sábado, 21 de junio de 2014

Adultez - 21

Hola a todos~ después de siglos que no escribía este fic por un bloqueo que tuve con respecto a Tom, pero ya casi lo superé, el problema está en las miles de incongruencias que puede tener el fic, tiene como 450 páginas de Word, sus dos temporadas y se me hace bastante difícil acordarme de todos los detalles, así que si se me pasa algo, me lo dicen cosa que intentaré corregirlo. Saludos *-* espero les guste. Adjunto un regalito de Adriana que me causó mucha gracia<3 

Bill observaba a sus nuevos compañeros, todos parecían de su edad, recién salidos de la escuela. Incluso encontró a Gustav entre ellos, pero no se quiso acercar, sabía que él tendría su propio círculo social.

—Vaya Bill, qué sorpresa verte aquí —dijo Gustav acercándose por compromiso—. Nicole me dijo, pero no creí que nos tocara estar en la misma aula.

—Sí, tampoco lo creí —decía Bill fingiendo una sonrisa.


—Sabes, te agradezco muchas cosas, pienso que es en parte gracias a ti que estoy con Nicole. —Bill frunció el ceño, no sabía por qué sentía celos, pero era así, su mejor amiga, casi su hermana, estaba con ese chico casi perfecto—. Y es un alivio que no seas una competencia, ¿sabes? Todos sabemos que eres gay. —Eso logró incomodarlo en sobremanera.

—Gustav, agradecería que no estés diciendo eso a todo el salón, ya sabes…

—¿Te avergüenzas? —dijo con una sonrisa burlona—. Es algo que es fácil de darse cuenta, no es normal que alguien lleve los ojos pintados. —Bill bajó la cabeza. Últimamente se maquillaba porque quería verse lindo, pero sabía que para la universidad no debió haberse delineado los ojos de esa manera, era evidente su afeminamiento. 

—Solo evita juzgarme —dijo en casi un susurro.

—Descuida, somos amigos —fingió una sonrisa.

Así empezaba su primer día de clases. Podía notar la mirada extrañada de los demás compañeros y tuvo que aprovechar el receso entre clase y clase para ir al baño, con mucha dificultad y tomar un pañito húmedo para despintarse los ojos. “Ay, Bill, sabes que aquí no puedes mostrarte como eres”, se dijo para sí, “solo tu novio valora tu rostro así, las demás personas solo te verán como un maricón”, se dijo con tristeza y terminó por quitarse todo el maquillaje. Se abrió la chaqueta de cuero negro para que no le quedara entallada y se quitó las pulseras y demás anillos, menos el que Tom le había dado. 

*

Tom dejó el auto de Bill estacionado abajo, en la cochera común del departamento que habían alquilado y subió al mismo para mojarse la cara y calmarse un poco.

—No puede estar pasando… —dijo suspirando, mirando su rostro en el espejo. Parecía un hámster asustado.

Él siempre creyó que tenía todo bajo control, a sus mujeres, a sus aventuras, solo las tomaba y ya, se satisfacía. Pero ahora se sentía acorralado entre sentimientos, eso era más incómodo.

El celular volvió a sonar con un nuevo mensaje y tuvo miedo de verlo, así que lo guardó en su bolsillo mientras se sentaba en el sofá a pensar un poco.

*

“No me contesta”, Bill hizo un puchero. Estaba en clases y las miradas extrañas de sus compañeros lo habían intimidado. Quiso comunicarse con Tom pero éste no le contestó. 

A la hora del almuerzo, estuvo solo en un rincón, pero el profesor Jared no dudó en acercarse para hacerle compañía.

—¿Pasó algo? —preguntó por ver su aspecto un poco diferente. 

—Tom no me contesta —dijo triste.

—Oh, me refería a… a tu aspecto, parece como si te hubieras quitado el maquillaje a la fuerza, tus ojos están un poquito rojos. —Bill pestañeó seguido y eso emocionó a su profesor.

—Lo tuve que hacer. —Suspiró resignado—. Aquí todos me ven como un bicho raro, no es como la escuela, creo que todos vestíamos el uniforme la mayor parte del tiempo, nadie te juzgaba por tu aspecto; aquí debo pensar en lucir como el abogado que seré y me cuesta un poco. —Jared le sonrió comprensivo.

—Si quieres te puedo ayudar. Tu aspecto es precioso Bill, eres muy guapo, no necesitas maquillarte o algo parecido para lucir más bello de lo que ya eres. —Bill se pudo rojo ante esas palabras y solo bajó la cabeza haciendo que su cabello lacio negro cubriera parte de su rostro—. Es hora de un cambio de look. —Bill sonrió y le dio la cara.

—Quizá sea eso lo que necesite, lucir como… como el hombre que ahora soy. 

—Exacto, es cuestión de imagen.

—Solo espero recuperar mi trabajo como niñero o quizá encontrar otro. El tema económico es un problema en este tiempo, sé que Tom tiene dinero pero jamás dependería de él.

—Jamás dependas, Bill, ni económicamente, ni emocionalmente. —Bill tomaría ese consejo, temía lo que pudiera pasar si dependiera de Tom en todo—. Pero si necesitas dinero, podría hacerte un préstamo.

—Oh, no, claro que no.

—Sí, para mí no es un problema. —Bill le sonrió. Deseaba tanto que Tom fuera un poco más maduro y comprensivo como el profesor Jared, pero también sabía que pedía mucho, su Tom era un cerdito.

Terminaron de comer el aperitivo y Bill sabía que debía regresar a clases, el profesor Jared notó su inseguridad.

—Algo te pasa, lo sé. —Bill lo miró con cierta angustia.

—No puedo manejar mi propio auto por… mi pierna, por eso Tom debe venir a recogerme, el detalle es que no contesta mi mensaje, no sé si vendrá. Vivo cerca, pero no podré caminar…

—Oh, pero eso no es un problema, puedo llevarte.

—No, profesor, descuide, él vendrá, o al menos avisará.

—En caso de que no, pues te llevo yo. —Bill asintió con una sonrisa de amabilidad. Tener a Jared como amigo era genial.

*

Tom prefirió usar el auto de Bill para ir hasta su casa en la zona rica de Hamburgo. Ese día su abuela estaba tomando el té y esperaba por su hija. No pudo evitar fruncir el ceño al ver a Tom llegar.

—Abuela… —sonrió y ella lo invitó a sentarse a su lado—. Estoy de pasada…

—Sí, ya veo. Luces extraño Tom, no sé qué estás haciendo de tu vida, ¿qué pasó con los planes de trabajar o al menos estudiar? Tan rápido estás haciendo vida marital con un hombre, para colmo eso… —Tom bajó la cabeza, debía soportar los típicos reclamos—. ¿Para qué vienes? —fue directa al ver que su nieto no decía nada y Tom sintió que todo en cuanto a su familia volvía a ser lo mismo… intereses. 

—Bueno, si somos así de directos, vengo por dos cosas —dijo serio—. Quizá hasta tres y si se puede hasta cuatro. —Su abuela alzó la ceja y llevó la taza de té a sus labios.

—Empieza.

—Primero, quiero que le devuelvan el trabajo a Bill los fines de semana —la abuela rió un poco—. Segundo, quiero el auto que me prometieron; tercero, quiero un adelanto de mi mesada y si están de buenas, un celular nuevo. —Luego de que pisoteara su celular hacía semanas, Bill le había regalado uno muy elemental y básico con el cual no se sentía nada cómodo.

—¿Algo más? —preguntó sarcástica.

—No.

—Ahora déjame hablar —habiendo dicho eso, Tom frunció el ceño sabiendo que le reclamaría y que al final no le daría nada.

—Antes de que hables, si no me vas a dar al menos una cosa de las que pedí, me retiro.

—Espera, no. Siéntate —dijo cuando se puso en pie para irse. Tom se sentó algo ofuscado—. Venir aquí a amenazar, sabes que no va conmigo. Escucha lo que te diré. —Tom suspiró resignado y la miró a los ojos no sin antes cruzarse de brazos—. No sé qué pretendes Tom hacer con tu vida, primero conquistas a ese niñero, nos lo presentas como alguien importante, se te mete la loca idea de mudarte con él luego de que tus padres te sacaran del problema que te metiste trabajando con esa loca mujer, luego de ello difamas al niñero de andar con hombres, él pierde el trabajo y luego dices que todo fue falso, ¿cómo creerte? Seguido, lo del auto fue promesa de tu padre, no mía, lo de tu mesada sabes que es una condición mía, no tendrás mesada hasta que trabajes, mucho menos un celular, por Dios, tenías uno muy bueno regalo de Navidad, ¿qué pasó?

—Lo tiré en una fiesta.

—¡Te das cuenta! ¡Nunca aprendes! ¿Qué estás haciendo en este tiempo? ¿Te peleaste con el niñero otra vez? 

—No, discutimos una vez, se rompió la pierna, pero nos reconciliamos —dijo de lo más normal—. Ahora vivimos juntos, pero él está desempleado, aunque ingresó a la universidad. —dijo con una sonrisa causando molestia a su abuela por su cinismo—. Solo vine para saber si podía tener algún apoyo de ustedes, nada más por eso. Al menos espero que tengan consideración por Bill…

—Tu madre ha puesto un aviso para una nueva niñera. Ya que tú no estás en casa, no eres una amenaza. —Tom se ofuscó un poco, se sentía desplazado.

—No tiene por qué hacer eso, tengo una relación seria con Bill. —La abuela rió.

—¿Sería? Hazme el favor y ahórrate tus explicaciones, Tom.

—Bien, se acabó. Dile a Dunja que ya no vendré más a casa. —Se levantó.

—Espera, no te vayas.

—Dile a mi padre que no tendré un auto nuevo, que no estudiaré nada de lo que él quiere. Y diles a todos que ya no regresaré más. Me despides de Liam.

—¡Tom! —Tom la miró serio—. Eres muy injusto, espero la vida te enseñe a madurar, así como estás solo terminarás por arruinarte más la vida. Piensa en lo que te digo, con nosotros tendrás más oportunidades, si vives aquí nada te faltará.

—No abuela, si regreso todo será como antes… me siento un nuevo Tom y no quiero cambiar eso.

Su abuela se ofuscó, pero Tom terminó saliendo de su casa, sin dinero, sin esperanzas de poder obtenerlo de manera fácil. 

“Una mierda, no estudiaré, no haré nada que ellos me digan”, se dijo a si mismo mientras manejaba el auto de Bill. “Maldición, el libro”, recordó que debía conseguirle a Bill su tan ansiado libro que había dejado donde Georg y luego su vientre se contrajo en responderle los mensajes que le habían llegado en la mañana.

Sacó el celular y vio un mensaje de Bill a las dos de la tarde. “Tomi, a las cuatro salgo… espero vengas”. Se asustó un poco viendo el reloj, eran las 4:30 pm. No pensó que demoraría tanto en la casa de sus padres, pero así había pasado, las horas habían volado en parpadeos. 

—¡Demonios! —se ofuscó y llamó a Bill.

—Tom… —reclamó Bill contestando.

—Espérame en la universidad.

—No, ya estoy en casa, ¿dónde estás? ¿Fuiste por mi libro? —Tom no cuestionó quién lo había llevado a casa y Bill suspiró aliviado pues había sido el profesor Jared.

—No… yo… —calló no sabiendo qué explicar—. Estoy en esas. Espérame en la casa. Llevaré la cena.

—Está bien. Te mando un beso.

—Otro.

Giró el volante hacia la tienda de libros. “Debo dejarme de tonterías, nada pasará con Georg, iré allá, pediré el libro por el cual pagué y me iré; nada puede salir tan mal, nada.” Se dijo a sí mismo y con determinación, luego de media hora, terminó estacionando el auto de Bill en la librería.

Entró en ella y vio los bellos ojos de Georg mirarlo con picardía.

—Olvidé el libro —dijo serio, tratando de controlar su nerviosismo.

—Hola. —dijo con una sonrisa—. Lo sé, lo tengo en una bolsa, en el almacén.

—¿Sabes? —se le acercó un poco—. No quiero jugar, tuve un día muy estresante, mi familia me dio la espalda, gasté todos mis ahorros en un anillo que compré para mi novio.

—¿Sentimientos de culpa? —dijo alzando una ceja y Tom asintió.

—Sí, jodidos sentimientos de culpa, así que no quiero llevar esto más a la mierda de lo que ya está.

—Pobre Tom —se burló—. Las relaciones asfixiantes te llevarán a la vejez muy rápido. —Tom pensó en eso—. Sé que no eres para esas cosas… —Tom bajó la cabeza—. Salgo en media hora, quizá podamos tomarnos un trago, qué dices, o quizá podeos pasar de todo lo previo y te llevo a las estrellas esta noche. —Tom rió ante sus palabras tan parecidas a él.

—Quizá lo mejor que pueda hacer es enseñarle a mi novio ser más como yo y ya, todo solucionado. —Georg rió.

—Tu novio es un niño, entiende eso, los niños no te pueden follar como grandes. —Tom frunció el ceño.

—Como sea, no vine por eso, solo por el libro.

—Está bien. Aunque no creas te entiendo, Tom, eres el típico chico al que le gustan las aventuras, sé que no estarás tranquilo hasta hacer realidad lo que te propongo. —Tom frunció el ceño sabiendo que era verdad. Apenas conocía a Georg y ya le había hecho la propuesta indecente y lo peor era que no le incomodaba, es más, lo sentía tan familiar que si no estaría con Bill quizá estarían metidos en un hotel haciendo realidad sus fantasías. 

—¿Por qué yo? Estoy seguro que tienes muchos hombres a tu alrededor, no te hace falta. —Georg le sonrió.

—Vi en ti algo.

—¿Qué? —Tom estaba un poco ofuscado.

—Algo de mí. —Tom bajó la cabeza, no podía contradecirlo.

—Lo que pasa es que ya no quiero ser muy yo… ¡El libro! —reclamó evitando hablar de lo que sentía.

—Está bien —rió y se fue al almacén a sacarlo—. Aquí tienes —se lo dio en una bolsa de papel y le regaló una hermosa sonrisa—. Quiero que sepas que estaré para cuando quieras satisfacer esa curiosidad. —Le guiñó el ojo.

—Pues te cansarás de esperar. —Georg rió.

—Te conozco —Tom le dio la espalda—. Tú volverás —se detuvo y volteó a verlo.

—Para cuando vuelva, espero se te haya pasado las ganas —le dijo con una sonrisa y Georg rió otra vez.

—Mis ganas van y vienen conforme las personas van y vienen, eso es libertad.

—Entonces espero no volver. —dijo caminando más rápido.

—¡Volverás!

Tom suspiró ya dentro del auto de Bill y apoyó la cabeza en el timón, botando el aire de sus pulmones. “Joder, Tom, ¡joder contigo! Pudiste solo aceptar su ofrecimiento y saber lo que se siente que te den por el culo”, se reclamaba mentalmente, “no, hiciste bien, así debe ser, empiezas a aprender a lidiar con esas cosas; ve a casa, ve donde Bill”. Eso último logró reponerlo.

Manejó hacia su departamento. Estuvo pensativo y con mal humor, así se ponía cuando se frustraba. El saber que no tendría el apoyo de su familia, que no le podía decir a Bill que había recuperado su trabajo, que no sabía qué hacer, el haber dejado pasar la oportunidad de tener un encuentro sexual deseado; lo había frustrado en gran manera.

Estacionó el auto de Bill y subió hacia su departamento.

Al llegar, sintió el agradable olor de comida de casa y recordó que le había prometido a Bill llevar la cena, pero también se ofuscó al percatarse que no tenía ni un céntimo para ello.

—¡Tom! —Un Bill descalzo, con pijama puesta y cabello en una coleta, le salió al encuentro y se le colgó como un koala—. Tom —dijo para besar sus labios y Tom se dejó, abrazando a Bill—. Como demorabas, decidí hacer una sopa.

—Hiciste bien… no traje nada.

—¿Mi libro?

—Eso sí. Ten. —Se lo dio cuando Bill bajó de su abrazo.

—Tengo tanto que contarte… —Tom permaneció serio, parado en la salita y Bill se convirtió en un tierno lorito que no dejaba de hablar y hablar, pero la mente de Tom iba por otro lado, analizando la situación.

Bill caminó hacia la pequeña cocina, sirviendo la sopa en dos platos continuando con su historia mientras Tom se le acercaba por detrás, lento, observando como servía los platos.

—… y tuve que quitarme el maquillaje, fue la parte más fea de todo, y luego, cuando regresé al salón de clases, Gustav estaba mirándome de manera rara, como diciéndome “igual te ves afeminado, nada lograrás quitándote ese maquillaje”, entonces yo… —miró a Tom quien seguía parado en la cocina, inexpresivo y dejó de servir la sopa—. ¿Tom? ¿Pasa algo? —Tom se le acercó y tomó su rostro para besarlo, delicado, solo un beso suave que desconcertó a Bill—. ¿Tom?

—No me importa si eres afeminado. —Bill lo miró serio, Tom parecía extraño.

—Pero siento que me trae problemas… —Tom lo abrazó—. Tom, te pasa algo.

—No lo sé.

Bill lo abrazó y se quedó callado, podía intuir que algo pasaba, pero ni se lo imaginaba.

¿Alguien entiende a Tom?¡ e_e xdd veremos qué más pasa, estoy con algunas ideas en la cabeza, pero no olviden que Adultez está por llegar al final... ¿Comentarios? *-*

10 comentarios:

  1. Bravo Tom dio un gran paso al rechazar a Georg, por primera vez piensa con la cabeza correcta >.<..... Pobrecito Bill no tuvo un gran primer día en al Universidad por culpa del mentecato de Gustav.

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  2. Qué le diga a Bill que es lo que siente. Por primera vez que se tengan confianza como pareja. Caramba! Tom hablale a Bill de tu deseo sexual, que Bill se vuelva un "cerdo" también en la cama...y quizá aclarando esa duda, Tom piense mejor sobre su futuro.
    No demores tanto por favor.
    Adriana.

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  3. Tom parece mejorar pero aun parece que la relación está lejos de estar bien. Entiendo a las personas que no quieren vivir esclavizados a un sistema de trabajo, me parece genial e interesante, sin embargo las personas de deciden vivir así tienen en claro que la vida no es fácil y batallan para sobrevivir pero Tom enserio no tiene vergüenza vaya que ir a pedir un carro, dinero y todavía un teléfono nuevo, creo que al chico le falta ubicarse. Bill no la tiene nada fácil en la escuela pero me alegra que se esté esforzando para salir adelante. Veremos en que acaba esta complicada relación. Buen capítulo Pinks hasta el próximo!

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  4. Pink no sabes cuanto habia esperado por esto >_< Se me hizo tan cortito el cap pero creo que es porque me gusto mucho...Por favor Pink sube pronto el proximo cap que lo espero con muchas ansias ^_^ Aww Pink no quiero que termine Adultez es mi fic favorito y me cuesta aceptar que ya va llegar a su fin :'( Bueno Pink te dejo mis saludos besos y abrazos!
    de Nico.

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  5. Pobre Tom,no puede consigo mismo...es tan difícil decirle a Bill sus deseos...y Bill debería indagar más en Tom hmmmm me pongo a pensar,Bill logrará cumplir con los deseos de Tom?

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  6. Hola Pinky! Esta es mi primera vez comentando en Adultez, me siento emocionada *w*

    Bueno, primero que nada la emoción viene de que por fin has actualizado Adultez, de verdad que nos tenías a todas muy necesitadas de seguir leyendo y no fue para menos, las cosas cada vez se complican más para Tom como para Bill.

    Me da pena las cosas que Bill tiene que pasar en la Uni, solo por su aspecto. El se siente temeroso y por si fuera poco, Tom intencionalmente lo hace sentir inseguro con sus rechazos y esas cosas :s

    Y Tom, Tom, Tom, Tom... esta hecho un desastre ._. Creo que de cierto modo lo comprendo, todos pasamos por un momento así en nuestra vida y como los seres humanos que somos, somos débiles a la tentación y nos dejamos llevar. Sin embargo, Tom ha dado un buen paso al rechazar las insinuaciones de ese coqueto de Georg 7u7 Espero que no vaya echar ese esfuerzo por la borda, porque entonces si lo arruinaría todo :c

    Por como acaba el capítulo, llego a pensar que Tom esta a un paso de contarle a Bill sus deseos y pedirle que se los conceda e_e
    Ojala que Tom se decida por eso, debería tenerle más confianza a Bill, es su pareja!!!
    La propuesta de Georg sigue en pie y eso me preocupa... Bill tiene que ponerse abusado y esta vez, ya no dejarlo ir.

    ldkvmskldmvklsdmv Me calmo :')

    Gracias por este capítulo! Me ha gustado mucho :)
    Saludos y hasta luego! :*

    <3

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    1. Tom *sin intención lo hace sentir inseguro con sus rechazos y esas cosas :s

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  7. Omg extrañaba esto :') amm donde comenzar, ah sí, felicidades a Tom que se le negó a Georg :)
    Umm no sé qué le pasa a Tom, quizá en su mente empieza a aceptar que sí ama a Bill.
    No sé por qué se me ocurrió que tal vez Georg dejó algo escrito en el libro para que Bill lo viese y arruinase la relación entre él y Tom.... (?) Yo y mi imaginación...

    Cuídate! Besos

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  8. Bueno, que decir... Ganas incontenibles de golpear a Gustav por su mal intensionado comentario, a Thomas por ser tan INMADURO, CARADURA e IDIOTA!!! y de consolar a Billy por sentirse solo e incomprendido tanto dnd estudia como en su vida :C Cobarde Thomaaas, pidele a que te folle bien DUROOOO de una p*ta vez!!! ¬¬ Gracias por el capiiii!!! otro, otro, otro!!!! Cuidate mucho!!! :) ♥

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  9. Ayy noo por favorr que Tom no lo engañe, que piense bien las cosas, que empieze a trabajar! Y todos felices y contentos.¢:

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