sábado, 1 de diciembre de 2012

Helado de Fresa - II

Hola a todos n_n~ (eco... eco...;_; ) XD lamento haber dado de baja mi fb, ahora sé que lo necesito para avisar que actualizo, pero u_u debí salir. Aún así actualizo~ Tengan un buen fin de semana.
Batido de Fresa 

—Oh…—exclamó casi sin aire —Justo así… humm… 

—¿Te gusta? —A él le encantaba —¿Así Tomi? Humm… —Su lengua subía y bajaba y Tom podía alcanzar las estrellas así, era tan erótico. 

—¡Bill! —Chilló al sentirse al límite. La lengua de Bill era suave y deliciosa, sentirla en su carne viva era demasiado. 

—Hum… jijiji 

—¡Ahh! —gimió 

—¿Tom? —Abrió sus ojos, estaba sudando tanto y… estaba mojado, al percatarse de la persona frente a él se tapó la cara con los cobertores de su cama. 

—¡Madre, qué haces aquí! 

—Estabas como gritando. —Tom pudo recordar su sueño, aún tenía la respiración agitada, que vergüenza—. Y entré para ver si no tenías una pesadilla, ¿estás bien? —Simone creía que su hijo era aún un niño. 

—¡Estoy bien! Sal de mi cuarto. —No quería mirar a su madre, aún estaba cubierto por sus cobertores hasta la última rasta de su cabeza. 

Simone salió de ahí incapaz de adivinar qué le pasaba a Tom. Él se levantó de su cama después que escuchó a su madre irse de ahí. Miró hacía abajo, había tenido un sueño húmedo que no podía recordar muy bien, supuestamente él era un helado de fresa que Bill lamía… 

—Soy un depravado, esto está mal —Salió de su habitación, ya estaba amaneciendo, y se dispuso a tomar una buena ducha matutina. 

Luego bajó a desayunar, era sábado, no había clases en el colegio y no podría ver a Bill, eso lo tenía algo triste. Aún tenía que estudiar para su examen del lunes, no podía salir, no podía hacer nada, estaba destinado a extrañar a Bill y quedarse en casa estudiando y estudiando. 

Subió a su habitación y buscó sus libros, cuando en eso escuchó el sonido de su celular, una canción romántica y cursi sonó y a él se le formó una enorme sonrisa y sus ojos brillaron, era él, aunque sólo era un mensaje de texto. 

“Hola Tomi”. 

Eso nada más decía el mensaje, Tom se apresuró a contestarlo: “Hola Bill” Esperó impaciente con la vista en aquel aparato. 

“Te extraño…” Su corazón latió frenético, ¿qué contestarle? Tom planeó en su mente… ¿y si lo buscaba? ¿Y si lo invitaba a salir? ¿Un helado quizá? 

“Te extraño también, quisiera verte”. Mandó el mensaje y esperó, caminó hacia su cama y se recostó en ella mirando la pantalla de su celular. 

“Debo estudiar, tenemos examen, ¿te gustan los batidos de fresa?”. Oh, Tom los odiaba, ese sabor a fresa en realidad nunca le gustó, así que ni recordaba a qué sabía el batido de fresa, pero pensó en su respuesta. 

“Me encanta si a ti te encanta… por ti me gustan las fresas”. Eso tenía un poco de verdad, Tom escuchaba la palabra fresa y Bill venía a su mente, entonces recordaba aquellos pequeños besos que se daban cuando comían ese helado, su celular sonó en sus manos otra vez. 

“Que lindo eres, entonces un batido de fresa te va a encantar”. Tom sonrió emocionado. 

“Cuando quieras te invito uno, mi amor”. Se puso nervioso, no le decía así nunca, pero por mensaje de texto se atrevió. Esperó su respuesta, pero nada, los minutos pasaron y Tom seguía mirando la pantalla de su celular esperando por Bill… ni una señal. Se angustió un poco, ¿y si era por llamarlo ‘amor’? Tom se lamentó mucho, de tanto esperar se levantó de la cama con pereza, arrastrando sus pies terminó de sacar sus libros y los bajó al comedor, estudiar mirando televisión sería mala idea, pero necesitaba mucha distracción para no pensar en Bill. 

—Tom, debes lavar tu ropa hoy —avisó Simone llevando una cesta de ropa al cuarto de lavandería. El día sería tan aburrido. 

—Seh, en un momento. —Miró su rol de examenes, el lunes tocaba Anatomía, que aburrido. Se levantó de ahí y fue a su cuarto a sacar su tonelada de ropa sucia que tenía que meter a la máquina. 

Miró con pena su celular, ningún mensaje, nada… ¿debía llamarlo? Pero mientras seleccionaba su ropa para llevarla a la máquina su celular sonó, casi se desesperó por ver el mensaje. 

“Tomi, quiero verte” sólo eso, se puso nervioso, él también quería verlo. Se sentó en su cama y escribió un “También yo”. Se quedó esperando alguna respuesta, pero nada… así que bajó con su canasta de ropa, en eso el timbre sonó en toda la casa, ¿quién sería? Caminó pesadamente y vio por el ojo de la puerta. 

—¡Por Dios! —exclamó nervioso, Bill estaba al otro lado y sonreía risueño mirando a todos lados. ¿Cómo llegó hasta ahí? Tom no sabía, de alguna manera averiguó su dirección y estaba ahí. 

Tom no abrió la puerta, corrió hacia arriba a su habitación a cambiarse de ropa, estaba hecho un desastre, tenía las rastas sueltas porque había tomado un baño, esperaba que Bill no se fuera, que pudiera esperar unos minutitos. 

—¡Tom, la puerta! —gritó Simone desde el cuarto de lavado, el timbre había vuelto a sonar. 

—¡Mamá, ya voy, no abras! —¿Por qué no abrir? Pensó Simone, algo pasaba con Tom, sonaba nervioso. 

Simone caminó extrañada hacia la puerta al escuchar otra vez el timbre sonar y la abrió, frente a ella un jovencito de la edad de su hijo, un niño según ella, estaba sonriéndole con una mochila sobre su hombro. 

—Buenos días señora, ¿estará Tom? —saludó amablemente. A ella le cayó simpático. 

—Oh, claro que sí, pasa. Seguro vienes a estudiar porque tienen examenes, ¡Tom! —Gritó ella y arriba Tom se moría de nervios, sabía que su madre había abierto la puerta, Bill estaba en su casa, parecía todo irreal. Se amarró las rastas en una coleta y se echó algo de perfume, quería estar presentable para él. 

Al bajar las escaleras se percató que Bill estaba sentado en el comedor junto a su madre, ellos dos tenían una charla amena, Tom se puso nervioso, qué cosas podría decirle su madre sobre él. 

—¿De verdad? —decía con su dulce voz. 

—Sí, a Tom no le gustan las fresas, las frutas ácidas, y todo eso, su fruta favorita es el mango —¡Ah! Tom iba a matarla, cómo le decía eso a su Bill. 

—¡No! —Gritó desde las escaleras bajando desesperado—. Amo las fresas madre, son mi fruta favorita… ho… hola Bill —saludó con un notorio sonrojo en sus mejillas. 

—Hola —sonrió y a Tom le regresó el alma—. Tu mami me contaba algunas cosas. —Tom fulminó con la mirada a su madre, pero ella parecía no darse cuenta por qué. 

—Bill me decía que quería hacer un batido de fresa aquí, ha traído algunas de esas frutas… 

—Oh, que genial Bill, amo esas frutas, madre. —La miró desafiante—. Y amo el batido de fresa. —Simone lo miró extrañada. 

—Está bien hijo, si ahora te gusta es genial, debo seguir lavando la ropa, recuerda que tienes que lavar esas medias que están tiradas en… 

—¡Madre! —Interrumpió Tom con una mirada retadora, Simone era capaz de hablar de de todos sus defectos habidos y por haber delante de su Príncipe azul, Simone rió por la reacción de su hijo. 

—Ya mi niño, me voy, estudien, estaré vigilando. —Puso un dedo en su ojo y lo jaló, un gesto que significaba que lo vigilaría, Tom suspiró resignado. 

Ella se fue y ahora él miraba a Bill ahí sentado en su comedor y se le acercó algo nervioso. 

—Estás aquí… —susurró y Bill le sonrió, Tom se sentó a su lado. 

—Quería verte, ¿hice bien? Pareces asustado… —Es que estaba en su casa como caído del cielo, cómo actuar, ¿debía actuar? ¿Qué debía hacer? Quería darle un pequeño beso pero su madre estaba rondando por ahí. 

—Hiciste bien, gracias por venir… 

Bill sacó un frasco de su mochila, uno con fresas frescas y Tom lo condujo hacia su cocina, Tom estaba tan nervioso, quería que todo estuviera perfectamente arreglado y que Bill no se decepcionara de él, a su paso levantaba algún utensilio que estaba fuera de lugar, trataba de que Bill no mirase algún plato sucio por ahí, estaba algo paranoico mirando a todas partes tratando de ver que todo estuviera limpio y arreglado. Bill puso el frasco de fresas en el mostrador. 

—Ahora necesito algo para cortar las fresas. —Tom corrió hacia el mostrador y sacó un cuchillo, llevó una tabla de picar y se la dio—. Gracias. —Le sonrió y a Tom se le formó una sonrisa en sus labios. 

—¿Algo más desea mi Bill? —Le casi susurró al oído, Bill rió nervioso y se ruborizó. 

—Pues… algo de leche y azúcar, si tienes hielo también. —Tom le dio todo lo que necesitaba y le ayudó a prepararlo. Licuaron todos los ingredientes y Bill tomó el vaso de la licuadora para ver la mezcla—. Hum… probaré algo. —Metió un dedo y luego lo chupó saboreando el batido, Tom se quedó fascinado con eso, lo miraba embelesado, anonadado—. Falta azúcar —dijo, pero Tom estaba petrificado mirándolo, eso le había parecido tan sensual—. Azúcar, Tomi —insistió y Tom reaccionó. 

—Oh, la, la azúcar, sí… sí… ¿dónde está? Oh, aquí, ten. —Estaba nervioso, Bill echó una cucharada de azúcar y licuó el batido otra vez—. Lo probarás, ¿verdad? Que tal le falta azúcar. 

—Claro. —Sacó el vaso otra vez y miró a Tom, éste estaba esperando que Bill hiciera lo mismo que hace momentos—. A ver, prueba tú. —¡No!, eso no quería Tom. Miró algo decepcionado a Bill y metió la punta de su dedo en el batido, pero luego de pensarlo un poco, decidió dárselo a Bill. 

—Tú sabes de esto. —Le acercó un poco de batido a la boca y Bill no dudó en probarlo. Que suave labios, que suave lengua, Tom moría de a pocos mirando y sintiendo aquello en la punta de su dedo índice—. Oh… 

—Hum… no le falta nada. 

—Sí le falta Bill, prueba otra vez. —Puso algo de batido en su dedo otra vez y Bill lo probó, está vez duró más tiempo, Bill chupaba su dedo y Tom se sentía en estado de ebullición, algo en él explotaría dentro de poco. 

—¿Tom? ¿Qué hacen chicos? —Interrumpió Simone entrando en la cocina, Tom sacó inmediatamente su dedo de la boca de Bill, ¡que impertinente su madre! 

—Nosotros… eh… ha… hacemos batido, sí —dijo Tom nervioso y sonrojado. 

—Oh, déjenme probar. —Simone se acercó y Bill se hizo a un lado, ella metió su dedo y probó algo del batido. Eso no era sexy, ¡eso era asqueroso! Tom se molestó, pero no dijo nada, miró a Bill y éste tenía una sonrisa risueña en sus labios. 

—¿Qué tal está, señora? 

—Está muy dulce. 

—Está bien así. —Interrumpió Tom. 

—A ti no te gusta mucho el dulce. 

—¡Me encanta madre! Amo el dulce y las fresas. —Bill rió. 

Simone se quedó en la cocina arreglando aquel batido medio raro, le agregaría algo de mango picado y un poco más de leche. Bill y Tom salieron resignados de ahí, Simone los mandó a estudiar, “La cocina es para mujeres” les dijo, según ella les hacía un favor a ambos “niños”. 

Después de algunos minutos Simone ponía sobre la mesa dos batidos de fresa con otras cosas más, ellos agradecieron y ella se fue. 

—Está delicioso —dijo Bill—. Tu madre sabe de cocina. 

—Si tú lo dices. —Bebió un poco usando una pajilla luego ambos miraron sus libros. 

—¿Estudiamos? —Tom asintió. 

Luego de un momento, por debajo de la mesa Bill acercó una de sus manos hacia la mano de Tom quien leía el libro. 

—El órgano principal del aparato circulatorio es el corazón —Bill acercó más su mano y Tom sintió la provocación—. El… el cora… corazón, es un mus… culo, digo… —carraspeó—… un músculo. — Bill rió y Tom no pudo más, tomando su mano lo jaló hacia él y le dio un beso… 

Que importaba su mamá, que importaba el examen de Anatomía, que importaba sus nervios, estaba con Bill ese día. Ese sábado aburrido estaba destinado a ser especial.

Ya quisiera tener sábados así XD Espero les haya gustado, pronto subiré más~

11 comentarios:

  1. Que bellos!!! >_< los amoooo!!! Que sucedera? Ya quiero veeeerrrr!!!!

    Esperare muuuuuy ansiosa el siguiente, me fascina este fic!!!

    Nos leemos pronto!! X"3

    P.D: yo tambien adorooo la fresa!!! Pero por alguna razon odio la fruta!! Buajj!! XP
    Raro no? Ademas.... como seria un fic tuyo no usando fresas sino chocolate??
    Uhmmm... interesante y no se.. sexy? Jujuju
    Buenos.. nos estamos viendo ;3


    Bye,bye

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    1. *-* gracias~ veremos qué más pasa<3
      jkajajajaa ya me lo han dicho antes XD eso de usar chocolate :3 lo pensaré, aún no se me ocurre nada
      besos <3

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  2. gracias por subir mi fic. favorito:-*
    cris

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  3. gracias por subir mi fic. favorito:-*
    cris

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  4. jajajaj me mato lo ultimo... "El… el cora… corazón, es un mus… culo, digo… —carraspeó—… un músculo." jajajaj xDD...yo tambien me gustaria tener sabados asi xDD...

    esta divertida esta historia xD...me guta me guta :B...Gracias!! ^^..

    SALUDOS BESOS Y APAPACHOS!! <3

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    1. jajaaja gracias *-* quise hacer algo fresco y comenzò así :3
      veremos cómo sigue. el drama nunca falta e_e
      Besos <3

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  5. hqhaha hallo <3 bueno, este fic comenzó así, como algo fresco y el nacimiento de un primer amor, ya veremos en qué desemboca todo esto.
    besitos<3

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  6. Estos chicos son una lindura completa.
    No dejé de reír en todo el capítulo porque cada vez me parecían más tiernos y...dnfsmdfnkjdf, Bll, ¡qué sensualidad para hacer las cosas! Hasta yo me lo imaginé y dije: ¡Qué suertudo, Tom, o sea, tienes a un hermoso ser a tu lado!~
    NO PUEDO DEJAR DE DECIR QUE ESTO ESTÁ REPLETO DE TERNURA, LINDURA Y MUCHA CONEXIÓN ENTRE AMBOS.
    Comprendo cómo se siente Tom, a veces las mamás dicen de todo cuando uno tiene a su lado a sus compañeros o peor aun, cómo le sucedió a Tom. Pobrecito u.u Insistía que le encantaba el batido de fresa, las fresas y el azúcar.
    Fue totalmente hermoso y mereces una ovación gracias a este gran fic, aun así sepa que los capítulos extras sean llenos de tristeza mayormente, y eso porque una vez leí un capítulo y lo juro, lloré sin ni siquiera haber leído nada desde el primer capítulo.
    Ahora sí, leeré este fantástico fic y lloraré por todo~
    Un saludo, Pink~ Cuídate <3 ^^
    Te envío muchas fresitas *--*

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  7. Jajajajajajaja no puedo con esto... Su mamá... El batido.... Jajaja

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