martes, 1 de julio de 2014

Minino~ 37

Hola a todos *-* después de tanto tiempo, al fin tengo capítulo de este fic que me gusta mucho. Debo agradecer los muchos regalitos que me han ido dando con este fic, los aprecio tanto, son hermosos y valiosos para mí *-* así que aquí los pondré, gracias a Dafne, Javiera, An Yii y Reynita  por hacerme llegar tan bellos presentes<3
Este capítulo se llama "El número cuatro" y está dedicado a Sweet Heart, mi gorrión que decidió irse... 





El cuerpo de Bill temblaba como si estuviera yendo al matadero a morir. 

Hacía horas había deseado con tanta fuerza acabar con su vida y si no fuera por la diosa Basted quien se le presentó y detuvo sus intenciones, ya no estaría en este mundo.

Se tambaleaba en la escalera, subiendo sin la posibilidad de escapar. Giró su cabeza para buscar a Misha, ésta bailaba con Jared y se miraron con angustia, Jared también lo miró pero con mucho celo que le mostró los colmillos gruñendo sin hacer algún sonido y vio cómo su cola se esponjaba. Bill llevó sus orejas gatunas hacia atrás. Incluso Casimir escapó de sus brazos porque notaba su nerviosismo.

Ya en el pasillo, Furst tomó una de sus manos y lo jaló para la habitación principal.

—Entra —ordenó abriéndole la puerta y luego le palmeó el trasero para que terminara de entrar.

Bill entró y se sintió enfermo. El vientre le dolía mucho y no podía contener sus temblores. 

Furst se aflojó el nudo de la corbata y le indicó a Bill ir hacia su cama.

—Puedes ponerte cómodo, hoy haremos algo importante. Serás mío. —Bill se encogió de hombros y se sentó en la cama, metiendo una mano en el bolsillo y tomando la pastilla que Misha le había dado.

—No me emociona —dijo serio y Furst rió un poco.

—Vaya, sé que ya antes tu fallecido Tom te ha tocado, incluso Jared, pero conmigo será distinto.

Se le acercó abriéndose la camisa y Bill cerró los ojos por un momento, no quería verlo, lo detestaba demasiado. 

Furst se fue hacia su minibar, puso algo de música y le preparó un trago especial que sabía que en minutos lo pondría excitado y pediría a gritos ser penetrado. 

Bill suspiraba hondo para calmar sus nervios y miedos. “Nada malo pasará, nada malo, no me dejaré, lo morderé en caso no funcione lo de la pastilla, no me tocará simplemente”, se decía para calmarse.

—Bebe esto —le pasó una copa y Bill la tomó en sus manos.

—Quisiera… quisiera ir al baño —dijo nervioso—. A prepararme, ya sabe… —dijo sonrojándose—. No quiero que me mire así —dijo indicándole con su mirada su extravagante vestimenta. —Furst sonrió satisfecho.

—¿Te quitarás todo eso?

—Sí, los colores no combinan… —Furst rió ante su comentario.

—Está bien, el baño está aquí. —Le indicó y Bill casi corrió y se metió en él.

Cerró la puerta rápido y se apoyó en ésta, respirando agitado. —Joder, debo hacerlo… —dijo en un susurro y con manos temblorosas comenzó a quitarse la ropa de a pocos. Quedó casi desnudo, solo con su ropa interior y aun su colita tenía el ridículo lazo rosa que no quitó. Y luego salió caminando despacio y poniéndose frente a Furst quien estaba recostado en la cama y al verlo así quiso tomarlo para hacerlo suyo, pero apenas Bill lo detuvo con una mano y temblando le dijo: —Le haré un baile… —Furst sonrió emocionado, Bill había resultado toda una sorpresa y aceptó que le bailara.

Puso una música sensual y Bill comenzó a moverse pero de una manera ridícula, alzando sus brazos como un ave y agitándolas y luego imitó a un mono que daba vueltas por la habitación. Furst rió a carcajadas. 

—Ven aquí y deja de bailar.

—No hasta que usted diga que le gusta… ¡ua, ua! —Agradecía a su madre Simone le haya permitido ver televisión e imitó a Chita de Tarzán. Hasta que se percató que Furst comenzó a ofuscarse, entonces Bill se acercó hacia el mostrador donde estaba su trago y puso la pastilla con disimulo. “Por favor diosa Basted, por favor”, exclamó en su mente y tomó la copa para acercársela a Furst.

—Hum… —al fin lo miraba con deseo otra vez al ver que se acercaba.

—Beba, mi amo —dijo sugestivamente y Furst sonrió malicioso.

—Esa es una copa para ti, Macky, bébela tú.

—No, yo bebí demasiado… me siento mareado, no podré.

—Pasemos del trago entonces, ven conmigo.

—Tómela por favor —suplicó delatándose y Furst frunció el ceño, él no era ningún tonto.

—No lo haré, deja esa copa y ven aquí —dijo serio, desabrochándose sus pantalones y sacando su miembro endurecido.

Bill tembló aún más que vio en líquido de la copa querer derramarse por sus temblores y enfocó su vista en ella, la pastilla en el fondo se había disuelto totalmente.

O era Furst o él… pero él no permitiría que nada malo pasara, así que se bebió la copa tan rápido como pudo.

—¿Macky? —dijo Furst al verlo tambalear en sus piernas desnudas y delgadas, luego, su colita dejó de estar en el aire y cayó al suelo, dormido—. ¡Macky! —gritó enfurecido y lo levantó en brazos para recostarlo en la cama, salir de ella y abrocharse bien los pantalones para salir de la habitación en busca de un médico.

La noche se había arruinado. 

Bill se sumergía en su sueño, en ese mundo casi fantasioso de muchos misterios, en el bosque de los sueños.

Sobrevolaba el cielo color naranja y sentía que no podía pisar tierra. Sus extremidades se sentían como adormecidas y casi ni podía abrir bien los ojos, los tenía achinados y se dejaba llevar por el viento cada vez más frío. “Creo que otra vez muero…” pensó con desesperanza, “¿veré a la diosa?”, eso en cierta forma lo llenó de expectativas y decidió moverse en el aire hasta que poco a poco cayó al suelo.

Conocía ese sendero de mucha nebrina y árboles azules, casi sin hojas… el lugar llamado La muerte. Y cuando logró ponerse en pie, avanzado hacia el acantilado, pero a diferencia de la otra vez, no quería morir, esperaba que la sustancia que había tomado solo se disipara en su cuerpo.

Ese mismo día había intentado matarse tomando varias pastillas, pero algo había hecho la diosa Basted que lo trajo a la vida y el médico que lo vio le obligó a vomitar y le dio a tomar mucha agua. En toda la fiesta había sentido algunos estragos como sus manos adormecidas, pero luego de eso se había recuperado. El médico, sin duda, estaba sorprendido del organismo de los hombres gatos, ellos eran muy diferentes en funcionamiento a los humanos. 

Bill se sentó en el borde del acantilado, viendo el mar en diferentes tonalidades y tratando de distinguir el horizonte… había vida allá, estaban todos los descendientes de Basted, todo su linaje, su raza, pero ellos estaban separados por aparecer en otra época. De solo pensar que Furst traería más a la vida se le erizaba la cola, traería más para ser esclavos, para ser sometidos al ser humano y eso él no lo permitiría.

—¿Se aburrirá de mí? —se preguntó a sí mismo y luego la cola se le erizó por un pensamiento—. ¿Y si está abusándome? —Se asustó y trató de ponerse en pie, quería despertar, pero a lo lejos vio a la diosa Basted, acercarse, caminando erguida, con su cabeza de gato y atuendo egipcio—. Santo cielo… —se emocionó pues para él ella era una diosa. 

Su cola se alzó y la esperó hasta que ella estuvo a su frente y lo abrazó como a una madre.

—Bill —dijo ella emocionada.

—Diosa Basted… —cerró los ojos inspirando el aroma agradable que ella desprendía—. No sé si muero, tuve que escapar, Furst iba a… a… a hacerme cosas muy malas, debía escapar —dijo con la voz entrecortada.

—Hiciste bien, estás seguro.

—Pero tengo miedo, yo tomé algo y si ese algo hace efecto, matará mi cuerpo… —La diosa Basted rió ante eso.

—Qué poco sabes, mientras duermes no puedes morir, solo mientras estás despierto y consciente.

—Pero si me cortan…

—No, si eso pasara, entonces despertarías y morirías, pero mientras no despiertes, allá estará tu cuerpo en equilibrio.

Había tantas cosas que Bill no sabía de su raza y al fin, alzó la cola, animándose. 

—No sé por cuánto tiempo esté aquí —dijo apenado, con las orejas hacia abajo—. Creo que esperaré a Misha o a Jared para que me informen qué están haciéndole a mi cuerpo.

—Es lo mejor. Yo regresaré allá —señaló el horizonte, la ciudadela al otro lado del ancho mar.

—¿Volverá?

—Claro, vendré a vigilar esta zona, a visitar en secreto a los cuatro —dijo con una sonrisa en su gatuna boca.

—Por ahora somos solo tres, mi diosa.

—No —dijo con una sonrisa—. Ya comprobé que son cuatro. 

Bill abrió la boca sorprendido y dejó a la diosa deslizarse por el viento y volar hacia el cielo naranja, iría hacia el horizonte y él se quedó un poco conmocionado con la nueva noticia. 

No podía negar que pensaba que la diosa se había equivocado, él sabía que era imposible que existan cuatro salvo que Furst haya creado ya otro ser y eso le hizo entristecer, si en verdad eran cuatro, de seguro el cuarto sería un bebé que nació en extrañas circunstancias, un híbrido, un embrión implantado en un humano, uno más en la lista, un condenado a sufrir. Eso lo llenó de desesperanza pero a la vez de mucha compasión, mejor y buscarlo, mejor advertirle lo que pasaría y evitarse un sufrimiento más.

La sensación de morir aún no se iba de su cuerpo, pero pese a eso, decidió regresar a la zona habitable, adentrarse al bosque y caminar por un largo tramo hasta poder encontrar su casita celeste.

Sintió frío y se apresuró pues sabía que quizá sentía frío porque algo estaba pasando con su cuerpo allá, mientras dormía. Temía que algo malo estuviera pasando con su cuerpo, pero a la vez, quiso confiar en que Misha y Jared harían algo.

*

Furst estaba tan molesto que gritaba a todos en la mansión.

—¿Cómo pasó esto? —decía en la habitación cuando uno de los médicos atendía a Bill.

Misha y Jared permanecían cerca de la puerta, con las manos juntas, las orejas y cola decaídos, en señal de arrepentimiento.

—No sé cómo estabilizarlo, es decir, con dos sobredosis este chico ya debió estar muerto, su cuerpo es distinto al del ser humano —dijo rendido el médico—. Si al menos habría una guía.

—Maldita sea, la guía está muerta —dijo refiriéndose al científico Lucas, el único quien había aprendido a entender a los hombres gatos y Furst lo había matado—. Será mejor que aprendan cómo curarlos, para eso les pago. —Volteó a ver a Misha y a Jared—. El médico mencionó que es la segunda vez que Macky hace esto, ¿qué significa? 

Misha alzó la vista y lo encaró. —Significa que lo estás matando.

—¡Ustedes no me dicen lo que está pasando! ¡Termino siendo el último en enterarme! ¡Peter! —Su mano derecha acudió rápido y nervioso—. Exijo explicaciones.

—Macky intentó matarse antes de la fiesta y me aseguré que entendiera que no lo hiciera más.

—Señor, eso demuestra un fuerte deterioro mental —dijo el médico, hincándole en la vena una ajuga para ponerle un suero y así ayudar a desintoxicarlo luego de haberle provocado el vómito con una sonda. A pesar de todo, el pulso parecía estar solo un poco bajo—. Este hombre gato debe estar muy depresivo.

—¿Alguien que quiere matarse a cada rato puede ser obligado a tener sexo? —preguntó Misha, mirando a Furst quien estaba más que airado.

—Absolutamente no, eso sería contraproducente. Señor, no creí que usted estaba queriendo obligar a…

—¡Cállese! —gritó Furst—. ¡Largo todos, todos fuera de la habitación! ¡No quiero a nadie cerca de Macky!

Misha, Jared, el médico, Peter y algunos de la servidumbre, salieron rápido de ahí y Furst les cerró la puerta. Quien no pudo quedarse tranquila fue Misha y con su desesperación comenzó a golpear la puerta.

—¡Si lo tocas morirá! ¿Entiendes? ¡Ni se te ocurra, Furst, lo matarás, ya oíste al médico!

Sin duda el más asombrado de todos sería el médico, jamás había pensado que Furst se satisfacía sexualmente de sus hombres gatos, eso le hizo pensar que se estaba prestando para uno de los experimentos más viles de la historia, no sería traer a la vida a nuevas especies, sería traer a la vida a esclavos.

Furst se sentó al lado de su cama, viendo a Bill semi desnudo, con el suero en su vena, durmiendo. Y en su mente perversa sintió celos, porque sabía que estaba soñando esas cosas extrañas que Lucas, el científico, le decía.

*

—Ellos sueñan con un mundo, señor Furst, un mundo definido, un bosque, unas casas personalizadas, un lago con elementos que no existen en nuestro mundo, especies de flora y fauna muy particular y fenómenos naturales muy particulares. Parece como una isla pues ellos son conscientes de que tiene bordes, pero aún no los descubren porque sienten que las fronteras están llenas de misterios malos. 

—Lucas, lo que me dices es tan estúpido, solo son sueños, ¿acaso tú no has soñado que… que eras un súper héroe que volaba? —Lucas se puso serio, le extendió un mapa y lo puso sobre la mesa.

—De lo que te hablo, es de un mundo, definido, que ambos sueñan igual. —Furst comenzó a creerlo.

—Pueden conspirar… —dijo preocupado—. Si es como la telepatía, si es algo como eso, ellos pueden conspirar en sueños.

—Es probable, pero también —sonrió un poco—. También pueden buscar eslabones perdidos… nuevos como ellos. Pueden encontrar a Macky.

Eso puso una sonrisa en los labios de Furst, pese a que no podía controlar que sus hombres gatos tengan sueños que los conecten, podía buscar sacarle provecho.

*

Recordó eso y pensó si Bill podía estar caminando en el mundo de los sueños y que podría conspirar con Misha y Jared cuando estos durmieran. Así que fue por eso que los echó de la habitación, para que así pudieran sacar conclusiones de lo que estaba pasando y le dijeran a Macky que mejor era despertar que no saber lo que podía hacerle.

Pero Bill estaba lejos de querer despertar, y Misha y Jared muy lejos de querer dormir.

*

—Hey, hey tú —gritaba un ave roja, pequeña, con un peinado extravagante, las plumas de su cabeza eran como una coronita. Bill lo miró de reojo.

—No hablo con aves —dijo restándole importancia. Él sabía que había muchos seres raros en ese mundo, ya antes había estado observando la diversidad, pero no quería que nada lo entretenga.

—Bah, ¿tú igual? Ustedes son terribles. —Seguía volando a su lado y Bill sonrió malicioso y luego se alzó en el aire, muy rápido—. ¡Ahhhhh! —el ave gritó escapando, Bill lo cazaría solo por diversión.

Así pudo darse cuenta que su cuerpo no estaba bien, por más que se esforzaba podía sentirse pesado y lento. Terminó cayendo al suelo del bosque pero con el ave roja entre sus garritas. —No pretenderás comerme, ¿cierto? Suelta mis plumas, ¡suéltame! —gritaba el animalito. Claro que Bill podía comerlo, Misha se la pasaba comiendo todos los peces del lago que podía capturar para el acuario dentro de su torre.

—Lo pensaré —dijo Bill acercando al ave a su boca—. Capaz tengas mal sabor —el ave comenzó a asustarse y temer por su vida.

—Soy el único en mi especie, si me comes jamás me verás aquí.

—¿Y? —Bill sonrió con malicia—. Este mundo es irrelevante, ¿lo sabes?

—No, no es así, este mundo es parte de otro. 

—Bah, ¿quién lo dice? Una simple ave roja. —Abrió la boca para de manera lenta llevárselo ahí. Se lo comería.

—¡Nooo, no me comas! Soy el mensajero de Basted —Se detuvo y lo miró a los ojos—. Soy un mensajero, me llamo Pety Rojo.

—Eres una simple ave, ¿cómo creerte? Mensajero de la diosa es un gran cargo. —El ave puso los ojos en blanco con un momento e hizo una mueca de ironía. 

—¿Ves algún otro animal que hable? Ella necesita de mí, si me comes, ella no podrá comunicarse con ustedes. —Bill frunció el ceño.

—Pero, ella habla conmigo, además ella no necesita mensajeros. ¿A quién le has dado un mensaje? —preguntó alzando una ceja.

—Te lo diré si me sueltas —dijo serio.

Bill lo soltó y el ave se posó en una rama, pero antes de hablar, comenzó a arreglar cada una de sus plumas con su pico, Bill bostezó y se cruzó de brazos mientras esperaba pacientemente al ave.

—Terminaré comiéndote si no me das una explicación. Jamás me diste un mensaje y Misha y Jared nunca me hablaron de un ave rojo en el bosque.

—Pety Rojo, no lo olvides.

—Como sea.

—Misha y Jared no saben de mí porque a ellos no he tenido que mandarles mensajes. Basted no manda mensajes a cualquiera.

—Yo hablo con la diosa, ella no necesita mensajeros. —El ave se extrañó de eso, Basted era solo una especie superior, no era una diosa en su concepto.

—Ella no camina por aquí, ella anda con sus hijos al otro extremo, ella merodea los alrededores, pero el centro, no, solo ustedes, los hombres gatos modernos. —Bill se quedó extrañado, pero no había lógica en ese mundo, así que miró a Pety Rojo.

—¿A quién le diste un mensaje?

—A uno nuevo. —Así Bill recordó lo que la diosa le había dicho, que eran cuatro.

—¿Dónde está? ¿Es un bebé?

—¿Bebé? ¡Ja! Es más grande que todos aquí. Basted me dijo que le preguntara su nombre, eso fue el mensaje. —Bill frunció el ceño, pestañeó varias veces, ¿qué significaba todo eso?

—¿Y qué te dijo? ¿Por qué existe otro hombre gato más?

—No lo sé, solo me dijo que se llama Tom y volé donde Basted a decirle.

—¿Qué?

—Sí.

—¡Qué! —Bill no podía creerlo y Pety Rojo se asustó de la forma terrorífica con la que le miró que le hizo volar—. ¡Ven aquí! —gritó desesperado, alzando el vuelo para seguirlo.

Creo que Bill querrá quedarse en ese mundo de los sueños solo para buscar a cierto número cuatro. ¿Qué pasará? ¿Lograrán librarse de Furst? ¿Tom recuperará la memoria? ¿Georg encontrará a Tom? ¿Los nuevos médicos renunciarán a tan perverso plan? Veremos... espero pronto actualizar y ya saben que sus comentarios son muy valiosos para mí. 

8 comentarios:

  1. Pink estaba tan ansioso por leer mas sobre Minino n_n me ha encantado el cap presiento que ya se acerca algo bueno ^_^ de verdad odio a ese Furst >_< bueno Pink te dejo mis saludos besos y abrazos!! de Nico.

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  2. Ah!!!!!!! Pinks, apenas puedo comentarte u_u aquí. Y sí, sé que todavía te debo muuuuuucho más, espero pasarme ahora y después xd
    ¡ME ENCANTÓ! <3 Es decir, ya espero mucho más ansiosa el siguiente porque ya sabe de Tom *-----------* djfkdjfkdjfdkjfdf quiero más, quiero más.
    Y ojalá maten a Furst, LO ODIO CON TODO MI SEEEEEER, MALDITO. Y espero que Bill cobre esperanzas y en ese tiempo en que está soñando, pueda localizar a Tom, sin embargo... ¿qué pasará cuando Furst descubra que Tom también es un mitad gato? DDDDDD; ¿Qué querrá hacer con él? T_T oh, gosh.
    Eres mi autora favorita, y lo sabes. Así que también sabrás que amo lo que escribes <3
    Un saludo, Minina.

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  3. Quiero que Bill y Tom se encuentren!! Y como va a llegar Tom ahi si no recuerda nada??

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  4. OMG me encanto!!! estuvo genial sigue con el capi!!! Y q Bill encuentre a Tom ya necesitamos q se conozcan pero Tom no recuerda nada u.u y q pasara cuando Furst se entere de Tom q esta vivo y lo mas importante q es un minino como los demás oooooo..... estará super interesante !!!! Me gusto!!! :33 Amo lo q escribes Pink y sigue sibiendo capituloss q ya tiene tiempo q no salía u.u atte: Lea <3 P.D: Danke!!! por tenerme picada hahaha !!! xDD

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  5. caaaapiiiii!!!! WIWIWI gracias DamitaRosa!!!! Billy siguió el consejo de Misha :"... debes drogarlo, dentro de un momento te llevará a su habitación, esas son sus intenciones para contigo este día…—" pero debido a que el tipejo ese se dio cuenta de que algo anda mal por la insistencia del Minino con el trago, termino tomandolo él D: y ahora está en el mumdo de los sueños A SALVO(? ve a la Diosa nuevamente quien lo consuela y lo alienta y le menciona que hay OTRO SER como él (sin saber ninguno de los dos que se trata de su amado Thomas resucitado con " facultades gatunas " por la transfusión) Furst se entera de que Minino habia intentado quitarse la vida anteriormente y es advertido ahora que no intente nada con él porque le costara la vida al pequeño y eso lo pone más enojado! ABORRESCO A ESE IMBECIL!!! Y ahora qué sorpresivamente ese pety rojo nombro a Thomas cómo ese ser número 4??? O.O INTRIGADAAAA QUEDOOOO!!! Actualiza prontito nena!!! Cuidate y besitos ♥

    Thomas c{omo el ser número 4???

    gatunas )

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  6. Que bueno que Furst no logro poner sus asquerosas garras sobre Bill, Ahora Bill sabe que son 4 y que uno de ellos se llama Tom, tiene que buscarlo >.<

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  7. WOOOOOOOOOOOOU! Esta poniendose tan bonitooooo *-*
    LLorooooo.... Ya quiero que Twincest se encuentre... asdfghjklñ Amo tu fic <3

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  8. Este fic me vuelve loca, como lo amo, lo vengo siguiendo desde que salió por primera vez, años han pasado. Cada capítulo es como un gran tesoro y más ahora que sabe de Tom. Espero tener pronto otra actualización, no nos falles porfis, no nos olvides por el larry :(

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