viernes, 2 de noviembre de 2012

Mejor Amiga - VI

Más actualizaciones n_n~ este fic ya va a llegar pronto a su final, que lo disfruten~

Corrían agitados sobre aquel prado. Había un sol abrasador. 

—¿Dónde me llevas? —preguntó Bill por milésima vez en la mañana. Annie estaba tan nerviosa que no sabía si decirlo o no, quizá y hasta cambiaría de opinión. 

Se detuvieron cerca del bosque, necesitaban tomar aire, aunque Bill no dejaba de sonreír, expectante de Annie, sin embargo ella estaba nerviosa y pensaba seriamente arrepentirse. 

—Pues… quería pasear nada más —se excusó. Bill alzó una ceja captando que Annie se había arrepentido. 

—Se supone que soy tu “mejor amiga” también, ¿por qué ahora me ocultas mi sorpresa? —Annie sonreía nerviosa y le dio la espalda caminando hacia el bosque—. ¿Annie? 

—Sígueme… o me arrepentiré después. 

Ambos caminaron nerviosos, Bill la tomó de la mano y Annie se dejó, había un silencio bastante incómodo, pero Bill simplemente no podía esperar nada, así que decidió hablar. 


—Te extrañé Annie, las cosas en casa están empeorando. —Annie lo miró preocupada—. Mi madre, cada vez está peor, si supieras… —Suspiró. 

—¿Qué pasó? De verdad no entiendo a tu mamá, yo siempre la vi muy amable y buena, pero ahora que me hablas de ella y lo que me contaste la otra vez, no sé qué pensar. 

—Es detestable. —Agachó la cabeza—. Solo espero y no me aleje de ti o… es que no me imagino mi vida sin ti. —Annie le sonrió y luego se detuvo ante el camino que llevaba hacia una vieja cabaña—. Qué pasó… —Annie se ruborizó. 

Ella había imaginado ese día muchas veces mientras estaba en casa encerrada, bordando telas y cosiendo vestidos, se le hacía tanta ilusión, pero al momento, quería desaparecer de tanta vergüenza que le causaba, ni sabía cómo iría a reaccionar Bill, que tal y éste pensaría muy mal de ella, se desilusionaría o atemorizaría; tantas reacciones todas negativas, ella no quería averiguarlo en ese momento. 

—¿Annie? —Bill no sabía cómo reaccionar ante la otra ruborizada y al borde de echar simplemente a correr. 

—Hem… quieres… —Apenas susurró y Bill abrió la boca un poco sorprendido, ¿era una invitación a pasar ahí? 

—Annie… —canturreó para luego tomarle de la mano sorpresivamente, tanta vergüenza le estaba contagiando, así que decidido la llevó él mismo hacia la puerta de aquella vieja cabaña. 

Ella reía bastante nerviosa, y casi ni le daba la cara, sacó del bolsillo de su vestido una llave gruesa y abrió la puerta. 

Adentro todo estaba muy ordenado como si antes hubiera sido todo planificado, y es que había sido así, Bill pudo percatarse de ello, incluso un agradable olor a comida salía de la pequeña cocina de aquel lugar. 

—Mis padres no cuidan de este lugar —decía ella, nerviosa de hacer alguna cosa. Aunque era obvio que aquel lugar había sido limpiado y adecuado momentos antes. 

Una cosa era imaginarse un tiempo romántico con su chico y otra muy diferente a estar ahí realmente teniéndolo cerca. Ella se sentía muy incapaz de mucho. Y a pesar que se había imaginado situaciones como que se lanzaría a sus brazos ni bien cruzaran la puerta, eso era tan lejano a lo que estaban viviendo ahora. 

Bill caminó hasta sentarse en el pequeño sofá de aquel lugar, frente a una chimenea que no necesitaba ser encendida pues hacía un inmenso calor del verano y casi era el medio día. Y Annie se adentraba en la cocina, escapando de Bill. 

—¿Annie? —llamó él casi riendo—. ¿Me traes aquí y desapareces? 

—En un momento… —habló nerviosa. 

Bill sonrió de oreja a oreja ante todo aquello, algo empezó a hacerle sentir agradables sensaciones en el estómago, ¿acaso Annie quería intimidad? Se supone que él como chico debía dar el primer paso, ser el que la llevara a ella a una cita, pero entre ellos las cosas parecían ser al revés. 

Pasaron algunos minutos, y Annie regresó con dos platos de un postre especial, había una mesa en el centro de la salita y colocó ahí los platillos. 

—Torta de chocolate para mi novio —dijo risueña, intentando calmar sus estúpidos nervios. Bill le sonrió agradecido. 

—Gracias. 

Ella se sentó a su lado, intentando comer junto con él, aunque precisamente no tenía hambre, no quería que Bill pensara mal de ella o de sus intenciones. 

—Me agradan las sorpresas Annie, ahora sí me agradan. Este lugar es hermoso —Ella le sonrió y terminó por calmarse. 

Luego que el postre se acabó, aprovecharon para conversar más de ellos, de la semana que había pasado, de lo que vendría en el futuro. 

—¿Escaparías conmigo si algo ocurriera? —preguntó dudoso. Ella estaba recostaba sobre su pecho y él estaba semi reclinado en el sofá, acariciando su cabeza. 

—Sí, escaparía contigo. No me dejarás, ¿verdad? 

—No podría… 

—Nada malo ocurrirá, Bill. —Él enfocó su vista en el techo de la cabaña, suspirando. 

—Mi madre quiere que me case. —Ella se removió tan rápido y lo encaró, mirándolo estupefacta ante ello. 

—¡Qué! 

—Así como lo oyes, casarme, con todo y vestido blanco, apuesto y te invitará a mi boda, aparentemente tengo un novio. —Sonrió ante la expresión de su novia—. Y no bromeo. 

—¡Qué! Bill, eso es… 

—Lo sé, es enfermo, pero es que ella está mal. 

—¿Cómo que tienes un novio? —Eso la puso celosa y no sabía como reaccionar. Bill se impulsó con sus codos hasta besarla, pero ella se separó—. Explícame primero y luego me besas. 

—Está bien… —Volvió a recostar su cabeza en el extremo del sofá y enfocar su vista al techo ante la atenta mirada de su Annie—. No es mi novio aún, ayer me conoció, es ridículo Annie, ¿en verdad te gustaría saberlo? 

—Claro que sí. 

—Mi madre me consiguió un novio, se llama Georg. —Rió un poco—. Tienes que verle la cara, cree que soy una princesa o algo parecido… —Pero luego su sonrisa decayó—. Mamá quiere que me case, que tenga una vida como cualquier chica, es detestable. 

—En verdad que sí, no sé qué decirte, parece que tu madre está loca. 

—Sí lo está, por eso te digo que si algo pasara, si tú estarías dispuesta a escapar conmigo. 

—Sí, te amo Bill, no podría estar sin ti. 

Bill se removió en el sofá para tomarla mejor de la cintura. Ella rió tímida acomodándose sobre Bill, aunque por el vestido que tenía, esto le era incomodo, sus piernas quedaban un poco descubiertas así que terminó sentándose en el sofá, alegándose un poco del otro. 

Bill no decía nada, solo la miraba como queriendo tomarla otra vez, Annie notó esto y simplemente se quedó quieta en el sofá. 

—Bésame —pidió tímida a lo que Bill no demoró en acercarse y besarla en sus labios carmesí—.Tócame —volvió a susurrar y Bill posó sus manos en su cintura, ella retrocedió un poco, intentándose poner en pie, Bill captó sus intenciones y la siguió—. Vamos… 

—Sí… —Ni sabía a donde ella le llevaría, pero él se dejaría. 

Con los ojos cerrados y sin romper el beso, entraron a una pequeña habitación. Bill pudo esperar mucho, aún la besaba y luego divisando una cama, ella se sentó y él rompió el beso para sentarse a su lado. 

La tensión aumentó cuando ninguno de ellos decía lo que ahí pudiera acontecer, solo respiraban agitados mirándose a los ojos con nerviosismo. Annie se recostó en la cama sin quitar los ojos de sobre Bill, éste la miraba y no sabía si sería buena idea si se recostaba sobre ella, tenía un poco de temor aunque el deseo crecía cada vez más, aun más cuando ella tomó ambos tirantes de su vestido y comenzó a bajárselos, dejando sus hombros desnudos totalmente y luego los bajó aún más, casi hasta que su busto sobresalía. Bill empezó a agitarse aún más ante la vista del pecho desnudo de la única chica a quien quería. Annie temblaba tanto… se había imaginado tantas cosas y ahora, moría de la vergüenza. 

Bill sin decirle nada, se le acercó hasta besarla, poniendo sus frías manos con cuidado por su busto, notando como ella se agitaba ante eso, y Bill fue completamente sobre ella metiendo sus manos por debajo de su vestido para tocar sus suaves piernas. 

Annie se agitó mucho y comenzaba a jadear con cada caricia, Bill no se quedaba atrás. Sentía su entrepierna palpitar, podía adivinar lo que pasaría dentro de poco. Annie lo rodeó con sus piernas aún con su vestido puesto, Bill también vestido, la besaba insistentemente comenzando a moverse sobre ella, apoyando ambas manos en la cama. 

—Bill… —gimió ella. 

—Lo siento, lo siento —repetía fuera de sí con movimientos cada vez más rápidos. 

Sentía una especie de dolor en la entrepierna por lo ajustados de los pantalones, y ella notó eso, así que comenzó a abrirlos. 

Bill se bajó ligeramente el pantalón y Annie volvió a atraerlo a su cuerpo semi desnudo. 

La habitación se llenó de muchos gemidos, era la primera vez que experimentaban aquello, aunque no había aún algún tipo de penetración, era como hacer el amor, algo muy íntimo de los dos. 

Annie sintió cómo Bill se estremeció y gruñó cerca de su oído y luego ella sintió una agradable corriente en su cuerpo. Bill dejó de presionarse sobre ella y se recostó a su lado, agitado y sudado… Annie le sonrió y besó sus labios cubriendo sus pechos desnudos, acomodándose el vestido. 

—Annie… —apenas decía—. Amé tu sorpresa… —Ella se ruborizó y luego él se levantó de la cama, debía ir al baño a limpiarse su semilla. 

Regresó a la cama a besar a su novia, conversaron un poco más entre susurros muy cerca del otro, el día comenzaba a morir para dar pase a la noche y con ello, regresar cada quien a sus casas. 

Salieron de aquel lugar con otra forma de mirarse, ahora se sentían más unidos que antes. 

Annie tenía una pequeña lámpara en una de sus manos con la que iluminaba el sendero, caminaban a paso rápido pues estaban algo tarde. 

Al salir del bosque, una sombra de una señora con falda larga los asustó. 

—¿Annie? —habló la señora, madre de ésta. En una de sus manos tenía una vara, Annie se asustó mucho, pero no quería atemorizar a Bill—. ¿Bella? 

—Buenas noches señora —saludó él, pero pudo percatarse de la mirada retadora que le lanzaba a Annie—. Lamento que regresemos así de tarde, nos perdimos, fue mi culpa… —El silencio de la señora lo asustó. 

—Annie, vamos a casa. —Ella lo miró y él no supo qué hacer. Y es que la madre de Annie había estado esperando por ella cerca del bosque, y cuando la vio, la manera en como miraba a su mejor amiga causó que se le escarapelara el cuerpo, un presentimiento extraño la azotó. Su niña era muy mujercita como para que esté al lado de la otra que no aparentaba ser muy femenina. Definitivamente esa amistad para ella estaba mal a partir de ese instante. 

Annie lucía muy nerviosa, mirando a Bill decidió despedirse— Nos vemos Bella… —fue todo lo que pudo decirle y luego la madre la jaló de un tirón. 

Bill se quedó ahí parado mirando esa escena totalmente impotente. Apretaba los puños tan fuertemente. Los veía alejarse cada vez más y la madre de Annie sostenía sus muñecas apretándolas un poco, jalándola a la casa entre murmullos casi inaudibles. Cuando estuvo más lejos, oyó el grito de Annie y la vara golpearla. Bill se estremeció ante ello, pero fue totalmente incapaz de impedirlo, una lágrima de frustración bajó por su mejilla y un nudo asfixiante se le incrustó en la garganta… Habían golpeado a su Annie. 

Regresó a su casa, totalmente dolido y desalentado… pensando si mañana podría verla para consolarla, para curar sus heridas, para protegerla… Pero no sabía si eso sería posible. 

Entró a la casa y subió a su habitación. Al entrar había una carta sobre su cama. Suspiró bastante fastidiado. 

Querida Bella: 

Le escribo esto para decirle que me encantó la noche de ayer, ahora estoy regresando a casa, pero quise comunicarle que pronto regresaré a visitarla. Mi padre y yo estamos contentos de la forma en cómo nos han tratado. Especialmente yo, agradezco su amabilidad y buena voluntad, puedo espectar un futuro con usted bella dama, espero y ese sea su sentir. 

Atentamente: Georg Listing. 

Arrugó la carta y la tiró por un lado, se recostó en su cama, suspirando resignado y se puso a pensar en todo. 

Sería muy difícil librarse de todo. Se sintió muy pequeño incapaz de controlar su propia vida… 

No quería ser más Bella, no quería casarse con un hombre, no quería ninguna cosa que su mamá le impusiera. 

Solo quería a Annie, solo a ella.

jejeje, no pude evitar meter elementos slash *w* haaha, veremos qué más pasa, creo que a Annie le irá mal u_u Besos <3

2 comentarios:

  1. Hola! :3..

    cuando lei esta parte...

    -Bill se quedó ahí parado mirando esa escena totalmente impotente. Apretaba los puños tan fuertemente. Los veía alejarse cada vez más y la madre de Annie sostenía sus muñecas apretándolas un poco, jalándola a la casa entre murmullos casi inaudibles. Cuando estuvo más lejos, oyó el grito de Annie y la vara golpearla. Bill se estremeció ante ello, pero fue totalmente incapaz de impedirlo, una lágrima de frustración bajó por su mejilla y un nudo asfixiante se le incrustó en la garganta… Habían golpeado a su Annie.- ...tambien me senti como Bill...me dio coraje ¬¬'...mendiga vieja!¬¬'...

    una loca por "ver a su princesa felizmente casada"
    y la otra por "kerer protejer a su hija" ...

    ke cangrejos les pasa a esas señoras!!!!! ¬¬'''....

    ok ya ......... Dalaaaaayyyy.... ya :3 ..xDD...no me agas caso .. de repente me entra la locura tambien xDD...

    Gracias!! ^^...me encanta!! ;3 ..espero el proximo!! ;D... SALUDOS BESOS Y APAPACHOS!! <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hallo *-* <3 wow, entonces mi escrito trasmite lo que quiero trasmitir, eso es genial *-* Veremos cómo les va a este par y sus locas madres e_e
      Besos <3 <3

      Eliminar