viernes, 9 de noviembre de 2012

Inalcanzable - 13

Hallo *-* ya falta poco para capítulo nuevo~ Besitos

Bill retrocedía aún más hasta que su cabeza llegó a las almohadas que Tom tenía en su suave cama, se recostó ahí esperando algo que ni sabía. Estaba agitado y no era para menos, casi contra la espada y la pared, o en este caso la cama, se sintió como embriagado de sensaciones dominantes e incluso como si se ahogara en su deseo, en el calor que Tom le provocaba, electrizando su cuerpo hasta paralizarlo ahí, como una presa que se entregaba a ser comida. 

Tom se arrastró hasta estar sobre él, entre sus piernas, rozando sus rodillas y presionándose un poco en él, sacándole un agradable y prolongado jadeo. 

—Tom… —se quejó sintiéndose caliente. El de rastas lo miró a los ojos en la casi oscuridad de su habitación y justamente eso hacía el ambiente más íntimo—. Me estás aplastando —dijo en un susurro y Tom se dio una cachetada mental, estaba yendo muy rápido, él no podía negar que sus intenciones era tomar a Bill, era una evidente tentación, pero fue consciente que no estaba bien, no de esa forma sin antes haberlo hablado o mínimo sin más tiempo de conocerse. Él quería ir en serio. 

—Perdón, lo siento. —Se sentó a su lado, suspirando hondamente varias veces para que esa calentura se le bajara de una buena vez. 

—No te preocupes —dijo Bill sentándose también—. Hem… Tom, ¿tienes un piyama? O bueno, puedo ir por mi camisa. 

—Oh, no, descuida, sí tengo, espérame un momento. 


Salió de la cama para ir a un cuarto pequeño que en realidad era un ropero, Bill estaba algo curioso de todo lo que ahí estaba, la habitación de Tom en esa casita. 

Había muchas fotos hechas cuadros de lugares que Bill estaba seguro que eran viajes en donde Tom había estado, incluido Egipto y Tailandia, se quedó fascinado por verlo sonreír en esas fotos junto a una mujer mayor que supuso sería su abuela, Tom le había hablado mucho de ella y de su influencia, por eso Tom era como era, tenía la percepción de vida que ella le había enseñado cuando niño. 

Se quitó las zapatillas y bajó de la cama caminando hacia el televisor enorme que ahí había, algo de distracción podría ayudarles a pasar un buen rato sin situaciones tan nerviosas como la de hace minutos. 

La idea de hacer el amor por primera vez no estaba en la cabeza de Bill, no es que no supiera cómo dos hombres lo hacían, ya lo había escuchado antes y esos temas sexuales los sabía desde los once, pero él no sabía si su cuerpo estaría preparado, es más, para él la experiencia le llenaba de un temor extraño que no sabía cómo explicar, sentía que simplemente no podría hacerlo, el hecho de estar desnudo junto a Tom ya lo ponía nervioso, de solo pensarlo siquiera, ni imaginaba cómo eso sería si pasaría, de seguro desearía salir corriendo, así que quizá esa noche intentaría evitar acercamientos que le provocaran temor, aunque en realidad quería agradar a Tom, deseaba poder controlar las acciones y ser capaz de besarlo sin caer en la tentación. 

Habían muchos DVD de películas, videos de música clásica y algunos de animales. Todo estaba mezclado y tomó uno de ellos sobre animales, pensó que una temática nada romántica podía ir bien. Estaba frío de los nervios por saber que Tom saldría del ropero dentro de poco. 

Tom estaba suspirando hondamente, ya tenía algo de ropa para Bill y él también se había cambiando poniéndose cómodo con un piyama gris y se había sujetado las rastas en una coleta alta para meterlas en una gorra especial que usaba para dormir. No dejaba de suspirar y sentirse mal por los deseos que tenía, era como si no habría otra oportunidad más adelante y debía aprovecharla de alguna manera, eso le hacía sentirse mal. 

—Es menor que yo… —se repitió en voz alta para darse cuenta de que sus pensamientos no estaban bien del todo y lo peor era que ya tenía una erección desde que lo recostó en la cama y se imaginó besarlo hasta hacerlo suyo ahí, eso bastó para que su cuerpo le gritara estar listo. Así que tuvo que pensar en alguna otra cosa, quizá solo dormir, aunque no, mejor conversar sobre algo, esperaba se dé el tiempo. 

Salió carraspeando un poco y vio que Bill daba play a un video sobre naturaleza, uno de esos de National Geographic que tanto le gustaba a Tom y bueno, entendió que Bill quería distracción también, así que le pasó un par de piyamas. 

—Puedes vestirte allá —le señaló el cuarto en donde estaba su ropero y Bill asintió. 

Tom se quedó ahí arreglando un poco su habitación, en especial la cama, creyó ideal que Bill durmiera ahí y él en el sofá, sería lo justo puesto que él había dormido en su cama la última vez que estuvieron juntos cuando fue a la casa de Bill regresando de su viaje a América. 

Bill salió con un pijama celeste que le pareció chistoso por lo grande que le quedaba, Tom rió ante eso, tuvo que darle de ese tipo pues en realidad era lo único que ahí tenía, él no solía dormir con piyamas, hace ya dos años las había dejado, pero tuvo que ponerse una por consideración a Bill y sabía que él era de usarlas. 

—Ven aquí —palmeó su cama y Bill corrió para acomodarse—. Dormirás aquí. 

—¿Y tú? 

—Afuera, en el sofá. 

—Oh, no, no, nada de eso. Esta es tu cama, lo ideal sería… 

—No, lo justo sería que duermas aquí. 

—Tom, yo… yo no quiero dormir. —Fue sincero, mirándolo a los ojos y estando cerca se lo dijo, Tom tragó saliva. 

—Bueno, creo que debemos, van a ser casi las… ¿diez? Es temprano, pero bueno, mejor eso. 

—No… —Se arrodilló en la cama y avanzó hacia él, Tom se tensó y solo le sonrió fingiendo estar bien, pero Bill notaba su extraña incomodidad—. ¿No quieres estar conmigo? 

—No es eso, no. —Dejó de mirarlo a los ojos y Bill se sintió culpable, sabía que era por rechazarlo, ahora Tom se había puesto frío, pero en realidad no era así, no era por culpa de Bill, Tom sentía que debía mantener su distancia o cometería una locura. 

—Creo que… —Bill no sabía cómo explicarle todo lo que sentía. 

—No quiero hacerte daño —dijo sincero. Y Bill saltó en su asiento comprendiendo eso, mostrándolo con un sonrojo en sus mejillas. 

—Tengo miedo, Tom. Miedo a… a que pase algo y no saber qué hacer. 

—Aún eres muy chico. —Tom se le acercó besando su frente, algo que hizo suspirar a Bill. 

—¿Te molesta eso? 

—No, ¿cómo crees? 

—Presiento que sí… —lo decía por la seriedad de Tom al hablar, Bill le sonreía. 

—No me molesta en lo absoluto. 

—Tom, quisiera… —Apretó sus labios para no decirlo y Tom ladeó la cabeza curioso. 

—¿Qué ibas a decir? 

—Nada importante —dijo Bill rápido, intentando ocultar su nerviosismo. 

—Vamos, ¿no confías en mí? ¿Qué está pasando? ¿Qué quisieras? Anda, dilo. —Bill bajó la cabeza, se sentía presionado, pero no sabía cómo responder ante las exigencias de Tom. Comenzó a jugar con el borde de su piyama prestado, había descubierto un barquito de dibujo, qué infantil era eso como él, tal para cual, frunció el ceño—. Bill… 

—¿Lo has pensando? ¿Pensaste en si alguna vez tú y yo… eso? —Tom se mordió el labio sabiendo a qué se refería Bill. 

—Sí. 

—Ah… ¿Tú serías capaz? —preguntó sin mirarlo. Tom tomó una de sus manos sintiéndola helada, se dio cuenta de que Bill estaba nervioso. 

—No pasará, lo juro. 

—¿No quieres? —Esa pregunta era precisa, veía cómo Bill se mordía sus labios como reprimiéndose hablar del tema, estando agitado por tratar eso con Tom. Claro que el de rastas quería, estaba deseoso pero no lo haría por Bill. 

—Aún no podemos. 

—Pero no quieres… 

—Quiero. ¿Cómo no quererlo hacer? —Bill lo miró ansioso, sentía que explotaría en ese momento, otra vez se sintió acorralado, quizá debía entregarse como un regalo vivo, eso se le pasó por la cabeza en segundos. 

Tom vio como se recostaba con mucho temor, sus manos temblaban al igual que sus labios, Bill vencía sus temores. 

—Entonces… —cerró sus ojos suspirando, tratando de calmarse y se quedó callado esperando a Tom. 

—Bill, espera, no. —Lo jaló de una mano—. No lo haremos, ¿de acuerdo? Te lo prometo. —Besó su frente otra vez—. No quiero que te sientas presionado porque yo lo quiera o no, quiero que te sientas cómodo. —Bill sintió eso como una especie de rechazo pero en sí estaba aliviado porque Tom le daba seguridad. 

—Tom… —Se le acercó y lo abrazó, estaba más aliviado. Y Tom sonrió ante la imagen de hace momentos: Bill recostándose como entregándose. Eso había significado mucho para él, pero sintió que hacía bien en dejar las cosas claras esa noche para la comodidad de Bill—. Duerme aquí, quédate, no quiero dormir ahora… solo quiero estar a tu lado. 

—De acuerdo, veremos algo de televisión entonces. 

—¡Sí! —chilló Bill y Tom suspiró aliviado. 

Se hizo a un lado recostándose cómodo aunque luego Tom lo jaló de una muñeca para sentarlo entre sus piernas y apoyó su cabeza en su hombro, suspirando, Bill intentó relajarse casi sin éxito, pero no rechazó a Tom, miró hacia el frente, la televisión encendida y algunos animales como elefantes aparecieron ahí, era un tanto aburrido, aunque la situación en sí no lo era, todo lo contrario. Suspiró hondamente recostándose un poco en el pecho de Tom quien lo abrazaba por el cuello y su otra mano estaba a un lado de Bill, éste no podía verlo, solo sentirlo detrás de él. 

—Mañana tengo día libre… —dijo Tom. 

—Hum, no sé qué será de mañana pues, ya sabes, mi mamá de seguro… 

—Hablaré con ella, no te hará nada, le explicaré. 

—¿La tuya no se molestará porque estás aquí y no en tu fiesta? De seguro te están buscando. Si quieres puedo esperarte, si tienes que cumplir con tu fiesta, además muchos han venido por ti. 

—Bah, ya expliqué al organizador que puede seguir con la fiesta, ya todos me saludaron, no tengo nada que hacer ahí. Mi mamá lo sabe. 

—Bueno, solo espero no meterte en líos por mi culpa. 

—No lo harás, seré cuidadoso. 

Hubo un silencio en donde solo suspiraban y miraban a las parejas de animales del video, parecía todo tan simple en la naturaleza, no había complicaciones. 

—¿Crees que esto dure… dure para siempre? —Lanzó la pregunta en casi un susurro, era una preocupación que le carcomía por dentro, como haber logrado sus sueños pero que en algún momento despertaría y se daría cuenta de que no es real, que no puede ser real, solo era momentáneo como un dulce sueño. 

—Yo quiero —dijo en el oído y luego le besó la mejilla, Bill sonrió cerrando los ojos—. Quiero que esto dure por siempre, ¿tú no? 

—¡Sí! Sí quiero, solo que… Será difícil, a nadie le gustará. 

Tom calló, no quería tocar ese tema, casi toda la semana se la había pasado discutiendo con su papá por teléfono sobre no realizar más viajes, no quería moverse de Hamburgo pero Gordon le insistía en seguir viajando sobre todo para que conocería universidades en donde aplicar e ingresar, la opción era Estados Unidos, aunque Tom no quería por la lejanía, aún mantenía discusiones. 

Cuando se disponía a seguir hablando, su celular al lado de la cama sonó y era su madre. 

—Discúlpame un momento, debo contestar. 

—Sí. — Dejó de abrazarlo para contestar a su mamá y prefirió salir de la habitación pues no quería que Bill tuviera que escuchar sus discusiones. 

—Mamá, ya le expliqué al encargado, ya disfruté la fiesta, quiero descansar. 

—¡Cómo pudiste! Todos te buscan, eres el centro de la fiesta, te mandé a buscar. 

—No abriré a nadie, no saldré, entiéndeme. 

—Grr… ¿Es por tu padre, no? ¿Estás resentido de que no esté? ¡También lo estoy! No sé cómo pudo ser tan inconsciente, pero no tienes que rechazarle así la fiesta, ¡piensa, Tom! —En definitiva su madre no entendía. 

Su papá le había llamado muy en la mañana, le felicitó por su cumpleaños y dijo que le había pagado la fiesta pero que no podría asistir porque tenía viajes de negocios. Eso Tom ya lo presentía y en realidad estaba acostumbrado, la cosa era su mamá, ella era sensible y algo histérica. Tom tuvo que explicarle que todo estaba bien y casi le gritó en el teléfono que lo dejara en paz, que era su cumpleaños. 

Bill comenzó a angustiarse desde la habitación, podía escuchar la discusión y le preocupaba. Luego Tom entró serio y abatido, decidió apagar su celular y guardarlo sobre la mesa de noche, Bill miraba cada uno de sus pasos. 

—Ehem, Bill, si tienes sueño… 

—No, no tengo sueño. ¿Tú? —Tom negó con la cabeza y Bill extendió sus brazos desde la cama, arrodillándose en ella y Tom se subió para aceptar ese abrazo—. Descuida, Tomi, lo que sea que te haya dicho ella, déjalo ir. —Le sobaba la espalda y para Tom eso fue simplemente lo que necesitaba para pensar que no todo en su mundo estaba mal, que existía gente como Bill que le quería y sería capaz de quedarse ahí con él desafiando a todos. Sonrió pensando en eso. 

Bill tomó su rostro indicándole besarle, estaba temeroso sí, pero a la vez sentía que debía hacerlo, que ambos compartían lo mismo y sobre todo que Tom sería capaz de controlarse y que no le haría daño. Con esa seguridad Bill se dejó besar cayendo en la tibieza de la cama con Tom entre sus brazos, le acariciaba la espalda mientras Tom acariciaba su lengua con la suya, todo su cuerpo se estremeció pero en vez de evitarlo cooperó abriendo más la boca. La luz era tenue, el sonido de la televisión no lograba distraerlos uno del otro. 

—Me encantas —decía Tom en el oído y Bill ante eso no sabía qué contestar, solo aferró sus manos al piyama de Tom y ahí se quedó, abriendo un poco más las piernas, poniéndolas a cada lado del de rastas y éste se presionó en Bill de manera que a éste le encantó, Tom ya no pudo quedarse quieto, Bill tampoco, sus caderas se movían hacia arriba buscando contacto y Tom respondía presionándose. La cama comenzó a moverse y a sonar mucho, Bill gimió sonoramente y luego se mordió los labios, reprimiéndose pero Tom comenzó a besarle el cuello y todo lo que podía haciendo a un lado su melena negra. 

—Ahh… Tom. —Aferró sus manos a los brazos de su Tom, apretando tanto que Tom gruñó y dejó de besarlo. 

—¿Estás bien? —preguntó cerca de sus labios, viendo lo acuoso de sus ojos dilatados y sus húmedos labios, estaba muy bien. 

—Sí. —Tom le sonrió. 

—¿Puedo acariciarte? 

—No sé. —Fue sincero comenzando a temblar. 

Tom bajó una mano por entre sus vientres, siendo lento, causando estremecimiento en Bill, mas el pelinegro no objetó ni dijo nada, cerró los ojos entregándole eso a Tom, ese placer de tocarlo sin límites. Su mano bajó hacia el borde de sus pantaloncillos de piyama y se detuvo ahí, acariciando su ombligo, sintiendo las contracciones de los músculos de su vientre. 

—Tan suave… —bajó un poco más su mano, tanto que Bill gimió y con ambas de sus manos se tapó la boca fuertemente—. Eso no estuvo mal, quiero oírte —susurraba y Bill negaba con la cabeza frenéticamente no queriendo soltar su boca, su respiración era sonora y muy agitada—. ¿Puedo? —Pidió con la mano puesta sobre el bulto de su entrepierna, por encima de su ropa interior. Bill no le contestaba, Tom se atrevió a meter su mano ahí y tomar la virilidad de Bill a quien miraba a los ojos, el pelinegro puso los ojos en blanco por un momento y alzó un poco las piernas, aprisionando la cintura de Tom con ellas y presionando fuertemente que Tom se quejó, con su mano libre quitó las manos de Bill sobre su boca y el pequeño se aferró a él desesperado, jadeando y queriendo ocultar su vista de la de él. 

—Tom, Tom —parecían quejas pero no lo era, más bien sonaba como goce, necesitaba mencionar algo pues su cerebro estaba en blanco, todo su cuerpo en ebullición, sentía como electricidad y que un calor bajaba cada vez más ahí, sintiendo su miembro ser estrujado placenteramente por la mano de Tom la cual sabía qué hacer para ponerlo así. Mordió parte de la piyama de Tom, necesitaba hacerlo o sería capaz de gritar y luego se lamentaría de eso. Tom comenzó a acelerar y luego a presionarse otra vez, moviéndose cada vez más rápido enloqueciendo a Bill con eso. 

Gimió fuerte en el clímax, se retorció en toda la cama que Tom tuvo que tomar sus caderas que se alzaron en su liberación y luego cayó exhausto en la cama. Jamás había sentido tanto que hasta lágrimas salían de sus ojos que él pensó que lloraba mas no era así, no había motivos para llorar aunque muchas lágrimas nublaron su vista. 

Se quedó en blanco por un momento, respirando y sintiendo lágrimas bajar hasta sus oídos, Tom aún jadeaba encima suyo, se movía y acariciaba a sí mismo, Bill vio conveniente cerrar sus ojos por un momento. 

Tom se recostó a su lado, aún nadie decía algo, estaban en shock, todo había pasado tan rápido y se había sentido muy bien, para ellos había sido perfecto. 

—Te amo —rompió el silencio el pelinegro—. Aunque sea menor que tú, siento esto que es más grande que yo y no puedo revertirlo. 

—Mi Bill. —Se recostó de costado para verlo y tomar una de sus manos, besándolo cual príncipe. 

Los párpados de Bill se cerraban, se sentía tan relajado, ya no había nerviosismo ahí y Tom lo dejó dormir, no quería decirle lo mismo, no aún.

Y esto fue su momento juntos~ veremos qué más hay para estos dos tortolitos. Besos <3

10 comentarios:

  1. :O me encanto...
    esto estaba publicado en thf.es?
    porque si es así, no lo recuerdo.. :O
    quiero mas! :) y tengo sueño... son las 00:44 acá... xD

    Cuidate! küsses!
    Criis.

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    1. Hallo <3 sí, esto estaba en thf.es y aún falta un capítulo más antes de que venga uno nuevo.
      pronto subiré más, xd qué tarde lees
      besitos <3

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  2. ke decir DamitaRosa lemon más tiernisimo nunca habia leido :) y se me estremeció el korazón ante "—¿Crees que esto dure… dure para siempre? Yo quiero... Quiero que esto dure por siempre, ¿tú no?
    —¡Sí! Sí quiero " :/ Te adorooo Minina :3 Estupendisimooo kpi :) Lily ♥

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    1. hallo <3 muchas gracias *-* ty bueno, esto aun no es lemon pero quizá haya uno pronto
      besos <3 <3

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  3. *-* Muero de ternura, aunque ya lo haya leído hace tiempo. Pero es que este fic es uno de mis favoritos porque es como una canción de amor :')
    Por fin su momento juntos, muy juntos, *-* eso fue intenso . Que suerte la de Bill al ser correspondido.
    Va haber muchos problemas cuando la mamá de Tom se entere de con quien estuvo su hijo el día de su cumpleaños, bueno espero que eso no pase.

    Bueno bye Pink :)

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    1. Hallo <3 gracias *-* awww compararlo con una canción de amor es demasiado <3
      veremos lo que pasa con la mamá que se entera u_u
      besitos~

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  4. Tom aún no esta listo para un "Te amo" .... Creo que por aquí se quedo en THF no? Viene lo bueno!

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    1. hallo <3 aún falta un capi más para que publique uno nuevo
      besitos <3

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  5. toy llorando :') ....ke tierno!! *-*...

    es lo mas romantico ke e leido! *w*..

    no tube la oportunidad de leerlo en thf.es...pero aki no me lo pierdo por nada del mundo! :3 ..

    no kiero ni pensar en lo ke va a pasar cuando su mama de tom se entere con kien estubo en su cumple o asiendo :/ ...al igual ke la mama de Bill...

    ke estresante u.u ...

    SALUDOS BESOSO Y APAPACHOS!! <3..

    espero el proximo!! ;D..

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    1. awww~ ¿de verdad? llorar así? jijjiji qué bueno que tu internet regresó <3
      >,< esperemos la mamá no se entere... aunque por la llamada de Bill ya Simone lo sabe :/
      besitos :*

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