viernes, 6 de julio de 2012

Avanzar y retroceder

Resumen: Bill y Tom tienen una particular relación y saben que pese a todo avanzarán aunque tropiecen, no podrán separarse.

Autora: Pink Girl
Clasificación: R
Advertencias: Incesto.
Género: Drama, Romántico.
Pareja principal: Bill - Tom.
Capítulo único.
Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, solo la trama.

Nota de la autora: Fic que participó en el Quinto concurso: Humanoid organizado por el grupo de Autores de Fics.



Avanzar y retroceder 

Los dedos de Bill delineaban la espalda de su gemelo en una suave caricia matutina por así decirlo, ya que en realidad eran casi las cuatro de la tarde.

Habían estado toda la noche grabando en el estudio. Había mucho trabajo y muchas veces perdían en tiempo en discusiones con su equipo, los gemelos querían una cosa y debía hacerse aunque esto para los demás sonara ridículo y algunas veces los mismos gemelos se daban cuenta de que no funcionaría y pasaban de eso simplemente no viendo el daño o el atraso que ya se había formado, pero es que ellos estabas acostumbrados a eso.

Luego de salir en la madrugada, se recostaron muy cansados y apenas se besaron con cierta pesadez, el trabajo les quitaba mucho tiempo juntos.

Tom se removió aún dándole la espalda y soltó un quejido tipo gruñido. Bill frunció el entrecejo.

—Tom, despierta… —Tom balbuceó algo incoherente—. ¿Es lenguaje zombi? Anda…

—Ría.

Escuchó ese nombre y detuvo sus dedos en la espalda de Tom para sacarlos de ahí. ¿De cuándo acá ella era importante como para meterse en los sueños de Tom? de su Tom, porque desde que tenía uso de razón era suyo, su gemelo, su hermano, amigo, amante, novio, esposo, familia y todo lo que podía atribuirse como parte de él, un poco más y su vida misma.

Tom sintió un frío recorrerle la espalda y abrió los ojos, muy despierto, se giró para ver a Bill, podía notar su lejanía aunque estuviera aún a su lado.

—Bill, hola… —se sobó los ojos, Bill aún no le decía nada, estaba mirando el techo—. Estoy duro —rió Tom queriendo buscar contacto con él—. ¿Quieres bañarte conmigo? ¿Qué hora es?

—Las cuatro. —Bill se sentó en la cama dándole la espalda y Tom se acercó por detrás besándole un hombro descubierto y comenzando a suspirar cerca de su oído, acariciando sus brazos desnudos y luego que quiso volver a besarle a lo que Bill se separó.

—¿Pasa algo? —preguntó.

—No.

—¡Mientes! —Tom comenzó a angustiarse—. ¿Qué pasó?

Bill se giró para verle tomando una camiseta para vestirse. —¿Hoy saldrás con Ría? —Tom hizo una mueca de disgusto.

—¿De qué hablas? ¿Qué tiene que ver ella aquí?

—Pues no sé, dime tú. Quiero saber si hoy saldrás o si ha pasado algo con ella últimamente.

—¿Algo como qué? Ayer la vi, tú lo sabes… —Bill seguía muy serio y molesto, le dio la espalda por un momento, odiaba sentirse celoso más por una mujer.

Recordaba su adolescencia, se la pasaba demostrándole a Tom lo muy mujer que él podía ser hasta llegar a confundir a tantos con su imagen, pero a él solo le importaba lo que Tom podía percibir de eso.

—¿Y si ella quiere algo serio contigo? ¿Lo has pensado?

—Ella sabe que no se podría, le he advertido…

—Ella podría enamorarte, ¿no crees? Las mujeres son astutas, ella buscará la manera y tú me lo ocultarás cuando eso pase. —Tom se asombró de esas palabras y se puso en pie caminando hacia su gemelo.

—¿Crees que tendría el valor de dejarte por enamorarme de ella?

—No, pero te creo capaz de enamorarte de otra persona.

Golpe bajo. El guitarrista se había enamorado, pocas veces, pero le había pasado a comparación de Bill que no imaginaba enamorarse de otro que no sea Tom.

—Georg no cuenta porque él jamás me haría caso, lo sabes, es ridículo tu cuestionamiento. ¿A qué viene todo eso? No logro entender.

Bill terminó de vestirse algo simple, una bividí negro y pantalones rasgados, Tom le seguía con una camiseta blanca y oscuros jeans. Bill buscó en la mesita de noche su cajetilla de cigarrillos encendiendo uno y se apoyó contra la pared viendo a su gemelo acomodar sus rastas negras. Aún la pregunta “a qué viene todo eso” flotaba en el ambiente.

—A que quiero que me digas de una vez si debo prepararme para el fin y no quiero dramas, Tom. Quiero la verdad.

Bill vio como esquivaba su mirada, como se volvía a sentar en la cama y bajar la cabeza, acomodar sus manos juntas haciendo tronar sus dedos y suspirar unas tres veces seguidas.

—No estoy enamorado de ella, tenlo por seguro, pero ayer… —Se calló por un momento viendo cómo Bill ladeaba la cabeza queriendo ver en sus pensamientos y Tom dejó de verle— pasó, eso es todo, nos acostamos.

Bill aspiró su cigarro. Así que su hermano volvía a follar mujeres después de casi un año de no hacerlo, después de que Bill creyera que tenía un matrimonio con él volviendo de su último viaje a las Maldivas, pensando que Tom sería suyo al cien por ciento. Y literalmente su hermano había entregado su cuerpo a otra persona sin su consentimiento y precisamente a Ría, la mujer privilegiada por ellos.

Bill había consentido esa amistad, su gemelo era de salir a cuanto evento social podía y Bill prefirió que tuviera una amiga cercana a que esté pegado al teléfono con Georg y a que prefiriera contarle sus secretos a él, así que apareció esta simpática chica, madura, nada tonta como Chantelle y Bill pensó por qué no debían salir. Confiaba en Tom, en que no pasaría nada con ella, que respetaría el pacto. Qué ingenuo se sintió.

—¿Te gusta? ¿La deseas? —preguntó con evidente incomodidad.

—¿La verdad? Solo quise recordar viejos tiempos. —Bill lo miró desafiante—. Como con mis rastas… como eso, nada más. Sabes que el sexo para mí es tan común, Bill, no me vengas con sermones sobre eso, fue sexo, del duro, de esos de una noche y nada más, eso no significa que no te quiera o que lo que tenemos sea menos. Además, tú no puedes negar que también tuviste aventuras.

—¡Eso era antes! ¡Yo no pienso en retroceder, Tom! ¡Yo avanzo, evoluciono, cambio pero no repito, ni retrocedo! —Tom odiaba, como si fuese un niño pequeño, los reproches de Bill y debido a eso hasta podían llegar a los golpes, él estaba harto de eso y por lo general lo evitaba.

—¡Ya! Déjame a mí con mis asuntos. Sabía que no podía confiarte estas cosas, ahora no pararás hasta atarme a ti a como dé lugar. Lo presiento.

—¿Cómo puedes decir eso? —Le miraba con indignación—. ¿Es el fin, Tom?

—Sabes que no podemos.

Y eso era cierto. Habían intentado separarse muchas veces, cada vez que discutían, que se sentían abrumados, que Tom se enamoraba de quien sea, o que Bill en su adolescencia pasara una vez por semana la noche con alguien; a pesar de todo siempre su relación había emergido porque simplemente no podían dejar de verse, no eran como una pareja común, podían romper todo vínculo formal de pareja por así decirlo, pero no el esencial, eran hermanos y como tal inseparables. Entonces en su último viaje a las Maldivas juraron nunca separarse porque no podían y que regresarían y se tatuarían algo similar como para recordarles ese pacto entre los dos.

—Podemos si nos lo proponemos.

—¡No! —gritó un poco asustado el de rastas, caminado hacia Bill para tomar sus manos.

—No me toques, no quiero.

Forcejeó un poco y Tom logró tomar sus manos botando el cigarrillo de una de ellas, jaló sus muñecas para que le mirara a los ojos, con el contacto de sus miradas ambos podían ver sus sentimientos, recordar sus orígenes como cuando eran niños y se quedaban mirando el uno al otro así de cerca.

—No podemos separarnos —le dijo Tom—. No funcionará.

—No quiero compartirte con nadie.

—No lo entiendo Bill, siempre fue así, ¿acaso no recuerdas? Y cada noche volvía a tus brazos y tú a los míos.

—Es diferente… Hicimos el pacto —alzó una mano mostrándole el tatuaje—. Eres mío, estúpido, y se la metes a esa hasta soñarlo. —Tom se sonrojó un poco pues podía adivinar que Bill se había metido en su sueño otra vez, entonces supo por qué de ese cuestionamiento.

—¿Qué quieres que haga? ¿Que me ponga de rodillas a suplicarte perdón? No pidas que jure no volver a hacerlo, sabes cómo soy, no soy el mejor novio, Bill. Soy así, desde siempre y aunque quieras cambiar muchas cosas de mí, me amas por ser así, un tonto inmaduro que no quiere vivir encasillado. Estarás molesto por haberte enterado de esa manera, pero ya está Bill, déjalo pasar.

«Como a todo», pensó Bill, como a todo lo que había dejado pasar en su corta vida.

—Voy a hablar con ella —determinó esta vez queriendo cambiar el destino.

—No —chilló como niña—. Joder, no lo hagas Bill —se quejó entrelazando sus dedos de sus manos y alzándola para darle un beso, muchos besitos subiendo por su brazo.

—Lo haré quieras o no, ella me tendrá que escuchar.

—No querrás que se entere de lo nuestro. Sería peligroso.

—No me importa, pero ella tendrá que saber algunas cosas.

Luego de decir eso, Tom le besó en los labios callando sus palabras de una vez. Bill se dejó como casi siempre había pasado, a Tom se lo permitía.

Lo condujo a la cama en donde se quitaron la ropa con desesperación, casi a las cinco de la tarde comenzaron a hacer el amor como solo ellos lo iban practicando desde mucho antes. Tom sobre la ancha espalda de Bill meciéndose fuertemente para darle ese placer que tanto les gustaba a ambos. Le susurró al oído un “te amo” y se vino en él.

Eso no quitaba el hecho de que Bill hablara con esa mujer.

~*~ 

—Hola, Bill —saludó ella, estaba emocionada porque él la había citado y claro, eso debía significar solo una cosa: el hermano menor tenía algo que decirle de Tom o quizás él notaba cambios en su hermano, como por ejemplo, estar enamorado y esa idea hacía que Ria no dejara de sonreír.

—Hola, toma asiento. —Estaban en un café privado para así poder conversar sin problemas.

—Me citaste para hablar de tu hermano, ¿no?

—Efectivamente —sonrió Bill y ella se puso seria. Pocas veces había interactuado con él, le parecía algo serio y lejano, no le gustaba su personalidad, no era como Tom de gracioso y siempre abierto en hablar, Bill solo hablaba así de suelto con Tom o sus amigos y Ría no era parte de sus amigos.

—Pues bien, escucho. —Puso una mano en su mentón y movió la azúcar en su taza de café.

—No quiero que lo veas.

—¿Qué? —se indignó, pero luego rió tratando de disimular su reacción—. ¿Disculpa? No entiendo, ¿es broma?

—No, no lo es. No quiero que lo veas es todo, espero sepas entender.

—Debe ser un mal chiste, no dejaré de verlo hasta que él me lo pida, ¿qué ha pasado?

—Él no te lo pedirá, por eso yo lo hago. Él es un tanto inmaduro para las relaciones, detesta las formalidades y siempre le soluciono esos problemas. Lamento el mal rato.

—Bill, no tenemos nada aún.

—Lo sé y antes de que pase algo serio mejor lo dejamos así.

—Él no es un bebé y por más unido que seas con él pienso que lo estás manipulando. No sé qué hago hablando contigo —dijo dejando su café a un lado para tomar su bolso e irse.

—Te lo advierto, Ría.

—¿Piensas que te haré caso? Estás equivocado, él y yo comenzamos a tener algo, si le dejaras tomar sus propias decisiones sería mejor, como te dije, él no es un bebé.

Ella no sabía lo que era o no mejor para Tom, pero estaba dolida e indignada. Salió de ahí haciendo sonar sus tacones. Bill se quedó un momento en ese salón café, quería pensar lejos de Tom en todo lo que estaba haciendo, ¿por qué simplemente no podía tener una relación normal con Tom? si muchos pensaban que era una relación muy bonita y sin complicaciones estaban equivocados porque él no podía consultar a nadie sobre sus problemas ya que la gente común no se relaciona con sus hermanos, y eso era visto como algo enfermo, así que debía buscar la forma de manejarlo él solo o ellos dos.

La noche llegaba y el trabajo en el estudio les esperaba. Las fans exigían nuevo disco y Bill estaba muy nervioso en agradar a las exigentes fans, lo último que había pasado con Humanoid le había decepcionado un poco, aunque sus productores le dijeron que el bajón en fans era de esperarse, que ellas crecerían y los cambiarían porque Tokio Hotel era una banda para adolescentes, pero Bill no se daría por vencido, la lucharía así que preparaba nuevo disco con muchas exigencias y Tom le apoyaba pues tenía el mismo pensamiento. Georg y Gustav los apoyaban porque eran miembros de la banda y habían firmado un contrato, más la fiebre de las giras y la vida de fama había pasado para ellos, Gustav tenía otras metas personales aparte de la música y Georg tenía una novia a la que amaba y quería casarse.

Entraron al estudio y Bill pescó a Tom hablando por teléfono con alguien, podía adivinar que era con Ria, mas pasó de él dejándolo en privado.

Tom estaba algo airado, Ría le exigía explicaciones pero él no podía dárselas.

—¿Hablamos en persona? Ahora tengo trabajo.

—Como quieras, no me demuestres ser un cobarde, Tom.

—Ya, baja ese tono, te veo mañana en el mismo lugar. Debo colgar, ensayaremos algo hoy.

—De acuerdo.

Al día siguiente, Tom intentaba salir de la mansión. Bill se alejó de él yendo con los perros a sacarlos a pasear, era extraño ir sin Tom, pero sentía que debía dejarlo porque saldría a ver a Ría.

—Papá regresará… —les dijo a sus perros siendo jalado por la correa de estos en el jardín trasero de su mansión.

Tom manejó su Audi hacia un hotel en donde solía encontrarse con Ría y sus amigas, aunque últimamente con ella sola. Llegó y subió como de costumbre encontrando a la mujer con los brazos cruzados.

—No me mires así, sabes que no me gusta —reclamó Tom evitando dramas de mujeres celosas o controladoras.

—Tu hermano me dijo…

—Lo sé.

—Ah, entonces es verdad, él decide por ti.

—Sí, bueno… Ría, si quieres hacer de esto algo incómodo, paso; de verdad no quiero dramas.

—¿Cómo quieres que actúe? Es ridículo. Bill me cita y me dice que no puedo verte y no me da explicación, ¿qué debo hacer? ¿Hacerle caso e irme? ¿Eso quieres? —Tom infló sus mejillas sintiendo esa incomodidad de siempre cuando discutía con mujeres o cuando tenía que terminar relaciones, y es que Ría significaba algo para él, no algo como Bill, claramente; pero se había acostumbrado a ella, en pensar que quizá podía decirle al mundo que estaba con una buena mujer.

—No quiero eso… tú sabes que me agradas.

—No parece, Tom, eres el primer hombre con el que he estado y nunca me ha hablado de sentimientos, todo esto es extraño, de verdad.

—Soy así Ría, soy simple y si no te gusta, ¿qué puedo hacer?

—Yo sí te quiero, me enamoré, ahí está mi verdad, por desgracia te quiero. —Tom resopló, eso era obvio, podía notarlo en ella.

—No podré darte todo lo que quieras, pero sí mi tiempo y las salidas que tenemos, más allá de eso no pidas más, lo siento pero no puedo. Lo tomas o lo dejas ahora mismo y nos evitamos problemas, ¿no crees?

Ría lo miró por un momento y luego tomó su bolso. Tenía dignidad y su propio ego. Le dio la espalda caminando hacia la puerta.

—Ría…

—No digas nada, ya dijiste todo.

—Bueno, solo quería decirte que lo intenté, lo juro.

—Ahórrate tus palabras, lo tengo claro. —Tom se puso un poco nervioso, esperaba que ella no supiera su relación con Bill—. ¿Quieres saber qué pienso de todo esto?

—Dime…

—Que eres el hombre más inmaduro que he conocido y no me sorprendería que ninguna te soporte, te quedarás solo, Tom.

—Bah… —apenas dijo viéndola salir.

Drama de mujeres, él nunca lo entendería.

Bajó luego de minutos rumbo a su casa. Esa noche no había ensayos, día libre y pese a separarse algunas horas de Bill lo extrañaba, deseaba ver su rostro, escuchar su voz y sentir sus besos. Acariciar a sus perros y hablar de cualquier cosa, sentirse en casa y los fuertes brazos de su gemelo lo eran.

Entró en casa viendo a Bill jugar con la más pequeña de sus perritas, Tom se le acercó con una mano detrás de su espalda, Bill le sonrió adivinando.

—Flores para otra flor —dijo Tom extendiéndole el ramo de rosas rojas.

—¡Gracias, son tan lindas! —exclamó Bill emocionado.

La mirada de Tom le indicaba que un peso había sido quitado, o al menos que se había sacrificado para que entre ellos las cosas estuvieran mejor. Bill lo abrazó y besó sonriendo.

—¿Quieres salir a cenar conmigo o que cocine para ti? Pide, mi Billy, todo lo que quieras —Tom podía ser romántico con Bill, solo con él.

—Te quiero a ti, en mi cama. —Tom rió en el abrazo y asintió.

Semanas después, Bill descubrió que Tom salía con Ría otra vez, ella no se rendiría pese a que aparentemente había decidido no ver más a Tom, pero estaba enamorada y ese detalle podía mucho, y a Tom le atraía más cuando no se ponía en un plano sentimental. Ella había entendido eso y cooperaría solo para estar a su lado.

Bill suspiró resignado, él no tenía la mejor relación del mundo, pero una cosa había aprendido desde que descubrió amor por Tom: ellos jamás se separarían, ellos se pertenecían el uno al otro, ellos estarían juntos hasta el fin del mundo.

FIN. 

6 comentarios:

  1. Mataré a RIA!!!
    Grrrrrrrrrrrr es una zorra!!
    Tan lindo como todo lo que escribes.

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    1. Gracias *-*!! Y XDDD yo mataría a Tom más que a Ría jijijiji
      Besos

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  2. PINK no tengo palabras GOsh..... en serio es q me dejas en la locura.... tal cual la realidad bueno según mi perspectiva hahaha TuT y concuerdo contigo matad a Tom akdlakda.. estas semanas me he dejado comer la cabeza por los estupidos rumores pero tu fic es como una cura para el alma hahahaha realmente genial es q en serio podría ser la pura verdad hahaha -sueña sueña- lol
    muchísimas gracias Pink por compartirlo <3

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    1. omg qué rumores, nunca faltan D: y espero esto no se acerque ni un poquito a la verdad, aunque tengo la sensación de que la relación que ellos llevan no es color de rosa...
      Gracias a ti por leerlo <3

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  3. Wow, aún no entiendo como la mayoría de las "aliens" creen que Tom esta en una relación con Ría, pero ellas sabrán si se tragan esa mentira. xD Yo me imagino la relación de los twins algo parecida a esto, y a de ser muy duro pasar por todo, sobre todo para Bill que tiene que soportar ver fotos de Tom con otra tipa, al menos si fuera mi situación siento que no lo soportaría. >.<
    Bien, pues me encanto. Besos :D

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    1. Gracias por tu comentario *.* y pues, no me lo imagino a ellos como en este oneshot, pero de que es complicada su relación sin duda que sí u.u y lo de Ría, confieso que en un momento lo creí, pero salen muchos indicios de que es una relación armada y que en realidad los Kaulitz tienen una relación, ahora, a que eso sea sólido, humm quizá no u.u
      besos <3

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