lunes, 5 de noviembre de 2012

Minino~ 10

Hola a todos, este capítulo se lo dedico en especial a las que pidieron esto :3 a Criis y Dalila gracias y también agradezco el regalo que me llegó en la semana que pronto lo estaré subiendo de parte de Bianka Ramos. Y la imagen que viene a continuación es gracias a mi Aliss R Aleman quien lo hizo hace mucho tiempo atrás especialmente para esta escena. Waa, hablé mucho, disfruten el cap ;D


Algunos días habían pasado y Simone debía hablar con su hijo. Lo llamó a la sala, Bill se alistaba otra vez para salir, Simone sabía que saldría de nuevo con Tom y ya sabía que eran novios, eso no le molestaba, solo la preocupaba mucho porque sabía que debían mudarse en algún momento, y eso era justamente lo que quería hablar con él… 

—Bill, siéntate —Su hijo obedeció, tenía un cepillo de cabello en una mano, no dejaba de seguir alistándose, era especial en eso, le gustaba estar presentable, más si se trataba de salir o ver a Tom. 


—¿Qué pasa? —Miraba a su mamá con atención. Simone titubeó un poco, pero debía hablarlo con Bill. 

—Hemos estado más de dos meses aquí… hemm… 

—No quiero mudarme, no justamente en este tiempo. 

—Lo sé… pero tengo temor que alguien pueda descubrirte, o Tom, sé que él es importante para ti, y no me opongo, pero hijo, tenemos tiempo aquí, y ya sabes cómo es todo esto. Nos mudaremos. —Las orejas de Bill decayeron un poco y su semblante se entristeció notoriamente. 

—Yo lo quiero… —Simone tragó saliva un poco nerviosa—. Es mi… mi novio. 

—Lo sé cariño, de eso también quería hablarte… —Simone debía buscar las palabras adecuadas para que Bill entendiera algunas cosas de la vida adulta—. Las relaciones no son para siempre, a veces nos ilusionamos Bill, es normal eso, pero no será como tú quieres, no del todo. —Pudo ver la incomodidad en Bill. 

—No si los dos no lo queremos… él ha hablado de vivir juntos, de que me quiere, me lo ha dicho y le creo. —Simone suspiró lamentándose en su mente el no poder reclamarle a Tom el por qué tenía que ilusionar así a Bill. 

—Escúchame, quizá no sea como te lo voy a decir, no quiero que sea así, pero debes saber algo de los hombres en general… a ellos no les gusta el compromiso Bill, ellos muchas veces buscan pasar un bonito tiempo con alguien y luego que todo ha pasado… —no quería ser tan específica—, luego… dejan a la persona que ilusionaron y buscan otra. 

—Pero él me quiere… 

—No dudo de eso, pero eso no te garantiza que sea para siempre lo que viven y si él descubre lo que eres, por un momento puede ser bueno, no me opongo; pero, ¿qué crees que pasará después? Cuando se peleen, cuando él encuentre a otro chico o chica, ¿qué será de ti? Deberemos salir de aquí y mudarnos a otro lado. —Bill estaba tan desilusionado. 

—Entonces, según tú, nunca podré amar, ¿a eso te refieres? No lo merezco porque nadie me va a querer del todo porque así es la vida. 

—No quiero que veas así las cosas, solo que seas realista y muy precavido, Bill. 

Se quedó pensando, ahí sentado, en las palabras de su mamá. Quizá ella tenía razón, pero él sentía que amaba a Tom y ese sentimiento podía ser más fuerte que los temores que siempre le causaba ser conciente de que era “una rareza especial” y que debía ocultarse de otros. 

Por otro lado, Tom regresaba de hacer compras. Tenía una bolsa de mercado con insumos para una cena especial para Bill. Hace tanto que no cenaban, por lo general pasaba por él a la escuela, pero debía llevarlo a casa temprano, no solo por Simone, sino porque su trabajo había aumentado en la revista, debía estar en su oficina de trabajo editando imágenes que la revista necesitaría al día siguiente. Pero ese día era un sábado. Él pensó en muchas opciones, como llevarlo a un restaurant elegante, o a patinar sobre hielo, o al cine otra vez… Pero eligió preparar algo en casa e invitarlo a cenar ahí, sin tener que salir muy lejos. Sería un tiempo agradable de hablar y Tom quería averiguar algunas cosas de él. 

Últimamente no quitaba a Bill de su mente, se ponía a pensar en lo mucho que le atraía, y más su inocencia y su forma de ver la vida, con esa frescura propia de él. Tom cada vez estaba más seguro de quererlo y haría lo posible para mantenerse cerca, de paso, conocerlo más. Aún no sabía ha donde podía llevarlo todo eso, pero simplemente quería seguir. 

Caminó llegando cerca al departamento, cuando un auto rojo se estacionó cerca de él, y alguien llamó su nombre. A Tom se le hizo muy conocida esa voz. 

—¿Ya no conoces? —preguntó la mujer rubia bajando las lunas de su auto y quitándose los lentes oscuros poniéndolos sobre su cabeza. 

—Oh, Heidi, hola —contestó sin muchas ganas, era una de sus ex novias, la más especial por así decirlo, a la que una vez presentó a sus padres y hablaron de compromisos serios. Pero todo acabó cuando en la convivencia, ella resultó bastante hostigante y Tom terminó por cansarse. Haber terminado aquella relación de más de un año le había dolido en su momento. 

—A los años Tom, adivina. —Se bajó de su auto caminando, moviendo las caderas, luciendo un vestido azul muy corto, acercándose a él. Tom pestañeó seguido, intentando adivinar qué pretendía o qué le diría. 

—¿Qué pasó? —Ella le sonrió ya estando cerca de él y se apoyó sensualmente sobre su auto. 

—Me mudé aquí, un piso debajo de tu departamento, ¿no es genial? —Tom trató de entender sus intenciones, él no quería saber nada de ella. 

—Oh, bueno, qué genial —dijo con tono plano, sin ánimos. Ella le sonreía provocativamente. 

—Sí, podemos recordar viejos tiempos, cuando quieras Tom… debo contarte mi vida. —Como si a Tom le importara, pero él no era de despreciar así no más a una dama. 

—Claro, pero justamente hoy estaré ocupado, y debo regresar es, es un gusto verte, adiós. —Que poco hombre se sintió por dejarla así. Ella le dijo adiós algo ilusionada y él siguió su camino. 

Alguien del pasado regresaba, pero él estaba muy concentrado en su presente, no quería desilusionar a Bill. Aunque, mientras más pensaba, llegaba a la conclusión de si realmente hacía bien estando con un adolescente, además de un chico, alguien a quien no conocía mucho. ¿Tantas eran sus ganas de remediar su pasado cuando no cuidó bien de su hermano Brad? Empezó a temer que todo lo relacionado con Bill, se debiera tan solo a eso, a una manera de arreglar su pasado y estar bien con su conciencia. 

Terminó de subir a su piso, y se adentró en su casa. Miró su reloj, faltaba una hora para la cita, así que arreglaría todo, quería que sea especial aquella noche para Bill. 

Al lado de su departamento, Bill aún no terminaba de alistarse, y estaba un poco desilusionado por la misma realidad. Estaba frente a su espejo, ahora tenía uno, Simone había decidido comprarle uno además de sus propios maquillajes. No había sido difícil para ella aceptar la nueva condición de Bill y que prefiera pintarse los ojos y las uñas, arreglarse de esa manera para parecer más bonito. 

Bill tomaba unas gorras que tenía y buscaba cuál ponerse para no tener que usar las capuchas de siempre, estaba harto de se tipo de vestimenta, quería algo más ceñido al cuerpo, pero no podía. 

Luego de ponerse unos jeans y una polera con un estampado lindo, se puso una gorra negra que esperaba y no resaltara tanto, la cosa era tapar sus orejas extrañas. Al fin listo, fue donde Simone, ella estaba en la computadora revisando su E mail. 

—Mami, ya me voy… No sé dónde iremos, pero es sábado, así que… 

—Está bien cariño, aún así sé precavido por favor, solo conoces a ese tipo hace un mes, es tan pronto como para tener la certeza de que pueda ser confiable. —Ella tenía razón—. Cuidado Bill… y cualquier cosa, llámame y te ayudaré —Bill sonrió y le dio un beso en la mejilla a su mamá. 

Él ya no era un niño, al menos ya no se sentía así. Salió de su casa y Simone se quedó mirando la pantalla de su computador, un nuevo mensaje había entrado y era de su ex pareja Georg, algo revoloteó en ella… 

Lo abrió y lo que decía la puso más fría de lo que estaba. 

“Querida Simone, ¿sabes que te extraño mucho? Sé que nuestros caminos están divididos. De todas maneras los años que pasé contigo valieron mucho la pena y aún extraño estar con ustedes. Te escribo improvisadamente pues escuché una noticia algo extraña, solo espero y no tenga que ver con Bill. Allá en Berlín, no sé si estás en Berlín o no, en la zona de Lübars, escuché una noticia de que un hombre con cola y orejas de gato salvó a una mujer a la que violaban dos delincuentes. Espero y no se refieran a Bill. Dicen que la mujer está loca, pero, ya sabes, puede que exista otro como Bill en este mundo, o puede que hablen de él. Si en caso sea él, ya sabrás de esto, así que espero y no te hayas alarmado demasiado. Te quiere mucho: Georg” 

Simone no pudo evitar asustarse ante aquello y se animó a buscar en el Internet las noticias de la semana. Debía preguntarle a Bill y de paso comenzó a buscar departamentos en Hamburgo, se mudarían sí o sí. La paranoia y el temor empezaron a invadirla. 

Media hora antes de lo acordado, Bill tocaba la puerta de Tom con el corazón latiendo a mil. La puerta se abrió y Tom con una sonrisa en sus labios, le extendió una mano. 

—Pasa minino, estás demasiado hermoso que creo que la cena de hoy serás tú… —Bill rió bajito, y entró en la casa. Su novio lo abrazó y le dio un pequeño beso en sus labios. 

En la casa había un olor delicioso, Bill se percató de que Tom cocinaba algo. 

—¿Una cena? 

—Sí. Pensaba salir contigo, pero se me ocurrió cocinar para ti hoy, y ver una película, ¿qué dices? —Bill podía aceptar todas las ideas que Tom pudiera tener. 

—Está bien, estoy contento de estar aquí. —Ambos pasaron a la cocina, Bill conocía casi toda su casa, habían hecho galletas una vez. 

Ahí, Tom terminaba de preparar espaguetis para cenar y Bill, lavándose las manos, decidió ayudar. 

—Dime Bill, ¿qué día tienes tiempo para lo del tatuaje? 

—Pues, creo que la otra semana sería ideal, ya tengo en mente qué quiero —Tom lo miró curioso y se le acercó. 

—¿Sí? Dime, qué. 

—Una estrella, quiero que me tatúes una estrella, hasta tengo el diseño… 

—Haré lo que tú quieras. ¿Por qué una estrella? —Bill sonrió terminando de acomodar los platos y utensilios en sus respectivos lugares y luego encaró a Tom. 

—Pues, ellas trascienden siglos, se podría decir que son eternas… y quiero que esto —se ruborizó ligeramente—, esto que tenemos sea así, Tomi. —Una punzada azotó el corazón de Tom, no pensó que Bill optaría por tatuarse algo que significara lo que ellos tenían. Acercándose a Bill con una sonrisa en sus labios, le tomó la mano y luego le besó ahí tan delicadamente. 

—Quiero también Bill, que dure como las estrellas. —Bill se ruborizó y luego cerró sus ojos esperando un beso, el cual no se hizo esperar. 

Tan suaves eran los labios de Bill que Tom al besarlos, siempre resultaba una lucha consigo mismo, ya que le era difícil tener que separarse… Y cada vez las respuestas del cuerpo del menor lograban escarapelarlo deseando más. Pero el sonido del cronómetro del tiempo para apagar la cocina, los interrumpió, los espaguetis estaban listos. 

Tomó su mano y le sonrió. —¿Cenamos, pequeño gatito? —Bill sonrió tímido y asintió. 

Ya en la mesa, Tom era tan muy meticuloso que hasta velas consiguió para pasar una bonita velada. Por si Bill no recordaba, era una fecha especial y hasta le tenía un presente. 

Habían cumplido un mes de estar juntos, así de rápido había pasado el tiempo y Tom quería mantener eso. 

Prendió las velas y acomodó los platos servidos en la mesa de su comedor, puso una música clásica de fondo y ambos se sentaron uno frente al otro, aunque Bill empezó a inquietarse en su lugar. 

—¿Algo pasa? —le preguntó Tom al verlo moverse tanto. 

—Estoy lejos de ti… —Se mordió el labio y Tom abrió la boca algo sorprendido. 

—¿Quieres venir más cerca? —Bill asintió y claro que Tom acomodó su silla más cerca, a su lado prácticamente, Bill tenía razón. 

Empezaron a degustar sus platillos, y de rato en rato se miraban a los ojos, Bill agachaba la cabeza algo nervioso y Tom reía tratando de relajar a su minino. 

—Tengo algo para ti hoy. —Bill lo miró expectante. 

—¿Para mí? —Tom asintió metiendo su mano en su chaqueta ante la atenta mirada de Bill. 

—Por estar un mes conmigo… —Sacó una pequeña cajita y la puso sobre la mesa frente a Bill. A él le brillaron los ojos de la emoción. Tomó la pequeña caja y la abrió tan rápido como pudo, adentro había un pequeño dije en forma de gato, con algunos brillantes. 

Tom, hace algunas semanas, vio aquel dije en una joyería y creyó perfecto comprárselo a Bill, se lo iba a dar uno de esos días en los que lo recogía de la escuela, pero decidió esperar una ocasión especial, como esta cena. 

Bill se emocionó y al estarlo, enmudeció, simplemente veía aquel pequeño dije como si significara mucho, como un pequeño tesoro que venía de la persona que le había dado la oportunidad de sentirse querido… aunque no sabía si podría ser aceptado tal y como era. 

Tom se le quedó mirando, aquella expresión anonadada que tenía, y luego Bill tomó en el pequeño dije en su mano, cerró su puño y lo llevó a su pecho para luego mirar a Tom y lanzarse sobre él en un abrazo desesperado, ansioso y deseoso. Tom casi cayó de la silla, solo se limitó a con una mano sostenerse de la mesa, y con la otra abrazar la cintura de su Bill, recibiendo su abrazo y escuchándole decir tantas veces “Gracias” 

—Bill —rió—, estás por tirarme de la silla. —Reía casi a carcajadas mientras Bill se sentaba en sus piernas para estar lo más cerca posible. Lo más lindo para Tom fue ver la iniciativa de Bill quien tomó su rostro en sus manos para besarle en los labios. 

—Gracias Tomi… esto es muy lindo —le dio otro beso—. No tengo nada para ti. —Miró hacia abajo un poco avergonzado, él recién era conciente de que era un mes que llevaban juntos. 

—¿No tienes nada para mí? Que mentiroso… —Sonrió y luego le dio un pequeño beso—. Siempre me das todo lo que quiero, Bill. Te tengo a ti y eso vale más de todo lo que quieras darme. —Bill apoyó su frente en la de Tom y ahí se quedó. 

Usando un poco de su fuerza, Tom lo cargó y lo llevó al sofá. Bill reía nervioso por tanta cercanía, pero ya habían terminado de cenar. 

—Vamos a ver una película —dijo Tom poniendo a Bill en el sofá, éste se acomodó mientras Tom insertaba un CD en el reproductor. 

Esta vez, según él, era mejor si veían una película de temática homosexual, algo con la que se pudieran identificar y no algo tan fantasiosa y lejana a ellos como “Spiderman”. Qué errado estaba Tom. Así que, esa mañana, había ido a la tienda de video, y caminaba un poco nervioso entre los pasillos de ésta, hasta que un señor que recomendaba películas lo vio indeciso. Tom con mucha vergüenza le dijo casi en un susurro qué tipo de película quería comprar. El señor pensó que era para su satisfacción personal, Tom estaba casi sudando cuando veía las opciones que le daba, al final lo que más quería era salir de ahí, así que tomó una que no parecía ser nada del otro mundo y salió de ese lugar. 

Se sentó junto a Bill pasando un brazo sobre su hombro y él se apoyó en Tom, acomodándose muy cerca, Bill esperaba una noche de muchos besitos, Tom también, aunque quería preguntarle algunas cosas. 

La película empezó, había dos sujetos que se habían conocido en una fiesta media extraña, había mucha música, pero Tom decidió enfocarse en Bill. 

—Bill… —éste respondió un “¿hmm?” muy agradable a los oídos de Tom—. ¿Desde cuándo te gustan los chicos? Digo… ¿siempre te han gustado? —Tom tenía esa curiosidad, porque para él todo aquello era nuevo, recién descubierto con Bill. Pero el menor estaba algo sorprendido por la pregunta que ni sabía cómo contestarla. 

—No lo sé. —A su tan corta edad, eso no se podía saber. Antes que le gustara Tom, no le gustaba nadie en sí, y ni sabía que los chicos podían gustarle, simplemente quería ser como Tom y eso lo llevó a desearlo tanto y a quererlo. Bill suspiró—. Eres el primero Tom, en todo sentido, el primero a quien quiero, el primer novio, el primero que me ha besado y con quien salgo de casa… no sé si me pueden gustar otros, yo creo que no, porque tú eres el único. —Tom miraba hacia la pantalla, estaba pensando en las palabras de Bill, tan especial podía ser, él no quería defraudarlo. Pero aquello que había dicho lo llenó de seguridad, él pensaría muy enserio con Bill, daría lo mejor de sí—. ¿Tú? 

—¿Yo? 

—¿Con cuántos has estado antes? —Primera vez que tocaban un tema así, Bill se mordió el labio nervioso de preguntar semejante cosa. 

—Alguna chicas, quizá unas cinco, pero nada serio, ninguna… —Calló por un momento cuando el recuerdo de Heidi le vino a la mente—. Bueno, tú eres el primero, minino y quiero que seas el único chico, eres especial, y mucho. —Besó su cabeza y Bill suspiró ante aquello. 

Volvieron ambos a enfocarse en la película, Bill yacía sobre el hombro de Tom, tratando de concentrarse en lo que veía, mas no le era posible, era una película extraña. Ambos sujetos de la película se besaban. 

—Son chicos… —susurró Bill y Tom empezó a fruncir el ceño ante lo que sus ojos veían, lo que pasaba ahí no tenía nada de romántico según él —Oh… —Bill casi chilló y puso ambas manos en su rostro tratando de no ver lo que pasaba. Ambos chicos semi desnudos se besaban tan intensamente y cayeron a una cama, hubo un estruendoso gemido y Tom se desesperó, no tanto como Bill que parecía una bolita en el sofá de encogido y avergonzado. 

—Lo siento —dijo levantándose de ahí para apagar la televisión, la película se iría poniendo muy explícita. Se maldijo mentalmente pensando que quizá Bill iría a creer que lo había hecho apropósito como para aprovecharse de él, cosa que no era así. Se sintió estúpido y se prometió a sí mismo no ver más alguna película de ese tipo. 

Miró a Bill, aún mantenía ambas manos sobre su rostro, respirando algo agitado. Tom le extendió una mano, disculpándose tantas veces como le fuera posible. Por la mente de Bill pasaban aquellas últimas imágenes que había visto… dos chicos en una cama, dos chicos desnudos que iban a hacer el amor como lo haría una chica con un chico… pero, ¿cómo lo harían dos chicos? Aquella pregunta quedó flotando en su cabeza, era primera vez que pensaba aquello, y no podía imaginar alguna respuesta. 

Al final, suspiró tratando de borrar aquello de su mente y aceptar la mano de Tom que lo invitaba a pararse de ahí. 

—Vamos por un poco de aire. —Le animó a ir hacia su ventana, Bill estaba un poco sudoroso, trataba de regularizar su respiración. 

Después de un rato, estaban cerca de la enorme ventana que Tom tenía al fondo de su casa, por donde Casimir solía salir. 

—Sabes Bill, Casimir grita mucho todo el tiempo. —Era verdad, ni bien despertaba de alguna siesta, Casimir maullaba tanto que Tom no sabía qué más hacer—. Y le doy todo, tiene comida especial, y nada, de seguro si abro la ventana escapará gritando. 

—Pobre Casimir… —Pero en cuanto Tom abrió la ventana Bill pudo captar por qué maullaba tanto—. Hum… hum… —decía cerrando los ojos, oliendo la brisa, el cuerpo se le escarapeló un poco—. Oh, por Dios —exclamó bajito y ese comportamiento le pareció sumamente extraño a Tom quien intentaba controlar a Casimir de querer salir corriendo por la ventana. 

—¿Bill? —El menor apoyó ambas manos en la baranda de la ventana, inspirando aquel olor extraño, con los ojos cerrados llevó la cabeza hacia atrás, quería gritar, esas sensaciones podían controlarlo, y sobretodo quería que Tom lo tocara. 

—Deja a Casimir —dijo con una voz sugestiva. Casimir corrió y salió por la ventana tan rápido—. Hay una gata en celo afuera —dijo aún ensimismado y deseoso de que Tom se acercara un poco más. Así fue, aunque Tom dudaba un poco, Bill parecía estar en trance o algo parecido, con los ojos cerrados, suspirando en la ventana un poco agitado. 

—No sabía que era por eso… Casimir quiere una gatita…—Rió un poco poniendo ambas manos en la baranda rodeando a Bill, éste se dejó e hizo un movimiento que inquietó un poco a Tom, empezó a restregar su parte trasera lentamente directamente en su entrepierna—. Bill… —jadeó con una voz ronca, pero Bill estaba entregado a las nuevas sensaciones que sentía estando así tan cerca de Tom, estimulado por los olores que provenían de alguna felina… Era como una especie de afrodisíaco que le descontrolaba. 

Empezó a moverse aún más, y Tom pensaba en si tomar su cintura o no hacerlo… si besar ese cuello provocador, o no, en ir más allá, o no. Pero Bill levantó un poco más su trasero dando directamente en la zona más sensible de Tom, empezando a despertar ahí algo. 

Y fue cuando Tom no pudo más y lo tomó de la cintura para besarle en el cuello. Bill gimió por primera vez tan sonoramente, que Tom creía que perdería el control ahí mismo y terminaría por hacerle el amor esa misma noche, aún no entendía por qué tanta sensualidad de parte del otro. 

Y empezó a restregarse contra su pequeño cuerpo y a pasar sus manos por sus caderas. Percatándose de algo. 

—¿Qué es esto? —susurró al oído, cogiendo en sus manos su cola… 

Bill abrió los ojos tanto como pudo y todo el calor que sentía en el cuerpo bajó de golpe. Qué idiota… por su calentura no pudo ser precavido, Tom tomaba su cola y tanto fue su curiosidad que metió sus manos velozmente por debajo de la polera de Bill para tocarlo directamente y así lo hizo, Tom abrió los ojos sorprendido ante lo que tocaba, ¿qué era eso? 

Bill solo pudo mirar al frente y luego hacia abajo de la ventana, a seis pisos del suelo. Sin decir nada, se impulsó tan rápido como pudo, lanzándose al vacío ante el grito desesperado de Tom quien no pudo tomarlo para detener aquello. 

—¡Bill! —Tom pensó que se había matado. 

Bill, mientras caía, la gorra que tenía en su cabeza salió volando por ahí. Aterrizó en el suelo en sus cuatro extremidades y con la cola al aire totalmente erizada del miedo. 

Lo había arruinado todo, ahora no sabía exactamente qué hacer…

Si ven la imagen, es esta escena. ¿qué pasará con el minino al sentirse descubierto? ¡Por qué rayos tiene esa habilidad o no sé qué sea, de poder oler a los gatos? ¿Tom se dará cuenta de su verdad? Pronto lo sabremos. 

9 comentarios:

  1. *-* Gracias por la dedicación! :D :D :D :')
    En serio estaba esperando con muchas ansias este capitulo!...
    me encanta!, lo amo! :D
    Como Bill pierde el control, y como queda al descubierto ante Tom :D
    :) ya quiero leer el próximo :)
    pd: siempre me gusto esa imagen de Bill de Aliss R Aleman... *-* es hermosa.

    Cuidate! küsses!
    Con amor Criis. xD

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    1. De nada <3 te lo merecías :*
      jijiji pobrecillo, ese Bill hormonado.
      *o* esa imagen a amo, la pongo de foto de perfil muchas veces en mi facebook, la re amo.
      Besos <3

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  2. Hollis!! ^^...Gracias por la dedicacion :333 :'D...

    me encanta este capitulo y el siguiente x33...

    AMO LA HISTORIA!! <3...

    me da risa la parte donde bill por la calentura se pierde del mundo :3 ... xD..

    espero el proximo!! ^w^ ...

    pd: desde ke descubri las maravillas ke hace Aliss R Aleman...la eh admirado mucho <3 ... Amo Sus Montajes <3<3...te puedo pedir un favor?...si la ves saludale de mi parte plis! ^^...en serio la admiro mucho *-*...y a ti por supuesto por regalarnos un poco de imaginacion! ;D ...

    SALUDOS BESOS Y APAPACHOS!! ;3 .

    espero el proximo! :D

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    1. Hallo <3 de nada *-* lo hice con cariño. Gracias por amar mis fics ;_; lloro... pronto subiré el que sigue y así sucesivamente hasta donde me quedé.
      *o* Aliss <3 ella es mi chica xd amo mucho su trabajo *-*!!! claro que le daré tus saludos, siempre hablo con ella cada noche.
      Besos <3

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  3. esta es una de mis historias favoritas de antes la leia en THF pero desde que se cayo la pagina, perdí casi todas y pensé que no encontraría nunca mas tus historias =( ... pero ahora si que por un golpe de suerte la encontre >.<

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    1. Hallo *-* :O bienvenida a mi blog, aquí encontrarás los fics que publicaba antes y los nuevos que estoy subiendo, esperemos regrese thf.es pero si no u_u pues aquí estaré
      Besos <33

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  4. Pink *---*
    Tiene tiempo que no venia a comentar *mm*
    Pero era porque nopodia & ahorita tengo tiempo :3
    Me encanto el capitulo :3 *--*
    Me imagine a minino & me dio un derrame nasal *¬* .___.
    (en la parte donde se le insinuo a Tom ewe)
    Sigo leyendote pero no puedo comentar tan seguido *mm*
    Espero estes bien :3
    Cuidate :3

    July.

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    1. *o* hola~ me alegra que tengas tiempo~ y jijijii ese minino~ es medio gatuno que los olores lo ponen así y ni él lo sabe, creo que es su primera vez excitado o_o
      Espero puedas comentar seguido
      besos <3

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  5. aaaa la verdad amo este fik !! esta genial y la foto me parece muy tierna!! pero pobre bill!! que ara tom? aaaa la vrdad muero por leer el proximo capi =n.n= ademas quiero saver mas sobre por que el es mitad humano y mitad gato

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