martes, 17 de septiembre de 2013

Adultez - 11

Hola a todos *.*~ espero les guste este capítulo, es un poco extraño e_e y aunque desee cortar este fic siempre tengo ideas para más XD veremos qué más pasa. ¡Los quiero! *-*
Tom despertó con un horrible dolor de cabeza y un sabor amargo en su boca. Lo primero que vio fue unos cabellos muy rubios cerca de sus ojos y escuchó el leve ronquido de su acompañante, era Andrej, el prostituto y frunció el ceño.

¿Qué había hecho? Se volteó en la cama mirando el techo de la enorme habitación lujosa y luego, poco a poco, miró su propio cuerpo para saber si estaba desnudo, si había preservativos por algún lado o algo que le revelara qué fue lo que había hecho la noche anterior y como se conocía muy bien la idea de haber follado hasta el cansancio le carcomía la mente.

Se halló con sus bóxers negros y nada más que eso así que se quedó pensando, buscando recordar. 

Pudo reconocer el lugar, no era la primera vez que estaba ahí, en esa cama, pero su acompañante no era una mujer, eso le hizo torcer la boca entonces recordó algunas cosas… Recordó haber visto a Bill abrazado del profesor y luego cuando fue a buscar a Andrej para supuestamente acostarse con él hasta el amanecer, pero ¿lo había hecho? Hizo un gesto de disgusto pues sintió lo que sentía cada vez que se acostaba con alguien, un rechazo, una sensación de asco, ganas de bañarse y regresar a casa; pocas veces se permitía despertar al lado de sus amantes.

Salió de la cama y tuvo que sentarse pues el mareo se intensificó.

—Si te paras, vomitarás —dijo un somnoliento Andrej percatándose de que Tom quería abandonar la cama.

Efectivamente, Andrej sabía lo que hablaba, Tom se puso en pie y las arcadas fueron tan fuertes que tuvo que correr hacia el baño a vaciar su adolorido estómago lleno de alcohol. 

Se sentía tan mal no solo físicamente, sentía que no tenía el valor suficiente para solo regresar a casa, ¿y luego qué? ¿Qué se supone que debía hacer? Bill no volvería a sus brazos y eso lo molestaba mucho.

Salió del baño, despeinado, ojeroso y con mala cara, eso hizo que Andrej suspirara resignado, su príncipe azul era horrendo al despertar, no existía lo perfecto.

—Supongo que querrás echarme ahora. —Tom no quería hablar, se sentía depresivo y el alcohol en su sistema intensificaba esa sensación.

—Evita hablarme.

—Puedo escucharte si quieres, no quiero que estés así de mal, hiciste mucho por mí ayer.

—¿Follamos? —Andrej rió un poco.

—¿No recuerdas nada? No hicimos nada de eso, no podías —rió más alto—. Creo que estabas muy concentrado en la llamada que le hiciste a tu novio…

—¿Llamada? ¿Dónde está mi celular? —comenzó a buscarlo por la cama y se detuvo por la risa de Andrej, mirándolo molesto ya que pudo recordar que lo había tirado en la discoteca.

—Lo lanzaste y luego lo aplastaste con tu pie. Pero tengo el mío por si quieres llamar a alguien…

—No. —Él no sabía de memoria el teléfono de Bill, además ¿llamarlo para qué? ¿Qué decirle? Todo estaba perdido.

Se sentó en la cama encorvado, con ambas manos en sus cabellos rubios y quería perderse de la realidad otra vez. Andrej se le acercó y se sentó a su lado poniendo una mano en su espalda desnuda.

—¿Cómo se hace para olvidar a alguien que debes olvidar? —preguntó Tom en un susurro. Nunca antes había sentido tal necesidad, siempre había sido lo más fácil del mundo el tener que olvidar. Incluso recordó que pensó que luego de hacerle el amor a Bill en la noche de su cumpleaños ya no querría saber nada de él, pero no fue así, Tom pensaba en repetir ese hecho hasta el cansancio y no se olvidó de Bill, todo lo contrario, se sintió parte de él.

Andrej se quedó pensando, mirando al vacío, recordaba aspectos de su vida en donde se sintió enamorado y lo que hizo para olvidarlo.

—Con odio —dijo serio y con la mandíbula apretada—. Solo el odio vence al amor, ¿sabías? Debes odiarlo, debes buscar razones fuertes para odiar a ese novio tuyo.

—Odiarlo… —casi podía sentir odio y sonrió ante eso—. Creo odiarlo… es decir, ayer lo vi con ese sujeto, con su perfecto profesor, sé que lo preferirá a él, a ese maldito, yo nunca podré ser como él, es más, no quiero —dijo con amargura, comenzó a sentirse aliviado por sentir eso en vez de otra cosa—. Creo que lo odio por esto, por convertirme en… en esto.

—Eso es amigo —acarició su espalda—. Saca ese odio y cuando lo hagas, verás que ya no significará nada para ti.

—Lo odio… lo odio… —se repitió como un mantra, como para creer que es así, que lo odiaba y los latidos de su corazón cambiaron, el estómago le dolió de otra forma. Le dolía todo lo que sentía y es que así era el odio. Dolía, pero dolía menos que el amor.

*

Bill despertaba y se estiraba en la camita. Abrió los ojos legañosos por haber llorado y frunció el ceño recordando todo. Se sentó en la cama y se puso a pensar en silencio.

“¿Qué hago aquí? Debería estar en casa… Tom”. Se compungió de dolor al recordarlo. “Tom, ¿por qué me hiciste esto? ¿Por qué no puedes cambiar por mí? De seguro está en los brazos de otro, para él siempre fue más fácil. ¿Por qué no puedo ser como él? No, no, no como él, él es quien está mal, no yo, no debo desear caer en su bajeza.” Qué difícil era eso para Bill. Y a su lado vio su celular, no pudo controlar las ganas que tuvo en ese momento de solo escuchar su voz, aunque sea eso. “Esto está mal”, pensó, pero sus manos temblorosas buscaron en sus contactos a su Tom, y llamó con el corazón que se le aceleraba y con el temor de que le dijera algo doloroso… pero nada, el teléfono sonaba como apagado y es que ya ni existía, los pies de muchas personas bailando lo había destrozado a tal punto que la señora de limpieza, a la mañana siguiente, ni pudo reconocer que esas piezas raras eran de un celular.

Suspiró al vacío, de todas formas quería saber de Tom.

Salió de la habitación sintiendo el olor agradable de galletas en el horno y se acercó sigiloso, aun con el pijama gris que Jared le había prestado, se acercó a la cocina y ahí lo vio, su profesor tenía su cabello amarrado en una coleta, le daba la espalda mientras sacaba las galletas de la bandeja y las ponía en unos platos. Bill suspiró diciéndole a su corazón "por qué no puedes amar a este hombre”, pero no podía, no sentía nada más que un respeto y una admiración. Bill no podía negar que Jared era un hombre muy apuesto e incluso podía predecir que si no hubiera conocido a Tom y solo a Jared, estaba seguro que se hubiera enamorado de él sin duda, caía perfectamente en su definición de hombre perfecto: apuesto, sencillo, profesional y comprensivo; todo lo que a él le atraía. Pero Tom había llegado antes y ante eso no podía hacer nada, su corazón latía por ese cerdo petulante, con pocas aspiraciones en la vida, hijo de padres ricos.

—Bill —llamó con una sonrisa al verlo parado en el lumbral de su pequeña cocina—. Pasa, hice galletas para ti. —Bill le sonrió y entró.

—Disculpe que aun esté así —se refería por la pijama que tenía puesto y su cabello estaba suelto y desordenado, pero él no sabía que así lo quería Jared, lo veía tan natural y eso le provocaba mucho.

—Luces hermoso aun con pijama. —Bill bajó la cabeza con una sonrisa tímida en su rostro.

—Profesor Jared, quisiera que usted sea feliz, usted merece ser querido… querido por alguien que valga la pena. Estoy seguro que muchos hombres querrán estar con usted, hombres mucho mejores que Shannon, y mucho, mucho mejores que yo. —Jared lo vio serio dándose cuenta que quizá se había empecinado con Bill, se había obsesionado con la pureza de ese chico.

—Quiero pedirte disculpas…

—¿Disculpas? Oh, no, usted no me hizo nada, profesor.

—Disculpas por sentir todo esto y que no se pueda. Realmente quisiera estar contigo, Bill, siento y quiero poder hacerte feliz… siento que te amo, deseo protegerte, pero también siento que tú no sientes esto y lo comprendo. —Bill suspiró, él deseaba en esos momentos poder corresponder a esas bonitas palabras, pero lamentablemente no podía.

—Profesor, en otras circunstancias estoy seguro que hubiera funcionado, usted es un buen hombre.

Y con esas sensaciones extrañas, tomaron el desayuno casi en silencio. Bill deseaba regresar a casa cuanto antes, darse una ducha y pedirle a su mamá le acompañara a su anterior departamento y traer todas sus cosas… sería el niño de mamá otra vez.

Jared lo acompañó hasta su casa. Había un sol sofocante, el día parecía digno de vivirse de otra forma. Era domingo, pero para Bill era un día horrendo.

Simone lo miró consternada cuando entró a casa luego de despedirse de su profesor.

—¿Dónde estuviste? No llamaste ni nada.

—Mamá, soy adulto.

—Esa no es una excusa, creí muchas cosas… creí que te habías ido con tu padre… —Bill recordó que los domingos debía ir a visitar a su padre, pero en esos momentos no quería hacer nada.

Subió las escaleras pesadamente y Simone lo siguió, prefirió dejar de sermonearlo pues podía notar su mal humor.

—Si quieres, podrías acompañarme a traer mis cosas. Todo acabó, mamá —dijo refiriéndose a su relación con Tom.

—¿Hablaste con él? —preguntó preocupada. Bill le dio la cara en el pasadizo del segundo piso.

—Él… él ahora es distinto, ya no tenemos nada. —Simone se entristeció, nunca pensó ver a su hijo así y tomó su mano.

—Mi Billy, mi niño precioso, estoy segura que habrá otro mucho mejor. —Bill intentó sonreír.

—¿No te incomoda esto? Estoy segura que a papá sí… tengo temor de que sepa que me gustan los hombres. —Simone se puso seria.

—Yo siempre lo sospeché… —Bill la miró sorprendido—. Desde que tuviste trece años y te pintaste los ojos una vez. —Bill enrojeció al recordar eso, lo hizo por curiosidad—. Y luego pintaste tus labios… tu padre casi te dio una zurra. 

—Yo no hice eso.

—Lo hiciste… y luego, cuando venía tu amiga Nicole, ella trataba de impresionarte todo el tiempo, yo los observaba, ella una vez se inclinó para que le vieras los pechos y tú no dejabas de verle a los ojos… recuerdo eso, y entonces supe que quizá no te gustaban las chicas. —Bill se quedó pensando mucho en eso.

—Sí me gustaban —dijo con el ceño fruncido—. Es extraño pero no me creí homosexual sino hasta conocer a Tom… o quizá era que no me permitía pensar en eso. 

—De todas formas Bill, te amo como eres. 

*

Tom regresaba a casa solo en su moto. Engañó al rubio diciéndole que podía quedarse en el hotel y aprovechó que se distrajo haciendo compras para simplemente irse.

No sintió remordimiento, quería escapar sin tener que dar explicaciones, así que manejó su moto de forma lenta para evitar algún accidente hasta que llegó a casa…

Día domingo significaba ver a su mamá en la cocina intentando preparar algo decente para su distraído padre y su travieso hermanito. Pero esta vez estaba también su abuela que engreía mucho a Liam.

El pequeño salió a su encuentro, gritando de emoción al verlo entrar a casa, era su hermano mayor, su héroe.

—¡Tom ha vuelto! —corrió para que Tom lo alzara en sus brazos, cosa que no pasó pues el mayor ni tenía fuerzas. Liam se quedó abrazándolo de la cintura.

—Hola campeón.

—¿De dónde vienes en esas fachas? —reclamó su abuela en la sala, sentada tomando un té.

—Abuela, tuve un mal día, no deseo hablar.

—Y volvemos a las andanzas, ¿no? Mi hija me dijo que con tu nueva y pecaminosa relación sentarías cabeza, ¿qué pasó con la convivencia con el niñero? —Tom frunció el ceño.

—¿Quieres saberlo? Volví a ser el de siempre, ¿contenta? Bill no es alguien de confianza. —La abuela se angustió un poco.

—¿Qué quieres decir? Tu madre aun le paga por cuidar a Liam los fines de semana, es posible que hoy venga en la tarde.

—Mejor que ni venga, dile eso a Dunja, el niñero anda con hombres, abuela, es peligroso, no es quien parece, es peligroso para Liam. —El pequeño escuchaba todo y no le pareció nada bueno lo que Tom decía.

—¡Quiero a Bill! —reclamó sospechando que lo echarían como a todas sus demás niñeras.

—Santo cielo, es grave lo que dices… —Dunja se acercó a la sala y miró seria a Tom pues estaba en malas fachas, despeinado y desalineado.

—¿Qué tanto hablan? —preguntó ella.

—Tom me dice que el niñero de Liam es peligroso. —Dunja miró seria a su hijo, sabía de sus intenciones, siempre buscaba hacer prevalecer sus ideas.

—¿Sí? ¿Peligroso? —preguntó con suspicacia. 

—Sí Dunja, ese niñero no debe venir más aquí —reafirmó Tom.

—Ten en claro Tom que no pretendo mover a ese niñero de su puesto, no sé qué tanto pretendes ahora, de seguro te peleaste y quieres vengarte de ese pobre joven. —Tom se ofuscó, él quería odiar a Bill, quería evitar verlo.

—Él anda con hombres, no les miento, no es buena influencia para Liam. —Abrazó a su molesto hermanito quien se soltó de su agarre.

—¡Quiero a Bill! —gritó el niño.

—Bill no será más tu niñero —dijo Tom serio—. Bill no es buena persona, ¿entendiste? Bill es un cualquiera. 

Dunja se quedó molesta, podía ver sinceridad en las palabras de su hijo, y claro, ahora entendía su depresión, su mal humor en estos últimos días de seguro se debía al mal comportamiento de ese niñero.

—Voy a llamarlo —dijo ella regresando a la cocina.

*

Bill encontró el cerdito de peluche tirado en la habitación que antes compartía con Tom. Simone estaba abajo, esperando por Bill quien le había suplicado no subir junto con él pues quería empacar sus cosas solo.

El cerdito tenía una tierna mirada y recordó que ese fue el regalo de Tom al día siguiente de su cumpleaños. 

Sentado en la cama que una vez compartió con ese hombre, no sabía si debía llevarse ese peluche o no. Podía recordar que Tom le bromeaba con eso en las noches cuando aún no vivían juntos, cuando Bill se desvanecía estudiando para ingresar a la universidad y Tom moría por tocarlo. A veces utilizaba al peluche como su mensajero… “el cerdito tiene ganas, Bill… el cerdito quiere contigo, vamos.” Y Bill terminaba riendo y dándole besos, pero le pedía tiempo y se le hacía tierno que Tom aceptara, que lo sentara en sus muslos para abrazarlo fuerte y le dijera al oído que le tenía ganas, pero que lo esperaría. 

Ahora, sentado en esa cama, deseó con todas sus fuerzas no pensar más en Tom, sentía que eso le hacía daño.

Su teléfono sonó y se asustó un poco, ¿quién sería? ¿Y si era Tom? Pero al ver la pantalla su sonrisa decayó, era la señora Dunja y de seguro quería decirle algo con respecto a la tarde… era domingo y se suponía debía cuidar a Liam, pero él tenía pensando llamarle diciendo que se había ido donde su padre.

—Aló, señora Dunja, buenos días.

—Aló, Bill, quiero hablar contigo —dijo fría y eso intimidó más al pelinegro.

—Dígame.

—No sé, pero estoy recibiendo quejas, no sé qué es lo que haya pasado con Tom, pero me temo que ya no podrás laborar aquí. —Bill se puso frío, necesitaba ese dinero para estudiar, sabía que su padre lo presionaría para mudarse con él, trasladarse de universidad y así apoyarle en sus estudios, pero no quería dejar a su madre con las deudas de la casa, con tantas cosas… necesitaba ese ingreso mensual pues muchas cosas dependían de eso.

—Señora Dunja, por favor… permítame hablar con usted en persona, no puede creer esos chismes, no hice nada. —Comenzó a molestarse con Tom, ¿qué estaría diciendo de él? ¿Por qué hacía eso si sabía que necesitaba el trabajo con urgencia?

—Te di mi confianza, Bill, hice caso a tus consejos, sé que eres un buen tipo, pero la idea de que estés involucrado con hombres a cualquier madre le hace temer, entiéndeme. 

—¡Señora Dunja! —se exaltó de impotencia—. De qué hombres me habla, señora Dunja, usted sabía que salía con su hijo, nadie más que él… —comenzó a temblar de cólera.

—Pequeño, no puedo creerte así no más, debo proteger a mi Liam.

—Por favor, señora, por favor, permítame hablar con usted en persona. —Dunja suspiró en el auricular.

—Ven ahora, ven para hablar. —Y colgó.

Bill sintió as enormes ganas de querer llorar, Tom lo estaba perjudicando, le estaba haciendo daño con sus comentarios fuera de lugar.

—¿Qué demonios te pasa? —dijo con las manos temblorosas, buscando el teléfono de Tom para llamarlo, pero lamentablemente dio apagado otra vez.

Bajó del departamento muy nervioso y su mamá lo notó.

—¿Qué pasa, hijo?

—Debo ir a la casa de Tom, ese maldito le ha dicho cosas a la señora Dunja y ahora ella quiere echarme del trabajo. —Simone miró con tristeza a su hijo quien lucía estresado.

Bill necesitaba el trabajo, lo necesitaba con urgencia pues en una semana necesitaría comprar sus libros para empezar sus clases.

Tom, en su habitación, sonrió triunfante al haber escuchado la conversación que su madre tuvo con Bill… al saber que ella lo echaría de casa y así le sería más fácil olvidarse de él.

e_e del amor al odio hay un solo paso, ¿lo sabían? Lamentablemente Tom lo sabe y al parecer Bill también empezará a sentir cosas raras... Veremos. ¿Sugerencias? :B xddd

10 comentarios:

  1. ai estupido tom :cc y bill tan bueno ... dios esque hasta triste me siento de que aun no se arreglen u.u pero me gusto mucho

    atte vanne

    PD: sube lueguito el proximo plisss *-* ya quiero saber que sucede en el otro

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  2. Puto Andrej! Lo odio.!! Diciendole que es mejor odiar para poder olvidar >:/

    Para mi que Bill deje ese jodido cerdo de peluche ahí, argh! Llegue a odiar a Tom tambien, por que anda diciendo eso?! Pobre Billie :c

    :O cosas raras.? Espero que lleguen luego a ese paso :3 asdasafafadagadasagf

    Saludos Pinky! :)

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  3. Cuando pensaba que Tom estaba a un paso de cambiar y madurar, llega ese rubio metiche con sus sabios consejos y lo jode todo. En serio y Tom da un paso adelante y luego retrocede dos, es más influenciable que Lian.
    Bill se quedará sin trabajo por culpa de Tom... estoy enojada :-(
    Cosas raras? .mmm esto se complica y el panorama no se ve nada esperanzador.
    Saludos Pink!
    Adriana

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  4. Porqueeeee estupido andrej y sus consejos no lo odiaba ahora si malditoo! U.u Bill es dulce taan dulce si Tom sigue comportandose asi ...el odio solo trae mas odio :(

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  5. Tom solo sigue consejos estupidos en lugar de actuar como el adulto que es... si Bill lo odia despues de esto bien merecido se lo tiene

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  6. piiiiiiiiiiiink ;^; ~jocy anda llorando~
    ..... esto es mucho sentimiento para mi!
    JODIDO ANDREJ! JODIDO TOM! con su estupida forma de olvidar, no entiende nada! es un idiota ;^;
    osea... que culei entiendo a Bill no lo quiere ver pero el necesita el dinero, a este paso Bill se va con su padre y esa idea no me agrada nada....
    es que THOMAS IDIOTA! el pobre Bill esta destrozado, ya no sabe ni que hacer ya lo imagino ojeroso y triste, despeinado y todo y esto...
    casi asi ando de la frustracion! Tom se pasa! ;^; como de un segundo al otro odiar solo por que si? u.u
    si tan solo entendiera lo de jared se sentilia horrible el desgraciao! ;^;
    lo bueno es que jared ya se rindio y Bill ya lo dejo en claro pero todo lo demas pfff
    me d afrustracion! en un cap amo a uno y en el que sigue lo odio y asi siempre ;^;
    en verdad necesitan hablar no quiero que terminen separados u.u el objetivo del fic era que estuvieran juntos! ;^;
    hasta coraje da como dunja y la abuela como que medio aceptaron la idea de Bill con Tom y hasta sorprendidas de lo que hace Tom ahora! igual ando yo! TT-TT
    waaa! pink te gusta hacernos sufrir ;^;
    espero que no todo sea un final triste ni nada u.u pero bueno veremos que pasa... TT-TT

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  7. Y Andrej es un claro ejemplo de lo que es una mala influencia... ¿quién rayos te da ese tipo de consejos? ¿odiar a otra persona?, que falta de valores y principios... v_v bueno, supongo no es de extrañar viniendo de alguien cuya vida posiblemente lo llevó a pensar que eso es lo correcto.

    Tom, vamos, se está comportando más inmaduro de lo habitual... supongo que -consciente o inconscientemente- la desesperación de no saber qué más hacer lo ha llevado a todo esto, pero sólo está convirtiendo las situaciones malas en fatales con su actitud, aunque no niego que ni yo veo qué podría hacer para que todo se solucione, es simplemente que todo está tan complicado... Me duele pensarlo pero creo que lo mejor es justamente que Bill ya no trabaje más allí y sea llevado por su padre; porque realmente no sé cómo podrían entrar en razón y solucionar esta situación caótica.

    :/ me molesto un tanto la actitud de Tom diciendo que Bill "anda con hombres y es peligroso para Liam", es decir, Tom hace o hacía eso, ¿por qué entonces él no es malo pero Bill sí? -en caso en que lo que alega fuese cierto- ¿sólo por ser el hermano de Liam? ¿o simplemente sólo porque él es Tom está exento de ser mala influencia, mal ejemplo o como él dice: peligroso para Liam?

    *suspira* en serio Pink, confío en tu sabiduría y en que sabrás darle solución a esto :S yo por más que intento ver las posibles alternativas en que esto termine bien, no logro encontrarlas...

    cuídate! besos! lo siento si me extendí mucho xD ahora me inspire...

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  8. TOM SE PUEDE IR A LA MIERDA!!! Bill se fuerte y resiste no dejes que te haga eso!!! Se fuerte y jodelo tu a el!!!

    Ok...Estoy muyyyy molesta con Tom! Cualquier pensamiento bueno o de que el iba a recapacitar salio de mi cabeza...AL parecer es de ese tipo de personas que tienen que pasarle algo MUYYY gordo o MUYYY doloroso para que recapacite! Asi que Bill Jodelo y consiguete a otro!

    Ahhh Ya quiero saber que mas pasa! Danke por subir nena me encanta esta fic!

    Saludos y besos linda<3

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  9. En lugar de una solución empeoraron las cosas, yo de
    verdad esperaba que Tom no cometiera más errores.

    Juzga mal a Bill, pero el niño también tiene su parte de culpa, creo que
    debió alejarse del profesor ese.

    Yo quería que se amisten y sean felices :/

    (Maya)

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  10. Pink más vale tarde que nunca :D
    Bueno tú sabes que amo tus fics. Cómo te dije ellos están en un círculo vicioso el cuál no se va a resolver hasta que tengan una plática decente y hablen .... Sobre la actitud de Tom puede que Bill necesite el trabajo pero otra muy distinta a que aguante himillaciones....mi opinión que renuncie...
    Espero el siguiente con ansias besos Cris :)))

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