Una esperanza - 12

Hola a todos~ Espero les guste este capítulo, no sé por qué pero es mi favorito n_n aunque este fic ya está bastante adelantado :3 espero no tardar en publicar. Gracias por sus bellos comentarios, los respondo todos *o* y me animan a seguir. ¡Disfruten!

Harry le mostraba su extenso ropero de muchas prendas hermosas a su vista, muchas de ellas muy caras y de marcas exclusivas.

—¿Camisa con corazones? —Louis puso una mueca de disgusto total al ver la camisa azul oscura con corazones blancos por todas partes.

—La amo, es una de mis favoritas, tengo una en manga larga y otra en corta, ¿cuál de las dos me pongo? —preguntó entusiasmado. 

—¡Ninguna! Si quieres parecer un hombre de verdad deberás deshacerte de estas cosas —dijo tomando varias camisas con corazones, bolitas y avecitas dibujadas en todas partes. Las tomó y tiró al suelo, Harry se indignó un poco y comenzó a recogerlas—. Hey, si quieres mi ayuda deberás aceptar los cambios, nada de esas camisas maricas.

—Me costaron tanto, todas ellas son hermosas.

—No, no lo son —siguió buscando—. Deberías tener poleras simples, de hombre.

—Aquí está la sección poleras —dijo avanzando más en su cuarto ropero.

—Estampados maricas, no; caritas felices menos —decía serio, botando al suelo varias camisetas—. ¡Floreadas menos! —Harry rió un poco recogiendo a su paso toda la ropa que Louis tiraba al suelo—. Debe haber una camisa que no tenga nada de esas cosas…

—¿Puede ser a cuadritos? —Louis lo pensó y asintió.

—Sí, a cuadros no se ve tan gay. —Harry torció la boca.

—Mejor una sin nada.

—¿Tienes camisas sin nada?

—Sí, de las más aburridas. —Le mostró unas en colores grises y Louis tomó una azul marino sin nada de detalles y se la pasó.

—Ahora un bividí blanco adentro con unos vaqueros te sentaría bien.

—Vaqueros, tengo muchos —se los mostró y Louis torció la boca.

—Nunca uses nada demasiado apretado, estos son para mujer, no, no —iba desechando varios de ellos—. Este está pasable. —Harry lo vio, era uno simple que su mamá le había comprado alguna vez y nunca lo había usado porque no tenía detalles lindos—. Hasta tiene la etiqueta de nuevo, vaya. —dijo arrancándosela—. Ahora solo faltan unos buenos zapatos, la correa y listo.

—El peinado… —dijo pensando que jamás saldría sin antes tener sus rulos bien acomodados. Louis rió ante eso.

—Si pudiera te volaría todos esos ricitos de oro que tienen en la cabeza.

—¡No! —llevó ambas manos hacia sus cabellos, acariciándolos.

—Pero como sé lo gay que eres, no lo haré. Ahora vístete que se nos hará tarde.

Louis se sentó en su cama esperando por Harry, quien dentro de su grande ropero que era como una pequeña habitación, terminaba de ponerse lo que Louis había seleccionado para él. De no ser por Louis él se hubiera puesto su camisa de corazones y unos pantalones entubados a la cadera, pero ahora se sentía como todo un jovencito bastante común, con los pantalones holgados y simples, la camisa azul de manga larga que no era entallada ni nada especial y así salió, mostrando su disgusto ante un emocionado Louis quien aplaudió ante lo que vio.

—¡Bien! —se le acercó al ver que se había abotonado la camisa hasta el último botón del cuello—. Pero antes, solo una cosa… —desabrochó su camisa hasta el pecho y se la abrió y cuando alzó la vista se puso serio al ver a Harry sonrojado por su atrevimiento—. Lo siento, pero así se ve mucho mejor.

Harry se acercó a su espejo grande que tenía al lado de su escritorio donde estaban sus cremas, perfumes y laca para el cabello. Se veía bastante extraño, muy simple.

—Luzco como… como un pandillero —dijo decepcionado.

—No, luces como debes lucir. —dijo Louis viendo como Harry tomaba su laca para echarse en el cabello—. ¡No! —casi corrió y se la quitó—. Qué asco, nada de esas mariconadas. —Tomó su cabello con ambas manos y se lo revolvió provocando que Harry gritara en el proceso—. Deberías cortártelo un poco.

—¡No! Qué haces, suelta mi cabello… —Louis lo soltó y Harry se vio en el espejo, se asustó de su imagen, era horrenda, sus ricitos se habían deshecho y parecía… parecía un ridículo payaso de terror—. Jamás saldré así de casa.

—Saldrás, así pareces un adolescente despreocupado, libre en la vida. Fresco.

—Pues no quiero lucir fresco, quiero lucir sofisticado.

—Las mujeres no se acercan a los chicos sofisticados, así las ahuyentarás, además si se enteran que eres gay te repudiarán.

—¿Mujeres? —Harry lo miró un poco intimidado.

—Claro, ¿qué creías? Para volverte hombre debo presentarte mujeres, ellas se encargarán de usar su magia. 

—Pero luzco horrendo.

—Ni tanto —dijo con su típica sonrisa—. Luces como debe ser. Ahora vamos.

—Pero… —seguía viéndose en el espejo.

—¡Vamos, he dicho!

—No…

—Vamos —Lo tomó del brazo y lo sacó de su habitación.

Harry estaba un poco asustado, se sentía muy feo y desarreglado, pero Louis parecía estar confiado. Así que suspiró muchas veces tratando de relajarse.

—¡Ma, ya vengo! —gritó nervioso en el pasillo y bajó las escaleras.

Por un momento sonrió de la satisfacción al ver que combinaba con Louis, éste tenía puesta una casaca abierta de jean color negro despintada, unos jeans simples y una polera blanca sin estampado, casi como él.

Caminaban hacia la estación del tren. Louis tenía las manos en sus bolsillos, ahora Harry sabía por qué los pantalones no debían ser tan ajustados pues con los anteriores que tenía ni podía meter las manos en los bolsillos.

Louis lo vio de reojo y se detuvo.

—Tendrás que aprender a caminar como un hombre —dijo y comenzó a caminar para mostrarle—. Tus piernas más abiertas.

—Pareceré mono.

—No importa, mejor mono que gay. —Harry rió tratando de imitar esa forma de caminar, fresca, despreocupada.

Una chica caminó por su lado y Louis la siguió con su mirada, especialmente puesta en su trasero y vio a Harry algo incómodo.

—Hey, debes mirarle el trasero.

—No —dijo indignado, con una mueca de asco—. Además estaba vieja. —Louis rió ante eso. 

—Haz lo que te digo, mírale el trasero a cada mujer. —Pasó una señora de casi cincuenta años y Harry le miró el trasero ocasionando que Louis se palmera el rostro—. ¡No a cualquiera! 

—Esa sí estaba fea.

—Te falta aprender mucho, creo que no bastará una sola clase. 

Subieron al tren y Harry tuvo el presentimiento de que Louis lo llevaría a un lugar donde encontrarían a Liam y Niall, eso logró ponerlo nervioso y mirando a Louis le jaló de la chaqueta para que lo viera a los ojos.

—¿Liam y Niall estarán?

—¡No! —respondió inmediato sabiendo que jamás de los jamases llevaría a Harry donde sus mejores amigos, sería para que lo excluyan e hicieran daño a Harry. 

—¿Entonces?

—Ya verás —dijo con una sonrisa. Tenía planeado llevarle a un lugar que solía frecuentar muchas veces solo, sin amigos y era exclusivamente para buscar alguna cita… Aunque previamente había citado a su amiga especial para que llevara a sus amigas y pasar un rato agradable. 

Para Harry saber que ni Liam ni Niall estarían fue de mucho alivio. 

Louis terminaba de darle consejos y Harry fruncía el ceño ante alguno de ellos.

—… no olvides siempre demostrarle tus ganas, que ellas sepan que quieren con ellas y verás cómo alguna cae.

—No haré algo así —dijo con desagrado.

—Lo harás y cuando eso pase, cuando alguna de ellas te mire con deseo, entonces tú tomarás su mano viendo si es de dejarse tocar, si te lo permite, no dudes en besarla y si la cosa se pone más caliente, toma uno de sus pechos y pellízcales el pezón, eso las excita y...

—¡Louis! —reclamó con un poco de asco.

—Dijiste que seguirías mis indicaciones, seguí cada puta indicación tuya en matemáticas.

—Pero esto es diferente, no abusaré de una mujer.

—Vamos, tener este tipo de experiencias te ayudará, cree en mí. —Harry lo miró resignado y suspiró aburrido.

—Me acercaré a ellas y les hablaré, si alguna quiere algo conmigo, entonces… entonces… —calló no sabiendo qué más hacer, tenía miedo de que alguna chica se le acercara demasiado, cuando lo imaginaba solo quería escapar, pero tampoco quería desilusionar a Louis—. Entonces la besaré, eso nada más.

—Si ella quiere algo más, ¿qué harás? —Harry se quedó pensando y llegó a la conclusión que no habría mujer así, al menos que sea decente o de su edad.

—No pasará.

—Claro que puede pasar.

—Ellas no son objetos, no andan dispuestas a tener sexo todo el tiempo. —Louis rió.

—No sabes de mujeres, muchas son tan perras como nosotros. —Eso logró incomodar a Harry pero prefirió callar. Podía adivinar que Louis había estado con tantas de ellas…

Al momento de bajar, Luis lo condujo a un pasillo en medio de dos edificios y llegaron a la puerta trasera de lo que parecía un lugar clandestino.

—No olvides ninguna de mis indicaciones —le giño Louis un ojo y entraron a ese lugar.

Había bebidas, mujeres, muchas de ellas de edades cortas, adolescentes en pequeños grupos, algunos bailando, otras conversando en grupos. Con jeans ajustados y algunos con shorts muy lindos.

Una chica de cabello largo y castaño pareció emocionarse y se levantó de un sofá para acercarse a Louis y abrazarlo.

—¡Llegaste! 

—Hola —Louis parecía emocionado y luego ella miró a Harry quien estaba con una tímida sonrisa.

—No me digas que es él…

—Sí, es mi amigo Harry —dijo presentándoselo y ella sonrió emocionada.

—Soy Eleanor —dijo con una grande sonrisa—, amiga de trabajo de Louis y él me habló de ti. —Harry sonrió emocionado más porque Louis había hablado de él—. Vine con mis amigas. —Miró a los dos chicos con emoción y complicidad—. Vamos para presentártelas. 

Harry no tenía idea de qué era lo que Louis le había dicho a ella sobre él, pero suspiró y se armó de valor para seguirla y se acercaron a un sofá lleno de jovencitas todas lindas. Harry pudo ver la enorme sonrisa de satisfacción de Louis.

—Esta será tu noche, Harry —dijo en un susurro—. Tienes cinco opciones para escoger. 

Qué difícil lo vio Harry, por más bellas que eran todas, él no podía dejar de pensar en Louis.

¿Qué les pareció? n_n de seguro les gustará el capítulo 13 que no tardará. ¿Comentarios? *.*~