Póster - 36

Hola a todos. Algo tarde, pero actualicé un cachito de este fic. Saludos a todos, los extraño~

Bill caminaba por todo el búngalo inspeccionándolo como un animalito curioso. Tom solo le observaba desde la pequeña sala, sentado en el amplio sofá. El pelinegro reía emocionado, dando palmaditas de vez en cuando por todo lo que le causaba ver el hermoso lugar paradisiaco.

—Tomi, mira. —Abrió una de las enormes ventanas de vidrio, la vista era el azulado mar, tan azul brillante y la brisa que entraba era fresca—. El mar en todo su esplendor, es hermoso. —Llevó ambas manos a su boca y se la tapó antes de chillar por la alegría que sentía.

Entró en la habitación, había una hermosa cama con almohadones e incluso con pétalos de flores encima, arreglos florales en cada mueble y la vista al mar era espectacular. Una pequeña puerta los conducía a una terraza con piscina incluida. Bill también fue ahí. Tom, aún adentro, acomodaba sus cosas en los muebles; de todas maneras debía ser precavido, no vaya ser que Bill tuviera razón con respecto a su integridad. Podría morir y esa idea le causaba cierto temor.

—¡Tom! —llamó con dulce voz desde la terraza y luego le escuchó gemir de gusto. Tom no resistió y salió a ver qué pasaba.

Semi desnudo, Bill estaba dentro del agua cristalina de la piscina. Jugaba, reía y nadando cerca de Tom lo miró desde abajo.

—Está muy fresca, vamos métete conmigo, di que sí. —Tom se arrodilló incapaz de decirle un no.

—De acuerdo, solo un momento y luego entramos.

Ya estaba atardeciendo. Bill lucía cansado, pero dentro del agua lograba relajarse. Tom se quitó la ropa quedándose en sus bóxers, logró ver como Bill le miraba desde la piscina y sus mejillas se teñían de rojo, sumergiéndose luego en el agua para evitar delatarse, Tom soltó una risita y fue por él.

Dentro del agua, Bill buceaba y Tom le seguía rozando de vez en cuando su piel suave. Sacó la cabeza del agua y Tom fue con él muy cerca, sonriéndole atrevido, lamiéndose ese piercing que tenía en el labio.

—¿Sabes lo que he estado pensando? —preguntó Bill.

—Dime, qué. —Estiró una mano y le tomó el brazo por debajo del agua.

—Creo que ahora ya no me importa querer recordar quién soy. Antes me angustiaba por no poder hacerlo, por saber si tenía familia que me esperaba en casa, amigos, o el novio, pero cuando conocí allá mi casa y todo lo que tengo, no sentí nada; no me sentí ligado a ellos, solo a… a ti. Cuando despierto y te veo me siento cómodo, sé que estaré bien. El misterio del póster me asusta, no lo puedo negar, pero a la vez, estar aquí a tu lado, no lo cambiaría por nada.

Fueron muchas palabras cargadas de sentimientos. Tom solo miraba sus ojos tan bellos, tan sinceros y puros; su corazón latía acelerado en ese momento, ¿cómo no quererlo? Todo él irradiaba ternura. Posó sus manos en su cintura y vio cómo Bill se sobresaltaba ante su tacto y cerraba los ojos esperando algo. Tom, con una sonrisita, se le acercó y le besó llenándole de calor. Bill alzó sus manos y le rodeó el cuello.

El atardecer llegó y el ambiente se llenó de tonos naranjas, algunos sonidos de aves armonizó el lugar.

Los corazones de los muchachos en la piscina latieron casi en la misma intensidad mientras se besaban.

Los dos muy juntitos~ *-* veremos qué más pasa. El Bill tierno ya tiene la delantera XD