domingo, 26 de agosto de 2012

Algodones rosados

Hola a todos, estaré subiendo este minific que consta de tres capítulos. Nació para la serie "Tokio Hotel a través de los colores" iniciada en el grupo de autores de fanfics, tocándome el color rosado por obvias razones XD Espero les guste.
Resumen: 
A Bill le gustaban los algodones de azúcar, Tom sabía eso. Lo que no sabía era que Bill escondía un secreto difícil de contar y lo que ambos no sabían era la forma en cómo eso saldría a la luz.

Rated: NC +18
Categorías: Slash 
Personajes: Bill, Tom, Original.
Advertencias: Incesto no relacionado, lemon, Mpreg (embarazo masculino), Muerte de un personaje.
Género: Romántico, Drama.
Pareja Principal: Bill - Tom
Notas de autor: Un poco confuso quizá. agradezco el banner a Mon, fue más de lo que esperaba *-*

Banner hecho por Mon labsente


—No puedo creer que te gusten esos… algodones rosados —reclamaba Tom mientras Bill comía otro más de esos. 

—Se llaman algodones de azúcar, son deliciosos, humm… —Tom se quedó viéndolo una vez más, casi embelesado. 

Estaban en el parque, una de sus tantas citas, se habían conocido en el instituto de música, Bill estudiaba canto y Tom guitarra. 

Hace algunos meses Tom veía en Bill algo más que un amigo, se sentía atraído aunque ese tema lo incomoda un poco, el hecho de considerarse gay por sentir eso lo ponía en contradicciones contra él mismo. 

—Bill —llamó con temor y el chico sentado a su lado lo miró con el algodón de azúcar cerca de su pecho—, olvídalo. 

—Tom —se quejó. Hace días que quería decirle algo y luego de mirarlo por unos segundos desistía, Bill estaba cansado de eso. Tenía sus pequeñas sospechas pero esperaba que sea Tom quien lo dijera—. Otra vez el silencio, quiero saber qué intentas decirme. 

—Pues… Mira —señaló al cielo—. Nos persiguen, esas cosas rosadas nos persiguen a donde vamos. —Señaló el cielo con nubes extrañamente rosadas, el atardecer veraniego las había formado así. 

Una mano en su pierna casi hizo que se atragantase con el algodón. 

—Tomi… —el aludido bajó la cabeza, no más rodeos. Tom tomó una de sus manos, la que estaba libre sin el algodón rosado y Bill se sonrojó entendiendo. 

—Me gustas, desde que te vi en el instituto. —Bill abrió un poco más la boca, sin embargo, apretó la mano de Tom, entrelazando sus dedos—. Bill… —El pelinegro acortó distancia para besar los labios de Tom, un beso tímido, el primer beso, el que iniciaría una relación. 

Tom recordaría esa tarde, la primera tarde con Bill, solo para él. 

*** 

—Papi, ¿qué tanto miras? —le dijo William, su niño de cinco años. Tom regresó su vista hacia el pequeño que lo jalaba de la mano. 

—Nada, solo veía el cielo, está muy extraño hoy. ¿Quieres subirle a los columpios? 

—¡Sí! —gritó emocionado. 

*** 

Escapaban del instituto y no era porque no querían estudiar, estaban enamorados y faltaba tan poco para verse a la salida, simplemente coordinaron salir más temprano, preferían pasar un tiempo a solas antes de regresar a casa, Bill vivía con sus padres a pesar de tener sus dieciocho años pero es que éstos vivían muy cerca al instituto y Bill era su único hijo. 

—¿A dónde me estás llevando? —preguntó Bill corriendo de la mano de Tom por todo un parque desolado. La mayoría de la gente estaba en la ciudad, esa parte del pueblo era muy tranquila. 

—Espera —dijo Tom viendo a un vendedor de algodones de azúcar—. ¿Quieres una de esas cosas rosadas? —Bill asintió y Tom le compró uno, ahora caminaban juntos. 

—Querías traerme al parque… —Tom sonrió y le tocó una de las mejillas a Bill. 

—Bueno, sí. —Exactamente no, Tom quería invitar a Bill a su departamento a pasar la tarde, pero luego desistió. Parecía ser un chico poco decisivo en todo lo que quería, pero es que invitarlo a ir allá sonaría muy atrevido, no quería recibir una bofetada si Bill interpretaba sus intenciones con otra cosa. 

El rostro de Bill denotaba curiosidad, sabía que Tom le escondía algo pero el de rastas estaba seguro que no diría más. Bill apoyó su cabeza en su hombro, de todas maneras estaba junto a Tom que era lo que más le importaba. 

—Cinco meses —dijo al vacío con su corazón acelerado. 

—¿Tan rápido? Aún no creo que me hayas aceptado. 

—Me gustaste desde que me invitaste a este parque por primera vez, y ya casi será medio año, no lo creo —suspiró sintiéndose pequeño. 

Tom tomó una de sus manos para besarla con disimulo, de todas maneras no había mucha libertad. Bill rió con emoción y luego besó a Tom quien se había acostumbrado a ese sabor de esa “cosa” rosada y dulce, azúcar batida y esponjosa, eso era el sabor de los labios de su novio Bill. 

—Espera, Bill —dijo cuando el pelinegro devoraba sus labios ocultando el hecho con su paleta de algodón azucarado. 

—Hum, Tom —se quejó. 

—Nos pueden ver y… —se encogió en la banca— lo hago por tus padres, cuando lo sepan no quiero que te perjudique. —Bill entendió eso. 

—Lo siento. —Tom tomó su mano mirándolo a los ojos. 

—Nada de disculpas por algo así —besó la punta de su nariz y Bill se le acercó al oído para susurrarle un “vamos a un lugar privado”, Tom pudo ver sus mejillas sonrojadas, era una invitación clara, tragó saliva bastante nervioso pues él en realidad no quería aprovecharse de Bill, al parecer ambos buscaban lo mismo: un tiempo solos sin que nadie les estuviera molestando. 

Caminaron casi sin prisa, había algo distinto en el ambiente, una especie de ansiedad y un temor a no poder o atreverse a mucho. Tom se detuvo en la puerta de su departamento y miró a Bill con las mejillas rojas. 

—Bill, no quiero que… no sé, que pienses que… —Era pésimo para expresar lo que quería—. Solo quiero estar a tu lado, no pienses que… eso. —Bill lo miraba y asintió—. Olvida lo que dije, pasemos. 

Bill pasó a su departamento, ya habían estado ahí con algunos otros amigos pasando un rato o viendo una película; casi siempre, luego que todos se iban a casa se quedaban un momento besándose, pero esas veces el tiempo era corto pues Bill debía regresar a casa así que no llegaban a más, en cambio ahora ambos sabían que tiempo era lo que más tenían, apenas era la tarde… 

Se sentó en el sofá de la pequeña sala compartida con el comedor y la cocina. Tom ofreció unas sodas. 

—Tom… ¿qué pasaría si yo… si fuese una chica? ¿Sería mejor para ti? —preguntó cuando entraron en más confianza luego de darse algunos besos y conversar de lo bien que había sido la idea de estar los dos solos completamente. 

—¿Una chica? No, no creo que sería mejor, no podríamos compartir todo lo que ahora compartimos, me gustas porque eres un chico. —Bill apenas sonrió dejando de verle a los ojos—. ¿Pasa algo? 

—No… —no sonaba muy convincente y Tom volvió a abrazarlo. 

—Dime, ¿qué dije de malo? —Bill pensó que quizá podría advertirle de a pocos sus diferencias. 

—Soy una rareza… olvídalo. —Tom se quedó pensando en eso, ¿a qué se refería? 

—No, no entiendo… 

—Me siento atrapado, no sé cómo explicarlo, siento que no soy como los otros chicos, me siento en el medio. —Bajó la cabeza avergonzándose, pero tenía que decirle a Tom las cosas extrañas que sentía—. Mis padres quieren llevarme a un médico por… Tom, hay cosas tan vergonzosas, no puedo —calló haciéndose una bolita en sus brazos, Tom no reaccionaba estaba como anonadado, ¿qué cosa sería lo que Bill no quería decirle o no podía hacerlo? 

—Confía en mí, estoy seguro que no hay nada anormal en ti, si es alguna enfermedad que tienes, podría apoyarte, sólo dímelo. 

Bill cerró sus ojos imaginando la cara que pondría Tom si se enteraba y es que ni sabía cómo explicar su secreto, no lo haría… 

—Te lo diré cuando esté preparado. —Tom no presionaría y besó a Bill, abrazándolo, diciéndole que lo amaba y que su amor era mucho más fuerte que cualquier obstáculo. 

Los besos se hacían cada vez más intensos al borde de friccionar sus cuerpos en busca de más. Ambos casi sudaban por lo cercano que estaban, casi ni podían respirar bien. Y cuando Tom intentó desnudar a Bill éste se rehusó con vergüenza. 

—No, lo siento… 

—Shh, entiendo, disculpa mi atrevimiento —dijo cerca de sus labios y Bill se le acercó al oído. 

—Tú puedes, pero en la habitación. —pidió con la voz excitada, en realidad no quería cortar el momento íntimo. 

Bill sabía que podía pasar más que besos en la habitación de Tom, pero allá las persianas estaban cerradas y la luz de la tarde no entraría. 

Tom lo cargó entre caricias y besos terminó sobre su cama. Minutos de placer pasaban y sus labios se cansaron de tanto besar, estaban como adormecidos. La lengua de Tom repasó todo su pecho hasta llegar a su vientre plano, podía sentir el pulso de Bill acelerado, el retumbar de su corazón. La ropa comenzaba a sobrar y Bill no pudo resistirse más y se dejó llevar, quería sentir en su piel a Tom. 

—Te amo, te amo —dijo Bill entre besos y jadeos, Tom estaba totalmente sobre él friccionándose hasta posarse entre sus piernas, tomó la última prenda y la deslizó fuera entonces Bill gimió algo nervioso. 

—¿Estás bien? —preguntó al sentirlo temblar además de sus manos frías en su espalda, muy frías como si tuviera miedo—. No estás bien… 

—No sé muy bien, no sé nada —dijo en un susurro—. Quiero complacerte pero… —Tom lo besó calmando sus nervios. 

—No temas mi príncipe, iré muy lento, no haré nada que no quieras. —Muchos cortos besos en su rostro y luego tomó sus piernas para alzarlas un poco, Bill moría de vergüenza. Tom tomó su miembro para estimularlo más consiguiendo una buena reacción de Bill en casi segundos. 

Untó sus dedos en vaselina y lo preparó con cuidado, Bill parecía estar cómodo con Tom tratándolo así, paciente, tan paciente que fue él mismo quien con sus piernas lo atrajo a su cuerpo. 

La unión la sintieron perfecta, casi como si fuese un sueño, para Bill su primera vez fue hermosa. 

Recostado en la cama, Tom lo abrazaba por detrás. Besaba su hombro desnudo cada que podía. Bill tenía una sonrisa en sus labios, Tom no se había dado cuenta de su extraño secreto, pensó que ambos podían estar cómodos así. No fue hasta que Tom volvió acariciarlo y desear estar otra vez dentro de él. 

—Ten cuidado Tom, me puede doler —susurró entre sus brazos. Pero algo pasó entre los dos en ese momento. 

Había muy poca luz, era como fundirse en la oscuridad, Tom se friccionó en Bill hasta sentir que se hundía en una cavidad estrecha y placentera, Bill se arqueó queriendo detener eso pero de su garganta no salió un “no”, solo un sonido como un gemido que Tom lo interpretó placentero. 

—Bill… —dijo sintiéndose tan bien, hasta que el leve llanto de Bill le sacó de su expectación positiva—. ¡Bill! 

—Yo… no sé —dijo con la voz entrecortada. Tom se irguió un momento, tratando de no presionar a Bill. 

—¿Quieres que pare? —Apenas en la oscuridad, pudo ver el rostro contraído de Bill, y Tom salió de él causando un grito en el otro. 

Bill se encogió en la cama recogiendo sus ropas, Tom no lo entendía pero Bill sabía lo que hacía. 

Después de disculparse tantas veces, Bill decidió irse esa tarde, estaba más que avergonzado y temeroso, Tom dejó de insistir por una explicación. Lo dejó ir y al entrar a su habitación otra vez, encendiendo la luz encontró una mancha de sangre en las sábanas. Se asustó de él mismo… Le había hecho daño. 

Lo que Tom no sabía era que el secreto de Bill era aún más complicado de lo que él pudiera imaginar.

¿Qué será ese secreto que oculta Bill? No creo que sea algo difícil de adivinar. En el siguiente capítulo veremos más de su relación y el desenlace final está a la vuelta de la página. Besitos *-*

6 comentarios:

  1. este estaba publicado en thf?.. porque el titulo sé que lo vi ahí, sin embargo... no lo había leído...
    o sera que si lo leí y ya no recuerdo? O_O"
    noo, creo que no lo leí... :S o si?.. ash! que confusión... :S
    publica pronto el próximo por favor... ya quiero saber...amm si recuerdo haberlo leido o no... :S y el secreto de Bill xD
    aunque ya me imagino cual es... sera que es... hermafrodita? :O

    cuidate! küsses!
    con muchas dudas y confundida, Criis! :S

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    1. Hallo XDDDD sí lo subí a thf.es y no sé si lo leíste o no, pero le atinaste al secreto así que quizá sí lo leíste >:3 veremos si lo recuerdas con el siguiente capítulo.
      Besitos :-*

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  2. hahahhah awwwwwww!!! qq tiernooo!!! el pequeño william creo q ya lo dijo todo!! yo tambien lo vi pero no solia leer oneshots!1 pero ahora lo hagoo bueno hasta ahora solo los tuyoss y no puedo sperar para q actualices!!!!

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    1. *o* gracias, este minific tiene 3 capítulos, quizá en la noche publique el que sigue.
      Besitos y sí, el pequeño ya dio a entender esto.
      Muah <3

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  3. aaaaaaaaaaaaaaaaaaah! 1ra vez ke lo leooo y NUNCA HABIA LEIDO ALGO ASI!!!HERMAFRODITA!!! Sigo leyendo besitos Lily ♥

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    1. <3 hallo *-* pues no sabía que no habías leído este minific de tres capítulos, espero te guste ;-) y sí, es hemafrodita~
      Besitos<3<3

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