Una esperanza - 20

Hola otra vez n_n gracias a quienes aún siguen este fic, lo aprecio mucho<3 Aquí otro capítulo más y les cuento que hoy creé el 22, así que todavía hay más capítulos bajo la manga. Respondí sus comentarios *-*

Louis se detuvo y lo miró a los ojos. Harry bajó la mirada un poco avergonzado.

—Quiero saber si hay una esperanza…

—¿Una qué?

—Una esperanza, una oportunidad contigo. —Louis se quedó paralizado, no sabía qué contestar, solo le dio la espalda, avanzando hacia la puerta. 

—No te ilusiones conmigo, Harry.

—Entonces o vuelvas a besarme, ni buscarme, prefiero que esto muera de una vez a que tengas que estar alimentando falsas esperanzas. —Louis volteó a verlo.

—¿Tienes idea de lo que es esto para mí? No es así de fácil como lo piensas tú, estoy perdido, Harry, no sé cómo controlar todo esto, quiero estar contigo pero a la vez pienso que es la peor idea de mi vida, me siento mal por todo esto, no es que quiera jugar contigo, es que soy incapaz de tener algo serio con alguien como tú. —Eso dolió mucho a Harry, evitó verlo a los ojos y prefirió quedarse callado—. Lo lamento…

—Vete ya.

—Harry…

—Vete, evita justificar todo lo que has dicho, quedó claro para mí.

Louis suspiró ofuscado y terminó por irse. 

Al cerrarse la puerta Harry supo que debía sacarlo de su corazón, no podía permitir que jugara con sus sentimientos. 

Como ya era costumbre, Harry subió a su habitación a descargar todo su dolor. Necesitaba hacer algo drástico para olvidarse de Louis o el sufrimiento se prolongaría. Él no estaba para soportar más.

Louis apretaba sus puños mientras caminaba por las calles, rumbo a la estación de tren para regresar a casa. Debía apurarse, llegar, cambiarse y salir a trabajar, pero lejos de ello, estaba muy desmotivado. 

No podía jugar con Harry, pero tampoco ilusionarlo, lo mejor sería si se olvidaba de él, así ninguno saldría perjudicado, ¿pero cómo hacerlo? Entonces fue así como recordó a su amor imposible, Eleanor. Sí, quizá ella sería la mejor solución, así que se decidió por revelarle sus sentimientos esa misma tarde, no importaba si serían correspondidos o no, al menos haría el intento para demostrarse a él mismo que podía.

Llegar a casa fue todo un suplicio, ya ni comía ahí, todo era lamentos de una madre que no estaba en sus cabales. 

—Mamá… —se quejó al verla ebria sobre el sofá, en camisón, sucia, decaída, incapaz de moverse para regresar a su habitación.

—Tu padre no regresó —se lamentó y volvió a cerrar los ojos. Louis suspiró resignado, ¿cómo ella podía seguir esperanzada en su padre que ya ni la quería?

—Necesitas descansar, mamá… —se le acercó y tomó su mano, quitándole la copa de vino.

—No, déjame aquí, el vendrá, hip… 

—Él no vendrá, él no vive más aquí, necesitas descansar, te llevaré a tu habitación.

—¡No! —abrió los ojos y lo miró—. Eres como él Louis… —lo miraba con odio y a la vez con una especie de compasión, podía ver mucho dolor en su mirar, Louis no sabía qué hacer—. Eres como él… ilusionas, te haces esperar y luego te vas… —Louis frunció el ceño—. ¡Haces que te quieran pero tú no quieres!

—¡Mamá! —sabía que hablaba por ebria, pero lo que decía lograba perturbarlo mucho.

—¡Eres como tu padre! —Louis la soltó y ella volvió a caer en el sofá. 

Se sentía abrumado que la cabeza comenzó a dolerle. —No se puede dialogar contigo, estás enferma. —Dio media vuelta para subir a su habitación escuchando a su madre sollozar y toser y luego beber alcohol otra vez para después atorarse; pero no se detuvo, siguió rumbo a su cuarto y se encerró.

Respiró hondo buscando calmarse y luego su celular sonó causándole todo un sobresalto. —Mierda… —musitó y contestó bastante fastidiado, era su padre que en mal momento llamaba—. Qué quieres.

—Quiero pedirte un favor…

—Estoy por salir, estoy tarde para el trabajo.

—Ya, pero de todas formas. Conseguí un cupo en un psiquiátrico, iré para allá en la noche y…

—¿Qué tratas de decir?

—Hijo, tu madre está mal, debemos internarla.

—¿Qué mierda tratas de decir? Ella está así por tu culpa y tú pretendes internarla en un manicomio, ¡cómo te atreves! —gritó ofuscado. 

—¡Escúchame! No siempre las relaciones funcionan, Louis, yo amé a tu madre, solo que ella no entiende que ya eso terminó, quiero su bienestar, quiero…

—Si hubieras querido su bienestar, estarías aquí, cuidándola, no dejándomela a cargo como si yo fuese mayor de edad, estoy harto de todo, padre. —Louis no soportó y colgó el teléfono, lanzándolo lejos de él.

Apresurado, buscó ropa limpia para cambiarse, le tocaba un turno temprano en la tienda de comida rápida, de seguro se ganaría la gritada de su jefe y hasta podía despedirlo si osaba llegar aún más tarde.

Y salió casi corriendo, subió al tren y llegó tarde al trabajo. Recibió las gritadas de todos y se puso en actividad lo más rápido posible. Atendió a toda la gente e incluso lavó los platos hasta agitarse, todo, lo más rápido que podía, tanto así que llamó la atención de todo el personal, era extraño verlo así, con esa energía, pero serio y molesto, golpeando los platos sin querer y suspirando airado.

—¿Pasa algo? —preguntó Eleanor, luego de que la clientela bajara y al fin, Louis a su lado, terminaba de secar los vasos que había lavado.

—No, no pasa nada. —Y luego recordó que quería decirle algo—. ¿Puedo preguntarte algo? —Ella lo miró con curiosidad.

—Sí, dime. —Sonrió un poco.

—¿Te gustaría salir conmigo? —No tuvo vergüenza de pedirlo, es más, sentía que debía hacerlo, sea que dijera sí o no, eso era lo de menos.

—¿Qué? —Vio cómo enrojeció y bajó la cabeza.

—Me gustas, Eleanor, desde que trabajamos aquí, eres hermosa y me gustaría salir contigo. —Jamás pensó que le sería fácil decirlo y ella lo miró un poco angustiada. 

—Ay, qué dices… —lucía avergonzada y rió de pena—. Estás muy extraño, Louis…

—Responde, no me cambies el tema.

—¿Puedo decirte algo? —Louis asintió—. Es confuso… no sé cómo explicarlo, lo que pasa es que me siento confundida, es decir… —suspiró—. Tú me gustas, pero no me siento capaz de empezar nada aún… —se encogió de hombros.

—¿Por qué no? No entiendo.

—¿Alguna vez te ha pasado que quieres estar con alguien pero sientes que no va a funcionar? Eso mismo me pasa contigo, Lou, siento que no va a funcionar y… y no te quiero lo suficiente. —Louis bajó la cabeza.

—Sé a lo que te refieres —suspiró pensando en Harry y eso le hizo fruncir el ceño.

—Además… sé que a ti te gusta ese chico. —Louis frunció el ceño, alzó la vista y la encaró bastante molesto—. Este…

—No vuelvas a decirlo, soy bien hombre, no me gustan los chicos, que te quede claro.

—Lo siento, no tienes que hablarme así…

La discusión se volvió fea, ambos se separaron y cuando el trabajo hubo terminado, Louis no quiso irse. Su jefe cerraba la tienda, pero él permanecía limpiando más todo.

—Ya está limpio, ya compensaste tu tardanza, puedes ir a descansar… —Pero para Louis no era un descanso, para nada.

—Hum, disculpe, pero quisiera terminar de limpiar las ventanas, puedo limpiar más…

—No, ya no, ya voy a cerrar, te harás tarde. Ten —le extendió un sobre de propinas—. Te lo ganaste hoy, eres uno de mis mejores trabajadores.

—Gracias, pero…

—Anda ya, anda a casa, muchacho. 

Louis agradeció lo que le dio y no pudo contradecirlo más, debía irse a casa… a su tortuosa casa.

No había otra opción, aunque en su mente pasaba la agradable idea de ir donde Harry, comer sus ricas galletas y tomar leche con café, sentir sus suaves mantas y el aroma rico de su habitación y… sentirlo a él, su suave piel, sus labios húmedos, su respiración. Se mordió el labio de manera fuerte de lo tentador que se le hizo estar junto a él, pero sabía que no podía ir… debía regresar a su realidad y eso fue lo que hizo.

Al llegar a la cuadra de su casa se encontró con un drama tan doloroso, había dos vehículos, uno al frente de su puerta y otro en la esquina, pasando su casa.

El que estaba al frente era una ambulancia y corrió asustado, el otro auto era de su padre que permanecía a una prudente distancia de la casa.

Llegó a su puerta abierta, adentro encontró algo que lo impresionó de forma negativa. Su madre arrodillada, llorosa, suplicaba ante su padre que no la internaran, a los lados de ella habían dos hombres vestidos de blanco, que insistían en llevársela.

—¡Estoy lúcida! ¡No estoy loca! ¡Amor, te ruego, no me lleves lejos de ti!

—¡Hey! —gritó con todas sus fuerzas Louis, comenzando a temblar, sintió que toda su sangre subió a su cabeza tan rápido que explotaría—. ¡Dejen a mi madre en paz! —gritó para correr hacia ella y su papá lo detuvo.

—¡Louis, lo siento hijo, es por el bien de ella, los paramédicos saben lo que hacen!

Padre e hijo se enfrentaron en una discusión acalorada, los paramédicos terminaron de reducir a su madre con un calmante que la dejó entre dormida y despierta, aun se quejaba y la llevaron a la ambulancia. Louis continuó reclamando a su padre quien vestía de traje y salió a la calle junto a los paramédicos.

—… ¡Ya cálmate! —pidió Troy, su padre, y le dio una abofeteada—. Escúchame, perdón por lo brusco de esto, a mí también me duele, pero es lo que uno debe hacer en casos como estos, los vecinos se han quejado de tu madre, ella necesita de esto. Tú la visitarás, mandaré a arreglar esta casa, tengo un dinero ahorrado, a ti no te faltará nada, lo prometo, pero tenía que hacerlo…

—Eres el peor padre del mundo —dijo agitado, rendido.

—Lo siento, no soy perfecto.

Dio media vuelta y lo dejó, parado en la puerta de su casa. La ambulancia partió y su padre regresó a su auto.

Louis estaba en shock, aun su cuerpo temblaba y a lo lejos, vio alguien dentro del auto de su padre, una silueta de mujer y frunció el ceño, aquella mujer había visto todo y apretando los puños caminó rápido, siguiendo a su padre, quería gritarle lo poco hombre que era, quería que pagara todo lo que él sentía en esos momentos, y también gritarle a esa mujer por haber destruido su hogar, así que se acercó.

Y tuvo que frenar en seco cuando, a través de la ventana, la vio… vio a la mujer de su padre y no pudo creerlo, era ella, era Anne, la madre de Harry.

Se descubrió u_u Anne es la amante y ahora Louis lo sabe... ¿cómo influenciará esto en la extraña relación que tenían? Veremos. Sus sugerencias son bienvenidas. gracias por leer, espero comenten *-*