viernes, 26 de abril de 2013

Rebelde - 2

Hola a todos *-* espero les guste este capítulo~ en este fic Bill es un poco explosivo. Besos~
La dueña del local salió desesperada de una de las habitaciones y apagó la música en una. Los presentes empezaron a retirarse poco a poco y la pandilla que había apuñalado a Tom prefirió darle la espalda e irse, no sin antes amenazar a Bill de que no hablara nada. Le habían hecho un corte en el brazo como señal, era una herida superficial. Pero para él era lo de menos.

La señora del local lo echaba como perro callejero, muy nerviosa, vociferaba una serie de insultos. Él enfocó su vista en Tom, esta vez, ya ni hablaba, tenía los ojos cerrados… Bill comenzó a desesperarse.

—¡No puedo sacarlo de aquí! —Le gritó con rabia—. Debo llamar a una ambulancia o morirá. —Buscaba desesperado su celular, el que había encontrado en la habitación, pero ya no estaba en su bolsillo…

La señora se le acercó con una frazada.

—Debemos sacarlo de aquí.

—¡No lo toques! —gritó él en cuanto ella quiso tocar el cuerpo de Tom para supuestamente envolverlo en una manta. La situación empeoraba demasiado.

Bill tocó la mano de su hermano sintiéndola muy fría, mala señal, además la polera ploma que tenía puesta, estaba teñida de sangre en el pecho, y eso que aún no habían sacado el puñal, no lo harían puesto que se desangraría aún más.


—Tomi… —acariciaba su rostro para ver si estaba consciente aún, Tom solo movió el entrecejo y jadeó de dolor—. ¡Estás vivo! ¡Maldición, cómo te saco de aquí! —gritó rabioso mirando a todos lados, no había nadie con la disposición de ayudarlo.

—Joven, en serio, retírese de aquí, le ayudaré si es posible…

Ambos con cuidado, pusieron a Tom en la frazada y lo alzaron. Bill pudo revisarle los bolsillos, percatándose de las llaves del auto que tenían, y el número de la cochera en donde estaba.

—No vayas a delatarme o te matarán, sé quien eres —le decía la señora—. Llévalo al hospital y vivirá, pero no quiero investigaciones policiales aquí.

—Vieja de mierda —masculló.

—¿Qué?

—Nada —la miró molesto—. Juro que si se muere… poco me importará morir yo, así que regresaré.

Llegaron a la cochera y metieron a Tom en el asiento trasero del auto, lo recostaron ahí y aún respiraba con mucha dificultad, pero lo hacía. Bill entró de rodillas a acomodarlo un poco, lo más rápido que dieron sus piernas, Tom se estremeció cerca de él y tosió asfixiándose.

—Tom… Tomi, tranquilo —su cuerpo se sacudía un poco—. Estoy aquí, mírame… —Tom tenía los ojos cerrados y una expresión de dolor. Pudo ver aquel líquido rojos que salía de su boca y tosiendo manchó la polera que Bill tenía puesta, no había mucho tiempo —¡Maldita sea Tom, no te mueras! —dijo mientras salía del auto para abrir la puerta del conductor y sacarlo de ahí. La señora había desaparecido, no le sorprendió aquello.

Ahora debía manejar tan rápido como una ambulancia… debía llamar a una, sería lo ideal, pero al salir con el auto de aquel lugar, pudo ver a la pandilla esa que había dañado a Tom hacerle señas para que se detuviera. Pisó el acelerador sin importarle nadie y pudo sacar a su hermano de aquel barrio. Era mejor no llamar a la ambulancia.

Manejó unos diez minutos antes de divisar el hospital, miraba de rato en rato a Tom por el espejo retrovisor, esta vez había dejado de lamentarse, no hacía ningún sonido.

—Tom… —volvió a llamarlo por milésima vez—. Ya estamos en el hospital, pronto estarás bien… —Frunció el ceño—. ¡Más vale que me estés escuchando, mamón! ¡Que si te mueres...! —No pudo seguir hablando ya que un nudo incómodo se formó en su garganta, gruñó molesto, apretando las manos en el volante.

Ingresó por emergencia y detuvo el auto. Bajó de ahí y se puso a gritar ¡Auxilio! Hasta que unas enfermeras con una camilla acudieron a él.

Sacaron a Tom y lo condujeron hacia la sala de operaciones… Bill donó parte de su sangre y permaneció en la sala de espera llamando a su tía Ana a través del celular de Tom. Aunque ella no pudiera ir a socorrerlo, necesitarían mucho dinero para los gastos.

El doctor salió cuando era ya de mañana y mandó a llamar a Bill.

—¿Cómo está? —preguntó bastante angustiado.

—Salió de la sala de operaciones, ha sufrido la perforación del pulmón izquierdo, felizmente y no afectó el corazón. Se ha desangrado mucho, así que está débil por ello. Y otra cosa, pues tiene un brazo fracturado. —Bill lo miraba muy molesto.

—Quiero verlo.

—En un momento podrá. ¿Ya ha puesto la denuncia? —Bill negó con la cabeza—. Qué espera… ¿dónde están vuestros padres? —Bill frunció el entrecejo.

—Metros bajo tierra. —Se cruzó de brazos y luego el doctor se fue puesto que lo llamaron—. Idiota… —masculló sentándose otra vez en la sala de espera, pero ahora se sentía bastante aliviado, Tom estaba vivo.

Sacó de su bolsillo el celular de Tom y tecleó un mensaje.

“Georg, me las pagarás, cabrón” lo envió y luego de algunos segundos, una llamada entraba, miró la pantalla, el número de Georg. Lo apagó en una y luego sonó otra vez causando que el pelinegro gruñera de fastidio y apretara la tecla verde.

—¡Que no quiero saber nada contigo, por tu culpa casi matan a mi hermano!

—¿Qué? Pero… —No lo dejó terminar y lo cortó. Pero Georg era bastante pesado. Al cabo de unos segundos, entró un mensaje de texto.

“Te quise levantar, me metiste un puñete en el ojo, ¿qué querías que haga? Tuve que irme pues era demasiado tarde, además te dejé dinero cerca de tu ropa”.

—Cabrón. —No había dinero cuando él había despertado, ese lugar era el más peligroso de todos.

Pasaron algunas horas en los que él no quiso pensar en nada y luego una llamada entró al celular, era su tía quien había hecho un depósito de dinero que llegaría a la cuenta de Tom para los gastos, ahora Bill debía administrar aquello.

—Jovencito —llamó una enfermera—, puedes pasar. —Su corazón dio un brinco, vería a su hermano, realmente tenía algo de temor de verlo, de encontrarlo peor, o que lo odiara por sus estupideces, así que se puso serio y se encogió de hombros mientras pasaba a una sala toda blanca en donde había dos camas, una de ellas tapada con una cortina blanca, la cual la enfermera descubrió para que pudiera ver a Tom, éste estaba dormido con tubitos en su nariz y agujas clavadas en la mano y brazo—. No lo despierte, le ha costado mucho dormir. —Bill le frunció el ceño indicándole querer privacidad, la enfermera salió de ahí.

—Tom… —Se suponía que debía dejarlo dormir, pero no pudo evitar querer saber si él lo odiaba, la culpa que sentía empezaba a incomodarle demasiado. Tom seguía con los ojos cerrados, respirando pausadamente—. Tom, lo… —intentó disculparse, pero aquella disculpa murió en su garganta, tragó saliva—. Olvídalo, la tía mandó dinero, no sé qué hacer… —silencio, Tom parecía tener sueño profundo—. ¡Tom! —casi de un sobresalto abrió sus ojos, y se agitó un poco—. Al fin despiertas…

—Bill, ¿estás bien? —Alzó su mano en busca de la de Bill, éste le sonreía, era el mismo Tom de siempre—. ¿Qué pasó?

—Te accidentaste… —Pero luego de un momento Tom pudo recordar lo acontecido y frunció el ceño encarando a Bill—. ¿Qué?

—Cómo que, “¿qué?” —Buscó el brazo delgado de su hermano, Bill puso los ojos en blanco suspirando resignado, sabía que le sermonearía como siempre—. Sabes lo que pudo haber pasado, ¿verdad? ¡Contesta!

—¡Sí! Ya no me grites ni me trates como un niño, no pasó nada… estás vivo es lo que cuenta, no debiste ir a buscarme Tom, ¿por qué lo hiciste? —Tom pestañeaba seguido, anonadado de la respuesta estúpida de su hermanito.

—¿Cómo que por qué? ¡Qué querías! Que durmiera tranquilamente a la una de la mañana mientras no sabía nada de ti y ni contestabas el celular. —Comenzó a agitar y se sacudió luego de una mueca de dolor, empezó a toser.

—Tomi… —Nada, su hermano se ponía casi rojo y Bill salió gritando por una enfermera—. ¡Enfermera! ¡Malditas lentas! —Entraron dos de ellas.

—Retírese —pidió una casi empujándolo—. Le dije que no lo despertara, ¿qué no entendió?

Salió murmurando una serie de molestias, estaba harto de estar en el hospital, pero no podía dejar a Tom ahí, y no tenía otro lugar en donde estar.

***

Pasaron tres días en donde Bill la pasó en el hospital, comprando medicamentos, viendo si Tom podía regresar a casa o no. Estaba comenzando a aburrirse demasiado hasta que el doctor dijo que podía recuperarse en casa.

Tom estaba tan emocionado por regresar a casa, pudo salir caminando del hospital en compañía de su hermano menor. Éste lucía algo emocionado también, haber pasado días en el hospital lo estaba volviendo loco.

Al llegar a casa, Bill tenía en mano toda una lista de cosas que comprar, estaba empezando a frustrarse. Medicamentos, recetas, dietas, un sin fin de cosas… no pensó que cuidaría de Tom ahora.

Tom se recostó en su cama, se sentía un poco débil y esperaba que se le pasara el mareo incómodo además de su respiración rápida, poco a poco su pulmón dañado mejoraría, sólo no debía hacer esfuerzo, debía mantener reposo. Además tenía un brazo fracturado el cual habían operado y estaba enyesado.

—En un momento bajo —dijo él mientras Bill salía de su habitación.

Abajo, el menor comenzaba a ponerse muy ansioso, tanto así que empezó a caminar por toda la sala con una libreta en mano y el número de cuenta de Tom, su tarjeta de crédito. Hacía algunas sumas.

—Joder, esto no alcanza —mordía su lápiz y volvía a sumar—. ¿Dos tabletas de alprazolam? —Hizo una mueca de molesto y mascó su lápiz otra vez quitándole el pequeño borrador que éste tenía—. Que sea una…

Así empezó a modificar las recetas, así como también a desesperarse cada vez más.

Salió de casa y sacó el dinero que su tía había depositado, más de trescientos euros, nunca había tenido esa cantidad grande en las manos. Comenzó a ponerse nervioso y su mente a tramar tantas cosas para calmar aquello.

Las manos le temblaban tanto y llegó a la puerta de su casa, respirando agitado, al borde de un ataque de algo. Se apoyó en la puerta y miró a todos lados. Luego sacó el celular de Tom del bolsillo y tecleó un mensaje.

“Georg, ven por mí ahora”. Eso fue todo.

Se sentó en la pequeña escalera de la entrada de su casa y esperó ahí unos largos minutos, comiéndose las uñas de tanta ansiedad, les quitó el esmalte.

Luego divisó una moto, y escuchó un silbido de saludo. Era Georg, qué rápido. Bill caminó hacia él y apenas lo saludó, se subió en su moto y ésta arrancó.

—¿A dónde llevo a mi bebé? —Recibió un golpe en la cabeza de parte del otro.

—Quiero un porro, ¡ahora!

Algunas horas pasaron en la cuales Tom se preguntaba por Bill, ¿tanto tardaba en traer a casa la lista? No era difícil de comprar todo aquello.

—Debí ir con él —se lamentaba, ahora sentado en el sofá de la sala, intentando ver una película para distraerse. Fue a la cocina por un vaso de agua, necesitaba sus pastillas para evitar el dolor, las infecciones, todo eso, pero no tenía ningún medicamento. Empezó a preocuparse, pero más por Bill que por él mismo.

El sueño lo venció y dio una pequeña siesta sobre el sofá… Despertó en la noche de un sobresalto al recordar el incidente violento de hace días. Estaba sudando y respirando agitado y sentía mucho dolor en el pecho, debía tomar una pastilla.

Vio la hora que era, casi las diez de la noche, y le dolió el corazón de angustia al percatarse que Bill no estaba… No debió haber confiado en él, simplemente no debió.

El dolor se hacía más intenso, aunque no superaba al la preocupación que sentía, pero esta vez no podía buscarlo. Empezó a sentirse débil y pensó en llamar a emergencias para que vayan por él y le suministraran alguna cosa que calmara el dolor.

Sin embargo, en cuanto estuvo por hacerlo, Bill entró a la casa, bastante agitado, nervioso y ni quería mirar a Tom.

—Bill. —Se le acercó a paso apurado, contrayendo su rostro por el dolor—. Qué pasó. —Éste le miraba, caminó hacia la cocina con Tom detrás y puso una bolsa de compras sobre la alacena—. ¡Bill!

—Ya estoy aquí, ¿ok? No me grites… —Le daba la espalda sacando las cosas de aquella bolsa, había una tableta de pastillas, las cuales sacó y dio a Tom junto con un vaso de agua—. Aquí tienes. —Sus manos temblaban tanto, Tom lo notaba, pero necesitaba esa pastilla, así que se la tomó casi desesperado.

Luego de ello, mientras Bill subía a su habitación, Tom fue tras él, aunque con paso más lento, aún así logró tomarle del brazo y encararlo.

—¿Qué pasó? ¿Dónde estuviste? —Los ojos de Bill chocaron con los de él y simplemente esta vez bajó la cabeza, Tom lo zarandeó un poco—. Dime… qué pasa —suavizó el tono de su voz, Bill lucía triste y bastante nervioso. Acarició el rostro de su pequeño hermano, y Bill simplemente se dejó, de todas maneras sentía que lo necesitaba—. Bill, ven aquí. —Lo jaló para luego abrazarlo, Bill se aferró a él en el silencio. Se sentía tan culpable, pero aún así podía sentir que Tom lo quería, pese a todo—. ¿Dónde estuviste? —Bill se alejó un poco y le dio la espalda.

—Asuntos míos, Tom. —Se mordió el labio, la culpa lo mataba.

—¿En qué andas? Qué pasa contigo. —Se le acercó otra vez y le tomó del brazo, Bill se estremeció y se alejó de él.

—Déjame. —Avanzó unos pasos y se metió a su habitación, cerrando la puerta tras sí, dejando a Tom con la palabra en la boca.

Tom regresó a su habitación, con una mala corazonada, algo serio pasaba con su hermano y al parecer nunca podía confiarle nada. Desde mucho antes eran de pelearse, Bill se comportaba como un rebelde todo el tiempo. Pero Tom no podía intuir en todo lo que su hermano estaba metido, no tenía idea.

Las horas pasaron y el alivio llegó a su cuerpo, así que pudo cerrar los ojos para dormir. No pasó mucho tiempo en cuanto sintió un peso al lado de su cuerpo, era Bill con su pijama, olía muy bien, se había dado una ducha y se adentraba con confianza en su cama.

—Bill… —apenas susurró, el otro le miraba, estaban frente a frente.

—¿Puedo dormir aquí? —Tom asintió con gusto, acomodándole un mechón de cabello detrás de su oreja.

—Claro que puedes… ¿pesadillas? —Bill negó con la cabeza.

—No soy un bebé.

—Entonces, ¿qué es? —Bill tragó saliva, no eran pesadillas, era la inmensa culpa que no lo dejaba dormir…

Culpa :x bien merecida culpa... veremos qué más pasa.
Comentarios, sugerencias y críticas son bienvenidas. Gracias por leer<3


11 comentarios:

  1. Hola Pink, soy July (;.
    Me alegra que Tom se encuentre fuera de "peligro".
    Bill creo es un mal hermano >:c, no puedo entenderlo, creí que con esto Bill iba a reaccionar, pero veo que aun no entiende.
    La culpa lo carcome y ¿ahora duerme con Tom para no sentir eso?
    Espero en un futuro Bill ya no sea tan Rebelde...
    Me interesa saber como se le quitara lo Rebelde, en caso de que se le quite e.e.

    Mis felicitaciones señorita Pink (:

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    1. Hola July *-*
      Bill es tan loco x_x así que ni confíes en lo que haga...
      bueno e_e no sé si en algún momento se le quite lo rebelde XDD pero veremos
      besos *-*

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  2. sabes odio a bill XDDDDDDDDDDDDDDDD me gustaria que tom este bien y que le de una lección a bill, ser asi con su unico familiar y persona que lo quiere no esta bien :ccc, bueno la autora manda ;)) ojala que tom este bien y que bill VALORE TODO LO QUE TOM HACE POR EL ! xdddd

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    1. hallo<3
      en este fic odiarán a Bill porque es insoportable x_x
      se verá algunas razones que explican su comportamiento loco ;)
      Besos *-*

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  3. Quede en absoluta intriga, ¿qué ocurre con Bill?,
    ¿qué hizo?, ¿en qué anda metido?, ¿por qué no entiende pese a lo que a ocurrido?, ¿es acaso George el que lo mal influencia?.... :S cuantas preguntas xD

    cuidate, besos.
    Criis.

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    1. Hallo *-*
      veremos qué pasará con ese jovencito rebelde jojojo se verá lo que fue capaz de hacer x_x
      besos, pronto el siguiente capítulo *w*

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  4. Ohhhhhhhh Bill...Porque se siente culpable? Ah! Si! Porque gasto parte del dinero que debería ser para las medicinas de su hermano herido (Por haberlo ido a buscar a las no se cuantas de la noche porque el niño no había vuelto aun a casa) Y en que las gasto? Ah! Si! En Porros y en saber que mas! Te pasas Bill ¬¬ Aunque lo entiendo...No puedo enfadarme porque en esta fic el es así...Y he visto muchas cosas...Cuando las personas empiezan a pisar esos caminos es muy duro salir y mas si hay drogas de por medio! *Suspiro* Espero que Tom lo ayude! Pero tampoco puede hacer milagros...Bill tiene que poner de su parte!

    Danke por subir nena! Síguela pronto!

    Saludos y besos linda <3

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    1. Hallo *-*
      jajjja lo sabes, jajja ese Bill no lo gastó en nada positivo D:
      y como dices, cuando la persona entra tras esos pasos son tantos componentes complejos que dificilmente logra salir por cuenta propia u_u
      besos *-*<3

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  5. uuuuuuuuuuuuuh! ke fuerte va esto POR DIOS!!! menos mal ke Thomas a pesar de la gravedad del ataque podrá recuperarseKLARO AHORA TIENE KE KUIDAR A SU HNO HERIDO DSPS DE TODO LO KE HACE POR ÉL NI ESO KIERE HACER!!! ¬¬y gastarse la plata para gastos médicos y viveres en finitos!!! EN VDD KOMO LE DARIA UNAS KUANTAS NALGADAS POR IMBECIL E IRRESPONSABLE!!! KOMO NO VA A SENTIR KULPA SI KASI MATAN A THOMAS POR PREOCUPARSE E IR A BUSCARLO!!! FUCK!!
    Gracias por publicar este fic!!! TE KIERO DamitaRosa!! ♥

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    1. hallo *-*
      sí u_u deberá cuidarlo aunque él mismo haya sido el causante de todo su mal D:
      besos! veremos cómo avanza o no con su relación<3

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  6. DIOS MIO QUERIA ESPERAR E EL UNTIMO EPIDODIO QUE PUDIERA LEER PERO NO PUEDO ESE BILL ES DEMASIADO CRUEL SI YO ESTUBIERA EN SU LUGAR NO UBIERA ECHO ESO MI PRIMA DISE QUE TENGO CORASON DE POYO YO UBIERA COMPRADO LO DE LA LISTA RE COPEMSARIA A TOM ASI SOY

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