domingo, 18 de agosto de 2013

Rebelde - 9

Hola a todos *-* me pidieron en mi Ask actualización y lo prometí, aquí está y para los que no saben, desde este mi blog, pueden preguntar a mi Ask n_n hay una ventanita abajo~ Este capítulo se llama "Amor" *-*
Tom tenía un concepto sobre el sexo diferente al de Bill. Él creía en el amor y en la entrega por amor. Pero Bill creía en la intensidad del momento y cuanto más fuerte era todo aún mejor para él.

Con pocos solía expresarse como quería, con Tom había más libertad. Mantenían un beso apasionado mientras Bill subía y bajaba en su regazo, unido totalmente a él, Tom podía atreverse a asegurar que pronto llegaría, su miembro era envuelto tan placenteramente, todo era muy caliente y húmedo pues Bill prefirió usar algo resbaladizo para así facilitar las cosas.

Las manos de Bill estaban en la cabeza de Tom, metiendo sus dedos hasta sentir su cuero cabelludo entre sus rastas desordenadas, besaba y chupaba los labios de Tom con insistencia y se atrevía a sacar su lengua de rato en rato y gemía en sus labios.

Tom no quitaba su brazo rodeando su cintura, mientras que el otro con el yeso estaba sobre un muslo de Bill.

—Dime si te gusta… dímelo —suplicó Bill en sus labios. Tom abrió los ojos mirándolo de cerca, tan sudado, tan dominante y tierno a la vez.

—Me gusta… —fue sincero y se movió un poco causando placer en Bill.

—Sí… espera… es mejor si… —se levantó hasta que Tom salió de él y luego se recostó en la cama, Tom entendió lo que quería y fue entre sus piernas para luego besarle el cuello y entrar otra vez.

—Bill —le llamó en un susurro moviéndose sobre él—, sé que… sé que quizá me arrepienta luego…

—Shh… lo sé… lo sé… Todo será mi culpa, ¿vale? Ahh… —su cuerpo comenzaba a temblar en oleadas de intenso placer.

—¿Estás bien? —una sonrisita maliciosa se formó en sus húmedos labios y asintió contrayendo sus músculos alrededor de la erección del mayor quien gruñó— ¡grr…! —en el éxtasis de todo, miró a Bill— ¡Te amo, te amo! Te amo Bill…

Bill nunca en su vida había podido sentir ese sentimiento del cual todos hablaban, no es que nadie no lo haya amado alguna vez, simplemente él no podía sentirse amado o clasificar esa sensación de amar, ese sentimiento que ahora Tom le declaraba con palabras y sus manos acariciaban su cuerpo como sí él fuese de cristal, como alguien importante y no simplemente un objeto de satisfacción como lo era con sus otros amantes quienes buscaban solo el máximo placer y no interesándose por la persona en sí, ni en sentimientos, todo eso sería tomado como cursilerías…

Dejó a Tom hacer su parte y él se quedó absorto sobre la cama pensando y grabando esas sensaciones en su mente… Podía sentir su corazón latir intensamente no solo de placer físico, había algo emocional que empezó a inundarlo de tal manera que quería salir.

Ambas manos cayeron hacia atrás y alzó un poco más las piernas y se le formó un nudo en la garganta en cuanto sintió los delicados besos de Tom en su frente, en sus mejillas y cuello, y escuchaba más que sus jadeos, le decía que lo amaba, que lo quería, que era precioso y lo único que tenía en el mundo, lo más valioso, su familia, su todo…

No le estaba follando… le hacía el amor, algo que nunca antes le habían hecho, o él hubiera hecho… Dejó de moverse y tembló en la cama rompiendo en llanto desesperado, angustiando a Tom quien salió de él y se arrodilló en la cama con el cuerpo tembloroso y ahora con una mirada que denotaba horror… Lo había dañado, le había dolido, algo le había hecho.

—Lo siento, perdóname…

—¡Shh! —le chistó tan rápido como pudo queriendo tener el control sobre sus emociones— No digas nada… —su voz sonaba rota y no podía controlar sus temblores…

—Bill —le acarició el rostro limpiando sus lágrimas—, te ayudaré, no lo haré más.

—¡Calla! —él no sabía cómo explicar que no era el hecho físico que lo había puesto así, eran los sentimientos, el mar de sentimientos que Tom le había trasmitido. Se sintió inmerecedor de todo aquello.

—Por favor dime qué hacer… —le besaba la frente, acariciaba su cuerpo pensando que era dolor, alguna cosa, quizá se había empezado a mover muy rápido en él, se sintió culpable.

Bill suspiró hondo muchas veces calmando su ridículo llanto, como odiaba llorar en especial delante de Tom.

—¿Por qué me amas? —preguntó bajito con la voz entrecortada, limpiando sus lágrimas, intentando calmarse. Tom jadeaba lleno de emociones, tratando de explicarle aquello y hacerle sentir bien.

—Porque no tengo a nadie más que amar, solo existes tú…

—¿Y cómo es? Eso de… amor… —Tom se acomodó a su costado, suspirando, calmando su angustia mezclada con excitación, acarició a Bill, quitando sus cabellos de su frente, le besó la mejilla y luego acarició con su nariz parte de su rostro.

—Es cuando sientes que eres capaz de hacer locuras por una persona… Sientes que no importa nada más en el mundo que él… Sea como sea, le pase lo que le pase, siempre correré tras él para traerlo conmigo, porque lo amo.

Y Tom pudo entender por qué Bill había llorado pues se quebró otra vez incapaz de poder controlarse. Tom lo abrazó, parecía que había muchas heridas por sanar… Parecía encontrar la razón de su forma de ser.

Dicen que cuando uno no es capaz de sentir el amor, simplemente está condenado a no sentir y busca aquel sentimiento en sensaciones temporales. Confunde el placer con amor, las drogas con vida, los amigos con familia, la calle con refugio.

—Quiero amarte —le confesó Bill—. Igual como tú lo haces… que seas mi todo como tú dices… Quiero, no sé, dejar de sentirme vacío —volvió a llorar en los brazos de Tom, éste lo escuchaba pacientemente—. Una vez creí que no tenía corazón… no lo siento a veces, incluso creo… creo que sería capaz de cortarle la cabeza a alguien y jugar fútbol con ella… y no sentir nada. A veces tengo miedo de eso porque… siento que hay más mal en mí que bien, siento que nací así y que… que tú no eres mi hermano, que papá y mamá me recogieron quien sabe de dónde… Un bastardo…

—Eso no es verdad…

—¡Shh! Para mí lo es… —Tom le acariciaba la espalda, la cabeza de Bill reposaba en su hombro y temblaba sollozando de rato en rato— Nunca me sentí parte de ti… como ahora.

—Eres parte de mí, eres mi sangre y mi amor.

—No soy merecedor de tanto…

—Yo elijo que sea así, es mi decisión y te elijo.

El llanto de Bill duró minutos más hasta que se sintió relajado, era un estado tan placentero que no lo había sentido ni cuando le invitaron cocaína. Podía respirar aliviado y podía sentir que confiaba en alguien.

—Jijiji —rió nervioso ahora recostado en la cama suspirando cada que podía, Tom lo observaba y es que pocas veces había visto su rostro lloroso, sus ojos algo hinchados y rojos se veían atractivos para él, como alguien a quien cuidar, a quien llenarle de muchos besos, luego pensó que quizás todo eso había detonado esas emociones reprimidas en Bill—, quiero continuar lo que empezamos —Tom se sonrojó, toda su erección se había ido por la preocupación, y se angustió un poco creyendo que ya no podría más… Pero eso no quería decírselo a Bill, su niño experto— Hmm… —Bill podía adivinar sus pensamientos— ¿Aún quieres? —el vientre de Tom dolió… Bill parecía amable y dispuesto, Tom dudaba poder.

—Creo que… —se mordió el labio y vio como Bill se removía en la cama, dándose la vuelta se expuso a él arrodillándose en la cama y abriendo las piernas, y claro que su cuerpo respondió en segundos— creo que sí…

Bill rió excitado y sintió todas esas caricias delicadas sobre su espalda y los labios de Tom cerca de su oído, sonrió y cerró los ojos gimiendo, dejándole a Tom hacerle el amor.

Fue ahí donde consideró aquella experiencia como su primera vez y cuando terminaron, Tom le pidió que sea más que su hermano, hicieron un pacto ahí en la cama, uno que juraron que sería para toda la vida.

El corazón de Bill nunca había latido tanto como aquella noche. Fue cuando supo que existía aquel sentimiento desconocido para él, el amor.

***

El amor puede mucho.

Había pasado un mes desde aquella confesión de sentimientos y al parecer había en casa un nuevo Bill, aunque tenía sus arranques de carácter y rebeldía, estaba en casa porque Tom estaba ahí.

Dejó la escuela pues muchos problemas le había traído, el director le había invitado a salirse voluntariamente antes de levantar una investigación sobre venta de droga en la escuela que podía perjudicarlo, y él tenía mucho que ver en ello.

Pero Tom no se quedó de brazos cruzados, tomó la tutoría de Bill y compró libros, sería su maestro, le enseñaría en casa y así se nivelaría y podría volver a otra escuela.

Ya no tenía el fastidioso yeso en el brazo, ahora podía moverse más y había dejado de trabajar en la cafetería, ahora trabajaba junto con Bill en un supermercado por turnos. Había un poco más de ingreso en la casa, estaba ahorrando para entrar pronto a la universidad, quería estudiar Leyes.

Su vida él la denominaba Luna de Miel, era tan placentero llegar a casa o salir con Bill, a éste le gustaba llevar a Tom a lugares desconocidos o lejanos y hacer locuras como una vez en la que casi terminaron haciendo el amor en los asientos de un cine. Tom le suplicaba que no, pero Bill necesitaba de la adrenalina para sentirse bien y luego que un policía les llamase la atención fueron a un baño público y ahí lo hicieron. A Tom le había parecido un hecho tan bajo que recriminó a Bill todo el camino de regreso a casa, pero para éste había sido emocionante, más el hecho de que la puerta del baño no haya estado muy cerrada y alguien podía haber entrado.

Y estaba aquella vez en la que Bill emborrachó a Tom en la casa tanto que le hizo el amor. Fue una experiencia única para Bill el haber sido capaz de haberlo hecho de esa manera con Tom, casi contra su voluntad. Al día siguiente, cuando Tom sintió un ardor extraño en su parte trasera, fue conciente de lo ocurrido la noche anterior. A Bill le pareció chistoso y una experiencia que pensaba repetir cuando Tom esté sobrio, pero para Tom fue una falta total de respeto y le dejó de hablar todo ese día libre que se la pasó en cama.

Le gustaba llenar su vida de recuerdos y a Bill de experiencias inolvidables.

Estaban estudiando en la tarde, a Bill le aburría en sobremanera las clases teóricas, necesitaba de acción, quizá si viera una película sobre esos temas podría aprenderlo más rápido, pero Tom había podido manejarlo, lo conocía más y sobre todo lo amaba.

—Es una mierda, más mierda y más mierda… ¿Acaso en la calle alguien te va a preguntar para qué eran las pirámides de Egipto?

—Es cultura general, Bill, esto todos deben de saber, el que no sabes es estúpido y hasta retrasado mental, además he conseguido una película que podemos ver hoy… —le sonrió y Bill bufó fastidiado.

—Tengo una idea mejor… —canturreó— Quiero hacerlo en el sofá de la sala, ahora… sé que quieres —Tom quería, pero habían prioridades.

—Primero la cultura egipcia, luego el sillón… —Esa era las condiciones que ponía cada día.

Luego de casi una hora de repetirle conceptos, antes de ir a cualquier lado, Tom le tomaba una prueba con la que veía su rendimiento. Se la dio y vigiló que no plagiara, pero Bill era muy astuto, algunos conceptos no sabía pues memorizar nombres de faraones era tan tedioso para él.

—Quiero un vaso de agua… por favor —pidió con cara de cordero agonizante, lo cual Tom no creyó.

—Primero tu examen…

—Bah… —pero luego de minutos, llamó con un silbido a Scoty, su perrito que ahora estaba muy juguetón y se lanzó sobre Tom quien rió jugando un poco, siendo lamido y ladrado. Bill aprovechó para terminar su examen copiando de los libros, y así, mientras plagiaba, con la adrenalina de hacer algo prohibido, los conocimientos llegaban a grabarse rápidamente en su mente— ¡Terminé carajo! —gritó emocionado— ¡Ahora vamos al sillón!

Tom no se negó, eso era parte de las recompensas.

Los días parecían especiales y daban ganas de vivirlos hasta que un día Tom entró a la universidad, ya no podía enseñarle más y tenía dinero suficiente como para mandar a Bill a estudiar en alguna preparatoria. Bill estaba por cumplir diecisiete años y Tom veinte.

Para Tom las cosas habían mejorado mucho, estaba empezando a sentirse realizado y estable, y sobre todo veía una mejora grande en Bill. Pero el pelinegro comenzó a preocuparse pues sabía que si Tom entrase de lleno en la universidad lo dejaría solo, y si lo dejaba solo… Él no tenía la total seguridad que podría estar bien.

Aquella tarde Tom alistaba una pequeña mochila, tenía trabajo en grupo, una investigación importante y pasaría la noche en casa de su compañero David.

—Regresaré mañana por la tarde… Esto es importante, sabes que soy becado, debo tener siempre notas altas si quiero seguir siéndolo y David es becado también, tenemos las mismas metas.

Bill había dejado de hablarle esa mañana que le dijo que le dejaría y justo era sábado, día libre en la que había hecho planes mentales de ir a pescar a un lugar lejano y regresar domingo por la noche. Tom lamentaba tener que irse, David no podía ir a su casa puesto que cuidaba de su abuelo en casa y Tom no podía llevar a Bill y así él estuviera en casa con ese trabajo tan importante que tenía no podría prestarle la atención debida.

—Bill, por favor… —pidió acercándosele lentamente. Estaba parado en el lumbral de su puerta— Regresaré… las horas se irán volando…

—Siempre será así, seré siempre segundo, el que está en casa esperándote… el que no estudia bien, el que tiene malas notas… Y tú, el abogado… —Tom suspiró.

Habían discutido sobre eso algunas veces, Lo que Tom hacía era por Bill, para ser el que sustente la casa.

—Siempre eres el primero para mí, estudio esto por ti…

—Ya vete, ya entendí… —se dio la vuelta y caminó, no quería dramatismos.

—Bill… —pero no se detuvo, y pasados unos diez minutos Tom salió de casa.

Fue cuando Bill sintió regresar a su cuerpo esa sensación de vacío, como si un calor agradable se hubiese ido, como si su estabilidad y motivo de vida se hubiera desaparecido.

Angustia y desesperación. Soledad y ansiedad. Sentimientos que ya conocía y sabía como hacerles frente. Sus manos sudaban y entonces, armándose de valor salió de casa…

No le fue difícil encontrarse con amigos, distraerse un poco era justo lo que necesitaba. Hace casi un año que no probaba un porro o se intoxicaba con alguna cosa. Pero ese sábado lo sintió prudente.

Él no recuerda cómo terminó en el suelo casi convulsionando y como así el tiempo se pasó como si los minutos fueran segundos… Había descubierto la manera de correr el tiempo, entonces vería a Tom.

Aquel domingo entró a casa muy de noche, no pensó que le tardaría mucho regresar. Arrastraba los pies y caminaba todo desalineado, algunas partes de su cuerpo le dolían, sabía que debía descansar mucho, quizá faltaría a la escuela al día siguiente.

Al cruzar el lumbral de la puerta, la lámpara de la sala se encendió con Tom sentado en un sillón, totalmente serio y molesto.

—¿Qué pasó? —le dijo serio— ¿Te has visto en un espejo? No puedo creer que hayas vuelto a caer así… tan bajo, ese no es el Bill que conozco —Bill abrió la boca para decir algo… pero no salió nada, se sintió escoria, sintió que perdía a Tom.

—No quiero sermones, lo sabes —esquivó su miraba y Tom se levantó del sofá.

—Regreso de estudiar como a las cuatro, solo por ti, para verte y salir, para hacer lo que te gusta, llené el auto de combustible para manejar horas sin rumbo y estacionarlo en cualquier lado que te de la gana y hacer el amor hasta el lunes, compré una pizza que ahora está fría… Y mira, llegas a las tres de la mañana y drogado, ¿así me pagas?

—¡Te dije no más sermones!

—¡Y quién eres tú para pedirme eso! ¡¿Ah?!

—¡Era tu todo! ¡Tú me lo dijiste!

—Eres mi todo —suavizó su tono, pero Bill lucía furioso.

Sin decir más se fue a su cuarto.

Tom sentía que lo amaba, no lo dejaría, así que al día siguiente faltó a la universidad teniendo clases importantes. Fue a la habitación de Bill y llamó a la puerta. Entró y se recostó junto a Bill quien tampoco iría a la escuela pues aún tenía la droga en el cuerpo, se había duchado y todo el cuerpo le dolía e incomodaba, quería estar adormecido y no pensar.

—Bill —le susurró cerca de su oído estando pegado a su espalda rodándole la cintura—, lamento haberte gritado… por favor prométeme que no lo harás otra vez… Dilo —escuchó a Bill suspirar y no se atrevió a girar para que lo le viera a la cara directamente.

—No lo haré… no quiero defraudarte —era sincero, Tom le daba pequeños besos en sus hombros desnudos—, no quiero defraudarte.

Lo repitió dos veces como para creérselo él mismo y así hacerse caso.

—Te amo Bill, mucho, tanto como… como para centrarme todo este día en ti con la preocupación de perder mi beca, pero como tú dices, un poco de locura no hará mal… arriesgar es divertido —Bill rió despacio, qué cosas le había enseñado a su hermano y aún así le decía que le amaba, aquello otra vez le llenó de emoción.

—¿Me amas? —Tom asintió abrazándolo con fuerza.

—Sí… No vuelvas a irte así otra vez. Conmigo tendrás todo, nada te faltará…

Bill quería creerle, con todas sus fuerzas quería hacerlo, pero muy en el fondo sabía que quizá no podía… Él sabía que saldría otra vez si Tom se iría de su lado…

Bill un tanto desequilibrado... veremos qué más pasará.
Comentarios, sugerencias y críticas son bienvenidas. Gracias por leer *-*

4 comentarios:

  1. Pink... no sé, este capítulo fue tan... no sé, no tengo palabras, tiene de TODO y la frase:

    "Dicen que cuando uno no es capaz de sentir el amor, simplemente está condenado a no sentir y busca aquel sentimiento en sensaciones temporales. Confunde el placer con amor, las drogas con vida, los amigos con familia, la calle con refugio."

    Quede enamorada de esa frase por que es tan cierta, este capítulo siento que es de los mas importantes -aunque no sepa que siga- o al menos yo lo veo así por ahorita, gracias por publicar :D

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  2. Hallo!
    Buueno por fin Tom le dijo lo que siente a Bill :''3
    Pero como es un Bill todo ñlkjhgfdsa¬¬ No puede entender u.u'
    Espero él entienda que es lo que tiene que hacer! y que aprenda amar a Tom!

    Awww Tom es tan hermoso *o*! estudia para Bill... Y él se lo paga de esa manera ¬¬'
    Espero que Bill entienda que NOOOOOOOOOOOOO!! que ya no tiene que hacer eso D: las drogas no sirven de nada ¬¬ ash! estúpido Bill -.- me caes mal ¬¬

    Ammmm no se si solo es mi imaginación Pero en esta parte:
    -… como para centrarme todo este día en ti con la preocupación de perder mi beca, pero como tú dices, un poco de locura no hará mal… arriesgar es divertido —Bill rió despacio, qué cosas le había enseñado a su hermano y aún así le decía que le amaba.
    No se :s me hace pensar que Tom en verdad se puede olvidar de todo y arruine su Vida y se haga como Bill DD: Espero solo sea mi loca imaginación :S!

    Me gusta:33 espero poder entender a Bill-.- con los otros capítulos.
    Cuídate y besos.
    Zuii.

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  3. :/ ...Bill, tiene un problema... y yo que pensaba que el chico estaba bien... pero, ¿qué le pasa en sí?, ¿es miedo a perder a Tom acaso?... ¿inseguridad?... ¿desconfianza?... :/ quiero entenderlo....

    Al igual que sayikelaniz483, me gusto mucho esta parte: "Dicen que cuando uno no es capaz de sentir el amor, simplemente está condenado a no sentir y busca aquel sentimiento en sensaciones temporales. Confunde el placer con amor, las drogas con vida, los amigos con familia, la calle con refugio".

    espero Bill cumpla su palabra... no quiero que regrese a esa vida perdida :/

    cuídate! besos!
    Criis.

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  4. Ay Thomas!!! Eres la única familia que tiene y tmb su único AMOR pero no puedes PERDER todo lo que has logrado (mejorar sustancialmente la vida de ambos ) SOLO POR QUE ÉL SE SIENTA SOLO Y VACIO :c Eres muy PERMISIVO, SENSIBLE, TEMEROSO y él lo sabe y se aprovechó siempre de eso ( por que será que me identifico un poco con esto) No te PIERDAS por hacer sus caprichos, NO TE CONFUNDA! Please! :c
    Gracias por actualizar bonita!! Te quierooo ♥

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