Póster - 61

Hola a todos *-* este capítulo es un poco *///* así hahaha, espero les guste~

—Sí, sí… —musitó despacio para luego gemir sin poder evitarlo. Bill rió cerca de su oído.

—Sabía que te gustaría.

—Lo haces bien. —Apretó los labios y estiró una mano tomando parte del mueble para arañarlo con sus escasas uñas.

Bill salió de él y Tom giró el rostro para verlo.

Le permitió girarse en el sofá y recostarse, Bill fue entre sus piernas y lo primero que hizo Tom fue tomar su bello rostro aún maquillado entre sus manos, acariciando sus mejillas redondas dejándose penetrar otra vez. Así como la noche que pasó con el otro Bill, enredó sus piernas en su cintura dejándose llevar por ese placer nuevo para él.

—Bésame —pidió Tom en el éxtasis, sentía a Bill dar en un punto específico muy placentero que le hacía temblar, sabía que se correría en cualquier momento.

Bill lo besó metiendo su lengua en su boca escuchando sus gemidos dentro de ella.

Tom lo abrazó acariciando su espalda, una fusión tan placentera, era hacer el amor como él tenía en su concepción. Y para Bill todo eso era intenso e increíble.

Por un momento la culpa le golpeó como una punzada en el pecho… era infiel a su pareja, pero por otra parte, se sentía querido, la forma en cómo Tom lo veía y pedía de él le hacía sentirse especial y esa culpa quedó muy atrás en esos momentos.

Dejó de besarle por un momento para verlo, estaba disfrutando como él y su cuerpo se contraía cada vez más. Gimió alto y se corrió, Bill le siguió luego.

Hicieron contacto visual y Tom acarició sus mejillas con sus dedos temblorosos, puso un mechón de sus cabellos detrás de su oreja y le sonrió.

—Quisiera que seas así de… así como estás ahora. —Bill se levantó de sobre él y Tom contuvo las ganas de gritar por el dolor en su trasero.

—Ups, lo siento —se rió un poco y se sentó en la alfombra, Tom cerró sus piernas y fue con él abajo en el suelo alfombrado.

Ambos sudados y pegajosos, Tom tomó su mano y Bill entendió. Caminaron desnudos hacia la habitación y se metieron a la ducha. Ambos reían ya cansados.

Bill le besó dulcemente y Tom se dejó abrazado a su cintura mientras el agua caía sobre sus cabezas. Ya no le importaba mojar así sus rastas.

—No quiero regresar a casa y dejar de verte —le susurró cerca de los labios y Bill le sonrió complacido.

—Quizá podamos vernos después de la gira, no lo sé.

—¿Esto lo tomas como unas aventuras en Maldivas? Sé claro, no quiero ilusionarme.

—¿Te ilusionas? —preguntó con una sonrisa, en cambio Tom estaba ya serio.

—Sabes lo que pasó en el sofá, fue la primera vez para mí.

—Y para mí.

—Pero no pareces tan… no lo sé, emocionado como yo.

—¿Estás emocionado? —Tom comenzó a ofuscarse un poco.

—Estoy confundido, nervioso…

—¿Nervioso por qué?

—Porque no te tendré, Bill. ¿Cuándo nos vamos? ¿Mañana? ¿Y luego qué? Tú sigues con tu novio y yo me tengo que guardar esto que siento por ti.

—¿Sientes algo? —Tom evitó mirarlo y se separó de él—. Te estoy preguntando.

—No quiero hablar de sentimientos. —Sin verlo salió de la ducha.

Bill se quedó un tanto desilusionado… Él tampoco sabía lo que estaba haciendo. Todo había pasado tan improvisadamente que no pensó en las consecuencias.

Tom se recostó en la cama sólo con sus bóxers puestos. El dolor en su trasero le recordaría lo que había pasado hace ya una hora y entraban a la tarde. Prefirió descansar un poco y luego sintió a Bill recostarse a su espalda para abrazarlo por detrás y suspirar en su nuca.

—Estoy confundido también, pero ten presente y sé realista, saliendo de estas islas todo será como antes.

—Lo sé, no tienes que decir nada. —Bill le dio un pequeño beso en su hombro. Tom suspiró un poco incómodo.

Se durmió un momento y fue cuando sintió a Bill removerlo en la cama.

—Quiero dormir… —se quejó Tom.

—Tomi, Tomi… —esa vocecita un tanto infantil resonó en su oído—. Despierta… Tom, ¡despierta! —le gritó al oído y Tom despertó a las malas girándose para verlo. Fue cuando vio su cara de desilusión al ver las marcas en su cuello producto de los besos intensos de Bill quien llevó ambas manos a su boca tapándosela sorprendido.

—¿Bill?

—¡Me engañaste!

—¿Qué dices? —Se sentó en la cama a su altura, los ojos de Bill se llenaron de lágrimas.

—Después de lo que pasó entre nosotros tú me engañas con el otro el cual no es bueno, me hizo daño.

—¿De qué hablas? Ven aquí. —Tomó su brazo y lo jaló a su pecho. Bill forcejeó un poco, pero al final se dejó abrazar. Tom quería eso, contacto con él y sabía que con el Bill del póster podría hacerlo sin ser rechazado.

—Me dijo cosas feas… —Tom le sobaba la espalda y luego le miró a los ojos—. Él trama algo, lo presiento, quiere que desaparezca. —Tom suspiró un poco entristecido.

—Quizá tengas razón, pero eso no pasará, tú seguirás existiendo. ¿Por qué esa tristeza? No puedo evitar quererle a él también, hemos pasado muchas cosas juntos, me ha contado su vida… —Eso le dolió un poco, él aparentemente no tenía nada que contar pues carecía de recuerdos—. Ambos son especiales para mí.

—¿No me amas? —Tom se sintió mal otra vez, él no quería dar su corazón a ninguno de los dos.

—No puedo. No es fácil como piensas o crees. En este mundo hay que ser racional, ¿de qué vale amar si no podrás estar al lado del ser amado? ¿De qué vale amar si no serás amado igual? Entonces no amo.

—Pero yo sí. —Le abrazó pegando todo su cuerpo y Tom le recibió.

—Quizá, aún no me conoces bien.

—Eres todo lo que tengo en este mundo, no quiero a nadie más…

Tom se sintió especial, besó a Bill y sobó su espalda aún desnuda.

La confusión era mucha, Tom se sentía contra la espada y la pared, pero una cosa se había planteado desde que Bill le hizo el amor en el sofá, no le daría su corazón, ¿pero qué tanto podría soportar?

El Bill que tenía en sus brazos acarició sus rastas y le besó la punta de la nariz para luego sonreírle.

—Mi Tom, ¿verdad? Sólo mío, dime que sí. —Tom sonrió, parecía un niño hablando así.

—Está bien. —Era lo justo.

El Bill tierno apareció ;_; y tendrá misterios~ Comentarios, sugerencias y críticas son bienvenidas. Gracias por leer *-*