Póster - 57

Hallo *-* otro más de este largo fic, que lo disfrutes Scotty *-*

Despertó en la cama agitado por su pesadilla, había visto al otro Bill del cual Tom hablaba mucho, le había parecido tan real ese sueño que aún estaba agitado.

Supo reconocer a su otro lado en ese sueño, lo había visto a través del póster como si de un portal se tratara. Su mirada, sus gestos, todo le recordaba a él de pequeño, cuando era sólo un niño ilusionado que quería construir un lindo futuro, cuando escondía las heridas que le producían sus padres o el bullying en la escuela. Odió en sobremanera que Tom tuviera que ver ese lado de él cada noche mientras dormía y recordó lo que el fotógrafo Jeff le había dicho:

« Bueno, tú y el que sale del póster son uno solo, la misma persona. Cuando duermes existe un estado en donde no recuerdas nada, tu conciencia reposa y eres como un bebé, sin problemas, sin traumas, ni recuerdos…»

—Pues ese niño recordó cosas… —Y quizá eso era posible porque él mismo se las hizo recordar con palabras claves que dieron con sus recuerdos.

Ambos eran uno solo. Ahora que lo había visto sabía muy bien quién era y cuáles eran sus deseos… Tener un mundo feliz y al parecer veía eso en Tom. Frunció el ceño, resultaba ser como él, por algo era parte de él… Era calculador a su manera, inteligente, poseía una malicia innata.

Tom no estaba a su lado y el póster yacía en el suelo. Se asustó al verlo pues estaba algo oscuro, como si un remolino gris estuviese adentro.

Se asombró al verse desnudo en la cama revuelta de sábanas y al sentarse cerró los ojos fuertemente, su trasero dolía como alguna vez dolió cuando tuvo intimidad con Georg, no le era desconocido ese ardor ni el dolor de sus piernas como si hubiese hecho mucho ejercicio.

—¡Grr! Joder, Tom me has follado —habló apretando los dientes reprimiendo el dolor punzante en su trasero y luego buscó con la mirada a Tom, no se hallaba en la habitación. Buscó algo de ropa en el ropero que tenía y vio, mientras se ponía unos bóxers, su vientre todo manchado de su esencia—. Mierda, qué vergüenza, me las pagará… cómo pudo hacerme esto —musitó con rabia. Una mueca de pena se formó al ser consciente una promesa que le hizo a Georg alguna vez.

«Siempre seré tuyo, serás mi único hombre…»

Y ya no lo era más.

Se puso unos bóxers y pensó que mejor se daba una ducha para quitarse los rastros de su vergüenza en el cuerpo y luego encararía a Tom. Caminó hacia el baño y lo abrió, escuchó entonces la ducha y a Tom tarareando una de sus canciones, “Monsoon”. Se acercó a la puerta de vidrio de la ducha y entró sin avisar.

—¡Ahhhhhh! —el gritó que pegó Tom fue exactamente igual al de una chica siendo descubierta, solo que su voz fue grave—. ¡Bill, me asustaste!

Tom se quedó quieto con ambas manos sobre su cabeza, lavaba sus rastas con algo de jabón y luego las bajó hacia su entrepierna, ese no era su Bill de la noche anterior, no definitivamente, era el otro pues en sus ojos denotaba malicia, estaba enojado y además había sido atrevido en haber entrado así a la ducha.

Pegó su pecho al suyo arrinconándolo en una esquina intimidándolo.

—¿Te gustó? ¡Te gustó follarme! —Tom se asustó un poco por esa mirada tan penetrante y el tono de su voz.

—Bill, lo siento, de verdad; sé que estás molesto, no me perdonarás quizá, o no sé…

—Te hice una pregunta.

—Pues sí, ¿qué quieres que te diga? Me gustó, la pasamos muy bien, fui cuidadoso…

—¡Te aprovechaste de un inocente niño! ¿Cómo pudiste? Te dije que no lo tocaras y lo hiciste, ¡pudiste ponerme en peligro! —Tom frunció el entrecejo, muchos gritos en su cara le habían puesto nervioso.

—¡Basta! Deja de gritarme, ¿viste que no pasó nada? Aún estás aquí, no hay peligro y fue con su total consentimiento, él no es un niño, es exactamente como tú solo que piensa y siente diferente.

—¡Tiene siete años!

—¿Qué? ¿Qué tontería dices? No pienso seguir escuchándote. Ahora si me lo permites, quiero terminar de bañarme. —Bill tenía ambas manos puestas en ambos hombros de Tom y presionó un poco su agarre, Tom apretó los dientes—. Bill… —se quejó.

—Esto no se quedará así, juro vengarme.

—En serio no te hice daño…

—¿Le amas? ¡Dime la verdad! —Tom esquivó su mirada.

—Bueno, no hablemos de amor.

—Quiero hablar de amor, dime… —apretó su agarre y esta vez Tom se defendió comenzando a forcejar ahí, sintiendo todo el cuerpo de Bill cerca del suyo, pegado completamente, sólo Bill tenía unos bóxers puestos—. ¡Dime!

—Para tu información, eso de andar gritando y mandando como te da la gana no funcionará conmigo, pierdes tu tiempo. —Bill comenzó a temblar y Tom sintió todo eso, Bill posó una mano en su cadera viéndole a los ojos, comenzaba a enfurecerse pero a la vez intentaba controlarse a él mismo. Suavizó su agarre y suspiró hondamente varias veces—. Bill —le dijo con la voz suave y éste le vio.

—Solo quiero saberlo, por favor —se humilló a decir eso con un leve rubor en sus mejillas. ¿Cómo negarse? Tom le sonrió un poco y alzando una mano tocó su mejilla recordando lo mucho que ayer le había tocado por todos lados, pero evitó hacerlo en ese momento.

—No sé si le amo, es decir… es demasiado bonito, eres tú, y sabes lo mucho que me atraes.

—Sólo que mi personalidad no te gusta, lo sé.

—Sí, en cambio el otro…

—Dime, ¿lo amas? Quiero saber eso, es importante.

—¿Celos?

—¡No, maldición! ¡Contesta mis preguntas!

—Ya, ya. Déjame ordenar mis ideas y evita gritarme. —Le encaró molesto, dentro de la ducha sonaba mucho más perturbadora su voz y hasta producía eco.

—De acuerdo. —Milagrosamente aceptó relajándose, acariciando los brazos de Tom, mirándole a los ojos mientras la ducha tibia seguía corriendo a un lado de ellos.

—Bueno, me atrae, ya lo sabes, pero algo de él impide que me enamore, mejor dicho alguien, esa es la verdad —le dijo mirándole con la cabeza gacha, como un cachorrito, Bill alzó una ceja ladeando la cabeza.

—¿Quién te impide? —Tom rió un poco.

—Tú pues, tontín. —Y le dio un manotazo en su pecho, Bill abrió la boca procesando eso—. Pareces sorprendido por algo que tú mismo andas diciéndome a cada segundo.

—¿Por mi causa no logras enamorarte de él? —Sonrió un poco y Tom asintió—. Entonces vale la pena todo mi esfuerzo…

—Empiezas a confundirme tú también, yo…

—¿Qué? —Ahora las mejilla de Tom estaban coloreándose y Tom prefirió evitar su mirada— Habla, qué estabas por decir… —le picó con su dedo parte de su vientre y eso le producía muchas cosquillas, Tom rió un poco y luego lo vio a los ojos.

—Que empiezas a confundirme.

—Vamos, Tom, explícate mejor, sé directo, déjate de mariconadas. —Tom suspiró.

—Que te tengo presente, que… siento que te quiero a ti también, es eso lo que me impide querer completamente al otro Bill, eres tú. Ayer… no puede evitar pensar en ti Bill, precisamente en ti, cuánto quisiera que tuvieras algo de tu otro lado, algo de inocencia, te sentaría tan bien. —Alzó una mano tomando su mejilla, acunándola para mirarlo de cerca. Bill se dejó, estaba adormecido por las palabras bonitas que le dijo.

Así que Tom estaba confundido por su causa, eso le llenó de esperanzas.

—¿Pensabas en mí mientras lo follabas? —Tom asintió y luego frunció el ceño.

—No lo llames así, le hice el amor, ambos lo quisimos.

—Pensando en mí… pensaste en mí —le dijo emocionado y Tom solo asintió algo avergonzado. Bill se sintió a salvo, no había desaparecido por eso—. En mí.

Abrazando a Tom, pegó su cuerpo al del otro y le besó en los labios, no importándole nada, Tom había pensando en él…y quizá eso sirvió para que él siguiera existiendo.

Sí, ahora estará agradecido, ¿no creen? Dudas, comentarios y sugerencias serán bienvenidas <3