Póster - 64

Hola *u* ¿cómo están? A veces siento que no hay mucha interacción en este blog, espero sea solo una idea mía. Les dejo este capítulo y para decirles que Póster tiene 74 capítulos, ¿qué significa, Pinky del mal? :D significa que solo faltan diez con todo y este para terminar T_T espero les guste, se acerca el descenlace *-*

Bill descansó en el sofá y Tom en la cama hasta que dio la mañana.

El tierno Bill estaba un poco asustado pues él también podía recordar como en sueños la conversación que habían tenido la noche anterior su otro lado y Tom.

Entró a la habitación caminando de puntitas con los pies descalzos y Tom abrió los ojos.

—Buenos días —le dijo Bill y Tom supo reconocer su voz.

—Hola, mi Bill —le sonrió y extendió una mano para que se la tomara—. Debemos hablar.

—Sí…

Tom no sabía cómo decirle todo lo que ahora sabía, pero Bill estiró una mano y tomó entre ellas el rostro de Tom mirándose a los ojos.

—Recuerdo algunas cosas, es verdad, sólo no me gusta pensar en eso.

—Me mentiste.

—Tuve que hacerlo, no quiero perderte.

—¿Recuerdas lo que hablé con el otro Bill? —El pelinegro asintió.

—Sé por qué hace eso. —Tom le miró extrañado, así que éste Bill sabía del otro y él ni enterado—. Sé por qué quiere regresar de una buena vez y no verte más.

—Porque tiene un novio, lo sé, no tienes que decirme eso, lo entiendo.

—No, no es por eso, es por… —se mordió el labio, no quería decir nada que metiera en problemas al otro Bill.

—¿Por? Anda, dilo.

—Olvídalo. —Tom le tomó de la cintura para sentarlo en sus piernas, Bill se dejó aunque estaba un poco nervioso.

—Dilo, quiero saberlo.

—¡Te importa sólo él! —le reclamó para luego hacer un puchero—. No lo diré, no quiero hablar de él. —Tom suspiró acariciando parte de la cabeza del Bill tierno.

—Me importa todo tú y tú eres en parte él, no veo la diferencia ahora. Quiero saber qué tenías que decir. —Bill se mordió la lengua pero luego besó la punta de la nariz del de rastas.

—Tiene temor, es sólo eso. Él no es capaz de decirte lo que quiere. En cambio yo, te lo digo de muchas formas.

Tom se quedó pensando por un momento mientas Bill le besaba la mejilla, el mentón y todo lo que podía como un gatito meloso, acariciando sus rastas y sólo reaccionó cuando una de sus manos descendió hasta más abajo que su vientre buscando excitarlo.

—Espera pequeñín, que si empezamos así acabaremos en la cama y esa no es la idea, ¿o sí? —Bill estaba ruborizado y retiró su mano de la entrepierna de Tom.

—¿No quieres?

—Es que no importa mucho lo que quiera. Esto es difícil para mí, estamos por regresar a casa, cada quien con su vida y quizá ni te vea seguido, quizá ni te vea del todo y tú no eres sólo sexo para mí, no quiero arruinar lo que tenemos. —Acarició su mejilla y le besó suave en los labios—. Mejor desayunamos algo… —Vio el rostro de Bill contrayéndose en una mueca de incomodidad, estaba avergonzado—. Te deseo —le susurró en el oído causando todo un revuelo en Bill quien jadeó ante eso cerrando sus ojos con ambas manos en el pecho de Tom—. Te deseo y temo hacerte daño con esto que siento, es sólo por eso que… prefiero parar antes de no poder hacerlo.

—De acuerdo, lo entiendo. —Se quedó sentando en sus piernas, dejándose acariciar la cabeza y besar.

Unos cuantos besos más en los labios y Tom cargaba en sus brazos a Bill, lo abrazaba contra su cuerpo con una desesperación que pocas veces había sentido.

—Te quiero Bill —le dijo cerca de sus labios.

—También yo…

Pasados los minutos entre caricias, el póster reclamó su cuerpo, ambos chicos lo miraron al pie de la cama, el corazón de Bill latió temeroso y se aferró del brazo de Tom arañándolo luego en su desesperación al momento de ser succionado, aquella marca fea quedaría por mucho en su brazo.

—Maldito póster —musitó ya cansado de que eso tenga que pasar con el Bill a quien no le era un problema acariciar.

Vio como el póster se hacía un remolino y en la cama aparecía el otro Bill removiéndose como despertando. Tragó saliva algo nervioso y es que así le ponía el Bill original por así decirlo.

Lo dejó despertar solo y se fue a la cocina a preparar el desayuno para ambos, el último día había llegado, mañana al medio día saldría su vuelo de Malé hacia España y de ahí a Alemania.

Bill se asomó por la cocina con unos pantaloncillos de algodón, una polera blanca y el cabello suelto cayendo por sus hombros. Se acercó a Tom con una pequeña sonrisa para darle un besito en la mejilla.

—Buen día. —Tom lo miró extrañado, veía a su otro Bill en él.

—Buen día, Bill.

Aunque le había dado ese beso en la mejilla, lo sentía distante, sentía que fingía estar bien y tarareaba una canción para así ambientar que nada extraño pasaba, Tom lo notaba pero no dijo nada.

Desayunaron juntos conversando de temas triviales, Bill le contaba algunas cosas sueltas de sus proyectos futuros y Tom también decidió decirle algunas cosas que pensaba como estudiar ingeniería, sabía que debía hacer algo con su vida cuando regresara a casa, Bill le propuso algunas cosas como ayuda para esos sueños, pero Tom se negó y es que tenía su orgullo pese a todo.

—Bueno, si te resistes dejemos de hablar de eso. Tengo una propuesta más divertida, por qué mejor salimos hoy todo el día… Podemos primero rentar las motos acuáticas, luego ir a las demás islas a comer algo, lo que quieras, regresamos y armamos una fogata para preparar malvaviscos, ¿te gusta esa idea? —Tom no estaba seguro pero prefirió dejar a Bill a cargo.

—Lo que tú quieras, para mí está bien.

El último día…

Se alistaron en la misma habitación, las miradas eran un tanto incómodas para ambos, Tom por su parte no sabía cómo tratar a Bill, es decir, quería acercarse, tener más contacto pero a la vez sabía que no sería positivo, ¿para qué aumentar más la tensión entre ambos? No era racional, así que se guardó para sí mismo sus sentimentalismos y le dio buena cara a los hechos, salir a pasear en el mar. Sería muy bueno, oh sí.

El último día llegó T_T y luego de esto nada volvería a ser el mismo... Comentarios, sugerencias y críticas son bienvenidas *-*
Gracias por leer<3