Póster - 58

Debo avanzar en la actualización de este fic ya completo, aquí otro capítulo más que comienza con algo un poco *///* así XD besos *-* y saludos~

Tom puso los ojos en blanco por unos segundos y apretó los dientes cuando supo las intenciones de Bill. Miró hacia abajo y ahí lo vio, arrodillado en la ducha con el cabello mojado y pegado en algunas partes de su bello rostro, estaba a punto de…

—¿Qué pretendes? —preguntó Tom al sentir las manos de Bill tomando su miembro totalmente endurecido. Le vio sonreír maléficamente y su corazón latió desbocado, esa imagen de Bill podía enloquecerlo.

—Aliviar esto, ¿quieres? —Tom temía que le hiciera daño, alguna reacción mala, pero preso del deseo asintió y luego cerró los ojos sintiendo las lamidas de Bill ahí. Apoyó una mano en sus cabellos azabaches y la otra en la manija de la ducha para no perder el equilibrio y es que sus piernas temblaban—. No vayas a correrte en mi boca.

Tom sintió como su miembro era envuelto en esa húmeda cavidad, Bill sabía cómo dar placer con sus labios y lengua… Los minutos se hicieron largos y placenteros y de los labios de Tom salían gemidos de satisfacción, Bill reía un poco y esas vibraciones de su garganta lograban enloquecer aún más al de rastas.

—Bill… oh —Todo su cuerpo se tensó en cuanto fue succionado con saña, Bill parecía disfrutar hacerle retorcerse de placer, tanto que Tom, no pudo avisar que estaba por explotar y lo hizo dentro del otro.

—¡Carajo! —se levantó rápidamente y Tom solo jadeaba preso del placer no sabiendo qué decirle, eso había sido único, nunca antes alguien le había hecho sexo oral por lo tanto aún no salía de su estupefacción. Bill se le acercó tanto que le besó en los labios pasándole toda su esencia.

—Joder, Bill —comenzó a escupir y Bill a reírse tomando agua de la ducha.

—Quiero bañarme, ahora sal de la ducha.

—¿Qué? Aún no termino.

—Tu problema, ahora sal.

Tom aún agitado, prefirió salir de ahí.

Se sentía un tanto utilizado, pero no podía quejarse, eso había sido bastante bueno, tenía una sonrisa en los labios y decidió vestirse para empezar el día.

Estaba en la cama y decidió utilizar la laptop de Bill para mandar un correo a sus amigos Andreas y Jared que de seguro estarían pensando que él seguía viviendo allá en Alemania, quizá y hayan estado llamando a su casa insistentemente. Así que les escribió un breve mensaje diciéndole que estaba de vacaciones por un tiempo corto, no les especificó dónde.

Bill salió del baño con una toalla en su cintura y otra en su cabeza, Tom le sonrió de lado, se veía sexy y su corazón dio todo un brinco. Bill sabía provocarle, le lanzó una mirada sensual y se lamió los labios para luego darle la espalda y buscar alguna ropa para ponerse ese día.

Podía sentir la mirada de Tom clavada en todo su cuerpo y no era para menos después de lo que había pasado entre ambos. Se dio la vuelta de improviso y la mirada de Tom subió hacia sus ojos.

—¿Me mirabas el trasero? —preguntó haciéndose el indignado.

—No, bueno, no precisamente, miraba… miraba esa bata que traes puesta es muy bonita —disimuló una risa y decidió levantarse de la cama—. ¿Quieres desayunar algo?

—No sin antes hablar contigo —Tom le miró fijamente, Bill lucía serio.

—Dime.

—Siéntate. —Tom dudó por un momento, pero se sentó en la cama y Bill también lo hizo—. Regresaremos a casa. —Tom tragó saliva, no sabía qué decir o cómo reaccionar.

—¿Cuándo?

—En estos días, quizá mañana o no sé, debo ver eso hoy, reservaciones de vuelos, esas cosas y avisar a todos allá que regreso…

—¿Y… y el póster? —Bill bajó la mirada y la cabeza luego.

—Me rindo, es la verdad… Están pasando muchas cosas, tú te acostaste con el Bill del póster, eso fue decepcionante…

—Bill, no sé cómo justificarme, no tengo perdón, lo sé, pero las cosas se dieron así, asumo mi responsabilidad.

—Deja que hable, tus palabras en este momento no ayudan en nada —dijo molesto y Tom supo que hablaba en serio, como pocas veces lo hacía, se limitó a escuchar—. No tengo más opción, además extraño los conciertos y todo con respecto a la gira, ya no puedo más simplemente. Ahora me dices qué haré con respecto al póster y la respuesta es simple, no haré nada, no hay nada más que hacer, quiero que me lo vendas, sabré manejar los cambios que tengo cuando duermo. —Tom abrió la boca queriendo replicar, pensó muy bien qué decirle.

—No está en venta. —Y eso fue lo que se le ocurrió.

—Egoísta, ¿cómo que no? Ese pedazo de cartón ahora me pertenece.

—No, no es así, me pertenece a mí y no quiero deshacerme de él así.

—¿Y por qué no? Tú no tienes este problema de ir y venir de esa cosa, ¿por qué no puedes ser un poco comprensivo? —Tom sintió angustia.

—Simplemente no está a la venta, es mío. —Y defendió su posición.

Bill frunció el entrecejo y le volteó la cara. —Eso lo veremos, rey del egoísmo. —Se levantó de ahí para salir.

Tom se sintió malvado, pero en realidad no quería perder contacto con Bill, esta vez con cualquiera de los dos.

Siguió a Bill con cautela y lo encontró en el sofá de la sala con su laptop, estaba compungido tanto que cuando vio a Tom sintió vergüenza de que le viera así.

—¿Por qué no sales? Anda, eres libre.

—¿Pasa algo? —se le acercó con cuidado y se sentó a su lado, Bill bufó resignado pero aún no le daba la cara.

—Déjame solo. Porqué mejor no vas a buscar a tu sirvienta.

—No empieces, Bill; no me recuerdes lo que fuiste capaz de hacerle a esa mujer.

—¡Shh, ya! Cállate y vete, en serio, no me concentro contigo al lado.

—Está bien, me voy. —Se levantó de ahí y miró de reojo a Bill, sus ojos estaban rojos, pero sabía que no dejaría que se le acercara.

Caminó hacia la pequeña cocina a ver si se preparaba algo o no y se dedicó a observar a Bill desde lejos. Todo encogido en el sofá con la laptop sobre sus muslos, su rostro preocupado y luego esos temblores en su cuerpo, como llorando sin ningún sonido de lamento, confirmó sus sospechas al verle pasarse una mano por sus mejillas y sorberse los mocos. Tom se quedó paralizado por un momento, estaba detrás de un mostrador y Bill no podía verlo desde ahí.

Como era de esperarse, el cantante revisaba las páginas webs de él mismo, de las fanáticas y le dolía ver todo el caos que ese viaje había originado. La mayoría lo tomaba por irresponsable e incluso se inventaron muchas cosas de su persona, en días su imagen había decaído tanto que no sabía si tendría en valor de regresar.

Tom no soportó estar oculto y a paso lento se le acercó otra vez. Bill cerró la laptop y se tapó el rostro con ambas manos, no quería que Tom lo viera en semejante estado.

—Sé que me dijiste que desapareciera, pero no puedo evitar acercarme aunque estés así. —Se sentó a su lado y quiso abrazarlo, pero sabía que sería rechazado.

—Me odian, originé un caos, no sé cómo hacerle frente, estoy perdido —dijo lloroso.

—Eres fuerte, supiste desde pequeño cómo serlo pese a tantas críticas.

—Lo sé, sólo que… esta vez me he dado cuenta de muchas cosas, no puedo controlarlo todo y ante eso no sé qué hacer, simplemente deseo… no sé, deseo desaparecer, quedarme aquí a vivir por siempre.

Miró a Tom con los ojos llenos de lágrimas. Tom nunca lo había sentido tan auténtico.

—Bill, tú estás hecho para brillar. —Le dijo lo que tanto le gustaba que le dijeran, lo que esperaba que alguien le dijera. Tom extendió una mano hacia su rostro y secó sus lágrimas.

Bill estaba cansado de todo, extrañaba la vida que tenía antes, extrañaba sentirse admirado. La convivencia con Tom sólo le había abierto los ojos a darse cuenta lo deplorable que era, pero no se esperó que Tom sea capaz de abrazarlo a pesar de todo lo que él le había hecho.

Y desde aquí las cosas empiezan a cambiar... Bill se ha rendido, cree que nada puede cambiar su suerte... Pero veremos, muahahaha~ Comentarios, sugerencias y críticas, son bienvenidas *-*