domingo, 11 de agosto de 2013

Póster- capítulo final.

Y lo prometido es deuda ;_; aquí el capítulo final de este extenso fic, espero les guste n_n~ y para los que desean leer, les cuento que Póster tendrá una segunda parte que pronto subiré. ¡Muchas gracias por seguirlo hasta aquí, los quiero! *-*~
—¡Pero qué idiotez estás haciendo! —gritó Jost golpeando el escritorio con sus puños, el único hombre que podía gritar a Bill era él, su descubridor—. ¡Te metes en niñerías así, acaso no logras verlo!

—Jost, lamento no estar de acuerdo contigo —se cruzó de brazos—. Esto no es una niñería, va enserio y no pienso renunciar a eso.

—Toda tu imagen Bill, todo lo que has conseguido puede irse a la mierda en un abrir y cerrar de ojos, ¿acaso no lo ves? Y todo por un tipo cualquiera, ni sabes escoger a tus parejas, Georg lo pasaba pero ¿un fan? Qué pasa por tu cabeza. —Bill infló sus mejillas, estaba bien que Jost sea el único capaz de gritarle, pero ya le estaba ofendiendo.

—Soy un ser humano por si no lo habías notado, no una máquina de hacer dinero. Sé que tengo una fama que cuidar pero también tengo corazón y… estoy hasta el fondo, Jost, me enamoré y no quiero rendirme en esto. —El productor llevó ambas manos a su rostro y luego se jaló los pelos dejando una especie de cuerno en su cabeza que causó gracia en Bill—. No le veo el chiste.

—Lo sé, lo sé, solo tu pelo es chistoso.

—Sí claro, ¿sabes que firmaste un contrato? Espero lo cumplas o habrá problemas, Bill. —El aludido bufó.

—Lo haré, solo pido comprensión, ¿es mucho pedir? No seas injusto conmigo.

—Ya, trataré de pensar en eso. Ahora dime, ¿dirás eso a la prensa? —Bill dudó en responder, bajó la cabeza—. Ten cuidado Kaulitz, te conozco… 

—Bueno, no pienso hacerlo, eso no quiere decir que mi relación no vaya enserio.

***

—¿Y cómo te fue? —preguntó Tom cuando Bill entró a su habitación. Se acercó a Bill para tomar su rostro y darle un beso, lucía decepcionado. 

—Jost no entiende algunas cosas y aún falta algo para tener días libres, lo siento, salieron algunas entrevistas que debo cumplir y algunas presentaciones televisivas, invitaciones a eventos; no puedo faltar a ninguno.

—No veo por qué tener que faltar. Bill, esta es tu vida, haz lo que tienes que hacer, no será un problema para mí que te conocí así. —Bill le miró por un momento antes de lanzarse sobre él con ganas, Tom lo sostuvo de su trasero y Bill enredó sus largas piernas en su cintura.

—Tengo el mejor novio —le dijo para luego besarle, Tom solo pudo reír y retroceder un poco para caer en la cama. Bill rió besándolo a su antojo.

—Sabes, creo que el que tiene el mejor novio soy yo, no pensé admitirlo alguna vez… —Se quedó viendo la sonrisa de Tom por un momento y sintió que sí, que era afortunado. Le susurró al oído lo que quería hacer esa noche, pero Tom aún quería aclarar ciertas cosas.

—Espera Bill, también quiero hacerlo, pero antes quería hablar contigo. —Bill se sentó en los muslos de Tom, acariciando sus rastas y mirándolo a los ojos.

—Dime. —Se puso serio.

—Bueno, no es algo que te agrade, pero quiero hablarlo ahora que tenemos tiempo y además de que le hablaste a tu productor de mí, aún falta algo que… que creo que no debe quedar sin arreglar. —Bill pestañeó curioso.

—Habla ya, no entiendo a dónde quieres llegar…

—Tu papá. —El rostro de Bill cambió tan rápido que casi dejó de verlo a los ojos, bajando la cabeza, ocultó su mirada de Tom.

—Tom… —reclamó comenzando a molestarse.

—Lo sé mi Bill, es algo que debes solucionar.

—¡No! Tú no sabes. —Hizo una especie de puchero, Tom podía ver a través de él como se parecía tanto al Bill tierno, a ese niño dolido que buscaba aprobación, así que lo abrazó más y le dio un beso en su mejilla, uno lento y con cariño—. No conoces a mi padre —dijo bajito y luego de suspirar hondamente se dispuso a hablar—. No lo considero como mío, es… como la parte fallida de mí, lo que me recuerda que no soy bueno, que por él soy quien soy. —Tom le acarició la mejilla.

—Es un buen comienzo darse cuenta de las cosas… vivir con esa especie de rencor no te hará bien, quizá es tiempo de perdo…

—¡No! Aishh, no entiendes Tom, perdonarle nunca, no creyó en mí y es más, tú no sabes qué hace él ahora, el padre del mejor cantante de Alemania, una eminencia en Europa es un simple camionero de carga y anda en los peores lugares de la ciudad, con la misma ropa de siempre y las manos negras de hollín, ese es mi padre —dijo alzando la voz, esta vez con vergüenza. 

—Creo que eres de verle el lado malo al asunto, yo sé que puedes centrarte en otra cosa que no sea ese detalle que me cuentas. Vamos, dime si lo extrañas, si muchas veces no piensas en tener un papá. 

—Tú nunca me hablaste del tuyo.

—No tengo, mi mamá es madre soltera, mi papá fue una de esas aventuras de su adolescencia el cual me firmó y mandó pensión pero nunca se dignó en visitarme, eso no quiere decir que le tenga rencor, las cosas pasaron así y acepto mi destino. —Bill le miró algo extrañado, no sabía muchas cosas de Tom.

—Pero tu papá no te hizo daño, no quiso destruir tus sueños; no estuvo contigo pero no tienes nada en contra de él para odiarlo, yo sí.

—¿Tantos años, Bill? Aún vives en el pasado, eso no te hará bien, ese rencor que tienes dentro sale muchas veces y viene de ahí, estoy casi seguro que eres así por lo que pasaste de niño.

—¿Eres loquero? —Tom rió y negó.

—No, solo pienso mucho en ti y esa es mi conclusión. —Hubo un silencio en ambos y Tom solo abrazó a Bill quien apoyó su cabeza en uno de sus hombros, estaba pensando.

—Puedo ir a verlo solo si tú me acompañas porque solo no me acerco allá, no tienes idea de donde él está.

—Voy contigo, cuando quieras, vamos.

***

Una tarde de sábado Bill mandó un mensaje de texto a su papá diciéndole que iría a verlo a su taller. Viajaron cerca de dos horas Bill, Tom y Saki por si acaso pasara algún altercado. 

Llegaron a una zona popular de Hamburgo, no había casas residenciales y muchos buses y autos por todos lados, había una especie de cochera taller en donde muchos mecánicos estaban ahí, entre ellos su papá quien al ver el auto blindado estacionarse cerca supo que era su hijo. Se adentró al taller a lavarse las manos y a peinarse un poco, sabía que su hijo era crítico en cuanto a eso y hasta temía verlo en cierta forma. Lo curioso era que por más que él dijera que Bill Kaulitz era su hijo nadie le creería por las mismas fachas que llevaba puesto y la vida simple que tenía.

Jörg salió del taller y se acercó al auto limpiándose las manos con un trapo y una de las negras ventanas del auto fino se bajó, Bill estaba con lentes negros y una capucha, su padre bajó la cabeza en un saludo tímido, Tom miraba la escena al lado de Bill, no podía creer cuán poca comunicación había entre los dos.

—Bill, hola.

—Hola, bueno… —Bill miró a Tom y éste le animó con la cabeza a continuar, Bill regresó la vista hacia la ventana, era evidente la incomodidad de su papá, parado afuera, tratando de limpiarse las manos sucias del trabajo—. Quiero conversar, ¿hay un lugar donde?

—Bueno, ya sabes cómo es aquí, yo… no sé dónde…

—¿En el taller?

—Si tú quieres, sabes que está algo sucio, no quiero incomodarte… —A Bill le sonaban a excusas, miró a Tom algo fastidiado como diciéndole “viste, él se negaría y yo quedo en ridículo”.

—A Bill no le incomodará —dijo Tom con una sonrisa, y Tom fue el primero en salir del auto jalando a Bill quien estaba frío y nervioso—. Vamos Bill —le susurró—. Te acompaño. —Bill le miró un poco angustiado pero accedió. Saki salió también escoltando a los jóvenes rumbo al taller.

Había tantos hombres ahí, pero a ninguno le importó que gente media refinada estuviera entrando al taller. Jörg se angustió un poco tratando de jalar sillas a una mesa que había en una pequeña habitación poca iluminada, había póster de mujeres semidesnudas y muchas herramientas de mecánica, el lugar lucía caótico.

—Disculparán este desorden —se excusaba y Bill aún no se despegaba de Tom.

—¿Estás bien? —le susurró Tom y Bill luego de suspirar hondo asintió.

—Déjame solo con él, pero no te vayas lejos…

—De acuerdo.

Saki entendió el mensaje y junto a Tom permanecieron en la puerta de la habitación mientras Bill se sentaba junto a su papá en la mesa.

—¿Pasa algo? —preguntó su papá luciendo nervioso. Bill suspiraba mirando sus manos sobre la mesa, comenzando a quitarse el esmalte negro. Jörg podía imaginarse que Bill quería reclamarle algo, quien sabe y venía a hablar de negocios con él o hacerle alguna propuesta.

—Bueno yo… —miró a su papá y lo vio compungirse—. Papá, ha pasado mucho tiempo… —Jörg no podía recordar cuándo había sido la última vez en que su hijo le había llamado “papá”, eso le hizo sentirse especial—. Quiero hablar contigo de… —puso ambas manos sobre su cabeza y la bajó, estaba abrumado y Jörg se dio cuenta.

—Bill, si tanto te incomodo, si soy el problema en tu carrera para nada me opondré en seguir en donde estoy.

—Ese es el problema, ya no quiero que me temas. —Y cómo no hacerlo, Jörg recordaba la última vez en que quiso ir a uno de sus conciertos a verlo y Bill mandó a parte de su seguridad a sacarlo de ahí, no quería que se juntara con sus fans, que alguien le reconociese y luego preguntase cosas—. Quisiera que tú… —su voz se quebró inevitablemente y Jörg se puso en pie de inmediato, buscando alguna cosa para calmarlo, ni tenía un pañuelo limpio cerca.

—Lo siento —dijo angustiado—. No sé qué hice esta vez.

—No hiciste nada, siéntate —pidió en un susurro, su padre obedeció—. Papá, perdóname por todo esto que te hice y por lo que pasó hace años… —lo dijo sin más, sabía que eso le había costado mucho, casi sentía sus mejillas arder de tanta vergüenza y ocultó su rostro de la vista de su padre, éste se quedó mudo por un largo momento en donde los sollozos de Bill se hacían presentes.

—No tienes que pedir perdón mi niño, sé que quien actuó mal fui yo desde un principio. Recuerdo mucho que… que te veía cantar en todos lados, cualquier cosa era un micrófono para ti y todo ser viviente o no era tu público, hasta las plantas del jardín. —Rió recordando vivencias del pasado, y es que era su único hijo—. Nunca pensé que llegarías tan alto y en parte sé que estuve muy mal en oponerme al principio, tú naciste para brillar, para ser una estrella y no un mediocre como tu padre, quien tiene que pedirte perdón por eso soy yo…

Bill miró a su padre y por primera vez en años logró verlo como tal, como el hombre que alguna vez lo sacó al parque, quien le hizo ser fuerte para enfrentarse a mucho en su carrera musical.

—Quisiera verte más seguido, saber de ti.

—No quiero ser un problema en tu vida, Bill.

—No lo serás, ya no lo serás, solo quiero sentir a mi familia conmigo, no quiero sentirme bastardo. —Jörg se levantó de la silla y fue hacia un mueble, cuando lo abrió Bill descubrió muchos artículos de él. Revistas, recortes de periódicos, pósters y CDs de su música.

—Aquí me llaman fanático, creen que soy tu fan y ¿quieres saber una cosa? Lo soy. No te sientas un bastardo, tienes un papá que te apoya en lo secreto. —Bill se puso en pie casi impresionado, él no creía eso de su papá. Se acercó tímido hacia esa especie de ropero mirando todo lo que ahí había—. Me harías el honor de firmar esto. —Le extendió uno de sus últimos CDs y Bill solo pudo abrazar a su papá dejando muy de lado sus diferencias, Jörg le correspondió el abrazo, luego de años al fin podía dejar la culpa, ambos sentían lo mismo.

Después de calmar sus emociones, Jörg le pasó un cigarro y le invitó unas cervezas, le señaló con la cabeza a sus dos acompañantes, él conocía a Saki pues muchas veces había sido él quien le impedía ver a Bill, pero al otro más joven no lo conocía.

—¿Y él? —Vio como su hijo se sonrojaba un poco—. ¿Es lo que creo que es? —Bill apenas asintió pensando que defraudaría a su papá de esa manera—. ¿Eres feliz? ¿Se porta bien contigo? —Bill sonrió ante esas preguntas.

—Sí, lo soy y es bueno, es… sí, es bueno. —Titubeó un poco.

—¿Toma cerveza? 

—¿Quieres que le llame?

—¿Y por qué no? También al otro grandulón, si tú quieres, claro, solo que los veo parados en la puerta, se notan aburridos.

Bill sonrió aliviado y los mandó a llamar, Jörg sacó un juego de cartas, siempre ese tipo de juegos unía a la gente y así, todos esos hombres tan diferentes entre sí, compartieron algunas horas de ocio y al final, cuando la noche llegó, todos reían a carcajadas por las anécdotas cotidianas propias de la vida.

Una herida había sido cerrada, aunque de seguro tardaría en sanar, pero el hecho de haber dado un primer paso había significado mucho.

***

—¿Te sientes mejor? —preguntó Tom en la oscuridad de la noche con Bill sobre su pecho desnudo.

—Sí, no sabes cuánto y he pensando que solo contigo hubiera sido capaz de hacer lo que hice. Gracias Tom.

—Me alegra mi Bill, me alegra.

Pasaron la noche juntos y al día siguiente Tom casi no vería a Bill pues tenía una agenda llena, tendría una entrevista televisiva en la mañana, en la tarde un ensayo para en la noche tener una de sus presentaciones en un estadio.

Tom debía acostumbrarse a eso y aprovechó para regresar a su casa, atender a su mascota y alistar sus cosas para mudarse en una semana con Bill. Habían acordado vivir juntos y Tom estudiaría letras en la universidad.

Se despidió de Bill muy en la mañana, una sesión de muchos besos y caricias, ambos estaban tan enamorados que era difícil ocultarlo.

—¿Nos vemos en la noche? ¿Aquí? —le preguntó Bill.

—Espero llegar, no le simpatizo a tu gente, quizá mejor mañana nos vemos. —Bill frunció el ceño.

—¿A quién no le simpatizas?

—A Georg y a… esa chica rubia.

—¡Me las pagarán!

—¡Hey! No te lo cuento para que tomes medidas contra ellos, solo digo que respetaré tu espacio, no quiero problemas. Mañana sabes dónde encontrarme, o me llamas y estaré aquí a primera hora. —Bill le sonrió con sus brazos alrededor de su cuello y asintió.

—De acuerdo, mañana en la mañana.

***

Tom limpiaba su casa de la suciedad que Durkas había hecho y decidió encender la televisión viendo la entrevista que le harían a Bill, éste lucía bastante lindo y sonreía a cada momento.

—Te notamos renovado luego de terminar una de las giras más importantes en tu carrera, ¿dime qué se siente?

—Se siente muy bien, creo que estoy en el mejor momento de mi vida y no solo hablo de mi carrera sino en general. Estoy en la cima. —Rió y la gente aplaudió. Tom suspiró ante eso, no había nada qué hacer, Bill seguía manteniendo su ego hasta la estratósfera, pero Tom amaba eso también de él.

—Tanta fama, tantos premios en los últimos Comet de este año, ¿crees que haya tiempo para el amor? ¿Cómo llevas tu soltería? —Bill bajó la mirada por un momento y las cámaras lo enfocaron de cerca—. Luces pensativo, ¿acaso estás enamorado? —se atrevió a cuestionar el conductor del programa.

—Sí, estoy enamorado. —Hubo murmullos en toda la sala de grabación y a Tom se le cayó la escoba que tenía en las manos porque estaba barriendo.

—Esta es una primicia exclusiva, cuéntanos Bill, quién es la afortunada, ¿es acaso una artista?

—No, me enamoré de uno de mis fanáticos. —Otra vez los murmullos y la atención de la cámara fue hacia él, la expresión que Bill tenía era seria, él no bromeaba, el periodista le invitó a contar de quién se trataba, estaba emocionado por la exclusividad. Bill podía ver cómo se incomodaba su productor musical, eso no estaba planeado—. No diré mucho, él no es del medio así que mantendré su identidad en secreto y ante tu pregunta sobre mi sexualidad si amar a un hombre me hace gay entonces lo soy. No quiero ocultar lo que me hace feliz, estoy en la mejor etapa de mi vida y pido comprensión.

—Toda la comprensión del mundo, ¿cómo crees que tomarán esto tus fanáticas? —Bill miró a la cámara suplicante.

—Ellas preferirán verme feliz, ¿cierto? Ellas son parte de mi vida, gracias a ellas soy quien soy, no podría estar más que agradecido.

—¿Cómo conociste a tu resiente pareja?

—Por un póster, es lo único que diré.

Muchas preguntas más y Tom estaba anonadado mirando la entrevista. Su celular sonaba y sonaba, era Molly, su prima quien llorosa le contaba la noticia que Tom sabía.

—No puedo creerlo, Tom…

—Deja ya de llorar, no veo la gravedad del asunto, ¿dejarás de quererlo por eso?

—¡No! Eso es imposible solo que… que quizá nunca pueda casarme con él, es gay, Tom ¡gay!

—¿Crees que es malo serlo?

—No.

—¿Entonces? Él ha dicho que seguirá cantando, ¿lo oíste? —Molly suspiró y trató de calmarse.

—Sí, tienes razón… espero nunca conocer a ese novio que tiene, soy capaz de… no sé, castrarlo si se atreve a tocar a Bill. —Tom rió imaginando a su prima decir eso y sobre todo la cara que pondría cuando supiera que el novio era él.

—Ya Molly, lo conoces solo que nunca te hubieras imaginado eso, y no me preguntes más.

—¿Qué? Tonterías, Bill dijo que era un fanático.

—Sí lo es… —Hubo un silencio en la línea.

—¿Me ocultas algo? —Tom rió y su celular le marcaba una llamada entrante.

—Sí, pero debo colgar, alguien me está llamando y… bueno Molly, si deseas hablar con Bill quizá mañana…

—¿Qué?

—Olvídalo. Hablamos luego. —Y le cortó para luego contestar a Bill.

—Me siento un poco… extraño, ¿tienes tiempo? —le dijo el cantante y claro que Tom tendría tiempo para él.

—Todo el que quieras…

—Acompáñame en la noche a la función, por favor.

—Sí, voy de inmediato.

Tomó a su perro y lo metió en una canasta especial, dentro de minutos un auto lo recogía para llevarlo al hospedaje de Bill.

Al momento de llegar, todo su equipo se hizo a un lado cuando se percataron que era Tom, sabían ya que era parte esencial en la vida del joven cantante y solo él podía calmar su especie de histeria al salir del set del programa de televisión. Entró a la habitación media oscura encontrando a Dave, su asistente personal, dándole un mate relajante, Bill parecía un poco decaído.

—Gracias Dave, puedes dejarnos solos —pidió Bill y el señor salió.

—Bill, ¿todo bien? 

—Sí, bueno, no sé, tengo miedo y es eso… —Tom se arrodilló a su altura, Bill estaba compungido, sentado en una silla.

—Sea lo que pase puedes confiar en mí.

Y aunque Bill no sabía cómo explicarle su temor a perderlo todo por haber confesado sus sentimientos públicamente, sabía que Tom no lo dejaría por eso.

Acarició su rostro y Tom le llenó de besos relajándolo.

Esa noche dio una función e igual que siempre, pese a la noticia de su sexualidad, esa presentación fue épica, aún las fans estaban ahí, expectantes de él, apoyándolo con carteles que decían “Así seas gay te amamos”, eso bastó para que Bill sintiera que había hecho lo correcto.

Al bajar del escenario se acercó a Georg.

—Fue un gusto cantar a tu lado, pero lo siento, este fue el último concierto contigo.

—No puedes Bill.

—Puedo.

—No puedes hacerme esto después de todo.

—Lo siento Georg, pero tomaré unas pequeñas vacaciones para regresar renovado y… no seguirás conmigo, ¿tienes planes de incursionar al modelaje? Veo que sí pues rodeado de modelos es tu vida, así que mucha suerte en eso.

Fue lo último que le dijo para adentrarse a su camerino encontrando a Tom ahí, esperándolo junto a su papá y esta vez Simone también.

—¿Mamá? —Ella se le acercó algo tímida.

—Sí, tu papá me dijo que podía venir a visitarte, lamento venir así… yo…

—Claro que puedes… disculpa que esté medio ido, la función de hoy me ha cansado. —Se acercó a su mamá y la abrazó viendo a Tom guiñarle un ojo.

***

—¿Quieres ir a las Maldivas?

—¿Es una pregunta? ¿Crees que diría que no? —Bill rió.

—No sé… me decías que no la última vez que te lo pedí.

—Esa vez… —Tom rió un poco recordando ese tiempo en donde pensaba que Bill era el ser más obstinado sobre la tierra—. ¿Podemos llevar a Durkas?

—Claro que sí. 

—Ahora me toca —le dijo Tom con una sonrisa en sus labios tocando su pequeño trasero por encima de las sábanas, Bill rió un poco.

—No, no seas injusto, toda la semana te ha tocado.

—¡Mentira! Siempre me tienes amarrado a la cama, quiero un poco más de libertad. —Bill se irguió en la cama y sacó una moneda de uno de sus bolsillos.

—¿Lo dejamos a la suerte? —sugirió alzando una ceja y Tom lo pensó por un momento viéndolo justo.

—De acuerdo.

—Bien, yo cara y tú sello. 

—Ya, tira esa cosa. —Tom cruzaba sus dedos pensando salvar su trasero esta vez.

Al momento de tirarla, dio cara y Tom bufó. Bill soltó una risa maléfica tomando el lubricante de sobre la mesita de noche. 

—Muajaja…

Lo que Tom no sabía era que esa moneda era falsa y tenía impreso dos caras iguales. 

Se besaron en la cama, era un día libre y ambos sabrían aprovecharlo al máximo.

Detrás de la puerta de la habitación compartida de Bill estaba una gran foto hecha póster que Jeff había tomado de ellos cuando fueron a visitarlo en su estudio de fotografía, Bill llevaba en sus manos una cámara nueva del mismo modelo que había roto alguna vez y se la entregó con unas disculpas que en realidad eran una especie de agradecimiento. 

Todo se había resuelto aunque en sí, aún les quedaba muchas aventuras por vivir.

FIN.







—¡Pero qué idiotez estás haciendo! —gritó Jost golpeando el escritorio con sus puños, el único hombre que podía gritar a Bill era él, su descubridor—. ¡Te metes en niñerías así, acaso no logras verlo!

—Jost, lamento no estar de acuerdo contigo —se cruzó de brazos—. Esto no es una niñería, va enserio y no pienso renunciar a eso.

—Toda tu imagen Bill, todo lo que has conseguido puede irse a la mierda en un abrir y cerrar de ojos, ¿acaso no lo ves? Y todo por un tipo cualquiera, ni sabes escoger a tus parejas, Georg lo pasaba pero ¿un fan? Qué pasa por tu cabeza. —Bill infló sus mejillas, estaba bien que Jost sea el único capaz de gritarle, pero ya le estaba ofendiendo.

—Soy un ser humano por si no lo habías notado, no una máquina de hacer dinero. Sé que tengo una fama que cuidar pero también tengo corazón y… estoy hasta el fondo, Jost, me enamoré y no quiero rendirme en esto. —El productor llevó ambas manos a su rostro y luego se jaló los pelos dejando una especie de cuerno en su cabeza que causó gracia en Bill—. No le veo el chiste.

—Lo sé, lo sé, solo tu pelo es chistoso.

—Sí claro, ¿sabes que firmaste un contrato? Espero lo cumplas o habrá problemas, Bill. —El aludido bufó.

—Lo haré, solo pido comprensión, ¿es mucho pedir? No seas injusto conmigo.

—Ya, trataré de pensar en eso. Ahora dime, ¿dirás eso a la prensa? —Bill dudó en responder, bajó la cabeza—. Ten cuidado Kaulitz, te conozco… 

—Bueno, no pienso hacerlo, eso no quiere decir que mi relación no vaya enserio.

***

—¿Y cómo te fue? —preguntó Tom cuando Bill entró a su habitación. Se acercó a Bill para tomar su rostro y darle un beso, lucía decepcionado. 

—Jost no entiende algunas cosas y aún falta algo para tener días libres, lo siento, salieron algunas entrevistas que debo cumplir y algunas presentaciones televisivas, invitaciones a eventos; no puedo faltar a ninguno.

—No veo por qué tener que faltar. Bill, esta es tu vida, haz lo que tienes que hacer, no será un problema para mí que te conocí así. —Bill le miró por un momento antes de lanzarse sobre él con ganas, Tom lo sostuvo de su trasero y Bill enredó sus largas piernas en su cintura.

—Tengo el mejor novio —le dijo para luego besarle, Tom solo pudo reír y retroceder un poco para caer en la cama. Bill rió besándolo a su antojo.

—Sabes, creo que el que tiene el mejor novio soy yo, no pensé admitirlo alguna vez… —Se quedó viendo la sonrisa de Tom por un momento y sintió que sí, que era afortunado. Le susurró al oído lo que quería hacer esa noche, pero Tom aún quería aclarar ciertas cosas.

—Espera Bill, también quiero hacerlo, pero antes quería hablar contigo. —Bill se sentó en los muslos de Tom, acariciando sus rastas y mirándolo a los ojos.

—Dime. —Se puso serio.

—Bueno, no es algo que te agrade, pero quiero hablarlo ahora que tenemos tiempo y además de que le hablaste a tu productor de mí, aún falta algo que… que creo que no debe quedar sin arreglar. —Bill pestañeó curioso.

—Habla ya, no entiendo a dónde quieres llegar…

—Tu papá. —El rostro de Bill cambió tan rápido que casi dejó de verlo a los ojos, bajando la cabeza, ocultó su mirada de Tom.

—Tom… —reclamó comenzando a molestarse.

—Lo sé mi Bill, es algo que debes solucionar.

—¡No! Tú no sabes. —Hizo una especie de puchero, Tom podía ver a través de él como se parecía tanto al Bill tierno, a ese niño dolido que buscaba aprobación, así que lo abrazó más y le dio un beso en su mejilla, uno lento y con cariño—. No conoces a mi padre —dijo bajito y luego de suspirar hondamente se dispuso a hablar—. No lo considero como mío, es… como la parte fallida de mí, lo que me recuerda que no soy bueno, que por él soy quien soy. —Tom le acarició la mejilla.

—Es un buen comienzo darse cuenta de las cosas… vivir con esa especie de rencor no te hará bien, quizá es tiempo de perdo…

—¡No! Aishh, no entiendes Tom, perdonarle nunca, no creyó en mí y es más, tú no sabes qué hace él ahora, el padre del mejor cantante de Alemania, una eminencia en Europa es un simple camionero de carga y anda en los peores lugares de la ciudad, con la misma ropa de siempre y las manos negras de hollín, ese es mi padre —dijo alzando la voz, esta vez con vergüenza. 

—Creo que eres de verle el lado malo al asunto, yo sé que puedes centrarte en otra cosa que no sea ese detalle que me cuentas. Vamos, dime si lo extrañas, si muchas veces no piensas en tener un papá. 

—Tú nunca me hablaste del tuyo.

—No tengo, mi mamá es madre soltera, mi papá fue una de esas aventuras de su adolescencia el cual me firmó y mandó pensión pero nunca se dignó en visitarme, eso no quiere decir que le tenga rencor, las cosas pasaron así y acepto mi destino. —Bill le miró algo extrañado, no sabía muchas cosas de Tom.

—Pero tu papá no te hizo daño, no quiso destruir tus sueños; no estuvo contigo pero no tienes nada en contra de él para odiarlo, yo sí.

—¿Tantos años, Bill? Aún vives en el pasado, eso no te hará bien, ese rencor que tienes dentro sale muchas veces y viene de ahí, estoy casi seguro que eres así por lo que pasaste de niño.

—¿Eres loquero? —Tom rió y negó.

—No, solo pienso mucho en ti y esa es mi conclusión. —Hubo un silencio en ambos y Tom solo abrazó a Bill quien apoyó su cabeza en uno de sus hombros, estaba pensando.

—Puedo ir a verlo solo si tú me acompañas porque solo no me acerco allá, no tienes idea de donde él está.

—Voy contigo, cuando quieras, vamos.

***

Una tarde de sábado Bill mandó un mensaje de texto a su papá diciéndole que iría a verlo a su taller. Viajaron cerca de dos horas Bill, Tom y Saki por si acaso pasara algún altercado. 

Llegaron a una zona popular de Hamburgo, no había casas residenciales y muchos buses y autos por todos lados, había una especie de cochera taller en donde muchos mecánicos estaban ahí, entre ellos su papá quien al ver el auto blindado estacionarse cerca supo que era su hijo. Se adentró al taller a lavarse las manos y a peinarse un poco, sabía que su hijo era crítico en cuanto a eso y hasta temía verlo en cierta forma. Lo curioso era que por más que él dijera que Bill Kaulitz era su hijo nadie le creería por las mismas fachas que llevaba puesto y la vida simple que tenía.

Jörg salió del taller y se acercó al auto limpiándose las manos con un trapo y una de las negras ventanas del auto fino se bajó, Bill estaba con lentes negros y una capucha, su padre bajó la cabeza en un saludo tímido, Tom miraba la escena al lado de Bill, no podía creer cuán poca comunicación había entre los dos.

—Bill, hola.

—Hola, bueno… —Bill miró a Tom y éste le animó con la cabeza a continuar, Bill regresó la vista hacia la ventana, era evidente la incomodidad de su papá, parado afuera, tratando de limpiarse las manos sucias del trabajo—. Quiero conversar, ¿hay un lugar donde?

—Bueno, ya sabes cómo es aquí, yo… no sé dónde…

—¿En el taller?

—Si tú quieres, sabes que está algo sucio, no quiero incomodarte… —A Bill le sonaban a excusas, miró a Tom algo fastidiado como diciéndole “viste, él se negaría y yo quedo en ridículo”.

—A Bill no le incomodará —dijo Tom con una sonrisa, y Tom fue el primero en salir del auto jalando a Bill quien estaba frío y nervioso—. Vamos Bill —le susurró—. Te acompaño. —Bill le miró un poco angustiado pero accedió. Saki salió también escoltando a los jóvenes rumbo al taller.

Había tantos hombres ahí, pero a ninguno le importó que gente media refinada estuviera entrando al taller. Jörg se angustió un poco tratando de jalar sillas a una mesa que había en una pequeña habitación poca iluminada, había póster de mujeres semidesnudas y muchas herramientas de mecánica, el lugar lucía caótico.

—Disculparán este desorden —se excusaba y Bill aún no se despegaba de Tom.

—¿Estás bien? —le susurró Tom y Bill luego de suspirar hondo asintió.

—Déjame solo con él, pero no te vayas lejos…

—De acuerdo.

Saki entendió el mensaje y junto a Tom permanecieron en la puerta de la habitación mientras Bill se sentaba junto a su papá en la mesa.

—¿Pasa algo? —preguntó su papá luciendo nervioso. Bill suspiraba mirando sus manos sobre la mesa, comenzando a quitarse el esmalte negro. Jörg podía imaginarse que Bill quería reclamarle algo, quien sabe y venía a hablar de negocios con él o hacerle alguna propuesta.

—Bueno yo… —miró a su papá y lo vio compungirse—. Papá, ha pasado mucho tiempo… —Jörg no podía recordar cuándo había sido la última vez en que su hijo le había llamado “papá”, eso le hizo sentirse especial—. Quiero hablar contigo de… —puso ambas manos sobre su cabeza y la bajó, estaba abrumado y Jörg se dio cuenta.

—Bill, si tanto te incomodo, si soy el problema en tu carrera para nada me opondré en seguir en donde estoy.

—Ese es el problema, ya no quiero que me temas. —Y cómo no hacerlo, Jörg recordaba la última vez en que quiso ir a uno de sus conciertos a verlo y Bill mandó a parte de su seguridad a sacarlo de ahí, no quería que se juntara con sus fans, que alguien le reconociese y luego preguntase cosas—. Quisiera que tú… —su voz se quebró inevitablemente y Jörg se puso en pie de inmediato, buscando alguna cosa para calmarlo, ni tenía un pañuelo limpio cerca.

—Lo siento —dijo angustiado—. No sé qué hice esta vez.

—No hiciste nada, siéntate —pidió en un susurro, su padre obedeció—. Papá, perdóname por todo esto que te hice y por lo que pasó hace años… —lo dijo sin más, sabía que eso le había costado mucho, casi sentía sus mejillas arder de tanta vergüenza y ocultó su rostro de la vista de su padre, éste se quedó mudo por un largo momento en donde los sollozos de Bill se hacían presentes.

—No tienes que pedir perdón mi niño, sé que quien actuó mal fui yo desde un principio. Recuerdo mucho que… que te veía cantar en todos lados, cualquier cosa era un micrófono para ti y todo ser viviente o no era tu público, hasta las plantas del jardín. —Rió recordando vivencias del pasado, y es que era su único hijo—. Nunca pensé que llegarías tan alto y en parte sé que estuve muy mal en oponerme al principio, tú naciste para brillar, para ser una estrella y no un mediocre como tu padre, quien tiene que pedirte perdón por eso soy yo…

Bill miró a su padre y por primera vez en años logró verlo como tal, como el hombre que alguna vez lo sacó al parque, quien le hizo ser fuerte para enfrentarse a mucho en su carrera musical.

—Quisiera verte más seguido, saber de ti.

—No quiero ser un problema en tu vida, Bill.

—No lo serás, ya no lo serás, solo quiero sentir a mi familia conmigo, no quiero sentirme bastardo. —Jörg se levantó de la silla y fue hacia un mueble, cuando lo abrió Bill descubrió muchos artículos de él. Revistas, recortes de periódicos, pósters y CDs de su música.

—Aquí me llaman fanático, creen que soy tu fan y ¿quieres saber una cosa? Lo soy. No te sientas un bastardo, tienes un papá que te apoya en lo secreto. —Bill se puso en pie casi impresionado, él no creía eso de su papá. Se acercó tímido hacia esa especie de ropero mirando todo lo que ahí había—. Me harías el honor de firmar esto. —Le extendió uno de sus últimos CDs y Bill solo pudo abrazar a su papá dejando muy de lado sus diferencias, Jörg le correspondió el abrazo, luego de años al fin podía dejar la culpa, ambos sentían lo mismo.

Después de calmar sus emociones, Jörg le pasó un cigarro y le invitó unas cervezas, le señaló con la cabeza a sus dos acompañantes, él conocía a Saki pues muchas veces había sido él quien le impedía ver a Bill, pero al otro más joven no lo conocía.

—¿Y él? —Vio como su hijo se sonrojaba un poco—. ¿Es lo que creo que es? —Bill apenas asintió pensando que defraudaría a su papá de esa manera—. ¿Eres feliz? ¿Se porta bien contigo? —Bill sonrió ante esas preguntas.

—Sí, lo soy y es bueno, es… sí, es bueno. —Titubeó un poco.

—¿Toma cerveza? 

—¿Quieres que le llame?

—¿Y por qué no? También al otro grandulón, si tú quieres, claro, solo que los veo parados en la puerta, se notan aburridos.

Bill sonrió aliviado y los mandó a llamar, Jörg sacó un juego de cartas, siempre ese tipo de juegos unía a la gente y así, todos esos hombres tan diferentes entre sí, compartieron algunas horas de ocio y al final, cuando la noche llegó, todos reían a carcajadas por las anécdotas cotidianas propias de la vida.

Una herida había sido cerrada, aunque de seguro tardaría en sanar, pero el hecho de haber dado un primer paso había significado mucho.

***

—¿Te sientes mejor? —preguntó Tom en la oscuridad de la noche con Bill sobre su pecho desnudo.

—Sí, no sabes cuánto y he pensando que solo contigo hubiera sido capaz de hacer lo que hice. Gracias Tom.

—Me alegra mi Bill, me alegra.

Pasaron la noche juntos y al día siguiente Tom casi no vería a Bill pues tenía una agenda llena, tendría una entrevista televisiva en la mañana, en la tarde un ensayo para en la noche tener una de sus presentaciones en un estadio.

Tom debía acostumbrarse a eso y aprovechó para regresar a su casa, atender a su mascota y alistar sus cosas para mudarse en una semana con Bill. Habían acordado vivir juntos y Tom estudiaría letras en la universidad.

Se despidió de Bill muy en la mañana, una sesión de muchos besos y caricias, ambos estaban tan enamorados que era difícil ocultarlo.

—¿Nos vemos en la noche? ¿Aquí? —le preguntó Bill.

—Espero llegar, no le simpatizo a tu gente, quizá mejor mañana nos vemos. —Bill frunció el ceño.

—¿A quién no le simpatizas?

—A Georg y a… esa chica rubia.

—¡Me las pagarán!

—¡Hey! No te lo cuento para que tomes medidas contra ellos, solo digo que respetaré tu espacio, no quiero problemas. Mañana sabes dónde encontrarme, o me llamas y estaré aquí a primera hora. —Bill le sonrió con sus brazos alrededor de su cuello y asintió.

—De acuerdo, mañana en la mañana.

***

Tom limpiaba su casa de la suciedad que Durkas había hecho y decidió encender la televisión viendo la entrevista que le harían a Bill, éste lucía bastante lindo y sonreía a cada momento.

—Te notamos renovado luego de terminar una de las giras más importantes en tu carrera, ¿dime qué se siente?

—Se siente muy bien, creo que estoy en el mejor momento de mi vida y no solo hablo de mi carrera sino en general. Estoy en la cima. —Rió y la gente aplaudió. Tom suspiró ante eso, no había nada qué hacer, Bill seguía manteniendo su ego hasta la estratósfera, pero Tom amaba eso también de él.

—Tanta fama, tantos premios en los últimos Comet de este año, ¿crees que haya tiempo para el amor? ¿Cómo llevas tu soltería? —Bill bajó la mirada por un momento y las cámaras lo enfocaron de cerca—. Luces pensativo, ¿acaso estás enamorado? —se atrevió a cuestionar el conductor del programa.

—Sí, estoy enamorado. —Hubo murmullos en toda la sala de grabación y a Tom se le cayó la escoba que tenía en las manos porque estaba barriendo.

—Esta es una primicia exclusiva, cuéntanos Bill, quién es la afortunada, ¿es acaso una artista?

—No, me enamoré de uno de mis fanáticos. —Otra vez los murmullos y la atención de la cámara fue hacia él, la expresión que Bill tenía era seria, él no bromeaba, el periodista le invitó a contar de quién se trataba, estaba emocionado por la exclusividad. Bill podía ver cómo se incomodaba su productor musical, eso no estaba planeado—. No diré mucho, él no es del medio así que mantendré su identidad en secreto y ante tu pregunta sobre mi sexualidad si amar a un hombre me hace gay entonces lo soy. No quiero ocultar lo que me hace feliz, estoy en la mejor etapa de mi vida y pido comprensión.

—Toda la comprensión del mundo, ¿cómo crees que tomarán esto tus fanáticas? —Bill miró a la cámara suplicante.

—Ellas preferirán verme feliz, ¿cierto? Ellas son parte de mi vida, gracias a ellas soy quien soy, no podría estar más que agradecido.

—¿Cómo conociste a tu resiente pareja?

—Por un póster, es lo único que diré.

Muchas preguntas más y Tom estaba anonadado mirando la entrevista. Su celular sonaba y sonaba, era Molly, su prima quien llorosa le contaba la noticia que Tom sabía.

—No puedo creerlo, Tom…

—Deja ya de llorar, no veo la gravedad del asunto, ¿dejarás de quererlo por eso?

—¡No! Eso es imposible solo que… que quizá nunca pueda casarme con él, es gay, Tom ¡gay!

—¿Crees que es malo serlo?

—No.

—¿Entonces? Él ha dicho que seguirá cantando, ¿lo oíste? —Molly suspiró y trató de calmarse.

—Sí, tienes razón… espero nunca conocer a ese novio que tiene, soy capaz de… no sé, castrarlo si se atreve a tocar a Bill. —Tom rió imaginando a su prima decir eso y sobre todo la cara que pondría cuando supiera que el novio era él.

—Ya Molly, lo conoces solo que nunca te hubieras imaginado eso, y no me preguntes más.

—¿Qué? Tonterías, Bill dijo que era un fanático.

—Sí lo es… —Hubo un silencio en la línea.

—¿Me ocultas algo? —Tom rió y su celular le marcaba una llamada entrante.

—Sí, pero debo colgar, alguien me está llamando y… bueno Molly, si deseas hablar con Bill quizá mañana…

—¿Qué?

—Olvídalo. Hablamos luego. —Y le cortó para luego contestar a Bill.

—Me siento un poco… extraño, ¿tienes tiempo? —le dijo el cantante y claro que Tom tendría tiempo para él.

—Todo el que quieras…

—Acompáñame en la noche a la función, por favor.

—Sí, voy de inmediato.

Tomó a su perro y lo metió en una canasta especial, dentro de minutos un auto lo recogía para llevarlo al hospedaje de Bill.

Al momento de llegar, todo su equipo se hizo a un lado cuando se percataron que era Tom, sabían ya que era parte esencial en la vida del joven cantante y solo él podía calmar su especie de histeria al salir del set del programa de televisión. Entró a la habitación media oscura encontrando a Dave, su asistente personal, dándole un mate relajante, Bill parecía un poco decaído.

—Gracias Dave, puedes dejarnos solos —pidió Bill y el señor salió.

—Bill, ¿todo bien? 

—Sí, bueno, no sé, tengo miedo y es eso… —Tom se arrodilló a su altura, Bill estaba compungido, sentado en una silla.

—Sea lo que pase puedes confiar en mí.

Y aunque Bill no sabía cómo explicarle su temor a perderlo todo por haber confesado sus sentimientos públicamente, sabía que Tom no lo dejaría por eso.

Acarició su rostro y Tom le llenó de besos relajándolo.

Esa noche dio una función e igual que siempre, pese a la noticia de su sexualidad, esa presentación fue épica, aún las fans estaban ahí, expectantes de él, apoyándolo con carteles que decían “Así seas gay te amamos”, eso bastó para que Bill sintiera que había hecho lo correcto.

Al bajar del escenario se acercó a Georg.

—Fue un gusto cantar a tu lado, pero lo siento, este fue el último concierto contigo.

—No puedes Bill.

—Puedo.

—No puedes hacerme esto después de todo.

—Lo siento Georg, pero tomaré unas pequeñas vacaciones para regresar renovado y… no seguirás conmigo, ¿tienes planes de incursionar al modelaje? Veo que sí pues rodeado de modelos es tu vida, así que mucha suerte en eso.

Fue lo último que le dijo para adentrarse a su camerino encontrando a Tom ahí, esperándolo junto a su papá y esta vez Simone también.

—¿Mamá? —Ella se le acercó algo tímida.

—Sí, tu papá me dijo que podía venir a visitarte, lamento venir así… yo…

—Claro que puedes… disculpa que esté medio ido, la función de hoy me ha cansado. —Se acercó a su mamá y la abrazó viendo a Tom guiñarle un ojo.

***

—¿Quieres ir a las Maldivas?

—¿Es una pregunta? ¿Crees que diría que no? —Bill rió.

—No sé… me decías que no la última vez que te lo pedí.

—Esa vez… —Tom rió un poco recordando ese tiempo en donde pensaba que Bill era el ser más obstinado sobre la tierra—. ¿Podemos llevar a Durkas?

—Claro que sí. 

—Ahora me toca —le dijo Tom con una sonrisa en sus labios tocando su pequeño trasero por encima de las sábanas, Bill rió un poco.

—No, no seas injusto, toda la semana te ha tocado.

—¡Mentira! Siempre me tienes amarrado a la cama, quiero un poco más de libertad. —Bill se irguió en la cama y sacó una moneda de uno de sus bolsillos.

—¿Lo dejamos a la suerte? —sugirió alzando una ceja y Tom lo pensó por un momento viéndolo justo.

—De acuerdo.

—Bien, yo cara y tú sello. 

—Ya, tira esa cosa. —Tom cruzaba sus dedos pensando salvar su trasero esta vez.

Al momento de tirarla, dio cara y Tom bufó. Bill soltó una risa maléfica tomando el lubricante de sobre la mesita de noche. 

—Muajaja…

Lo que Tom no sabía era que esa moneda era falsa y tenía impreso dos caras iguales. 

Se besaron en la cama, era un día libre y ambos sabrían aprovecharlo al máximo.

Detrás de la puerta de la habitación compartida de Bill estaba una gran foto hecha póster que Jeff había tomado de ellos cuando fueron a visitarlo en su estudio de fotografía, Bill llevaba en sus manos una cámara nueva del mismo modelo que había roto alguna vez y se la entregó con unas disculpas que en realidad eran una especie de agradecimiento. 

Todo se había resuelto aunque en sí, aún les quedaba muchas aventuras por vivir.

FIN.

:o! el mismo final dice que aun quedan aventuras por vivir y justamente tengo pensando una segunda parte. Espero les haya gustado este final, amé escribir este fic, fue uno de los más relajantes~ Comentarios, sugerencias y críticas son bienvenidas. Gracias por leer.



7 comentarios:

  1. Asdfghjklñ.... es un hermoso final *w*

    Siempre imagine verlos juntos, pero nunca pensé que iba a salir tanto el tema de su padre como él, me alegra que Billy al fin pueda cerrar ese ciclo.

    Tom en serio, si nunca en su vida hubiera estado, no se que sería de Bill... y pensar que todo fue gracias a un póster

    Hermoso el fic, gracias por subirlo~ <3

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  2. Que bueno que a todos hayan aceptado a bill y que tramposo es ganarle asi a tom pobrecito de el,l que su padre nunca se encargara de el pero tenia a su madre y ahora a bill que bueno abra una 2 temporada la espero con amcias lollollollollollollollollol

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  3. ya sabes que amo Póster.... :D
    Pink, ¿en serio?, no juegues con mis sentimientos :( ¿de verdad harás segunda parte? :D :D :D ¡OMG! me siento emocionada :D :D :D te amare por siempre (?) si haces segunda parte :D
    yo quisiera saber la reacción de Molly al saber que Tom es la pareja de Bill :D podría salir en la segunda parte :D ....podría incluso Tom, ser el guitarrista/bajista (no sé) de Bill... ya que veo que George desaparecerá muahaha Ok no.. xD

    cuidate! besos!
    Criis.

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  4. Simplemente lo ame! Me encanta este fic *.* Hermoso final TwT Danke por compartirlo con nosotras Pink! Hermoso hermoso hermoso! Me fascino y estoy ansiosa por leer esa segunda parte!

    Saludos y besos nena n.n

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  5. Hallo!
    Awwww Que hermoso *-*
    —Jörg se levantó de la silla y fue hacia un mueble, cuando lo abrió Bill descubrió muchos artículos de él. Revistas, recortes de periódicos, pósters y CDs de su música.

    —Aquí me llaman fanático, creen que soy tu fan y ¿quieres saber una cosa? Lo soy. No te sientas un bastardo, tienes un papá que te apoya en lo secreto. —Bill se puso en pie casi impresionado, él no creía eso de su papá. Se acercó tímido hacia esa especie de ropero mirando todo lo que ahí había—. Me harías el honor de firmar esto. —Le extendió uno de sus últimos CDs y Bill solo pudo abrazar a su papá dejando muy de lado sus diferencias, Jörg le correspondió el abrazo, luego de años al fin podía dejar la culpa, ambos sentían lo mismo.

    Que bonito Final *-*!!
    -Perdono a su papá
    -Dijo que Tom es su novio
    -Dejo a Georg *-*!!

    Es todo un final feliz, es muy hermoso :'3

    Esperare la segunda temporada!! <3 porque me encanto leer este fic *-*'

    Cuidate y besos.
    Zuii.

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  6. Este fue un buen fic, me gusto mucho, casi tanto como polizon

    Manamm

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  7. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! al fin pude leer y UNA CONTINUACIÓN DEL FIC???qué buenooo!!! Aunque... quién escribió eso??? :/
    Bueno, una es libre de opinar, no??? Me re gustooo el capi: concilió su vida pública y personal con su manager, se reunió con su distanciado padre donde se reconciliaron, se despidió/desvinculo de Geo deseandole suerte y GRITO A LOS CUATRO VIENTO EN TV QUE AMABA A UN FAN!!! Y Todo gracias al AMOR de Thomas!!!E imaginare la expresión de la prima de Thomas cuando sepa quién es el NOVIO!!! juajuajua
    Y coincido con la lectora de más arriba a medias PARA MI POLIZÓN y MININO SON MIS PREFERIDAS!!! Te quiero DamitaRosa :) Cuidate muchooo! ♥

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