Póster - 38

Hola a todos, otro cachito más de este fic, los quiero mucho.

 Había otros mensajes más, los antiguos, todos guardados con la inicial G.L.; achinó los ojos buscando leer más, desde el más antiguo, algunos meses atrás.

«¿Nos vemos saliendo del estudio? Tengo algo que mostrarte».

«Tus palabras me sorprendieron y tus labios fueron como miel». Tom se incomodó, se recostó totalmente en la cama y Bill se removió a su lado, dormía profundamente.

«Tus largas piernas me hipnotizan, dime que volverás a bailarme así». Le dio eliminar rápidamente luego de leerlo. Una sensación ácida le llenó y su vientre dolió.

«No olvidaré esta noche mi Diva, destilas sensualidad». Le dio eliminar a ese también.

«Feliz aniversario». El cinco de junio, faltaba poco. Lo eliminó y al chequear algunos otros más y darse cuenta de que al parecer llevaba una relación seria con Georg le llenó de una sensación nada agradable. Prácticamente eliminó todos los mensajes sin importarle las consecuencias que vendrían después.

Estiró luego una mano y apagó el lamparín, moría de sueño, en esos momentos quería solo descansar. Abrazó a Bill de la cintura, le daba la espalda y durmió con él así de cerca. Mañana sería otro día.

Ambos durmieron en sueño profundo y al despertar ninguno quería salir de la amplia cama. Bill se giró y miró a Tom dormir por un momento. La mañana era perfecta, la luz entraba por la ancha ventana iluminando el lugar en tonalidades claras y azuladas. Extendió una de sus manos hacia el rostro pacífico del otro chico y le tocó los gruesos labios delineando con sus finos dedos y jugando con ese piercing que tenía ahí. Tom sonrió y abrió los ojos.

—Aún estás aquí —le dijo al notar que no era el Bill original.

—Sí, no sé dónde está el póster. —Estaba cerca de la cama junto al pequeño maletín de mano que Bill traía en el avión, Tom sabía que no podía ocultarlo o romperlo, de seguro algo malo pasaría si eso hacía, no quería arriesgar la integridad de Bill.

—Está en esta habitación…

—Pero Tomi, si me traga ahora, ¿a dónde me llevará? —Tom se angustió por un momento.

El póster llevaba a Bill al último lugar en donde se había quedado dormido. Se sobresaltó en la cama al ser consciente que Bill se había dormido en el avión, si era tragado por el póster ¿a dónde iría?, quizá a la estratósfera, así que casi de inmediato se puso en pie buscando el póster para ocultarlo lejos de Bill, se lo llevó al baño y cerró la puerta. Regresó a la cama, Bill se removía en ella ya despertando.

—Tengo miedo —dijo el de cabello negro.

—No, tranquilo, no dejaré que nada malo te pase, por ahora ese póster permanecerá ahí hasta tener alguna solución.

Tom, ligeramente agitado, se quedó viéndolo a los ojos, ese tipo de cosas, de incertidumbres, hechizos y demás le estresaba pues no sabía qué hacer.

Entonces fue cuando Bill se sintió casi flotar en la cama y gritó despavorido temiendo lo peor. —¡Tom, ayúdame, socorro! —El de rastas se angustió mucho, su Bill levitaba en la cama y era atraído hacia la puerta del baño, ambos sabían que era por el póster. Le tocó del brazo, intentó jalarlo y evitar que sea golpeado en la puerta una y otra vez. Fuertes golpizas, todo su cuerpo contra la puerta, el póster le reclamaba, estaba claro. Su mirada de angustia y la forma en cómo gritaba alertó a Tom.

—Tranquilo, Bill, tranquilo. —Fue lo poco que pudo gritarle, pero como siguió golpeándose involuntariamente en la puerta del baño tuvo que abrirla y Bill fue tragado por el póster inmediatamente…

Tom cayó de rodillas ante eso, solo viendo el póster en colores tornasolados y al tocarlo le quemó las manos. —Dios, esto es terrible… —Luego hubo un casi temblor y se escuchó un sonido en el techo del búngalo de madera, algo había caído…

Tom salió lo más rápido que pudo subiendo a la terraza y ahí lo vio, aparentemente había caído del cielo y se movía en el suelo tratando de saber qué había pasado.

—¡Bill! ¡Bill! ¡Santo cielo, ¿estás bien?! —Se arrodilló para tocarlo y Bill se aferró a su cuerpo bastante asustado.

—No sé qué pasó, Tom. —Todo su cuerpo temblaba—. Estaba durmiendo y ahora aparezco aquí…

Tom lo miró a los ojos y acarició su mejilla, se parecía tanto al Bill de hace momentos, pero todo cambió cuando éste frunció el ceño.

—No me toques. —Y lo rechazó.

Era el de siempre…

Regresó Bill-diva >:3 veremos si ve su celular o no xddd besos