lunes, 4 de febrero de 2013

Minino~ 24

Hola a todos *-*~ actualizando un poco tarde este fic, pero actualizando al fin. Besos, espero lo disfruten n_n
Ultimatúm

—Misha, ven aquí —llamó Furst, y ella como siempre tan dócil fue a su despacho.

—¿Sí, amo? —preguntó algo nerviosa.

—Siéntate.

Aquel lugar era un hermoso pen house, en lo alto de un lujoso hotel el Teltow, era de su propiedad, lo había comprado recientemente. Misha no podía mirarlo a los ojos, algo en él le indicaba que le llamaría la atención o alguna reprimenda le esperaría.

—Mishita, eres la más mansa que tengo. —Le sonrió y ella movió la cola algo ansiosa—. Ahora dime, ¿dónde está Jared? —Su mirada ruda sobre ella, solo le indicó que se había metido en problemas—. Habla…

—No sé —dijo algo nerviosa.

—Es de noche, debería estar contigo, aquí en la pen house, él sabe que afuera es peligroso, ¿qué pasa? Lo he notado distante. —Misha solo agachó la cabeza, quería decirle la verdad, pero sabía que metería en graves problemas a Jared si lo delataba.


—Ehem, no lo sé, es que está creciendo, debe ser eso… Quiere su independencia. —Furst se tocó la quijada, pensando.

—Sabes, creo que lo he descuidado, pero es que no he tenido tiempo últimamente, deberás ayudarme con él, sabes que también lo quiero. —Ella suspiró, claro que sabía eso, hace poco Jared se había convertido en un rival para ella, pero sabía que él era inocente, apenas aparentaba alguien de trece años cuando Furst lo tomó como suyo, ella recuerda ese día y los detalles… Fue cuando confirmó que Furst no la amaba… Fue para ella una gran decepción, la más grande de su vida—. Misha, te ordeno buscarlo si no regresa ahora, anda, ya sabes como, entra en sus sueños cuando duerma y tráemelo aquí.

—Sí, amo. —Él le sonrió y ella se paró de la silla.

—Espera, también dile a Bill que estoy en Teltow y que ya me cansé, aclárale que le di mucho tiempo, pero mi paciencia tiene un límite. —Ella asintió—. Misha, te espero en el jacuzzi dentro de media hora. —Las mejillas de la mujer gato se colorearon y ella otra vez asintió. Él único que podía traspasar sus barreras era Furst.

Salió de ahí con las manos algo temblorosas, caminó por todos esos pasadizos lujosos siendo escoltada por un hombre armado.

—¿Sabes dónde está Jared? —le preguntó ella a quien la escoltaba.

—No señorita, el joven Jared no nos acompañó desde ayer, no ha pisado esta casa hoy en ningún momento.

—Comprendo. —Entró a lo que sería su recámara y cerró la puerta para quedarse sola. Fue a su armario y comenzó a buscar algún atuendo adecuado para su cita, aunque de su mente no se iba la preocupación por Jared—. Bendito niño, si no apareces te cortaré la cola… —habló entre dientes. Cerró los ojos para buscar en su mente si estaba durmiendo, pero no, el portal de los sueños no se abría, ella no podía entrar en él.
 

***

Las mantas de la cama habían terminado todas en el suelo, solo estaban las blancas sábanas que estaban revueltas en la cama con Bill y Tom semi desnudos.

Para Bill era otra vez demasiado excitante todo lo que pasaba, las manos de Tom acariciándole poco a poco partes que él nunca imaginó que podían ser acariciadas. La delicadeza de Tom le hacía ronronear y sonrojarse hasta las orejas.

—Apaga el lamparín —pidió él mismo, dueño del artefacto, con una voz ronca y extraña, a Tom le encantaba esos sonidos de su garganta, su ronronear.

—No —le sonrió coqueto—, quiero verte todo, a detalle.

—Tomi, no… —Tomó parte de las sábanas y comenzó a cubrir su desnudez. Tom había empezado a quitarle esos pantaloncitos que tenía puesto, y así lo dejó desnudo. Bill titiritó de frío, se sintió expuesto y se puso de costado, Tom le besó el hombro desnudo y parte de su oreja de gato— grr… —gruñó excitado, levantando la cola y moviéndola rápidamente, rozando las mejillas de Tom.

—Minino, no vayas a gritar, estamos en tu casa. —Tom rió siendo conciente de ello—, tus padres van a matarme si se enteran de esto. —Acariciaba el costado de Bill, delineando su piel con la yema de sus dedos.

—Ellos duermen, escucho sus leves ronquidos… bésame —pidió casi sin mirarlo.

—¿Sabes lo que pides? —Bill asintió y Tom tomó sus muñecas y le dio la vuelta, contra el colchón, lo puso delicadamente boca abajo. Bill pestañeó algo extrañado. Hacía tan poco había vivido algo similar, pero con mucha intensidad. La lengua de Tom era muy suave y húmeda, era algo deliciosa tenerla sobre su piel, deslizándose suavemente por su cuello y hombro, como una serpiente erizándole la piel. Bill puso los ojos en blanco un momento… Aquello era mejor que la lengua rasposa de gato de Jared, aunque justamente por ser rasposa lograba electrizarle el cuerpo. Sus manos se agarraron a las sábanas fuertemente y pequeñas luces rojas se aglomeraron en su vista.

—Oh, sí… —Se mordió el labio cerrando sus ojos. La lengua de Tom estaba en su baja espalda, cerca de su cola la cual movía provocando un cosquilleo en la punta de la nariz de Tom quien tomaba de las caderas a su Bill, inquieto, tembloroso, ansioso y muy excitado— ¡Ahh! —Un gemido estruendoso se escuchó en la habitación en cuanto Tom estuvo un poco más abajo… justamente entre sus nalgas las cuales había abierto con cuidado. Pero luego de aquel grito Tom subió otra vez a besarle el cuello.

—Escúchame, Minino, deberé amordazarte… esto podría costarnos mucho —Bill giró su rostro para mirarlo con deseo, solo asintió—. ¿En serio? —Bill jaló parte de las sábanas y le dio a Tom, éste le puso parte de la sábana en la boca y Bill simplemente la mordió.

Por un momento Tom se quedó quieto viendo su sumisión, al parecer descubría nuevas facetas de su Minino, eso le gustó mucho, y acarició su espalda con delicadeza, aún se escuchaba su dulce ronronear. Descendió por su espalda repartiendo besos, acariciando sus costados.

—Mi dulce gatito. —Bill se agitó con esas palabras, y ahí recostado en la cama abrió un poco las piernas, Tom jugó un poco con su cola que no dejaba de agitarla en el aire, rozándole las mejillas—. Espérame. —Se levantó de sobre él causando extrañeza en Bill quien le siguió con la mirada, se agachó a buscar su pantalón que lo había tirado y de él sacó una botellita—, necesitaremos esto. —Bill dejó de morder la sábana y le encaró.

—¿Qué es eso?

—Es lubricante. —Claro que ahora Tom cargaba una botellita de eso por si llegaba la oportunidad, no quería hacerle daño.

Y otra vez entró el recuerdo de Jared horas antes cuando le tocaba con una sustancia similar, Bill suspiró resignándose a que eso le atormentaría la mente. Sabía lo que sentiría. Volvió a morder las sábanas y dejó que Tom le hiciera lo que quisiera.

Con mucho cuidado, le abrió las nalgas y presionó dos dedos en su interior. A Tom le encantaba ver como Bill disfrutaba de tan solo eso, y ni imaginaba lo delicioso que sería lo que él tenía planeado. Le besaba el hombro mientras trataba de dilatar esa parte.

—Estás muy apretado, me encanta —podía sentir como ráfagas de calor provenientes de Bill le azotaban el cuerpo, sabía que eso era único en él, aún muchas cosas eran un misterio.

Reprimiendo sus gritos, sentía que su corazón se le saldría del pecho si Tom seguía tocándole de esa forma, sus dedos se adentraban tan fácilmente y pudo sentir como le metía otro más. Sus manos se aferraron a las sábanas con algo de desesperación, quería gritar, alzó su trasero como respuesta y se arrodilló en la cama causando en Tom tal excitación que solo pudo morderse el labio. Retiró sus dedos.

—Precioso —susurró tomando sus caderas, colocándose detrás, entrando en él de a pocos, Bill gruñó sorprendido y le miró sobre su hombro, quitando la sábana de su boca.

—¡Tom! ¡Ahh! —parecía sorprendido de aquello, aunque era lógico. Tom se inclinó para besarle y así terminar de entrar, Bill se tensó de tal forma que el trenzado cerró los ojos reprimiendo muestras de dolor, Bill le apretaba demasiado y hasta le quemaba.

El corazón de Bill se detuvo segundos, Tom lo sintió, todo pasó tan rápido y luego de permanecer quieto por un momento, Bill gimió retorciéndose de placer en la cama.

—Hazlo así —susurró y Tom le besó un hombro, acariciando su cuerpo.

—Claro que sí… —Aún no creía que estaba dentro de Bill, aún no podía creer que le estaba haciendo el amor. Su Bill gemía bajito, se agarraba con desesperación de las mantas—. ¿Te gusta? —Se miraban fijamente. Bill se mordió el labio al sentir a Tom entrando y saliendo de él más rápido y asintió.

—Sí…

Cerró los ojos viendo colores luminosos que explotaban en su vista, podía sentir que su cuerpo aumentaría de temperatura. Pero un sonido en la ventana lo alertó, algo pasaba afuera. Sus orejas se movieron en muchas direcciones y miró hacia la ventana.

—¿Qué pasa? —Tom salió con cuidado y Bill se recostó de costado algo preocupado—. ¿Bill?

—No sé… hay alguien afuera. —Tomó una sábana y cubrió su cuerpo, Tom estaba tan caliente que esa interrupción logró fastidiarlo mucho.

—¿Cómo sabes? ¿Quién puede ser? —Ayudó a Bill a cubrirse y se puso sus bóxers rápidamente.

—Espera Tom. —Bill comenzó a angustiarse pues pudo oler quien era—, es… oh, Dios, no vayas a salir, deja que yo hable con él. —A lo lejos pudo escuchar una risita que solo él conocía y no era perceptible por Tom. Bill se sentó y algo sudoroso comenzó a buscar su ropa—. Lo lamento, lo compensaré.

—Es ese tipo, ¿verdad? El otro como tú. —Bill no le contestaba, así que Tom salió de la cama con la mandíbula apretada y la furia que empezó a sentir.

En pleno invierno, abrió la ventana dejando que el gélido aire entrara de golpe, eso pudo haberle hecho daño, pero en esos momentos él estaba concentrado en hallar a ese otro hombre que se había atrevido a tocar a su novio engañándole con vanas ilusiones.

—¿Dónde estás? —casi gritó mirando hacia abajo. Bill se le acercó tomándolo del brazo, jalándolo hacia adentro del cuarto— ¡Aparece!

—Espera Tom, él no te hará caso.

Jared estaba en el tejado y sabía que había interrumpido un momento importante, pero no lo hacía por malicia, tenía que hablar con Bill y éste podía predecirlo, podía intuir que Jared quería verlo por alguna razón.

—Bill, aléjate de la ventana. —Estaba semi desnudo, quería cubrirlo más—. Ve a vestirte.

—Déjame hablar con él un momento.

—¡No! —Las cosas se ponían muy tensas entre los dos, Tom trataba de entenderlo, pero en esos momentos no había nada qué entender para él, sabía que debía defender lo suyo como dé lugar.

Bill le miraba bastante triste, no sabía cómo explicarle que solo quería saber qué es lo que Jared tenía que decirle a tan altas horas de la noche.

—Jared, regresa en otro momento —habló con tono normal lo cual enfureció a Tom, se secreteaban en su delante, podía escuchar un murmullo en el tejado y ver como las orejas de Bill se movían, entonces Tom se las tapó casi desesperado.

—¿Eso quieres? ¡Que me moleste contigo!

En eso, mientras Tom encaraba a Bill, Jared entró por la ventana tan rápido que Tom no pudo impedirlo.

Ambos se miraron por primera vez, Jared con mucha preocupación y Tom con mucha ira. Pero no era salvaje, no se le lanzaría encima solo por verlo, estaba curioso de saber qué tenía que decirle y de paso iba tramando en la mente como hacerle entender que Bill era suyo y que sería capaz de mucho por defenderlo.

—Qué haces aquí, Bill es mi novio y me cuenta todo. —Él solo movía la cola nervioso, estando un poco alerta.

—Lamento entrar así, pero tengo algo que decirle a Bill, ya Misha te lo advirtió a ti. —Tom quiso acercársele, pero Bill le tomó del brazo.

—Amor, deja que hable y después se irá.

—Bill, debes irte ahora, en este instante —fue todo lo que le dijo y Bill le creyó pues pudo verlo en los ojos asustados de Jared—. Ya sabe donde estás y con quien, si no te vas ahora… tendré que llevarte yo con él.

—¡Qué! —gritó Tom angustiado—. ¿Cómo creerte a ti? ¡Tocaste a mi novio! ¡Le mentiste para tocarlo! —Jared frunció el ceño, él tenía su genio, estaba comenzando a irritarse por la actitud tan infantil de Tom y eso que Jared era mucho menor que él cronológicamente.

—Bill, si no controlas a tu novio no respondo.

—¡Encarame a mí! —le gritó Tom.

—No le mentí, lo que hicimos fue por su bien, además ya acabas de consumarlo, aunque no del todo, lo siento por eso.

—¡Grr, largo!

Afuera, en los demás cuartos, Georg logró levantarse algo confundido, podía escuchar gritos y gruñidos, comenzó a creer que Bill se estaba acostando con Tom, se molestó por ello. Simone también despertó y pudo escuchar el ruido.

—Georg, algo pasa… ¿No estarán intimando?

—Debo percatarme. —Georg quería salir de la cama, pero Simone se lo impidió.

—Espera, no… Parece no ser eso, discuten con alguien.

Así los dos se levantaron y se pusieron alerta, algo pasaba.

En la habitación de Bill los gritos comenzaban a intensificarse, Bill no sabía cómo calmar a Tom, éste no sabía cómo botar al otro y Jared no sabía cómo hacerle entender a Tom que él no era una amenaza.

—Me cansé, eres un testarudo, tanto te advertimos, no te diré ni una sola palabra más, me voy.

—¡Largo! ¡Y no te acerques a Bill! Él no es como ustedes, ¡él es mío! —Su parte instintiva había salido. Jared gruñó fastidiado y miró a Bill.

—Ya te dije, cuídate… —Jared saltó por la ventana.

—Gracias —dijo Bill casi en un susurro, ahora tenía a una fiera como novio a quien debía calmar.

La puerta de su cuarto sonó, eran sus padres, Bill suspiró algo incómodo aparte de nervioso. Simone y Georg entraron algo preocupados encontrando a Tom semi desnudo y a Bill con el cabello revoltoso y algo sudado.

—No digan nada por favor —advirtió Bill.

—¡Qué pasó aquí! —Simone gritó.

—Debemos irnos —dijo Bill—. No puedo explicarlo más, debemos irnos.

Tom aún no salía del asombro, tenía toda la adrenalina llenando su cuerpo. Pero miró a Bill y por como tomó el mensaje de Jared, le creyó. Así que acercándose a su novio le abrazó para que no hubiera rencores entre ellos.

—Sí, debemos irnos, algo está pasando, no sé qué, pero debemos irnos —dijo Tom. Simone miró a Georg y él le pasó una mano por el hombro.

—Vamos a vestirnos... —le dijo Georg calmándola—. Haremos lo que ellos digan. —Simone miró a su hijo, parecía que tenía en la mirada todo un peso de preocupaciones, podía intuir que sufría, por algo era su hijo.

—Bill, cariño, algo está pasando y tú no nos dices… —Se le acercó y le tomó de una mano—. Nada malo pasará, nos iremos de aquí todos.

Bill sentía un mar de emociones asfixiantes, tantos sentimientos encontrados, confusiones, nuevas sensaciones, nuevos miedos y nuevos descubrimientos a la vez. Pero debía ser fuerte, ya era grande, así se sentía.

Tomó a Tom de la mano y asintió a su mamá, debían escapar de algo que no sabían exactamente qué era. Pero solo Bill podía intuir la magnitud del peligro que eso significaba. 

***

Jared sabía que había hecho muy mal, y no sabía qué consecuencias eso podría traer. Misha y él tenían un localizador de espacio, era como un reloj pequeño en la muñeca. Jared lo encendió y supo la ubicación de ella, ya no estaban en la casa, estaban en el corazón de Teltow, así que ahí se dirigió, corriendo a gran velocidad por una calle oscura y poco transitada, ya iba a amanecer.

Escaló el enorme hotel, no sabía que habían comprado un pen house allá arriba, pero eso era lo que le indicaba el localizador. Necesitaba hablar con Misha así que llegando a una ventana gruñó casi inaudible para los oídos de los humanos, solo Misha podía oírlos.

Ella estaba desnuda en los brazos de Furst, en la habitación principal, lejos de la ventana por donde Jared la llamaba. Pero aún así pudo oírlo, así que con cuidado se levantó de ahí dejando a su amo seguir durmiendo, se puso una bata y salió de la habitación. Algunos guardias se alertaron, pero ella los persuadió para que no la siguieran ni fastidiaran.

Corrió por un pasillo de cuadros lujosos y llegó a un balcón, usando su fuerza logró abrirlo y así darle pase a Jared.

—Jared, cómo pudiste ausentarte tanto, te harán pruebas, lo sabrán por tu localizador, lo sabes. —Jared estaba algo agitado y Misha podía notarlo— ¿Estás bien? Algo raro te pasa, Jared.

—Sí… estoy muerto, solo vine a decirte eso. —Tomó su localizador y se lo quitó para dárselo a ella.

—¿Qué dices? No puedes darme esto, no puedes sacártelo.

—Acabo de hacerlo, sí se puede, solo que nunca has pensado en eso. —Ella lo miró asustada.

—¿Qué pasa, Jared? Tú nunca actúas así. —Jared la miró fijamente, y Misha entró en su mente mirando en el fondo de sus recientes vivencias, como había entrado a la habitación de Bill, encarado a Tom y pudo escuchar lo que le dijo —¡Jared! —Sus ojos se llenaron de lágrimas, algo malo pasaba con su igual. Negó con la cabeza y le tocó el rostro con una mano temblorosa—. ¿Por qué lo hiciste? ¿Qué te pasó?

—No quiero que él… que Bill pase por lo que pasé yo —fue todo lo que le dijo.

Misha no lo entendía, trataba de comprender, pero al ver los ojos llenos de tristeza de Jared pudo comprender que él también había sufrido como ella, y es que ellos tenían su mundo dentro de las manos de Furst, más allá de eso, no conocían nada.

—Jared… —después de muchos años la fuerte mujer gato se quebró en llanto, abrazando a quien tomaba como hijo, ahora era un hombre que al igual que Bill deseaba libertad.


¿Bill logrará irse o no? Veremos qué más pasa en los siguientes capítulos. Besos *-*~

5 comentarios:

  1. awwww...¡¡estuvo genial!! *-* al fin Tom y Bill hicieron el amor *o* aunque Jared los interrumpió >.< me encanta este fic es de mis favoritos
    Espero el siguiente capítulo ansiosa ;D
    Besos ~

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    1. hallo <3 muchas gracias por gustar de él, veremos qué más pasa
      besos <3<3

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  2. *ww* que bonito Tom y Bill 1313
    aunqe Jared los interrumpio 7u7
    :33 espero que logren escapar ^^
    simplemente Amo minino

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    1. hallo <3jajaaj sí, Jared solo entró a advetrtirle lo que está próximo a pasar..
      besos <4 gracias por amarlo *-*

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  3. aaawwwww kasi koncretan su amooor, pero apareció el otro hombre gato y TODO SE KAYOOO!!! :C Jared y Mischa se sienten mal por ser konsiderados komo OBJETOS SEXUALES de ese IMBECIL de Furst!!! Y ahora el hombre gato tmb se da kuenta ke kisiera ser LIBRE komo Minino :C no falta mucho para ke llegues hasta dnd habia leido Actuacliza prontitooo DamitaRosa :) ♥ P.D. YA SABES KE ES MI PREFERIDO ESTE FIC!! ♥

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