sábado, 28 de junio de 2014

Impredecible

Hola a todos *-* como una forma de premiarme por la nueva aventura laboral que tendré (sí, al fin tengo un nuevo trabajo y estoy emocionada) He decidido subir otro de mis fics antiguos. Este contiene sólo seis capítulos y es una historia llena de cositas impredecibles jaja, espero les guste, tiene ya varios años de creación y al revisarlo pude notar un ligero cambio en mi forma de escribir, aún así me gustó hacer este fic. Que lo disfruten. 
Resumen: 
La vida muchas es veces es tan Impredecible.
Bill Kaulitz había decidido casarse y aquello Tom no se lo esperaba.
Un pasado, una historia, un secreto… Al final puede pesar más que el presente. 

“No lo hagas, no te cases…”
Autora: Pink Girl
Clasificación:  +18
Advertencias: Twincest, contenido hetero.
Género: Romántico, drama, universo alterno.
Pareja principal: Tom - Bill.
Minific
Disclaimer: 
Ninguno de los personajes me pertenece, solo la trama. El banner está hecho con una manipulación de Vanzekin.


Aquel día esperado había llegado.

Su hijo regresaba a casa, pero no regresaba solo. Estaba comprometido ya un año, y había decidido casarse. 

A muchos les pareció una idea bastante precipitada. Tan joven, apenas con veintiún años y ya iba a pasar a la fila de los casados. Pero a veces así suele pasar. Uno encuentra a su otra mitad, y cuando ya se sienten preparados, buscan hacer una familia. Eso era lo que en cierta forma buscaba Bill Kaulitz.

Era compositor de música y vivía en Berlín desde los dieciocho años. Había dejado la casa de sus padres y hermano allá en Leipzig

Después de años retornaba, sencillamente para casarse con la mujer que había elegido, una bella pianista llamada Melissa. Era de cabellos negros largos, una señorita que irradiaba juventud, belleza y educación, criada en una buena familia. La conoció en su ambiente de trabajo, cuando grababan unas pistas de alguna cosa que les habían encargado. Ahí surgió una amistad de meses para luego dar pase al romance. Todo parecía precipitado, pero ¿para qué esperar más? Si ambos se amaban, ambos estaban listos para dar el siguiente paso.

Días antes había llamado a su madre Simone para contarle que estaba enamorado, que las cosas parecían ir en serio y que curiosamente ella también era de Leipzig, se había mudado por los mismos motivos que él a Berlín. Le contó que se había comprometido en una fiesta privada con algunos amigos y los padres de ella que en una ocasión fueron a visitarla. Bill hablaba rápido aquella vez, estaba emocionado y Simone incluso lloró de tanta emoción y él le dijo por teléfono.

—Me caso, mamá. Ella es la indicada y hemos decidido casarnos allá, en Leipzig. —Simone enmudeció pero luego de secarse las lágrimas rió emocionada.

—Mi pequeño, claro que sí, no sabes cuán feliz me hace saber eso.

—Estamos allá dentro de dos meses, estamos planificando todo. 

Y la conversación siguió aquella vez, consejos de madre, y dudas de un hijo emocionado. Luego Jörg, su padre, lo felicitó, no podía creerlo, el menor de sus hijos se casaba tan joven. Pero conocían a Bill, era un hombre responsable, siempre lo fue, y confiarían en sus decisiones, si él había decidido casarse, ellos estarían con él.

—Papá, ¿qué es de Tom? —preguntó Bill, aquella vez—. Quisiera que él sepa de esto cuanto antes, necesito hablar con él. —Jörg enmudeció.

Tom Kaulitz, el hermano gemelo sólo físicamente porque, era tan distinto a Bill, era un aventurero, por no llamarlo holgazán, desempleado, despreocupado, entre otros adjetivos. Le gustaba mucho viajar a lugares desconocidos, trabajar improvisadamente y luego gastar ese dinero viajando otra vez. No quería saber nada de estudiar en alguna universidad. Él se consideraba “un perseguidor de sueños” y creía que la vida no debía de planificarse, porque eso era para los “esclavos del sistema” así que tenía su forma de vida, y sus padres no podían hacer nada. Había meses en que no se aparecía en casa, y luego regresaba, algunas veces con muy bajo de peso, y con mal aspecto. Simone cuidaba de él hasta que en la madrugada de cualquier día volvía a desaparecer. No tenía teléfono, no llamaba, salvo en casos de emergencia cuando una vez amenazaron con matarlo y él llamó para supuestamente despedirse, pero los malos entendidos con quien sabe quien se solucionaron milagrosamente. Tom Kaulitz era el hermano antagonista de Bill pero, ambos hermanos de pequeños, habían sabido comprenderse a pesar de todo ya que eran gemelos.

—Tu hermano no está en casa… ya sabes, salió hace, creo que cinco semanas atrás.

—Oh, en verdad esto es importante para mí, quisiera que él esté presente.

—Sí hijo, se lo haré saber en cuanto lo vea, será lo primero que le diré, así que estoy seguro que él preferirá quedarse en casa para cuando llegues.

La conversación siguió en acuerdos de mejores lugares para la boda, y aspectos económicos. Jörg, como buen padre que era, sabía que tenía que prepararle una “herencia” a su menor hijo, su responsabilidad de padre se lo exigía y él lo haría con cariño.

Las semanas pasaban y Simone arreglaba la habitación de Bill para recibir la tan ansiada visita, su Bill y la prometida de éste. Ella había hablado algunas veces con Melissa, su voz era tan dulce, ella pensó que era de un ángel, así que su instinto maternal supo que ella era para Bill, y que se llevarían bien, ella lo presentía.

Mientras terminaba de desempolvar la habitación se topó con algo extraño, había un pequeño baúl debajo de la cama de Bill, era uno que Simone nunca antes había visto, mejor dicho, no era de su casa.

—¿Será de Bill? —Se preguntó curiosa—. Y ¿cómo se abre esta cosa? —Pestañeó sentándose en la cama con el pequeño baúl sobre sus piernas—. Qué raro, estoy segura que no es de Bill, a ver… —Había un candado con clave que sellaba el baúl—. Una clave… humm… —Pensó, tanto era su curiosidad por saber qué era—. El cumpleaños. —Puso lo números ordenadamente y clic, el candado de abrió—. Oh, fue fácil. —Adentro habían muchos papeles, no eran papeles comunes, eran de colores y tenían fotos, ¿de Tom? —. ¿Qué es esto? —Miró curiosa un papel y lo abrió, era como una carta, había muchas de ellas ahí.

Bill:

Te escribo desde Suiza, hoy salí de Alemania, me tomó casi doce horas… Aún no sé qué haré hoy, sólo quiero visitar las granjas y ocuparme de algo. Y justo hoy estuve viajando en un camión, había un perro ahí, uno que tenía los mismos ojos que Scoty ¿Recuerdas cuando nos miraba así, como patéticamente para que le diéramos de comer? Era exactamente esa mirada, no resistí más y le di lo único que tenía. 

No olvido mis tiempos contigo. Allá en Berlín debes estar bien, algún día te visitaré hermanito, recuerda que…

—Simone —llamó Jörg interrumpiendo su lectura, ella se sobresaltó y guardó la carta entre tantas cosas que habían ahí, incluso postales, así supo que ese baúl no era de Bill, era de Tom, lo había guardado en alguna de sus visitas improvistas.

—Sí… —dijo nerviosa terminando de guardar el baúl debajo de la cama de Bill.

—Cariño —terminó de asomarse por la puerta—, Aquí estas.

—Sí —dijo algo agitada.

—Tom regresó.

—¿Qué? 

Ambos salieron de la habitación y bajaron las escaleras, Simone preguntaba dónde estaba su hijo. Jörg lo había visto, en la ciudad para ser más precisos, no había llegado a casa y les urgía a ellos buscarlo, pues Bill había sido claro en una de sus llamadas “Si mi hermano no está presente esos días, puedo modificar la fecha, es importante que él esté presente, por favor localícenlo”. Eso tenía muy nerviosa a Simone.

Subieron al auto, y Jörg se dirigió a la comisaría.

—Pero ¿qué dices?

—Lo siento, pero sí, él está detenido, algún mal entendido, sabemos como es Tom. —Simone dudaba mucho en confiar en Tom, era tan impredecible.

—Bill llegará dentro de poco; ¡ay, Jörg!, no quiero que encuentre a Tom en problemas, y justo en este tiempo.

—Descuida… yo… —titubeó—. Estoy llevando algo de dinero, no es mucho, espero y sea suficiente, pero Tom sea en lo que sea que esté implicado, hoy sale. —Simone se llevó una mano a la boca, estaba algo indignada, avergonzada por lo que Jörg haría, pero era lo mejor.

Llegando a la comisaría, les explicaron que Tom había sido encontrado robando unas flores de una florería. El hecho en sí había sido vergonzoso. Tom argumentaba que eran flores, que no debía ser procesado por algo tan insignificante. Pero al robarlas, había roto un vidrio muy grande de la florería, junto con algunos jarrones que ahí se vendían.

Jörg pagó todos los gastos, firmó algunos papeles, y suplicó llevarse a su hijo.

—Su hermano está por casarse, por favor, sólo esta vez. —Bajo su mano les mostró disimuladamente un fajo de dinero—. Por las molestias —dijo tratando de fingir una buena sonrisa.

—Joder —dijo uno de ellos—, para qué tener a un loco aquí, anda. —Le indicó a otro oficia—. Libera al muchacho. —Jörg sonrió aliviado. Todo estaba resuelto.

Simone abrazó a Tom quien tenía una sonrisa por verla.

—Hijo, ¿en qué andas metido? —lo llenó de besos y Tom mantenía la sonrisa—. Estás más delgado, ¿qué es eso en la cabeza? —Le quitó el gorro negro que tenía dándose cuenta de que ya no llevaba esas rastas rubias desarregladas, ahora tenía unas trenzas negras—. Pero ¿y eso?

—Nuevo look, mami. —Vio a su padre acercarse y éste lo abrazó algo incómodo, todo lo que tuvo que hacer y Tom parecía no notar el esfuerzo.

—Vamos hijo.

Fueron en el auto, Simone no dejaba de verlo.

—Has crecido, estás hecho todo un hombre y mira, sólo ha pasado algunos meses. —Tom miraba por la ventana el sendero.

—Sí, ¿cómo me encontraron? Pareciera que me estaban buscando o algo así. —Jörg lo miró el por espejo retrovisor del auto.

—Hay algo que debes saber, es importante para la familia. —Tom lo miró intrigado—. Tu hermano llamó. —Vio como una sonrisa se formó en sus labios de su hijo.

—Bill.

—Sí, llamo para decirnos que se va a casar. —La reacción de Tom fue de asombro combinada con tristeza.

—¿Qué?

—Sí —intervino Simone—. Si llamarías, o si visitarías más seguido lo sabrías, él esta viniendo hoy en la noche a la casa con su prometida, se casarán en dos días.

—¿Qué? —Era lo único que podía decir.

Bill se iba a casar y eso para Tom fue… un tanto devastador, lo llenó de desilusión como si le quitaran algo. 

La noticia era tan impredecible.

¿Qué les pareció? De seguro algunos ya lo han leído antes. Subiré seguido, como dije, es un fic que ya antes lo había subido. Gracias por leer, espero sus comentarios *-*~

8 comentarios:

  1. ¿Sabes algo? Desde que encontre la imagen del banner corriendo por ahi, siempre quise leer esta fic... y ahora que la publiques por tu blog me ¡Llena de Felicidad!

    Espero que puedas subir muy pronto el siguiente capitulo.

    Pd: Felicidades por tu nuevo trabajo!

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  2. Recuerdo este fic! Lo ameee <3 que bueno que lo subas aquí n.n lo reelere gracias pinky!!!

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  3. Pink, qué bueno que tienes empleo! Me alegro mucho por ti :) felicidades.

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  4. para mi que ahí hubo algo . felicidades por el conseguir el trabajo , se que costo mucho por que fue publico.
    bsos y mucha suerte

    melany

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  5. Holaaaa querida DamitaRosa!!! Con gusto volvere a leer este fic, casi no lo recuerdo asi que será como si fuera la primera vez!!! :D Felicitaciones por tu novisimo trabajo :D Cuidate muuuuchoooo bonita!!! Te quierooo ♥

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  6. *o* gracias por gustar del fic, subiré pronto los demás capítulos, gracias por comentar *-*1!!

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  7. Por casualidades de la vida, di con tu fic; ahora en pleno 2019 lo estoy leyendo y me parece genial. Gracias por escribirlo

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  8. Está hermoso tu fic, en serio, ¡¡¡precioso!!!

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