domingo, 10 de marzo de 2013

Vacaciones - 11


Por Tom:

—¡Bill, no! —Mi hermano pequeño rodaba por ese sendero pedregoso, creo que sentí hasta el dolor en todos mis huesos. Corrí lo más rápido que pude y bajando logré alcanzarlo, sosteniéndolo en mis brazos, se veía muy mal, casi llorando me abrazó temblando por el susto.

—Tom… ¡ahh! —Gritó de dolor.

—¿Estás bien? Tranquilo. —Sobaba su espalda e intenté levantarlo.

—¡AHH! ¡Tom! —Apretó mis brazos y miré hacia abajo, hacia su pierna, había sangre en su rodilla. Traté de calmarme pues si él la veía entraría en un ataque de pánico gritando y temblando sintiendo que el aire no le alcanza para respirar y lo peor sería que se desmayara en mis brazos de la impresión. Así era mi hermano de dramático cuando de fobias se trataba y a ese líquido rojo le tenía pavor. Ahora entendía más o menos el porqué, no era psicólogo ni nada de eso, pero si asociaba la sangre a eventos traumáticos era lógico que le tenga miedo—. Mi pierna, me duele.


—No la mires jeje, está bien. —Disimulé una risita.

—¿Qué?

—Tu pierna, está bien, Bill —Intentó mirarla, pero se lo impedí—. Mírame. —Tomé su rostro para que me mirase, pero él ya sospechaba… Su respiración se aceleró y vi pavor en su mirada—. Estoy aquí Bill, tranquilo por favor. —Su labio inferior empezó a temblar, sentí que se puso frío… aquí venía un ataque de pánico y no había ningún calmante, no era un chico muy paciente que digamos, y no sabía cómo tratar casos así, pero era mi hermano y no lo dejaría.

—¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! —Se desquició intentando mirar su pierna, pero tomándolo de los brazos lo alcé y abracé pegándolo a mi cuerpo—. ¡TOM! ¡TOM!

—Ya, ya, tranquilo, sólo no la mires, te curaré lo juro ¿Crees que puedas caminar? — Aun llorando y temblando me miró—. No mires hacia abajo ¿ok?

—To-Tom… —Apenas decía mi nombre—. Siento la sangre, está saliendo… sangre Tom, en mi pierna. —Empezó a llorar de miedo.

—Sí, nuestros cuerpos están llenos de sangre.

—Pero debe estar adentro no afuera, la odio Tom, odio la sangre —decía temblando, llorando, se veía muy mal.

—Lo sé, por eso, ¿confías en mí? —Asintió aún asustado—. Te curaré, sólo no debes de mirar abajo, odias la sangre ¿Verdad? —Asintió frenéticamente—. No la mires y no pasa nada. —Suspiró intentando calmarse—. Voy a bajar a ver tu pierna y mirarás a los árboles, voy a ver si es algo grave.

—Lo es… —gimió—. Duele y siento la sangre, creo que hasta la huelo.

—Bill, deja de exagerar.

—¡Que sí la huelo! —Puse los ojos en blanco, él para dramas era campeón.

—Bueno, voy a ver eso. —Me arrodillé mirándole para que se enfocara en mí y no en su pierna, se apoyó en mi hombro—. No mires ahí, ahora mira por allá, a los árboles. —Él me obedeció y me enfoqué en su pierna, se la toqué y soltó un quejido—. No pasa nada.

—Sí…

Palpé la pierna, la herida era por debajo de la rodilla, era algo superficial como un raspón, aún así debía ver la herida misma, no podía alzar su pantalón, él los usaba algo ajustados.

—No puedo alzarte esto, necesito ver la herida, creo que vas a tener que quitarte los pantalones.

—¡Qué! Ni lo sueñes Tom —Miró hacia abajo—. ¡AHH! – Sentí que se tensó y luego sus ojos se volvieron blancos—. San-Sangre…

—Bill, no, mírame, ¡No Bill! – Su agarre perdió fuerza, sus piernas flaquearon y tomándolo de la cintura su cuerpo se flexionó cayendo en uno de mis hombros — ¡Mierda! —Exclamé resignado, mi hermano se había desmayado y estábamos en el cerro, aquí arriba.

Alzándolo en mis brazos empecé a descender de aquel lugar. Pensaba en la rareza de la situación. ¡Ay Bill! Mira un pollo sin cabeza y un toro morir y nada, mira su pierna y zas, se desmaya.

Mirándolo de cerca se veía hermoso, pero pude ver un hilo de sangre descender por sus zapatillas semi blancas, me preocupé, debía ver esa herida, tal vez era más profunda, sus jeans estaban rotos en la rodilla producto de la caída.

Bajé lo más rápido que pude y me adentré en el bosque. Miré a todas partes y escuché el sonido de un arrollo, así que me dirigí hacia él. Bill aún no despertaba pero sabía que estaba sediento, moría de sed también yo. Llegué al lugar y recosté a Bill sobre el verde césped con florecitas amarillas.

—Voy a despertarte, cariño —dije mientras él respiraba por la boca, se veía tan angelical, pero se me vino algo mucho mejor a la mente, no podía dejar que despertara aún sin antes mirar la herida y ya que él no quiso sacarse los pantalones por las buenas pues aprovecharía ahora.

Desabroché sus jeans y se los saqueé con cuidado, tocando y alzando esas finas piernas para luego deslizarle el pantalón completamente. Entonces pude ver la gravedad del asunto, era un raspón algo grande, no muy profundo pero lo suficiente como para que sangrara por un buen rato. Si Bill despertara de seguro se volvería a desmayar, así que me puse a pensar en cómo curarle esa herida. No había esparadrapos, ni alcohol, ni gasas, nada, sólo él yo y el horrible bosque.

Entonces se me ocurrió una idea, debía vendarle y las únicas telas eran nuestras ropas… tal vez ya no le pondría el pantalón. “Bueno, lo tengo.”, pensé.

Terminé por sacarle la polera y la rompí, no fue nada difícil hacerlo pues la tela de ese polera era delgada, hice una tira con una parte, luego la mojé en el riachuelo para limpiar la herida y la otra parte serviría para vendarle.

Mientras le pasaba la tela por la herida no pude evitar quedar embelesado por la imagen de Bill recostado semi desnudo ahí. Su blanca piel y su fino cuerpo resaltaban en medio de ese lugar. Sus suspiros, sus labios carnosos semis abiertos, mi hermano era muy atractivo.

Desde que estuve en este lugar, en casa de mis abuelos, mirar a Bill me causaba a veces culpabilidad, es que mi mente muchas veces volaba en pensamientos malos, ni hablar de mis sueños. Ayer por la noche cuando nos besamos, sentirlo de esa manera fue lo más lindo que hayamos hecho como hermanos… pensar así estaba mal, pero es que las cosas habían salido así de natural, no quería recriminarme por eso, y sabía que Bill tampoco quería sentirse culpable, así que ambos decidimos no tocar el tema por si hacía sentir mal a alguno.

Terminé de limpiar la herida y la vendé con el otro pedazo de polera. Luego me quité la mía, no dejaría que despertara y se hallara desnudo frente a mí, ahí si que él explotaría contra mí y otra vez creería que le había hecho algo malo y no quería pelear contra él otra vez por esas cosas.

—Bill —llamé para luego sentarlo aún desmayado y ponerle mi ancha polera negra, acercándome a él lo miré de cerca—. Despierta, mi príncipe. —Rozando mis labios con los suyos lo besé tiernamente, no sé por qué lo hice, sólo lo vi conveniente en cierta forma.

—Humm —murmuró en mis labios y me separé de él. Abrió los ojos de la sorpresa y se sonrojó—. Tom…

—¿Estás mejor?

—Yo… —Su respiración se intensificó—. Mi pierna. —Me miró con pánico en sus ojos.

—Está bien, la he vendado. —Miró hacia abajo y se dio cuenta de su pierna vendada y también que estaba con mi polera y sin pantalones.

—¿Mi ropa?

—Lo siento. —Había botado sus jeans porque estaban manchados de sangre.

—Me desmayé ¿cierto? —Asentí—. Bueno, debemos regresar, no me gusta estar vestido así, Tom. —Aún tenía cara de confundido, estaba despertando del desmayo.

—Lo siento, no hay otra opción

—¡Me quitaste la ropa! —Al fin se percató, se ruborizó.

—Aham, lo tenía que hacer, eres mi hermano, no pasa nada. —Su semblante fue serio.

Ayudándole a levantarse lo apoyé en mi hombro.

—Tu ropa me queda como un vestido. —Me frunció el ceño, realmente le quedaba así.

—Mejor ¿No te parece? La polera te tapa todo, jeje…

—Me duele un poco la cabeza, ya no te bromees así.

Abrazando a mi hermano caminamos por aquel lugar, ambos totalmente desorientados… el sol estaba ocultándose y pronto la noche llegaría, estábamos perdidos.

Él caminaba un poco cojeando, poco a poco se repuso de su estado somnoliento y empezó a darse cuenta de la gravedad del asunto… nos habíamos perdido y algo me decía que caminábamos en círculos sin rumbo, y al paso de Bill no llegaríamos a la casa.

—Tom, no sé tú pero creo que estamos perdidos… y se hace de noche. —Sonó angustiado, no era para menos, ya casi no nos mirábamos, ambos teníamos los ojos en todo aquel lugar con la esperanza de encontrar el camino, o recordar si antes habíamos estado ahí.

La desesperación regresó otra vez y rápidamente caminamos, aunque tenía que ayudar a Bill por su pierna herida, así que lo tenía de la mano mientras caminábamos en busca de algún sendero, de algún lugar conocido, pero nada, definitivamente estábamos perdidos ¿Qué se hace en estas circunstancias?

—Tenemos que buscar un lugar dónde pasar la noche —dije, pues el sol se ocultaba y ya casi no podíamos ver mucho.

—Pasar la noche aquí no, debemos de movilizarnos y tratar de salir del bosque, además deben estar buscándonos.

—Es algo peligroso movilizarse de noche, Bill.

—No pienso pasar la noche aquí, en el bosque.

—La pasarás conmigo… —Tomé su mano que la había soltado mientras él intentaba caminar más rápido. Él me miró fijamente en la semi oscuridad del bosque.

—Yo… Tom debemos regresar… —Me pegué a él un poco más, no es que quisiese jugar en ese momento, sólo quería que se calmara un poco, estaba agitado por toda la desesperación del momento pero cuando me pegué totalmente a él se estremeció un poco, y puso sus manos en mi pecho desnudo como para alejarme un poco—. Tom… —susurró mi nombre como para que me detuviera—. Tengo miedo…

—¿A qué le temes? —pregunté rozando sus labios y pude distinguir un rubor en sus mejillas además de su respiración rápida.

—A… esto… lo que hacemos tú y yo… no quiero —dijo apenado, pude sentir su resistencia, lo tomé de la cintura y no lo dejé ir, él retrocedía un poco y yo avanzaba… no había nadie en ese lugar, éramos él y yo… y para ser sincero, era algo que me encantaba—. Tom…

—Sabemos que algo pasa entre nosotros. —Se sobresaltó y terminó por empujarme dándome la espalda, nervioso.

—Sabemos que está mal. —Acercándome a él otra vez lo abracé por la cintura pegándome a él rozando con mi aliento su nuca… sus cabellos olían tan bien aún después de haber caminado tanto en el bosque. Suspiró de gusto y empezó a temblar ligeramente—. No me toques… —Sonó angustioso, así que con una mano libre quité el cabello de su nuca y le di un pequeño beso, intentó zafarse de mi agarre pero lo abracé más fuerte, él estaba muy agitado y esa misma agitación me la pasó a mí—. Basta, Tom… yo…

—Sé que está mal… pero no hay nadie más aquí ¿Quién nos dirá que está mal?

—No debemos…

—Lo deseas, como yo. —Me pegué aún más haciéndole sentir lo excitado que estaba con sólo rozar su cuerpo—. No sé cómo pasó —susurré al oído—. No sé si se debe a este lugar… pero desde que estamos aquí yo… siento cosas por ti. —No solía ser romántico, expresarle eso fue difícil—. Me vuelves loco… —Eso fue más fácil, así que volteándolo lo miré y tenía los ojos aguados, estaba como asombrado, además de agitado y ruborizado.

—Tom…

—No tienes que decir nada.

—Todo esto es… no sé. —Con una mano temblorosa tocó la mía y yo entrelacé nuestras manos, mi corazón se quería salir por mi boca en ese instante.

—Es… Tal vez es amor. —Tragué duro, pues si lo era ambos estábamos perdidos.

—Tengo miedo

—Somos dos. —Habiendo dicho eso no me quedó más dudas, ambos estábamos en esto así que tomándolo de la cintura lo pegué a mi cuerpo y rocé mis labios con los suyos, carnosos y apetecibles, acorté la distancia mirando como él cerraba sus ojos, como se dan los besos de verdad, y lo besé, sin profundizar, sintiendo como él se desasía en suspiros y jadeos, mi Bill era muy excitante, tenía miedo a perder el control en ese momento, pero no me detuve. Como pude, apoyé a Bill en un árbol y él empezó a pasar sus manos por mi torso desnudo, tocándome con más confianza.

—Te quiero, Tomi —dijo separándose. Esa confesión me enterneció, así que tomándole del mentón lo besé otra vez. No sabía si debía decirle lo mismo, sólo sabía que quería hacer con él muchas cosas, quería sentirlo más, como nunca antes lo había sentido, unido a mí totalmente, quería consumar este sentimiento con algo más, quería hacerlo mío.

—Te deseo… —Y diciendo eso lo tomé de la cintura y lo recosté sobre las hojas del bosque, se agitó y puso sus manos sobre mis hombros, sosteniéndose pero a la vez alejándose un poco de mí.

—Es… Es muy rápido —dijo nervioso—. Yo no sé si podré. —Empecé a moverme sobre él un tanto insistente—. Tom, por favor ahh… —Cerró sus ojos y giró la cabeza dejándome ver su cuello desnudo al que empecé a besar con saña—. Ahh… si empezamos así acabaremos mal… Tom. —Mis manos se colaron por sus piernas desnudas ligeramente flexionadas y yo de rodillas entre ellas, logré posar mis manos en su cintura y acariciar su vientre mientras lo seguía besando.

—Acabaremos bien… —susurré. Tomándome de los hombros terminó por separarme ligeramente para mirarme agitado.

—No… aún no me has dicho qué sientes por mí. —Lo miré sorprendido, eso a qué venía en estos momentos, era obvio que lo quería.

—Es obvio ¿no?

—Para mí no lo es… creo que sólo quieres… ya sabes, mi cuerpo… y yo… —Se avergonzó un poco, dejó de mirarme a los ojos y giró el rostro—. Yo creo que te quiero…

—Te quiero también —dije por si eso era el problema.

—No como a un hermano, a eso me refiero yo…

—También yo. —Dicho eso volví a besarlo suavemente y él cerró las piernas un tanto incómodo, separándose de mí algo agitado me miró.

—Espérame, Tom… —Tragó saliva—. Para ti puede ser fácil… para mí no lo es.

—Oh… —Me senté junto a él y tomé su mano—. Yo te esperaré todo el tiempo que quieras, pero que quede claro que lo que siento por ti es… —Me costaba decirlo, me sentía débil—. Es amor… —Supongo que me sonrojé, pero la noche había llegado y había un ambiente de intimidad que me hizo entrar en confianza con él.

Emocionado él empezó a besarme hasta que caí sobre mi espalda con él encima… como me gustaba sentirlo así, no pude evitar tocarle un poco más su piel suave. Subí mis manos desde sus piernas hasta su espalda, alzándole mi ancha polera, sintiendo como él comenzaba a gemir… empezaba a descontrolarme otra vez. Pero él se sobresaltó, como asustado, se separó rápidamente de mí.

—¡Tom! – Gritó mi nombre.

—¡Q-Qué pasa? – Lo miré atónito.

—Shh… —Miró a ambos lados y también hice lo mismo.

—¿Qué pasa? —Pregunté en un susurro.

—Escuché algo…. —Su cuerpo temblaba esta vez de miedo—. Creo que es un animal salvaje, escucha. —Agudicé mis sentidos y pude oír como gruñidos o algo así en medio de la noche—. T-tengo una he-herida… vinieron por mí. —Su voz era de pánico—. Animales salvajes, olieron mi sangre. —Lo tomé de la cintura alzándolo un poco para levantarnos de ahí, lo abracé pegándolo a mi pecho.

—Ninguno te hará daño —susurré mientras que buscaba con la mirada indicios de alguno de ellos, pude escuchar pisadas… y los gruñidos que Bill había escuchado, sí, eran animales—. Nadie te comerá, antes que te coma yo. —Le sonreí para calmarlo un poco.

—Tom… —me frunció el ceño y yo sólo reí, pero me asusté al escuchar algo más que un gruñido, era diferente, algo se acercaba y presentía que era hacia nosotros.

—Pase lo que pase no dejaré que nada malo te suceda. —Él me abrazó y yo lo tomé en brazos y lo cargué, él no podría correr con su pierna en ese estado.

—¡AHH! ¡TOM! —gritó del susto al escuchar como algo se nos acercaba rápido… Dios, sólo deseaba que no nos pase nada… sólo eso.

Este lugar era un paraíso si con Bill estaba, pero no en el bosque, en la noche, con animales salvajes…


Este es uno de los capítulos que más me gustó escribir alguna vez aunque ahora que lo releo es una... )&$·&/·* jajaja, pero me gustó. Saludos *-* comentarios, críticas y sugerencias son bienvenidas.

4 comentarios:

  1. menos mal no fue algo tan grave lo de Bill, y al menos ya declararon su amor de alguna forma. ojala que si puedan salir sanos y salvo del bosque :)

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    1. hallo <3 pues sí, veremos qué más pasa con este par
      besos <3

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  2. :S ¿Qué animal podría ser?.. :S
    jaja y sí, van por Bill :S pobre...
    su olor no solo es apetitoso para Tom u.u
    siento que pasan mucho tiempo ahí en el bosque :S
    no imagino como será de fría la noche :S
    y ambos casi sin nada de ropa.. :S
    espero vuelvan pronto a casa de sus abuelos.

    Cuidate! besos!
    Criis.

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    1. hallo jojojo veremos qué aniaml es >:3
      bueno, están en verano, no hace mucho frío, pero sí wes algo oscuro y peligro, deberán buscar salir...
      muah <3 veremos si quieres que vuelvan pronto o no ;D

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