martes, 13 de agosto de 2013

Inalcanzable - 18

Hola a todos~ luego de tannnto, pude traer otro capítulo de este fic, espero les guste, espero no hayan perdido la ilación. ¡Los quiero!
Los días pasaban y Tom no llamaba y cuando Bill quería hacerlo éste no contestaba.

Hace semanas habían hecho un pacto de sangre y la cicatriz que Bill tenía en forma de T estaba borrándose, así que fue a su habitación, sacó una pequeña navaja y se la hundió en la palma de su mano, quería seguir viendo esa cicatriz, quería que sea como una especie de tatuaje que simbolizara el pacto imborrable.

—¿Por qué no me llamas? —se dijo sentado en su cama, con la mirada en la palma sangrante de su mano—. ¿Qué pasa? —Sus labios temblaron, quería llorar y aunque él se consideraba un chico fuerte, solo el amor le causaba esa tristeza.

Tenía inseguridad… Dudaba mucho de lo que tenía con Tom porque no habían llamadas, ni citas sorpresa que alimentaran el sentimiento.

Sentía que se estaba volviendo loco, que la razón para sentirse vivo se había ido.

Simone llegó a casa y al no ver a Bill lo buscó en su habitación, encontrando la navaja cerca de su cuerpo y que ocultaba su mano detrás de su espalda.

—¿Qué haces? —preguntó un poco asustada.

—Nada.

—Bill, muéstrame tu mano. —El pequeño se ofuscó un poco, pero sabía que no podía discutir mucho con su mamá, así que abrió la mano y Simone casi pegó un grito al ver la herida en forma de T un poco más grande que antes—. ¡Pero qué has hecho! —le gritó sentándose a su lado.

—No preguntes. ¿Viste a Tom? —La miró con ilusión, esperando alguna noticia. Simone supo entonces lo que lo tenía así, decaído, y aunque ya lo sabía desde antes, ella pensaba que el tiempo haría que Bill dejara de pensar en Tom.

—Sí… —Después de semanas ella decía un “sí”, y Bill se inquietó mucho, estaba emocionado, luego de tanto tiempo, había noticias de Tom. Simone vio cómo su único hijo se levantaba de la cama y la miraba con expectativa, no era necesario que preguntara más—. Él llegó en la tarde, estaba cansado y llegó con el señor de la casa, hum, ni me miró, nada Bill, él está en otras cosas…

—Él me dijo que no viajaría…

—Pues te mintió, él estuvo no sé en qué país con su padre, viendo cosas relacionadas a su familia, cuántas veces tengo que decirte que él tiene un mundo distinto al nuestro.

—Ya, ya no más de eso, solo quiero verlo.

—No, Bill, por favor, olvídate de él y listo. Eres tan jovencito, puedes tener las parejas que quieres cuando seas mayor, pero ahora es un peligro seguir con esto.

Otra vez la discusión de siempre, Bill estaba harto, pero no discutió con su mamá esa tarde, se ahorraría sus palabras, pero vería la forma de ver a Tom a como dé lugar. Sentía que era una necesidad vital.

*

Tom volvía a encerrarse en la casita pequeña luego de ese improvisado viaje… casi un mes lejos de casa, viajando por muchos lugares con su papá, escuchando de negocios familiares, cuentas, dinero en asociaciones, y lo que menos quería oír, sus estudios en América. Su papá le había conseguido una vacancia en una universidad de prestigio y aunque tenía solo quince sabía perfectamente que estaba al nivel de postular ya que su educación siempre había sido personalizada y una de las mejores de toda Alemania.

No quería viajar más, no quería pensar en que debía empacar casi todas sus cosas para mudarse allá, que ya su padre le había comprado un departamento para que viviera allá e incluso Saki estaría viajando con él cuando la confirmación de la universidad le dijera que podía estudiar.

Extrañaba mucho a Bill, lo extrañaba y era consciente del pacto y todo lo que le había dicho semanas antes, pero tenía mucho miedo de llamarlo, buscarlo y decirle que quizá, lo más seguro era que no lo viera más por… quizá cinco años, y eso lo asustaba mucho, no quería que sufriera, que llorara por la noticia ¿y luego qué? ¿Qué debían hacer? ¿Despedirse y… y pensar en que algún día se verían? Tom no lo sabía, estaba tan angustiado por la situación que no quería hacer nada, solo permanecer en la casita de su abuela.

Hambriento, pidió que le trajeran la comida, y Saki mandó a Simone a que le llevara algo de pastel.

Simone al principio estuvo algo incómoda, pensaba que Tom le preguntaría por Bill, que lo metería en problemas o algo así, pero de todas formas eran órdenes que debía cumplir, así que llevó el pedazo de pastel hacia la casita que tenía en medio del jardín. Llamó a la puerta y Tom abrió, sorprendiéndose de que sea ella quien le llevara la comida.

—Su orden, joven Tom —dijo sin verlo a los ojos.

—Gracias… —debía cerrar la puerta al recibir la tarta, pero algo brincó en él, una curiosidad—. ¿Él está bien?

—Mejor que nunca —le mintió.

—Señora Simone yo…

—Joven Tom, entiendo, usted tiene muchas cosas qué hacer, no tiene que preocuparse por mi hijo.

—No, no es eso lo que quiero decir, señora Simone, tengo miedo de que… yo quisiera tanto que él sea feliz, quiero y tengo toda la voluntad para hacerlo feliz…

—Tú no puedes, por favor no le prometas cosas que no se podrán, ¿te has puesto a pensar de que lo estás ilusionando por nada? Estás por irte, ¿no es así? No hay otra cosa que se hable en la casa que tu gran viaje a América. Por favor, deja que mi Bill se recupere, la aventura que han tenido fue de seguro muy linda, pero por favor, le suplico lo dejes en paz, no lo ilusiones más de lo que ya está para luego desaparecer.

A Tom se le llenaron los ojos de lágrimas, no sabía cómo explicarle que eso no dependía de él, que su gran deseo, que lo que más quería en esta vida era permanecer junto a Bill y planear un futuro. Pero no podía, debía seguir su destino pues no podría enfrentarse a su padre, Gordon era muy poderoso e influyente, su voz eran órdenes.

Simone se fue a verlo querer llorar, no quería compadecerse por Tom, suficiente tenía con Bill en casa, sin querer ni comer por pensar en Tom.

Y al llegar a casa, casi murió del susto de ver la herida en la palma de su mano y cuando Bill le preguntó sobre Tom, ella quería matar toda esperanza en su niño, así que le mintió diciendo que ni quiso verla, aunque por la mirada que tenía, pensó que mejor no le decía que todos hablaban del gran viaje que haría, que Tom pronto tendría nacionalidad americana.

*

Bill regresó a la escuela un lunes, estaba seguro que desaprobaría los cursos si no le ponía empeño y sobre todo motivación. Últimamente no tenía ganas de nada y aunque ahora sí era el capitán de su equipo, no tenía el suficiente valor para entrenar y David, su entrenador, le había dado un descanso temporal, además porque vio sus notas desaprobatorias y escuchó el reclamo de sus demás profesores, Bill debía regresar a las aulas y demostrar que podía alzar sus notas o lo sacarían del equipo. Y eso era tan difícil en este tiempo.

Bill moría de añoranza y amor.

—¿Por qué estás así? —preguntó Gustav, su mejor amigo en esa nueva escuela.

—Si te lo contara, creo que te horrorizarías.

—Oye, soy tu amigo, podría entenderte, ¿es por Andreas? Veo que te acosa, pero ya te dije Bill, es cuestión de grabarlo y darle al auxiliar.

—No, me tiene sin cuidado sus comentarios, está celoso porque soy el capitán.

—Además le gustas, eso es asqueroso porque son hombres, ay no, felizmente no soy tú. —Y así era Gustav, aún era un niño para entender cosas del amor y mucho menos relaciones entre dos chicos. Bill sabía muy bien que lo que vivía no lo podía compartir así no más… en ninguna parte del mundo verían bien que un capitán del equipo de fútbol fuera gay.

En el salón de clases, casi ni podía concentrarse… solo pensaba una y otra vez en porqué Tom no lo había buscado, llamado a casa, mandado algún recado, simplemente había desaparecido por semanas… casi un mes y eso era demasiado.

*

Tom alistaba sus maletas, aunque las principales ya estaban listas por la servidumbre, él quería empacar cosas importantes y personales.

Sabía que viajaba por un largo tiempo, eso lo tenía molesto, pero lo requerían en América para que rindiera algunas evaluaciones antes de darle la vacancia.

“Debería desaprobar el examen”, pensó con un ápice de esperanza, “si lo desapruebo mi papá dejará de insistir… y podré quedarme.” La idea lo llenó de emoción, claro, esa era la salida, dar un mal examen y que la universidad lo rechazara, pero luego tuvo temor, su padre era muy influyente en él pese a lo disfuncional de su hogar, podría irse contra él, era sabido que Tom tenía buenas calificaciones, ¿cómo así desaprobaría el examen? Además su papá no se quedaría de brazos cruzados, averiguaría el porqué del interés extraño de Tom por quedarse y eso sería fatal, hasta le dio temor de que su padre se atreviera a mandar a matar a Bill, esa idea apareció repentinamente en su mente y por más extremista que pareciera, él sabía que su papá era de armas tomar.

¿Qué estaría pensando Bill? Esa era su principal preocupación, pero como Simone le había dicho algo que él mismo consideraba, no quería que sufriera.

Llamó a su papá para preguntarle las fechas de su posible regreso.

—No sé Tom, nos tomaremos quizá una semana, tengo que ver algunos negocios, pero no empaques mucho, igual podemos ir de compras allá, no es necesario tantas maletas.

—Quiero que me digas que solo será una semana.

—No sé, ya te dije, si tu madre hace problemas, podré solucionarlo, no te estreses Tom. Tengo una reunión de trabajo importante, llámame cuando sea urgente. —Claro que para Gordon eso no era urgente, no como lo veía Tom.

Cortó la llamada y se angustió un poco más. “Necesito verlo, necesito explicarle y… y advertirle, no es justo para él ser abandonado así por mí”, pensó con tristeza, eso de abandonar a Bill lo ponía muy mal.

Sabía que lo encontraría en casa y salió en la tarde poniendo una excusa de comprar cosas para su viaje y aunque Saki lo acompañó por obligación, eso no impidió que le dijera que manejara a la casa del hijo de la cocinera.

—Joven Tom…

—No salí de compras, salí para verlo, obedéceme. —Saki tuvo que hacerlo.

Llegó a la casa de Bill y por primera vez en tanto tiempo tuvo mucho miedo, en especial de lo que Bill pudiera pensar de él, le había prometido y más que eso, habían hecho un pacto, pero a estas alturas de las circunstancias, ese pacto quedaba tan pequeño ante lo que podía venir en el futuro.

Sus manos temblorosas tocaron el timbre de la puerta de madera y Bill no tardó en abrir. Los dos se miraron con mucho miedo, Tom no sabía qué decirle, no sabía si abrazarlo o no.

—Tom… —apenas dijo con un ápice de voz y abrió más la puerta—. Pasa… —No había confianza, no había nada de lo que estaban acostumbrados, los húmedos besos y dejarse acariciar por el otro, nada. Había una limitación grande y eso era el tiempo que habían estado separados.

Bill le ofreció sentarse en el sofá y Tom podía ver lo nervioso que estaba, él tampoco podía ocultar su condición… estaba asustado más por lo que le iba a decir.

—Lamento tardar tanto y… y no llamar.

—Tom, no sé qué decirte, hum… —miró sus fachas—. No avisas cuando vienes, espérame que iré a cambiarme.

—No, lo siento, lo siento por no avisar y no tengo mucho tiempo, estás bien así, no te vayas. —Tomó su brazo y lo jaló hacia el sofá. Bill muy nervioso, obedeció.

—Te extrañé tanto, yo… yo no sé qué pensar Tom —dijo mirándolo a los ojos—. ¿Aún estamos juntos? —preguntó inseguro, deseaba tanto oír la respuesta, pero Tom bajó la cabeza asustando a Bill—. Tomi.

—Lo siento por todo esto, tengo que hablar algo serio contigo…

—¡Tom! —se asustó pensando que era el fin, que le diría que… que ya no eran nada.

—Escúchame —tomó su mano y la entrelazó—. Te amo Bill, esto es más fuerte que yo, no puedo creer que quiera renunciar a toda mi vida solo por tenerte, pero mis sueños, mis deseos escapan de mí…

—¿Qué quieres decir? —el corazón de Bill latía tanto, estaba al borde de querer perder el conocimiento, no entendía el miedo de Tom, aún no le había dicho por qué no llamó o siquiera mandó un recado casi todo un mes.

—Lo que quiero decir es algo que escapa de lo que yo mismo quiero. Bill, me ausenté porque mi papá me llevó a un viaje de improviso y debes saber que mi vida será así, que siempre fue así solo que… yo evité decirte algunas cosas.

—¿Qué cosas? No entiendo.

—Me iré Bill, me mudaré a América. 

Bill retrocedió en el asiento, eso le había dolido, el pensar que no estaría junto a Tom, que no lo vería más, que se iría a océanos lejos. Su mente no podía procesarlo, no sabía qué decir, sentía como si Tom se moría ese mismo instante y sintió muchas ganas de llorar.

—No… —dijo con lágrimas en los ojos y tomó a Tom de la chaqueta roja que tenía, mirándolo a los ojos, sacudiéndolo—. No… no, no, no… —comenzó a llorar y Tom solo optó por abrazarlo aunque Bill no quería un estúpido abrazo de consolación, él quería que se retractara o que le dijera algo esperanzador, así que forcejeó con Tom quien no desistió en abrazarlo más.

Tom sentía tanto dolor, no pensó verlo así, llorando desesperado, no quería dejarlo, no quería seguir causándole ese daño.

—¿Por qué me dejas?

—No quiero… lo lamento tanto, escapa de mí, mis padres quieren que estudie allá y… y hoy viajaré dentro de algunas horas, en la madrugada.

—¡No! —reclamó en sus brazos.

—Pero regresaré Bill, no me estoy yendo definitivamente, aunque esto será el inicio de viajes y luego… no quiero esto, pero luego quizá viva allá. —Bill le dio la cara con los ojos llenos de lágrimas y Tom sintió que moría.

—¿Aún me quieres? —preguntó en un susurro y Tom se llenó de algo que no sabía cómo descifrar, una energía, unas ganas de alzarlo en sus brazos y llevárselo con él a todas partes.

—Nunca dudes de eso, Bill.

—¿Cómo no dudar? La última vez que nos vimos hicimos el pacto y ahora se ha roto.

—No se ha roto, por más que nos distanciemos esto que siento permanecerá, lo juro.

Bill tomó el rostro de Tom en sus manos, tenía la esperanza de seguir perteneciéndole y con esa sensación lo besó en los labios con las ganas contenidas de tantas noches… tantos días deseando verlo, tantos suspiros, tanta añoranza.

¿Por qué tenía que tener solo trece y no poder empacar sus cosas e irse con él a dónde sea? Se sentía mal por no poder cambiar el destino.

—Te amo, te amo —repetía Bill en sus labios y Tom lo tomó de la cintura, levantándose del sofá, lo pegó a una pared para besarlo con esas mismas ganas.

Estaban en la sala y Bill sintió el temor de ser descubierto si su mamá llegaba, así que lo jaló entre besos desesperados escaleras arriba.

Tom se atemorizó por esa invitación, pero no tenía la suficiente voluntad para reaccionar.

Bill no sabía lo que hacía en esos momentos. Quería fusionarse con Tom, recordarlo así de cerca, así de junto, quería que lo tomara aunque no sabía cómo, ni quería dedicarse a pensar en eso mientras se besaban.

—Bill… —dijo Tom muy excitado cuando el menor lo jaló a la cama imaginando que lo besaría por todas partes como la última vez—. Tengo miedo hacerte daño.

—Oh Tom —tomó su rostro—. No hay tiempo para nosotros mi Tom, ¿no te das cuenta? —Tom entendió la indirecta.

Tom sabía que le haría daño si… si lo tomaba, pero Bill parecía estar dispuesto y como él mismo había dicho, no había tiempo para ellos.


El fic no tendrá muchos capítulos (eso creo) y pues, me cuesta saber cómo lo terminaré. Comentarios, sugerencias y críticas son bienvenidas. Gracias por leer~

6 comentarios:

  1. Hallo!

    Porque T_T todo tiene que ser así, bueno por algo se llama Inalcanzable.

    Yo los entiendo tantoooo a ellos! ;-;
    y se que eso que pasan es muy duro u.u'' pero se quieren! y podrán estar juntos.

    Noooo D: que no sea de poquitos capítulos :c

    Me gustoo mucho *-*! aunque esta muy triste u.u'
    espero lo continúes pronto! DDD: y te animes a subirlo *m*!

    Cuidate y Besos
    Zuii

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  2. como que no tendra muchos capitulos? :O no ai esque yo amo este fic... pss podrias hacerlo como en niñerias que lo seguiste con adultez con la diferencia es que en este bill al quedarse y tom estando tan lejos bill lo podria esperar aunque no sepa si vuelve y en un dia cualquiera despues de unos años tom vuelva y comienzan denuevo con un bill y tom un poco cambiados por los años ... y pueden tener nuevas experiencias..
    no quiero que se acabe asi no mas *n*
    ojala tomes en cuenta lo que te acabo de decir ... :c

    atte vane

    PD: no acabes con mi fic preferido plisssssss T-------T

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  3. ¿Por qué siempre el amor de ambos no esta bien?
    No lo puedes acabar taaaaan pronto... ok no, es tu historia, pero espero que no los separes o si lo haces uqe no sufran tanto...

    Gracias por subir! :D

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  4. Era de esperarse esto, INALCANZABLE... un cúmulo de diferentes circunstancias los separa :'c La última vez que esten prodigandose cariño, ambos con los sentimientos a flor de piel, entregandose en cuerpo y alma uno al otro Este capi me recuerda un poco a "Helado de fresa" ( quizas divago ) Y me duele que tengan que separarse pero ellos al ser pequeños aún NO PUEDEN CAMBIAR el destino que sus mayores les han trazado :'c
    Actualiza en cuanto puedas, sin presiones corazón! Cuidate mucho te quierooo ♥

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  5. Oh publica el proximo capi pronto please!<3

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  6. Gracias por comentar y lamento demorar tanto x_x pero al fin subiré capítulo *-*

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