Póster - 39

Hola *-* hoy actualizo un pedascito de este fic, espero les guste. Muah, un beso

Retrocedió molesto y le dio la espalda para bajar de la terraza.

—¿Dónde vas? ¡No puedes dejarme aquí! —Se levantó como pudo y miró al cielo. Era lógico que no había caído de una gran altura pues no tenía magulladura alguna. Eso sería uno de los misterios del póster, a veces era tragado por él, a veces solo desaparecía y aparecía en el último lugar donde había estado; la cosa era que si esos acontecimientos no desaparecían de una buena vez él estaba seguro que enloquecería.

Se arrastró en el suelo y se sentó ahí viendo como Tom bajaba de la terraza, apretó su mandíbula queriendo insultarle de miles de formas, ¡cómo osaba dejarlo ahí sin socorrerlo!

Luego poco a poco pudo recordar, dónde estaba, dónde se había quedado dormido la última vez y para qué estaba en ese lugar, así que debía ser diligente.

Casi arrastrándose y refunfuñando logró bajar las escaleras y adentrarse al búngalo. Algo en su vientre dolió, ese ambiente, ese olor, esa iluminación, esos sonidos del mar sólo le traían alguien a la mente y precisamente no era Tom, era uno de sus músicos: Georg Listing a quien prácticamente había dejado sin explicación alguna. Entró en la habitación y escuchó a Tom cerca de la pequeña cocina, de seguro preparándose alguna cosa para desayunar; Bill se olió un poco el cuerpo, necesitaba un baño relajante y empezar bien el día, nada de dramas ni confrontaciones amargas que pondrían en peligro su plan principal, enamorar a Tom y que el hechizo del póster terminara de una buena vez.

Se relajó bañándose y muchos recuerdos vinieron a su mente, en un jacuzzi como ése había pasado casi una Luna de Miel junto a Georg cuando le había dado el sí para iniciar una relación un tanto más formal, fue cuando decidió hacer un viaje privado de una semana en donde pasó muchas cosas importantes en su vida como la pérdida de su virginidad y el asumir una relación seria. Ahora estaba ahí fumando y sobre todo tramando su siguiente acción.

Tom prefirió ignorarlo por completo, pasó de él esa mañana.

Bill salió del baño y se sentó en la cama buscando alguna ropa fresca que ponerse ese día, sacó algunas poleras de la maleta toda revuelta y luego buscó su laptop recordando que era la fecha de su concierto en una de las ciudades alemanas más importantes y que había sido cancelada. Con mucha tristeza se sentó acomodándose en la cama con su laptop sobre sus piernas, abriéndola para así tener contacto con el mundo. Una emoción le recorrió el cuerpo y luego, al enterarse de las noticias y el caos por su desaparecida y cancelación de conciertos, lágrimas amenazaron con salir de sus ojos. Trató de contenerse, pero sintió rabia y profunda decepción, podía ver los mensajes de sus fans en su web principal y todas las noticas exageradas que hablaban de él.

«Será que el cantante más joven de Alemania quiso renunciar a todo de la noche a la mañana». Los periodistas se habían empecinado por investigar lo que había pasado. «Su manager, David Jost, sólo ha dicho que por motivos de fuerza mayor canceló los conciertos, que en su momento el mismo cantante dará a todos una explicación». «… Muchos creen que decidió simplemente abandonar su carrera musical y vivir en el anonimato». «…Se sospecha una fuga con una pareja homosexual, se sabe que estuvo en el aeropuerto de Hamburgo hace dos días».

Caos, todo era un caos, los medios de comunicación se encargaban de hacer picadillo su nombre y sabía que una gran parte de sus fanáticas estaban decepcionadas de él.

Cerró la laptop y cogió su celular que yacía en la cama, quería llamar a Georg o a David Jost, reportar que estaba bien y que debían de calmar a la gente, pero al ver la pantalla del móvil en la opción de grabado de video se preocupó, Tom había estado jugando con él. Frunció el ceño buscando en él, luego encontró un video y le dio play. Podía verse a sí mismo, y oyó todo su mensaje, al final de él decía que quería quedarse con Tom…

Un dolor en el pecho, ¿qué era eso? ¿Celos de sí mismo? Reconoció su mirada y lo frágil que lucía, le llenó de algo inexplicable y es que le recordaba mucho a cuando era un niño.

El celular cayó de sus manos cuando se percató que no tenía ningún mensaje en su bandeja, y estaba seguro que había sido Tom el responsable de eso.

Se había deprimido por todo lo que había visto hace poco, él tenía que estar en esa isla con una misión la cual no quería, pero debía cumplir para acabar con todo de una vez.

Ton entró en la habitación siendo sigiloso, sabía que podía hacer enojar a Bill de la nada, pero al verlo cohibido en la cama al borde de las lágrimas evitó acercarse en mal plan, solo se quedó parado cerca de la cama, Bill lo miró de reojo y evitó quebrarse.

—No te burles. —casi amenazó.

—No digo nada, solo que… que me preocupas, sé que algo te pasa.

—¿Cómo no me va a pasar algo si mi vida está arruinada?

—La mía también, aunque no creas. Me trajiste contra mi voluntad, ¿lo olvidaste?

—Lo sé… —se puso las manos en la cabeza, agobiado—. No quiero discutir, ¡estoy harto de eso! Déjame solo o explotaré contigo.

Tom se sentó en la cama un tanto temeroso, Bill se alejó evitando mirarlo, pero el brazo de Tom lo jaló del suyo. —¡Qué haces!

—¡Shh! Solo no quiero verte así…

Y lo abrazó sobando su espalda.

jijjiji, ¿lograrán entenderse? Veremos. Besos <3