Masitas

Hola a todos *-*!! Después de tanto vuelvo a publicar este pequeño drabble. Creo que iré subiendo de a poco los fics que tengo. Gracias a cada uno por el apoyo, los consejos y las críticas constructivas. Los quiero <3

Resumen:

 Dos masitas creadas para estar juntas.

"No importa de qué estés hecho"

Rated: T (13+)
Categorías: Slash 
Personajes: Bill, Original, Tom
Advertencias: Incesto
Género: Fantasía, Romántico, Tragedia
Pareja Principal: Bill - Tom

Notas de la autora: Salió de una conversación con mi querida Aliss R Aleman cuando hablábamos de panes XD amé hacerlo aunque el final sea... hum, ya verán. Dedicado a ella <3

Banner hecho por Aliss R Aleman

En la puerta del horno se quema el pan. 

Es lo que dicen. 

En una peculiar panadería se realizaba un pequeño concurso de panecillos en formas humanoides llamadas guaguas. 

Geppeto Jost era un anciano panadero cuya trayectoria estaba finalizando por las industrias modernas que habían salido, su pequeña panadería estaba casi en la quiebra, pero se animó participar. 

Con sus manos curtidas hizo dos masitas dándole forma de bebés idénticos. 

—Algo le falta, ¡algo le falta! —Golpeaba la mesita en donde tenía todos sus ingredientes, la mezcla perfecta para la masa. 

Su nieta rondaba por ahí, una adolescente a la que él consideraba una niña y se le acercó cantando una canción. 

—Abuelito Geppeto, ¿por qué tan molesto? —Él la miró algo angustiado. 

—Esto es importante para mí, pero siempre he creado panes comunes, mi niña, esto no tiene forma. —Ella sonrió un poco viendo esas dos masitas y su mente comenzó a volar en crear miles de formas posibles. 

—Le falta amor… ¡Veo gemelos! —Una risita maliciosa salió de sus labios, pero el abuelo no la pudo descifrar. 

Ella comenzó a moldearlos a su manera, creando a dos de sus artistas favoritos: Bill y Tom Kaulitz. Luego los juntó para bañarlos en clara de huevo. El abuelo quedó complacido y los metió en una bandeja. 

—Ni idea de qué hayas hecho, pero a ver si gano o no. 

—¡Ganarás abuelo! 

Dentro del horno dos pequeños panes se calentaban, entrelazando sus masitas, el calor del horno terminó de cocerlos. 

—Hola Bill —le saludó el pan de su costado. Se habían pegado. 

—Hola… —rió emocionado el otro. 

El horno se abrió y acalorados y calientes nacieron los pancitos. Geppeto se percató que se habían pegado de una manera extraña, tuvo que separarlos como pudo y los metió en una caja para mandarlos al concurso. 

—Eso me dolió —reclamó Bill en la caja. Tom se pegó a él para acariciarlo. 

—Ese hombre no sabe, ya verás que estaremos juntos pues nacimos para eso. 

—Tom, eres lo único que tengo. —Un pequeño beso en su boca de caramelo le era dado—. Juntos por siempre. 

La exhibición de panes comenzó y ellos no entendían mucho de qué se trataba todo el evento, solo querían estar juntos, conversar, conocerse a fondo. Tom no quería que ningún dedo tocara el brillo del cuerpo pan de Bill y Bill detestaba que miraran mucho a Tom. 

—Algún día saldremos de aquí —prometió Tom. Bill le creyó. 

Mucho bullicio de parte de personas y después de tanto esperar, anunciaron al ganador. 

—¡Panadero por cincuenta años, Geppeto Jost! ¡Felicitaciones! —A Geppeto casi le da un paro cardíaco y su nieta le empujó hacia el podio para que reciba su trofeo en forma de pan. 

—No sé qué decir, simplemente ¡gracias! Se lo debo a mi nieta. —Ella rió dando saltitos. 

Ambos panes fueron movilizados, puestos en un plato especial para ser fotografiados. 

—¡Tom, somos famosos, mira! —se emocionaba Bill. 

—Ya quiero salir de aquí. —Tom no parecía muy entusiasmado. 

Minutos después, un postor los compró. 

Pasaron la noche en su casa, específicamente en su cocina muy bien acondicionada. 

—Bill, ¿quieres casarte conmigo? —Toda su masa interior se removió ante esas palabras. 

—¡Sí, quiero! 

Todo parecía felicidad, creados para amarse. 

Amanecieron luego de la Luna de Miel, con mucha miel literalmente, estaban llenos de azúcar y algo cansados por la experiencia. 

Pero luego fueron servidos en el desayuno familiar. 

Ambos no lo entendían, eran rotos en muchos pedazos. 

—No olvides por qué fuiste creado —le dijo Tom—. No me olvides. —Bill solo lloraba incapaz de entender semejante acto. 

—No importa de qué estemos hechos, importa lo que vivimos... —fue lo último que dijo mirando a su único amor desaparecer. 

Y murieron.

No todo es color Pink, ¿no creen? Muchas veces las cosas pueden cambiar radicalmente, pero siempre quedará el recuerdo del amor *-*