domingo, 8 de julio de 2012

Uno para el otro - III

Notas de la autora: Hola a todos otra vez :D les traigo el tercer capítulo, que no es el último pues aún falta resolver algunas cositas de esta historia. Admito que me da cosas publicar esto e//e pero ya está. Dedicado a Aliss R aleman, n_n~
Disfruten ^.^
Bill apoya ambos manos en la pared y se inclina un poco. Sus piernas tiemblan y su garganta no puede contener que desea gritar en ese momento.

—Será mejor que estés calladito —le dice Tom desde atrás y abajo. Está arrodillado detrás de Bill, con el rostro prácticamente en su trasero y con ambas manos en sus caderas. Está jugando un poco, acaba de besarle en el lugar menos imaginado y Bill se siente desfallecer. Tiene la mente en blanco y lo único que desea es más de Tom. Es casi un milagro que el de rastas esté cooperando así, Bill se siente premiado.

Tiene quince años y ya han pasado muchas barreras, tanto físicas como mentales. Tom se siente listo en muchos aspectos, en otros no y Bill cada vez está más ansioso. Lo único que tienen en contra es la falta de privacidad. Vivir juntos es complicado porque no están solos.

Esa tarde Simone había salido y no había dicho a qué hora regresaría y lo primero que se les ocurrió fue subir escaleras arriba, besarse y comenzar a quitarse la ropa. Ahora Bill estaba totalmente desnudo para Tom y éste no permite que se recueste en la cama, quiere aprovecharse de él un poco más.

—¿Lo harás, Tom? ¿Me lo harás? —pregunta con la voz casi entrecortada—. Oh, dime que sí —y luego gime deshaciéndose entre jadeos y temblores. Tom le ha lamido y eso se ha sentido tan bien que abre más las piernas y Tom ríe contra su trasero.

—Te encanta esto, ¿verdad? —Bill mueve su trasero en evidente respuesta.

—¿Qué estás esperando? —mira por encima de su hombro e intenta voltearse recibiendo ante ello una nalgada que le hace chillar. Tom ríe y Bill le reclama—. No aguantaré así… —se relame los labios y otra vez cierra los ojos al sentir la lengua de Tom lamerle en los pliegues de su trasero, tanteando entrar, cosa que logra desequilibrarlo a tal punto que gime sin poder controlarlo, suplicando—. Por favor…


Tom sabe que Bill se puede correr con solo eso. Ya ha pasado que le hace venir con algún roce o con sus dedos. Hasta el momento no se ha atrevido a más y todo por temor. Tiene miedo a que le guste tanto y no pueda parar de hacerlo o buscar hacerlo poniendo en peligro a ambos. Por eso casi siempre ha sabido rechazarlo.

Tantas veces ya Bill le ha puesto su trasero prácticamente en su cara, buscando una reacción de correspondencia y que se atreva a tomarlo, pero ahora ha conseguido que la lengua de Tom se adentre por donde menos imaginaba y siente su mente enloquecer con eso.

Tom le toma fuerte de las caderas y se hunde en él, aún no cree que haya sido capaz de tal acto, pero no se siente mal a pesar de la posición en la que se encuentra, ni por tener su lengua tan dentro de Bill, no sabe mal y casi puede sentir sus temblores. Bill lleva una mano hacia una de las manos de Tom en su cadera, ha gemido tan alto que teme que alguien le haya escuchado.

—Hazlo, hazlo —le pide a Tom—. Estoy listo… por favor, ya estoy listo —le ruega y solo siente a Tom embestirle con su lengua. Bill regresa las manos a la pared y siente que va a perder el equilibro, todo él tiembla tanto, es más de lo que puede soportar. Gime varias veces seguidas y Tom toma su miembro, apretándolo un poco y luego acariciándolo de arriba hacia abajo, una tortura muy agradable para Bill el cual no puede articular palabra. Se siente desfallecer de placer. Lloriquea y luego se ahoga en un gemido liberador. Sus rodillas se doblan para caer de rodillas luego que Tom salió de él y rió al verlo así para arrodillarse junto a él y sentarse en el suelo, sobre las ropas de Bill, el único totalmente desnudo, Tom aún conserva sus anchos pantalones.

—Tienes un lindo trasero —le dice con una risita burlona. Bill trata de incorporarse y se sienta en los muslos de Tom para besarle el cuello.

—Es todo tuyo, lo sabes, solo no quieres profanarme.

—Bill… —dice con pesada voz— Ya hablamos.

—Bah. Me canso de ser virgen, lo sabes. —Tom ríe y toma a Bill de la cintura para levantarlo, Bill se cuelga de él y las manos de Tom bajan a su trasero. Se lo lleva a la cama—. ¡Sí! —dice emocionado pensando que al fin le hará caso.

—No, no vayas a pensar, mi Bill. Hoy no habrá más de eso. Creo que puedes considerarte desvirgado, tu trasero se abrió tanto, debiste verlo. —Bill le dio un manotazo en el hombro y se arrodilló en la cama buscando sus labios.

—Esa no es la forma. Algo te pasa Tom, no es normal. Me metes tus dedos, tu lengua y nunca lo que quiero, comienzo a exasperarme… no es justo.

—Qué tiene que ver la justicia —ríe otra vez y Bill suspira ofuscado haciendo un puchero—. Si hablas de justicia pues… —se baja los pantalones y saca su erección, Bill la mira con ganas.

—Quiero esto… en mí. —La acaricia sintiendo su tamaño. Tom cierra los ojos y luego se recuesta en la cama, Bill va sobre él pero antes de que hiciera alguna locura Tom toma sus caderas y lo pone a su lado, frente a frente y comienza a besarlo en los labios. Trata de friccionarse contra Bill y éste hace juntar sus piernas y pone el miembro de Tom entre sus muslos, ha echando un poco de saliva ahí para que Tom pueda moverse como mejor le plazca. Bill suspira con una resignación que Tom puede percibir.

—Ya pues, Bill… —le dice para que deje esa cara.

—¿Crees que es normal que folles mis muslos pudiendo entrar en mí? —Tom ríe otra vez, a él le causa gracia la frustración de su hermano, pero para Bill lo que dice va enserio.

—Pero si esto es genial… hasta tus muslos son excitantes —gime para Bill e intenta complacerlo tomando su miembro en sus manos.

—Me dijiste una vez que lo haríamos…

—Cuando vivamos solos tú y yo sin el mundo encima, te prometo. —Bill golpea su pecho en señal de más frustración. Tom aumenta la velocidad de sus caricias y Bill se contrae moviéndose en la cama. Se juntan lo más que pueden y Tom embiste más fuerte entre los muslos de Bill, le gruñe en su cuello acariciándolo más. Bill otra vez ve las estrellas y Tom con él.

Ambos sudando se recuestan en la cama boca arriba, saben que dentro de un rato deben limpiar todo eso antes de que su mamá regrese. Tom siente un alivio, ha hecho que Bill se corra dos veces, eso quiere decir que no insistirá más por ese día y tendrá que ser precavido las otras veces.

Bill se siente tan relajado pero aún no olvida que Tom lo evita siempre, así lo siente él. Así que se levanta de la cama y Tom le pregunta a dónde va, mas Bill no responde.

—Te hice una pregunta.

—¿Debo responderla?

—¿Pasa algo? —Y Bill no contesta—. Claro que debes responderme, qué pasó ahora.

—¿Esto es hacer el amor para ti? —reclama serio y Tom traga saliva.

—Sí —es todo lo que puede decir mirando fijamente a los ojos de Bill—. Te has corrido, ¿no es así? No veo por qué te quejas, te corriste dos veces, has disfrutado más que yo, me esforcé mucho en hacerte venir y tú… —No pudo terminar de hablar pues Bill sale de la cama rumbo al baño. Tom se lleva ambas manos a la cabeza, estaba otra vez frustrado.

~*~ 


En la escuela debían disimular lo que eran. Eso muchas resultaba difícil veces pues a Bill parecía importarle muy poco el resto de las personas si de Tom se trataba.

Lamentablemente no están en el mismo salón de clases. Hace un año los habían separado, así que para Tom saber de Bill le es difícil y viceversa.

Tom siempre anda con Andreas, es su mejor amigo, sin embargo Bill casi siempre tiene amigas, Tom ya se acostumbró a eso. Bill es el engreído del salón y muchas le quieren, eso a Tom no le afecta, sabe que las mujeres no pueden darle a Bill lo que él le da. Y a Bill no le incomoda la amistad que Tom tiene con Andreas, lo han conocido desde siempre y el rubio platinado comparte gustos y formas de pensar más con el gemelo mayor que con el menor.

Lo que ninguno sabe es que las cosas están a punto de cambiar sin que alguno lo pueda prever. Bill sale al receso con sus amigas de siempre, recoge su bandeja de comida y se sienta con ellas. En el fondo le gustaría estar junto a Tom, pero sabe que eso al de rastas le pone nervioso y por lo general ocasiona discusiones y él prefiere evitarlas.

Sus quinceañeras amigas le hablan de sus problemas amorosos, para él es a veces aburrido, la mayoría de ellas apenas y se besan con sus novios, él se siente aún más adelantado y ellas confían sus cosas con él justamente por su frescura al hablar de esos temas.

—… y es así como deben actuar, deben tener la atención de sus novios en ustedes o se les irán, sigan mis consejos. —Ellas ríen y claro que seguirán lo que él les dice.

—Es raro que un chico como tú aún no le guste nadie, es raro, Bill —le dice una de sus amigas.

—Hablas como si tuvieras experiencia, pero no nos cuentas nada de alguna novia… —Bill trata de disimular, sabe que aparenta ser un Casanova para no levantar sospechas con respecto a su sexualidad.

—Es que no es bueno que les hable de mis aventuras —dijo con aires de grandeza—, debo guardar el anonimato de mis chicas. —Todas ríen y le lanzan parte de su comida.

A lo lejos, en otra mesa, Tom observaba a su hermano cada vez más asechado por las féminas, a diferencia de él que aparentaba ser tímido para con eso, además de que siempre estaba con Andreas y su amigo era aún un niño que pensaba en video juegos y esas cosas menos en mujeres.

Cuando Bill se pone en pie y regresa a la fila a poner su bandeja vacía en el lugar indicado, un chico de otro salón de da un papelito disimuladamente. Bill mira a ambos lados en busca de quién podría ser y luego suspira un poco resignado, de seguro una chica, otra más de algún otro grado.

Camina lejos de sus amigas, prefiere leer la nota a solas pues no quiere que se mofen, ni nada de eso.

«Me gustas, desde que te vi siento algo por ti, eres el chico más hermoso que he visto. Atentamente tu admirador secreto». Bill abre los ojos un poco sorprendido porque no es de parte una chica, es de un chico y su mente piensa en Tom, pero luego cae a cuentas de que Tom no sería capaz de hacer algo así de cursi con él. Frunce el ceño, sin embargo se llena de una curiosidad.

Esa tarde prefiere no decirle de eso a Tom, y quiere conocer quién es ese admirador secreto.

Las semanas pasan y su ansiedad por saber aumenta más. Le han dejado muchas notas, cada día recibe una de diferentes formas y ahora ha encontrado un pequeño oso de peluches dentro de su mochila cosa que lo ha alertado y a la vez emocionado. En el pequeño peluche hay una nota pegada y la abre: «Quiero que nos conozcamos, te estaré esperando a la salida, no vengas con tu hermano, te espero en el parque central, cerca de la pileta. Espero vengas».

Las manos de Bill se ponen frías y su corazón se acelera, esas sensaciones solo pasan con Tom, pero últimamente no, es como si el fuego entre ellos dos hubiera bajado. Tom ya no le provoca esas sensaciones y solo lo ha tocado hace una semana, solo se tiene que conformar con besos de media noche que no quieren ser profundizados, eso frustra al menor pero evita reclamarle pues no quiere ocasionar problemas y alejarlo más.

Oculta el pequeño oso al fondo de su mochila. Últimamente tiene en casa un escondite en el sótano de todos esos detalles, cartas, flores, regalos como CDs de música y alguna otra chuchería que su admirador secreto le ha estado dando. Prefiere ocultarlo para evitar problemas.

A la hora de salida se encuentra con Tom y trata de mentirle sonando convincente.

—… así que debo adelantarme por otro camino.

—Pero puedo acompañarte, no será problema.

—Es algo lejos y ella se molestará, debo recoger la tarea yo solo, luego te alcanzo.

—¿Ella se molestará? ¿Qué pasa?

—Es que no le caes bien a mis amigas, le pareces aburrido —ríe Bill y le da un codazo—. Anda, te veo en casa. —le da una de sus tiernas sonrisas aunque por dentro se siente morir… no le gusta lo que está haciendo pero sabe que no estará tranquilo hasta saber cuál de todos sus compañeros es su admirador secreto.

—Bueno, te veo allá —Tom le giña el ojo y Bill sonríe más. Le gusta cuando Tom hace eso pues indica complicidad, indica que los dos tienen algo. «Bien, Tom es mi novio, eso lo tengo claro», se dice mentalmente por si las dudas logran atormentarlo.

Retrocede y ve irse a Tom, luego le da la espalda y camina rumbo al parque a paso lento, no desea levantar sospechas y teme ser vigilado o descubierto.

Siente tanto nerviosismo que se plantea mentalmente solo conocerlo, salir de la duda y decirle que tiene novio y que por favor no más acoso. Eso planea, cerrar la página con respecto al admirador secreto.

Al llegar a la pileta del parque lleno de árboles alrededor, se siente observado, pero no sabe dónde está el sujeto que le ha citado, lo único que sabe es que no es una chica.

Se apoya en la pileta y ve volar algunas aves cerca de un árbol y enfoca la vista. Se asoma una cabeza y luego una silueta, un chico alto aparece y Bill traga saliva, ha de tener diecisiete años, no sabe su nombre pero su rostro se le hace conocido. En su escuela hay muchos estudiantes y éste es del último año. Tiene el cabello un poco largo, es muy atractivo y fornido, algo que intimida a Bill. No se lo esperaba, pensaba y sería alguien de su grado o cercano a su grado, pero no alguien mayor, ni Así de guapo.

—Hola Bill —le saluda con una sonrisa y se le acerca. Bill abre la boca y se estremece un poco, no sabe qué decir, siente temor pero a la vez adrenalina.

—Tú…

—Sí, desde que te vi en los juegos de la escuela. Me llamo Rick, estoy en el último año y…

—No puedo creerlo… —dice y Rick se le acerca un poco más, se lleva parte de su cabello detrás de su oreja y vuelve a mirarlo, Bill se intimida—. Eh… yo… —Rick saca de su bolsillo una rosa y Bill mira a ambos lados, teme tomarla, no sabe cómo reaccionar ante eso.

—Mejor no…

—Quisiera que me des la oportunidad de conocerte, ¿qué dices? Prometo respetar tu opinión, no muerdo, Bill. —Ambos ríen aunque es evidente que Bill está más nervioso, le sorprende la actitud de Rick, y se lo atribuye a que es mayor. Bill extiende la mano y toma la rosa para guardarla en su mochila.

—Gracias por el osito y esto —le dice y luego ve que Rick espera una respuesta—. Yo… yo no sé —dice con cierto temor—. Quisiera… bueno, yo… —está en blanco y siente la mano de Rick tomarle la suya, entonces Bill se paraliza ante ese tacto, el otro no vacila, aprieta y entrelaza sus dedos con los fríos de Bill—. Ahh… —su lengua se entrevera en su boca, no sabe qué decirle.

—¿Te gustaría salir conmigo?

—No —responde rápido y Rick le suelta de la mano, entonces Bill reacciona y suspira hondo—. Bueno, sí, pero… pero como amigos, aún no pienso en tener una relación. —Rick sonríe y Bill se sorprende de que le guiñe un ojo.

Entonces comienzan a planear una salida. Bill no puede evitar pensar que es guapo y mayor, esa combinación le llena de una excitación extraña, desea conocerlo más aunque tiene temor, está sorprendido.

Bill sabe que no puede demorarse más así que se despide con la mano del ahora admirador no secreto, no sin antes intercambiar números, pero Bill le dice que sus padres son algo estrictos y no quiere que le esté llamando, Rick comprende y acepta que solo se encontrarán el día acordado.

Los mensajes de insinuación no se hacen esperar, Bill anda preocupado casi todos los días de no dejar su celular lejos de él por si acaso. En la escuela se lanzan miradas cómplices y Bill empieza a gustar de ese juego extraño. Ahora cada vez que sale al receso, busca su mirada y le sonríe de lejos.

Comienzan a salir una vez por semana. Solo conversan mucho, Rick es un tipo agradable y seguro de sí mismo, además de que maneja un auto, el de sus padres y ya lo ha sacado unas tres veces, Bill siente que puede confiar en él a pesar del interés de por medio que lejos de incomodarle llega a gustarle y mucho.

«… entonces te veo hoy en la noche». Le pregunta por un mensaje de texto al cual da eliminar luego de leerlo y piensa antes de responderle, sabe que mintiendo puede esquivar las sospechas.

«Sí, aunque mejor en la tarde te confirmo».

«Quiero llevarte a ver las estrellas, sé que te gustará». El vientre de Bill se contrae y ríe de nervios, mira a ambos lados y teclea en su celular: «hecho».

Esa noche Tom sospecha. Lo ve alistándose demasiado, Bill luce guapo. Tom entra a su habitación y le besa en los labios, Bill le corresponde con una intensidad fuerte, le envuelve entre sus brazos.

—¿Por qué te vas? Podemos… quizá podemos hoy… —le besa—. Ya sabes. —Bill se emociona mas no es como antes, no toma el impulso de cerrar la puerta de su cuarto y adelantar los hechos, no.

—Regresaré temprano, es trabajo grupal…

—Sí, ¿y para eso te pones tan bonito?, para estar con las feas de tus amigas.

—Sí, ya sabes, debo cuidar mi imagen, lo hago por ti, tontin. —Sabe que está mintiendo abiertamente y ya no se siente tan mal, mejor si Tom no se entera a que se entere, ese es su consuelo.

Luego de otro beso más, baja de su habitación y da todo su sermón de excusa hacia a su mamá y luego sale tomado su chaqueta. Camina unas cuadras y se encuentran en el lugar planeado, Bill sube al auto y Rick acelera.

—Estás muy precioso.

—Gracias —sonríe emocionado.

Bill se pone un poco nervioso pues Rick le está sacando de la ciudad, están hablando de muchos temas en común pero se percata de que está subiendo una colina con el auto y lo estaciona en un lugar desolado, Bill traga saliva.

—Llegamos.

—Pero… —Bill teme bajar y Rick ríe.

—Vamos, no voy a ultrajarte, ¿acaso piensas que…?

—No —ríe Bill tratando de quitarse esos nervios estúpidos y baja del auto.

Rick le toma de la mano y lo conduce hacia arriba en la colina, hay algunos árboles ahí y el sonido de los grillos crea un ambiente medio fantasmal. Rick tiene algo bajo la manga que llama la atención a Bill, pero por más que le pregunta, Rick no le dice nada, es sorpresa.

Bill llega a la cima y suspira, el aire fresco golpea sus mejillas y se siente cómodo, entonces Rick saca lo que llevaba trayendo desde el auto, un telescopio pequeño y se lo pasa. Le enseña a ver las estrellas y Bill queda fascinado con eso. Rick apoya su mentón en su hombro y le abraza por detrás mientras Bill observa esas bolas luminosas en el firmamento. Son hermosas, grandes, inalcanzables, poderosas, se siente pequeño y le embarga una sensación extraña.

Deja de ver las estrellas para cerrar sus ojos, los labios de Rick están en la piel sensible de su cuello, ladea un poco la cabeza y se deja hacer. A diferencia de Tom, Rick es mucho más atrevido y experto, eso genera un nerviosismo agradable en Bill, una expectativa de que algo puede pasar. Suelta el telescopio y rápidamente Rick lo deja en el suelo para volver a abrazar a Bill por detrás.

—No sé si deba… —musita Bill y luego aprieta los dientes sintiendo cosquillas agradables en su cuello y nuca, Rick le besa y lo hace tan bien que Bill no quiere detenerle—. Humm… me encanta —le confiesa inocente y no sabe que quizá decirlo así solo genera más acción de parte del otro, no es como Tom que cada vez que Bill desea más éste se cohíbe o trata de no darle ese placer.

Rick reacciona y lo voltea para abrazarlo por la cintura, cara a cara y besarlo. Bill pone ambas manos en el pecho del otro y toma parte de su chaqueta, está nervioso y se coge de él como un gato, tiene los ojos abiertos y todo pasa tan enloquecedoramente rápido que no puede reaccionar. Pocas veces, por no decir nunca, ha sido así de dominado y esa sensación nueva logra aturdirlo pero no le deja de gustar, todo lo contrario, se emociona.

Forcejea con Rick entre que no quiere y se deja, el mayor sabe muy bien que Bill está excitado, lo siente agitarse y estremecerse cada vez más y le encanta.

Bill termina recostado en el césped y gime sin contenerse, Rick se sorprende tanto de lo sensual que puede ser, es como haber encontrado una mina de oro, Bill es “fácil” y se deja…

Bill está aturdido, sabe que hace mal, pero Rick no es malo con él en esos momentos, solo está besándole y lamiéndole intensamente que siente todo un revoloteo. Toma sus manos y las junta sobre su cabeza, Bill se deja sumisamente.

—Quiero hacerte mío, probarte entero… —Bill abre la boca y bota aire, es tan directo. No hay risitas nerviosas ni caricias tipo juego, es todo tan intenso que no sabe cómo reaccionar—, prometo ser gentil, sé de esto, tengo experiencia, te llevaré a las estrellas pequeño Bill… —se estremece y aún no responde, todo lo que le dice y la forma en cómo le mira le llena de adrenalina y lo excita más, cuánto daría para que sea Tom quien le dijera todo eso—… darte placer como te mereces… qué dices, puedo ser suave como salvaje… —Una mano de Rick baja hacia su cadera y luego hacia atrás, hacia su trasero al cual acaricia por encima de sus jeans ajustados. Bill cierra los ojos e imagina perder su virginidad ahí, que sea Rick quien le enseñe sobre sexo, la idea se le hace tentadora pues está excitado.

—Yo… —gime unas cuantas veces más, temblando de placer— quiero… humm… sí, quiero pero no debo. Por favor —le pide mirándole a los ojos, aún agitado.

—Estás ardiendo, puedo aliviarte.

—Llévame a casa… —se muerde el labio—. Por favor, no me hagas daño, llévame a casa y otro día lo hablamos.

Bill sabe que quizá se arrepienta de eso, pero también sabe que se arrepentiría si sería capaz de consumar algo por el cual no está preparado. Rick le mira con desilusión y le suelta las manos. Bill, cual ratón, se incorpora y siente vergüenza, sabe que ha mostrado gran parte de algo íntimo y solo quiere regresar. Rick se siente más atraído por descubrir que es excitable a ese grado, quiere hacerlo suyo con más ganas y no se rendirá… Lo planeará.

El camino de regreso es en silencio, Bill siente vergüenza por haberse comportado tan así por unos besos y es que Rick sabe cómo tomar la iniciativa. «No puedo creer lo fácil que puedo ser, que vergüenza Bill, no quiero verle más, mejor si no vuelvo a salir con él, ha descubierto algo de mí que no debí mostrar». Es su conclusión mental.

—Te veo mañana —le dice Rick cuando estaciona el auto a cuadras de su casa, Bill solo asiente y cuando Rick le quiere besar el otro gira el rostro para que le bese la mejilla.

Sale del auto y camina cohibido. Esperaba no encontrar a Tom despierto, no sin antes darse una ducha.

Al entrar a casa, sube las escaleras y casi corriendo entra a su habitación y luego a la ducha. Se pone a pensar bajo el agua en todo lo que ha sido capaz de hacer en una noche por darle cabida a un desconocido, a alguien ajeno a Tom. Toca sus labios y se siente culpable por eso, por el beso y por todo lo demás que hizo y estuvo a punto de hacer.

Espera no ver a Tom, y al salir de la ducha lo ve sentado en el borde de su cama. Tom le mira con una sonrisa y tiene algo en sus manos, es una cajita pequeña.

Bill tiene la toalla amarrada en su cintura y ve cómo Tom se deleita en verlo así, semi desnudo y mojado. Bill vuelve a mirar la cajita pequeña que Tom tiene en una mano. —¿Qué es eso? —pregunta curioso y Tom ríe un poco.

—He estado pensando… —le dice con una sonrisa y Bill se entristece un poco, lo ve tan ingenuo, tan su Tom que no sabe cómo reaccionar con toda la culpa que siente dentro— Creo que tú y yo hemos tenido problemas estos últimos días… sé que quieres que pase… eso, que consumamos esto que tenemos juntos pero…

—Lo entiendo, sé que quieres tiempo…

—Bueno, sí, aunque es más que eso, Bill. Quiero confesarte algo. —Bill se sienta a su lado y Tom toma una de sus manos. Bill le mira con mucha atención—. Cada vez que estoy contigo me imagino cómo será la próxima, me llena de una sensación agradable pensar que aún nos faltan muchas cosas por vivir juntos, ¿qué ganamos adelantándonos?, ¿no crees? Además estoy seguro de una cosa, que si un día llegamos a hacerlo querré más, quizá los dos querremos más de esto y ¿a dónde nos llevará? ¿Lo has pensando? Yo no soportaría vivir lejos de ti… que nos trataran de enfermos si esto se descubre, no podría, de solo pensarlo digo que mejor esperar a ser independientes a tener que ser obligados a separarnos…

Bill se pone a pensar en esa situación y se da cuenta de que el único que vela por la relación de ellos es Tom… Se siente más mal.

—Tom, yo…

—Y no tienes que pedir disculpas, sé que te sientes culpable —dice y Bill asiente más con la mirada, Tom puede sentir que se siente culpable aunque no tiene idea de que es porque Bill conoce a otro tipo y acaba de regresar de casi acostarse con él, no. Tom piensa que siente culpa de ser quien busca tener sexo sin estar preparado poniendo así en peligro su relación.

—Es que… —por un momento quiere confesarle, pero luego desiste y se calla.

—El hecho de que no crea conveniente hacer el amor como se debe es para protegerte, eso no quita mi deseo de hacerte mío porque te amo. —Acaricia su mano y pone la cajita en ella, Bill se emociona, no sabe cómo reaccionar, solo baja la mirada hacia su mano y abre la cajita encontrando un anillo. No sabe cómo Tom le consiguió eso, pero ese detalle significa mucho más de los tantos regalos de Rick que están en el sótano.

Su corazón se quebranta y lágrimas bajan por su mejilla.

—Es un símbolo de amor —le dice Tom tomando el anillo—. Eres mío. Uno para el otro, ¿lo recuerdas? —Bill asiente y se siente mal por haber pensando si quiera por segundos en otro hombre.

Abraza a Tom y llora desconsoladamente, quitarse esa culpa tardará mucho. Tom piensa que quizá Bill es muy emocional para los detalles, él pocas veces ha sido detallista y espera serlo más seguido.

Bill no quiere mirarle a los ojos, así que prefiere apagar la luz y cierra su cuarto con seguro, Tom traga saliva pero Bill solo se recuesta a su lado y pone su cabeza sobre su pecho, Tom se la acaricia, aún no ha dejado de hipar y a Tom se le hace eso extraño. Hay poca luz entrando por la ventaba y Bill apoya una mano en el pecho de Tom viendo su anillo brillar. Hace poco ha visto a las estrellas mismas en el firmamento brillar, pero no se comparan al brillo de ese pequeño anillo que significa mucho más que las estrellas. Ahora sabe que está comprometido y no caerá en trampas, quiere pensar en eso, en que dejará de ver a Rick y se centrara en su novio, en Tom.

Al día siguiente quema todas las cosas que ha ocultado de Tom. Las cartas y regalos, se desase de todo y no vuelve a responderle ningún mensaje de texto. Pero difícilmente Rick se quedaría con los brazos cruzados… No, Rick ha descubierto algo de Bill que le interesa y mucho.


Notas de la autora: *w* muajajaj, ok, no u.u ¿qué pasará? Lo veremos en el próximo capítulo :3

13 comentarios:

  1. Ohh!! no imaginaba eso de BILL
    me siento triste, esperemos que Tom
    no se entere o será muy duro para él.
    No dejes a Rick vivo jajaja

    Me encantó, es mi capítulo favorito, besitos!!

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    1. Esperemos que no se entere, los secretos es mejor que queden como tal D: veremos qué más pasa, aún planeo algunas cositas :3
      Gracias por comentar.

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    2. Ya quiero leer el siguiente capítulo.
      Esperaré con ansias!!
      <3

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  2. Oohhhh que bello Tom *w* lo amooooo y Bill? Jummm tuvo su momento de caida pero lo bueno es que no llego a nada, waaaaaaaa!!! Ya quiero ver el proximo...

    Saludos ;)

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    1. Sí, Tom parece sensato pero tiene sus puntos débiles también... veremos qué más pasa <3 gracias

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  3. pinki kerida keria decirte ke tienes ke parar a esta maldita loca ke t tiene envidias, ya le envie mensajes diciendo ke no hable mal de ti de ti y de nadie pero no me contesta nada y la vdd es que estoy muy enojada, me indigna!!! porke eres una de mis autoras fav en todo el mundo, siempre te leo y si hoy tome el koraje para hablar contigo a pesar de que me muero de pena es porke no lo mereces, ni tus fics tampoco porke son los mejores, por favor has algo, la perra desgraciada ke hace esto dic puras cosas ke son mentira y tu no lo mereces u tampoco nadie, soy tu fan desde hace años y opino ke hace una mala falta de respeto porque no sabe de ke habla ni tiene derecho a criticar tus historias que a tantas nos gustan http://gordita-infeliz.tumblr.com/

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    1. Acepto críticas constructivas, lo demás me importa poco.
      Gracias por avisar, pero no quiero dramatizar por tremenda tontería.

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  4. OOOMGGGGGGG! rick y la chosnsesumami ;w; me shento mal weon ;w; bill debía a verlo cortado de un prinshipio DDDDDDDD: y ojala tom no se entere y aaaaaawsssssssssssshhhh que tieno un anillo >.< cssm ya quiero que llege el momento en el que hagan el amorsh<3

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    1. hahaham quizá ese momento tarde, ya tengo el siguiente capítulo pero quizá tarde en publicarlo.
      Besos~

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  5. sjdhakjsdhakjsdha BILL !!!!!!!!!!!!!
    dear lord
    me duele el corazoncito TuT
    para mi Tom debe enterarse y Bill tiene q contarle
    esos secretos pueden ser destructivos ;___; no quero q pelen horriblemente;,;
    y despues q Tom le da el anillo OMG! esa parte fue simplemente bella y dolorosa, pobre Bill sigh sigh
    excelente capi Pink
    muchas Gracias!!!

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    1. pobre Tom diría yo, y Bill, qué poca comunicación, veremos qué más pasa *w*
      Besitos <3

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  6. Espero que Tom no se entere de lo que ha echo Bill o mi corazón se quebrará en pedacitos junto al suyo :c

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