jueves, 29 de agosto de 2013

Vacaciones - 22

Hola otra vez e_e lamento demorar tanto con este fic, es el colmo XD pero ya, aquí un nuevo capítulo, espero les guste *.*~
Por Tom:

No podía hablar con Bill.

Nos habían llevado al pueblo y mucha gente hacía preguntas. Ya era de noche y la abuela nos había dicho que llamaríamos a nuestra madre para informarle de la situación. 

En la camioneta nadie habló, estábamos cubiertos por mantas que la gente nos había donado y nos dirigíamos a la casa de Georg ya que suplicamos no regresar a la casa de Ximena, sobre todo por las preguntan incómodas que nos hacían acerca de ser gemelos.

Todo era como una pesadilla. Aún más para mí ya que Bill no me daba la cara, no hablaba conmigo, ni siquiera me miraba, estaba asustado, sentando cerca del abuelo y yo atrás junto a la abuela y otra señora que hablaba tanto.

Llegamos al pueblo, estábamos cansados pero la abuela nos dio algunas monedas para ir a llamar a nuestra madre. Así que los dos bajamos y caminamos hacia el teléfono público que había en la tienda en donde vivía Georg.

—Bill —llamé pero no me dio la cara—. ¿Qué pasa? Por favor háblame.

—Tom, llamemos a mamá…

—¿Quieres contarle?

—No, habla tú.


Tomé el teléfono, aun consternado por la actitud de mi hermano, quería tomarlo y encararlo, ¿qué le pasaba?, yo no le había hecho nada, pensé en el abuelo, qué le habría dicho, definitivamente no me caía, suponía que le había lavado el cerebro o algo.

—Aló, mami —contestó el celular.

—¿Tom?

—Sí, mamá, ha paso un accidente.

—¡Por Dios, hijo!

—Estamos todos bien… es la casa, la casa de los abuelos se ha quemado, aún no sabemos por qué. —Bill me miró con el ceño fruncido—. Mamá, debemos regresar… Hubo un silencio, mi madre gritó y tomó el teléfono mi padre.

—Aló Tom. Disculpa a tu madre no está bien, iremos para allá, pero llegaremos mañana, ¿están bien? ¿Cómo está Bill?

—Bill, ven. —Pero mi hermano no quiso tomar el teléfono—. Él está bien, está ayudando a los abuelos ahora—. Mentí.

Mis padres vendrían mañana. Las vacaciones terminarían mañana… y Bill estaba más distante que nunca.

Esa noche cenamos en casa de Georg, él era amable, aunque trataba de hablar con Bill mucho, eso me incomodaba en algo, pero no podía hacer nada, debía de tragarme mis celos. Bill permanecía cerca del abuelo todo el tiempo, y no podía acercarme a él. Así que moría de la ansiedad por saber qué le pasaba.

Nos dieron el cuarto de Georg, dormiríamos los dos ahí, él amablemente hasta algo de ropa nos dio. Aún mi hermano no me hablaba.

—Ustedes dormirán en mi cama y yo dormiré en el sofá de la sala, sus abuelos están en el cuarto de huéspedes que tenemos —dijo acomodando su habitación un poco, era pequeña y simple.

—No —habló mi hermano—. Yo puedo dormir en la sala, tú puedes dormir aquí, en tu cama. —Lo miré sorprendido pero no me dio la cara, ¿qué decía?

—¿Por qué? —pregunté esta vez con descaro.

—Tom —dijo mirando al suelo—. Quiero dormir solo. —Mentía, a él no le gustaba dormir solo. Georg nos observó extrañado.

—Lo siento chicos, es que yo suelo dormir solo, y ustedes son hermanos, no creo que les haga problema dormir juntos. —Todo lo que habíamos hecho juntos acaso no contaba, qué pasaba con mi hermano.

Ganó Georg y tomando las mantas acomodé un espacio en la pequeña cama, mi hermano me miraba dudoso. Me acosté a un lado y lo invité a hacerlo, él se recostó algo lejos de mí, casi al borde de la cama.

—Bill, ¿qué pasa? —Se acostó cerca de mí suspirando, temeroso. Miró a Georg irse a la sala y entonces se tapó la cara.

—Tom, esto, todo esto es demasiado, el precio, es demasiado alto. —Besé su frente y se alejó de mí—. No lo hagas más difícil…

—¿Quieres terminar conmigo? ¿Eso es lo que dices? —Ni siquiera habíamos empezado algo formalmente, pero por todo lo vivido yo sentía que él era mi novio y que lo sería para siempre. Su silencio me respondió, entonces fue cuando una desilusión grande se apoderó de mí—. No Bill, no, no dejaremos que nos separe nadie, yo te amo —Quitó sus manos de su rostro y me dio la cara con los ojos rojos.

—¿Y la gente que nos ama? Mamá, papá, los abuelos, todos ellos, les hacemos daño, a todos. El precio es grande.

—Por ti vale la pena pagar todo eso… por ti soy capaz de sufrir todo el desprecio de la gente, pensé que tú lo harías por mí.

—Tom… —Lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos—. Haría mucho por ti… pero se me es difícil, muy difícil pasar por alto todo lo que pasó hoy, la casa de ellos quemándose, la abuela llorando, el abuelo… —Miró a todas partes—. Él habló conmigo… —Sus ojos se clavaron en los míos—. Si seguimos habrá un tiempo en que esto será más fuerte que nosotros mismos, y nadie lo parará, entonces… —Cerró los ojos y empezó a temblar—. Entonces será el fin, las autoridades vendrán y nos separarán… nos… —Su vos se quebró y me acerqué un poco más para darle fuerzas—. Nos llevaran lejos el uno del otro. —Su voz se apagó y ahogó el llanto—. Ese precio… sniff… no quiero pagar. —Puso su mano en la boca, tratando de calmarse—. Lejos de ti muero Tom… muero…

Comprendí muchas cosas que pasaba por alto, que nuestro amor era casi un crimen, que podíamos hacer daño a personas a las que amábamos tanto, como a mamá… entonces sentí culpa, lo que habían pasado hoy, era nuestra culpa y ese sentimiento de cuando haces sufrir a alguien que quieres regresó a mí, martirizando mi mente y corazón.

Quise decirle muchas cosas pero en ese instante entró Georg y me miró sospechoso.

—Él está bien —dije pues se había dado cuenta de que lloraba—. Sólo que lo que pasó hoy en la tarde le ha afectado —excusé.

—No es difícil construir una casa, están hablando con el Teniente ahora, en la sala, él se ha ofrecido a ayudar, construirá una casa en estos meses, será una más moderna ya verán. —Asentí, y miré a mi hermano, él seguía llorando y yo sabía por qué.

Georg nos dio las buenas noches, apagando la luz de su habitación y cerrando la puerta, entonces nos quedamos solos los dos, en un lugar distinto, pero los dos. En la oscuridad de la noche pude ver sus ojos brillar y escucharlo sollozar, me partía el corazón. Me acerqué un poco a él, acaricié su rostro, sintiendo que él suspiraba.

—Te amo… —susurré, muy cerca de su rostro—. No renunciaré a ti, no lo haré. —Él respiró agitado pero terminó acercándose a mis labios.

—Tengo miedo…

—No queda otra que fingir… 

—Dame un tiempo —pidió—. Si… si estoy cerca de ti no hay quien me separe, es algo que sale de mi control, necesito que me dejes, Tom. —Oh, qué difícil, muy difícil. Me quedé mudo por un tiempo, pensando en alguna solución. Sentí sus suaves y temblorosos labios posarse sobre los míos. Un beso tímido, uno con mucho temor. Tomé su barbilla para no separarme de él y lo besé tratando de no hacer ruido, lo besé con ganas.

—Te daré tiempo en el día, pero todas las noches serás mío —susurré al oído.

—Esta noche no… —dijo y lo entendí—. Sólo cuando estemos solos… será un trato. —No había otra salida—. En la noche…



Por Bill:

El amor prohibido duele, duele porque nadie lo entiende.

¿Cómo le haríamos él y yo para enfrentar a un mundo como este en el cual nuestra relación es muy mal vista? ¿Cómo le haríamos para enfrentarnos a nuestros padres cuando se llegaran a enterar? Porque tarde o temprano eso pasaría ¿Cómo le haríamos con cada mirada que nos lanzaran en la calle o si nos descubrieran los amigos, los enemigos, los amigos de papá y mamá? ¿Cómo le haríamos cuando veamos llorar a la gente que nos quiere y todo por amarnos? ¿Cómo le haríamos para mantener nuestro amor ante todo esto? Realmente no lo sabía y tenía miedo, miedo de perderlo…

—¿En qué piensas? —me preguntó.

—En nosotros. —Me sonrió y besó dulcemente mis labios.

—Somos dos, dos, no te estreses, que cuando te sientas desfallecer estaré yo…

Entonces vino a mi mente una canción, una canción para Tom, le sonreí y pude ver el brillo de sus ojos, parpadeó y me miró curioso. Canté.



En mi interior empieza a hacer frío

¿Cuánto tiempo podremos estar aquí juntos?



Le susurraba cerca del oído lo que mi corazón me dictaba, una melodía vino a mi mente.

—Juntos para siempre —susurró.



Quédate aquí,

Las sombras quieren atraparme.

Si nos vamos,

Vámonos los dos.

Tú eres todo lo que soy

y todo lo que fluye por mis venas…



Pasó una mano por mi mejilla y limpió una lágrima mía, tocó mis labios y los besó suavemente. Suspiró y me dijo:



Siempre nos apoyaremos el uno al otro,

no importa donde vayamos,

no importa la profundidad



—Regresar a casa será difícil —susurré, él asintió, y tarareó la nueva melodía que empezaba a nacer de nosotros. Suspiré y continué con la canción que nacía del corazón.



No quiero estar aquí solo

quedémonos juntos

en la noche.

Algún día llegara el momento

quedémonos juntos

en la noche



—Si llegara ese momento, no te separes de mí —dijo, puse una mano en su pecho, su corazón latía rápido igual que el mío.



Yo oigo cuando gritas silenciosamente,

yo respiro cada respiración tuya,

incluso si el destino nos separa

no importa lo que venga después lo compartiremos…



—Prométeme que será así…

—Lo juro.



Abrázame, sino me quedaré solo en la noche,

llévame contigo y abrázame

sino me quedaré solo en la noche…



no quiero estar aquí solo

quedémonos juntos

en la noche.

Algún día llegara el momento

quedémonos juntos

en la noche…



Tú eres todo lo que soy,

y todo lo que fluye por mis venas…



Los ojos de Tom brillaron en la noche, su labio tembló un poco para luego sentirlo tensarse. Toqué su mejilla, tragó saliva, y suspiró pesadamente.

Él quería llorar, pero yo sabía que él detestaba hacerlo, así que solo lo abrace, acurrucándolo a mi pecho, como si él fuera un bebé, se dejó, suspirando me abrazó por la cintura y besó mi cuello, sentí sus lágrimas humedecer el pijama que tenía puesto.

—Te amo, Tom —dije y él no me respondió, se hacía el fuerte, acaricié su cabeza llena de rastas—. Saldremos bien de todo esto.

Pasó un largo tiempo, en la noche, con mi hermano en brazos, aun no dormía y sabía que él tampoco, después de calmarse alzó la vista, me miró escudriñante. 

—Mañana regresaremos a casa.

—Sí.

—¿Serás así conmigo allá?

—Claro que sí, aunque disimularemos como dices, será difícil.

—Muy difícil Bill… para mí es muy difícil esto, yo te deseo todo el tiempo, incluso ahora. —Me mordí el labio, de todas maneras debía desistir.

—Debemos ser fuertes. —Todo su cuerpo dio con el mío, puso sus manos a los lados de mi cabeza y ávidamente me separó las piernas con sus rodillas—. Tom… —jadeé—. Por favor. —Me besó el cuello sensualmente, sacándome suspiros prolongados y dándome calor—. Ahh… Tom, no. —Lo empujaba con mis manos, hasta que logré separarlo, él me miró comprensivo. 

—Está bien. —Se recostó al lado mío, respiraba agitado.

Como los chicos que somos, era difícil conciliar el sueño con esta ardiente y dolorosa erección entre las piernas, muy creciente. Le di la espalda, traté de pensar en otra cosa. Sentí a Tom dar contra mi espalda, acercándose peligrosamente a mí, no pude evitar gemir bajito.

—Ah… Tom. —Pasó sus manos por mi cintura abrazándome a él—. No…

—Shh, estamos en la noche. —Sus caricias y besos en la nuca se intensificaron, me mordí el labio cerrando los ojos fuertemente. No pude más y di la vuelta, cara a cara, su respiración agitada, sus manos por debajo del pijama, en mi trasero estimulándome.

Estábamos perdidos…

—Tom, si no nos podemos controlar aquí, allá será difícil…

—Es nuestra última noche aquí.

Y eso fue lo último que dijo. Esa noche fue especial, aunque no estábamos en casa, aunque la casa de los abuelos se hubiese quemado, aunque estemos en casa ajena, aunque mañana nos iríamos de aquí, esta noche significó el comienzo de muchas cosas. Se venía mucho. Nuestro amor sería puesto aprueba allá.

Tratando de no hacer ruido, le rodeé con mis piernas, tratando de verlo bien a través de la oscuridad de la noche, encajamos nuestros cuerpos de una manera especial, con pasión.

Puso sus manos sobre las mías a los lados de mi cabeza, las entrelazó y aplastó mientras lo sentía entrar. Abriéndose paso en mí, ahogué un grito tratando de complementarme con él en el silencio de la noche.

Una lágrima suya cayó sobre mi mejilla mientras lo hacíamos, sus ojos brillaban y sus movimientos desesperados me volvían loco. 

—Tom… ahh… —Mordí mi labio tratando de no gritar.

La situación se volvió desesperante, por más que reprimíamos todo lo que sentíamos, no pudimos… esto era más grande que nosotros. Hacer el amor nunca antes había sido tan intenso como esta noche.

Y todo había pasado en menos de un mes…

La última noche en Oberhaverbeck jamás se borraría de mi mente…

La última noche u_u veremos cómo la pasan....
Comentarios, sugerencias y críticas son bienvenidas. Gracias por leer~ 

4 comentarios:

  1. con la intriga de los otro fics, había olvidado este... rayos... y había olvidado rebelde también... vv Ok, son 5 fics tuyos que me tienen muy intrigada... ¿o son más? xD ya perdí la cuenta... el punto es que tus fics me gustan mucho *-* y siempre los espero con ansias...

    yo sé que los abuelos tuvieron algo que ver con el incendio.. aunque me extraño que no se opusieran a que los gemelos durmieran juntos...

    cuídate! besos!
    criis.

    ResponderEliminar
  2. esto cada vez se pone mejor, su amor va a travesar una de las pruebas mas grandes.

    ResponderEliminar
  3. Hallo!
    Aww u.u'
    No entiendo por que pasan cosas así :c
    Por que él abuelo hace eso!!
    Su amor no es prohibido ¬¬ y si es prohibido ellos lucharan por su amor!

    *-* Que tierna la ultima parte!
    Y awww esa canción es tan hermosa:'D

    Espero la actualización c:
    Cuídate y besos.
    Zuii

    ResponderEliminar
  4. awww me lo lei de corridito, aunque recuerdo que lo leia en slasheven creo?
    aww este fic me encanta y trae recuerdos de hace mucho si mal no recuerdo este fue uno de tus primeros fics aya por el 2009 no... omg me encanta espero que pronto lo subas todo ...

    ResponderEliminar