miércoles, 13 de febrero de 2013

Vacaciones - 8

Hola a todos *-* aquí les traigo la continiación de este fic ;D que lo disfruten jajaja aunque no sé u_u besitos a todos.
Por Tom:

—¿Qué es follar? —preguntó el abuelo y quise mantener mis dedos en la boca de Bill para que no se le ocurriera responder. Agradecía a todos los santos que mi abuelo no entendiera esa palabra.

—Bueno, es… —Ahora qué se supone que debía decirle—. Es… es orinar, sí, él necesita ir al baño pues bebió tanto. —Sentía que quería sacarse mis dedos de su boca pero no se lo permití, lo abracé a mi pecho, lo tenía como un bebé prácticamente, sentado en mis piernas con tres dedos en su boca. Su piercing me hacía cosquillas y Bill empezó a gemir.

—Oh, entiendo es raro que se comporte así, ¿dónde ha bebido?

—No lo sé, estuvo con Georg y unos amigos en una taberna.

—Tomi… —Quería hablar, pero se lo impedía clavándole mis dedos, atrapando su lengua con ellos. Le sonreí divertido, la carita que tenía era realmente hermosa.

En todo el camino estuvimos así, no quería que Bill hablara algo inapropiado delante del abuelo, Bill estaba tan entusiasmado porque pensaba que follaríamos ni bien llegáramos a la casa. Y tuve miedo porque yo no debía, pero en realidad la idea no me parecía nada mala… era mala sí, pero es que también lo deseaba.


—Bueno ya llegamos, anda, lleva a tu hermano a follar, si tanto lo quiere, ya no se aguanta más el pobre.

—Tomi, hasta el abuelo lo ha dicho ¡fóllame ya!

—Shh… calla Bill.

Entramos casi desesperados a la casa, ambos por distintas razones. Bill se tambaleaba en la escalera, cayéndose, tropezándose y terminó de subir, él iba por delante y yo por detrás. Realmente el movimiento de sus caderas me enloquecía, debía ser fuerte.

Pero tenía un plan, aquella sustancia lo ponía así, Entonces se la iba a sacar, le haría vomitar y lo bañaría después en agua fría a ver si así se le pasaba la calentura tan desvergonzada.

Al llegar a la habitación, Bill torpemente intentó sacarse la camiseta.

—Bill —llamé desde la puerta.

—Qué esperas Tomi, ven por mí. —Era insinuante ¡Rayos, muy insinuante! Tenía un rubor especial en su bello rostro, tragué duro para evitar ir en contra de mi plan.

—Primero al baño, debes lavarte, estás todo sudado, has montado carneros. —Me miró pensativo y luego asintió rápidamente. Bien, extendí mi mano y él me la tomó. Lo conduje al baño. Como estaba muy mareado, no fue nada complicado tomarlo por sorpresa y arrodillarlo frente al inodoro.

—¿Quieres que te la chupe aquí? —Todo lo que decía me ponía los nervios de punta, entre otras cosas.

—¡No! Ahora mismo vas a botar todo lo que te has tomado. —Así que le abrí la boca y le metí dos dedos tan profundamente que le provoqué una arcada aunque me mordió por el reflejo—. ¡Auch! Bill —Empezó a vomitarlo todo—. Muy bien, bota toda esa mierda, mañana cuando estés en tus cabales me agradecerás. —Empezó a toser y me miró furioso.

—¡Tom! Cof, cof, ¿Por qué me hiciste eso? —Lo levanté y lo metí a la ducha abriendo el agua fría—. ¡Tom, no! ¡Tom! ¡Sácame de aquí! —Lo remojé con todo y ropa. Forcejeábamos ahí dentro, pero yo tenía más fuerza y equilibrio.

—¡Es por tu bien, Bill! —Ahora él estaba furioso y me empujó, se zafó de mi agarré y salió molesto de la ducha rumbo a la habitación. Fui tras él, llegando a su cama se echó ahí llorando.

—¡No me quieres, Tom! ¡Tú no me quieres! —El drama otra vez, esa sustancia que le habían dado lo ponía del todo sensible. Cogí del armario unas toallas, Bill estaba mojado con todo y ropa, tirado en la cama, pataleando frustrado.

—Bill, por favor, ya cálmate, debes sacarte esa ropa mojada, ten esto y sécate. —Me miró consternado recibiendo las toallas y luego me sonrió con todo y lágrimas en sus ojos, sus estados de ánimo cambiaban muy rápido.

—Sí Tomi, me quitaré la ropa. —Sólo entendió una parte del mensaje. Se levantó de la cama y se me acercó así, mojado, juntó su cuerpo contra el mío y retrocediendo terminé acorralado contra la pared—. Humm, Tom. —Acortó la distancia—. ¿Por qué no me besas como lo hiciste allá cuando dormía sobre las flores? En la pradera… —Mis ojos se abrieron, él lo sabía, si recordaba eso.

—Bill… —No me dejó hablar y juntó sus labios con los míos, tan suaves y dulces. Me besó y no pude evitar corresponderle, empecé a perderme en sus encantos. Lo tomé de la cintura y lo acerqué más a mi cuerpo. Él era delicioso, y se contoneaba de una manera sensual en mis brazos. Ladeé la cabeza y profundicé el beso, sentía su lengua entrar en mi boca y sus ganas de más incrementaban, pequeños gemidos escapaban de sus labios y ambos estábamos muy excitados… él no pararía, debía parar yo. Lo empujé hasta separar nuestros labios, lo miré por un momento, agitado, ruborizado y jadeante; no pude más y salí de ahí.

—¡Tom! —Me gritó molesto, pero me encerré en el baño. No era correcto, no debía aprovecharme de su estado. Me bajé los pantalones y me acaricié la tremenda erección que tenía, me dolía. Alivié eso hasta correrme en mi mano. Suspiré hondo después de sentirme liberado. Así ya no podría hacerle nada por un buen rato. Estuve ahí, en el baño, por un tiempo más para después limpiar todo lo que había dejado. Me mojé la cara y me miré al espejo, semejantes marcas las que tenía a ambos lados del cuello, Bill me las pagaría, pero estas marcas quedarían como prueba de que era él quien deseaba que lo follara, aunque no lo haría, tendría que soportar la tentación, no tocaría a mi hermano así él lo quisiese y amenazara con matarme.

Después de un buen rato, salí del baño y dudé mucho en abrir la puerta de nuestro cuarto. Pero me decidí, así que suspiré y lo hice, grande fue mi sorpresa. Bill estaba recostado en mí cama totalmente desnudo acariciándose el cuerpo, gimiendo muy alto abrazado a mi almohada. Cerré los ojos y me dirigí al armario, para sacar algunas sábanas con qué tapar a mi hermano.

—Tom… ahh… —Gemía, debía ser fuerte para no ir y lanzarme sobre él y poseerlo de una vez.

—Bill, por favor cúbrete. —Me acerqué mirándolo a la cara, y él me abrió las piernas de tal manera que le pude ver todo… la vista era muy erótica, mi hermano tenía un buen trasero. Tragué saliva y me acerqué un poco más para cubrirle con la sábana—. Tápate.

—No quiero. —Hizo un puchero—. Quiero que me toques…

—No es correcto, lo siento. —Me hice el fuerte y me recosté junto a él cubriendo su cuerpo con las sábanas blancas—. Duérmete…

—No tengo sueño, Tomi me duele… —Quiso quitarse las sábanas, pero me subí sobre él tapándole hasta el cuello.

—Mañana estarás mejor, intenta dormir.

—Ahh… Tom —Empezó a moverse debajo de mí—. Así mejor. —Con mucho esfuerzo se dio la vuelta y levantó el trasero… Si no fuera por las sábanas que nos separaban y mis jeans estaría desnudo pegado a mí. Se empezó a mover de manera insinuante.

—Bill, ya no sé qué decirte…

—¿Te gusta? Ya Tom tómame de una vez.

—No, no es correcto. —Odiaba esa palabra, en realidad lo deseaba, pero era mi hermano, hacerle eso sería hacerle daño.

—Que sí, así se hace, házmelo, móntame… —Estaba excitado otra vez, pero por un momento pensé en sus palabras y en sus movimientos, sexuales, eróticos, ¿acaso Bill había tenido experiencia antes? ¿Alguien había tocado a mi hermano y no lo sabía? Tal vez estaba actuando así porque detrás de todo eso él había sido tocado. Me puse frío y la erección que empezaba a tener bajó de golpe.

—Bill —llamé tomándolo y volteándolo para que me mirara, tomé sus manos y las aprisioné a los lados de su cabeza para que no me tocara.

—Ahh… me haces daño.

—No lo hago, escúchame, ¿has hecho… quiero decir, alguna vez alguien te ha tocado? —Odiaba preguntar eso y de esa manera, Bill frunció el ceño mirando a todas partes.

—¿A qué te refieres?

—Pues, si has tenido algún contacto sexual con alguien, nunca me dijiste, creo que lo di por obvio que no.

—¿Quieres saber si tengo experiencia? —Bueno, en realidad no, sólo quería saber si el comportamiento que tenía ahora era porque había sido tocado.

—No es eso, sólo si alguien te ha tocado. —Su mirada era de disgusto y toda esa inquietud y ganas de moverse debajo de mí se detuvieron. Suspiró mirando a todas partes menos a mis ojos, tragó saliva y su respiración se hizo pesada.

—Tom, no lo sé. —Sus palabras me pusieron realmente mal ¿Acaso no sabía algo importante de mi hermano?

—¿Qué no sabes?

—Si fui tocado… —Su voz se hizo entrecortada, como queriendo llorar, él estaba muy sensible y pasaba de molesto a excitado, de juguetón a llorón muy rápidamente. Pero esto era diferente.

—Quiero saber…

—En la escuela. —Empezó a llorar—. En clase de gimnasia, en las duchas. —Hubo una pausa grande. Yo lo miraba atento, no sabía qué decirle y él continuó—. Tú no estabas y Richard, él y dos de sus amigos se metieron a la ducha conmigo… y… —Empezó a llorar más fuerte.

—¿Qué pasó, Bill?

—No lo sé, me tocaron e intenté defenderme, lo empujé pero él me volteó… y… —Me puse más frío de lo que ya estaba, ¿cómo no supe algo así?

—¿Te hizo daño?

—No lo sé, Tom… me golpeó muy fuerte la cabeza y caí al piso y no recuerdo más. No sé si me hizo algo.

—¡Qué maldito!

—Cuando desperté, tuve miedo, revisé mi cuerpo, la idea me asustaba, había… Tom, había sangre en la ducha, pero no me dolía nada, estaba tan asustado que no sentí dolor…

—Te entiendo. —Me recosté junto a él y lo abracé… mi Bill, alguien lo había tocado, me sentía fatal. Me abrazó llorando y ahí se quedó, temblando en mis brazos.

—Había sangre, sabes que odio la sangre…

—Lo sé, mi Bill. —Lo pegué a mi cuerpo, así envuelto en las sábanas como un bebé. Sequé sus lágrimas y lo miré a los ojos—. Ahora estás conmigo, ¿de acuerdo? —Asintió tímidamente, aún estaba agitado—. Nada malo te pasará.

Besé su frente y algo hubo en mí, tal vez el cariño especial que le tenía, eso nuevo que empezaba a experimentar con él que me llevó a la determinación de hacer lo que deseaba desde que entré en esta habitación. Me acerqué a sus labios y los rocé para luego sentir como él terminaba por acortar la distancia y besarme con ganas, su lengua se juntó con la mía, tomé su rostro y simplemente le correspondí el beso.

Esa noche nos besamos mucho hasta que Bill, entre suspiros y gemidos, acabó durmiéndose en mis brazos…


Y ahora ya saben por qué tiene miedo a la sangre... Pronto subiré el resto, veremos la reacción de Bill al día siguiente.

6 comentarios:

  1. "Anda lleva a tu hermano a follar, si tanto lo quiere" jajajajajajajjjaja el abuelo <3 taaan inocente y tierno apoyando a Bill!!
    Hombre Tom, que aguante tuvo...mira que Bill no se lo puso nada facil!

    Este fue el primer fic tuyo que lei y me encanta :') es taaaan lindo que volverlo a leer es sumamente gratificante. Espero el proximo capi...

    Nos estamos leyendo!

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    1. jajajaj ese abuelo es así, aunque no te confíes D:
      awww muchas gracias, es uno de mis primeros fics....<3
      muah

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  2. :O a Bill le paso que cosa??? :S pobre Bill :'(
    bien calladito se lo tenia..
    mi pregunta es... ¿recordara Bill todos los besitos que le dio Tom? *o*
    o... es mas, ¿recordara todas las cosas vergonzosas que anduvo haciendo? :$

    cuidate! besos!
    Criis.

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    1. hallo <3
      XDDDDDDD pobre, ya verás en el siguiente capítulo, él recordará >:3 a medias
      muah <3

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  3. a??? esta inpactante me gusto, pink en verdad algo le pasoa bill?

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    1. hallo <3 gracias *-* y bueno, sí u_u le pasó algo cuando era más pequeño aunque no lo recuerda... producto de eso generó una fobia hacia la sangre
      besos <3

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