lunes, 19 de noviembre de 2012

Minino~ 12

Hola *o*~ siguiendo con este fic, muchas gracias por los ánimos que me dan para publicarlo hasta poder llegar a subir capítulo nuevo, espero pronto. Besos <3

Bill no le contaría nada a Simone. Eso le dolía un poco puesto que era de confesarle sus cosas a ella, su madre joven. Pero esto era serio y sabía que no lo tomaría bien, pensaría en mudarse y todo eso que él no quería. Así que no quería preocuparla. 

Simone veía a su hijo cantar sentado mirando la televisión, se notaba que pensaba en otra cosa, parecía estar en otro mundo, en el mundo de la gente enamorada. 

—¿Qué tal todo con Tom? Aún no hablo con él —dijo ella acercándose a él quien la miró para luego bajar la mirada un poco tímido. 

—Pues… estamos bien —sintió sus mejillas ruborizarse y eso no pasó desapercibido por Simone. 

—Me alegro, solo espero y no se sobrepase contigo. 

—¿Cómo podría si me quiere? —Sonrió y suspiró, Simone no quiso arruinarle eso, pero después recordó algo que no pudo hablar con él la otra vez. 

—Bill, ¿estuviste en Lübars? —Casi dio un salto en su asiento y pestañeó rápido—. No mientas. 

—Hem… ¿por? —Simone frunció el ceño. 

—Hiciste algo allá. —Bill se vio acorralado y solo pudo asentir, agachando la cabeza, llevando sus orejas hacia atrás. 

—Tenía que… —Simone negó con la cabeza, ahora no sabía qué decirle. 

—Pues creo que debemos mudarnos, es en serio. —Bill alzó la mirada y se angustió. 

—Por favor no… ¿Y Tom? 

—Pues, tú sabes cómo es todo esto Bill, no es seguro para ti, y si Tom se llegara a enterar, ni sabría decirte cómo reaccionaría, esto es serio, tú no ves la seriedad porque estás ilusionado. Eso enceguece a la gente. —Bill frunció un poco el ceño y se alejó de ella. 

—No lo conoces, él es bueno, lo quiero y no quiero separarme. 

—Bueno —suspiró—, sólo piénsalo que tarde o temprano saldremos de esta ciudad… 

Bill se encogió en el sofá, quería ser libre y quería estar con Tom para siempre, así lo veía en su mente. 

*** 

—Casimir, ven aquí chico travieso. —Entraba Casimir por la ventana, Tom tuvo que comprarle un filete de pescado muy apestoso para ponerlo en la ventana así se animara a regresar de su cacería de gatitas—. ¡Casimir! —gritó cuando lo vio entrar chillando de hambre—. Ahora no sales más —reclamó cerrando la ventana y permitiendo que se coma el filete—. Gato travieso… 

Había regresado del trabajo y estaba tan cansado. Para colmo había traído más trabajo para hacer en casa. 

Se quitó la corbata y se abrió un poco la camisa. Detestaba esa ropa, así que mientras Casimir comía, se adentró a su habitación a ponerse algo cómodo para entrar a su estudio y seguir trabajando. 

Fotos, fotos y más fotos, debía editarlas y luego diseñar los pormenores para la revista, así se aliviaría un poco de trabajo. Miró su reloj, casi las nueve de la noche, suspiró deseando besar los labios de su minino. Pero no podía, dentro de poco Bill dormiría, quizá mañana pudieran acordar salir, Tom haría todo lo posible para darse tiempo de estar con él. 

Aún pensaba en lo extraño de su relación, en cómo debía tomar aquello. Bill le había dicho y hasta hecho jurar, que por lo que más quiera, nunca dijese nada de él a nadie. Tom lo había prometido, jamás haría algo que perjudicara a su nuevo amor. 

Casimir entró al estudio lamiéndose el hociquito, y no encontró otra forma de agradecer a Tom que restregar su cuerpo por sus piernas buscando cariño. 

—Casimir… —Lo empujó un poco con una pierna mientras sentado, empezaba a trabajar en su computadora, Pero aquel gato no pasaba desapercibido y es que le recordaba mucho a Bill—. Minino… —suspiró—. Casimir, ven aquí. —Hizo señas para que se subiera a sus piernas y así pasó, el gatito saltó y luego se pegó a él comenzando a ronronear—. Gatito travieso… —Se suponía que no tenía tiempo, pero quería mucho a ese gato, era de Brad. 

Pasó sus manos por su lomo, sintiendo cómo Casimir disfrutaba esas caricias tanto, alzando su trasero cada vez que pasaba la mano por ahí hasta tocarle la cola, el gatito maulló extasiado con el sonido de su vocecita casi inaudible por tanto ronroneo, Tom rió ante ello y luego sus ojos se oscurecieron en un pensamiento casi perverso, si Casimir era así, ¿cómo sería Bill si le tocaba de esa manera? 

—Debo dejar de pensar en eso. —Alejó a Casimir de su regazo y miró su computador otra vez—. A ver… —Tenía mucho trabajo, así que suspiró resignado a su suerte. 

No pasó ni quince minutos, cuando en eso, sonó el timbre de su puerta que le hizo dar un salto sobre su asiento. Quizá era Bill que venía por su beso de buenas noches antes de dormir, su corazón se aceleró. 

Rápidamente se levantó y empezó a arreglarse la camisa y pasarse una mano por sobre su cabeza para ver si todo estaba bien con sus trenzas. 

—Minino, minino, minino —decía y Casimir se emocionaba rondando entre sus piernas mientras caminaba a la puerta—. Tú no —rió un poco—. Mi minino Bill —Casimir se alejó como si lo entendiera. 

Al abrir la puerta con una sonrisa, se encontró a una mujer rubia con camisón corto y un termo de chocolate caliente, Heidi le sonreía con el cabello revuelto como si fuese a dormir, pero estaba con maquillaje y hasta pestañas postizas, Tom tragó saliva y el saludo que le iba a decir, quedó atragantado en su garganta. 

—Tom, ¿qué tal? Vine a compartir algo de chocolate antes de meterme a la cama… 

—He-he-Heidi —tosió para que se le pasara la impresión, ella rió triunfante. 

Había pensado tanto en cómo deslumbrarlo, y al parecer lo había conseguido, según ella, interpretaba las reacciones de Tom a su manera. Lo cierto era que Tom estaba intimidado por el atrevimiento de ella. 

—¿Puedo pasar? —dijo insinuante. 

—Hum, lamento mucho esto, pero tengo tanto trabajo que debo acabarlo hoy, dudo poder dormir un poco. —Ella lo miró con pena haciendo un puchero y poniendo ambos brazos sobre su hombro. 

—Oh, pobre mi Tomi, no tiene descanso ni nada —él rió un poco nervioso, alejándose de ella con disimulo. 

—Heidi, este… ¿qué tal si te llamo? —Sonrió mostrándole sus dientes, ella se quejó un poco. 

—Bueno, está bien. —Se le acercó y le dio un beso en la punta de su nariz, Tom se incomodó un poco, pero no hizo nada, se quedó ahí quieto mientras ella quitaba sus brazos de sobre su hombro—. Hablamos cuando quieras… ¿sabes Tom?, cuando supe que vivías en esta ciudad, no dudé en preguntarle a tu madre en dónde estabas viviendo exactamente, y averigüé que había un departamento vacío en este condominio… —Acarició sus trenzas con una mano—. Y aquí me tienes, si logramos revivir el pasado, ahorraríamos en alquilar un departamento, ¿no crees? —Tom frunció el entrecejo un poco, pestañeó rápido ante aquella propuesta. 

—Pues el pasado quedó así, en pasado, no podemos volver a lo de antes. —Ella se incomodó un poco. 

—Piénsalo Tom, aún mantengo la promesa que te hice, y me sorprende que a ti no te importe. —Se giró para ir a su departamento. 

—Es que me importó mucho Heidi, pero en su momento, ahora las cosas son distintas, pero sí te quise, lo juro. —Eso era verdad, él sí la había amado, pero resulta que ahora ya no más. 

—Voy a esperarte Tom. —Caminó rumbo al ascensor con su termo en mano. 

Tom suspiró luego de cerrar la puerta, ya iba a ser las diez de la noche y aún no había terminado de hacer su trabajo. 

Caminó de regreso a su estudio, debía terminar sus responsabilidades. Unas dos horas más pasaron, y se quedaba dormido sentado frente al computador. Se despertó cuando su cabeza chocó en el teclado. 

—¡No más! —se dijo a sí mismo—. Basta por hoy —cerró velozmente todos los programas y se dispuso a dormir. Caminó pesadamente rumbo a su habitación, pero Casimir chillaba en toda la casa, caminando cerca de sus piernas, pasándole el lomo casi haciéndole tropezar—. Casimir, que gato más fastidioso, ¿qué quieres? Ya te comiste un filete, no más. 

—¡Meow! ¡Meoooow! —Eso sonó rarísimo, recordó lo de la gata en celo, los gatos se ponían así de ruidosos cuando detectaban una gatita disponible. 

—Aishh… —dijo resignado caminando hacia la gran ventana para abrirla. Al hacerlo, Casimir salió más que volando de ahí—. Suerte y no olvides los preservativos, ¡paternidad responsable, Casimir! —No quiso cerrar la ventana, la dejó semi abierta para que regresara después de su “faena”. 

Estaba tan cansado, pero sabía que no podía darse una ducha en la mañana puesto que era de levantarse muy tarde si dormía poco. Era lógico, así que decidió darse una ducha rápida para acostarse más relajado. 

Aún pensaba en la pesada de Heidi, ella sabía cómo meterse en sus sentidos, era hábil para eso. Su belleza, olor, tacto, voz, un poco más y hasta su sabor, se quedaba en él. Se lamentó por ello mientras se bañaba. Es que una serie de recuerdos regresaban del pasado. Recuerdos de todo tipo, de los buenos, de los románticos y excitantes, hasta los dolorosos. Ella había formado una parte de su vida y eso era un problema. 

Se puso una toalla alrededor de su cintura y salió del baño rumbo a su habitación. 

—Joder, si tan solo pudiera dejar de pensar en ella —dijo para sí mismo entrando al cuarto— ¡Ahh! —gritó vergonzosamente al ver ahí a Bill sentado en su cama. 

—¡Lo lamento! —gritó el menor nervioso, y se levantó de ahí para darle la espalda pues Tom estaba semi desnudo—. Lo siento, lo siento —repetía con ambas manos sobre su rostro, estaba avergonzado por su atrevimiento. 

Había entrado por la ventana de Tom, y quiso esperarlo ahí para que le diera un beso de buenas noches. Estaba sin capucha, con sus orejas decaídas por la vergüenza y la cola la tenía rígida hacia arriba y un poco erizada. 

—Bill —no dejaba de parpadear al verlo ahí en su habitación. Casi corrió hacia su armario y sacar rápidamente una ropa de dormir cómoda—, descuida, en un momento estoy vestido. 

—Lo-lo siento, en ver-verdad… no creí que-que salías de la ducha a-así… —apenas pudo decir. 

—No lo lamentes, me alegra que estés aquí. Simone no lo sabe, ¿verdad? 

—No… —dijo bajito aún con ambas manos sobre su rostro. 

—Ya está, estoy vestido, puedes voltear —dijo posando una mano sobre su hombro. Pero Bill no se movía—. Minino… —Bill suspiró y volteó sonriéndole tímido, aún sin poderle mirar a los ojos directamente. 

—Tom… —Éste le sonrió y luego tomó su mentón para darle un pequeño beso. 

—En serio agradezco que hayas venido, creo que dejaré mi ventana abierta cada día. 

—Quería darte las buenas noches, y hablar al menos. —Bill no era muy conciente de todo el trabajo que su novio tenía. Y Tom no quiso mencionar ese detalle para no ahuyentarlo. 

—Ven aquí —se sentaron en la cama—, cuéntame, qué tal tu día. 

Bill le sonrió, y sus orejas regresaron a la normalidad. Suspiró y empezó a contarle lo que pasó en la escuela, y luego la conversación con su mamá. Esto sorprendió un poco a Tom, él no quería que se mudaran. 

—Esto es difícil Bill, no sé qué decirte. —Se preocupó notoriamente—. No sé si podré… por el momento no puedo mudarme. 

—¿Te mudarías si me mudaría? —preguntó temeroso. 

—Lo haría si pudiera, por ahora, no podría. Quiero hablar con Simone, quizá si me explicara sus razones. No entiendo por qué quiere llevarte a otro lado. 

—Porque soy así, no soy normal, Tom. —Agachó la cabeza. 

—Eres Bill, para mí eso es suficiente, aunque no sé por qué tengas orejas y colita, igual te quiero así. —Bill suspiró emocionado, cada día quería un poco más a Tom, no sabía el límite de ese querer, creía y podía ser infinito. 

—Haces que mi corazón lata tan rápido, a veces siento que llegará un punto en donde explote. —Rió nervioso y Tom también lo hizo tomando su mano para luego besarla. 

—Quiero que un día pase… —Bill abrió los ojos y luego sintió como sus mejillas se ponían calientes, Tom besaba su mano mirándolo a los ojos y luego sacó su lengua y lamió el dorso de su mano, pero Bill se puso nervioso y retiró la mano velozmente. 

—Oh, lo siento. —Bajó la cabeza nervioso y avergonzado. 

—Perdón, soy yo, Bill, tú no tienes que pedir disculpas. 

—Creo que debo irme —dijo él con una pequeña sonrisa, Tom entendió y se levantó de la cama, jaló a Bill y lo puso en pie. 

—Gracias por venir, en serio —susurró cerca del oído y lo pegó a él abrazándolo por la cintura. 

—De nada, debía hacerlo. —El olor de Bill no era artificial como el de Heidi, Tom hundió su rostro en el cuello de su novio para besarlo. 

Se estremeció ante ello, pero no quiso detenerlo, él quería saber cuál era el límite de su corazón. Otra vez sus latidos de aceleraron y su respiración se volvió pesaba mientras sentía la lengua de Tom delinearle su largo cuello. Cerró los ojos perdiéndose en aquello, y llevó ambas manos a los hombros de su novio, ahí hizo presión con sus uñas cada vez que Tom cerraba sus labios succionado de su piel cada vez más intenso. Abrió la boca para jadear, sus pies se empinaron, y su cola se irguió hacia arriba. ¿Cuánto más podía soportar? ¿Cuál era el límite? 

Tom lo sostenía de la cintura pues hasta lo sentía temblar y retorcerse en sus brazos. En eso, recordó lo de Casimir, y sonrió con sus labios aún sobre el cuello del menor. Así que con cuidado, pasó sus manos por la espalda del otro, con sus dedos presionando su columna vertebral. —Tom… —jadeó siguiendo con su cuerpo la mano del otro, él pegó su frente sobre la sudada frente de Bill y le sonrió de cerca. Bill respiraba por la boca y tenía los ojos aguados de lágrimas y comenzaba a ronronear sonoramente. 

—Te ves hermoso, y wow… ronroneas —Tom le besó y acarició con su lengua la del otro, quien no pudo más que entregarse a todas esas sensaciones. Aún Tom pasaba una mano por su espalda, descendiendo cada vez más, sintiendo que, igual a Casimir, Bill levantaba su trasero en busca de contacto. Así que Tom no dudó en tocárselo directamente, apretando en sus manos el muy formado trasero del minino. 

—¡Ahh! —éste gimió rompiendo el beso y poniendo ambas manos en los brazos de Tom, de alguna manera queriendo detener todo aquello que lo descontrolaba. Ahora gemía y se mordió el labio intentando controlarse, Tom no lo soltaba y Bill no hacía presión para apartarlo de él, solo aferró sus manos a sus brazos y le clavó las uñas otra vez —Tom… ahh… —Jamás le habían tocado el trasero de esa forma y cuando Tom quiso quitar sus manos de ahí para meterlas por debajo de la ropa de Bill, éste envolvió su cola en el brazo del otro, indicándole que podía acariciarlo. 

—Quisiera tocar tu piel. —Bill casi ni podía contestar, su respiración se había vuelto muy audible y sus ronroneos igual. 

—Tú puedes…rrr… sólo un poco. —Cerró los ojos aún agitado y ruborizado, era la experiencia más sensual hasta ahora, y moría por conocer el límite,sentía que podía alcanzar algo más allá de las caricias y por primera vez sentía una presión en su entrepierna. 

Tom metió sus manos por el borde de sus jeans ajustados y acarició sus nalgas, Bill gimió y cerró los ojos. Tom tomó sus caderas y lo volteó sorpresivamente, avanzó con él así hasta que alzando una mano se apoyó en una pared, Bill temblando hizo lo mismo con ambas manos, y miró por sobre su hombro, estaba un poco asustado. Pero Tom estaba deseoso, tan deseoso que tenía temor de cometer una locura, sacudió su cabeza intentado concentrarse en el placer de Bill y hacerlo sentir cómodo. 

—Tomi… 

—No haré nada indebido, solo… siente —tocó sus costados y luego pasó sus manos por su baja espalda. 

—Ahh… —alzaba su trasero y Tom se pegó a él moviéndose y restregándose por encima de su ropa. 

Bill cerró los ojos. Cuál era el límite, podía sentir como cada músculo de su cuerpo tomaba vida propia y lo hacía temblar. Una oleada de corriente excitante le recorría la espalda una y otra vez por donde pasaba las manos de Tom que subían y bajaban acariciándole por encima de la ropa. Abrió los ojos algo intrigado al sentir cómo empezaba a crecer el bulto en los pantalones de Tom que se presionaba en su trasero. 

Tom decidió parar todo aquello, al darse cuenta de que realmente quería hacerlo suyo, iba demasiado rápido y podía percibir que Bill se dejaría, mas no quiso comprobarlo, era hora de parar. Así que volteó a Bill para encararlo, y abrazarlo. Lo besó en los labios con insistencia hasta que apoyó su frente a la del otro, respirando agitadamente. 

—Minino… eres tan sensual —se mordió el labio—. Algún día te haré mío… 

—Soy tuyo —apenas dijo aún jadeando, sosteniendo en Tom para no caer puesto que sus piernas temblaban y esa corriente excitante le recorría de rato en rato la espalda. 

—Sí,soy tuyo también, pero me refería a… a hacer el amor… —Bill dejó de ronronear y abrió los ojos asombrado. 

—¿Qué? —se ruborizó enseguida—. Co-cómo podríamos si… si… somos dos chicos —Tom rió ante su inocencia—. No es gracioso. 

—Lo siento —se calmó—. Pues, te enseñaré como… —besó la punta de su nariz. 

Al parecer, había un límite, Bill se quedó pensando en ello, aún en los brazos de Tom. Luego de un par de besos más, Bill salió por su ventana para meterse a su habitación. 

En casa, Simone, recostada en su cama, se mandaba mensajes de texto con Georg. 

Quiero verte —ella suspiró—. Puedo sacar un pasaje para mañana mismo, los extraño mucho, en serio —se mordió el labio indecisa, el mensaje continuaba —, sólo tienes que decir sí, y allá estaré… 

Sus manos temblaron, pero necesita el apoyo de alguien que precisamente conociera a Bill, así que con manos temblorosas, tecleó un escueto “

Georg regresa a casa~ el minino quiere describir los límites... Veremos qué más pasará, aún este es el comienzo.

12 comentarios:

  1. lo ameeeeeeeeeee, meowwwwww!!! X333 el minino es tan sensual como dijo Tom XP me encantaaaa!!! que pasara sigue subiendo me fascinaaaa!! <3.<3

    hasta el siguiente :DD

    Meowwwww, meowwwww!!! X333

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    1. Hallo <3 sí lo es *-* veremos qué más pasa, ya su relación empezó
      muah gatita~ miau

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  2. WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA me sentí asfasddsfsdagfs
    Minino, Minino *-* que cosas tan ahsahsfafss me encantó *-* <3 ojalá y actualices pronto mi querida Pink.
    Adiós señorita Rosadita *u* <3
    Atte.
    El anónimo Sexy(? xD

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    1. *o* hola anónimo sexy >w< pronto actualizaré~
      XDD es curioso cómo me llamas, gracias por comentar *o*
      muah

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  3. Pero ke tipeja entrometida esa Heidi!! Kiere reconquistar a Thomas! FUCK!!pero él ahora solo piensa en el dulce y soñado Minino y sobretodo ke lo adora TAL KOMO ES!! Y me gusta Casimir, "gatito travieso" y Billito se excita komo él al acariciarlo komo lo komprobo Thomas jejeje En kuanto a Simone, ella sabe el peligro ke korre el Minino si se descubre su secreto :( ke inocencia respecto al sexo aaawww y el rastudo ke se ofrece a "enseñarle" Pervertido, okno... Y ahora volvera Georg a sus vidas, komo verá la relación entre los chikos ??? Kierooo más kpis!!! ADOROOO EL FIIIC!!!! TKUM DamitaRosa

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    1. hallo <3 sí, Heidi es la típica entrometida.
      XD Casimir y Bill tiene algo en comun a aprte de la apariencia xd y Bill tiene habilidades con los animales, eso se verá más adelante~
      Tom le enseñará en su momento >:3 jaja
      subiré más seguido :3
      besitos

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  4. concuerdo con Tom... el minino es muy sensual...
    el capitulo es tan :Q___________________________________
    ¿si me di a entender? xD
    me encanta... :D y aun espero por mas... xD

    cuidate! besos!
    Criis. <3

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    1. hahha >:3 minino sensual
      e_e no entendí el Q + __________ ok, sí lo entendí xd
      veremos qué más pasa
      muah <3

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  5. Hollis!! ^^..

    me cae gorda la Heidi! ¬¬...kien se cree ¬¬'...
    Minino~!!! x333 <3...kiere conocer los limites de la pasion!! <3 ... puede ser algo peligroso D: bueno para el...no dire por ke.. xp ... me gustaria tener un Minino como el en mi casa :3... Georg regresa!! x3...

    Gracias!! :D..

    espero el proximo!! ;3 ...

    SALUDOS BESOS Y APAPACHOS!! <3..

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    1. Hallo <3 xdd Heirdi es la ex x_x supongo que tiene un peso en la historia..
      Minino quiere conocer y sobrepasar los límites jojjo deberá ir con cuidado~
      Geo, el padre abnegado regresa...
      Besitos :*

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  6. Love it! Ju, desde hace tiempo que no te comento pero todos los días entro a leer todas las actualizaciones ;) Falta de tiempo y eso, en fin. Uhhhh ya empieza lo interesante entre Minino y Tom ¡qué emoción!
    Cuando Niñerias? Es que amo ese fic *-*
    Saludos Pinki!

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    1. hallo <3 gracias por comentar~ y leer siempre *o*
      Niñerías subo constante, más que este fic incluso o_o espero actualizar este rápido
      besos <333

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