jueves, 25 de septiembre de 2014

Vagabundo - 5

Hola otra vez *.* no quiero demorar más con las actualizaciones, acá otro más. Gracias por gustar de este fic, me gusta escribirlo *-* gracias también a quienes lo recomiendan, es importante para mí. Un abrazo grande!
—No creí que vendrías, lamento no recuperar todas tus cosas, esas personas no son de aquí, solo vienen a refugiarse porque nadie se atrevería a seguirlos hasta aquí, nunca te acerques a un grupo de personas, ¿me entendiste? —Bill poco prestaba atención al contenido de sus palabras, solo quería escuchar su grave voz, estaba mirándolo, sintiendo ganas de curar ese labio partido, acariciar su rostro, darle muchos besos, agradecerle que haya venido a tiempo.

—Mis cosas no son importantes…

—¿Tenías dinero?

—Sí, pero nada importante.

—¿Cuánto? —Bill pestañeó.

—No lo sé, algo de cincuenta euros, o cuarenta… 

—Eso es bastante, deberé recuperarlo.

—No, no, me basta con tener mi inhalador, la llave de mi casa y…

—Tu celular también lo tienen, pero hoy lo recupero todo.

—Descuida… —Tom lo miró y le puso mala cara.

—¿Quieres después que la policía venga a perseguirnos cual Nazis por culpa de gente que se aprovecha de estos lugares para delinquir? Si tu gente se entera, vendrán a jodernos; esos ladrones no salen de aquí hasta que yo los revise. —Bill trataba de entender todo lo que le decía, pero le costaba.

Llegaron a su habitación y Tom lo sentó en su cama, Bill se llevó las manos hacia el cabello revoloteado y comenzó a acicalarse. Se había asustado mucho, aun sentía sus manos temblar del miedo, pero ahora su corazón no dejaba de latir, estaba con Tom…

Por su lado, Tom trataba de ordenar un poco ese lugar, parecía como si no hubiese estado por mucho. Estaba lleno de polvo, las plantas cerca de la ventana se habían marchitado, la jaula de las pequeñas aves ya no estaba y todo lucía como abandonado. Entonces Bill comenzó a observarlo y sintió mucha curiosidad.

—¿Dónde habías ido? —Y fue cuando por primera vez vio a Tom molestarse. Frunció el ceño, le dio la espalda y se quedó callado por un momento—. Lo siento —se disculpó Bill sabiendo que su pregunta había causado mucha incomodidad—. Quise venir antes, pero no pude, no tengo tu teléfono…

—No tengo uno.

—Comprendo —calló algo intimidado, Tom le daba la espalda, arreglando un poco todo y Bill se sintió muy pequeño.

Tom trataba de pensar en cómo hablarle. No quería voltear a verlo porque Bill lucía perfecto… había venido muy bonito y Tom tragó saliva muchas veces sintiéndose demasiado inferior, ¿qué le daría a Bill? Ni siquiera podía invitarle un vaso con agua porque no tenía, ni siquiera podía darle un beso decente porque estaba sucio, sudado y con el labio roto; de nada serviría ilusionarse con el chico lindo de los barrios finos porque nada bueno saldría de ahí. Él estaba destinado a vivir en la escoria. 

Bill terminó de acomodar su vestimenta y cabello para tratar de componer su bolso, estaba roto y sucio, aun así acomodó todo adentro viendo que en verdad le faltaba el celular último modelo que llevaba, su dinero y la caja de galletas que le había traído a Tom, todo lo demás aún estaba. 

Se levantó de la cama y se quedó parado en la esquina, con las manos juntas hacia abajo y la mirada en Tom.

—Te extrañé —dijo Bill con las mejillas coloradas y Tom aun no lo miraba, estaba en la ventana, atendiendo las plantas y ante esas palabras se tensó un poco, él lo había extrañado también, pero por qué ser egoísta y seguir alimentando algo que terminaría haciendo daño a Bill… la primera vez casi se asfixia, la segunda vez no le pasó nada, pero la tercera lo asaltaron, ¿qué pasaría después? Lo podían secuestrar, Bushido podía abusar de él o su vecino de al frente ofrecerle drogas y extorsionarlo para que las compre y un sinfín de cosas más.

—Bill —dijo con la grave voz que tenía y se dio la vuelta para encararlo, viéndolo indefenso, con la mirada esperanzada en sus palabras, con esas mejillas llenas de color y todo él esperando, entonces no supo cómo decirle, permaneció en silencio por un tiempo viendo cómo Bill intentaba descifrar sus expresiones.

—¿Sí? —lo animó a continuar.

—Debes regresar a casa… —dijo y vio cómo Bill pestañeaba, inseguro, queriendo decirle algo.

—Pero vine a verte… yo… —Bill se sintió aún más pequeño.

—Este lugar no es para ti, ¿viste lo que pasó? Y eso no es nada comparando con otras cosas, Bill.

Bill se sintió rechazado, volteó la cara en busca de su bolso, se iría, pero ¿luego qué? ¿Eso significaba que no lo vería más? Y es que estaba claro, ellos no eran nada… apenas había pasado un beso, ¿cómo reclamarle el corazón roto? 

Tom podía verlo destrozado, queriendo recoger todo para irse, pero tampoco es que iba a permitir que saliera corriendo de su habitación exponiéndose al peligro como si nada. 

Bill avanzó hacia la puerta, abrazando su destrozado bolso y evitó verlo a los ojos. Se sentía un poco mareado por lo abrumado que se sentía de tantos sentimientos mezclados y el más fuerte de todos en ese momento era la vergüenza. 

Pero antes de cruzar la puerta, Tom lo detuvo jalándolo del brazo y Bill lo miró un poco asustado. 

—Te acompaño. —Pero eso no era lo que quería escuchar.

Bill bajó la cabeza otra vez y no dijo nada. Dentro de él se lamentaba, no debió regresar o en todo caso, no debió ilusionarse, Tom no pensaba como él, Tom no pensaba en él, no lo extrañaba, no soñaba todas las noches con su presencia, ni recordaba cada mañana al despertar el primer beso dado; nada de eso, Tom no quería que él regresara, eso era simple, no quería verlo. No lo quería.

Bill sacó todas las conclusiones y cuando estuvieron en la entrada de los departamentos, Bill jaló su propio brazo liberándose del agarre de Tom.

—Puedo regresar solo —dijo sin mirarlo.

—No, antes iré por tus cosas.

—No me hace falta. —Tom tomó otra vez su brazo y Bill logró ofuscarse—. No me toques.

—No te irás sin tus cosas. —Bill lo miró con resentimiento y Tom se preocupó un poco—. Bill… —dijo con tono suave.

—Déjame ir, necesito estar en mi casa, no me siento bien.

—Sí, sí, pero solo te pido me esperes aquí, pediré ayuda a Bushido para que te vigile. 

—No quiero ser vigilado, querías que me vaya a casa, pues ahora realmente deseo irme. —Tom lo miró con ligero asombro, comprendió que se sentía mal por sus palabras, era como estar rechazándolo aunque en cierto modo era así, él no quería hacerlo.

—¿Acaso no entiendes? Lo hago por tu bien, este lugar no es para ti, si fuera egoísta entonces te llevaría conmigo, cerraría la puerta para besarte y hacerte mío. —Bill abrió los ojos de la sorpresa, pestañeó y luego se mordió el labio.

—Puedes llevarme… —dijo casi en un susurro y Tom se sorprendió de eso.

Bill estaba rojo de la vergüenza, eso había sido muy atrevido y de seguro si se lo contaba a Andreas nunca más vería la calle… sus padres lo internarían para que sea monje y recibiría todos los castigos del mundo. 

Tom suspiró unas cuantas veces evitando verlo e incluso se llevó las manos a la cabeza y cuello. Se lamentaba mentalmente una y otra vez su patética condición, parecía Bill no ver nada de la realidad chocante, Tom no era un príncipe azul, no era un chico de clase ni media baja, pertenecía a la nada, pero ahí estaba Bill, aun no se iba, incluso retrocedió un poco adentrándose al pasadizo, alzó una mano y jaló la raída camiseta de Tom para que volteara a verlo.

Tom volteó y lo vio, sintiendo cosas raras en el estómago, aguantando las ganas de arremeter contra su delicado cuerpo y llevarlo adentro.

—Iré por tus cosas. ¡Bushido! —gritó hacia afuera y en segundos su amigo le daba el alcance. 

—Dime.

—Cuídalo, regreso. —Y salió rápido.

—¡No! —gritó Bill asustándose un poco.

—Tranquilo —dijo Bushido—. ¿Te hará un favor y te quejas? Ustedes los niños ricos deberían venir más seguido aquí y ver la realidad. —Bill calló y prestó atención—. Yo sé que Tom nunca perteneció a esta lacra de la sociedad, como yo… —le sonrió con insinuación.

—¿Qué dices? —preguntó asombrado—. Cuéntame de Tom. —Bushido le sonrió y luego rió.

—¿Me crees vieja chismosa? —Bill se ofuscó un poco.

—Dices que Tom no perteneció a esta lacra, a qué te refieres. —Estaba tan ansioso por saberlo.

—No soy quien para decirlo, pero te puedo hablar de mí —le movió las cejas y Bill infló sus mejillas, un gesto que solía hacer cuando se ofuscaba—. Trabajaba para una de las mejores mafias, tú sabes…

—No sé nada —se cruzó de brazos evitando verlo, él no pidió su historia, él quería saber la de Tom.

—Llevaba reloj de oro, auto propio, dos autos para ser específicos, tenía tres mujeres de las más bellas, incluso una hija, tenía de todo, hasta diamantes, comía en los mejores restaurants, viajaba en yate con prostitutas de las más caras…

—Si tenías tres mujeres, para qué las prostitutas —lo miró de reojo con desaprobación.

—Por diversión, también solía follarme a uno de la seguridad, era un chico como tú —le sonrió insinuante y Bill se alejó un poco sin quitar su rictus de molestia—. En fin… —suspiró—. Todo se fue a la mierda por la policía, por todo en sí, la vida fácil no es para siempre, así que me conviene estar aquí, metido en la cloaca para no ser buscado.

—La otra vez te detuvieron.

—Sí… esa es otra historia que no suelo contar. —Bushido tenía dos identidades, antes de ser Bushido había sido llamado Anís, pero esa larga historia jamás le revelaría a un muchachito como Bill.

—¿Pero y Tom?

—¿Te interesa? —Bill asintió y Bushido rió burlándose—. Pero si el hombre está más devastado. 

—No me importa, lo quiero. —Qué directo era Bill, parecía un niño encaprichado, pero esta vez se trataba de una persona. 

—Nadie aquí sabe de Tom, se dice que un día apareció así como yo con la diferencia que todos sabían de mí pero nadie de él.

—¿Huyó de algo?

—No tengo la más mínima idea.

—¿Quiso una casa, una vida fácil aquí?

—Aquí nada es fácil y para que haya dejado su comodidad por venir a vivir a estos lares, ha de ser serio lo que hizo. —Bill abrió los ojos sorprendido.

—¿Dejó su comodidad? ¿Cómo lo sabes?

—No lo sé, solo lo intuyo, nunca se lo pregunté porque se pone de malas, suele golpear a la gente cuando alguien le increpa sus cosas…

—Golpear gente… —Bill no lo podía imaginar.

—¿Y qué crees que está haciendo ahora? Está golpeando a los tipos que te robaron.

—Él podía golpearme… —dijo pálido pues recordó que le preguntó sobre de dónde había venido.

—Sí puede. 

—Y con respecto a que dejó su comodidad, ¿por qué lo crees así? —Bushido rió ante su curiosidad, nunca había visto a un jovencito así de lindo interesando por su amigo Tom.

—Mira, una vez robé un plato de comida de un restaurant que antes solía frecuentar, lo llevé a su habitación y él… él supo reconocer de qué se trataba. Solo mira cómo come, tiene modales y compáralo con el resto de la gente de aquí, además tiene muelas, no tiene cicatrices en el rostro ni tatuajes como el resto de nosotros y su vocabulario es hasta culto. —Bill se quedó sorprendido, jamás se dio cuenta de esos detalles—. Pero claro, si solo ves donde vive y la ropa que usa además de su aspecto descuidado, solo ves a un vagabundo más. Pero aquí todos tenemos nuestras historias, con la diferencia de que algunos somos de contarlas y otros como él, no.

Bill se quedó pensando y su curiosidad aumentó mucho. Pero pronto vio venir a Tom con la polera más sucia, un moretón en el pómulo y bastante cansado.

—¡Tom! —Bill salió a su encuentro, desesperado, quería abrazarlo, aferrarse a él, pero cuando estuvo por hacerlo, Tom lo detuvo y Bill trató de controlarse.

—No, ve con Bushido. —Estaba sudado, herido, estaba del asco y Bill no entendía por qué el rechazo. Antes de que se fuera con Bushido, Tom le pasó su celular—. El dinero no lo pude conseguir. —Miró a Bushido—. Ese clan se ha aliado a Sido y su gente.

—Hijos de su gran madre —murmuró Bushido y Bill no podía entender a quién se referían ni todo lo demás.

Los dos hombres fuertes discutieron y cuando Bill escuchó sobre su dinero, interrumpió.

—No me hace falta, ya no reclames nada. Agradezco que hayas recuperado mi teléfono, con eso fue suficiente. —Pero Tom no estaba conforme, tampoco Bushido.

—El detalle es que es una banda dentro de esta zona, comenzarán a querer robar y eso atraerá a la policía, debemos hacer algo. 

—Exacto —apoyó Tom con cara de preocupación, pero Bill estaba aún más angustiado por querer socorrer a Tom de sus golpes.

Los dos hombres siguieron discutiendo, pero luego de un rato, Bushido se fue argumentando que vigilaría el lugar por si lograba volver a ver a la posible banda. 

Y Tom miró a Bill como preguntándose “y ahora, qué haré contigo” y lo tomó del brazo para guiarlo a la salida, cosa que Bill se resistió, se detuvo en el pasillo mirándolo serio.

—Es hora de irnos —dijo Tom.

—No, es hora de curar esto… —alzó su mano y tocó la comisura de sus labios en los cuales había rastros de sangre seca. Tom bajó la cabeza un poco apenado y luego tomó la mano de Bill que se atrevía a acariciar parte de su rostro. Tomó su muñeca y la apretó un poco. Bill abrió la boca algo sorprendido.

—No juegues con fuego, Bill —dijo con grave voz—. No oses tocarme.

—Lo siento —dijo arrepentido—. Pero no quiero irme, vine para verte y ni bien te veo parece que quieres que me vaya… —bajó la cabeza estando apenado.

Tom suspiró y volvió a tomar su brazo jalándolo hacia su habitación otra vez. —Ya te lo expliqué —aclaró Tom—. Después no quiero que te metas en problema y por mi culpa. Pasa. —Abrió su puerta y lo dejó pasar.

¿Qué más pasará? >:D tendrán que averiguarlo en el siguiente capítulo. ¿Qué les pareció este? *.* Espero sus comentarios, son importantes para mí. Un abrazo grande<3

5 comentarios:

  1. Me encantó! Que sucederá allí adentro?? Gracias Pink! :) (yo de nuevo)

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  2. DASHJGHJSAGJHASHJ why lo dejas ahí? TOT es injustoooo, estuvo genial ;; me encanta que Tom le quiera hacer tantas cosas fuertes a Billa fjgasjkdgs *Q* me gusta mucho como va :'33, sube el siguiente pronto pls T-T

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  3. Bill realmente es un atrevido! Ayyy ya me imagine a Bill en el video de mañana :D
    Me dejaste intrigada con el pasado de Tom!!!
    Que lo hizo llegar ahí? Por que de su vida actual?

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  4. El pasado de Tom es algo bastante intrigante, Bill no se va a ir aunque Tom intente alejarlo, están en de nuevo en la habitación de Tom, que va a pasar ¿?

    Espero el proximo, saludos c:

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  5. Gracias a todos por sus bellos comentarios, espero les guste el que sigue el cual estoy por subir :3 saludos y un abrazo grande!

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