martes, 9 de julio de 2013

Póster - 72

Hola a todos *-* al fin puedo publicar, estoy teniendo días de disfrutar a mi familia luego del trabajo arduo y lejos de casa además de la ciudad. Los he extrañado mucho, ahora podré estar más seguido pues cuento con internet donde trabajo.
Bill estaba contra la almohada de la cama mordiéndose el labio inferior mientras Tom le daba por detrás casi de manera fuerte. Muy pocas veces el cantante había estado así.

Sintió a Tom posarse sobre su espalda para susurrarle al oído. —Tan precioso, te amo. —Con las manos acarició sus costados tomando luego sus caderas comenzando a acelerar, Bill abrió la boca gimiendo—. ¿También me amas? —susurró con voz entrecortada por el placer, al borde del orgasmo. Bill solo podía pensar en lo bien que se sentía en ese momento, a punto de tocar las estrellas y venirse en la cama, Tom sabía cómo hacerlo—. Dime…

—Tom, Tom, más fuerte, ahh... —mordiéndose el labio cerró los ojos y se corrió.

Tom lo hizo segundos después y le abrazó en la cama, Bill se quedó ido por un momento para luego levantarse e invitar a Tom a la ducha, el de rastas estaba muy agotado, aún así se aferró a la delgada cintura del otro, abrazándole por detrás. —¿Me quieres?

—Sí —le dijo Bill bostezando, pero Tom no quedó conforme.

Pensó y pensó en que quizá al día siguiente podría preguntarle otra vez si es que Bill sentía lo mismo que él.

***

El taxista le preguntaba muchas cosas que él no quería hablar, su celular sonó por milésima vez, era su productor David Jost a quien no deseaba contestar.

—Un momento —interrumpió al taxista para hacer una llamada directamente a Dave, su hombre de confianza—. Dave, dile a Jost que no moleste más, apagaré mi teléfono.

—¿Dónde estás? ¿Desea algo?

—Estoy haciendo lo que debo de hacer, solo dile que no se preocupe y calma a la gente. Estoy bien.

—Le deseo suerte.

—Gracias, la necesitaré.

Casi las dos de la mañana al fin llegó a su destino. Pagó mucho por el taxi y luego éste se fue dejándolo al frente de una casa. Esa zona era un tanto tranquila, solo el alumbrado público, algunos autos estacionados y pequeños jardines, la casa de Tom estaba a oscuras, de seguro él no estaría…

Caminó a paso lento hasta la puerta, un pequeño foco arriba de la puerta estaba encendido. Acarició con la punta de sus dedos la madera brillosa, sus labios temblaron y es que ahora era consciente de todo lo que había perdido. Suspiró apoyando su cabeza en la puerta y el ladrido de un perro le hizo sobresaltar asustándolo.

—¿Tom? —comenzó a temblar, de frío, de nervios, probablemente de ambos. Tocó el timbre con mucho temor, si había un perro de seguro estaba Tom, o alguien.

Vio luz en la ventana, alguien la había encendido y una voz que él conocía calmaba al perrito que seguía ladrando.

—No es nadie, Durkas, no es nadie… —Bill tocó con su mano la madera de la puerta.

Tom caminó extrañado, no abriría a las dos de la mañana, sea quien sea, no era bueno de seguro. Se asomó con los ojos achinados por la persiana de la ventana al lado de la puerta logrando ver a un hombre alto vestido de negro, frunció el ceño, ¿quién sería? Aún sus ojos no podían ver con claridad debido a la luz de la sala, se había despertado por los ladridos de su perrito. La puerta volvió a ser tocada con cierto temor, pequeños golpes que alertaban a Durkas y a Tom.

Quitó el seguro de la puerta y la abrió apenas.

—¿Si? —dijo con incertidumbre y solo al ver esos ojos maquillados supo quién era, Tom cerró la puerta de golpe pegando su espalda luego a ésta—. No puede estar pasando.

Se despertó en un instante, sintió como una electricidad en todo su cuerpo y comenzó a agitarse, era Bill, ¿cómo era eso posible?

Afuera, Bill sintió dolor en el pecho, como una angustia enorme de no poder traspasar esa puerta y aclarar las cosas, estaba claro, Tom le odiaba al punto de cerrarle la puerta en la cara sin explicación alguna. Retrocedió con las piernas temblorosas y los ojos nublados de lágrimas, apretó la mandíbula reprimiendo su llanto, se iría.

Retrocedió un poco más sin percatarse de un pequeño escalón, cayendo de trasero, gritando del susto y con eso la puerta se abrió a su frente. Tom con cara pálida, ojos muy abiertos, pijama azul y una badana gruesa color gris en las rastas, le miraba con extrañeza, se le notaba nervioso.

Caminó hacia él con cierto temor y Bill se arrodilló evitando mirarle, qué vergüenza haberse caído así, tenía las mejillas sonrojadas.

—¿Estás bien? —le extendió una mano y Bill temió tomarla—. ¿Qué haces aquí?

—Yo… —enmudeció tomando su mano para levantarse, ese tacto, esa piel en especial le traía recuerdos, Tom le jaló hacia arriba y Bill se levantó, parte de su cabello negro cubrió su rostro lloroso—. Disculpa, yo… vine. —fue todo lo coherente que pude decir, y sus miradas chocaron. El agarre de la mano de Tom cedió y la mano de Bill cayó.

—No lo entiendo, o sea… —Tom calló pues vio el titiritar de sus dientes, Bill tenía frío y él también solo que no era consciente de eso—. Pasa, vamos adentro, ¿quieres un té caliente? —Tomó su brazo y ambos se adentraron, lo primero que Bill notó fue el perrito negro que saltaba en busca de atención.

—¿Tienes un perrito? —otra pregunta coherente. Se agachó para acariciarlo y aprovechar secarse las lágrimas para no aparentar que estaba llorando, el animal fue con él moviéndole la cola y queriendo lamer su rostro, Bill sonrió, Tom solo los observaba desde un lado.

—Se llama Durkas. —Le dio la espalda adentrándose en su casa rumbo a la cocina—. Puedes sentarte. —ofreció mientras se alejaba.

Bill se percató de lo frío que Tom era, eso le dolió, esperaba más de él… se sentó en el sofá beige con el perro entre sus brazos, le pareció muy bonito. Miró a su alrededor, algunas plantas que antes no había visto y cuadros de autos.

Tom regresó con una taza de té caliente la cual pasó a Bill para luego tomar el perrito y bajarlo al suelo. —No tiene pulgas, descuida y lamento no ponerle azúcar a tu té, me percaté que se había acabado, siento que la casa esté así, ya sabes… —Bill enarcó una ceja, él no sabía, no venía a juzgar.

—Gracias, no te preocupes…

—¿Tan tarde? Digo, me sorprende, no sé qué pretendes yo expliqué al tipo ese que me habló que no quería hablar…

—Tom, yo… —dejó su taza en la mesita del centro— quise venir para aclarar las cosas —tragó saliva, aclarar las cosas era algo que muy pocas veces había necesitado hacer.

—No veo qué cosas, tú regresaste a tu mudo y yo al mío, así lo habías pensando desde el inicio. Lo calculaste. —Bill abrió la boca para hablar y luego la volvió a cerrarla suspirando, queriendo calmarse.

—No. No lo calculé así, de verdad creí que nada funcionaría, que el póster seguiría tragándome como si nada… me sentí desesperado, creí que nadie sería capaz de amarme porque soy tan obstinado, me sentí solo como nunca antes, hasta que…

—Shh… hasta que un idiota como yo cayó en el juego, lo sé, y en parte me alegra por ti, lograste superar lo del póster, en serio no tienes que agradecer, no quiero nada tuyo. —Bill le vio con indignación, ¿por quién le tomaba?

—Tomi… —el tono de su voz hizo estremecer notoriamente a Tom quien cerrando los ojos rogó por calma. La voz del Bill tierno sonó en la sala, una voz rota, entrecortada, al borde de lágrimas, Bill agachó la cabeza sintiéndose horrible—. No quiero darte nada, yo… simplemente no lo supero como tú. Me arrepiento, es eso y me refiero a haberme ido de las islas así de pronto sin explicación, haber salido con Georg y no solo contigo, si algo tuviera que cambiar sería eso.

Tom dejó de mirarlo, su corazón latía acelerado y eso era una muy mala señal, estaba cayendo en su telaraña de palabras que le conmovían, no podía permitirlo.

—Pero no se puede cambar el pasado, tomaste una decisión y ahora vienes a… a atormentarme con tus dulces palabras. —Bill dejó de verlo, habían ocasiones en que Tom le había rechazado y él se había adaptado a eso, pero en esta conversación él se sentía muy humillado. Sus manos frías y ese rubor en las mejillas, bajó la cabeza respirando un poco agitado. Tom decidió no mirarlo o caería fácilmente—. ¿Y Georg? ¿Él sabe que estás aquí?

—No cambies el tema… —susurró y luego se mordió el labio ansioso, aún no le daba la cara, tenía parte de su cabello negro como una cortina— He venido a… —suspiró, él no quería decirlo, no iba con su naturaleza, alzó la vista para mirar a Tom a su costado, mas éste no le daba la cara, Bill posó con temor una de sus manos en la rodilla de Tom por encima de sus pantalones de pijama y Tom le dio la cara—. Lo siento —susurró, Tom bajó la vista con el corazón que quería salirse de su pecho, era su otro Bill, el tierno y frágil Bill que buscaba sus brazos, sus caricias, estar con él—. Sé que no puedo cambiar el pasado, lo sé, pero no puedo vivir lejos de ti…

Tom se puso en pie, era demasiado lo que le decía, sabía que pronto caería y él no quería eso, le dio la espalda caminando hacia la puerta y se detuvo tomando el pomo de ésta.

—Esto es difícil para mí, no sabes cuánto he querido borrarte de mi mente, Bill. Pisar tierra, darme cuenta que no me quieres, asimilarlo y luego tomar medidas para que ahora vengas y me digas todo eso, no será que Georg te dejó por otra u otro, da lo mismo y vienes aquí a tu segunda opción, a tomarme como tonto pensando que puedes tenerme cuando quieras.

Ahora Bill tenía un doloroso nudo en su garganta, quería llorar de impotencia pero no iba a mostrar debilidad, no justamente en esos momentos. Se paró del sofá y caminó hacia la puerta, Tom se hizo a un lado como si le temiera.

—Lamento venir así —se disculpó sin mirarle—. Tenía que hacerlo, verte otra vez. —Se giró para verlo y Tom le volteó la cara—. Tom… —dijo lastimero y vio como Tom cerraba los ojos para no tener que caer. Bill tomó con pesar el pomo de la puerta y lo giró, esperaba que Tom hiciera algo, pero no, estaba parado a su lado sin mirarle aunque se podía notar agitado, Bill vio sus puños cerrados tan fuerte, como conteniéndose.

Abrió la puerta para salir, prácticamente lucía abatido, el frío le hizo soltar un pequeño quejido, salió arrastrando los pasos al caminar y se detuvo en la entrada.

—Adiós Bill —le dijo Tom con la voz temblorosa. Bill casi no podía creerlo, no quiso voltear a verlo para no darle la cara por las lágrimas que comenzaron a deslizarse por sus mejillas.

Veremos qué más pasa. Recuerden que el fic está por terminar y estos son los últimos capítulos.
Comentarios, sugerencias y críticas son bienvenidas. Gracias por leer *-*

7 comentarios:

  1. Extrañaba leer este fic ;w;... que bueno que subiste capítulo, aunque ahora seguiré con los nervios de que va a pasar entre ellos dos DDDD:
    Tan hermosa relación que ellos llevaban u.u...

    Gracias por subir capítulo~

    ResponderEliminar
  2. ahora que ando más sencible y tu lo sabes, me he quedado con el medio nudo doble en la garganta. no soy mucho de llorar con cosas así, pero me es inevitable. espero que subas siguiente capitulo pronto porque no quiero durar con tanto tiempo con el nudo en la garganta ='( muy lindo el cap <3

    pink. gracias por estar ahi con todas nosotras a fin de cuenta tu nos apoyas igual a nosotras como nosotras a ti. te quiero

    ich kann nicht lieben

    ResponderEliminar
  3. Hallo :33
    Aww que triste capitulo
    pero me da risa el taxista XD pero... es muy metido e.e'
    Yaaa que...
    Bill llego *u* y Tom en verdad es muy malo u,u por que no lo deja hablar,
    no puede darse cuenta que lo dice de verdad, no solo por decirlo :c él lo siente y se arrepiente.... Perdonalo!!!! Tom! Perdona ¬¬ asdfghjklñ me siento mal por Bill u,u

    D: cap. 72 ya casi, ya casi....!! termina T^T y en 2 capitulos tienen que arreglar las cosas 3.3

    Bueno:c cap. triste, pero me gusto... Igual que todo lo que escribes *u*
    espero puedas actualizar los 2 que faltan antes que te vayas
    y Cuidate muucho, te deseo mucha suerte y que todo te este saliendo bien :33
    Besos <3
    Zuii.

    ResponderEliminar
  4. Haces que te odia más T-T xD...sabes, es broma, pero realmente me matas.

    ResponderEliminar
  5. T-T definitivamente este cap está entre los primeros 3 de la lista de mis preferidos... :( pobre Bill... :(

    cuidate! besos!
    Criis.

    ResponderEliminar
  6. Es realmente triste esta parte, en serio que desearía que Tom lo perdonara, pero en verdad no fue nada sencillo recuperarse :(

    Atentamente Lily V.

    ResponderEliminar
  7. Hace un mes en mi último comentario DESEE CON TODAS MIS FUERZAS QUE THOMAS LO RECHAZARA , QUE NO CAYERA EN SUS PALABRAS DE DISCULPAS NI EN SU JUEGO DE SEDUCCIÓN pero ahora... CREO QUE ME EQUIVOQUE PUES AMBOS SABEN QUE SE QUIEREN (BUENO THOMAS SIEMPRE LO HIZO) aunque en el fondo BillDiva tiene MERECIDO SU SUFRIMIENTO (por el asunto del POSTER) ahora se arrepiente de su egoista actitud y se da cuenta que Thomas LO AMA en vdd !!! EL RASTUDO LO ECHO DE SU CASA POR QUE NO QUIERE SUFRIR MÁS POR ÉL!! Y ahoraaa??? gracias por actualizar DamitaRosa!! Cuidate mucho!! TE QUIEROOO!!! :) ♥

    ResponderEliminar