamiento impredecible de los borrachos.

Lo escuchó gritar diciéndose a sí mismo que era un cerdo y eso le pareció tan lejos de la realidad, ¿qué clase de novio tenía? Veía que maltrataba a Tom.

—Digo la verdad, también te di me corazón, también me enamoré… —dijo angustiado, con una mano en sus cabellos rubios. Andrej estaba a su lado mirándolo—. No trato de confundirte… Bill, no llores.

—Creo que te manipula —dijo Andrej sabiendo que no debería meterse en la conversación de otros. Tom se alejó de él pues no quería que Bill escuchara con quién estaba.

Andrej no pudo escuchar lo demás que decía por el teléfono, pero luego se acercó un poco cuando lo notó ofuscado.

—No llores… ¿Aló? —Hubo un silencio y Tom miró a Andrej—. ¡Maldita sea! —gritó molesto cuando supo que Bill le había colgado.

Tom tiró el teléfono en el suelo y luego lo pisó hasta que sonó un “crac”, lo había roto. Andrej se quedó un poco impresionado. Tom le dio la espalda otra vez y puso ambas manos en su cara, quería jalarse los pelos, sentía desesperación.

—Tom, salgamos de aquí, necesitas tomar aire.

—¡Siempre es lo mismo! ¡Estoy harto de ese niño! ¡Harto de que no me entienda!

—Entonces déjalo, no veo por qué arrastrarse por alguien que no te quiere —sugirió Andrej y luego Tom avanzó unos pasos percatándose que estaba muy mareado.

Salió de ahí con la ayuda del rubio quien lo apoyó en su hombro. Andrej sabía que la noche de sexo se había arruinado, pero de todas maneras estaba feliz por todas las cosas nuevas que tenía.

Entraron a la habitación y Tom se desplomó en la cama boca abajo.

—Lo odio —le confesó ebrio—. Odio a Bill como no tienes idea.

—Vaya, y los ebrios dicen la verdad… eso quiere decir que sí lo odias.

—Sí. —Pero aun estando ebrio mentía—. Quiero odiarlo. —Eso era cierto—. Quiero hacerle daño. —Eso no era cierto—. Quiero tener su culito en mis manos otra vez, ¡yo lo tuve! ¡Tuve a Bill un par de veces! —dijo orgulloso. Andrej se recostó a su lado, sabía escuchar a los borrachos, en cierta forma le divertía pues no se callaban nada.

—Vaya, ¿y qué edad tiene?

—Dieciocho, se lo hice en su cumpleaños dieciocho —dijo con una sonrisa—. En su auto nuevo… —Se lamió los labios recordando ese día, se removió en la cama quedando de costado, cerrando los ojos y suspirando—. Lo recuerdo más que otras tantas cosas que viví.

—¿Por qué? ¿Por qué Bill y no otro? Eres un tipo muy apuesto Tom, tienes dinero, de seguro no te faltarán hombres o mujeres dispuestos a todo por ti. —Tom pensó en eso.

—Bill es diferente —dijo serio y luego frunció el ceño—. Bill es todo lo que yo no soy. Cuando lo conocí lo único que quería era humillarlo, follarlo fuerte, usarlo y luego burlarme, dejarlo registrado en mi libreta personal, poniéndole mi marca. —Sonrió triunfante, pero luego su sonrisa se fue—. Pero lo conocí un poco más… nunca antes había conocido a alguien como lo conocí a él, es decir, mis amistades eran superficiales, las mujeres, solo sabía sus nombres y nada más, lo demás no me importaba en los más mínimo, solo sus nombres y si eran buenas en la cama les pedía su número de teléfono. Pero con Bill no pasó así.

—¿Y cómo pasó? —Andrej estiró una mano acariciando la mejilla de Tom, prestándole atención.

—Pase algunos días en su casa… conocí a su madre, conocí sus sueños, sus metas; me di cuenta de muchas cosas en ese tiempo, sobretodo la forma en cómo desperdiciaba mi vida y… y… —cerró los ojos algo incómodo—. Quise creer que a su lado yo estaría bien.

Tom se sintió como un niño, exactamente como Liam quien necesitaba de un niñero que le ayudara, le enseñara cómo vivir.

—Pero no pasó así —dijo Andrej queriendo que siguiera con el relato.

—No, yo no pude dejar de ser yo y él se dio cuenta. Soy un cerdo, ¡me encanta el sexo! Si pudiera lo follaría todo el tiempo, tiene un bonito trasero, su voz…. Hum —cerró los ojos recordando cosas íntimas—. Su inocencia, esa mirada que tiene, es diferente a todos… y siempre es así, por más que ya no es virgen pareciera como si lo siguiera siendo. Amo su desnudez, quisiera tenerlo así en mis brazos, ¡quisiera eso ahora! —habló rabioso—. ¡Maldito Bill, se fue con ese profesor! Prefirió un profesor que andaba detrás de su culo, Bill es demasiado ingenuo, ¿sabes? Por eso me aproveché, eso del proyecto de investigación, el haberme hecho amigo de su madre, todo era parte de mi plan de tenerlo, lo admito, incluso creí que luego de hacerlo mío se me quitaría esta especie de fiebre, pero no, luego me convencí de vivir juntos para tenerlo conmigo todas las noches, y en ese tiempo me meto en líos con una tipa que le gustaba en sadomasoquismo, entonces casi no pude cumplir con Bill, pero luego, descubrió la libreta. —Andrej lo miraba confundido, no entendía nada, pero no quería interrumpirlo—. ¡Y todo se fue a la mierda!

—¿Qué piensas hacer? —Andrej se le acercó más, pero Tom retrocedió un poco en la amplia cama.

—No lo sé, supongo que olvidarlo… —sus ojos seguían cerrados y Andrej pudo notar que se dormiría, estaba hablando medio adormecido.

—¿Lo amas?

—¿Qué? No digas tonterías…

—Es que por todo el relato pienso que lo amas, es comprensible.

—Amo su culito.

—Parece que no solo eso.

—No lo amo… —dijo con fastidio—. Yo no sé qué es eso, no… —Se durmió con el ceño fruncido—. No puedo amar… —susurró y Andrej acarició su mejilla viendo como buscaba ese tacto—. Bill —llamó suplicante y Andrej se le acercó para besarlo, buscando saber si estaba despierto. Los labios de Tom se movieron perezosamente en sus labios—. Hey, no me beses —dijo despertando, estaba molesto y Andrej se alejó.

—Lo lamento, te me hiciste muy lindo.

—Mañana te pagaré tus servicios, no te preocupes en querer cumplir conmigo. Tengo un puto dolor de cabeza, quiero desaparecer. No te muevas y déjame dormir.

—Sí, sí… duerme mejor.

Tom resopló y le dio la espalda, buscaría dormir.

*

—Bill, abre la puerta —pidió Jared al escucharlo llorar en la habitación. Su departamento era pequeño y pudo oír la pequeña discusión y luego salió de su habitación pues lo escuchó llorar.

—¡No se preocupe, estoy bien! —dijo secándose las lágrimas y sorbiendo sus mocos.

Tenía el celular en manos y quería escuchar a Tom decirle otra vez eso, de que se había enamorado, así que decidió armarse de valor y llamarlo más calmado para pedirle hablar, solo eso, buscar una hora mañana para solo encontrarse y hablar, pero al llamarlo se percató de que el teléfono estaba apagado.

—Bill…

—Profesor, estoy bien —dijo seguro y con grave voz—. Perdón por el pequeño escándalo, no volverá a pasar. Necesito descansar, comprenda.

—Está bien, pero si me necesitas, solo llama.

—De acuerdo, muchas gracias.

Bill se recostó en la cama pensando en lo último que Tom le había dicho, “no llores, mi amor no llores, no creas que no te quiero”, y Bill solo lloró gritándole que era un manipulador, entonces Tom lo insultó… “maricón, deja de engañarte, deja de llorar” y fue cuando Bill le cortó.

—Esto me está haciendo mucho mal —se dijo así mismo, haciéndose una bolita en la cama.

u_u aun no arreglan nada, ¿creen que dos personas tan opuestas puedan estar juntos? Veremos~ 

Comentarios, sugerencias y críticas son bienvenidas. Gracias por leer~